Arreglando su PC (2)

Juan me presenta su otro yo

La primera parte la teneis en: http://www.todorelatos.com/relato/93346/ Os aconsejo leer ese relato primero (es bastante corto, unos 5 min), ya que es necesario para continuar con lo que sigue.

Una vez que acomodé a Juan, para que no resbalara al sentarse, continué pasando las fotos. Lentamente. Después de cargar cada una de ellas nos deleitabamos mirándola, comentando que nos daba más morbo de cada foto. "Me gusta esta en la que estas con falda, inclinándote para mostrar las formas del culito", "EStas braguitas me las compré por internet, me gusta el tacto en... en mi culito". De vez en cuando se resbala un poco, y volvía a situarme tu culito justo encima de mi miembro. Valiente dolor de huevos me estaba dando.

Llegamos a una de las fotos menos explicitas. Era una foto de cuerpo entero, o casi. De cuello hacia abajo se veía su cuerpo, vestía una falda larga con una gran raja. Se atisvaba sus largas piernas depiladas. Una camisa muy pegada, resaltaba sus curvas femeninas (¿estaría tomando hormonas?). Estaba posando frente a un espejo, forzando la postura para resaltar la curva del culito y lo que serían sus pechos. No pude evitar quedar mirandome esa foto. Sin decir nada

Juan: "¿Te gusta"?

-Sí... me encantaría verte vestida así.-De mientras la mano que antes tenía en su cintura comenzó a acariciar su cuerpo. Fue algo insconsciente por mi parte.

Juan: Dame 5 minutos cariño-dijo mientras se levantaba. Me dio un beso en el cuello, que se me hizo eterno. Y se fue hacia su habitación -Ahora vuelvo-, fueron sus palabras mientras cerraba la puerta.

Esto ya había cruzado la línea de no retorno. Continúe explorando el portatil. Algo más escondida que la carpeta "Mis fotos" encontré otra aún más prometedora. "Videos". Quité casi todo el volumen, y puse el video más largo. Era un video captado por webcam, su calidad no era muy buena. Pero lo suficiente para ver como Juan, con ropita de mujer se marcaba un baile. Contoneándose como una serpiente, como el fuego que surge de una hoguera, como una puta en celo. Finalmente se fue agachando, y separando sus piernas. Acabé viendo una primera perspectiva de sus nalgas, bien abiertas, los huevos colgando como dos higos listos para ser recogidos y su polla brillante soltaba alguna gota ocasionalmente. No tardó en quitarse la bragita roja, manteniéndose la falda corta puesta. Tenía una panorámica de sus nalgas, su raja y sus oscilantes huevos. Se giró a la cam, y extrajo un dildo de plástico... joder eso debía de ser mucho más largo que la mia. Abrí algunos de los los cajones de la mesita del ordenador... y en una caja sin descripción encontré el dildo. O los dildos, ya que habían varios, de diferentes tamaños, formas...

Ella: Querido, espero que no te haya echo esperar mucho.- Juan había salido de la habitación, llevaba una minifalda negra... unas medias hasta la rodilla, también negra marcaba sus piernas. Una camisa gris ajustada se amoldaba a su cuerpo como una segunda piel. Se había maquillado la cara. Su voz ya yo era masculina, sino melosa y parcialmente femenina.

Ya no era un hombre, era algo diferente. Detuve el video, y lo puse minimicé. Volví a poner las fotos antes que ella llegase hasta mi.

-Estas preciosa. No sabes el esfuerzo que tengo que hacer para contenerme. eh... Personame mis modales. NO nos hemos presentado, yo soy Secre... ¿cual es tu nombre?

Ella: Me llamo Luisa.-su nombre de mujer era otro, pero prefiero ocultarlo.-y para mi es un placer conocerte.-respondió con una voz dulce y melosa. Sus manos a sus espaldas me permitían ver bien su cuerpo, mientras se inclinaba ligeramente hacia un lado.

Me acerqué a ella, con mi mano derecha agarre sus dos manos, lo que parcialmente la inmobilizaba y además la acercaba a mi. Con la izquierda la tome del cuello... y hacerqué sus rojos labios a los mios. La besé dulcemente, dejando que el contacto fuese duradero.

-El placer es mio Luisa. ¿Seguimos viendo tus fotos?-.Me volví a sentar, y ella una vez sobre mio. Su falda era muy corta.. podía casi notar el tacto de sus nalgas.

Continuemos con el pase de fotografías. Debería de tener varios cientos. En algunas fotos estaba vestida, otras medio desnuda. Fuimos pasando foto tras foto. Tras algunas fotos alcé mi mano... para comenzar a pellizcarle el pezón. A la vez que rodeaba su cintura desde detrás, jugaba con su pezón. Luisa se estaba calentando, sin duda. Tras unos minutos cerró los ojos y reclinó la cabeza hacia atras. Yo me lo tomé como una invitación. Comencé a besar el lobulo de su oreja, mientras mi mano iba explorando su pecho bajo su camiseta. Cuando comenzó a jadear hice el además de subirle la falda... Se reclinó sobre mi pecho dejandome via libre. Le subí falda... hasta llevar a un tanga negro. Comencé a acariciarle los huevos... su respiracíón se aceleró y reclinó la cabeza. comencé a besarla en los labios. Así estuvimos unos lagos minutos...

-Luisa, mira como me tienes.-le susurre en el oido.- Casi me duele de lo hinchada que la tengo.

Abrió los ojos, me sonrio... y s deslizó hasta el suelo. Se apartó el flequillo mientras se arrodillaba ante la silla. Me abrió los pantalones poco a poco, de una forma tan sensual que casi me desespera. Me bajó los pantalones, y luego el calzoncillo que ya estaba totalmente humedo. Mi polla saltó como si tuviera un resorte. Luisa la cogió, con delicadeza. Se la acercó a la cara y aspiró.

Luisa: Que bien huele, cariño.- Y luego se metió sólo la cabeza en la boquita, Podía notar sus labios recorriendo mi glande. Una y otra vez. Rodeaba el borde, jugaban con el agujero... y volvía a rodear el borde. Con la lengua me bajó el pellejo, mientras sus manos estaban en mis piernas. Cuando pensaba que por fin se la iba a meter entera, se la sacó de la boca y comenzó a recorrer con sus labios el tronco. Subiendo, bajando, recorriendo las venas con su lengua. Me iba a matar de placer. Y luego comenzó a jugar con mis huevos. Los acariciaba con la lengua, dandoles ligeros golpecitos. Se metía el escroto en la boca, para lamarlo todo y volver a expulsarlo. Y finalmente regresó a mi glande. Yo solo miraba desde arriba, mi polla totalmente humeda. Hacía rato que estaba babosa, y su atención no hacía más que empeorarlo. Por fin se la metió entera. Era una experta mamando. Se la sacaba y la volvía a meter. Los dientes nunca los llegué a notar, y su lengua jugaba sin cesar. El ritmo lo iba aumentando y disminuyendo... variando haciendo llegar casi al climax para luego volver a las pelotas o la base del tronco y dejarme enfriar. Se me hizo eterno... hasta que finalmente alzó la mirada y medio me sonrió (era dificil, con la polla en la boca). Habia tomado una decisión... y aumentó el ritmo. A penas unos instantes después me corrí.

Yo suelo pajearme -si no tengo la suerte de mojar- cada día. Con lo que mis descargas no suelen ser exuberantes. Aún así fue considerable.

mis queridos lectores... me he de limpiar. Pero esto continuará