Asaltante nocturno
Un extraño entra en su casa cada noche
Estaba seguro de que algo raro le pasaba. Cada mañana se despertaba cansadísimo, como si hubiera caminado durante horas, y notaba algo extraño en su interior, una sensación que solamente asociaba a cosas que era imposible que hubieran pasado. Vivía solo, y empezaba a tener miedo de que algo paranormal ocurriese en su nueva casa. Había acudido al médico, que simplemente le había aumentado la dosis de su medicación para dormir y le decía que el cansancio podía ser normal en situaciones de estrés. Pero no se quedó tranquilo. Compró una cámara de vigilancia al salir del trabajo y la conectó a su ordenador. Lo preparó todo esperando descubrir qué era lo que le atormentaba cada noche. No se tomó las pastillas para dormir, y se fue a la cama como siempre, atento a cualquier ruido extraño.
Pasadas las doce de la noche escuchó un ruido y la puerta de entrada de su casa se abrió. Era imposible! Nadie tenía aquella llave...pensó en llamar a la policía, pero algo le hizo esperar a ver qué queria el intruso. Oyó como se acercaba y se paraba en la puerta de su habitación, justo delante de él. Pudo ver una silueta de un hombre, que minuciosamente se desnudaba. Vio como se quitaba la ropa dejando ver a contraluz su cuerpo fuerte y lo que parecía ser una incipiente erección. Una excitación se apoderó de su cuerpo al notar como aquel hombre apartaba las sábanas acariciando su cuerpo, agarrando sus piernas y introduciendo los dedos entre sus muslos. Pudo notar como las yemas de sus dedos se introducían con habilidad en su culo buscando abrir su orificio como ya había hecho tantas otras veces. Ahora entendía la humedad con la que se levantaba por las mañanas, el cansancio y la excitación que provocaban que se masturbara freneticamente cada nuevo día mientras se duchaba antes de ir al trabajo.
Mientras miles de pensamientos confusos pasaban por si cabeza notó como el hombre se abalanzaba sobre él introduciendo su miembro erecto en su interior, con una habilidad sorprendente se encontró suavemente inmovilizado, mientras notaba aquella verga entrar y salir. Él ahora estaba totalmente a su merced y excitado por aquella posesión involuntaria podía notar la lengua de aquel hombre recorrer su cuello, mordiendo su nuca. Sus manos recorrían su cuerpo pellizcando sus pezones con suavidad hasta acabar agarrando su miembro ahora erecto y mojado que se apretaba contra las sábanas deseando aquellas manos extrañas. El olor de aquél hombre le excitaba, era un olor que no le era desconocido pero que no acababa de reconocer. Se dejó llevar por la excitación viéndose utilizado y poseído por aquel intruso que lo follaba con energía. Notó al cabo de un rato como se corría abundantemente en su interior, y tras un extraño beso de despedida que notó en su nalga sintió como lo arropaba de nuevo con las sábanas y se marchaba de su casa cerrando de nuevo con llave. Esperó un tiempo a moverse, y al fin con nerviosismo se levantó y fué a comprobar la grabación en su cámara de vigilancia. Era evidente que no era un sueño, aquella silueta estaba allí y entraba a su casa cada noche. Era imposible reconocer quien era su visitante pero miró el video varias veces, mientras se masturbaba excitado. Como si se sincronizase con aquél extraño llegó al orgasmo al mismo tiempo que aquella silueta lo llenaba con fuertes embestidas en la grabación. Sin poder dormir en toda la noche decidió esperar antes de decidir si acudía a la policía. Por extraño que pareciera aquello le había gustado...y quería saber hasta donde podría llegar su visitante inesperado.