Aquí tengo rabo de sobra para los dos.

¿Nos sacamos las pollas y comparamos quien la tiene más grande? Pues venga, a despelotarse.

Este relato es la continuación de: “Por una foto de mi polla”.

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Por un error en la anterior redacción, ya eliminada, subo por segunda vez este relato.

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Siempre me ha costado mucho despertar, al menos despertar del todo; mi rabo, en cambio, es distinto, tiene vida propia, ese suele despertarse medio morcillón. Esa mañana no fue distinto, mientras yo luchaba por abrir los ojos, mi rabo ya estaba medio duro sobre mi abdomen sin nada que lo cubriese, la noche anterior me había quedado dormido desnudo encima de la cama.

Busqué el móvil por la cama para mirar la hora, las 07:30h, todavía tenía tiempo aún. Desbloqueé el móvil y la ventana abierta de Grindr me recordó la noche anterior. Me sorprendió ver el número  tan alto de notificaciones, debo admitir que eso subió el ego y la polla; una polla que ya estaba camino de apuntar hacia el techo.

Los tíos, a las 3 de la mañana de un jueves, por Grindr no suelen ser muy sutiles: “Te espero en la cama a 4 patas, me follas y te vas”, “Somos pareja y buscamos un tercero para ahora, te apuntas?”, “Act?”, “Sitio para ahora”…por no hablar de todas las fotos de culos, pollas duras y cuerpos de gimnasio. No me quejo, me pone mucho que me envíen fotos y mensajes guarros, me la pone dura. Fui pasando de perfil en perfil leyendo sus proposiciones mientras acariciaba y apretaba mi polla.

Llegué al perfil de Carlos27,

-Carlos27: Sigues ahí? Bueno, si mañana te apuntas ya me dices, te paso mi mvl. Por cierto, me llamo Carlos.

Sin el calentón de anoche, ya no tenía tan claro que quería quedar con Carlos y su amigo. Quiero a mi novio, nunca le he engañado con otro en todo este tiempo ¿voy a engañarle ahora? ¿al día siguiente de llegar a Madrid? ¿me sentiré culpable después?

Decidí que lo mejor sería dejar tranquila mi polla y meterme en la ducha, no me había limpiado aún la lefa de la anoche anterior y las caricias que me estaba metiendo ya se estaban pareciendo demasiado a una paja.

Ese día tenía mucho que hacer, había quedado con el propietario del piso para que me entregara las llaves, tocaba mudanza, además, debería ir también a hacer la compra para tener cosas en casa e instalarme definitivamente en mi nuevo piso. Eso era por lo único por lo que quería preocuparme por el momento. Aunque debo admitir que guardé el número de teléfono de Carlos en la agenda, por si acaso.

Pasé todo el día ordenando mis cosas en el piso, era muy pequeño pero estaba muy bien y la zona molaba mucho, menudas fiestas me podría montar ahí. Bruno ya me había escrito para autoinvitarse al día siguiente: “cena los dos en tu casa, unas copas para estrenar el piso, y salimos de fiesta”. No me pude negar, tenía ganas de salir sí, pero más me gustaba la idea de volver a estar a solas con Bruno en casa.

Se me hizo de noche ordenando las cosas, poniendo el piso a mi gusto y yendo a comprar lo que necesitaba. Ahora tocaba celebrar, aunque fuese yo solo en casa, que ya estaba instalado en Madrid, tenía que abrir la botella de vino que había comprado para ello esa misma tarde.

Sentado en el sofá y con la copa en la mano cogí el móvil y me metí en Grindr, no lo había hecho en todo el día, quería ver si tenía algún vecino que valiese la pena tener fichado. No había mucho movimiento a esa hora, y no vi nada que me llamase la atención. Después de la segunda copa, decidí dar un pasa más:

-Yo: Hola Carlos, disculpa, anoche me quedé dormido.

-Carlos: jaja ya imaginé

-Carlos: Le he pasado la foto de tu polla a mi colega, creo que se le ha abierto el culo nada más verla jaja

Vaya, a mí sí que se me está levantando por leer esto. Sólo llevo unos pantalones cortos deportivos, y sólo con ese comentario ya se nota movimiento debajo de ellos. Mejor me pongo otra copa y me acomodo más en el sofá.

-Carlos: Mi colega se pasará por casa a las 23:00h, te animas?

¿Me animo? ¿me apetece hacer un trío esta noche? muchísimo. La idea de compartir a un sumiso con otro tío y que los dos me coman la polla… demasiado tentador para mí. Pero, tengo novio ¿Qué pasa con Aleix? Ya no queda vino en mi copa, mejor la lleno de nuevo.

-Yo: Sí, me paso luego tu casa.

No sé si será por el vino o por la tienda de campaña de mi pantalón, pero ya que estamos…

-Yo: Tengo algo para vosotros dos…

Me bajo un poco los pantalones, lo suficiente como para que se vea mejor el pedazo de bulto que marco en los boxers. Foto. Enviar a Carlos.

-Carlos: ¿Eso es de ahora? Mejor te reservas para luego, a ver si después de tanto hablar no das la talla.

-Yo: Tengo fuerzas y polla de sobra para reventaros a ti y a tu amigo.

-Carlos: Muy chulito, a ver si tengo que bajarte lo humos.

-Yo: Mejor te vas bajando los pantalones y vas preparando el culo, por si te lo tenga que petar esta noche.

Ese tío va de activo por la vida pero guarda a un pasivo sumiso en su interior y yo lo voy a sacar a la luz.

-Carlos: jajaja Te paso ubicación anda, a las 23:00h?

-Yo: A las 23h estoy allí.

Falta una hora para las 23h. Mi polla está a punto de explotar por lo que voy a hacer, pero debo reservarme, no puedo quedar mal después de hacerme el chulito delante de Carlos. Debo dejarle claro a ese tío de lo que soy capaz.

Decido terminar lo poco que queda de vino, una ducha tranquila, unos pantalones ajustados que marquen bien el paquete y ya estoy preparado para salir. Pero antes de salir:

-Yo: Ey Aleix, estoy muerto después de estar con la mudanza todo el día, voy a acostarme ya

-Aleix: Iba a escribirte ahora, me acabo de comprar lo billetes, en dos semanas me tienes ahí!!

-Yo: Genial, ya te echo de menos, ojalá estuvieses ahora aquí para dormir juntos

-Aleix: Sí, pronto me tienes ahí. Descansa y ya hablamos mañana, buenas noches! Te quiero!!

-Yo: Y yo a ti, buenas noches!

Ya puedo salir de casa tranquilo.

Carlos vive cerca de mi casa, por el camino voy andando un poco nervioso, indeciso por lo que estoy a punto de hacer y por si mañana voy a arrepentirme. Pero a la vez estoy muy cerdo, deseando que esa noche pase de todo, quiero dar polla a esos dos. Ya me preocuparé mañana por las consecuencias.

-Yo: Estoy aquí ya, qué número es?

-Carlos: Portal 19, 2º derecha.

Una vez dentro del portal, empiezo a subir las escaleras de ese edificio sin ascensor, los nervios y las dudas han desaparecido, ahora sólo puedo pensar con la polla.

Cuando llego al rellano del segundo, veo la puerta del 2º derecha entreabierta, me acerco decidido y, justo cuando estoy enfrente, la puerta se abre del todo y detrás aparece Carlos. Más guapo que en las fotos, con cara aniñada, pelo un poco largo, delgado pero con músculo. Sólo lleva unos bóxers oscuros y una camiseta clara.

Ya estoy entrando por la puerta, no hay marcha atrás, me tiro de cabeza.

Me acerco a Carlos mirándole directamente a los ojos, lo empujo con mi cuerpo acorralándole contra la pared, le doy un morreo mientras mis mano derecha agarra su culo con fuerza. Empujo mi paquete contra el suyo para que pueda notar lo duro que estoy. Carlos se deja hacer, con la boca abierta. Son sólo unos segundos, lo suficiente como para dejar claro cuáles son mis intenciones y para notar que Carlos también se ha puesto duro con el recibimiento.

Vuelvo a mirar a la cara a Carlos, es puro vicio. Cierra la puerta de su casa y me dirige hacia su habitación.

-Carlos: Mi colega vendrá en un momento, pero pasa, podemos empezar nosotros mientras.

Nos sentamos en su cama y empezamos a besarnos, primero suave, entre beso y beso Carlos me mete mano en el paquete, no me quedan dudas, estoy enfrente de un pasivo en toda regla. La situación se pone cada vez más agresiva, los dos estamos muy calientes, hasta que pasa  algo que me desconcierta, Carlos me me mete una hostia. No es lo suficientemente fuerte como para hacerme daño, pero sí como para girarme la cara.

Me quedo en shock, no me lo esperaba. He tenido muchas veces sexo duro con Aleix y otros tíos, pero nunca me han golpeado a mí, siempre he sido yo el que daba.

Carlos me mira desafiante, expectante a mi reacción, una reacción que no dudo ni un segundo. Le devuelvo el golpe, le giro esa cara de niñato. Le cojo sin dificultad del pelo y tiro su cabeza hacia atrás con fuerza, seguro que el chaval se deja el pelo un poco largo a la espera de que un activo de verdad lo trate como merece. Acerco mi cara a la suya, me sigue mirando desafiante, pero se nota que está disfrutando la situación, le escupo en la boca. Este tío no vas a ser más chulo que yo.

Tras mi reacción, Carlos se queda quieto unos segundos, me mira y se abalanza sobre mí. Su boca busca la mía, sus manos mi paquete, nos besamos, nos revolcamos en la cama en una sucesión de morreos, golpes y escupitajos. La situación me pone mucho y es obvio que a Carlos también. Parece una pelea para ver quien es el más machito de los dos, ¿qué será la próximo? ¿nos sacamos las pollas y comparamos quien la tiene más grande? Pues venga, a despelotarse. ¿Hacemos guerra de sables para ver quien aguanta más tiempo con el rabo duro? Sin problema. Sea lo que sea, no estoy dispuesto a perder.

Al rato, tengo a Carlos debajo de mí, agarrado por los brazos, intenta resistirse pero no puede moverse, tengo más fuerza que él. Te vas a enterar chaval, ya es hora de sacarme la polla y darte de comer, a ver si sigues igual de chulo con la boca llena de rabo.

En ese momento empieza a sonar el teléfono de Carlos, nos interrumpe. Es su amigo ya está en el portal, esperando a unirse a la fiesta.

Carlos sale a abrirle y yo me quedo en la cama recobrando fuerzas. Al rato, Carlos se asoma por la puerta con su amigo, vaya, no está nada mal. Es más bajito y joven que nosotros, tendrá unos 23-24 años, moreno de piel.

-Carlos: (a su amigo) Ya sabes lo que hacer

Su amigo empieza a desnudarse, no deja de mirarme en ningún momento. Cuando termina, Carlos lo coge de los hombros y le da la vuelta para mostrarme su culo, se lo golpea.

-Carlos: Flipa con su culo.

Carlos tiene razón, el tío no está delgado, tampoco muy gordo, pero sí tiene un culo grande, redondo, le sobresale mucho. Un culo hecho para petar.

Cuando Carlos le suelta los hombros, el tío se arrodilla y empieza a gatear hacia mí, directo a mi paquete. Vaya, parece que Carlos también le ha hablado de mi petición de la pasada noche. Estoy sentando en el borde de la cama y este tío está justo enfrente, arrodillado. Sin decirle yo nada, me quita los zapatos y calcetines y empieza a besarme los pies.

No me lo esperaba, pero una vez empieza, no me puedo resistir. Me incorporo, levanto el pie y lo empujo contra su cara, obligándole a recostarse sobre el suelo para obligarle a pasar su lengua por toda la planta de mis pies. Así pasa un buen rato, pajeándose mientras yo voy intercambiando mis pies, disfrutando de este tío.

-Yo: Venga, sube. Ya es hora de que alguien me coma la polla.

Me vuelvo a sentar y el tío se arrodilla de nuevo delante de mí. Me desabrocha los pantalones, me  los quita, luego los calzoncillos.

-El tío: Joder! menudo rabo.

-Carlos: (dirigiéndose al tío) Calla y come putilla.

Menuda mamada me está dando el chaval, no puedo evitar pensar que éste la come mucho mejor que Aleix. Aleix… mejor me centro en lo que estoy haciendo ahora y no pienso en él.

Miro hacia la puerta, Carlos sigue de pie observando toda la escena. Se acerca a nosotros, pone su mano sobre la cabeza del tío y la empuja para que mi polla entre más adentro de su boca.

-Carlos: (Hacía el tío) Traga polla zorra. Aguanta más.

El tío no aguanta más y empieza a toser, se aparta. Carlos aprovecha para cogerlo y apretar la cabeza del tío contra su paquete.

Menudo morbo de escena. El tío coge los bóxers de Carlos y se los baja de un tirón sin ninguna dificultad. La polla de Carlos sale disparada, no la había visto aún, pero sí se advertía un buen tamaño.  La polla de Carlos es de un tamaño parecida a la mía, un poco mas corta quizás, pero la diferencia se nota en el grosor. Mi polla es más gorda. Tengo la polla más grande que él, yo gano.

Carlos se sienta a mi lado, nos besamos. El otro tío permanece a nuestros pies, una mano en cada polla, alternándolas en su boca. No hay ninguna duda, la come mejor que Aleix.

Miro a Carlos, está viendo cómo en ese momento el tío se come mi polla. Los ojos de Carlos brillan, es él quien desearía estar arrodillado delante de mí. No tengo dudas. Le doy una hostia a Carlos, le pillo desprevenido, me mira desconcertado pero con cara de vicio. Lo cojo del cuello.

-Yo: (Hacia Carlos) Ahora tú. Come polla, zorra.

Carlos me mira, duda qué hacer. Ya me había dicho la noche anterior que quería comerse mi polla, pero no esperaba que yo se lo ordenase dándole una hostia.

Para mi sorpresa, no tuve que decir mucho más, Carlos se arrodilla, agarra mi rabo con su mano y se lo mete en la boca. No es tan experto como el otro, pero no lo hace nada mal.

Tengo a Carlos y al otro tío a mis pies, uno devora mi rabo, el otro me chupa los huevos; se van turnando. Cojo a los dos por la cabeza, uno a cada lado de mi polla. Ya lo había dicho, aquí tengo rabo de sobra para los dos.

Dos lenguas, una a cada lado del tronco de mi polla, cojo sus cabezas y las aprieto, podría hacerme una paja con esas boquitas apretadas en mi polla. Se la meto a Carlos de un golpe a en la boca, enterita, luego al otro tío.

Mi polla está llena de la saliva de ambos, de mi líquido precum, ellos se besan y pasan todos los fluidos de boca en boca.

Es hora de apretar un poco más. Levanto un pié, lo pongo en la cara del colega de Carlos, presiono, lo obligo a bajar hasta el suelo y empieza a chupármelo.

¿Hará Carlos lo mismo? le pongo el pié en la cara, él me mira, se ríe desafiante y me lo aparta.

Me incorporo de la cama, cojo del pelo a Carlos y aprieto su cara contra mi entrepierna. Le meto todo el rabo en la boca y espero. ¿Cuánto puedes aguantar chulito?

Al rato Carlos empieza con las arcadas y la tos, ¿ya has tenido suficiente? Suelto su cabeza para que pueda apartarse, Carlos me mira con los ojos llorosos, pero su rabo duro es reflejo de lo cerdo que está. Acerco mi cara a la suya y le beso.

Vuelvo a sentarme en la cama, el otro tío ha estado todo el rato quieto viendo la escena, no está acostumbrado a ver a su colega Carlos en esa situación. Vuelvo a levantar mi pié y a ponerlo en la cara de Carlos. Carlos me mira, sonríe. Presiono un poco mi pié contra su cara y Carlos accede, baja y empieza a chuparme el pié.

Tras la reacción de Carlos el otro tío se centra en el pié que queda libre.

¿Realmente tenía dudas sobre si quería o no quería hacer esto? Joder, la cosa promete y mucho. Ahora a ver, ¿Quien va a ser el primero en darme su culito?