Aquellas entretenidas duchas en el gimnasio II

Presiona con fuerza, ayudándose una vez que posa su mano en mi hombro, tira con fuerza hacia el al tiempo que siento su glande entrar, sintiendo lo grueso que es… aaahhh!!.

Aquellas entretenidas duchas en el gimnasio II

A petición de algunos lectores, continuare con aquellas experiencias tan satisfactorias como atrevidas, donde el morbo es como una droga difícil de dejar, quedando al final aquellas escenas como unas anécdotas. Bueno seguiré…

Desde aquel día dejé de ir por el gimnasio al menos un mes, pues pensaba que no fui lo prudente que debía, no es que fuéramos sorprendidos… cosa que no fue, pero desde un primer momento no pensé en tener relaciones allí. Pienso que, aunque son lugares donde pudiera mayor atracción, lugares llenos de morbo que por un desliz puedes encontrar algo, como también quedar marcado por otros.

Nunca pensé que en un gimnasio pudiera encontrar algo, no voy provocando al menos no es mi intención, pues es un lugar público y normalmente con demasiada gente. Da corte incluso desvestirte en los mismos vestuarios, donde nunca piensa que haya algún otro desee lo mismo. Pues estos lugares dan tanto miedo como desconfianza, pues son lugares donde en un momento dado puedas ser sorprendido, ya no es el hecho de ser sorprendido y denunciado a los encargados, sino que acabas marcado y conocido públicamente. Pero también es verdad que cuando ocurren estos encuentros, aprovechas pues están llenos de morbo y la adrenalina se sube por las nubes.

Volví a ir al gimnasio, no porque echara de menos ese morbo, no digo que no hubiera día durante mi ducha diaria que no la recordara, pero las circunstancias personales me hicieron dejar de ir.  En el plano sexual con mi pareja no había nada extraño, no le dejaba con las dudas que tuviera otras relaciones, como suele pasar e incluso a día de hoy. Pues todo lo activo y degenerado sexualmente que soy como hetero, también, pero en caso contrario lo soy como Bicurioso, donde soy pasivo y a veces sumiso, facetas que tanto me gustan… mmm.

Bueno, como dije, aparecí en el gimnasio como dije, no porque tuviera pagado las mensualidades, sino por unas molestias en mi rodilla, bueno eso y mí creciente barriga al estar tanto sentado. Sigo, como he mentado, tras terminar parte de mi jornada laboral, salí y me fui a almorzar a un bar cercano, mediante esperaba la comida y luego comía, hablé con mi mujer. Luego, cogí el coche y me encamine hacia ese gimnasio que suelo ir, gimnasio que busque no precisamente por lo cerca que estaba, cosa que no lo era, sino por la poca afluencia que tenía y claro esta lo económico.

Llegue y aparque el coche, camine hacia la entrada, salude amistosamente tanto al guarda de seguridad como a los encargados, personas que se interesaron por mí. Preguntándome esta larga ausencia, acabando esta breve conversación con hacerme saber que como de costumbre, dada la hora las instalaciones están a mi disposición. Me encaminé hacia los vestuarios, cambiándome de ropa y dirigirme hacia el interior, comencé una serie de estiramientos, continuando por mi rutina de ejercicios. Tras una hora a hora y media, di por finalizada mi entrenamiento, dirigiéndome hacia los vestuarios, durante el trayecto me crucé con varias personas, tanto dos chicas que no dejaban de mirarme, como algunos chicos en las maquinas.

Ya en los vestuarios, me asegure antes de nada que no había nadie, comenzando a desvestirme, cogiendo del interior de mi taquilla: la toalla, pastilla de jabón y chanclas. Me fui hacia las duchas, dejando la toalla en el toallero y las chanclas, abrí el grifo y me puse debajo, dejando caer el agua sobre mis cabellos, agua caliente que se desliza por mi cuerpo hacia el suelo. Ducha gratificante en la cual comienzo a enjabonarme, pasándome el jabón por cuello, axilas, pecho, vientre, ingle, nalgas, muslos, pies y volver a subir. Deteniéndome ahora nuevamente en mis nalgas, donde no dejo de pasar el jabón entre mis glúteos… ooohhh!!, limpiándome bien a fondo e introduciéndome hasta dos de mis dedos… uuuffff!!.

Entre el agua caliente y la refriega no puedo deciros que no estaba excitado, pero aquello me duro bien poco, pues escuche un ruido y aunque pensé, que podría ser el maduro de la anterior vez. Pude ver que me equivoqué, pues apareció un hombre, un desconocido que tras aparecer saludo…

  • “Que pasa, buenas tarde”.

Respondiéndole yo cortésmente, donde mis ojos se clavaron y no fue esa intención en su entrepierna, pues el nota marcaba un pollón y de los buenos… uuummm!!. Fingiendo que no le había mirado, acabe dándole la vuelta y continuando con mi ducha, no precisamente con el trato a mi orificio anal. Pero no tarde en girarme al comenzar a hablarme este, comenzando a darme tema de conversación, ya sea por las instalaciones como de mí mismo. Viendo y fijándome como este se enjabonaba, ducha que era más una provocación que otra cosa, pues no dejaba de tocarse su miembro… uuummm!!. Comenzó a tocarse sin importarle que estuviera, no pude evitar que se me empalmara nuevamente, no pudiendo evitar apartar la mirada de su polla… uuuffff!!.

El hombre no estaba nada mal la verdad, recuerdo su fisionomía, pues era un buen ejemplar, hombre entorno a los cincuenta a cincuenta y tantos años, mediría el metro noventa al menos, cabellos cortos negro grisáceos, cuerpo cachas pero delgado y sin apenas vello corporal.

Un par de miradas mías discretas y para nada descaradas, hicieron falta para que este si diera cuenta, lo el tamaño de su polla provocaba. En una de esas veces en las que le doy la espalda, coge este y posa sus manos en mis hombres, sobresaltándome al no esperarlo. Soltándome…

  • “Tranquilo hombre, solo voy a enjabonarte la espalda que creo que no llegas”.

Cosa que finalmente le dejo, vertiendo este jabón liquido sobre las palmas de sus manos, comenzando a deslizar sus manos desde mis hombros hacia mi cuello, e ir descendiendo hasta la cintura para volver a ascender… uuummm!!. Mientras no deja de hablar, notando yo como su glande roza mis nalgas, roce que ni pienso ni dejo de pensar si es a propósito o no, pero que en verdad me gusta… uuummm!!.

Viendo este mi dejadez, desciende sus manos desde mis hombros hacia mis pechos, acariciando mis tetillas y notando la dureza de estas… uuummm!!. Su glande presiona mis glúteos más de una vez, sintiendo como se aloja entre estos y como un autómata, recorre entre mis glúteos… ooohhh!!.

Fue el sentir como una de sus manos, no contentándose con enjabonar una de mis nalgas, comenzó a magrear primero para continuar por introducir sus dedos entre mis glúteos… uuummm!!, dedos que presionaron mi orificio anal… aaahhh!!. Esto me hizo actuar, esto hizo que dirigiera mis manos hacia su pollon… uuummm!!, masturbe su miembro con una mano, al tiempo que con la otra masajeaba sus huevos… ooohhh!!. Mientras el, ¡me acariciaba mi pecho con una de sus manos al tiempo que me pajeaba… uuummm!!, acabando por girarme, me daba cosa mirar le a los ojos, pero no dude en decirle…

  • “Me encanta tu polla, es enorme y gruesa”.

Dije sin dejar de masturbarlo, mientras el no dejaba de acariciar mi pecho, no dejando de pellizcar mis pezones y magrear mis nalgas. Respondiéndome…

  • “Bueno, ya me demostraras como te encanta mi polla, no crees”.

Palabras que creo recordar que me hizo mirarle, pues me hablaba con una claridad y una seguridad que daba cosa. Pero cuando alce la vista y le mire, clavando mis ojos en los suyos, fue en esos precisos momentos en el cual, este me rodeo el cuello con una de sus manos. Uniendo sus labios a los míos, dándome no solo un muerdo sino varios, y aunque quise apartar mi boca de la suya, no comprendo cómo permití que continuara a pesar de que este dejo de forzarme… uuummm!!. Dejo de besarme y su rostro descendió por mi cuerpo, hasta detenerse teniendo su boca a la altura de mis tetillas, ¡tetillas que comenzó a chupármelas primero… ooohhh!!, continuando después por mordérmelas y absorber de ellas… aaahhh!!.

Y mientras estaba liado en esta labor, ¡bueno esa y no dejar de penetrarme con uno de sus dedos… uuuffff!!, cosa que yo no deje de acariciar su nuca al tiempo que me masturbaba… ooohhh!!. Dejándome de chupar mi pecho, ¡ascendiendo al tiempo que besaba y lamia hasta mi cuello… uuummm!!, verme estremecer y continuar hasta mi oreja, oreja que tras chupármela, acabo por susurrarme…

  • “Agáchate y cómetela, ¡enséñame como de encantado estas con ella… uuummm!!”.

No hizo falta que me lo repitiera, me agache y quedándome en cuclillas, tome su tronco con una de sus manos al tiempo que magree sus genitales con la otra… uuuffff!!. Comencé a chupársela… ooohhh!!, comencé con lamer y frotar su glande contra mis labios… uuummm!!, acabando por introducírmela hasta las amígdalas… ooohhh!!. Mientras este gemía y suspiraba, acariciándome cuello y nuca, agradeciendo mi labor, soltando…

  • “Ooohhh!!... uuuffff!!, uuummm!!... uuuffff!!, ostias que boquita tan tragona… aaahhh!!”.

Él de todas formas me oprimía el cuello a modo de que me la pudiera tragar en su totalidad, forcejeo que no hice nada por evitarlo… uuummm!!. Tiraba de mis tetillas sin dejar de gemir…

  • “Siii… siii… uuuffff!!, siii… uuummm!!, chupa maricona… chupa… uuuffff!!”.

Deje de comerle su polla para dedicarme a saborear sus grandes genitales, labor que me ayudo al tirar de su miembro hacia arriba, acabando por sugerirme…

  • “Sigue así… sigue, cómeme ahora un poco el culo, ¡venga… cómemeloooo… ooohhh!!”.

Y yo como una buena putita, cogí y comencé a chuparle desde los genitales hasta el perineo, continuando hasta su orificio anal, lamiendo una vez tras otra su orificio, llegando e incluso a introducirle la lengua… aaahhh!!. Acabando por hacerme parar, tirar de mi hasta levantarme, darme la vuelta, quedando de espalda a él, soltándome…

  • “Quiero follarte maricona, pero sabes que pasa… no tengo goma, si quieres que te folle tendrá que ser a pelo. ¿Qué me dices?”.

Lógicamente mi contestación, no fue otra que…

  • “Me da igual… uuummm!!, fóllame… ya, fóllame y préñame si quieres”.

Coge y tras coger su pollon con una de sus manos al tiempo que me hace inclinarme, dirige su glande hacia mi orificio, deslizándolo primero por entre mis glúteos… ooohhh!!. Presiona con fuerza, ayudándose una vez que posa su mano en mi hombro, tira de mi hombro hacia el al tiempo que siento su glande entrar… aaahhh!!. Aquello era mucho más grueso de lo que esperaba… ooohhh!!, comenzando a penetrarme lentamente, mientras ambos gemíamos y suspirábamos… ooohhh!!... uuuffff!!... ooohhh!!. Comenzaba a darme fuertes embestidas, deteniéndose y unos minutos para besar y morder mi cuello… uuummm!!, buscando mi boca para volver a la carga… aaahhh!!. En minutos acabe por correrme, corrida que este mismo tras depositarla en su mano, comenzó a restregármela por mi boca y pecho… uuummm!!. Acabándome por soltar…

  • “Paco tenía razón, menuda putita estas hecha… uuuffff!!. No sé qué me gusta más, ¡tú boquita o tu coñito tan tragón… ooohhh!!”.

Y cuando estamos en plena embestidas endiabladas, penetrándome que más parecía que me la iba a sacar por la boca, cuando estamos a punto de caramelo… o al menos eso decía él, pues deseaba preñarme. Cuando en plena faena escuchamos un ruido, ruido que no fue otro que la puerta al abrirse. Me quedé acojonado, tanto que quise que me la sacará, intentando retroceder, intentando mediante manotazos, queriéndolo apartar de él. Cosa que este no estaba por la labor, acabando por tomarme por las muñecas a modo de impedírmelo, soltándome sin dejar de embestirme...

  • "Tranquilo… joder, ¡habrá sido el viento joder… aaahhh!!".

Y aunque continuaba resistiéndome a pesar de tenerme este sujeto, postura que creo que le puso más, pues la sentí ahora más dura que minutos antes… uuummm!!. Volvió este a decir…

  • “Joder, estate quieto maricona, ¡ya me falta poco para acabar… ooohhh!!”.

No me dejo más remedio que aguantar sus embestidas, aguantar con el miedo en el cuerpo de que haya alguien espiando, miedo a que hayamos sido descubiertos y que vayan con el cuento a dirección. Hasta que en medio de sus alaridos, alaridos que si me dieron miedo porque hubiera alertado a alguien. Coge este y comienza a descargar… aaahhh!!, no deteniéndose ni tan siquiera para coger aire… uuuffff!!, sintiendo como deja toda dentro de mí… ooohhh!!. Soltando…

  • “Uuufff!!, ya podrías haber hecho menos ruido cabrón”.

Un nuevo ruido vuelve a sonar, estaba vez ni me inmuto, pues pienso que fuera quien fuera como que ya ha visto todo. Incluso creo recordar como este tras sacármela, coge la toalla y sale de las duchas, sale con la intención de inspeccionar, sale para explorar si continuamos solos o no. Cosa que pienso que ya no sirve para nada, pues quien haya estado espiando, como que le ha dado tiempo pajearse y luego el marcharse.

Volviendo de nuevo a la zona de las duchas, zona que vuelve replicando, maldiciendo a quien nos haya interrumpido, no dejando de chismorrear. Vuelve y me ve ya en el banco secándome, bancos que se encuentran fuera de las duchas. Se me acerca con su polla en mano, polla que, aunque algo flácida, aún sigue sabrosa, este me la acerca a la boca al tiempo que con su otra mano rodea mi nuca. Soltándome…

  • “No creas que me vas a dejar así… verdad, tienes que poner remedio… me lo debes”.

Este restriega su glande primero por mi cara, continuando por deslizarlo por mis labios, voy abriendo mis labios y de una estacada me introduce su glande… ooohhh!!. Comenzando a chuparle su capullo mientras juego con sus genitales, sacándomela de la boca chupo y lamo todo su tronco hasta la base… uuuffff!!. Continuando lamiendo hasta sus genitales, lamo y babeo para intentar metérmelo en la boca con sumo cuidado… ooohhh!!. Este no deja de gemir y suspirar, masajeando mi nuca… aaahhh!!, llegándome a pellizcar mis pezones como puede… uuummm!!. Soltándome entre suspiro y gemido…

  • “Tenemos un amigo en común, ¡Paco… ooohhh!!, ese con el que estuviste la otra vez… uuummm!!”.

  • “Joder que bien la chupa… aaahhh!!, veo que te gusta… eeehhh!!, pues sigue así… sigue que pronto tendrás tu premio… uuuffff!!”.

Continuando hablando, explicándome algo que la verdad no sabía a donde iba, mientras disfrutaba de esa polla a la cual deseaba que se viniera pronto… uuummm!!. Siguiendo este…

  • “El no verte en semanas, llegamos a pensar que tras lo ocurrido te habrías espantado, pero hoy no las tenía todas conmigo, no sabías si eras tú o no, pero él no dejar de mirarme, ¡tuve que arriesgarme y mira por donde hemos tenido suerte… uuuffff!!”.

Continuando…

  • “Paco me propuso un trio contigo, pero el no tener ni idea de que, si me gustarías o no, como que me echaba hacia atrás, pero ahora tras catarte, ¡como que ahora me apunto… uuuffff!!”.

  • “Uuummm!!... menudo morbazo… eeehhh!!. Quien nos habría estado espiando, quien nos dice que se ha hecho una paja a nuestra salud, ¡qué pena que no se haya atrevido a entrar… uuuffff!!”.

No dejando de hablar, acabando por correrse y atragantándome, soltando una barbaridad de leche a pesar de haberse corrido, tanto que me salía por las comisuras de los labios, cayendo sobre mi pecho… aaahhh!!. Soltándome este…

  • “Joder tío, te tendrás que duchar otra vez, no te preocupes que yo te ayudo a enjabonarte la espalda… je je je”.

Pero no estaba para más, ese pollon no se le levanto, no en cambio este me dio una mamada en la ducha, como decía él…

  • “Te lo has merecido”.

Y mientras me la chupaba, no dejaba de jugar con mis genitales y de follarme con dos de sus dedos… ooohhh!!. No dejándome hasta conseguir que me corriera, dejándome satisfecho y al mismo tiempo desecho… uuuffff!!. Y mientras descargaba sobre el plato de la ducha, este no dejaba de hablarme, no dejaba de planear, proponiendo futuros encuentros. Diciéndome…

  • “Podrías venir sobre esta hora, podríamos vernos mañana o pasado si quieres, podemos coincidir los tres y darte polla como tanto te gusta”.

  • “Joder… uuummm!!, mira como me he puesto con tan solo pensarlo”.

Me mostraba el muy cabrón como estaba de nuevo empalmado, pero tuve que dejarlo así y él lo comprendía perfectamente. Me seque, me vestí y cogiendo mis cosas me encamine hacia la salida, mirando con disimulo al resto del personal que había, personal ya sea público o trabajadores del centro. Personal que todos parecían inocentes y eso la verdad es lo que mayor temo, pues cualquiera de ellos podría haber utilizado lo visto para lo peor. E incluso el segurate me parecio tan culpable como el resto, cuando me soltó…

  • “Que!!, ya te marchas, te habrás quedado como nuevo… eeehhh!!. Te habrás dado una paliza… metiéndote de todo”.

Acabando por despedirme sin intención alguna a responderle a sus insinuaciones, pues primero que no creo que hubiera sido él… el mirón y segundo, como hubiera sido él, viendo su facha este me deja molido… uuummm!!. Aunque las porras de los seguratas siempre me han atraído, quizás porque más de uno me han follado con ellas… ooohhh!!. Bueno creo que es mejor dejarlo aquí, puedo aseguraros que continuación tiene, no solo el supuesto trio con ese otro llamado Paco, sino con… bueno eso quizás os lo cuente en otra ocasión… uuummm!!. Espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios, tanto por este medio como a mi email… jhosua1974@gmail.com