Aquella noche...
Lo que parecía una noche como cualquier otra, resultó un desmadre en mi casa...
Todo empezó cuando por problemas familiares tube que dejar la universidad, mis padres se divorciaban y yo no pasaba por uno de mis mejores momentos, sin duda es un palo que con casi 19 años mis padres me dieran esa noticia, sin embargo ahi me encontraba yo, en esa casa que me crié, la cual no había visitado en meses, nunca e sido una chica que caracterizara por tener un gran cuerpo,en fin no se, normalita. Mido casi uno 1,70, peso sobre unos 60 kilos, pelo rizado teñido de castaño cobrico y ojos marrones. Una chica del monton, tez demasiado blanca a pesar de las horas de sol que recibía al cabo del dia por vivir en la costa.
Tras decidir que la mejor idea sería irme a vivir con mi padre y mi hermano mayor, debido a que con mi madre las cosas estaban mal todo cambio, la ausencia de mi padre tras sus largos viajes de empresa y sus horas extras en su oficina hacía que mi hermano Adrian y yo pasaramos demasiado tiempo solos en casa,hasta este momento nunca me había fijado en el gran fisico de mi hermano, sin duda una tarde con una amiga en el jardín me di cuenta, era un chico guapo, fuerte y alto de 22 años, tez morena ojos color azul profundos y con un apice de picardía y pasión que desde esa vez me hacian estremecerme como ningun chico había conseguido antes.
Y una noche más la pasabamos solos los dos, no quería salir ya que el plan no me llamaba demasiado la atención por lo que decidí quedarme en casa, sentada en el salón en pijama viendo la teke, cuando lo vi listo para marcharse por ahí a cenar con sus amigos, perfectamente arreglado, con esa camiseta que hacia que se marcara su estructural pecho y sus brazos y ese embriagador aroma de su perfume hicieron que dejara de verlo ya como mi hermano y mas como un hombre al que avalanzarme y hacer mio.
-¿No vas a salir?- preguntó levantando su ceja derecha
-No, el plan no es muy interesante, a demás, estoy cansada, haré algo para cenar veré la tele y me acostare temprano- respondí
Vi como sacaba su teléfono móvil del bolsillo y realizaba una llamada de cancelaba su noche y su cena a lo que dijo que iba a cambiarse por que prefería quedarse con migo, que no tenía ganas de salir y que así pasabamos mas tiempo juntos. Subió a cambiarse a su habitación mientras yocomenzaba a preparar un poco de ensalada para la cena y freia unos filetes con patatas, como a los 10 minutos bajó de su cuarto y puso la mesa para ayudarme con la cena,con tal mala suerta, o quizas tan buena su cuerpo y el mio se rozaron aprisionandome contra la encimera mientras el se alzaba para cojer un par de vasos, y no lo podia creer, no era yo la unica que reaccionaba a esa situación,su polla se endureció con ese roce, sali de la cocina ruborizada y me encerre en el cuarto de baño, intantando recuperar la normalidad, la compostura y sobre todo la cordura mojé mi rostro con agua y salí hacia el salón donde el ya había colocado los platos para ver la tele mientras cenábamos.
La cena transcurrió con normalidad, me levanté para recojer mis platos y note la vista fija de mi hermano en mi trasero y en mis piernas conforme me alejaba hacia la cocina, mi sangre se había quedado helada y eran imaginaciones mias, o mi hermano comenzaba a dejarme de ver como esa niñita que en todo se metía y me veía como una mujer, en ese momento no sabía que hacer si salir corriendo de ahí o sentarme con el y aparentar normalidad por lo que para que no resultara extraño decidí hacer lo segundo.
Me tumbé en el sofa colocando mis piernas sobre las suyas, como hacía unos años atrás, sin embargo el comenzó a acariciarme los tobillos y las pantorrillas hasta llegar a mis muslos y yo hacía como que no daba cuenta de nada, ya que no se que pasaba en mi pero sabía que no podia perder esta oportunidad, me sente a horcajadas encima de el y comence a besarle como si no existiera un mañana, nuestras lenguas se enrredaban, sus manos subian y bajaban por mis muslos hasta mis gluteos apretandolos con suavidad pero ala vez salvajemente, se deshizo de mi camiseta y yo hice lo propio con la suya y entonces quito tambien mi sujetador y comenzo a mordisquearme los pezones, yo no podia mas estaba en el summun mientras el no dejaba de crecer y pasaba su lengua por mis aureolas, estabamos fuera de si y ya sin poder mas le susurre en el odio hazme tuya, olidalo todo y follame, me levanto en volantas me llebo hacia su cuarto y me tumbó en la cama, se libró de mis shorts y de mi culotte, y quitandose sus pantalones de chandal cojiió un condon de uno de sus cajones se lo colocó y me penetró como nunca nadie lo había hecho, nuestros gemidos se oidan por toda la casa, mis labios se aferraban a su cuello y mis uñas a su espalda y no me importaba que en ese momento fuera mi hermano quien me estaba dando tal cantidad de placer en un movimiento tan rapido pero a la vez tan profundo, como si no volviera a amanecer nunca mas, como si fueramos las dos ultimas personas de la tierra.
Y entonces acabó todo, despues de esos largos minutos que parecieron un suspiro, con ese ambiente húmedo y pegajoso que dejaron nuestros cuerpos, caimos rendidos y dormimos placidamente, abrazados como una parejanormal, sin importarnos la genética.
Desperté a la mañana siguiente creyendo que aquello había sido un sueño, sin embargo me encontré en su cama con sus sábanas revueltas´me levante de la cama embuelta en ellas me metí en la ducha, me peine me vestí y baje a la cocina, y ahí estaba el, en la cocina, preparando el desayuno, sonrrió, me miró de arriba a bajo y me besó en la mejilla.
-Buenos días princesa :)