Ardiente fumadora

El feo vicio de fumar me permite saborear a una ardiente fumadora.

ARDIENTE FUMADORA

Una de las sensaciones que mas me erotiza es el sabor de la boca de una mujer que acaba de fumar,ese sabor acre del tabaco lejos de disgustarme consigue acrecentar mi deseo sexual al sentir mezclado con su saliva el humo del ultimo cigarrillo.

No es pues de extrañar que aquella morenita sentada enfrente mío en el tren me estuviese poniendo a cien por hora, no solo era el hecho de fumar sino la sensualidad con que envolvía el rito. Largas y pausadas caladas que denotaban el placer que sentía y un lento exhalar el humo recreándose voluptuosamente en su contemplación.

La abordé sin mas dilación:

-Tienes un cigarrillo ?- pregunté con la mas encantadora de mis sonrisas.

-Claro que si-contesto ella abriendo su bolso.

-Es que trato de dejarlo, pero al verte a ti fumando tan a gusto me ha hecho desearlo.

-A mi me pasa lo mismo, mi marido no me deja fumar en casa y he de aprovechar estos momentos de libertad.

Esto se está poniendo interesante-pensé yo-casada(mi plato favorito)y fumadora.

Seguimos hablando todo el trayecto, teníamos mas de una hora por delante, la conversación era amena y a medida que pasaba el tiempo, ella, me gustaba cada vez mas. No era una mujer exuberante pero a pesar de su corta estatura lo tenía todo muy bien puesto, unos pechitos pequeños pero con apariencia de ser duros, unas piernas muy bonitas que dentro de las medias de malla me lo parecían todavía mas y una carita picara y bonita que no conseguían afear sus gafas con montura de carey.

Al llegar a nuestro destino, la gran ciudad, me olvidé de todos mis compromisos adquiridos para aquella tarde y la invité a tomar una cerveza en un "pub".Aceptó complacida aunque rogándome que solo fuese una pues ella debía hacer unas compras inexcusablemente.

Busqué el rincón mas oscuro del lugar, una mesa apartada y con un mullido sofá. Pedimos las cervezas y a los pocos minutos yo estaba explicándole mi obsesión con los besos "sabor a tabaco", eso le divirtió mucho de modo que sin andarme por las ramas , le pedí que me dejase probar su boca.

Su lengua era suave y juguetona, sus labios carnosos , suaves y su saliva con un delicioso sabor a "winston".El beso fue largo y profundo, al terminar me dijo alborozada:

-"A mi también me encantan tus besos con sabor a tabaco."

Al cabo de media hora estábamos los dos excitadísimos, nos habíamos estado besando y tocando por todo el cuerpo, el desenlace se intuía con evidencia .

Alquilé un apartamento por horas y nos encerramos para disfrutar de una tarde totalmente loca.

Mi apreciación sobre su cuerpo era totalmente acertada, lo corroboré mientras la iba desnudando lentamente sobre la cama, sus pechos duros y desafiantes apuntaban hacia el techo sin ninguna vacilación. Detuve el resto de operaciones y me afané en lamerlos besarlos, pellizcarlos y en notar como sus pezoncitos se endurecían como por arte de magia .

La despojé de su falda, del "panty" y de sus braguitas pequeñas y blancas para encontrarme con la esplendorosa visión de un pubis afeitado en triangulo y una vulvita pequeña y sumamente apetitosa. Ella –indolente-se dejaba hacer mientras yo le separaba suavemente las piernas para sumergir golosamente mi lengua en aquella rajita palpitante. Nunca había experimentado tanto placer en aquella acción pues el sabor de sus fluidos vaginales era dulce y perfumado .De la indolencia pasó a un estado de convulsión creciente a medida que mi lengua recorría sus mas íntimos secretos. Gemía quedamente y su piel y su vello estaban erizados De pronto, sufrió un violento orgasmo que arqueó su cuerpo de manera inverosímil al tiempo que emitía un largo gemido y se desplomaba sobre la cama en medio de pequeñas convulsiones.

No pude resistir mas, me puse sobre ella introduciendo mi pene con decisión en aquella sensible cueva del placer. Que sensación ¡, nunca había notado las paredes de una vagina aprisionando mi miembro de aquella manera ¡,parecía como si con aquel contacto tan intenso nuestros cuerpos se fundiesen en uno solo y nuestro placer fuese la unión del placer de los dos.

Al notar aquel complemento de su cuerpo comenzó a gemir de nuevo dulcemente mientras su vagina se contraía y expandía provocándome un placer inenarrable. Ya no

resistia mas, saqué con urgencia mi polla de su calido cobijo lo que provocó sus mas airadas protestas .Yo quería prolongar todo lo posible aquel cúmulo de sensaciones de modo que me di la vuelta quedando de espaldas en la cama, ella se puso sobre mi, abrió las piernas y de rodillas se introdujo en su vagina el juguete que yo acababa de quitarle y que a estas alturas estaba a punto de reventar. Empezó a moverse lentamente mientras que con sus manos alzaba su negra cabellera por encima de la cabeza y comenzaba a gemir de nuevo. De golpe, cambió el ritmo lanzándose a un frenético vaivén que la condujo a otro fabuloso orgasmo que coincidió con el mío acompañado de un alarido de placer acumulado durante las dos horas que había durado el preámbulo de la gloriosa explosión de placer.

"-Tu semen arde" fue lo único que acertó a decir mientras caía exhausta sobre mi.

Al cabo de un rato estábamos los dos fumando tumbados en la cama y ella lo hacía de ese modo que me había enamorado en el tren. No quise resistirme y le pedí un beso "con sabor a tabaco"……….

Quizá el tabaco mate, produzca cáncer y enfisema pulmonar pero da tanto placer!!!.