Arrepentida? o no
Tras añorar un poco el pasado me vi sorprendida por la propuesta de mi semental y para no defraudarle, acepte una noche de lujuria algo especial, donde la longitud y el grosor se unieron para hacerme feliz...
Continuaba con Paul a un ritmo de sexo vertiginoso, pues ya había hecho de mi trasero una fluida vía de entra, y más con las dimensiones de mástil que gasta, pues el frecuente uso y su sabiduría metiendo, había conseguido que fuese una delicia tanto por uno como por otro lado, agradeciéndoselo una servidora con unos amaneceres en los que la protagonista era mi boca y su enorme rabo.
Pero llevaba ya algún tiempo en el que tras visionar alguna película de parejas, se me había levando el ánimo de jugar a otra casa como anteriormente con mi difunto Paco, pero el miedo a perder a este semental me hacía dudar si sería una buena idea.
Un mañana en la que andaba yo desayunando mástil, Paul me dijo si no añoraba mi anterior vida en la que degustaba variedades, si me apetecía algo mas solo tenía que hablarlo con él y se buscaría solución, solté de mi boca aquella cabeza que apenas podía entrar, para mirarlo un poco asombrada, eso sí sin soltar aquel palo de velero transoceánico que tanto adoraba, y le dije que con él tenía suficiente que ya lo había hablado antes y realmente solo quería estar con él, pero si le apetecía algo diferente por no caer en la rutina, se podía intentar.
Seguí comiendo aquel manjar ahora con más ganas, y tras unos buenos masajes de aquellas enormes bolas, me agasajo aquella cabeza con un desayuno de nata riquísima, que apenas podía contener, pues era asombroso que tras haber descargado tras unas ocho horas dentro de mí, tuviese semejante cantidad para volver a regalarme otra descarga de escándalo.
Nos levantamos y desayunando me volvió a tratar el tema y dijo que podíamos intentar con alguna otra pareja a jugar si yo quería, que no quería acapararme de esa forma tan drástica, por lo que dije que bueno ya se vería.
A la noche me sorprendió diciéndome que íbamos a cenar fuera, pues quería conocer un nuevo restaurante del que le habían hablado muy bien.
Llegamos al sitio y la sorpresa fue mayúscula pues era un restaurante erótico, entramos y nos acomodaron en una mesa junto a otra pareja pues el sitio estaba lleno.
La cena eran platos de degustación, y se pueden imaginar cómo iban decorados, las risas y sugerencias de los presentes hacían de la velada una noche muy agradable.
Intimamos con aquella pareja, que estaban de vacaciones pues eran de Madrid, él se presentó como Juan y ella Elisa, el aparentaba unos 60 años y ella sobre 40, la verdad que los dos muy atractivos, aunque parecían más un plan que una pareja estable.
Nos hablaron que andaban allí varios días pues se habían escapado una semana de vacaciones y querían conocer cosas nuevas, Paul, congenio rápidamente con Juan, y la conversación fue fluida entre los cuatro, calentándose cada vez más conforme salían platos.
Ya el pudor de los cuatro se había quitado y cada vez lo picante fluía con más soltura, incluso Elisa le lanzo varias andanadas de halagos a Paul, y Juan a mi cortésmente me dijo que me conservaba muy bien.
Llego la hora de una copa y Paul se ofreció a llevarlos a tomar algo a un Club, donde dimos rienda suelta con una botella de champán… debido a lo que habíamos bebido, Juan dijo que porque no tomábamos un taxi y dejábamos el coche, íbamos a su Hotel a tomar la última y dejar que se pasara el efecto de alcohol y después cogeríamos el coche.
Les hicimos caso con la euforia que llevábamos los cuatro y en 20 minutos estábamos tomando otra botella en la suite que tenían reservada.
Allí el ambiente se fue calentando, mejor dicho, no se había enfriado desde el restaurante, y Juan entre juegos comenzó a besuquear a Elisa y está a jugar con su mano sobre la bragueta de este.
Nos miraron, como diciendo no se corte y jueguen ustedes, y la verdad es que me falto poco, pues en el fondo quería enseñar a aquella pareja, el semental que tenía yo.
Me puse igualmente manos a la obra y en pocos minutos ya le había quitado la camisa a Paul, a la vez que me senté sobre su paquete aun tapado con el pantalón, para restregarme sobre él, con movimientos calientes que hizo las delicias de aquella pareja.
Ya aquello no podía parar y para nuestra sorpresa, Elisa le abrió el pantalón a Juan y no pude dejar escapar un ohh cuando metió la mano y saco de entre aquel pantalón, un rabo largo como pocos había visto antes, nos quedamos sorprendidos por la longitud de aquel semidormido miembro que aunque no llegaba al grosor impresionante de Paul, sí que era algo más larga, y mira que Paul la tiene larga también.
Yo no me corte y poniéndome de rodillas le baje los pantalones a mi pareja y seguidamente los slip, agarrándole con las dos manos, aquel mástil majestuoso que enfilaba duro hacia el techo, por la excitación del momento.
Los dos dijeron casi al unísono, “menudo pollon gordo tienes Paul”, ella me miro y dijo, tienes que está abierta por esa tranca… dios que gorda es, es impresionante de gruesa.
Yo le dije, no te quejes que ahí también hay madera, y no te digo como es ese madero de largo, si parece el palo de una cruz.. .. Todos nos empezamos a reír tras aquella ocurrencia, pero rápidamente pasamos a comer las dos los rabos, a la vez que sobábamos sus pelotas que colgaban majestuosas entre las piernas.
Paul, me tomo y cambiando de postura me sentó sobre aquel butacón y desnudándome fue besándome y acariciándome hasta llegar a mi conejo mojado como una rosa por el roció de la mañana, deseando abrirse para su degustación.
Comenzó a comerlo y mis gemidos ya contagiaban a los demás, Juan le dijo a su pareja que abriera otra botella de champán acercándose a nosotros con aquel misil enfilándome la cara, se acercó y dijo, puedo mirar cómo te come… Paul afirmo y haciendo un gesto con la cara me dijo que le acariciara…. Mi mano se alargó y agarre aquel mástil que estaba duro como una piedra, era más fino que el de Paul, pero que dureza y longitud tenia.
Juan agradeció mi atención y tomándome la mano me la llevo a los huevos y me dijo, mira que calientes están., volví a coger su rabo y me lo acerque a la boca y con sumo cuidado comencé a chuparlo y comer aquella descapullada cabeza rojiza y brillante.
Entro Elisa con las copas y dijo, veo no pierden tiempo, yo en ese momento me iba a correr tras la sabia comida de mi pareja, cuando Juan me dijo que bien la chupas, eres una maestra, ahí ya no pude aguantar y me corrí gimiendo como una tigresa con aquel látigo en la boca.
Ummm gemía Juan ante mis acometidas de lengua, miro a Paul y le dijo, me dejas un poco, Paul que iba a penetrarme, se separó un poco para dejar que Juan sacara su travesaño de mi boca y tras un leve flirteo con mis pechos, me giro en el butacón y agarrándome por detrás comenzó a jugar con aquel misil en mi agujero.
Pude ver que Paul ya no estaba solo y su enorme aparato era pasto de la boca ansiosa de Elisa que no paraba de alabar el grosor mientras trataba de engullir un poco de esta.
Paul metía la mano en su sexo y esta se estremecía con los dedos de el dentro de ella, y tras un leve juego, sentó a Paul un sillón y se posicione sobre él, para meterse aquel mi trabuco que ahora era de otro conejito.
No me dio tiempo a ver más en ese momento, pues sentí como me penetraba aquel largo miembro, llegando hasta mis entrañas, no me podía creer que me la hubiera metido toda, pues sentía con los golpes sus bolas en mi entrada, a la vez me pellizcaba los pezones, mientras aceleraba el ritmo de una forma endiablada.
Yo pensé “este se corre en dos minutos”, pero la que se corrió fue la menda, cuando tras diez inagotables minutos de meter y sacar, mi conejo exploto en unos orgasmos descomunales,.. Freno el ritmo y tomándome me llevo a la enorme cama que había al frente, donde mi Paul estaba cabalgando como un experto jinete a aquella dama, haciéndola gozar,.
Sentí algo de celos al ver como el miembro de mi pareja entraba por aquel agujero que había dilatado, pareciendo se iba a desgarrar, pero viendo como el disfrutaba , me sentí algo más aliviada, cuando de pronto me giro y acerco Juan su dura herramienta a mi trastienda, para comenzar a penetrarla, quise decir cuidado pero ya tenía la mitad dentro de mí y la otra mitad entro con un golpe seco que me hizo gritar.. a la vez sentí sus enormes pelotas golpear en mis labios, comenzando otra cabalgada de aúpa… pensé iba a tardar en correrme, pero el placer de aquel misil balístico era impresionante, y dos orgasmos casi seguidos me llegaron sin avisar, siendo el ultimo regado por una cantidad de nata que me hizo dudar si por allí no había pasado un semental de caballo.
Gemía Juan a la vez que oí a Paul descargar en aquella sumisa mujer que había quedado rendida sobre la cama a merced del rabo de mi pareja, parecía se habían corrido a la vez, dejándonos a las dos semiderrumbadas sobre la cama, eso sí… llenas de placer y otra cosa…
Pasaron uno minutos hasta que nos pudimos recomponer, comentando lo bien que había pasado todo y sin planearlo, ellos comentaron que ya habían hecho algún intercambio con alguna otra pareja, y aunque no estaban casados pues eran los dos divorciados, si vivían juntos.
Tomamos ahora las copas que había preparado Elisa ya de una forma desenfadada, moviéndonos por la suite desnudos, observando aquellos dos péndulos colgando que daban ganas de comer, miraba a Juan con el balanceo y parecía se iba a tropezar, yo bromee con eso y todos nos reímos,.. Hicimos se las midieran los dos y Juan le sacaba varios centímetros a Paul, pero el grosor de este era evidente le superaba,.. De las bolas iban los dos sobrados y parecían gemelas, aunque Juan era más delgado que Paul, también tenía buen cuerpo para sus años, así como una maraña tremenda de pelos en el pecho como a mí me gustaba.
Paso una rato de charla y mi apetito iba creciendo, por lo que me agache acercándome a los dos y comencé a comerlas cambiando de una a otra, ante la sorpresa de Elisa, pues intuí me había adelantado, las juntaba y frotaba sus cabezas delante de mi boca mientras mi lengua jugaba con los agujeros de estas, esos los encendía a los dos y se notó al poco tiempo viendo lo dura que ya las tenían.
Juan le dijo algo al oído a Paul, mientras yo andaba agachada, a lo que respondió Paul con un sí, no intuí lo que había dicho, pero rápidamente me di cuenta que era, pues me levanto Juan con los fuertes brazos hacia su pecho y Paul agarrando la polla de este me la metió por mi conejito, soltándome Juan a la vez que caía sobre aquel mástil, quedando ensartada, seguidamente acerco Paul su rabo a mi trasero para con sumo cuidado penetrarme por atrás, quedando emparedada por aquellos dos sementales.
Ahora casi pierdo el conocimiento, pues el placer y la sensación de aquellos dos misiles dentro eran máxima y más cuando comenzaron a moverse de forma armoniosa,…. Fueron unos minutos de gloria exquisita, Elisa a la vez no paraba de masajearles las pelotas alentando a los dos a que me follaran más fuerte.
Casi le hacen caso pues aceleraron el ritmo y ahí me llegaron mis ráfagas de orgasmos seguidos que me hacía temblar las piernas, aunque estas apenas llegaban al suelo, mientras la lengua de Juan no paraba de jugar dentro de mi boca, y Paul me susurraba cosas al oído, … yo estaba loca de placer y este llego al momento máximo cuando mi pareja comenzó a inundarme el trasero con su rica nata, contagiando a su compañero que ahora escopeteaba con ráfagas de pastosa nata mi abierto conejito en el que había hurgado en lo más hondo de él.
Sacaron los dos sus dos pistolas casi a la vez, dejándome sobre la cama, observado ahora como Elisa devoraba el resto de aquel arsenal.
La noche discurrió ya placida y como pudimos nos acomodamos los cuatro a dormir, quedándome yo rendida por tanto placer, si bien a media noche me despertó unos gemidos fuertes, mire a mi lado del sofá y vi que Paul no estaba, busque con la mirada en la cama, y ahora era Elisa la que estaba ensartada por los dos, era Paul el que estaba debajo , con su enorme rabo en su guarida y su pareja por detrás semi agachado le estaba taladrando su trasero… mire el reloj y vi que eran las 7 de la mañana, por lo que había dormido unas 5 horas seguidas sin enterarme…
Me quede recreándome aquella magnifica vista, recordando horas atrás había estado yo así, y aunque reconozco me calenté un poco, mis agujeros no están esa mañana para más trotes, por lo que decidí no acercarme, no fuese alguno se girara y aun recibiera algún lote.
Paso unos veinte minutos en los que Elisa disfruto como quizás no lo había hecho nunca, pues sus alaridos de placer la delataban, y más cuando fue inundada por los dos, que parecían ponerse de acuerdo al descargar.
Nos dimos las pertinentes duchas reconfortantes y tras vestirnos bajamos a desayunar al Hotel, allí nos dimos los teléfonos para repetir encuentro en Madrid, o en otro sitio y nos despedimos , tomando un taxi para recoger nuestro coche..
Paul me dijo que me había parecido la experiencia, yo le dije que maravillosa pero que solo quería estar con él, que si esto iba a afectar en lo nuestro, dejábamos los intercambios,,, el dijo que no que no le importaba que alguna vez como esta no pasaba nada, que nosotros seguíamos igual, y así llegamos a casa, donde fui agasajada con un baño y masaje completo, disfrutando de mi macho para mi sola…. Aunque lo compartiré y les seguiré contando...siempre que les guste y quieran..