Argumentos y realidades
Argumentos que se va dando una pareja para consumar una infidelidad despues de un verano en grupo. Las realidades que pasaron...
ARGUMENTO : Acompañar a una amiga al aeropuerto y ver un musical comentado durante el verano.
REALIDAD: Terminar, consumar el acercamiento que habían tenido durante el verano en la cuadrilla que se había conocido en los 15 días de camping y con los que habían compartido playa, juegos y noches de copas.
De esta forma, al finalizar la vacaciones, y sin ser conscientes de que a la vez lo esperaban planearon un fin de semana en Madrid desde sus respectivas ciudades.
A las parejas les dieron Argumentos ellos sabían la realidad.
ARGUMENTO de él: "No coinciden tus vacaciones, a mi me quedan unos días y me han invitado ..."
ARGUMENTO de ella: "Es el final del verano y además a ti te cae mal mi amiga, recuerda que no hemos podido hacer el amor al estar ella al lado".
REALIDAD: Ninguno de los dos quería estar acompañado.
Querían certificar que lo que notaron cuando ella le dio crema solar, cuando el se quitaba el polo sin marcar la barriguita que se le notaba al estar sentado y más cuando ella hacia top-less, cuando ella se imaginaba (o les oía) hacer el amor, cuando pasearon por la playa para pasar un mareo por el botellón variado que habían hecho (incluido beso fugaz no-rechazado) había sido verdad.
La quincena de agosto que no se vieron se mandaron SMS, se llamaron para concertar la cita y se decidieron a ir a disfrutar.
Recogieron a su amiga en la estación de autobuses y después de los besos y abrazos les contó su periplo por España, había recorrido el norte y el Sur pero no había parado en Madrid. Tenían el día completo y lo aprovecharon.
La locuacidad de la amiga contrastaba con el ensimismamiento de la "pareja". Ella con regularidad les abrazaba y besaba adelantando los besos de la despedida del día siguiente y contaba lo bien que había conectado con la gente del camping y en especial con ellos.
En la comida compartieron platos y cucharillas en los postres y se inició el periplo de chupitos a la espera de que bajase el sol.
En el teatro, al final decidieron que era lo mejor para descansar, el aprovechó la oscuridad para agarrarle la mano. Por el otro lado la amiga extranjera apretó también su mano amistosamente. Necesitaba salir y pasó por delante de él dejándose acariciar la cadera a la vez que le cedía el paso. No hizo uso del baño pero pensó...Adelante!! y al entrar simuló un tropiezo para besarle la cara (sin acertar a la boca) y tomarle de la mano que ya no soltó hasta el final.
En el pub compartieron bebidas (por probar) y cuando su amiga se fue al baño se preguntaron con la mirada y simplemente se besaron. Su amiga aunque pudo ver algo no comentó nada si bien ya era evidente y calló.
Al llegar al hotel habían conseguido convencer al recepcionista de la imposibilidad de coger dos habitaciones para tan sólo unas horas y de las circunstancias (viaje inminente, no poder coger el coche por la bebida,...) . Otro ARGUMENTO.
ARGUMENTO para al amiga: No pasa nada por compartir habitación, las camas son grandes y además ya nos hemos visto semi-desnudos en la playa. Además a final del verano y de la noche los tres estaban en las últimas de pasta. ... Demasiados argumentos, pero para convencer a una chica de entrar en una habitación se hicieron necesarios.
REALIDAD: No tenían todavía al confianza ni la seguridad en si mismos para encontrarse solos en una habitación.
La habitación era amplia con dos camas grandes separadas por una mesilla. Empezó el juego del sorteo de camas. El se ofreció a dormir en el sofá. Ellas que si ellas juntas, la amiga más cargada de alcohol, ya había tomado una cama con todo lo larga que era y ellos para dejarla descansar y sin mirarse a los ojos decidieron compartir la otra.
No era tiempo de pijamas, pero ella más previsora había traído una camisola de raso que brillaba en la luz tenue de las mesillas.
Conversaron un rato sin animo pero para darse fuerzas para entrar en la cama. Tumbados ambos pensaban como acercarse al otro sin ser molesto. Ella decidida, al girarse le puso el brazo en el pecho y el la acarició la espalda. Fue el pistoletazo de salida. Ella levantó la cabeza y le besó. Fue bajando por su pecho en la oscuridad hasta llegar a su sexo que ya la esperaba erecto. Al lado la amiga les daba la espalda.
Ella se reincorporó y sintió profundos masajes en sus pechos que buscaban los pezones erectos que habían recuperado su carácter sexual después de que en la playa hubieran sido unos más de tantos. Pero él los conocía, sabía de su peca bajo la teta derecha, de su color marrón tirando a burdeos y de las marcas que persistían de tomar el son con bikini.
Bikini que en el tendedero del camping había olido y apretado en su pecho en las noches de insomnio que le provocaba su visión en verano.
Se taparon con la sábana para disimular el movimiento y aplacar los gemidos y sin pensar en nada ni nadie, ni siquiera en su amiga se dedicaron el uno al otro. Para no levantar la silueta de la cama ella se giró, se quitó el tanga que dejó caer al lado de la cama, pero no la camisola que se subió a la altura de los riñones. Adoptó una postura semifetal, acercó su pelvis a la de él y se preparó para recibir su pene. El la abrazaba y acariciaba la cabeza la vez que empujaba rítmicamente pero despacio. Cuando llegaron al clímax ella le mordió la mano entre los dedos pulgar en índice para no chillar. Reposaron el placer con caricias y se hizo necesario despejarse para recibir los pensamientos de culpa que debían salir esa noche.
Sin encender la luz más que cuando llegó al baño se refrescó la cara y se encendió un cigarrillo. La puerta se abrió y creía que era él, pero era la amiga que con cara cómplice pero seria preguntó : "Que tal vosotros?" mientras se lavaba la cara y se refrescaba la boca del reseco del alcohol.
Levantando los hombros y suspirando de alivio respondió: "Bien!... No dormías". Asintió.
Iba a seguir con argumentos, inútiles dentro de esa habitación y su amiga la abrazó, pero no para darle consuelo sino con cariño. Se acariciaron la espalda como señal de ánimo y al volver a mirarse la amiga la besó...
- "Esta noche eras o de él o mía. Tenía que hacerlo antes de irme..." Aturdida por el día de paseos y pensamientos y la noche de sexo se dejó hacer. En el tercer beso también tomó la iniciativa y participó del cariño con la lengua. La amiga dejaba ver sus pechos, más grandes que los suyos y puntiagudos dispuestos a la caricia.
Ella seguía sin bragas y notó los dedos de su amiga buscando la humedad del sexo reciente. La penetró con dos dedos y al manifestar molestias por la reciente penetración su amiga se limitó a limpiárselos chupando los jugos de los dos amantes.
No tenía recuerdos lesbianos si exceptuamos algún beso en juegos infantiles y admiración por algunos cuerpos vistos en la calle (por elegancia) o en la playa (por belleza) pero que nunca equiparó a deseo.
La acompaño amorosamente a la ducha y templando el agua la ayudó a enjabonarse recorriendo su cuerpo con las manos y entreteniéndose en los orificios de su cuerpo. Cuando también se mojó se metió con ella a la ducha y la apretó apoyada de cara a la pared para penetrarla con lo dedos y frotar su sexo contra el culo ansioso.
Se corrió por segunda vez y tuvieron que fumarse un cigarrillo para descansar de la segunda realidad sexual. Salieron enroscadas en toallas y dudaron un momento en que cama meterse. Se miraron y al unísono levantaron la pesada cama para acercarla a la otra en la que él dormía. Se desnudaron y se metieron en la cama de un asombrado recién despertado por el movimiento de muebles.
Primero le besó su amante y al darse la vuelta para ver que pasaba le besó la amiga. Por último se besaron entre ellas mientras ambas pugnaban por encontrar el pene que debía resucitar....
ARGUMENTO: De todo hay que probar en esta vida,... al fin y al cabo la primera infidelidad estaba hecha y el sentimiento que podría salir no aumentaría. Estoy demasiado cansada para pensar estar noche.
REALIDAD: Se sintió alagada por ver que dos personas se sentian atraidas hacia ella y se dejó hacer tras tomar el puesto central en la cama.
No harian falta más argumentos y esa noche tendrían realidades.