Aromas de amor, deseo y pasiòn
Mi cuerpo es atractivo, sin ser un cuerpo de una mujer en los 20s, carnosito, riquito y con un trasero que más de cuatro han patinado sus frenos al verlo; solo percibo los suspiros que provoca esa parte donde termina la espalda..EN LA PLAYA la arena nos invitó a amarnos y sin control nos entregamos
Arômes del'amour, du désir et de la passion
(Notre jeu de l'amour)
Aromas de amor, deseo y pasiòn
(Nuestro juego de amor)
Soy Andrea y… Hasta hace poco más de un año fui una mujer normal, una de tantas que se encuentra estacionada en la vida cotidiana de una “niña bien educada” controlada y sobre todo muy bien portada, “decente” en el plano íntimo. Soy madre de un joven, divorciada recientemente, sin vivir en pareja durante largo tiempo, hasta hoy…
Muchas veces he sentido el deseo de gritar, lo que siento, lo que deseo, lo que anhelo y hasta por lo que suspiro, sin embargo, por razones que no vienen al caso mencionar, los omitiré, pero, sí he de hacer públicos mis impulsos, pues es una gana morbosa, pero que cómo la disfruto…
Bien, pues, éste es el registro de uno de mis secretos íntimos, sensuales que espero lo goces tanto como yo los he gozado y ahora mismo lo revivo con un placer indescriptible.
Primero déjame describirme un poco para que me puedas imaginar, son una mujer típica latina, bajita de estatura, mi piel es morena, con una cara redonda, ojos pequeños, nariz recta, labios carnosos me dicen que mis labios expresan lo sensual que soy y que mi boca siempre invita besarse e imaginarla en otro sitio en que todos los hombres deliran al sentirlos. Mi cuerpo es atractivo, sin ser un cuerpo de una mujer en los 20’s, carnosito, riquito y con un trasero que más de cuatro han patinado sus frenos al verlo y solo percibo los suspiros que provoca esa parte donde termina la espalda.
Así pues, te invito a que imagines mi siguiente narrativa:
EN LA PLAYA la arena nos invitó a amarnos y sin control nos entregamos fogosamente…
Era un día soleado, la brisa fresca acariciaba mi rostro y el verte junto a mí, me enorgullecía, ver tu rostro moreno iluminado por el sol, la luz que reflejaba el mar en tus ojos… Me encendía la flama morbosa del sexo. Te levantaste, estiraste tu mano y me invitaste a dar un paseíllo, feliz acepté tu mano y caminamos por un tiempo, al llegar un sitio, nos sentamos a la sombra de una palmera, al mirar tus labios no pude resistirme y te bese uuuuuufff qué beso amor, casi me quería meter completita a tu boca, estaba hincada frente a tì, mis manos ágilmente subieron firmes por tus pantorrillas hasta llegar a tus muslos, froté fuerte por dentro de ellos, por fuera… froté y seguí en una loca caricia hasta que encontré ese mástil orgullo que se erigía entre tus piernas, tu sexo, mmmmmmm ¿Lo recuerdas amor?. Me tiré boca abajo, entre tus piernas y mis manos jugaron en tu entrepierna suave y tierno alternando con presiones más intensas en círculos. Te miraba y tú me sonreías aprobando mis caricias mientras tus manos alborotaban mi cabello que era en ese instante nido de tu delicados dedos, ágilmente bajé el cierre del short que traías, mmmmmmmm las manos me temblaban y entonces lo abrí y de ahí emergió un titán del placer que me mostraste con esa satisfacción de tener un órgano de proporciones exactas en su grosor, largo y estética, era tu virilidad erecta ¡Ooooooooooh!
Mis ansias no se detuvieron, acerqué mi boca, mis labios y la besé apenas si tocándola, mi lengua la acarició con esa frenética caricia anhelando (una caricia…) proporcionar el placer y deleite que se merecía semejante creación divina, lentamente te tumbaste en la arena y yo, seguía con ese beso ¡Oh Dios! taaaaaaaaan cálido, taaaaaan anhelado… mis labios, mi lengua y mi ser entero degustaban tu pene yo solo escuchaba entre susurros tu voz entrecortada diciéndome: “Sigue, sigue… No te detengas… mmmmmm lo saboreé lentamente como quien degusta un manjar creado por el más experto cheff, tu cuerpo me respondía como mar agitado, impetuoso que se iba haciendo cada vez más intenso o como ese risco que se levanta en medio de la mar y emerge duro, tieso y se convierte en un peñón así tu órgano estaba durísimo y que cada vez más invita a mi boca, no resistió tu aroma a sexo caliente y lo succioné, lentamente introduje tu órgano a mi boca me llené de él, de su inquietud, de su gran gana de ser besado y con voz entrecortada te dije: “mmmmmmmmmm papi, me tienes enamorada tan deseosa de hacerlo asíii, de comerte lentito, entonces, de tus labios salieron palabras que me enajenan
_¡Ohhh mi amor!
Succionarteeee, ¡Qué delicia! Hacerte vibrar. Me volteaste y quedaste sobre mí, mi trasero te sostenía y lo levanté para ti ¡Oh Dios! Tus manos recorrieron mi cuerpo mis nalgas las dejaste expuestas a tus ojos y con voz candente suspiraste
__¡ Ooohhh, siii!
Las acariciaste de manera infinita, determinante, una y otra vez… me gustó tantooo que tus manos se dieron cuenta de ello al encontrarse con la humedad de mi rajita y bajito me dijiste al oído
___¡ Oohhh! Me fascina eso, sentir tu humedad… mmmhhh…
Me volteaste nuevamente e hincados uno frente a otro nos miramos y con esa complicidad que nos caracteriza nos desnudamos entre beso y beso, así de esa manera fueron cayendo las ropas hasta la arena, así pues, el sol, el aire y el agua fueron nuestros ropajes… rodamos por la arena y mis caricias se hicieron profundas hasta que me tomaste de las caderas y me halaste hacia ti mmmmmmmmmm sentir tu pene recorrer mis nalgas fue maravilloso, así como lo siento ahora, duro taaaaaaaan cálido, de manera suave me empinaste y mis manos se colocaron y abrieron mis nalgas no pudiste rechazar mi invitación, mi ofrecimiento y nuevamente tu voz excitada exclamó
_ Mmmhhh, uuuuffffffffffff… ¡Qué Delicioso!
Y me tomaste así, colocaste el glande justo en la entrada de esa vereda trasera y sentí cómo me penetrabas entre palabras de amor estimulante, tierno y cariñoso:
_ ¡Tan bella! ¡Tan hermosa! Luces divina así, mmmhhhh
Entre el dolor, la angustia, el placer solo podía repetir: “mmmmmmmmmmm papiiii”
Proseguías diciendo: “Esas nalguitas paraditas y ricas”
¡Siiiiiiiiiiiiii El placer me invadió y cerré los ojos para solo sentir.
Me penetraste al ritmo del mar, en un vaivén, en un ir y venir, entrar, salir, al ritmo de tu cuerpo fuerte, ansioso de dar todooo! Me dejaste ir tu virilidad de un jalón, ensartando todo ese poderoso fierro completito. Un gemido salió de mí: “¡Oooooooooooooooooooh mi vidaaa!”
¡OOHHHH MI AMOR!
Nuestros cuerpos se fundieron y se hicieron UNO, se amalgamaron perfectamente.
“Sigue, tómame...”
“¡MI VIDA! ME CALIENTAS”, fueron tus palabras en ese instante.
El recorrido de tu miembro al salir fue divino; me volteaste y nos miramos… Te empujé a la arena y me monté en tus piernas recorriendo hacia ese punto de placer que me enajena; dejé mi humedad en tus piernas, entonces, con mi mano tome la tuya y la guié hacia mi panochita cálida, húmeda, mmmmmmm… la moví en círculos, juntos llegamos a la entrada ¡Aaaaaaaaaah! tu susurro de placer me encendió más, por lo tanto, mis jugos bañaron nuestros dedos me fascinó sentirlo, tu, cerrabas los ojos y solo gemías en un instante nos volvimos a mirar y expresaste esas palabras que me incitan y encantan:
“¡ME TIENES CALIENTÍSIMO MAMI!”
Y en un grito desesperado dijiste: “Cógeme mami”, “¡Cógeme mami, máaaaaaaaaaaaas!”
“Mmmmmm, mmmmm siiiiii, ¡Siii mi amor, siiii!”, fue mi respuesta.
Me coloqué perfecto en tu pene y fui bajando lentamente ¡Oh! Estabas taaan duro taaaaaaaaaan erecto… que parecía el falo en medio de la plaza de san Pedro, me fui bajandooo, sentía cómo resbalaba tu verga en mí, mis entrañas te recibieron y fueron como un guante hecho a la medida de esa belleza llamada verga.
Mmmmmmmmh no podía soportar tanta ansiedad, apretaba, gemía, suspiraba, jadeaba
Y tú, ¡Tuuuú!… tú erecto me motivabas!
“¡UUFFFFFF! ¡MI AMOR!” “Qué delicia… qué ricura… eres una beldad, prosigue, prosigue, por favor”
Me jalabas de las caderas y me guiabas a movimientos hilarantes me moví en círculos para sentir tus huevos en mi culo, mi mano desesperada buscó la tuya y la llevé a mis senos.
“Apriétalos papi”, te dije
Como respuesta recibí una caricia, una sobada que me llevó al cielo, pellizcaste mis pezones, apretaste mis chichis entre desesperado y ansioso
“¡Siiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiii!”, gritabas
Me inclino para que me las lamas y tu lengua me dé el placer que solo ella sabe dar… tu falo dentro de mí y tu lengua en mis chichis!!!!!
“¡Ooooh mi vidaaaa!”
Mis movimientos aumentaron, se fueron haciendo vertiginosos, rápidos, intensos, fuertes, apasionados, el ritmo mi cara mostraba la expresión de tu placer, de mi placer nuestros placeres que eran uno ENTREGARNOS SIN CONTROL, SIN MEDIDA, SIN DEJAR NADA OCULTO
Sentí perfectamente cómo al apretar tu verga te estremeciste y eso me encendió aún más
“¡Muévete!” me dijiste… “muévete putita rica”
Así escuché tu petición a la lujuria que llegó acompañada de palabras candentes
“¡¡Dame tu vergaaaaa, métemela todaaa, párteme la raja caliente!! mmmmmmmmm papiiii…
En eso de mi interior emergieron olas impetuosas de placer, me estremecía, era incontrolables esas sensaciones, tan fuertes que me hicieron vibrar, casi a nivel de convulsionarme y…
¡VINIENDOME COMO LOCAA! Mis jugos bañaron tu pinche verga caliente… Y dije con plena confianza y seguridad:
“¡Tu putita esta jariosa, Tu perra ansiosa de tu verga, de que le desgarres la panocha caliente!
Mmmmmmmm mi vidaaaaa… ¡Oohhh mi vida! Expresaste como queriendo contenerte y a su vez desgarrándote de placer y emoción
Empezaste a moverte más, más, fuerte, duro, vertiginoso y prácticamente gritaste:
¡ERES UNA CABRONSÍSIMA! ¡ASI ME GUSTAS, ME ENORGULLECE QUE SEAS ASÍ QUE TODO MUNDO SEPA QUE MI MUJER ES UNA PIRUJA DE PRIMER QUE LE ENCATA LA VERGA!
Y en un gemido atroz, lleno de placer terminamos, JUNTOS!
Nuestras respiraciones agitadas se confundían, nuestros cuerpos sudorosos después de una entrega y placer total se fueron calmando y un suspiro profundo fue el preludio de beso de amor…
Nuestros aromas de amor se unieron en un perfecto juego sensual que concluía y caía con la tarde… Nos miramos y en ese silencio cómplice nos gritamos el amor intenso que nos profesamos.
Nuestros cuerpos dejaron huella en la arena… El mar brioso y rugiente las atrajo para sí como queriendo vivir nuestro sexo con las profundidades y las hundió en el infinito misterio que lo envuelve…
Caminamos y el mar vio cómo nos alejábamos esperanzado de gozar nuevamente de nosotros…
Era de noche al llegar a nuestro destino y una música romántica se escuchaba a lo lejos, nos sonreímos y nos dirigimos hacia allá, entramos y el lugar estaba entre penumbras, siluetas bailaban al suave ritmo de notas sensuales, que embriagan nuestros sentidos.
Una pareja nos dio la bienvenida, con un apretón de manos bastante efusivo y significativo una mujer sensual, de figura esbelta y ojos centelleantes nos preguntó:
“¿Les gustaría compartir nuestra mesa?”
Nos sonreímos y con la complicidad que nos caracteriza tu voz atractiva le contestó:
“Podemos compartir algo más, si así lo desean… ¿te parece?”
Nos dirigimos a un lugar discreto, tenuemente iluminado y brindamos por nuestro encuentro, alzamos nuestras copas y dijimos:
“Por compartir la noche”
“Salud”
Esa noche fue…mmmm pero ya tendremos tiempo de recordarla en otra ocasión, te parece, amor mío?
Espero hayas vivido esta historia tan intensamente como nosotros, envíame tu opinión, tus comentarios y hazme saber si quieres leer algo más de mis “juegos de amor”
ANDREA…