Aquellos labios que recorrian un cuello

El sonido de las aspas del ventilador se escucha suave y lento. El aire acaricia nuestra piel. La luz del sol se convierte en vouyer por las rendijas de la persiana entre abierta.

AQUELLOS LABIOS QUE RECORRIAN UN CUELLO

El sonido de las aspas del ventilador se escucha suave y lento. El aire acaricia nuestra piel.

La luz del sol se convierte en vouyer por las rendijas de la persiana entre abierta.

Tu cuerpo se extiende ladeado sobre la cama barnizado por el calor del verano.

Sin abrir tus ojos, sientes mi cuerpo acercándose al tuyo. Sientes unos labios húmedos que recorren tu cuello sin prisa, decididos.

Una mano recorre tu cadera contando cada centímetro de tus curvas y a su paso notas como el vello de tu piel se despierta.

Aquellos labios que recorrían tu cuello, avanzan ahora por tu mejilla buscando tu boca, pero es tu boca la que encuentra la mía.

Las respiraciones se entrelazan al encuentro del beso.

Tu espalda se mueve sintiendo el roce de mi cuerpo, haciendo reaccionar al mío.

Sientes parte de mi cuerpo desaparecer en el tuyo como si te acariciase por dentro.

Mis manos resbalan por tu pecho hacia el abdomen. Es cuando notas la presión de mi cuerpo.

Los dedos de mi otra mano se enredan en tu pelo y aunque tienen ganas de estirarlo, no lo consiguen, no les llega fuerza.

Los movimientos son cada vez más rápidos, como si fuese un baile perfecto.

Pero tu cuerpo sorprende al mío saltando sobre él y es entonces cuando nuestras miradas se encuentran........sedientas.......profundas......

Tu cuerpo se eleva sobre el mío como una esfinge, pero no puedo tocarte. Tus manos sujetan las mías, ahora, tú tienes el control.

Parece que fueses tú la que penetrase mi cuerpo, te gusta observar como mis ojos se cierran a cada encuentro, como mis dedos arañan el vacío inmovilizados por tus manos en mis muñecas.

Un fuego empieza a crecer desde tu interior, se hace cada vez más grande y tu mente entra en paradoja . Quieres controlarlo, a la vez deseas explotar.

Tus ojos preguntan a los míos, pero el fuego se adueña de tu cuerpo inundándolo de placer, ya no controlas tus movimientos, y entonces ese fuego comienza a nacer en el mío, y antes de que el volcán estalle, mis manos se liberan para acercar tu cuerpo nuevamente al mío y mientras te beso sientes la tensión final de mi cuerpo.

Sientes felicidad de ser tú la que a desbordado mi pasión.

No quieres abrir los ojos....................Sabes que en realidad todo ha sido un sueño.

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