Aquí y ahora

Con cariño, Para Ediar!

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En sus ojos grises Ocultó el silencio de un alma impía. Sin piedad de su cuerpo De su aliento, De su sexo.

Fui yo quien le abrazo y devoro su alma Fui yo el indecente El pecador El imprudente.

No llores labios de nácar,

No llores…

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No sé cómo se describe esta sensación. Es como un dolor, como un vacío; no sabría decir si el corazón se hace muy grande por la ansiedad o el pecho se encoje por el miedo. Pero en efecto algo similar es lo que siento. No sé cómo está él, no sé qué debo hacer con mi vida o con mi teléfono, ni siquiera su número tengo… Alcohol, sexo, drogas… Y culpa, cuanta culpa… Miedo, cuanto miedo… Sólo tengo la compañía de esta navaja que me ha seducido por dos días… Si acabo con todo el dolor que he causado de raíz ¿me llamarán valiente? ¿Me llamarán cobarde?... Qué importa cómo me llamen, igual no escucharé esas palabras. Las únicas que sigo oyendo en un eterno eco junto a las risas de burla son marica, maricón, pasivo, pasiva, puto, putito, y la que más dolor me causo sin saber por qué – Tom… no… no pasa nada -. ¿¿¿Cómo que no pasa nada??? A él el miedo lo paralizó y lo hizo derrumbarse, a mi me hizo correr, sin mediar palabra, sin explicar, con los ojos llorosos, con el pantalón desabotonado y sin camisa. Bien, justo lo que me propuse hacer en esa fiesta fue lo que hice. Me emborraché como para evitar sentir culpa por mis actos, perdí mi virginidad y finalmente hice el ridículo… Ahora que estoy solo en mi habitación, con cuatro platos con comida sobre la mesa del computador, con la almohada empapada y un cuchillo en mi mano, me siento tan egoísta… Joseph… Te necesito… quizá él también me necesitaba... Necesito saber que lo que sentí no era mentira. Necesito que cruces esa puerta y me rescates de mi mismo... igual mi papá me matará cuando se entere...

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Se fue, me dejó solo contra esta multitud y aún así no lo culpo, no lo odio… Lo entiendo. No es que sea el hombre más maduro del mundo, sólo tengo 24 años y una vida llena de irresponsabilidades e impulsos para no sentirse orgulloso jamás pero aunque sean sólo tres años más, he vivido y he visto más. Sé que la gente es cruel porque yo antes solía ser uno de ellos, se que la gente daña porque yo antes solía dañar. Ahora… Ahora sólo me importa mandar el mundo a la mierda y encontrar a Thomas. Ahora me doy cuenta que no sé nada de él, no tengo su número, no sé donde vive, no sé quien más lo conoce además de Miranda, pero después de ver como se reía ayer mientras Thomas huía poniéndose su franela y yo persiguiéndolo vestido, pero descalzo, y roto, completamente roto por dentro… Miranda ha muerto para mí. Todos los presentes ese día, todos los desconocidos, han muerto para mí. Thomas se fue sin remedio… Necesitaba soledad. Y yo acabé con esa fiesta; comenzando por partirle la cara a ese par de malditos que bajaron corriendo a decirles a todos que Thomas y yo habíamos estado juntos… Cuando salió Thomas y le corearon “pasivo, pasiva” el coraje me invadió… Thomas se fue, así que ahora vuelvo a ser yo – ¡Pues sí! ¡Soy un maricón y me fascinó tener la verga de Thomas en el culo, fui yo el que tuvo la verga de Thomas en el culo! ¿¿¿Cuál es el maldito problema con eso??? Y ustedes... ¡son sólo mierda !- les decía mientras los veía arrinconados, en el suelo, sangrando por la boca y la nariz. La gente horrorizada no hizo nada por detenerme ni defenderlos, sólo se alejaron, guardaron silencio, y al verme la cara llena de ira y las manos de sangre me obedecieron cuando les grité – ¡¡¡Lárguense de mi maldita casa!!! - Miranda también desapareció... Ahora que me he despertado, completamente solo en esta casa tan grande, en está cama donde hicimos el amor y que ahora me parece un universo espeso sin aire y sin luz... busco su aroma en las sábanas pero lo encuentro en mi... veo la sangre seca en mis manos y mi frialdad me sorprende, pero no tanto como mi nueva diligencia -debo limpiar-...

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Tomé el cuchillo, puse una almohada sobre mis piernas y lo dirigí con todo el miedo del mundo a mi muñeca izquierda... la voz de mi madre al otro lado de la puerta me asusta, y me alivia.

-Thomas, por abre la puerta hijo. Tenemos que hablar... ya sé que pasa-

Se me enfría la sangre una vez mas y trago grueso... nunca he sido capaz de desobedecerla, ella es una mujer firme, es verdad, siempre le he tenido ese poco de miedo que confundo con cariño, pero a la vez siempre la he visto como una oyente nata y una consejera estupenda... oculto el cuchillo y la comida intacta y temblando le abro la puerta.

-vino un joven fornido y rapado- (me dice)

Mi corazón salto y sentí como la sangre vuelve a ser cálida y mi piel retomar su color... pero no, no puede ser Joseph...

-no quiero que te asustes, no te juzgare hijo, pero ya se lo que paso. Me lo contó todo-

Mi madre juega conmigo, me ha matado dos veces y todavía sigo vivo esperando que termine con la poca fuerza que me queda en las piernas.

-en la fiesta donde estabas ayer, dos jovencitos salieron heridos; este muchacho me dijo que tú tenías que ver con eso-

¿Heridos? No puedo creer que Joseph haya venido a decirle eso a mi madre... ¿qué pasa?

-hijo, ya veo que no dirás nada... trataba de probarte. Nadie ha venido. Pero si sé quien ese joven de quien te hablo, Me preocupé por tu estado, nunca te habías deprimido así. Fui a la casa de tu amiga a averiguar qué había pasado. Un vecino me contó que te vieron salir vistiéndote por la calle, llorando, mientras un hombre te seguía gritándote que te quedaras... la gente se reía de ustedes... y todo terminó en pelea... finalmente pasó, ¿cierto? Siempre he sabido que eres gay... (Hace una pausa) sabes lo que dicen, una madre siempre sabe...-

No tengo palabras para lo que escucho en este momento, y ella lo sabe... me abraza y me da un beso la frente sin dejar ver ninguna emoción en su rostro...

- sólo te pido que tu papá no se entere. Yo veré como manejo las cosas. Ahora dame esa comida rancia y hazme el favor de comerte lo que te traeré -

Se fue. Las últimas palabras las dijo con la voz cortada, de espaldas a mi. He entrado en un estado de conciencia más racional. Y ahora, aunque mi madre 'diga' saber y entender, me siento peor que antes...

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Baños limpios, listo. Jardín limpio, listo. Cocina limpia, listo. Alfombra limpia, listo... me dirán enfermo, pero viendo que hasta dentro de los homosexuales existe la homofobia, no me importa lo que piensen de mí... una vez terminada la casa... creo haber logrado el cansancio suficiente para dormir sin pensar en Thomas. Miranda no ha aparecido. De nuevo me acuesto en el cuarto de los viejos, recojo una botella de cerveza con la palma de mi mano y el miembro de Thomas de me viene a la mente, la memoria de mi mano revive su grosor y envía un estímulo a mi culo que me produce dolor en el pecho... no, no es el pecho... es más adentro. Pienso en masturbarme, pero me siento demasiado mal para querer sentirme bien... me recuesto y me encuentro con una sorpresa que no esperaba; el bóxer de Thomas oculto con las almohadas... trato de ignorarlo, pero en un acto reflejo lo tomo y lo llevo a mi nariz, huele a él, a hombre, a sexo... sin pensar mucho simplemente me desnudo y me lo pongo, mi cuerpo responde enviando toda mi sangre a mi miembro. Un bóxer negro, corto, bajo, me queda tan pequeño y ajustado... me tumbo en la cama y me retuerzo por un placer imaginario que misteriosamente se ha apoderado de mi... Me acaricio lentamente, haciendo presión con mi mano, me gusta sentir la fuerza; esa fuerza con la que Thomas me tomaba dejándome claro que era un hombre, cada caricia me electriza la piel... mantengo una mano jugueteando en mi pecho, entre mis hombros, mi cuello y mis pezones, la otra me soba la erección por encima del bóxer de mi amante. Comienzo a masturbarme frenéticamente y mi cuerpo no me pertenece... no, le pertenece a Thomas... giro sobre mi cabeza quedando de rodillas, con la cara pegada a esa cama y sobre la tela del bóxer empiezo a sobar mi agujero con la mano libre... esto tampoco tiene que ver con lo que Thomas me ha hecho sentir, pero estoy enfermo de deseo y lleno de confusión, sin darme cuenta mis dedos evadieron la tela y ahora entraban y salían de mi esfínter provocándome dolor, en menos de lo que imaginaba estallo en el orgasmo mas vacío y simple de toda mi vida... me desplomo sobre la cama llena de mi semen, mis dedos se salen de mi culo... y rompo en llanto... Thomas... ¿qué es esto?

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Sigo acurrucado en mi cama, incapaz de decir o hacer cualquier cosa. ¿Qué pasaría si salgo a la calle? Seguramente ya todo el mundo sabe que el único hijo de los perfectos Ferreira es Homosexual... y se supone que yo debo evitar que mi papá se entere de algo que ya saben en China... Maldigo el momento en que quise ir a esa fiesta, maldigo el momento en que me quedé en esa cama, maldigo este asqueroso mundo con su asquerosa sociedad y sus ridículas reglas... lo único bueno ha sido... no... ¿¿¿Qué demonios estás diciendo Thomas??? Cómo va a haber sido bueno si gracias a eso estás metido en esto... ¡mejor me corto las muñecas de una puta vez y se acaba toda está mierda! ¡Joseph no vendrá! Y tú eres un hombre que siempre ha sido capaz de hacer lo debe hacer cuando debe hacerlo. Estoy desvariando... lo que debo hacer es enfrentar a mi papá, a las personas que me juzguen, buscarlo... ahora estás soñando... tal vez él ni siquiera te habrá recordado en las últimas horas... ¡necesito salir de estas cuatro paredes! ¡Me voy a volver loco! Saldré a caminar un rato...

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Corro por todos lados y aparentemente la ciudad está vacía, "¡¡¡Tom!!!" Grito a diestra y siniestra y la voz pareciera no salir de mi garganta. Las cosas pierden el color y al final de la calle veo una silueta, estoy seguro, es él. Corro desesperadamente hasta que noto que estoy desnudo, tengo marcas por todo el cuerpo, golpes, heridas, cicatrices y me duele el corazón... trato de tocarme, y mi mano me traspasa, al ver delante de mí un rastro de sangre me lleva hasta la silueta de Thomas, y en su mano mi corazón late a punto de morir. Una multitud de personas en blanco y negro se aproximan a la espalda de mi niño y de pronto las ropas comienzan a caerse, multitud de personas se ha vuelto una avalancha de hombres que tocan a Thomas sin miramientos, metiendo dedos en su boca, masturbando su duro miembro, pellizcando sus pezones erectos y separando sus nalgas... uno de ellos, un sin rostro, se coloca detrás de él apuntando hacia su agujero mientras Thomas me ofrece mi propio corazón, regresándomelo, mirándome fijamente a los ojos; allí aparece Miranda, en colores vivos pero con la cara manchada en lágrimas de delineador, del otro lado mis padres quienes con ira me señalan y bajan la mirada, finalmente se acerca Thomas de la mano con aquel sin rostro, y dándome un suave beso en los labios se despide y clava un puñal en su pecho "¡¡¡TOOOMMM!!!" Y ahora me despierto sudado en la cama de mis padres, empapado en semen y con un profundo vacío en mi pecho. Necesito una ducha.

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23:00... y yo caminando sin saber a dónde, he salido de mi urbanización hace mas de 20 minutos, solamente me puse un sweater negro con capucha sin subir por completo la cremallera, el short de pijama gris que traía puesto y un par de zapatos deportivos negros de suela blanca y tome mi reloj y mi ipod; salí por la ventana y ahora ni siquiera sé donde estoy... me deje llevar por Florence Welch narrando mi historia, mientras me susurraba lo pesado que era mi corazón y el mundo se agigantaba a mi alrededor... " I was a heavy heart to carry, my feet drag across The ground, and he took me to The river, where he slowly let me drown" ... mi corazon tiene pies de concreto, mi amor es una bola de hierro. Sin darme cuenta, mis pies y la melodía me tienen frente a la casa de Joseph, y entonces veo su silueta dibujarse en la ventana de arriba... en momentos como este, y ya sin alcohol adormeciendo mis neuronas es donde mi imaginación sube como un narrador omnisciente y veo una de las escenas mas ridículas y románticas de mi cabeza; arriba el musculoso, sin camisa, de sonrisa seductora y mirada irresponsable viéndome con un suspiro en los labios; abajo, el inexperto Romeo que sucumbio ante un príncipe azul contra todo cuento de hadas... el sonido de un latido me despierta, el sonido de dos latidos me devuelve el aire, y un abrazo gigante me trae a la realidad más bonita del mundo. Una vez más, estoy entre los brazos de Joseph... y me siento en paz.

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Y justo cuando necesitaba aire, la luna, el frío, la brisa, cualquier cosa que me hiciera sentir una pizca de vitalidad otra vez, al abrir la ventana, allí abajo con sus piernas descubiertas, con una capucha que dejaba ver su rostro y esos hermosos ojos grises. Para cuando me di cuenta ya estaba frente a él, para cuando suspire ya lo estrechaba con fuerza entre mis brazos, para cuando sentí que dentro de mi florecía el sentido del universo ya mis labios estaban sobre los suyos y su lengua ya estaba en mi garganta... tal como si lo besara por primera vez... una vez mas... mi cuerpo ardía en pequeñas explosiones con ondas expansivas de escalofríos de redescubrimiento. Tom lloraba, suspiraba, se aferraba a mi espalda, me necesitaba, pero no dejaba de besarme ni de absorber mi energía vital. Una vez entendí, por fin, logre entender... lo tome de la mano y dejé la habitación de mis padres atrás... "Tom, bienvenido a mi habitación".

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Nunca imaginé que su 'pedacito de mundo' fuese así, una habitación blanca, con una cama grande de sábanas también blancas justo en el centro. En la mesa lateral solo una lámpara y un vaso de vidrio, frente a la cama un gabetero con un amplio espejo y unos cuantos envoltorios de chucherías, al otro lado un closet de madera con 4 espejos de cuerpo completo y por último, cuando me doy la vuelta, Joseph... el hombre de mi vida, con una rosa azul en su mano derecha, y sólo un pantalón deportivo cubriendo su piel. Ya había visto su mirada de "perdóname", ya había visto su mirada de lujuria, ya había visto su mirada de "entrega" pero está, aunque no sabía bien de que era, me regalaba la más pura paz.

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Allí esta Tom sentado en mi cama, me inclino frente a él con una rodilla en el suelo, seco las lágrimas de sus ojos y le entrego la rosa, no sé de quién era, la robé de la nevera, pero ahora es de Tom. El trata de sonreír y sujeta mano... allí, por primera vez en mis putos 24 años y un sin número de amantes en mi pasado, soy capaz de decirle a alguien "Tom... no sé cómo se hace, no sé si hay un protocolo, no sé que nos ha pasado este fin de semana ni qué será de los siguientes. Sé que tienes miedo, tanto o más que yo, pero eres lo único que llevo en la mente, y aunque hasta me da miedo como suena, eres lo único que quiero en mi vida... te amo Thomas... quiero que me permitas estar a tu lado, como tu amigo, como tu amante, como tu hombre, como tu novio..."

Mis manos temblaban, y el saltaba a comerme la boca.

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Si, finalmente tengo la prueba que me faltaba de que un hombre también puede encontrar a su príncipe azul. Si tan solo el mundo no existiera, si tan solo el mundo dejara de existir, y al salir el sol la felicidad se limitara a estas sábanas blancas y a su sonrisa... ¿pero qué importa? Si justo ahora la felicidad se limita a su mirada y a decirle que sí acepto, seguiré siendo un irresponsable enamorado pero por una vez y aunque sea solo está vez, aquí y ahora, por favor apaga mi mundo Joseph y sólo abrázame hasta que el tiempo se extinga.

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Lo besé suavemente y lo recosté en la cama mientras me subía sobre él. El solamente cerraba los ojos y me regalaba su aliento. Baje el cierre de su sweater y admití que la realidad de su cuerpo perfecto superará siempre mi memoria y mi imaginación. Le retire sus zapatos, su short y su bóxer, el se quedó con los brazos y el sweater abierto. Al observar su verga flácida entendí que no era el momento indicado; sin embargo, mi cuerpo necesita el suyo y mis manos sólo una rosa...

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Sintiendo una suave caricia en la mejilla, renuncio a la racionalidad y me entrego a la cosquilla... pasa por mi rostro y busca mi oreja, se desplaza por mi cuello y zigzaguea en mi pecho y se dedica a amar mis pezones. Desciende por mi abdomen como si repasara el contorno de mis músculos abdominales y juega con los lados de mi ingle hasta tocar mi pene que siento palpitar. Sigue deslizándose de arriba a abajo hasta que llega a mis piernas, misteriosamente acabo de descubrir lo que es una zona erógena porque me vuelvo loco de placer cuando roza el interior de mis muslos. Una vez termina con mis pantorrillas inicia el viaje de retorno, pero está vez al llegar a mi sexo, el primer contacto directo lo reciben mis testículos y ahora una corriente desconocida me hace sacudirme y separar un poco las piernas... ¿será esto lo que necesito? No, no lo creo...

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Aunque no lo toco con mis manos, toco el cielo... si, Tom es mi cielo...

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Sigue está cosquilla, sigue está delicias por todo mi cuerpo, sigue este misterio que temo revelar y mientras todo sigue, me doy la vuelta en la cama.

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Por un momento entro en un pequeño estado de shock, y luego solo sigo el recorrido por su cuerpo. Y me estremezco cuando lo veo estremecerse a él, su piel erizarse, su espalda arquearse, sus piernas doblarse... ¿su culo ofrecerse?... ahora estoy más confundido, pero sigo siendo un hombre y sigo teniendo una verga a reventar dentro de mi ropa interior... -¿estás seguro?- le pregunto... y un suspiro infinito me trae la respuesta... con la rosa repaso sus nalgas y sus testículos desde atrás, cada vez paso más cerca de su entrada y a cada momento sus sonidos me indican un mayor grado de placer. A la par, voy retirando mi pantalón deportivo junto con mi bóxer y siento mi cuerpo asombrosamente caliente... Thomas me ofrece su mano y al tomarla dirijo mi boca preparada con un beso hacia su ano. Thomas se retuerce y aprieta mi mano avisándome que ya es el turno de mi lengua. Su sabor me embriaga, pero todo es diferente... no quiero hacerlo, en realidad... no quiero penetrar a Thomas...

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Quiero sentir todo esto, llenar todo el dolor y el vacío con el amor de este hombre que ya ha sido mío, y a quien también perteneceré  eternamente... siento su miembro tocarme y deslizarse con su propia saliva, y de pronto una espantosa puntada de dolor tan intenso que me resultó imposible guardar el grito en mi garganta, y caí inmóvil en la cama.

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Miedo. Vergüenza. Inseguridad. Sólo me recuesto junto a él y lo abrazo hasta quedarme dormido.

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Ahora teniéndolo aquí, dormido, siendo capaz de solamente abrazarme en silencio, y con una rosa azul en mi mano, recuerdo nuevamente esa canción "thiswill be my last confession, I love you and never feel like any blessing."...

No quisiera regresar jamás a casa. Este es el mundo en el que quiero vivir. Esta es la única imagen que quiero contemplar de ahora en adelante.

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Y va mas allá de saber que decir Llegando a donde sabes callar. Y va mas allá de quitarte la ropa Y va mas allá de besarte la boca.

Amor es tenerte conmigo, así, silente, Aquí, presente, Así, dormido.

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Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a cada persona que se ha tomado el tiempo de leer las locuras que se cruzan por mi cabeza desajustada que se cree bohemia de vez en cuando y que con placer dejo salir sobre el teclado cuando la noche me lo permite. Un amigo con su sabiduría me dijo que hay un precio por escribir lo que uno quiere y no lo que los demás esperan, el mismo que me ha enseñado en tan poco tiempo que lo que importa es la pasión en lo haces… Por eso hoy le doy las gracias.

Sepan que aunque sea sólo una decena de lectores los que me sigan, o sea sólo uno, siempre sentiré el mismo placer de compartir mi mundo interior con ustedes y una infinita gratitud por su apoyo.

Moisés , gracias por tu pasión.

David , gracias por tu atención.

Solang , gracias por tu efusividad y tus ideas.

Subzy , gracias por insistirme en que compartiera mis historias.

A Enrique y Ale205 (Haré más historias reales para ustedes) , Elías y Larry (El poeta maldito continúa, se los aseguro) , Keegan y Alejandro (Esta historia es mi desafio personal, espero no defraudarlos con su desarrollo) gracias por sus comentarios!

A todos un abrazo venezolano de esos grandotes con el corazón!

Se les quiere!!!