Ariel - capítulo 01
Tiempos tranquilos se verán nebulosos por la aparición de una persona que no se conocen sus intenciones.
Bueno, se que tarde en publicar el primer capitulo. Pero debo decirles que no anduve muy bien en este tiempo. Pasaron muchas cosas en mi vida personal que hicieron que me atrasara con esta segunda parte. Digamos que sufrí de bloqueo literario provocado por alguna que otra situación que pasó en mi vida. Por suerte me pude desbloquear y aquí estoy trayendoles la historia de Ariel. La segunda parte de la trilogia de Gerardo y Cinthia. Como se darán cuenta al iniciar la lectura, los acontecimientos que se relatarán en esta segunda parte transcurriran durante los meses de Noviembre y Diciembre de 2020. Cabe decir que habrá días puntuales que los sentiran familiares, y eso se debe a que Pamela transcurrió mayoritariamente durante las dos primeras semanas de Diciembre de 2020. Y algun que otro capitulo intermedio transcurrió en el mes de Noviembre. Y si, son paralelas ambas historias. Lo único que aportara a la trama será darles a los personajes un trasfondo mas rico en sus personalidades y situaciones cotidianas. Además que lentamente irán revelandose pequeñas pistas de los factores que harán que ambos personajes tomen las decisiones que irán tomando a lo largo de esta segunda parte. Conoceran un pasado que a lo mejor les haga tener sentimientos encontrados con Gerardo y más empatía con Cinthia. ¡O no! Lo que si espero es poder mostrarles unos personajes mas humanos a los que puedan llegar a querer a pesar de los defectos y virtudes que estos poséan. Recien en la tercer parte de la trilogía podrán conocer los acontecimientos posteriores a lo que todos sabemos que pasará. Aunqué ya en el prólogo se vislumbro algo. Y seguramente en el epílogo también se vislumbre algo de esa tercer parte. Solo queda decir que espero que disfruten esta segunda parte. Aunque la verdad, si les gusta o no, eso estará en ustedes. Ninguna segunda parte ha sido buena en el cine y la T.V. Espero que con esta historia eso se rompa y si sea una buena segunda parte para ustedes. Sin mas que decir, disfruten de ARIEL.
ARIEL - CAPITULO 01
Principios de Noviembre
"- ¿Será cierto lo que me dijo mi esposo?" piensa Cinthia, mientras está sentada en un banco de la Plaza principal de la localidad de San Justo. "- Pero... ¿Cómo creerle?"
Después de casi 10 largos años, Gerardo le había confesado a su esposa de lo que le aquejaba y la razón de que hayan tenido tantos desencuentros en lo referente a lo sexual. Jamás habían hablado sobre esas cosas que le molestaban a su marido, pero sabía que algo le ocultaba. Pero, la forma en que finalmente salió a la luz ese secreto de su marido, es la razón por la cual se mantiene escéptica a tal revelación. Como confiar en una data de semejante importancia, si su esposo le había mentido tanto tiempo para ocultársela. Pero ahora sabía que la razón de que Gerardo fuera tan esquivo durante todas las noches con ella se debía a un miedo que el tenia de fallarle como hombre por esa falta de concentración que aparecía en los momentos más insospechados. Una falta de concentración que podía hacer que, en el mejor momento de una relación sexual, todo se fuera por la borda por culpa de eso. Pero bueno, ahora lo sabía. El tema ahora era, ¿qué hacer con esa nueva información? Era obvio que su marido iba a necesitar mucha ayuda para restaurar su autoestima. Y la razón de que se metiera en las redes sociales para chatear con esas "putas" (así las denominaba Cinthia a las mujeres con las cuales su esposo chateaba) era para subirse un poco la misma.
"- Bueno." piensa Cinthia. "- Si mi marido necesita ayuda en ese terreno, voy a tener que hacer algo que no pensé que haría jamás. Se que será duro para mí. Y si, ¿por qué negarlo? Yo también tengo miedo de que él al proponerle esto, pueda irse con otra y me deje a mí y a nuestros hijos abandonados. Pero si es el precio que debo de pagar por que él se mejore. Eso haré. Le diré que tengamos un trio con una mujer o en su defecto un intercambio swinger. Si yo tengo que sufrir viendo como él lo hace con otra, que él tenga un poco de su propia medicina también. Que vea como otro hombre me posee a mí." Cinthia hace una leve sonrisa cuando piensa eso. Por el amor a su marido está dispuesta a compartirlo con otra mujer y arriesgarse a las consecuencias que eso pueda llevar. Sabe perfectamente que todo su matrimonio podría irse al diablo, ya que hay fisuras en él, pero no ve otra salida para recuperar el ímpetu sexual que tenía Gerardo cuando le había conocido. Él era todo un buen partido en la cama en esa época. Podía mantener su erección por mucho tiempo. Y si, tenía un pene de sangre, pero cuando ese pene estaba erecto, podía rivalizar tranquilamente con uno que superara los 20 - 23 cm, ya que el tamaño de ese miembro en su máxima erección, cuando estaba bien estimulado, era de 24-25 cm. Y erecto normalmente, pues, era de entre 20-22 cm. Problemas no tenía en esa época. Los celos eran inexistentes y su pareja estaba bien estable. Pero con el correr de los años, y las constantes peleas pues, digamos que fueron suficientes para hacer un buen daño, y que toda esa confianza y seguridad se fueran destruyendo poco a poco. El camino para reconstruir todo eso iba a ser muy largo y con varios obstáculos a enfrentar. Pero Cinthia confiaba, en que no importara lo que le pusiera la vida adelante, ella y su marido iban a poder con eso y el amor que se tenían iba a ser más fuerte que nunca.
Habiendo tomado la resolución que tomó, decide regresar a su casa y enfrentarse a su marido. Decirle lo que estuvo pensando y ver hacia donde los iba a dirigir este nuevo camino que le estaba a punto de proponer que sigan juntos. Solo el tiempo diría si era lo correcto o no. Pero por ahora, era lo único que tenía Cinthia para recuperar ese tiempo perdido con su marido.
Viernes 20 de noviembre de 2020 por la tarde/noche.
Desde hace casi quince días que vengo teniendo muchas sesiones de sexo bien interesantes con mi esposo. La verdad que el que le haya propuesto lo de los tríos e intercambios de parejas sí que sirvió para levantarle la líbido. Esta mañana, por ejemplo, luego de que nos despertáramos, tuvimos una buena sesión en la ducha mientras nos bañábamos. Si que lo siento cambiado a Gerardo. Y si, aún sufre de ese tema de que tiene que remontarla durante nuestras prácticas sexuales. Pero ahora está como si no le importara eso. Anoche, por ejemplo, la remontó cinco veces. Jamás, en estos años que llevamos con poco y nada de sexo, tuvo que levantar al “amigo” tantas veces. Me acuerdo que en esa época si lo hacia una vez era demasiado para él. Bueno, admito que mucha ayuda de mi parte tampoco tenía, ya que cada vez que le pasaba eso, yo me ponía mal y pensaba lo primero que venía a mi mente. Generalmente era que no me veía atractiva, o que pensaba en otra mujer. El pensar eso hacía que me pusiera mal y le hiciera la ley del hielo. Llegué a no dirigirle la palabra por casi dos semanas, ¿o fue un mes? ¡Si, fui muy extremista con él! Asique en parte debo de tener algo de culpa de que él se cerrara durante tanto tiempo. En su momento me parecía que era un mal marido, un mal hombre, por no querer satisfacerme en la cama. Pero ahora, lo entiendo más. Igual no quita que las de veces que le encontré en situaciones raras con gente del sexo opuesto por internet, fueran motivo para que hubiera crisis en la pareja. ¡Hasta llegó a decirle a esa mexicana que se quería ir a vivir con ella! En esa época, yo jamás había tenido celo alguno hacia él, pero con todo lo que vivimos... no se... como que todo eso que descubría cada tanto y que provocaba enormes crisis en nuestra pareja, pues… mejor no recordar esos tiempos. Ahora viendo todo el problema a lo lejos, y en otro contexto, voy entendiendo un poco más a mi marido. Durante esa época su misma familia no dejo que pudiera separar su vida laboral, de la familiar y la familiar, de la conyugal. Siempre metiéndose en el medio. Y obvio, Gerardo terminó por escapar de todos esos problemas metiéndose en las redes sociales y en los juegos multijugador en línea. No pasaría mucho tiempo hasta que, esas escapadas que él se hacía, terminará por afectarnos. Llegamos a tener muchas discusiones. Y claro, debería sentirse incomprendido, no querido. Era lógico que a la primera de cambio iba a querer tirar todo por la borda. ¡Las cosas que se hablaba con esa mujer! Cuando me acuerdo, ¡me dan ganas de matarlo! ¿Qué nombre tenía? Bueno, no me acuerdo ahora. Lo que si me acuerdo es lo que él me contó un día. Que fue política para la localidad de Durango o algo así por unos años. Si, se siguen hablando. Pero ahora cada uno está en la suya. Quedaron como amigos.
Igualmente, durante esa época, yo también tuve lo mío. Mantuve conversaciones con alguien, pero solo fueron dos o tres veces y no pasó a mayores. Solo podía chatear con esa persona en los momentos en que yo salía de trabajar y hasta que llegaba a mi casa. Y como que siempre era lo mismo. Por eso me aburrí tan rápido. No era nada interesante. Igualmente, ¡qué bien que no seguimos en contacto! Se volvió un ultra kirchnerista y mejor estar alejada de esa clase de gente. Aún me acuerdo lo cercano que era Gerardo y su primo, y por culpa de estos Kirchneristas, ambos se separaron. Gerardo no soporta a los que siguen a los K. Les tiene bronca. Y con razones muy válidas. Yo por un tiempo traté de entender a los que seguían a los Kirchner, pero terminé por darle la razón a mi esposo. No se puede razonar ni mantener una conversación con esa gente. Tienen metido en lo más profundo de lo que sería su cerebro (¡si es cerebro lo que tienen!) esa doctrina socialista de mierda. Pero bueno, dejemos la política para otro momento.
A veces creo que Gerardo no pudo asumir algunas cosas que pasaron durante nuestro noviazgo, más específicamente durante esos seis meses en donde cortamos la relación. Pero bueno, yo ya le conté en su momento sobre esos meses que estuvimos separados. Si tiene alguna duda, estaré gustosa de sacárselas. Pero como jamás volvió a sacar el tema, pues, mejor dejarlo en el pasado. Lo importante es que volvimos luego de ese tiempo que nos dimos, y gracias a eso nuestra nueva relación fue más de una pareja adulta, a la que teníamos antes, que era más como una relación de novios juveniles.
“- ¡CINTHIA!”
Cinthia escucha que Gerardo le llama a los gritos y sale a su encuentro.
“- ¿Si, cariño? ¿qué pasa?” le responde Cinthia, asomándose desde arriba de la escalera.
“- ¡Ahora vengo! Voy a hacer las compras para la cena de esta noche. ¿Necesitas algo que te compre?”
“- No, nada, pero, espera un poco a que baje y te digo que tenés que comprar.”
“- Ok, espero.”
Diez minutos más tarde Cinthia baja, luego de arreglarse tras la siesta que se dio por sentirse cansada, y le dice a Gerardo que debe de comprar. Éste sale al Supermercado más cercano para comprar lo que le pidió su esposa.
En eso, el celular de Cinthia le avisa a la chica que tiene una notificación de la aplicación de la red social en la cual tanto ella como su marido estaban metidos. Un mensaje nuevo, de una persona que no conocía. Cinthia se fija y ve con asombro que el mensaje provenía de alguien que había hecho varios intentos de charla por casi una semana, y todos habían sido ignorados. Viendo que el pobre sujeto había intentado hablar con ella en varias oportunidades y sin éxito alguno, decide responderle.
Cinthia: “- Hola. ¿En que puedo ayudarte? Veo que has intentado hablar conmigo en varias oportunidades. Disculpa que no te haya escrito antes, pero había una buena cantidad de mensajes de otras personas y tus mensajes estaban bien abajo.”
De repente, a Cinthia le llega la respuesta de este contacto. Un poco altanera para su gusto. Y obviamente, le responde de la misma manera.
Ariel: "- ¡Al fin! ¡Pensé que no me responderías más!"
Cinthia: "- Jajajajaja. ¿Y quién te creés que sos? ¡No sos el único hombre que me habla! ¡Tengo más de 99 mensajes que responder! ¡¡Ustedes los hombres en esta red social la tienen más fácil!"
Ariel: "- ¡Para, para! Que no soy un saco de box para que te desahogues golpeando."
Cinthia: "- ¿Y para que me mandas ese mensaje como con aire de altanería, entonces?"
Ariel: “-Ok, ok. Mi culpa. Comencemos de vuelta. Hola. Soy Ariel. Soy de Capital Federal. Ahora es tu turno."
Cinthia: "- Cinthia. De Buenos Aires."
Ariel: "- Encantado, Cinthia. ¿Soltera? ¿Casada? ¿Viuda? ¿Separada?"
Cinthia: "- Casada. Y tengo 2 hijos."
Ariel: "- Ah, mira vos. Yo soy separado. Tengo una hija. ¿Y por qué estás en esta red social, si se puede saber? Ya que decís que sos casada."
Cinthia: "- Mí marido está en esta red social y quiero darle un escarmiento."
Ariel: "- Ah, picarona. Y dime... ¿Estas buscando algo sola, o con tu marido? ¿Solo querés charlar? ¿O solo curiosidad?"
Cinthia: "- Solo charlas. Y algo de curiosidad también. Pero te aclaro que amo a mí marido y no quiero nada con nadie."
Ariel: "- Ok. No te preocupes. No voy a ocasionarte problemas. Solo serán charlas."
Me despido de Ariel justo cuando veo llegar a Gerardo con las cosas que le mande a comprar. Me da un beso en los labios muy tierno, como me gusta a mí, y me dice que me tiene una sorpresa para esta noche.
Mientras preparo la comida y él prepara la mesa y me ayuda con las cosas de la cena, me pregunta por unos hechos que pasaron durante nuestra separación de seis meses cuando éramos novios. Increíble, como si me hubiera leído los pensamientos. Sabía que tarde o temprano esta conversación iba a volver a nuestra vida.
"- Cin, ¿te acuerdas que vos me habías contado algo hace tiempo? Bueno, siempre te quise preguntar, porque cuando me lo contaste había hecho las cuentas de cómo sucedieron algunos hechos y bueno... mis cálculos hicieron que te tomara bronca por un tiempo y siempre me quedo una duda."
"- A ver." le respondo a mi marido. "- Creo que sé por dónde vienen esas preguntas. ¿Qué queres saber?"
"- Bueno... primero que nada, no quiero que te enojes ni nada, pero como estamos redescubriendo muchas cosas, pues... me preguntaba si podíamos hablar de cierta época que siempre quedo como un pendiente."
"- ¿A ver? ¡Dispara lo que quieras preguntar! Si me acuerdo, te respondo. Porque es algo que pasó hace mucho y no me acuerdo muy bien como fueron los hechos."
"- Bueno, la cosa es.... ya sabes... Siempre pensé que ese sujeto, por lo que me contaste en ese entonces... había influenciado en tu decisión de dejarme para así tener una oportunidad con vos al enterarse que estabas de novia."
"- No, no fue así. O por lo menos como yo lo veía en ese entonces. Veamos, mucho no me acuerdo, pero te diré que si... el día que le dije de que estaba de novia, intentó algo. Te conté que habíamos ido mis amigas y yo a bailar una noche a un boliche de capital, ¿o era de San Martin? Bueno, ahora no me acuerdo. Pero era un boliche seguro. Bien, la cosa es que yo ya estaba algo bebida y él me vió que necesitaba algo para sacarme ese estado de semi ebriedad. Me invito un café y en el momento que esperábamos en la barra por el café, se acercó y me intentó besar. Ahí le pare el carro y le dije que ¿qué hacía? Que tenía novio le dije, y él se disculpó y me dijo que no sabía, que pensaba que yo le estaba insinuando algo y bueno... se confundió. Ahí quedó todo y no te conté nada al día siguiente porque pensé que no lo volvería a ver ni nada. Además de que no le di importancia. Bueno, yo en ese entonces tenía 19 años e iba a cumplir los 20. Y en esa época las pibas de esa edad éramos muy inocentes. Bueno, inocentes inocentes no tanto, pero ya me entiendes por donde voy con esto. Recién la próxima vez que lo volvería a cruzar sería como dos o tres semanas más adelante, vos y yo estábamos ya separados hacia como dos semanas. En ese momento, y antes de ir a una especie de canto bar, habíamos ido con mis amigas y el grupo de este chico a tomar unas birras a la casa de un familiar de una de las chicas. Yo estaba algo bebida... otra vez, y nos fuimos todos en auto. Yo subí al auto de él y cuando llegamos al canto bar, me pregunto sobre vos. Si todo estaba bien y eso. Yo en ese entonces le dije que estábamos separados y bueno, trago va, trago viene y terminamos besándonos. La verdad, fue un beso de lo más brusco. Me metió la lengua hasta la garganta prácticamente. Creo que no sabía besar bien. Todo lo contraria a vos. Tus besos son más tiernos y llenos de cariño. Con ellos me derretís totalmente. Me acuerdo que ese día, al llegar a mi casa me sentí nostálgica. Ese día te extrañé. Pero como habíamos roto, pues, me daba no sé qué llamarte. Además, había sido yo la que decidió la separación. Pero bueno, es tiempo pasado. Ya que luego de un tiempo volvimos a estar juntos vos y yo."
"- Si. Eso es cierto. Y a todo esto... jamás me dijiste como termino todo entre ustedes."
"- Pues, digamos que era un creído de clase alta. Eso si te conté, creo. Que su familia era de clase alta. Bueno, la cosa es que había tenido un par de salidas con él. La primera fue a un restaurant cerca de Costa Salguero. ¡Dios! ¡Ese día sí que estaba nerviosa! Y por culpa de esos nervios no comí nada. Es más, fui al baño muchas veces por lo mal que me sentía. Incluso al final de la cita, el mismo mozo, que a todo esto era muy amanerado dijo: "- Hay, parece que a la chiquita no le gusto la comida. Dejo todo." nos miramos a los ojos y nos empezamos a reír por la forma en que dijo eso el mozo. Pero ojo, nos reímos una vez que el mozo se retiró con las cosas que habíamos pedido. Luego me llevo de regreso a casa. No sin antes ir a jugar al pool a un bar de la zona. En ese día no pasó mucho más. Pero después pasó otro incidente. Habíamos salido con otra pareja amiga de él y ¿no va el amigo a decir algo faltándome el respeto? ¿Y él hizo algo? ¡NO! ¡NADA! ¡Defendió al amigo cuando le dije que si iba a dejar que me trate así! Esa misma noche, dijo algo relacionado a mi forma de ser y bueno, no volví a salir más con él. Eso sí, al poco tiempo era el cumpleaños de él y le llamé. Solo porque era su cumpleaños. ¡Y no sabes! La que atendió el teléfono, que a todo esto debía de ser la mucama si mi memoria no me falla, quiso hacerme creer que él estaba con otra. Igual, como si me importara a mí. Yo solo llamaba para saludarle por su cumpleaños. Nada más. Luego fue el mío. Y si, me llamo por haberle llamado yo en el suyo. Pero después de esa charla no volví a saber nada él. ¡Menos mal!"
"- ¿Cuándo te llamó? Que yo sepa jamás oí sonar el teléfono ese día."
"- Lo hizo a la noche tarde. Vos ya te habías ido. Y mejor no me hagas acordar más sobre ese día por lo que pasó con mamá."
"- Ok, ok, mala mía esa. ¿Asique aún seguís enojada por ese tema?"
"- No, ya no. Pero vos sabés como es mi madre. ¡Y lo que dijiste! ¡No te hable por todo un mes! ¡Y bien merecido lo tuviste!"
Cinthia hace una pausa y luego le pregunta a Gerardo sobre si había pasado algo con alguna chica en ese tiempo en que no eran pareja.
"- Pues, si... hubo una chica. Te mentiría si te dijera un nombre porque la verdad no me acuerdo para nada el mismo. Creo que se llamaba Andrea, como mi amiga. Pero igual estaría mintiéndote ya que no me acuerdo para nada su nombre. Lo único que me acuerdo es que la conocí mediante un canal de chat y nos dimos nuestro número de ICQ. Luego de eso nos vimos en persona. Creo que salí tres veces con ella. Jamás hubo un beso ni nada. ¡NO!, miento. Si hubo un beso, pero recién en la cita final y cuando nos despedimos. Fue más bien un beso como para sacarnos la duda de como besábamos el uno y el otro. Nada más."
"- Bueno, ahora estoy celosa." le digo a Gerardo mirándolo seria.
"- ¿Vos? ¿¡Celosa!? ¿Y por qué? ¡El que tendría que estar celoso tendría que ser yo, porque por lo que contaste te la pasaste mejor que lo que yo lo hice!"
"- ¡Y claro! ¡Estoy celosa por que le diste un beso a alguien!" le digo con un tono entre quejoso y juguetón a mi marido.
"- Jajajajajajajaja. No lo puedo creer. ¿En serio, Cin? ¿Te oís en lo que decís?"
"- ¡No te burles! ¡Es serio esto! ¡Besaste a otra! ¡Le diste uno de tus besos tiernos y románticos a otra mujer!" y comienzo a pucherear.
"- Ah, bueno. ¡Miren a la señorita, ahora!"
"- No seas malo." le digo a Gerardo con mi cara de puchero y con un tono juguetón.
"- No lo soy." me dice mi esposo con un tono juguetón y picaresco. Luego se pone serio. "- Bueno, dejemos esta charla para otro momento. ¿Cuánto le falta a la comida?"
"- Falta poco. Espero que te guste. Vamos a comer bife a la criolla, como a vos te gusta. Por eso te mandé a comprar lo que te mandé a comprar."
A Gerardo le fascina el bife a la criolla que preparo. Bueno, le fascina todas las comidas que preparo. Solo hay algo que no le gusta. El guiso de mondongo. Pero eso no le gustó nunca en su vida. Termino de hacer la comida y nos sentamos en la mesa a comer. Ver a mi esposo tan animado me hace sentir feliz. Hacía tiempo que no estábamos así. Solo espero que no haya nada que arruine esto que estamos teniendo.
Luego de comer mi esposo se va un rato a la computadora y a los pocos minutos me avisa que sube a prepararme una sorpresa, que no tarde en subir. En ese momento entro a la red social y veo un mensaje de Ariel.
Ariel: “- Hola, ¿podes hablar?”
Cinthia: “- Si, pero que sea rápido. ¿Qué es lo que querés?
Ariel: “- Nada del otro mundo, solo conversar con vos. Me preguntaba… ¿Tenes libre algún día de la semana que viene? No sé si te dije, pero soy enfermero y el día Miércoles lo tengo libre. Y me preguntaba… Si querés ir a tomar algo. Eso sí, en calidad de amigos. No quiero traerte problemas con tu marido.”
Cinthia: “- ¿Acaso estás loco? Justamente eso me traería problemas con mi marido. No... Creí haberte dicho que solo charlas por acá sería lo nuestro. Nada de encuentros, ni nada de nada. Solo charlas. Si para vos eso está bien, para mí, también.
Ariel: “- Ok. No te pongas así. Tenía que intentar.
Cinthia: “- Pues, bien desfachatado resultaste ser. Mira, mañana la seguimos, Ahora tengo que ir a ver a mi marido que me tiene una sorpresa. Adiós.”
Ariel: “- Hasta mañana, Cinthia.”
Cinthia cierra la aplicación de la red social y sube las escaleras que dan a la habitación de ella con Gerardo.
Cuando entra se encuentra con un ambiente totalmente cambiado. Sobre el colchón de la cama había pétalos de rosa roja regados por el mismo. En el medio del colchón, había unos chocolates. Y en nuestras mesitas de luz, unas copas llenas de una bebida energética de gusto de mango.
“- ¿Qué es todo esto?” Le pregunto sorprendida a Gerardo.
“- La sorpresa que te tenía preparada.” Me respondió mi esposo.
Continuara…
Si, como algunos se habran dado cuenta.... la continuación y final de este capitulo está en el primer intermedio de PAMELA.