Aquella noche con el operario de mantenimiento
Nunca hasta ahora me he atrevido a sacar/contar públicamente todo lo que llevo dentro: mis morbos, ¿mis perversiones?, mis preferencias sexuales y en definitiva, la esencia de mi sexualidad.
Nunca hasta ahora me he atrevido a sacar/contar públicamente todo lo que llevo dentro: mis morbos, ¿mis perversiones?, mis preferencias sexuales y en definitiva, la esencia de mi sexualidad. Pero dejenme antes que nada presentarme, ya que este es mi primer relato (y espero que no sea el ultimo si les agrada y me escriben para hacerme comentarios, cosa que me encantaria). Soy un chico joven bastante agraciado fisicamente, aunque no soy el tipico joven fuerte. Mas bien tengo una belleza juvenil (a pesar de mis 27 años), con una carita mas de niño que de hombre, ya que no tengo casi barba y mis rasgos son bastante finos. De cuerpo soy delgado pero no fuerte, ni musculoso, de pecho y espalda mas bien estrechos con lo que mi cuerpo es bastante mas femenino que masculino en cuanto a la constitución y a lo delicado de mis formas. Siempre me han dicho que tengo manos y piernas más femeninos que otra cosa y mi piel también es bastante fina, bronceada y prácticamente sin vellos. Pero lo que más me gusta de mi son mis ojos verdes y mis labios gruesos, sensuales, que creo que junto con lo anterior es de la cara lo que más ha atraido a los hombres que se han acercado a mí. Por lo demás, también tengo un buen culito, redondito y alto. He de decirles que siempre he estado bastante reprimido a causa de la tradicional y rígida educación que mis padres me han dado, siempre preocupado por el que dirán y la gente a mi alrededor y el temor a causar un escándalo en mi familia. Entonces, he pasado básicamente mi vida estudiando todo el tiempo y apartado de los otros chicos, los heteros, ya que era consciente de mi diferencia y además no me importaban en absoluto los temas sobre los que ellos estaban siempre hablando: los deportes y las chicas. He sido, se puede decir, bastate solitario en lo que a amistades masculinas se refiere por culpa de estos factores. Sin embargo, esto que en principio parece negativo, me ha servido para crecer en la consciencia de mi homosexualidad y para disfrutar de vez en cuando de alguna que otra interesante aventura con hombres hechos y derechos, con hombres un poco más adultos o maduros, la mayoría de las veces casados o con novias. No se por qué pero parece que mi aspecto físico más femenino (sin ser una loca, eh?!) y el estar apartado de los chicos de mi barrio o con los que estudiaba, me han posibilitado esos encuentros con hombres más experimentados. En fin, no quiero extenderme demasiado en detalles que puedan aburrirles, pero he creído que esta introducción sería útil para contarles lo que les narro a continuación. Dadas las circunstancias y cuando los ardores sexuales me empezaron a ser díficiles de saciar por mí mismo, empecé a plantearme la posibilidad de tener encuentros con los hombretones que yo necesitaba. Siento predilección por lo que se consideraría la quintaesencia masculina: hombres bien fuertes y machos, mayores de treinta y hasta los cincuenta y algo (si se conservan bien, claro), con un aspecto más bien rudo, con sus michelines y todo, cuanto más normales mejor, velludos, morenos de piel y muy heteros de aspecto y comportamiento. Cuando veo a uno así no puedo evitar mirarle al paquete para intentar adivinar el tesoro que hay debajo y después imaginarme cómo me podría comer esa tranca, como sería el hecho de que me echara un polvo salvaje ese tío, cómo me follaría a lo bestia, mientras me dice guarradas y lo vuelvo loco hasta que gima-casi gruñéndome en el oído- de placery. Durante el tiempo que dura el polvo, me siento su hembra, su putita, la perra más feliz entre los mortales. La verdad es que he tenido siempre bastante suerte porque teniendo en cuenta que este tipo de tíos no se encuentra tan fácil (ya que no es precisamente el ganado que abunda en un bar o disco de ambiente), la fortuna y probablemente el brillo del deseo que se me debe poner en los ojos cuando veo a uno de estos machotes me ha deparado algunas experiencias que me gustaría compartir con ustedes. He tenido la suerte de chuparle la polla a estibadores del puerto, taxistas, mecánicos, algún que otro vecino del barrio casado y con hijos, etc. Sólo de pensar en ellos en este momento en que estoy escribiendo este relato se me derrite el culito y se me pone una carita de zorra que para qué les voy a contar. En fin, vamos al grano, no? Para esta primera vez les voy a contar lo que me ocurrió la noche en que tuve una experiencia tórrida con un empleado de mantenimiento de un gran centro comercial. Es uno de esos tipos que trabajan de noche poniendo los letreros luminosos de navidad, carteles de rebajas, etc. La cosa ocurrió de una manera bien simple: Yo habia estado cenando en casa de una amiga, compañera de la universidad y que es la única que sabe que soy gay. Ella se casó poco antes de terminar la facultad con un hombre de negocios que por trabajo tiene que viajar mucho y ella de vez en cuando me pide que la acompañe para ver alguna peli, cenar, charlar un poco y pasar mejor el tiempo. Como los dos hemos acabado la carrera hace poco y estamos haciendo oposiciones, tenemos bastante flexibilidad y no tenemos que levantarnos temprano para ir a trabajar, lo cual me permite salir a hacer este tipo de cosas entre semana si quiero. La pena es que yo vivo aun con mis padres y no dispongo de mi propio apartamento. Lo que me ocurrió con este macho fue precisamente un día entre semana, un martes por la noche, sobre las 2 de la madrugada. Yo volvía caminando de casa de mi amiga. La verdad es que un martes por la noche y a esa hora, no había ni un alma por la calle pero como no tenía el peligro de que me pasara nada porque mi ciudad es muy tranquila en cuanto a la delincuencia, me fui como siempre paseando ya que no estaba tampoco tan lejos de mi casa. Era cuestión de un buen paseíto. Lo cierto es que al pasar delante de esos almacenes, vi a este tío bastante fuerte, con su camisa arremangada y abierta, dejando ver los pelos del pecho y con su camisa sudada, mientras que descargaba unas barras metálicas que eran como una especie de andamios para colocar un cartel de esos enormes de publicidad. Además de los detalles que les he dado, me fijé muy bien en el bulto que tenía entre las piernas y que se le notaba perfectamente por llevar puestos unos pantalones de chándal. Dios mío!! Eso sí que es la muerte para mí!! Cada vez que veo a un tío con pantalones de deporte no puedo evitar mirarle al paquete, me encanta ver si lo tiene muy prominente, si se le forma un gran y gordo paquete a través de la fina tela del pantalón de deporte. Adivinar hacia qué lado tiene colocado su cipote, dónde descansa la cabeza de su polla, hummm. Es que si veo a un tío con pantalones de deporte no me importa si es feo o guapo o más joven o viejo, tengo que fijarme en su paquete y acto seguido intentar adivinar como de grande y gordo será el cacho de carne que tendrá debajo. Éste tío, para colmo, llevaba unas botas de las tipo Panama Jacks, bien grandotas y bien de machote agresivo, de los que pisan fuerte por la vida, vaya! Uffff!!! El culito se me empezó a dilatar sólo con esa visión y a ponerse jugosito. Luego volví a mirarle el pecho con más detenimiento y la espalda, sus brazos cubiertos de vello negro y una barba como de 2 días con patillas bastante largas y anchas. Os juro que en ese momento se encendieron en mí todas las luces de emergencia de mi cuerpo, de mi deseo por él. Y para letrero luminoso el que se me debió encender a mí en la frente pidiendo que me follara!! Él no se dió cuenta de que lo miraba así porque estaba, como dije, sacando de una van unos andamios y amontonándolos en el suelo a un lado. El que sí se dio cuenta fue el compañero de trabajo. Se ve que me vio carita de mariconcito o el hambre de pollón que debía llevar escrito en la cara, además de la forma en que yo marcaba a su compañero desde que me iba acercando por la acera. El fulano éste se debería dar cuenta de que yo tampoco era muy masculino y sin esconderse de mí ni disimular un pelo, se le acercó a su compañero sonriendo para hacerle un rápido comentario en voz baja mientras yo pasaba por donde estaban ellos y el objeto de mi deseo se levantaba de soltar los hierros en el suelo. La cosa es que a todo esto yo estaba ya prácticamente a la altura en que se encontraban ellos, y no me iba a salir de la acera para caminar por la calle, además yo no había hecho nada malo, no? Lo que estaba claro era que se me había visto "el plumero". Me puse muy nervioso y aunque no fui capaz de mirarlos a la cara ni de mantener mi mirada, sí que al pasar por delante no pude evitar mirar de nuevo rápidamente para la entrepierna del tipo fuertote que me gustaba y que tendría alrededor de unos 50 años. Creedme que se me hacía la boca agua, pero yo sabía que era incapaz de hacer o decir nada más. Bueno, eso al menos pensé yo en ese instante. A partir de ahí todo fue rápido. Pasé junto a ellos y la van, continuando mi camino a casa y no había dado unos pasos cuando oí cómo me silvaban y me decían: "Oye, a dónde vas tan solito a estas horas: no te habrás perdido, verdad? Y se empezaron a reir. Lo que sentí fue indescriptible, me subió un corrientazo por las piernas y la espalda, como un escalofrío. Tenía que hacer algo, pero no sabía qué, me saba vergüenza y además esos tipos estaba claro que se estaban divirtiendo, mofando a mi costa porque se habían dado cuenta de lo que estaba pensando, como si me hubieran leído. Pero en ese momento decidí que debía hacer algo, aunque fuera ridículo, tenía que actuar y ser valiente conmigo mismo y con mis deseos. No me giré cuando me hablaban porque era obvio que se estaban riendo a costa mía, pero esas voces tan masculinas, la situación, el morbo. en fin, el cúmulo de sensaciones del momento, me decidió a girar a la derecha, darle la vuelta a los almacenes y volver hacia donde ellos estaban con todos mis cojones. Había pensado en decirles que no era de esa ciudad, que estaba allí en casa de unos tíos porque había venido a unos exámenes de oposiciones y que había salido con la gente d elas oposiciones a tomar algo y ahora volvía a casa de mis tíos pero estaba confundido. Les preguntaría por una calle que yo conocía bien y que estaba por allí cerca para fingir. Dicho y hecho. Ellos fliparon cuando me vieron salir de nuevo a su encuentro por una calle lateral, con cara de tímido y asustado o avergonzado por la burla que ellos me habían hecho antes. No daban crédito a que hubiera vuelto, pero claro, tampoco pensaban que yo podía haber vuelto para enfrentarme a ellos por lo de antes puesto que era obvio que yo no suponía ninguna amenza física para ninguno de los dos. Cuando me vieron llegar con mi carita de niño bueno perdido se empezaron a mirar, sonreir y a hablar en voz baja. No se lo creían! Me acerqué, les solté el rollo super nervioso, se coscaron de lo sensible que era y me miraban con una cara como de decir: estás muerto de ganas de polla y vas a tener tu ración. El que no me interesaba, después de los breves comentarios iniciales, pasó de mí y me dejó hablando con el compañero, con Pepe, el que a mí me gustaba. Éste empezó abiertamente a flirtear conmigo flipando también de la forma en que yo lo miraba y d ela mezca que hay en mí de niño bueno reprimido que se puede todo un diablillo si le dan su juguetito preferido. Y es que la chispa de mis ojos y mi espíritu caliente me delatan con ese brillo que se te pone en los ojos en el momento en que presientes que te van a dar lo que tanto has esperado. La cuestión es que Pepe empezó a secarse el sudor de la frente con las manos y luego se las restregaba en los pantalones del chandal, a la altura de los muslos. Eso hacía que se le atirantara el pantalon de deporte a la altura del paquete y se me fue una vez más la vista hacia su promontorio. Dios mío, a mí me temblaba la voz por lo nervioso que estaba por esa situación. Estaba pensando en lo que estaba haciendo o, mejor, en lo que había hecho y se me notaba confundido. Incluso me atasqué cuando estaba hablando con él y es que no tenía saliva, no podía tragar: el corazón se me salía por la boca y me apretaba la garganta!! La cosa es que Paco obviamente se dio cuenta de todo, se sintió con todo el poder y empezó a tocarse lígeramente el paquete por encima, como si se lo estuviera colocando bien. Me sonrió pícaramente y con su masculina voz me dijo: "¿quieres que te lleve? Voy a tardar menos en llevarte que en explicarte cómo llegar. Además, si te pierdes de nuevo lo mismo no encuentras ya a nadie a quién preguntar. No es ningún problema!" A mí se me abrió el cielo: qué fuerte! Este tío me iba a subir en la van. Ahora la pregunta del millón de dólares era si ibamos a ser capaces de terminar todo aquello como yo quería o no. Aunque tampoco estaba seguro de si Pepe se había creido todo el rollo. La cuestión es que el compañero flipó con todo esto. Se quedó allí para empezar a montar los andamios y le dijo sonriendo a Pepe: "Ten cuidado, no vaya a ser que te pierdas ahora tú también. Jajajaja!!". Me monté en la van con Pepe y éste se sentó frente al volante abriendo bien las piernas. Yo me iba a morir!! La sangre no me llegaba ya al cerebro, no podía pensar, se me había secado la boca completamente. Cuando arrancó y llevábamos unos cuantos metros mientras él se quejaba del calor, yo tuve el valor de decirle que no me llevara a la calle que le había dicho porque en realidad no iba allí. Él se giró hacia mí sonriendo abiertamente y me dijo que no me preocupara, que él ya sabía a dónde íbamos. Esa respuesta confirmaba que este tío iba a ser par mí. De repente se me aceleró toda la sangre de nuevo, pensando en lo que sucedería, pero sin miedo porque este tío se veía legal, iba a descargarse conmigo y todos contentos. En el primer semáforo que pillamos, se cogió el paquete por encima del pantalón de deporte y me dijo: "guapito, esto se me está despertando." Yo no perdí ni un momento más (estab harto ya de pensar) y le eché mano por encima y empecé a acariciárselo mientras ponía cara de putita y me mordía los labios. Pepe me dijo: "sé que te mueres por comértela y te vas a llevar un premio porque está bien cargadita." Ufff, ni se imaginan cómo estaba yo!! No hacía más sobársela por encima del pantalón mientras notaba cómo se le endurecía y se le ponía aquello gordo. Era una verdadera tienda de campaña. Él me dijo que le estaba doliendo ya porque el capullo estaba ya intentando salir por debajo del elástico de los slips. En ese momento, yo me eché encima de aquel bulto y empecé a darle pasadas por encima con la lengua, siguiendo la línea de aquella pitón, mientras gemía como una perra en celo. Pepe decía, "si sigues así voy a parar en medio de la calle y te voy a follar la boca aquí mismo!" "te la estás ganando, chupapollas!" A mí aquello me ponía más aún y ya sólo quería que llegásemos a dondequiera que fuésemos. No podía esperarar más. Le acariciaba los grandes muslos por encima del pantalón con la mano izquierda mientras seguía a lenguetazos limpios con aquél pollón y con la mano derecha le acariciaba la entrepierna por debajo de los huevos.
Pepe estaba sudando y mordiéndose el labio. Me decía, no me puedo creer las ganas de cipote que tienes!" y resoplaba y bufaba mientras añadía con esa voz tan super profunda: "si sigues así se me va a partir la polla dentro de los calzoncillos!! Si no me la saco pronto me la voy a clavar como en un hara-kiri!! Joder, vamos a tener un accidente! Pero tampoco quiero que pares, mamón! Sigue calentándome que ya verás como te vas a hartar de polla, putoncito!!". Y mientras decía eso, me cogía d elos pelos y me pretaba la caebza contra su paquete, incrustándome toda la cara entre sus piernas. El olor que salía de allí nunca lo olvidaré!! Era un derroche de masculinidad y testosterona, de sudor, de hombría, de macho al que se le está calentando la lefa en los cojones. Aquello me ponía más cachondo si cabe porque tener a ese pedazo de hombre ahí, super fuerte, tan machote, con su anillo de matrimonio en el dedo y tanta testosterona para mí solo, era como estar en un self-service de lujo!!!! Qué hartón de carne me iba a pegar!!! No condujo mucho más, la verdad. Tomó por una salida que lleva al área de polígonos industriales y en cuanto vio un lugar oscuro y tranquilo apagó el motor.
Cerró las ventanas y se bajó los pantalones de un tirón. Tenía una cara de vicio que asustaba, estaba a mil!! Se iba a quitar los calzoncillos pero lo detuve.Queria contemplar aquel paquete con los slips que compran las maris en los mercadillos o en la mercería de la esquina, en cajas de 3 o 5 . Pero no me importaba el envoltorio, aquello era todo un espectáculo para mí. La polla le iba a reventar los slips, de hecho estaba tan tiesa que le había levantado los slips por los lados y ya la cabezota salía mojada en preseminal por la parte superior del elástico. Aquellos muslos y aquellas piernotas llenas de pelo, el olor que salía de su entrepierna me tenían completamente embriagado, me iba a dar algo!! Decidí darle unos lenguetazos por los huecos que había dejado su tienda de campaña por los lados y ahí empecé a volverme loco al sentir completamente de cerca su olor a hombre y ver todos los pelos que le salían. Le estiré de la entrepierna los slips y s elos eché a un lado, cubriéndole aún la polla, para emezar a pasarle lentamente la lengua por los huevos. Dios mio! Que cojones tenía el colega!!! Eran grandes y gordos, pesados, compactos, estaban sin duda a tope de leche y yo sabía que ese iba a ser mi postre si me comía bien el pedazo de solomillo que me estaba esperando. Uffff!! Demasiao pa' mi cuerpo!!!!! Yo estaba en un estado febril, pero haciendo un trabajo de escándalo. Él no podía ni hablar, jadeaba todo el tiempoy se desabrochó la camisa para tocarse el pecho con la mano izquierda mientras con la derecha me tocaba fuerte el cuello, la nuca: sin duda estaba en el septimo cielo!! Lo sé porque en un momento me miró incredulo con ojos vidriosos, empañados por el placer, y empezó a decirme:"Joder, eres una diosa, cariño. Si sigues así me voy a correr antes de que me la mames." Yo lo miraba desde abajo, mientrs le recorría y chupaba los cojones, satisfecho de saber que el trabajito le estaba gustando tanto como a mí chupársela. Pero ya no podía esperar más tiempo, dilatar lo que tanto él y yo estábamos esperando: y es que no hay nada que me guste más que comerme una buena polla (¿se nota?). Y como lo que hago lo hago a conciencia, intentando ser el mejor, pasé a quitarle el slip tirando de ellos y dándole más morbo al asunto parándome a oler y lamer el lugar donde tanto tiempo había estado su cipote ese día. Pepe se moría del morbo mientras yo hacía esto y le acariciaba la barriga, el pecho y los pelos del pubis. No paraba de gemir y de decirme que me quería dar toda su leche, que se la chupara, que no aguantaba más. Como soy un niño bien educado y obediente, pasé a su pollón. Joder!! NO era la polla más larga que he visto (afortunadamente porque me agobio cuando no me la puedo meter entera, y eso que tengo un buen cuello!), pero sí esra gorda y venosa. Bueno, no sé si siempre sería asi, pero al menos aquella noche se le iban a saltar las venas. Yo babeaba y recorría con mi lengua mis labios, mientras se me ponía cara de vicio al saber lo que me iba a engullir y levantaba un poquito mi culito para que Pepe me lo pudiera tocar: qué placer!!. A partir de ahí, empecé a chupársela como si se me fuera la vida en ello. De arriba a abajo, para volver a subir lentamente, envolviendo y apretando con mis labios esa barra de carne que ardia entre mis labios. Queria que la sintiera bien apretadita a mis labios, que le diera el mayor placer. Al llegar de vuelta arriba, me paraba en su glande, en el cabezón de ese bicho y se lo mamaba, s elo chupaba en círculos notando como le salía el preseminal y se mezcalba con mi saliva. A veces me la sacaba d ela boca para pasarle de arriba a abajo la lengua por las paredes de la polla, luego empezaba a pajearlo lentamente mientras le chupaba los cojones de uno en uno y le daba con la lengua entre sus pelotas y e;l nacimiento de la raja de su culo: estabamos flipando, los 2 en el séptimo cielo y es que no hay nada que me de mas placer que me emputesca más que estar comiéndome una buena polla, para mí es lo mejor que hay. Después de un buen rato de chupársela mientras lo pajeaba, mientras le acariciaba los muslos y los huevos, su pecho; mientras lo pajeaba dándole lenguetazos en los cojones (batiendo la nata , como digo yo) mientras lo miro de vez en cuando a los ojos desde abajo, entre sus piernas con cara de placer, comunicándole todo el vicio que hay en mí en ese momento, no pudimos más y nos corrimos. Primero yo, que me masturbo mientras se la chupo y él sigue tocándome el culito y masturbándome suavemente el anillito con dos dedos. Luego él que me dice que me quiere tirar toda su leche en la cara y en los labios y yo se lo permito. Empiezo a subir y bajar con mis labios apretándole más a prisa su pollón mientras con la mano izquierda le acaricio la barte baja del absomen y el pubis, para subir al pecho y hasta el nacimeinto del cuello. Cojo un buen ritmo y una buena velocidad y empiezo agemir con su polla dentro de mi boca. Él se tensa, estira las piernas lo que puede y da un gruñido ronco, profundo mientras me echa los primeros trallazos dentro d ela boca y luego la saca para echármela en la cara y en los labios, mientras yo saco la lengua y le rozo con la puntita su glande en los últimoes extertores de su super corrida. No puedo creer lo espesa que es su lefa!!! Como me gusta, Dios!! Lo flipante es que él empieza a besarme y a decirme que soy maravilloso que me quiere follar, pero a esas horas y despues de tanta energía y tanto tiempo como he puesto en darle "la mejor mamada de su vida" (palabras textuales suyas), considero que debo volver a casa si no quieor que mis padres pongan una denuncia por secuestro en comisaría. Además, después de todo ese tiempo, lo mismo el compañero había montado ya él solo el cartel de las rebajas y tampoco era plan. ¿Nos volveríamos a ver para que me follara? Les gustaría saberlo? Pues si es así y además tienen algún comentario para mí (cuanto mas obscenos mejor, eh?! NO me ofendo!!) Pueden enviarme emails, fotos, peticiones de matrimonio y demás a mi dirección de email y estaré encantado de contestarles!! Me encanta la correspondencia erótica!! Además, quién sabe en qué puede terminar todo, no? Bueno, sean buenos y escríbanme! Mientras tanto, un besito muy cálido donde más les guste de parte de golosillo_2003@hotmail.com