Arenas de Soledad
A ti, que no me escuchas...
Arenas de Soledad
Te has ido. Vas a buscar una vida nueva, donde olvidar y empezar de nuevo, hacerte hueco en ti mismo y acurrucarte en tu propio ser. Quieres estar solo y sentirte libre, demostrarte que puedes ser feliz sin añadiduras. Buscas otra luz que ilumine tu mundo en penumbra. Crees que al retirarte, con otra perspectiva todo se verá distinto, pero a medida que te alejas y empequeñece el paisaje rutinario, se encoge tu corazón, se acartonan tus alas y mucho antes de lo previsto buscas cobijo en unos brazos anónimos que te consuelen y te hagan fuerte.
Mira tu piel salpicada de moratones. Algunos te recuerdan tu torpeza, otros la incomprensión de la que has sido víctima.
Tus manos jóvenes muestran durezas, primitivas ampollas consecuencia de los tirones que diste antes de que la cuerda se rompiera. Una cuerda que acabó por ahogarte.
La miel de tus ojos se ha licuado tantas veces colmando tus párpados...
No ha sido fácil conseguir ese silencio. Las decisiones son cuestas resbaladizas para tus pies descalzos, embadurnados de aceite. ¿Quién lo diría? Ese paisaje infinito que flotaba a lo lejos confundido con la bruma, escondía un precipicio en su encuentro con el cielo. Ibas caminando lentamente hacia él y tuviste que salir de tu sosiego e hincar tus talones antes de dar el paso que te hundiría en las entrañas de ese acantilado.
Ahora deambula tu alma entre cuerpos ajenos, desconocidos antros de sentimientos confusos, donde te sirven un adiós como postre antes siquiera de que pidas la cuenta. Y guardas la factura, por si algún día tienes que reclamar las caricias que tu estómago indispuesto no ha podido albergar.
Las pronunciadas curvas del vertiginoso camino que estás recorriendo están repletas de advertencias que hacen incierto el futuro, están sembradas de recuerdos que patalean tu conciencia pellizcando el pasado. Desconoces tu destino, pero te empeñas en seguir tu cruzada, preso de las alas del amor, perdido en las arenas de esa soledad. ¿Cuánto aguantará tu corazón sin el latido de creer?
No busques; sé paciente y encontrarás. Disfruta de lo que tienes, y no añores lo que voluntariamente dejaste atrás. Guarnece tu presente con los guiños que te hace el sol del país donde has decidido vivir y arrima tu corazón a quienes construyen acogedoras cabañas con tus arenas de soledad.
Arenas de Soledad
Empezar de nuevo, Sin destino y sin tener Un camino cierto Que me enseña a no perder la fe Escapar de este dolor Sin pensar en lo que fue
Cuánto aguanta un corazón sin el latido de creer
En lo bello, en la verdad
La esperanza del placer de amar
En los sentimientos que se quedan
Sueños que perduran
Y busqué, subí, fui preso
Entre las alas del amor
Sin distancia y sin recuerdo
En las arenas de esta soledad
Presa de un silencio roto Hijos del amanecer Que nunca alcanzó esa luz Tan confundida y el placer Y cerró los ojos Sólo para comprender
Cuánto aguanta un corazón Sin el latido de creer
Habana Blues
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Espir4l,
Junio 2005