Aquel Verano (4)

A aquel verano le siguio el otoño y con el comienzo de mis clases en la universidad mi madre encontró una nueva fantasia que realizó hasta saciarse.

Aquel Verano IV.

Después de Aquel Verano en que todo inicio entre mamá y yo, siguió el otoño y con su llegada se dieron cambios en nuestra relación que tanto mi madre como quien les escribe disfrutaron muchísimo.

A comienzos de marzo de ese año inicie mis cursos en la universidad y como es natural, pase menos tiempo en casa y por lógica consecuencia se espaciaron mas los encuentros con Mamá pues ella quedaba sola por mucho tiempo en la casa y yo salía casi todo el día.

En el curso que me inscribí junto a más de cuarenta alumnos conocí a Paula y un mes después iniciamos una relación sentimental. De inmediato mi madre supo de mi interés por Paula y mis sentimientos y como hijo consentido recibió muy bien en casa a mi nueva novia.

Se hizo una costumbre grata que Paula concurriera a casa en fines de semana, entre semana para estudiar y al poco tiempo ella y mamá se habían hecho buenas amigas e, incluso, confidentes según supe luego.

La experiencia de mi madre en cuestiones de amor y relaciones le hizo ver con mucha antelación a mi y con claridad el potencial de Paula para unirla a nuestro amor y cuando llevábamos dos meses de nuestro noviazgo así me lo hizo saber.

Aquella mañana de sábado Mamá vino como de costumbre a despertarme. Como era su costumbre cuando Papá no estaba en la casa, solo vino vistiendo su mejor ropa interior y sigilosamente metió las manos bajo mis sabanas hasta aferrarse de mi miembro y comenzar a masturbarme.

Que hermoso despertar cuando Mamá te esta dando una paja y al abrir los ojos escuchas HOLA PRECIOSO, TENIA GANAS DE TI. Sin esperar a que me acomodara se quito la ropa y se monto sobre mi clavándose la verga hasta las entrañas y apoyando sus manos en mi pecho comenzó a cabalgarme como un campeón de equitación.

Ella subía y bajaba y cuando ya estuvo lista para tener su orgasmo se giro sobre mi cuerpo dándome la espalda y tomando la verga con sus manos la guió para mecérsela por el culo de una sola vez. Sólo bastaron pocos movimientos de sus caderas para que los dos nos viniéramos en un orgasmo celestial, apasionado y caliente como pocos.

Cuando terminó todo nos fuimos a la ducha para lavarnos y ahí me hizo saber sus intenciones con Paula. Estabamos bromeando en la ducha cuando ella saco el siguiente dialogo:

Decime hijo, como te va con Paula?

Bien Mamá, porque preguntas?

No por nada hijo, por nada.

Vamos mamá, te conozco bien y si preguntaste fue por algo, decime?

Nada hijo, es que pense que tal vez tus relaciones con ella harian que te alejaras de mi.

Mamá, estas loca? Ni ebrio, ni dormido, ni muerto pienso en dejar lo nuestro. Te quiero mucho y lo sabes.

Si lo se. Y decime, como es en la cama Paulita?

Es buena mamá. Tal vez no tanto como vos porque no tiene mucha experiencia pero le gusta hacerlo de todas formas e, incluso, por primera vez hizo conmigo el sexo anal.

Me alegro por vos hijito y decime, donde tienen relaciones?

Hay mamá, que cosas preguntas. Las tenemos donde podemos, algunas veces en su casa cuando no hay nadie, otras lo hicimos aca y, regularmente, en un hotel.

Mira hijo, por mi esta bien que las tengan aca, incluso si yo estoy en la casa pero que tu padre ni se entere, ok?

Gracias mamá. A que se debe tanta generosidad de tu parte?

Nada, es que he fantaseado un poco contigo y con Paula y no me gusta que anden por ahí. Mejor en casa y así si están aca los puedo alguna vez espiar.

Queres vernos coger a Paula y a mi Mamá?

Si, es una fantasía que tengo últimamente y eso me calienta mucho.

No se, tal vez Paula no quiera si estas en la casa.

Mira, conozco de mujeres y puedo asegurarte que no le importara, esta tan caliente con vos que aceptaría cualquier cosa, incluso hasta que me les uniera en ese momento.

Mamá que decis. Estas Loca vos. Si eso pasara saldría corriendo y nunca más me vería.

No se. No creas eso. Igual dejalo así y si queres hacerlo en la casa sin la presencia de tu padre tenés que saber que por mi todo esta bien. Vamos, salgamos de la ducha.

Todo quedo ahí por ese momento y no volvimos a tocar el tema. El tiempo paso y todo era igual, seguía manteniendo las relaciones con mi madre en casa y con Paula la relación avanzaba muy bien.

Las cosas empezaron a desencadenarse como un mes después de aquella charla en la ducha una tarde que volvimos de la universidad con Paula a casa y ella estaba invitada a cenar.

Al llegar nos recibió mi madre, nos sirvió algo de tomar y nos fuimos para mi habitación a estudiar. Ahí estábamos hasta que Paula se me acercó para besarme y los besos se convirtieron en mimos y los mimos dieron paso a las caricias y en cosa de cinco minutos estábamos calentándonos como dos adolescentes inquietos.

Como a los diez minutos de estar así revolcándonos en la cama me acorde de mi madre y me separe de Paula. Fue entonces que ella me increpó y yo le dije que mamá estaba en la casa, que podía venir y pescarnos.

Fue Paula la que me sorprendió diciéndome: Vamos si tu madre es un amor y muy inteligente, no va a venir sin avisar y ella debe suponer lo que estamos haciendo.

Le pregunté de donde sacaba esa idea y ahí me dijo que ella había hablado mucho con Mamá y que sabía lo que pensaba, que incluso hasta le había preguntado por nosotros y nuestra intimidad y esas cosas.

Inmediatamente comprendí que la mente de Mamá había estado tramando que en algún momento se diera todo eso y la insistencia de Paula en ese momento no me dejo reaccionar y volvimos a besarnos y acariciarnos mutuamente.

Ni que decirles que a los cinco minutos las manos ya no eran suficientes y como siempre ocurría Paula se arrodillo junto a la cama, desabrocho mis pantalones y comenzó a mamarmela como la experta que era.

En eso estaba Paula cuando desde mi posición en la cama noto la presencia de Mamá en la puerta mirando el espectáculo de su hijo y la novia y como se comenzaba a masturbar ella bajo su falda.

Sin decir más, deje que Paula siguiera y tomándole la cabeza le acompañaba los movimientos de sube y baja y al poco rato le dije: Veni mi amor, quiero cogerte. Ella se separo de mi y se quito los pantalones y los calzones y se monto sobre mi verga de frente a mi y de espaldas a la puerta comenzando a cabalgarme.

En eso estábamos mientras que yo la aferraba por el culo para indicarle los movimientos y advertí que la puerta se abría de par en par dejando pasar a mi madre que se había quitado toda la ropa y se dirigía hacia nosotros.

Se acerco desde los pies de la cama y desde atrás comenzó a acariciar a Paula por la espalda dibujando su cuerpo. No podía creer lo que mis ojos veían. Si mi madre irrumpía en mi habitación en plena sesión de sexo con Paula y sin más preámbulos se nos estaba uniendo.

Fue Paula la que se sobresalto con su presencia ya que no la vió ni la esperaba. Se bajo de encima mió y se acurrucó a mi lado temerosa pero mi madre le hablo entonces diciéndole.

Vamos Paula, no te pongas así. No pasa nada. Como ves no estoy enojada con Uds. y ya te dije que si quieren sexo en casa por mi estaba bien. Te acordás? Si respondió Paula temerosa.

Mi madre siguió diciendo: Hay Paula, no seas tímida conmigo. Ya te conté que he visto a mi hijo haciendo el amor otras veces y lo que no te conté es que no sólo lo vi, sino que cada vez que lo vi lo hice con él. Él es mi enamorado del que hablamos antes.

Fue ahí que me miro Paula por primera vez y cuando nuestros ojos se cruzaron yo asentí con la cabeza y la abrace tranquilizándola.

Mamá tomo la iniciativa y sentándose en la cama comenzó a acariciarme la verga mientras le decía a Paula. Ves mi amor, no tengas miedo. No vamos a hacer nada que vos no quieras sólo quiero hacer feliz a mi hijo y a vos. Yo aproveche ese momento y bese a Paula otra vez y ella primero se resistió pro luego correspondió mi beso.

Mientras mamá jugaba con mi verga yo comencé a acariciar el cuerpo de Paula a la vez que la besaba y en menos de un minuto Paula se había relajado y se entregaba a las caricias como si estuviéramos los dos solos.

Terminé de quitarle la ropa a Paula en menos de lo que canta un gallo y presa de la excitación que mi madre me provocaba al masajearme la verga me dispuse a comerle los pezones con voracidad.

Por entonces Paula volvía a gemir y mamá simplemente se dispuso a mamarme la verga como era su costumbre. Mamá estaba muy compenetrada chupandomelo y podía sentir como su lengua recorría las venas hinchadas de mi verga y como se lo metía profundo hasta la garganta en tanto jugaba con sus manos con la base de mi miembro y los huevos.

Sintiendo las caricias de mamá me concentré en darle placer a Paula y puse ese hermoso par de tetas en mi boca juntando los dos pezones dentro e inicie un juego con ellos saltando de uno al otro en forma constante y dándoles roces rápidos con la lengua y una fuerte succión en sus carnes.

Solte esos pechos y me gire sobre mi cuerpo para ubicarme entre las piernas de Paula y me dispuse a lamerle su conchita, en tanto que, mi madre no soltaba mi verga ni por un instante.

Abri los labios vaginales con mis dedos y enterré mi lengua en su cueva todo lo que pude y sacándola empapada de sus jugos subí hasta apoderarme del clítoris de Paula donde me detuve al menos unos cinco minutos para llenarla de placer como a mi me gusta.

Paula de espaldas a la pared sentada sobre las almohadas sólo me acariciaba la cabeza y cada vez que me dedique a verle el rostro ella estaba apoyando su cabeza hacia atrás y con los ojos cerrados gemía y gemía cada vez mas fuerte.

Mientras le lamía el clítoris a Paula comencé a jugar con mis dedos metiendo dos en su vagina al mismo tiempo y le daba movimientos como si la estuviera cogiendo. Luego de un rato de darle fuerte con los dedos los saque completamente mojados de sus jugos y me dispuse a jugar con un dedo en su ano mientras seguía comiéndole el clítoris.

Por entonces mi madre dejaba ya mi verga para evitar que viniera y se acerco hacia Paula por primera vez. Yo al verla parada cerca de Paula la anime a que la acariciara diciéndole: MAMA COMELA, LAME SUS TETAS QUE LE ENCANTA y dicho y hecho mi madre se abalanzó con sus labios entreabiertos aprisionando el pezón izquierdo de Paula.

Justo en ese momento Paula habló manifestando su completa aceptación de lo que sucedía, diciendo: SIIII, QUE RICO SE SIENTE, SIGANNN.

No había más que decir y todo por hacer, tanto mi madre como yo comprendimos que ella se había entregado por completo y aprovechamos la situación al máximo.

Mamá tomó el pecho de Paula con sus manos y lo engullo todo, lo succionó con fuerza e, incluso, al soltarlo le había dejado una pequeña marca de la forma de su boca alrededor del pezón que se notaba tan duro y erecto como no recuerdo habérselos visto jamás a mi novia.

Yo seguí comiendo su concha y jugando con mis dedos en el ano, que debido a la excitación que tenia Paula no me costo nada meter hasta dos dedos juntos y darle duro por el culo haciéndola temblar toda.

Mamá soltó los pechos de mi novia y simplemente le comió la boca con pasión y desde mi lugar privilegiado podía verlas jugando con sus lenguas, mamá mordiéndole el labio inferior y volviendo a unirse introduciéndole la lengua tan hondo como podía, era todo un espectáculo ver aquello.

Por entonces llevaríamos ya unos 15 a 20 minutos de preliminares y Paula estaba que volaba, no resistía más nada y me pidió que la hiciera acabar diciendo: CHUPAME, MORDEME, HACE ACABAR DE UNA VEZ QUE NO DOY MAS.

Entonces cedí mi lugar a Mamá y ella se dedicó con el máximo espero a chupar a Paula mientras yo le acercaba mi verga a su boquita para que ella la chupara al mismo tiempo.

Mamá estaba como enloquecida, metía un dedo por el culo de Paula y otros dos al mismo tiempo por la vagina y rozaba su lengua en el entorno de su entrada o por el clítoris y Paula parecía un caníbal devorando la carne humana que tenia junto a su boca y se la metía hasta la garganta.

Dos, tres y hasta cinco chupadas pudo darme y entonces explotó en el orgasmo que ya su cuerpo no podía contener. Separó su rostro de mi verga y sólo la sacudía de forma intermitente en su mano que aun la sostenía. El cuerpo de Paula se contorsionó hacia atrás formando un arco con su espalda y quedó inmóvil por unos segundo en esa posición. De inmediato soltó mi verga y sus manos aferraron la cabeza de Mamá con fuerza y como haciéndose una bola alrededor de ella pareció tragársela por casi un minuto en que tardo en recomponerse del estremecimiento que el orgasmo le produjo.

Cuando fue recobrando la respiración y la conciencia dijo: Guauuu, no me lo puedo creer, ha sido la mejor experiencia que he tenido, la mas intensa (y mirándome a la cara soltó) y tu mamá la chupa mejor que vos.

Claro le confirme yo, si ya sabía eso porque me la chupa a mi y ya la he visto antes haciendo esto y nos echamos a reir los tres.

Mamá interrumpió la charla diciendo, Vamos, Vamos, que esto no termina, no hasta que nosotros también hayamos terminado. De inmediato se alzo de su posición de entre las piernas de Paula y tomando su rostro entre las manos la volvió a besar y yo aproveche esa posición arrodillada de mamá para posicionarme detrás y ensartarle mi verga por su vagina que destilaba jugos como un alambique casero.

Asiendome de las nalgas de mama comence a cabalgarla como se que a ella le gusta y dando vuelta su rostro me dijo: SI HIJITO, DALE A MAMA COMO VOS SABES y siguió besando a Paula.

Ahora Paula se sumaba a la actividad, ya no permanecía estática como antes y le acariciaba los pechos a Mamá retorciéndole los pezones con ambas manos e, incluso, pude sentir sus dedos en un movimiento que hizo intentado alcanzar la vulva de mamá mientras mi verga se albergaba dentro de ella, como si quisiera constatar que efectivamente me la culeaba.

Después de un par de minutos de tratamiento sobre el cuerpo de mi madre, ella estaba lista para llegar a su orgasmo, era tanta el ansia y deseo de lo que estaba realizando que no necesitaba de mucho más para tener un orgasmo.

Fue entonces que me pidió que me saliera un instante y a Paula le pidió que se acostara en la cama para que ella pudiera colocarse sobre su cuerpo, lo que mi novía obedeció de inmediato sin chistar.

Mamá cruzó una pierna sobre una de las de Paula y comenzó a frotar su sexo con el de mi novia, era fantastico verlas cogiendo, frotando los sexos, intercambiando jugos, besos y caricias.

Era tan hermoso verlas ahí que decidí no participar y darle a mi madre como un regalo el cuerpo de mi novia para que se satisficiera por completo con ella y me sente en la silla del escritorio.

Fue como si jamás hubiera estado entre ellas, ambas quedaron absortas de mi presencia y por primera vez vía a Paula en una relación lésbica y con nada menos que mi madre.

Paula se aferró a los pechos de mamá y los estrujaba jalando los pezones con sus manos, aprisionándolos, moviéndolos en círculos, amasándolos como si fuera pasta para una cena.

Mamá tenia tomada a Paula por las nalgas o las caderas y con un hábil movimiento de sus caderas en círculos frotaba su hinchado clítoris en toda la vagina de Paula y los dos sexos brillaban como el astro rey de tan abundantes jugos que les salian.

Como si la escena fuera interminable, ambas se comían la boca, primero mamá le metía le lengua a Paula y luego era Paula que parecía cogerla por la boca con esa lengua larga y en punta.

Como si fuera un concierto de una orquesta sinfónica, ambas respiraban de modo acompasado gimiendo AHHHHGGG UFFFFFFFF, AGGGFFFTTTT, GRRRFFSSSS y todo sonaba como música en el ambiente.

Ante ese espectáculo de ambas yo sólo me dispuse a meneármela lento, disfrutando del momento y sin querer acabar porque eso me lo reservaba para después cuando me les uniera.

El ritmo se incremento, mamá ya no besaba a Paula sino que mordía suavemente su cuello y orejas y las manos de mi novia se aferraron a la espalda de mamá clavándole las uñas en ella de modo literal y dejando su huella en la carne.

Era obvio que estaban por llegar al climax y por nada en el mundo me hubiera atrevido a interrumpirlas, ellas querían eso y para mi fue el mejor momento que pude presenciar entre dos personas.

Mamá se separó de Paula en un santiamén y se colocó enfrentando sus sexos y con la cabeza hacia el lado opuesto de la cama, una pierna de mi novia por debajo de su espalda y la otra por sobre su vientre y Paula en la misma posición pero inversa. Ambas se tomaron las caderas y pujaban por encontrar sus sexos, los que frotaban ya de un modo monstruoso. Podía ver desde mi ubicación como los labios de sus vaginas se retorcían por el roce y cada una comenzó un movimiento como si intentara cogerse a la otra, adelante y atrás, más y más rápido.

Ambas resoplaban y gemían y, entonces, mamá comenzó a gritar como es su costumbre cuando el orgasmo es muy intenso. Mamá decía: PAULA, PAULA, DAME ASI, DAMELO, LO QUIERO, DAMELO HACEME ACABAR, AHORA, SIIIII o algo parecido según recuerdo y simplemente estallo en un profundo gemido AAAHHHHHAAAAAAAAAAA y su cuerpo se tensionó como una vara de caña de bambú en un arco cuando estas por disparar una flecha y gozo, hasta puedo jurar hoy que gozo como si fuera su primera vez.

De inmediato Paula explotó también en su segundo orgasmo y tan intenso como el anterior, se aferró a las nalgas y caderas de mamá, la aprisionó entre sus piernas y mordiendo la almohada su grito quedo ahogado y solo pude ver sus uñas hiriendo la carne de mamá hasta arrancarle un hilo de sangre que escurrió un par de centímetros.

Mi dios, aun hoy cuando recuerdo esa escena me pone la piel de gallina, las dos mujeres que más quería, las dos gozándose mutuamente y las dos haciéndolo para su placer pero más para el mío, que regalo hermoso tuvo de ellas aquel día.

Tardaron un par de minutos para recobrarse y cuando ellas tuvieron de nuevo conciencia de mi presencia yo seguía alucinando con la imagen de sus cuerpos entrelazados y sobandome la verga con lentitud en la silla el escritorio.

Fue mamá la que tomó la iniciativa y mirando a mi novia le dijo: Paula, mi amor, fue genial pero vamos por ese hombre que nos necesita. Se acercó a mi y me jalo hacia la cama y me hizo recostar y por primera vez en la vida, dos hembras se disputaron el mamarme la verga.

Fue Paula la que anticipó a mi madre y ella entonces tuvo que conformarse con lamer mis huevos mientras mi novia con la ayuda de sus manos me daba una lamida inolvidable. Un minuto después mamá empujó a Paula y se apoderó de mi verga y solo con su boca y movimientos se la introducía toda en su garganta como i la estuviera cogiendo con la boca.

Luego de un rato así, ambas se dedicaron a pasarme la lengua todo a lo largo de mi miembro mientras éste estaba recostado sobre mi vientre y entonces Paula dejo de hacerlo y subiéndose a la cama puso sus piernas a cada lado de mi cuerpo y se sentó literalmente sobre mi verga con la ayuda de mamá para que le entrara por el culo.

Era tal la calentura de Paula que al contrario de otras veces en que debía tener paciencia ella misma empujo hacia abajo y de modo firme y constante se lo fue introduciendo por el recto sin pausa hasta que estuvo todo dentro y, a su vez, se acariciaba el clítoris con una de sus manos.

Cuando ya lo tuvo todo en el interior, se reclino un poco hacia delante y apoyando las manos en mi pecho comenzó a moverse en un mete y saca infernal. Podía sentir el esfínter aprisionando mi verga cuando la sacaba y las paredes del recto dilatarse cuando entraba y eso se repetía una y otra vez.

Mientras que ella me montaba, mi madre le chupaba los pechos a Paula y mi novia a cada caricia aumentaba el ritmo de las penetraciones anunciando el orgasmo que se avecinaba.

Paula se masturbaba sostenidamente mientras que yo me la cogía por el orto con fuerza y, mi madre, dejó a Paula y se colocó sobre mi rostro para que la chupara entregándome su vagina abierta por sus propios dedos a milímetros de mi mí cara.

Sin dudarlo comencé a comerle el clítoris a mamá que ya estaba que hervía y dejando de sostener a mi novia de sus caderas me aferré de las carnes de mi madre para sostener a una distancia que me permitiera moverme con libertad en su sexo.

Tan sólo unos segundos después mi madre estaba acariciando los pechos de Paula, mi novia los de ella y entre ambas se besaban nuevamente con lujuria. Esa imagen me calentó sobre manera ya que me hacia sentir como el juguete sexual de ambas y tan sólo un complemento de su pasión y todo me dejó a meros instantes de venirme en el culito hermoso de Paula.

No pudiendo resistir más tanto placer recibido, deje de besar la vagina de mamá y gemí fuerte anunciando mi orgasmo y entonces sentí la voz de Paula diciendo: DAMELA, LLENAME EL CULO, PARTILO, PARTILO QUE ES TUYO AMOR, DAMELA TODA y sin más comencé a soltar los chorros de mi semen en su interior. Paula de inmediato al sentir el chorro caliente entrándole aumento su ritmo y tuvo su orgasmo con un sonoro grito SIIIIII, ASIIIII DAMELA, MAS, MAS, MASSSSSS y se pego a mi enterrandose mi verga lo mas hondo que le había entrado jamas.

De inmediato mamá explotó en su orgasmo tambien, ella se tomo el clítoris y se masturbaba jalándolo entre sus dedos con fuerza y rozando su sexo a mi cara embadurnándola de sus jugos por completo. Fueron unos treinta segundos donde sólo se oían gemidos de placer, resoplidos, ruidos de la respiración agitada y ninguno se movia, ni decía nada más.

Tras ello, mamá se bajo de la cama y caminó hacia la puerta mientras que Paula sólo se recostó sobre y me beso suavemente y de modo reconfortante. Mamá se detuvo en la puerta, giro hacia nosotros y dijo: LOS DEJO. SIGAN UDS. Y EN VERDAD HA SIDO INCREÍBLE y salió de la habitación.

Así como desapareció de mi vista tras el portal se la oyó otra vez decir: Y TE DIJE QUE PAULITA NO SE RESITIRIA Y QUE SEGURO QUE QUERRIA CON LOS DOS y una leve risa mientras se alejaba para después concluir Y EN 45 MINUTOS LOS ESPERO PARA COMER Y BÁÑENSE LOS DOS.

Entonces Paula mirándome a los ojos sonrió con una candidez propia de una niña que acababa de perder su virginidad y dijo: Tu mamá es increíble y vos, VOS SOS LO MEJOR QUE ME PUDO PASAR y espero que lo volvamos a repetir.

Nos besamos y por casi media hora más seguimos haciendo el amor con Paula sin interrupciones, luego nos bañamos juntos y fuimos por la cena que mi madre al llegar al comedor tenia preparada y servida.

Nos sentamos los tres como si nada y cenamos comentando lo bien que la habíamos pasado y planeando otros encuentros futuros, cosas que nos gustaban y palabras de agradecimiento de nosotros dos hacia mi madre, por la cena y por la escena vivida ese día y luego de cenar lleve a Paula a su casa.

Desde ya que no fue nuestro único encuentro, ni el último y en las próximas entregas les contaré como siguió nuestra relación, a la que con consentimiento de mamá sume a mi mejor amigo de toda la vida para que se la cogiera a ella y a Paula. Espero que les haya gustado.