Aquel verano follador de Violeta. (2)
Agosto el mes donde el calor desata las inhibiciones y Violeta desterrada en casa de los abuelos, sera el centro de un largo y tórrido mes.
Soltó el aire de sus pulmones despacio hasta relajarse disfrutando de la lengua de Pascual, desde luego había progresado mucho desde unos meses atrás, ahora en verdad le comía el coño con verdadera maestría, pese a percibir el abultamiento de su hijo sostenía su enorme manaza sobre su barriga posesivamente dejando a Violeta con el alucinante sonido de sus chupetones queriéndola devorar.
Su lengua en verdad devastadora , le regalo 2 larguísimos orgasmos dejándola resbaladiza ante el incansable mamador en el que se había convertido su futuro marido.
Se mordió el labio esta vez soltando un jadeo incontenible, sujetando su rizada cabeza apartándola de la locura de otra enloquecedora oleada manando dentro de su boca, necesitaba detenerlo, pero...... Mmmmmmm! Se retorció complacía por otra ruidosa lenguetada, iba a terminar muerta....!.
En un instante el peso de su cuerpo la aplasto contra el colchón con un gemido gutural. Deseaba su pollon clavándose y marcándola a fuego, lo deseaba como nunca antes deseara nada, estaba muy cachonda y pese a tener las hormonas revolucionadas le encanto saborear el gusto de su corrida de la boca a cada ansioso lenguetazo al que Pascual le comía la boca sin darle tregua.
Pese a seguir durmiendo en su antigua habitación en la que había sido su casa desde toda la vida , dejaría la casa de sus padres al día siguiente ; Su Boda...., susurro saboreándose mutuamente en el cuarto extrañamente vacío .
Todas sus cosas ya descansaban en su futuro hogar esperando a la ceremonia del día siguiente y el comienzo de una nueva vida. Únicamente el traje de novia colgado dentro de su gruesa funda permanecía como testigo de lo que sucedería unas horas mas tarde.
Estaba nerviosa no podía evitarlo, los acontecimientos se precipitaban hacia lo inevitable, marcharía de la mano de su padre hacia el altar rodeada de los suyos en una iglesia majestuosamente decorada , su vida cambiaría por completo, el bebe que crecía en sus entrañas lo cambiaría todo.
Lucho hasta conseguir despegar a su futuro marido de su boca, ambos resollaban sin respiración excitadisimos, la nariz de Pascual acaricio su mejilla resoplando con dificultad.
- Valeee, valeeee.... hasta manaña por la noche nada..., pero Violeta voy a reventar... si no descargo...., por favoooor...., nada de pecado... ya se lo he prometido al Padre Sabino...!--
Violeta se aguanto la sonrisa mordiéndose el carrillo, solo un breve vistazo por encima de su hombro le dio con la clave del misterio, allí era por donde se había colado el salteador cachondo, despertandola a lametazos con una deliciosa comida de coño y lo descubrió su cabeza rizada enterrada entre sus piernas .
La sorpresa había dado paso a una impresionante sensación de abandono al correrse sobre su boca, aun así, no había parado arrancándole un orgasmo hasta casi hacerla levitar de la cama.
Debían ser cerca de la 1 de la madrugada en aquel agosto interminable cuando se estiro sobre la cama y consiguió tumbarlo a su costado, aun a oscuras la luna llena se filtraba a través de las rendijas de las persianas, apurando su exploración se coloco sobre Pascual afianzándose sobre el monumental bulto de su calzoncillo dejando su melena suelta tapándola para juguetear con saña al besar la espesa mata de pelo en forma de flecha guiándose hasta la cinturilla del slip y perezosamente bajarlo .
El pollón de caballo salio disparada como un muelle provocandole un murmullo de admiración, toda aquella enorme barra de carne pendía majestuosamente pendiente del aliento de su dueña; Violeta.
Apurando una mueca de placer saco la lengua recorriendo toda la rugosa piel de las gruesas bolsas peludas hasta el impresionante cabezón, igual que un helado de nata y fresa lamió apurando un sonoro beso en la redonda punta, el gemido de Pascual le dio la razón.
Sabia hacer aquello bien, sin esperar mucho mas abrió la mandíbulas comenzando a tragar tanta carne como su garganta admitiera. Los gruñidos de Pascual la animaron a casi atragantarse con casi todo el cipote, golpeando sin tregua arriba y abajo, deteniéndose para sorber del glande con ansia.
No tuvo que esperar mucho para escuchar el quejido de Pascual y la consiguiente sensación de alivio al tragar la primera andanada de amarga lefa fluyendo igual a un río furioso y salvaje . Engullo hasta notar las primeras arcadas asfixiandola, sintiéndose desfallecer soltó la polla echando la cara a un lado escupiendo un charco espeso sobre las chanclas de satén regalo de su suegra.
Apurada vomito la espesa crema sin dejar de toser, hasta finalmente dejarla sin aliento medio doblada con la cara a ocho palmos del suelo.
Pestañeo contemplando el estropicio del impresionante charco de semen manchando sus preciosas zapatillas, aun podía notar el sabor amargo de la lefa en el paladar cuando agotada se desplomo sobre las sabanas.
No escucho los murmullos de su futuro marido, ni si peso abandonando la cama, solo noto el cansancio apoderándose de su cuerpo y el ligero roce de la sabana cubriéndola.
En verdad estaba agotada, hasta ese punto en el que el sueño se vuelve tan profundo , pesado, y la mente vuela a lugares o recuerdos parcialmente enterrados en los mas recónditos rincones de la memoria.
Despertó con las mejillas tirantes, hasta darse cuenta de lo triste y patético que resultaba dormirse llorando por algo imposible de remediar. El destierro en casa de los abuelos....
En su nublada cabeza empezaron a colarse cada uno de los errores encadenados desde el fatídico día de la expulsión .
Frunció el ceño al salir al pasillo divisando la hilera de maletas y trastos apilados junto a la puerta, torció el gesto al girar la manilla y escuchar el consabido – Ocupado pringada! - de los labios de Alberto.
- Gilipollas... murmuro alejándose como alma en pena hacia el bullicioso sonido saliendo de la cocina.
Sus padre terminaba de apurar a las mellizas a acabar su desayuno, mientras su madre terminaba de limpiar las pringosa papilla de la cara de una enfurruñada Eva.
- Tienes todo preparado?-- pregunto su padre echando un vistazo acusador al pijama que aun lucia--
- Alberto esta en la ducha... así que..., cuaaaando salga...-- se sentó enfadada arrastrando la silla ruidosamente.
- Vioooleeeetaaa.... – ahogo el grito Paco-- No te atrevas a...-- dejo en suspenso paralizado por la mirada de su esposa.
- Anda almuerza mientras tanto, – tendió su madre conciliadora las tostadas-- no hagas caso a tu padre..., también te echara de menos.-- murmuro peinando su enredada melena a sus espaldas.
Aun no asomaba el sol en el horizonte cuando todos sus hermanos subieron a la vieja furgoneta alemana, los trastos voluminosos y las bicicletas atados firmemente en el techo con cinchas elásticas.
Pese a todo saberse marginada nunca fue tan duro como aquel kilómetro y medio hasta llegar a la casa de los abuelos.
El frenazo con el que se detuvo frente a la puerta fue como una sentencia de muerte ejecutada sin venda en los ojos.
Las pequeñas dormían en sus asientos cuando la puerta corredera se cerro a su espalda, ni si quiera se habían despertado..., su maleta depositada a sus pies se convirtió en la firme sentencia ejecutada sin compasión. La dejaban tirada como una vulgar colilla, no lloraría..., aunque el escozor en sus ojos ya la delataba, no les daría ese poder, era una adulta..., bueno … mas o menos.
La puerta se abrió despacio apareciendo la figura del abuelo Eladio, aseado y vestido con su habitual bermudas playeras y su camisa por fuera los saludaba efusivamente, casi la dejo sin aliento ante su particular abrazo de oso pardo, desde su hombro observo su pelo en otra época castaño rojizo era mas parecido a un matojo canoso salvaje, lucia franjas blancas por toda la cabeza, por lo visto su pelo demasiado largo hacia bastante que no veía un peine de cerca-- arrugo la nariz Violeta – Cuanto hace que no se habrá peinado?-- pensó al sentir las cosquillas de la espesa barba pinchándola...-- Eso que veía colgando eran migas …. Noooo, nooooooo!--se dijo desesperada.
- Lo que faltaba...-- pensó Violeta levantando la ceja un par de centímetros-- la iban a dejar con aquellos ancianos.... – chillo interiormente.-- En verdad que podría ir peor? – negó con la cabeza .
Echo un ultimo vistazo hacia la furgoneta donde su madre le lanzaba una mirada compasiva , sujetando la correa de la mochila donde llevaba sus libros , giro dándole la espalda contemplando a su padre llevando a parte al abuelo para charlar, este asentía despreocupadamente a la parrafada de su hijo indiferente hasta volverse hacia ella , se marchaba..., no podía ser....-- deseaba gritarle – No me dejes aquiiiii, Por favor ! – rogándole incluso de rodillas si lo prefería –
La mirada dura e impasible de Paco la detuvo...-- Mejor nooo.! .--así aguanto la ultima parrafada soltada por su padre sin transparentar el verdadero estado de su interior.
- Le he contado al abuelo lo de tu expulsión-- confeso Paco mirándose los zapatos-- Bueno... sabe perfectamente lo de tu castigo señorita...-- Y espero, murmuro advirtiéndola con la mirada-- Cumplas con todo cuanto tu abuelo disponga, entendido?
- Si papa..., – se despidió con el suave olor del afeitado alejándose hacia la furgoneta-- Dios sabe, que no debería dejarte ni levantar los ojos de los libros..., pero tu madre ha insistido...-- bajo del techo una bicicleta depositandola junto a la maleta.-- Te llamaremos todos los domingos, --- hablo su madre desde el asiento de copiloto.
- Si bueno...--arranco el motor de la furgoneta-- Estaremos de vuelta a principio de Septiembre... que son unas semanas de verano?-- Estudia muchooo... de acuerdo?-- murmuro enfilando el camino de salida de la finca con el ruido de los niños aullando desde dentro de la furgoneta.
Conforme el ruido del motor de la vieja furgoneta se alejaba camino abajo sintió que el mundo entero se le venia encima, girando sobre sus talones tomo la asa de la maleta sin poder evitar soltar una lagrima mejilla abajo.
- Vamos pequeña , vamooosss.... .-- hablo Eladio dándole una ligera palmadita sobre el hombro-- aunque tu padre diga lo que diga..., no vas a quedarte cerrada entre cuatro paredes todo el verano-- No ooo, por dios!-- se rió estrujándola en un abrazo,-- Vamos toma la maleta , te mostrare tu cuarto-- venga...!-- no perdamos tiempo. – se apresuro a entrar en el mausoleo.
Violeta se seco la solitaria lagrima de la mejilla con el puño cerrado , enfilando sus pasos tras el abuelo, poco a poco se adentro en el espacioso vestíbulo donde todo lo que divisaba le recordaba al pasado marinero del abuelo.
Aun en las primeras horas del alba podía distinguir cuadros con nudos marineros , enseñas de barcos colgando en cada palmo de la monstruosa caserona, subir cada escalón se convirtió en un desafinado concierto de crujidos que la dejo agotada al llegar al final de la interminable escalera.
Pese a todo, espero verlo adentrarse para seguirlo con su carga a cuestas. Finalmente llego a una habitación con papel pintado rosa algo desvaído, Todo parecía viejo , ajado.... se deprimió un poquito mas. – pese a todo dejo la pesada maleta sobre la brutal y maciza cama de pino.
La pálida bombilla colgaba del techo pelada, torció el gesto sin poder evitarlo, aislándose del parloteo del abuelo delante de la ventana.
Una cómoda baja de madera maciza a juego con la cama parecía languidecer a la derecha de la puerta, nada de armarios, solo una solitaria barra con una cortina sujetando contra la pared del fondo. En el rincón junto a la ventana justo donde el abuelo desbarraba sin descanso quedaba el resto del mobiliario de la habitación ; un minúsculo escritorio blanco con una silla a juego.
- Este era el cuarto de tu tía Remedios, justo dando a la piscina – musito soltando el polvoriento visillo-- Bueno esto esta algo abandonado... pero no hay nada que no se pueda arreglar con trabajo duro, cierto?-- se volvió esperanzado hablando a su nieta.-- Así puedes darle tu toque personal!-- Te pondré un espejo si quieres, eh?
- Clarooo-- soltó con un tono lúgubre Violeta al atisbar la espesa capa de roña y mugre cubriendo la que el abuelo llamaba Piscina-- Yuuupi..., – bajo la cabeza dejando sus hombros hundidos.
- No te desanimes... esta algo descuidada pero detrás de todo eso..., hay una piscina fabulosa... podrás bañarte cuando haga calor... vamos, hablo en su tono mas animoso, si me apuras hasta pondremos en marcha algo que llevaba tiempo abandonado... ehhh?-- volvió a golpear su hombro con un suave puñetazo.
- Abuelo no se... si...-- lo vio retroceder hasta la puerta sonriendo la esperanzado-- Tengo mucho para estu...... --- dejo sin acabar.
- Voy a preparar el desayuno y luego empezamos a trabajar, te espero en la cocina en 35 minutos, entendido marinera?-- le soltó sin mas.-- En cuanto despierte tu abuela podrás verla, se alegrara de verte. – zanjo cualquier protesta de su nieta.
Lo vio desaparecer por el pasillo cojeando , volvió a la espartana habitación para deshacer su maleta, en 10 minutos desembalo su escaso equipaje dándole tiempo a echar otro vistazo a la piscina abandonada de la casa de sus abuelos.
Desastre era poco para llamarla, al menos llevaría sin ser usada cerca de 10 o 15 años, un pesado poso de agua pantanosa se acumulaba al fondo de toda aquella enormidad, las plantas silvestres crecían allí abajo..., se miro las manos y tembló imaginando las horas invertidas en semejante chifladura.
Resoplo pensando sin descanso al dirigirse a la habitación de su abuela, poco a poco se detuvo en el umbral como siempre notando el aliento a medicinas y enfermedad destilando por sus paredes.
La abuela Rocío llevaba cerca de cuatro años confinada en la cama. desde que sufriera la apoplejía en unos de los múltiples viajes de ancianos a los que sus abuelos eran adictos.
Así sin mas, de la noche a la mañana la vital mujer, cariñosa, divertida y descarada se había convertido en algo menos a un vegetal, dependiente de otra persona para todo, ya no hablaba, no podía.
Pese a todo seguía tercamente aferrada a la vida..., – tal como solía decir Mercedes la enfermera que todos los días venia a casa.
Violeta se aproximo hasta la cama donde la abuela permanecía desayunando de la mano de la veterana enfermera. – Hola abuela..., – le dio dos suaves besos en las tersas mejillas-- Estas muy guapa murmuro colocándose a los pies de la cama.
Y en verdad lo estaba, su abundante cabellera rizada y castaña tenia mas mechones canosos de los habituales, pero sin duda estudiándola desde allí podía verse reflejada en la fisonomía de la abuela, los mismos ojos, la misma nariz, incluso sus pómulos eran de la misma forma.
Se alejo sonriendo tristemente hasta la puerta descendiendo hasta la cocina, allí frente a la larga mesa se extendía una inmensa fuente de tortitas , bacon y huevos revueltos. La cafetera de hierro descansaba sobre un soporte metálico colocado justo al lado de una jarra de zumo.
- Vamos o se va a enfriar..., siéntate...,-- le ofreció el asiento junto al suyo-- Sírvete lo que te apetezca, desayuna bien y harás el trabajo con mayor facilidad...-- Sorbió de su taza de café.
- Esto es demasiado..., siempre comes así?-- quiso averiguar Violeta .
- Siempre...,-- le guiño el ojo juguetón-- Fuerte como un toro... mira-- mostró su musculoso bíceps orgulloso-- tenemos muchísimo trabajo por delante.-- sentencio dando cuenta de la montaña de comida de su plato.
Lo observo zamparse todo su descomunal desayuno sin pestañear escuchando de sus labios la larga lista de tareas a la que su abuelo había decidido ponerla a trabajar. Estaba la piscina por su puesto, pero solo en las primeras horas..., luego tocaba desbrozar toda la parte trasera del jardín, justo donde las malas hierbas crecían a modo de selva .
Únicamente después del mediodía podría encerrarse a estudiar en su habitación para sus exámenes, cenarían cuando la enfermera dejase dispuesta la abuela para la noche, y a la cama..., nada de televisión ni tonterías pudre cerebros-- Sentencio Eladio depositando el tenedor en el plato vacío.
Por un instante a Violeta le pareció vivir en una pesadilla, en una donde no podía despertarse, le tembló el mentón aguantando las lagrimas. A eso se refería su padre cuando le hablaba de el infierno, a vivir bajo el techo del Abuelo.
Frunció el ceño aguantándose las ganas de gritarle que la esclavitud se había terminado hacia siglos, pero prefirió callar clavando las uñas en el tierno mimbre de la silla.
Retiraron el desayuno deprisa dejando los platos apilados junto a un fregadero descomunal, con una inusitada rapidez Eladio lavo , enjuago los platos sin pedirle ayuda alguna.
Contemplando sus rápidos movimientos , escucho de sus labios la conveniente alternancia de las tareas de piscina y jardín.
El muy ladino tenia todo planeado... – se rindió a lo evidente.
Antes de poder reaccionar estaba frente a la maravillosa piscina con una carretilla cargada con palas , tijeras podadoras, rastrillos. Bufo a punto de explotar rechinando los dientes mientras agarraba la pala y se metía dentro de la lodosas aguas sin importarle nada-- Total...-- se asqueo al notar el agua putrefacta manchando sus tejanos nuevos.
- Sera mejor que para el trabajo busques algo mas cómodo... para no mancharte y eso..., se suda mucho con el trabajo físico-- se apresuro a disfrazar la mueca divertida-- Tu llenas , yo vacío.... Entendido? .-- suspiro risueño guiñando un ojo.
- Sera cabronazo...-- se le escapo sin mas-- sujeto la pala dentro de los guantes y procedió arremeter sobre aquel bancal lodoso.
Trabajo concienzudamente volcando paletadas de tierra oscura sobre la carretilla que Eladio había bajado junto a ella poco después, a media mañana el sol ya picaba lo suficiente para tener que detenerse, su camiseta de algodón lucia lamparones bajo los sobacos, sudaba a mares, se percato del poco avance de su trabajo, no terminaría ni en 10.000 años-- suspiro bebiendo el vaso de limonada que el Abuelo había puesto al borde del trampolín.
Le dolían todo los músculos , cada partícula de su cuerpo clamaba por abandonar mientras la carretilla iba llenándose mas y mas, hasta una tras otra fueron desapareciendo de la mano del abuelo con el constante zumbido de su silbido yendo y viniendo.
Contó cuatro carretillas , hasta que la voz y la cara de su abuelo asomo por el borde de la piscina llamándola de nuevo.
- Ya esta bien por hoy, cariño. – venga..., vamos para adentro..., – la comida nos espera, sonrió satisfecho contemplando la base de la piscina.-- Vayaaa hija..., en verdad apestas al honrado tufo del trabajador--- rió ayudándola a salir de dentro de su encierro.-- Estarás muerta de hambre... verdad?
- Me comería un caballo-- hablo violeta arrugando la nariz ante su propio olor-- entro arrastrando los pies resbalando agotada sobre la silla.
Comieron en silencio ensalada de patata y chuletas, hasta verdaderamente sentirse repleta y satisfecha. Apestaba, si. Estaba agotada, también.
Pero al menos no pelearía con nadie por el cuarto de baño, horas y horas bajo el grifo sin puñetazos en la puerta se dijo abandonando la mesa y tomando la toalla de su maleta.
Una larga ducha caliente y a estudiar-.
Por supuesto no había ducha.
En su lugar una bañera de porcelana blanca con patas metálicas, no se agobiaría..., lleno la bañera abandonándose dentro de la espumosa mezcla de jabón de coco. Algo incomoda al principio sintió el agua enfriarse lentamente mientras su mano volaba a su coño y se relajaba por primera vez en todo el día, primero lánguidamente los pezones tiesos asomaron por encima del agua, duros.
En verdad valió la pena, se dijo emergiendo entre la espuma 30 minutos después, algo mas relajada estudiaría mejor.
Se seco con cuidado desenvolviendo la toalla y quedarse espléndidamente desnuda ante los baldosines blancos, y fue entonces cuando escucho un extraño lamento, un brevísimo quejido saliendo a través de las paredes...., estrujo la toalla entre las tetas asustada. Se lo habría imaginado?-- o el sol le había calentado demasiado el cerebro?
Salio del lavabo mirando a ambos lados enrollada con la toalla, nada de nada... – imaginaciones suyas-- torció los hombros volviendo hacia la habitación.
Eladio quito la mano de su boca de inmediato, por poco..., espero hasta verla entrar en la habitación. Al menos le debía algo de intimidad a la niña, o eso creía..., descubrir un agujerillo bajo el póster de la habitación de su hijo Paco había sido toda una sorpresa , niño del demonio...-- pensó recordando la de veces que se escabullía a su habitación cuando precisamente su hermana Remedios pensaba ducharse.
Acondicionaba la habitación de Remedios para su nieta desde hacia unos días , su padre apenas había llegado a explicarle la verdadera razón del castigo cuando escucho el petardeo de la furgoneta deteniendose junto a la entrada.
Así que cuando le expuso la premura del aprieto decidió cooperar, se quedaría al cuidado de su nieta mayor por su puesto , era su deber.
Aun así podía olerse algo extraño en todo aquello.
No le dio importancia, precisamente él era el menos indicado para juzgar a nadie.-- se convenció Eladio arrastrando la mesa de la habitación de Paco a la de Remedios.
Fue al levantar la mesa cuando el póster de un melenudo cantante se cayo de la chincheta oxidada , el agujero apareció ante sus ojos y la evidente mirilla lo hizo sonreír nostálgico.
La espiaba sin mas, la de pajas que debía haberse echo entre esas cuatro paredes..., – se dijo mirando al interior del cuarto de baño. Y en verdad, no supo que fue lo que lo llevo delante del cuarto de baño pensaba pasar a preguntar a Violeta si necesitaba algo... pero no quería ser un verdadero abuelo coñazo. Se lo pensó mejor cuando su mano suspendida sobre la madera de la puerta estaba por golpear.
Se alejo hacia el pasillo hacia la habitación de su esposa, e igual que siempre salio abrumado por las emociones y se despidió con un ligero cabeceo.
Sin mas, sus pasos le condujeron por las habitaciones solitarias y olvidadas, aquellas que alguna vez planearon llenar de niños; melancólico con las manos en los bolsillos recorrió uno a uno hasta llegar al que fuera habitación de su hijo mayor; Francisco.
Entrando despacio admiro la hilera de maquetas acumulando polvo en las estanterías encima de su cama, todos aquellos chismes habían quedado olvidados, varados tiempo atrás. Volviendo sobre sus pasos, se preparo a salir cuando reparo en el agujero de la pared.
Sin entender sus actos se acerco hasta él, lentamente …., – se inclino convencido de haber transcurrido suficiente tiempo a su nieta para acabar con su baño.
Tomando aliento se inclino lentamente para mirar por el agujero, pestañeo al ver la cortina de pelo colgando al borde de la bañera, el suave murmullo salia de los labios de su nieta mientras apenas su cabeza sobresalía sobre la espumosa superficie.
De pronto noto como su cuerpo se arqueaba tensándose y levantándose un par de palmos del agua, sobresaliendo dos esplendorosos pezones oscuros prometedores de algo muchísimo mejor, inconsciente se le ensancharon los ojos al inclinarse hacia delante espiando descaradamente el baño de su nieta, ni si quiera entendió como su mano instintivamente bajaba la goma de las bermudas y empezaba a sobar perezosamente su rabo.
Llevaba mucho, mucho tiempo...gruño viéndola emerger de la bañera con toda aquella espuma rezumando descuidadamente por unas curvas que hicieron latir su corazón mas rápido y luego casi detenerse. Ante él se desplegaba el cuerpo de una diosa lleno de curvas . Se le paro el aliento cuando la espuma resbalo mostrandole unas tetas grandiosas y pesadas, cintura estrecha , caderas redondas donde agarrarse cuando uno se impulsaba dentro de un coñito atrayente cubierto de pelillos empapados .
La sorpresa le arranco un profundo gruñido , sin poder dejar de pajearse con toda la maestría de sus años mozos a punto estuvo de revelarse , ahogando el quejido solo se dejo llevar por el placer de semejante hembra tan cerca, hasta apurar mas y mas rápido la tallada de su mano, el ruidito succionante de su mano sobre su rabo ya era lo suficientemente excitante para apartarse un par de centímetros para soltar un larguísimo caño de semen contra la pared, le siguió un sonido de salpiconazo asustandolo haciéndolo retroceder ante la incontenible fuente drenando sus cojones.
Sentía la misma sensación de sus años mozos multiplicada por mil, el corazón a punto de salir de su pecho, el alivio de correrse como un toro , abriendo los ojos ante el descubrimiento reparo en los goterones de lefa escurriéndose en la pared hasta formar un charquito en el suelo, en verdad tenia tanta leche?-- Centrándose ante semejante desaguisado se subió la Bermuda apresuradamente hasta poner cierta distancia entre la mirilla y él.
No volvería a hacerlo-- se prometió permaneciendo en la habitación hasta escuchar los pasos en el pasillo y el conocido portazo de la habitación de su nieta.
Se meso el pelo de su larga barba nervioso, camino a un lado y a otro enjaulado, se lo quitaría en la cabeza.... sin mas..., se entretuvo tomando aire y saliendo en tromba al pasillo.
Sin mas se alejo malhumorado hacia su refugio, allí donde podría trajinar con sus maquetas sin molestias, sin jovencitas tentadoras pululando cerca.
Aguanto el malhumor al cortarse con el cuter , sorbió la sangre maldiciendo entre dientes el despiste . No lograba concentrarse y sabia perfectamente a que se debía...., algo verdaderamente peligroso había despertado en él.
Maldiciendo dejo de intentar centrarse cuando apenas conseguía hilar dos pensamientos lejos de la estampa de aquellas colosales melonazos, refunfuñando por lo bajo al comprobar como de nuevo su polla volvía a la vida sobresaliendo hambrienta.
Se peino la enredada barba sin dejar de renegar mil maldiciones, para cuando por fin salio al exterior algo mas sereno se apresuro a dirigirse a la casa, debía preparar la cena, Maldición! – no era un cobarde.
Entrando en tromba manejo sartenes y cacerolas con la maestría de todos sus años en alta mar, saló, cocino y dispuso la comida sobre la mesa en apenas 20 minutos, una minucia sin importancia.
Para cuando la guarnición acompaño el plato ya escuchaba los pasos a su espalda acercándose con un tenue aroma a coco flotando, la inmediata rigidez de su rabo fue lo suficiente incomoda para hacerlo enrojecer y colocarse un trapo de cocina delante.
- Ummmm, huele bien... que has echo abuelo se acerco Violeta estirando un dedo y chupando la pringosa salsa de tomate.
Todo pensamiento lógico se esfumo de la cabeza de Eladio al ver semejante gesto y fantaseando con su boca chupando golosamente de su polla.
Un leve latido empalmo su excitada verga al despejar esa imagen , apurado carraspeo sentándose con la servilleta tapándolo al sentarse.
- Lubina al Ton-Hong... receta de mi amigo Hong Fu – Pruébala... veras como no has comido nada como esto-- murmuro llenando el plato vacío de su nieta.
- Tiene buena pinta... se apresuro a lanzarse sobre el plato sin percatarse de la incomodidad de su abuelo.
Eladio apenas toco su plato , pendiente en no despegar sus ojos del plato mareaba el pescado de un lado a otro del plato, hasta finalmente abandonarlo levantando los ojos vencido.
La maldita cría del demonio...-- pensó deteniéndose en las húmedas puntas de su coleta a un costado, – Con lo tranquilo que estaba....-- se apresuro a pellizcar un trozo de pan tragando fijándose en la infantil camisetilla de algodón rosa, hasta notar el pan atascarse en mitad de su garganta al ver los redondeles mojados donde los gruesos pezones sobresalian apuntándolo traidoramente.
Tosió escupiendo el trozo sobre la mesa, a punto estuvo de diñarla allí mismo, bebió un sorbo de agua recomponiéndose.
- Abuelo, abuelo – se inclino hacia delante asustada dándole golpecitos en la espalda – tose, tose...-- murmuro preocupada Violeta.
Eladio, apenas lograba recuperarse de la impresión cuando su nieta se levanto para ayudarlo golpeándolo en la espalda e involuntariamente inclinarse rozando su teta sobre su brazo derecho, restregándose ingenuamente .
casi le dio un patatús pero se aparto como alma que lleva el diablo apurando un trago de agua de su vaso.
- ahhhhggg, aggghhhh... ya estaaaa..., yaaaa esta...., se echo hacia atrás sofocado ante el brusco empalme con el que su polla reclamaba la carne fresca puesta delante de sus narices.
No es nada..., nada..., se apresuro a restar importancia.-- sera mejor que me vaya a dormir cuanto antes! -- se levanto bruscamente aun con la servilleta de escudo. * Pero si apenas son las ocho...--se replegó de nuevo sobre su silla Violeta-- ni si quiera se ha puesto el sol... vamos, abuelo... !-- soltó decepcionada mordisqueando el ultimo trozo de manzana de su plato. * Tu puedes quedarte hasta la hora que te apetezca cielo, pero... a mi edad... ya podrás imaginártelo!-- Buenas noches cariño, que descanses... ! – se apresuro a escapar escaleras arriba dejándola con el rumor de su voz desde lo alto de la misma. – Violeta... se me olvidaba... aulló desde arriba-- Nos levantamos bastante pronto....,-- así siempre cunde el tiempo. --- fue apagándose la voz.
Violeta lamento por millonésima vez su suerte. En verdad podía sucederle todo aquello? Porque cuando decía temprano, se refería a las 8 de la mañana, no?-- , termino por colocar el ultimo plato en el escurreplatos. Dándole vueltas y mas vueltas observo el reloj de la cocina , solo las 20:45 de la tarde , había terminado con los cacharros de la cocina sin demasiado problema.
No tenia en mente acostarse hasta pasadas las 21.00 , por lo menos... – se dijo caminando por los pasillos encendiendo y apagando las luces a su paso. El amplio comedor con la mesa central , la pequeña salita cubierta de horrorosos bordados y punto de cruz , el refugio de la abuela – se dijo admirándolo .
Un inmenso despliegue de recuerdos y lugares apareció delante de sus narices, todos ellos visitados tanto por el abuelo como por la abuela.
Debían haber recorrido el mundo entero – pensó Violeta repasando un dedo sobre la repisa de figuras africanas de madera.
Se detuvo junto a una esplendida talla de madera oscura con una inmensa polla desafiando la gravedad, aquella monstruosa muestra de sexualidad la incomodo algo, aunque no pudo evitar acariciar suavemente la prominente estaca de carne dura, la rugosa superficie le produjo una extraña conmoción al terminar de abarcar el pequeño glande.
En serio estaba acariciando una estatua con una polla de madera descomunal?-- le tembló la mano al retirarla ruborizada hasta las orejas, por un instante …. – le quemo la mano – prefirió alejarse hasta el rincón junto a la vitrina de copas de cristal, justo cuando se alejaba consiguió distinguir algo casi imperceptible en el suelo, arrinconado .
Algo de madera o hueso..., se agacho hasta rozar con las uñas una talla pequeña, cabía en la palma de su mano. Reparo en mas de aquellas cosas escondidas , solo al darles la vuelta comprobó las extrañas poses en que parecían divertirse , una u otra encajadas en un batiburrillo de piernas y brazos. Mujer y hombre casi todas, y alguna de aquellas pastorcillas con animales en una clara demostración de devoción mutua.
Al comprender lo que estaba tocando, la soltó de inmediato, aquello era realmente friki....y algo asqueroso...., se apresuro a retroceder apagando las luces y volviendo sobre sus pasos a la puerta , salio a hurtadillas sin detenerse a mirar hacia atrás.
Subió las escaleras con el consabido crujido de escalones a cada paso , dándole vueltas a lo visto en la sala de abajo, en serio sus abuelos eran así...?-- jamas lo hubiera pensado.
Algo extraño empezó a hormiguearle por todo el cuerpo cuando entro en su habitación despojándose de la camiseta, una primera mueca de risa se le escapo de la garganta hasta estallar en carcajada,rodó sobre su cama riendo histérica.
Para cuando el ataque disminuyo se sentía muchísimo mejor, las lagrimas de diversión eran verdaderamente agradables y pudo desabotonarse el tejano , despacio lo hizo descender por sus muslos, quedándose en bragas y sujetador sobre la colcha de ganchillo rosa.
Aun teniendo la vieja camiseta de dormir colgada en la cabecera de la cama le dolía cada uno de los músculos y tendones con solo pensar estirar el brazo alcanzándola , a la mierda-- pensó dándole gracias mentalmente al salido de su abuelo.--
Cerro los ojos intentando dormirse , el calor sofocante de las noches de agosto se colaba por la ventana abierta de par en par, se revolvió sobre el costado intentando encontrar la postura donde alguna escasa ráfaga de aire lograra refrescarla.
Imposible..., no lograba conciliar el sueño, a través de sus ojos se colaban las imágenes de las estatuillas de los abuelos, hombres gordinflones sujetando el trasero de la moza empujando con una cómica cara de lascivia, u el extraño dúo de la pastorcilla de rodillas con un ágil podenco subido a sus espaldas empujando con la lengua desenrollada sobre su espalda.
Poco a poco sin entender la reacción de su cuerpo se giro hasta quedar tendida sobre su espalda, el techo alto reflejaba sombras donde su imaginación fue poco a poco formándose, un hombre sudoroso empujaba sobre el bulto agazapado sin dejar de gruñir.
Su mano perezosa fue descendiendo sobre su estomago inquieta, en verdad el sudor molesto se deslizaba por cada costura de la colcha incluso de las pobres bragas de algodón. Despacio, la palma de su mano descendió hasta la cinturilla elástica de las bragas bajando lentamente la mitad de la tela, se acaricio la suave mata de pelo de su coño mordiéndose el labio inferior, tenia mucho calor... muchísimo.
Soltando un hondo quejido se acabo por bajar las bragas hasta media pierna, al menos así su piel podría respirar mejor , levantando las rodillas se acabo por deshacer de las molestas bragas de una patada, siiii.... en verdad era mucho mejor notar la piel fresquita sobre la palma de su mano, aun cuando despacio bajaba acariciando la rajilla cada vez mas húmeda...., Uuuuummmmm … se agito abriendo algo sus piernas para poder desplazar su mano hasta abarcar toda la raja sobando lentamente arriba y abajo.
Era una deliciaaaa... oohhhh siiii, siiiiiii... bueeenoooo, buenoooo se animo a meter un dedo en la estrecha hendidura , lo noto mojado hasta la mitad aun así continuo metiéndoselo despacio , hundiéndolo hasta el nudillo para volver a empezar.
Sus caderas empujaban en un ritmo hasta el momento desconocido, le picaba la piel , notaba las tetas pesadas y sensibles hasta la blonda del sujetador le molesto al raspar sus pezones. Su otra mano se pellizco la tela del sostén hasta provocarse un agradable hormigueo, tenia los pezones durisimos , gruesos como fresones, siguió magreándose acelerando mientras otro de sus dedos se clavo con furia dentro de su vagina.
Estaba muy cachonda , tanto que impaciente bajo la blonda para sentir el frescor de la noche acallando la sensibilidad de sus duros pezones.
Casi no podía respirar cuando un latigazo de puro goce la arraso de arriba a abajo , una copiosa baba pegajosa salio escupida sobre su mano. Toda la tensión se acabo allí, dejándola arrasada , colmada de una flojera muy agradable. Así , sin mas... goteando un pastoso jugo sobre la colcha se quedo dormida, con la palma de su mano descansando sobre el el nacimiento del velludo coño y las piernas abiertas , las tetas medio al aire al quedar el sujetador atrapado bajo ellas con los pezones algo duros apuntando a las primeras horas de frescor del día.
las respiraciones se espaciaron lentamente, volviéndose pesadas conforme se adentraba en el sueño profundo, sin percatarse de nada mas, ni si quiera de las lejanas campanadas del reloj de la planta de abajo repicando a las 4:oo de la mañana.
Suspiro satisfecha con las piernas abiertas ante las primeras ráfagas frescas anunciando la mañana, satisfecha en el placentero sueño sin sospechar lo que sucedía solo a unos metros de distancia.