Ardiendo de pasion
Encuentro de una noche inesperada y caliente
Era una noche fría y solitaria, ella estaba en un bar en la esquina de la barra tomándose su bebida estaba sola. Justo en ese momento pasaba un chico no muy alto corpulento moreno y vio como sus ojos claros se clavaban en sus piernas largas y bonitas que hasta llegar a su cintura que cada vez más calor sentía cuando notaba sus ojos clavados en ella.
Ella lo miraba con más deseo aun, su mirada le sonaba familiar esos ojos claros con pestañas abundantes con lo que ella soñaba volver a ver.
Él se le iba acercando poco a poco, ella veía como el chico venia hacia la barra mirándola en todo momento, ella se sonrojaba, a medida que el chico iba acercándose cada vez sentía más atracción quería estar cerca de él.
Cuando se le acerco lo tenía a su lado y el chico le pregunto que si quería algo de beber y la invito a una chupito de tequila , comenzaron a hablar el pregunto su nombre ella se llamaba Teresa y el chico se llamaba Maximo un italiano que solo con su mirada hacia que ella empezara a retorcerse de placer en esa silla de la barra pensando en su polla.
Parecía un chico mayor, a medida que iban hablando se iban acercando cada vez un poco más hasta que llegó el momento que estaban sus bocas pegadas una con la otra mirándose con ganas de comerse el uno al otro ardían de deseo.
Se fueron del bar juntos solos para un lugar con más intimidad pero no fue así decidieron marchar a un bar con música latina querían bailar toda la noche bien pegaditos.
Maximo llevaba a Teresa se dejaba llevar por el disfrutando de un placer por dentro cuando la tocaba por la espalda mientras iba bajando por la cintura tocándola lentamente besándola por el cuello hasta ir bajando por el pecho mientras ella notaba su gran pene contra su coño ella se ponía a mil cada vez quería más de él.
Llego el momento que parecía que estaban solos solo sentían sus almas que cada vez se iban complementando más en un placer inimaginable.
Ella lo besaba y cada vez sentía unas ganas de sentir su polla grande y dura dentro de ella mientras el la follaba fuertemente haciéndole sentir todo su miembro dentro ella.
En un arrebato de placer cogieron y de las ganas incontrolables de tenerlo dentro de ella le dijo que si quería ir a un sitio más tranquilo y le propuso meterse en el baño de el mismo bar.
Primero se metió ella dentro, cuando Teresa vio que no miraba nadie enseguida Máximo la metió dentro de un baño independiente, la cogió en brazos la comenzó a besar por el cuello cogía de su pelo como si no hubiera un mañana y tiraba de el con fuerza Teresa cada vez jalaba más de placer.
Le quito la camisa, se la rompió de abrirle la camisa con fuerza por el deseo de ver sus pechos que le transparentaban de su camisa.
Maximo le empezó a besar el pecho, acaríciale su pecho cogiendo la punta del pecho jugando con su legua juguetona cada vez le hacía sentir más placer.
Teresa a mediada que Maximo la iba acariciando ella se bajó de sus brazos, le iba besando su pecho su boca mientras iba tocando su miembro que cada vez era más y más grande y duro, a ella la ponía a mil. Ella conforme iba bajando le iba bajando la cremallera del pantalón hasta bajarle todo y quedar al descubierto su miembro hermoso y grande.
Ella se lo iba acercando a su boca y con su lengua iba jugando con la punta y metiéndosela cada vez más adentro de su boca. Se la chupaba de arriba abajo jugando con su lengua que hacía que Maximo le cogiera del pelo y se la metiera más adentro follándole su boca ella disfrutaba gozaba de placer.
Cuando estaban llegando al clímax la puso contra la pared a cuatro patas y comenzó a metérsela mientras el iba jugando con su culo metiéndole el dedo para poder jugar con el.
Máximo se la saco y se la metió por el culo ella gozaba chillaba de placer y él le tapaba su boca mientras ella se la mordía de placer que sentía.
Acabada la noche el la acompaño a su casa deseando a que llegara el próximo encuentro.