Aquel verano follador de Violeta .(8) Final.
Todo se acaba..., pero algo me dice que... puede que conozcamos a este nuevo miembro dentro de nada . Tiempo al tiempo.
Despertó atontado, sin entender como el sabor de Violeta seguía impregnando cada palmo de su piel, se llevo la mano a la cara recordando el día anterior, no...., no había sido un sueño. Su nieta mayor estaba de vuelta, para quedarse a parir a su hijo.
Volvería a ser padre..., del hijo de su nieta, eso lo convertía en..?-- aquello acababa con el entendimiento de cualquiera, pensó estirando el brazo y palpando el hueco desierto a su lado.
Violeta no estaba, quizás dándose una ducha o almorzando algo en la cocina. Olisqueo el aroma afrodisíaco de café recién hecho, el estomago gruñía pidiéndole combustible. Se desperezo paseando desnudo hacia la ducha , sumergiría a su polla en agua helada, esa mañana ella si había evocado las atenciones de Violeta.
Peino su desordenada melena gris, mientras los boxers subían por sus caderas y ceñían su rebelde erección mañanera rebusco en su armario un par de pantalones anchos capaces de disimular sus frustadas erecciones , los de pana negra servirían... se convenció calzándose la camiseta y la camisa de franela a cuadros.
Soltó el ultimo botón del cuello, no era cuestión de parecer un garrulo..., enrojeció como un colegial al mirarse en el espejo.
Ladeo la cabeza sin creérselo, a su edad...
Llego silbando una cancioncilla de cuarenta años atrás entrando en tromba en la cocina, su estomago gruñía de manera alarmante al percibir el olor a fritanga flotando sobre su cocina. – Eso son churros? – En Martes..., ?se acerco hacia una Violeta vestida unicamente con su camisa de franela.
- Los vi congelados en tu súper nevera...., no te importara...?, es que me muero por comerme una torre con un chocolate espeso y empalagoso.
- Siéntate anda, al final te quemaras si andas así por ahí..., deja al abuelo...-- Pues si..., refunfuño tomando la espumadera y sacando una rosca de dorados churros.-- deja que escurra, mientras te apaño un chocolate ...-- se arrastro sobre la alacena y saco la lata de chocolate-- Me alegra ver que has recuperado el apetito, tu padre llego a contarme … en fin, – se aturullo
- Nieva por aquí?-- cambio radicalmente de conversación Violeta-- Seguramente lo hará para Navidad, no? – mastico su cuarto churro sin dejar de mirarlo.
- Tanto que a veces la nieve llega hasta aquí...-- bromeo levantando la mano sobre su cabeza.-- pero no te asustes, las quitanieves pasan muy a menudo...., no nos solemos quedar aislados...! – termino depositando la taza en la pila.-- una vez que la ventisca comienza raramente para hasta 4 o 5 días despues.
Violeta termino su octavo churro , apoyándose sobre la silla, estaba repleta, su hambre parcialmente mitigada y satisfecha, se daría una ducha..., descartada estaba el baño..., al menos despues de ver como el abuelo salia al exterior de la casa con varias capas de ropa encima.
Paso la mañana holgazaneando, primero en la ducha, despues arrastrando su maleta al interior del cuarto del abuelo y disponiendo sus ropas en el hueco de la abuela, aun flotaba el aroma a vainilla de los saquitos de ropa . Después de aquello, tenia toda la mañana para ella, descartado estaba estudiar, la piscina cubierta con lona azul parecía un lejano recuerdo de noches de increíble sexo salvaje.
Algo encontraría...
Después de tres semanas la lluvia del otoño se transformo en nieve, copos pequeños, grandes , mullidos , fueron dejando un paisaje blanco en unas Navidades distintas, solo ella el abuelo y las largas noches de sexo apasionado.
Lo necesitaba despues de cada deprimente visita de su madre, las noticias traídas con ellas le resultaban lejanas como de otro mundo y le provocaba una nostalgia dolorosa. Nunca antes había estado fuera de su hogar en las fiestas navideñas.
Tras despedirse de ella en el hall, con la promesa de no abrir el regalo de navidad depositado bajo el abeto gigante , escondió el resplandeciente paquete envuelto , paseo extendiendo sus manos al confortable fuego de la chimenea, de fondo el televisor emitía una de las infumables galas navideñas de las que Eladio parecía no despegarse, sonrió escuchándolo tararear un archiconocido villancico, avanzando con cuidado termino sentada junto a el inclinando la cabeza con la suya y tarareando al compás de la melodía, de pronto un certero movimiento en su interior la enmudeció.
- Abuelo el niño se mueve..., mira...-- tomo su mano y la deposito sobre su abultada barriga-- Lo notas...,-- murmuro extasiada. – Tu crees que se parecerá a ti?, se que no debo encariñarme … pero...!
- Uaaauuuu, si..., menuda patada..., siiii... vaya , vayaaa.... – admiro la huella de un pequeño pie bajo su palma-- Violeta hija, este pequeño milagro sera una bendición allí donde sea criado, aunque creo que o no le gustan los villancicos, o quiere que dejemos de berrear...-- soltó divertido acomodando a Violeta sobre sus rodillas.
- Dejaremos de cantar, eh...chiquitín?-- atrapo el mando y enmudeció el audio del televisor-- la acomodo al igual que cada ultima noche desde su llegada-- No podre quedármelo , mama es tajante en eso , pero es que … es nuestro-- enlazo las manos sobre la tripa redondeada.-- Ojala supiera que va a estar bien!.
- Lo estará... te lo aseguro-- asevero Eladio bajando el escote del flexible cuello de pico , dejo al descubierto esos grandes melones para su hambrienta boca-- era el momento mutuo de relajación-- allí cuando con parsimonia mamaba de cada sensible ubre provocando las primeras gotas de leche. --- los murmullos y el crepitar animaban a tomarse hasta 1 hora entera al primoroso ordeño.
Eladio continuo estimulando esas ubres al igual que cada noche, sin pretenderlo la costumbre había conseguido hacer manar sabrosa leche cinco semanas despues de la primera vez , y él, sabio entre los sabios se beneficiaba de un delicioso resopon de rica leche materna. Con ese delicado sabor en la boca, la ayudaba a bajarse de su regazo estaban a punto para joder animadamente - -Solía dejarla subir primero, apagando los últimos rescoldos fuego, comprobando cierres de puertas y ventas, a pesar de no sobrepasar las 7 de la tarde, recorría el camino hacia su dormitorio con el ansia del que se sabe esperado.
Entraba a su habitación dispuesto a imponer su voluntad, dormir y descansar, pero a quien quería engañar? , Violeta lo esperaba desnuda en el centro de su cama, su creciente embarazo como descarado estimulo para endurecer su tranca hasta convertirla en mármol puro.
De espaldas a ella se despojaba de cada prenda con cuidado, cada crujido un canto de sirena atrayendolo a naufragar entre sus muslos, solía mostrase así descarada despues de cada visita materna. Esta nuera suya no sabia como tratarla!, pero él, él si lo sabia.
Con la verga vigorosamente tiesa sobre su estomago subía a la cama gateando hasta posar su cara sobre la blanca piel del interior de esos muslos sedosos, lamia y besaba con suma delicadeza acercándose hasta el centro del oloroso vello humedecido, allí ansioso abría la boca recogiendo los jugos en su lengua, chupando y sorbiendo , con el brazo protector acunando el glorioso vientre hinchado , fustigaba el tieso clítoris hasta escucharla jadear, suficiente para escarbar decidió entre los pliegues y llevarse una pegajosa corrida.
Húmeda , hinchada y satisfecha reptaba con decisión hasta quedar a su espalda, encajada su espalda a la de ella besando la sensual piel del cuello , sus caderas moviéndose mientras frotaba su dolorida tranca sobre ese jugoso coñito , con rapidez los gemidos impacientes de Violeta lo obligaban a empujar al interior de tan encantadora vagina hasta empezar el primer vaivén de la larga noche, golpeando sonoramente ese pequeño útero sosteniendo bajo su mano a su futuro hijo, prodigándole la primera corrida de muchas.
Era despues de la cuarta, cuando sudorosos y cansados conciliaban el sueño, cada noche, cada mañana y cada vez que su nieta posaba su mano lánguidamente sobre su entrepierna, el estado de se insubordinada polla revelaba un polvo en toda regla.
El apuro monumental le hizo avergonzarse al tener que arrastrarla al interior de uno de los lavabos de la residencia de su esposa, follandola brutalmente hasta dos veces seguidas. No lograba controlarse cuando posaba su manita sobre su ansiosa polla.
Esa mañana en concreto, despues de una agotadora noche la habia dejado dormida y marchaba al volante de su automóvil, trazo la curva hacia el pueblo con algo de dificultad, la nieve crujía bajo las cadenas de sus neumáticos . El inicial plan urdido al segundo día de la vuelta de Violeta comenzaba a tomar forma. José Maria su buen amigo y abogado esperaba junto a la fuente tal como pactaron por teléfono unos días antes. Su viejo camarada lo esperaba cambiando el peso de un pie sobre otro , al verlo aparecer subió al interior del automóvil con igual celeridad.
Se saludaron efusivamente, conversando de cosas sin importancia justo hasta aparcar junto a su desangelado despacho.
- Feliz Navidad..., – estrecho la mano de su viejo camarada-- Que tal el chico ? – pregunto cortésmente por su único hijo , Adrián.
- Igual de calzonazos que siempre..., agilipollado con esa mujer suya... le pone los cuernos con otro , la preña y encima el manso de mi hijo la perdona... Tu te crees!-- Al menos la cría ha salido preciosa!
- Estos hijos !-- negó con la cabeza Eladio deteniendo el automóvil y tomando la fotografía de la cartera de su amigo--
Si que es bonita... admiro divertido la deformada cara rojiza. * Valeria... se llama como la heroína de uno de esos culebrones – Cosa de ella... te lo puedo asegurar, suspiro negando con la cabeza-- Mi hijo esta total y enteramente enamorado de la chiquilla-- Así que si a él no le duelen los cuernos...-- se encogió de hombros. * José maría...! – regaño sin demasiada convicción.-- sera mejor que entremos antes de congelarnos...-- se animo saliendo al exterior Eladio.
Ya en el interior.
- El papeleo esta en marcha, léelo si lo prefieres! – murmuro sentándose detrás de su mesa. – faltan las firmas de la futura madre.... , los tutores legales... , lo habitual vamos...,! – Este otro es el de la adopción a cargo de doña Mercedes de la Sal y Don Melchor Ponientes – como especificaste...--- Se detuvo dubitativo .
- Perfecto...-- asintió guardando los documentos en el sobre manila – Me los llevare para que los firmen , Mercedes esta muy ilusionada-- rememoro las lagrimas de agradecimiento ante la posibilidad de una rápida adopción.
- Si bueno, espero que la futura madre no sufra un arrepentimiento a ultima hora-- murmuro despidiéndose.
En el interior de su automóvil de vuelta a su hogar, cavilo la idea concebida en las largas noches de otoño. La antigua enfermera de su esposa y el conductor de la ambulancia finalmente se habían casado, ambos trabajaban en el hospital , tenían sueldos seguros y lo mas importante un hogar a solo 5 minutos del suyo, los candidatos perfectos si querían formar una familia.
El tanteo de Mercedes le evidencio sus sospechas, deseaba ser madre, pero a sus 46 era prácticamente imposible concebir sin ayuda externa, la adopción era sumamente difícil.... pero..., ahí era donde él entro en acción.
Si quería tener a su futuro hijo cerca, debía actuar con tacto..., la alegría de Mercedes al conocer la desesperación de esa joven embarazada fue suficiente para acertar en su elección.
Firmarían , lo tenían absolutamente claro.
Arreglar los papeles no resultaba fácil, aun teniendo a José Maria como principal valedor debía convencer al terco de su hijo y a la esposa de este.
De ahí la visita al día siguiente, apretó el volante con decisión deteniéndose en el cobertizo, vendiendo tres de las motocicletas del cobertizo cubriría un pequeño fondo para el pequeño, el resto seria la herencia del resto de sus hijos. Si no hubiera sido por el vídeo, aquel que apareció escondido en el interior de la cómoda donde Violeta había pasado el verano, las cosas hubieran tomado otro cariz.
El teléfono no llego a sonar ni tres veces, la apurada voz de su hijo Paco le hablo a Eladio de un estado de animo algo alterado.
Tranquilizo a su hijo e invitando a todos a una nochevieja en la que hablarían del futuro de Violeta. A su hijo no le quedaba otra aceptando la cena y el fin de semana.
De nuevo con toda la familia a cuestas, se dirigieron al hogar de Eladio sin demasiadas convicciones de resolver todo el embrollo relacionado con el futuro de la hija mayor.
Violeta poso la mano sobre la desbordante barriga de cinco meses, la clara preñez rebosaba en ella, convirtiéndola en un amasijo de hormonas descontroladas . Tan pronto lloraba sin saber porque, como sentada al lado del abuelo abría su bragueta y se lanzaba a darle una mamada profunda, una de aquellas que acaba con el rico sabor a semen bajando garganta abajo.
Le debía tanto al abuelo, se preocupaba por ella, lo hacia al llevarla a pasear junto a la ribera helada, o preparándoles unos manjares dignos del mas exquisito comensal, ni que decir de la manera admirable de joderla todos los días.
Gracias a todo el esperma insuflado a su útero, la incomodidad de las visitas al tocólogo ya no eran tantas, apenas le molestaba la avinagrada cara de su madre regañándola por la ilimitada manera de zampar y el poco ejercicio físico que la convertiría en una bomba de relojería.
No podía saber, cuan admirables esfuerzos realizaban follando en todos los rincones de la casa, no se lo contaría a mama..., – no le iría a decir.-- Mira mama, no te canses... – Jodo con el abuelo, y te aseguro que gastamos tanta energía que puedes marcharte tranquila-- Aquello no saldría de sus labios.
Entre polvo y polvo, saciados conversaban hasta altas horas. Y fue allí donde fue consciente de los apaños del abuelo con un viejo camarada del exilio, el tal José Maria se encargaría de tramitar la adopción , había firmado los papeles unas noches antes consciente de las profundas conversaciones con el abuelo.
Era lo mejor..., era lo mejor... se repetía continuamente acariciándose la hinchada barriga.
Sus padres conocerían la noticia al día siguiente el 31 de diciembre y serian ellos quien sellarían la adopción rubricando los últimos documentos.
Una lagrima bajo de sus ojos incontenible, le siguió otra y despues acabo por transformarse en una cascada.
Eladio noto las sacudidas sobre sus rodillas y el inconfundible rastro húmedo sobre la pechera de su camisa de franela, su nieta lloraba ante la magnitud de lo que había de venir, la estrecho con ternura besando la orejita y levantando suavemente el mentón, despacio seco el reguero de lagrimas con la yema de los dedos, apurando un leve toque a la boca hasta unir su boca a los secos labios, humedeció la boca provocando una serie de suspiros mas acordes, la lengua de esta animada por la suya poco tardo en profundizar la comida de bocas.
Respirando con dificultad, recorrió la suave tela del terciopelo del vestido de premamá decidido a ponerla sobre su regazo y follársela de una nueva manera.
Violeta percibió las manos del abuelo recorriendo las rodillas y dando bajo la capa de terciopelo con las horrorosas braga faja, despegando su boca con un encantador ruido de succión y los labios claramente hinchados, lo miro a los ojos moviéndose por encima de él a horcajadas. La panza no le daba facilidades, aun así , soltó el corchete tras el cuello dejando que las habilidosas manos del abuelo descendieran la cremallera hasta la cintura.
Los melones en los que se habían convertido sus tetas asomaron derramándose por encima del tejido de los ortopédicos sostenes, el bufido apreciativo de Eladio la animaron a menearse contoneándose sobre la empalmada tranca bajo ella, se aferro a los tirantes elásticos, propinando una serie de magreos rápidos contorsionándose para soltar el corchete de los sostenes liberando las tetas a un palmo de sus narices.
Le encantaba restregárselas por la cara, su boca entonces ya enganchada a ellas lograba humedecerle las bragas mientras las manos de este se apuraban por levantarle la falda del vestido y agarrarle el culo con decisión.
Magreando y pellizcaba los cachetes colando las manos bajo la tela de la braga, suficiente para separar sus bocas con pena.
El bebe de ambos encajado entre ambos al alzarse por encima del regazo y pelear con la abotonadura del pantalón del Abuelo, las prisas y la impaciencia llevaban a Eladio al limite cuando la cremallera despejaba el camino a su polla de salir disparada como un muelle, tiesa , húmeda y bien dispuesta.
Colaboraba en destapar a un lado la horrorosa faja y disponer tan jugosa vagina al calor de una tranca de lo mas dispuesta, sosteniendo amorosamente las caderas, era Violeta la que bajaba admirablemente la prieta y tierna vagina por el tronco de su polla encajándose hasta quedar empalada y repleta de carne.
Violeta olvidaba todo cuando notaba las palpitaciones dilatando las paredes vaginales, tan grande y tan duro..., estaba encendida, cachonda y muy , muy desatada. Babeaba al darse cuenta de las manos del abuelo colaborando a lanzarse a cabalgar subiéndola y haciéndola caer entre gemidos, la gravedad pronto se apoderaba de sus caderas imprimiendo un sonoro entrechocar de carnes, brincando una y otra vez rebotaba sobre los gruesos cojones sin poder dejar de gemir con la boca totalmente abierta.
El gustazo se apoderaba de ella y ni cuenta se daba de los apretones de las manazas del abuelo sobre los saltarines cachetes de su culo, sujeta a su cuello montando la tremenda polla del abuelo, los gemidos de los dos mas parecidos a animales en celo, atrapados en medio de besos con lengua. Gemía deslizándose su cuerpo abajo botando hasta brincar y resbalar hacia arriba , machacando una y otra vez hasta envolverle en sus húmedas entrañas hincándose hasta descansar sobre los velludos cojones.
Las piernas comenzaban a anticipar el ligero temblor del orgasmo sacudiéndola en oleadas , no podía dejar de cabalgarlo ni un solo momento, los gemidos y gruñidos del abuelo no dejaban dudas, se correría de manera explosiva.
Por lo menos tendrían esa noche antes de la llegada de sus padres, los pobres se morirían si escucharan el sonido de succión de su vagina jodiendo al abuelo, o las evidentes gotas de leche materna salpicando su grisácea barba, una vez estimuladas sus tetas la traicionaban empapando todo a su paso, ya se tratara de camisas o como era el caso cuando saltaban arriba y abajo en las narices del abuelo.
- Meee corroooo, meeee corrooooo... – jadeaba un Eladio envistiendo con fuerza en el estrecho coñito-- Uuuuuuuuuhhhhffffffff.....-- bombeo con soberbia en empellones secos.
Violeta apretó la mandíbula al reconocer las señales, el tibio calor emanaba en el interior de sus fértil útero brotando como una riada incontrolable, volcando cada chorro de semen caliente en su vagina como un ultimo regalo de navidad. Amodorrados,a medio desvestir Eladio echaba un vistazo a su agotada nieta, nada de lagrimas... solo el cansancio de una pareja despues de follar ricamente. Aun estando pegajosamente unidos, reposaban al calor del fuego, cerrando cierres, cremalleras , tapando trozos de piel visible , la acunaba con ternura meciéndola con una nana tarareada al oído.
Eladio saludo efusivamente a su hijo haciéndolo entrar al interior del despacho de la planta baja, sus palabras largamente estudiadas fueron abriendo los ojos a un Paco claramente derrotado, su mano no se había despegado de su esposa durante toda la conversación sobre la adopción.
Los minutos fueron convirtiéndose en horas, las voces fluctuaban en el interior del despacho, Violeta las escuchaba desde el comedor donde jugaba a las casitas con Aura y Rebeca.
La pequeña Eva se agitaba en su sillita , sembrando todo a su alrededor de papilla, su toma de leche la volvía en una tirana.
- Es una tragona, quiere mas... ! Y Si no le das algo mas los berridos se escucharan en el pueblo-- murmuro un Alberto en tono distraído--
- Que le doy?-- se angustio Violeta observando la enrojecida cara de la llorosa bebe-- A lo mejor si la acuno...-- la tomo en brazos cantando inútilmente.
Los berridos congestionaban la cara distorsionada de la enfurecida bebe, a lo mejor... sentándose en una silla de la cocina sin pararse a pensar se subió el jersey ancho soltando una hinchadisima ubre delante de la congestionada cara, la boca de inmediato prendió el pezón succionando ansiosa, amarrándose a la teta ante una tranquilizada Violeta.
El sonido de sorpresa de Alberto competía con los desorbitados ojos al entrar por sorpresa y ver el espectáculo, su alucinada cara no perdía detalle de la magnifica visión de los magníficos melones de su aburrida hermana.
Sin duda aquel desconcertante plano lo trastoco terriblemente, empezando a izar los lomos de su rabo en el interior de sus jeans gastados, si se movía lo escucharía detrás de ella embobado, y vería la tremenda tienda de campaña creciendo descaradamente , peor aun …. si sus padres lo pillarían agilipollado con la mano sobando el pantalón, la erección descollando por encima de la cintura de sus pantalones.
Sudando a chorros Alberto volvió sobre sus pasos, rezando para no ser visto por nadie, no lo habían visto --- solto el aire acumulado de los pulmones. – cerro la puerta en el excusado de la planta baja, si... definitivamente dejaría de meterse con ella, se pajeo con las enloquecedoras tetas de su hermana en mente.
Los tres salieron del despacho con distintos rostros, aliviados al saber la facilidad con la que violeta había firmado la cesión del Bebe, lo suyo era una formalidad mas, pero finalmente sellaron el destino del pequeño.
Después en el silencio de una nochevieja algo inusual , brindaron y despidieron el año con diferentes emociones, todos en silenciosa procesión se retiraron al interior de sus habitaciones.
El primer día del año trajo un desayuno de proporciones monumentales, distendiendo la tensa atmósfera sus hermanos preguntaron y riendo sobre un millón de tonterías relacionadas con el caserón. Visitaron a la abuela y regresaron al mediodía despues de comer en el mesón .
Al final de ese segundo día los niños no protestaron al ser enviados a sus habitaciones al tocar las 9, el fin de semana terminaría y acabaría con su visita al abuelo.
Violeta y Eladio se despidieron desde la puerta sonriendo con diversión, finalmente volvían a estar solos, al menos hasta la llegada del pequeño, y aprovecharían hasta el ultimo instante para hacer inolvidable esos últimos meses.
Los documentos al alcance de sus ojos llevaban las firmas de su padre y de su madre, no cabía duda … pensó en Mayo una embarazadisima Violeta, devolvió los papeles al interior del sobre suspirando al recorrer el trecho hacia el dormitorio de la planta baja, sus tobillos doloridos agradecieron el descanso al sentarse encima de la cama donde el abuelo acomodaba las fragantes sabanas blancas.
Faltaba una semana, dos o puede que tres, la impaciencia la reconcomía haciendo y deshaciendo la maleta de la clínica, estaba de los nervios , histérica...., el bebe era sumamente grande..., la circunferencia de su estomago era digna de albergar un luchador de sumo.
Volvió a levantar los ojos hacia donde el Abuelo alisaba la colcha de entre tiempo.
- Abuelo... y si … algo sale mal... es muy grande...-- Si se queda sin respiración...-- ohhh... si su corazón deja de latir...,-- se angustio preguntando.
- Quítate esas cosas de la cabeza!--levanto la cara y rodeo la cama para llegar junto a ella-- La doctora te ha dicho que es un niño grande..., – suspiro sentándose junto a ella y posando la palma de su mano amorosamente.-- Cientos de mujeres en el mundo paren continuamente..., verdad?
- Tienes razón... pero...-- casi hablo si no hubiera sido por el dedo del abuelo.
- Shhhhh..., shhhhh... deja de utilizar esto-- apunto a la cabeza ,-- deja que el abuelo obre su magia y te relaje...-- anda estírate sobre la cama y abre bien las rodillas ...-- murmuro con paciencia.
Violeta subió el vestido hasta la cintura , impaciente por sentir la lengua de Eladio obrando su tranquilizadora comida de coño, Sin darle mas tiempo la cara del abuelo se coloco entre sus muslos abiertos, insuflando un leve respiración sobre la horrible faja , las habilidosas manos de este poco tardaron en correr la engorrosa tela y dejar al aire la perfecta vulva brillante.
- Uhhmmm un olor sabroso de verdad, .. susurro estirando la faja a un lado olisqueando y enganchando su boca al tierno coñito.-- aprecio como las largas respiraciones llenaban los pulmones de su nieta.
El reconocido jadeo de Violeta dio alas a un Eladio complacido para repasar la lengua hurgando con precisión, los temblores y suspiros volvieron a sonar encima suyo, los caldos de esta bañaban su boca al empezar a meterla y sacarla con lentitud , repitió cada uno de los movimientos comiéndole el coño sin dejar un solo rincón . Su preñadisima nieta estaba mas allá de los limites del tercer orgasmo sepultada su cara en la golosina en la que había convertido su sensitivo coño.
Los espasmos y pulsaciones soltando el flujo salado y sabroso se volcaron sobre la boca de Eladio según su lengua se hundía mas y mas dentro, absorbiendo insaciable la delicada esencia de Violeta.
Tras ese cuarto orgasmo las preocupaciones habían volado a un rincón olvidado en su cabeza , el objetivo logrado por un sudoroso Eladio acomodado a su espalda con el firme propósito de una follada en seco.
Moverse solo lo justo para restregarse sobre la vulva pringosa , nada de penetración... – encajaba las mandíbulas machacando su rabo con parsimonia, una rápida corrida lo aliviaría del incomodo dolor de testículos.
- No pares... por favor..., siguee asii..oohhh siii..., que duraa..., si..., espera...--se removió delante para acomodar la punta del nabo junto al portal pegajoso.
- Estas muy tierna Violetaaa.. no podemos...-- gruñía Eladio evitando el atrayente calor coñil-- Diooosss noooo...
- Es buenooo para el canal del parto..., ya oíste a la tocóloga..., así que..., follame abuelooo...-- retrocedió sus caderas con exquisita tranquilidad. – Lléname de lechee...ooohhhggg...--
El glande granate del largo rabo se ensarto regado con la mucosa corrida anterior, perforando se hincó en el estrecho pasaje, la esponjosas paredes lo acogieron amorosamente soltando mas jugos, la grandiosa tranca descansaba ensartada en toda su anchura.
Eladio sostuvo el vientre con su nuevo hijo ,afianzando la posición , sudando al sentirse cada rugoso pliegue acomodándose al tamaño con el que su polla fue tragada palmo a palmo, Violeta nunca dejaba de satisfacerlo... de que manera esa rajita aterciopelada le estrujaba la verga produciendole un sordo placer desbordante. Era ella la que separando algo sus piernas lo apremiaba a joderla ofreciéndole su boca.
Aquello podía con él, uniendo sus bocas , acallaba los gemidos propinando el primer pollazo al compás de su lengua, mientras las envestidas insistentes de su polla machacaba un cadencia enloquecedora de ruiditos caldosos con los que los cachetes de este columpiaban golpeando sus congestionados testículos.
Violeta jadeaba disfrutando, la boca entreabierta, los ojos vidriosos, nada podía compararse con la polla del abuelo jodiendo la de todas las maneras, se mordió el labio aguantando el rugido de sus pulmones ante la explosión cálida bombeada profundamente en sus entrañas, las lagrimas se agolparon en sus ojos ante la magnifica succión con la que acogió la semilla del anciano en su interior, parecía que la polla se fundía alrededor de toda la glutinosa ofrenda, incapaz de abandonarla, pero.... todo se acaba y finalmente el venoso tronco asomaba resplandeciente sobre su muslo brotando pequeñas gotas lechosas.
Acurrucados en un firme abrazo dormitaron como todas las noches, salvo...
3:34 de la madrugada
Arrastro los pies hasta el borde de la cama, saliendo desnuda del interior del lecho, el incontrolable deseo de ir al baño la despertaba a horas extrañisimas, con cuidado entro el baño orinando a oscuras, los ojos cerrados escuchaban el certero rio de orín golpeando la taza.
Dormida o no su cuerpo despertaba ante las acuciantes necesidades corporales, sentía la tripa pesada , tirante algo incomoda volvió sobre sus pasos dispuesta a descansar unas horas mas cuando algo pegajoso empezó a bajarle por la pierna.
No se trataba de esperma, ni orín... o puede que si..., un ligero pánico se apodero de ella al ver acumularse un charquito acuoso bajo sus pies, sin darse cuenta su boca empezó a gritar asustada obligando al abuelo a prender la luz y descubrirla aterrorizada con los ojos desorbitados.
- Creo que... he roto aguas... ha empezado...-- tartamudeo sin moverse.
Eladio se calzo una vieja camiseta , los pantalones del chándal apresurándose a tomar el camisón de rositas colocándoselo a todas prisas sobre su cabeza, peleando consiguió enfundarle una bragas ensanchadas y tenderle las alpargatas. Tomo la bolsa con todas las cosas del parto y salio con ella hacia la puerta principal. Mientras veía a Violeta doblarse de dolor ante la primera contracción apresuro sus temblorosos dedos al botón de marcación rápida del teléfono.
La rápida conversación con Paco duro apenas 5 minutos , la siguiente avisando al centro medico donde su nieta pariría consiguió acelerar su corazón casi al borde de la taquicardia.
Marchaban en el automóvil rodeando la espesa niebla cuando la segunda contracción desdibujo los rasgos de Violeta, el crio nacería antes de la llegada de sus padres, pensó avanzando con cuidado por la rampa de acceso al recinto medico.
Abrió la puerta a toda prisa , saliendo del interior pinchado por los nervios, la angustia y un acuciante temor de ser él quien presenciara el parto. Relleno el papeleo pendiente del incesante paso de las manecillas del reloj, no llegaban.
- Va entrar con ella...?-- pregunto la enfermera de guardia-- no tiene a nadie mas..., verdad.?-- le tendió la bata verde.
- Si – susurro tomando el paquete de las manos y entrando tembloroso al paritorio... , no era demasiado pronto? – consulto a la veterana comadrona.--
- Contracciones cada 9 minutos, dilatación de 3 cm ...-- anuncio sonriendole-- se acerca el momento...!
Apretó la mano de una sudorosa y enrojecida Violeta, aquel lugar producía un razonable pánico escénico, el parto se aceleraba a marchas forzadas sin espera. Pronto los gruñidos dolorosos de su nieta se tornaron mas seguidos, las contracciones se acortaban cada 3 minutos, luego cada minuto , hasta finalmente el sonido de la mujer ordenando empujar obligo a sostener con fuerza la mano de su nieta mayor.
La partera había dejado el lugar entre sus piernas a una doctora , prácticamente no pasaron apenas unos instantes hasta que la voz anunciara la visión de la cabeza del bebe . Entre gruñidos , ordenes y empujones la cabeza del pequeño asomo entre las piernas de esta, sujeta por las manos de la doctora recupero el aliento trabado, en un leve descanso para facilitar la salida del bebe cortaron la piel conduciendo primero un hombro , luego otro hasta finalmente salir expulsado resbaladizo y lustroso.
La partera sin mediar palabra tomo la iniciativa depositandolo encima de la barriga de una agotada Violeta, las lagrimas bañaban la cara estupefacta de Eladio al ver los pequeños aspavientos del primer lloro potente de los pequeños pulmones.
- Es un niño... ?-- pregunta Violeta agotada-- Esta bien..., lo tiene todo bien...-- se apuro tomando las manitas y contando cada uno de los dedos.
- Todo perfecto..., pero ahora me llevo a este grandullón , – se lo quitaron de encima de la tripa con rapidez.
Eladio se seco las traicioneras lagrimas con celeridad, el pequeño gracias a dios se parecía a todos los bebes, ningún rasgo lo distinguía como hijo suyo, Noooo????
- Madre de dios... menudo pene cargas chiquitín... , algún día harás muy feliz a alguien..., rio divertida -- 4, 725 gr.-- escucho con claridad la voz de la auxiliar.
Fuera del paritorio , observo al pequeño desaparecer dentro de su pequeña cuna, momento en el que desplomándose sobre la silla de la sala de espera fue consciente de la herencia legada a otro varón de su estirpe.
Este crecería alejado de toda tentación, se preocupo marchando hacia los teléfonos públicos y comunicando la buena nueva a los nuevos padres adoptivos.
Cerca pero lejos, ese seria el destino del pequeño Mateo.
Pero con hembras como Violeta... suspiro viéndola alejarse en la camilla, nunca se sabia, nunca...!
Fin.