Aquél fin de semana de carnavales

Luis y Mike son dos primos que desde pequeños se criaron como hermanos, sin embargo algo cambiaria en su relación aquél fin de Semana.

Era más o menos la poca de carnavales. Aquí en  Venezuela como el fin de semana se hacia mas largo entre mi familia planificaron pasarla en la playa, uno de mis tíos tenia un apartamento vacacional en una pequeña residencia cercana a una de las tantas playas que habían a los alrededores de él… lo que yo no sabia era que ese mismo fin de semana y en ese lugar sucedería algo más allá que una simple diversión entre primos…

Habíamos ido en como unas 13 personas en total, entre ellos unos primos de mas o menos mi edad. Uno con quien me había criado desde que tenía uso de razón, desde pequeño le decía Mike y también Anthony y Patricia. Eran pocas las veces que nos juntábamos los cuatro por eso teníamos que aprovecharlo. Anthony y patricia son hermanos y habíamos encontrado allí en Pto. La Cruz, ellos habían venido desde Caracas con sus padres a pasar el fin de semana de Carnaval con la familia. Mike y yo vivíamos los dos en Maracay, bastante cerca el uno del otro. Sin embargo últimamente estábamos algo distanciados, sin siquiera saber yo el motivo.

Anthony el mayor del grupo tenía unos dieciséis años, por supuesto que la señora pubertad ya había tocado su puerta. El es un chico algo relleno por que no llega a estar gordo, solo tenia  algo de pancita, blanco de piel, con sus relucientes brackets, unos ojos café claros,  con el pelo alborotado como si no conocía un peine en su vida, patricia era la típica Hijita de papá , ella de quince para aquel entonces.

Mike en cambio era el más atlético también con quince años, practicaba cualquier deporte que se le cruzara en su camino, y en su cuerpo se podía notar cuanto empeño le ponía, en la piscina podía notar cuanto había cambiado en los últimos meses sus abdominales definidos, los pectorales marcados, sus piernas trabajadas, un culo de ensueño,  sus labios gruesos, aquella mirada furtiva y hechizante de esos ojazos café y el cabello liso mojado completamente que le tapaba media frente, su cara de niño aun no desaparecía por completo. Hasta hace poco me había dado cuenta que el me comenzaba a atraer y no podía dejar de pensarlo en mis fantasías.

Ya tiempo atrás me había dado cuenta que no me atraían las mujeres del todo, ya no tenia duda de ello, las fantasías con otros hombres me lo confirmaban, era gay y mi primo me atraía, eso estaba muy claro para mi.

Y jamás me iva a imaginar que en ese paseo vacacional iva a ocurrir lo que ocurrió y que mis fantasías se hicieran realidad

Era Domingo y acaban de cerrar la piscina donde solo quedábamos Mike y yo, los dos estábamos exhaustos y completamente insolados de no dejar ni un minuto de descanso del sol que había hecho durante todo el día, claro que el más afectado era yo, todo mi cuerpo estaba enrojecido, el en cambio con su piel morena apenas se notaba un poco más oscuro de lo normal. Cuando subimos al apartamento dijeron que nos tendríamos que bañar en las duchas de la piscina por que no se quien se había apoderado del baño, así que volvimos a bajar.

Mike y yo entramos al baño y nos dirigimos a la ducha el se comenzó a quejar:

-Ahora nos toca a nosotros bañarnos aquí que seguro ni calentador de agua hay eh…

-Pues que mas se hace le digo.- mientras me miraba disimuladamente al espejo, yo, un chico de unos 15 años también, blanco de piel, insolada en aquel momento, con el cabello castaño y unos ojos que hacían juego con este, algo de pecas en la cara, media 1.75 a pesar de no practicar nada. Se puede decir que mi primo lucho para poder alcanzarme.

-Oye espera un momento- escuche a Mike decir mientras se devolvía rápidamente.  No pasaron unos segundos y había vuelto. Por curiosidad pregunte que qué había hecho pero no respondió solo soltó una de sus sonrisas hipnotizantes, entonces no necesite respuesta alguna.

En el baño había una única ducha. Claro que nos tocaría compartirla, ya la idea me estaba poniendo algo cachondo.

Me dirigí a la ducha, gire la llave y salto aquel chorro de agua que al tocarme me hizo pegar un brinco en el resbaloso suelo, pise aquí, pise allá, pise en el aire, manos arriba y pff termine tirado en el piso completamente, Mike se hecho a reír  a carcajadas y luego me tendió su mano.

-¿Te paso algo? O estabas bailando?- me dijo.

-No, es que el piso me quiere mucho y me quiso dar un abrazo.

-jajaja si que estas loco, venga levántate.- me dijo mientras me daba la mano.

Y en su intento por levantarme sus pies rodaron como si de un dibujo animado se trataba y termino tirado al lado de mí. Aun teníamos los shorts que usamos de bañador puestos.

-Pfff  tenía celos y por eso quise que el piso también me abrazara- me dijo.

-jajajajajaja- los dos nos reíamos a carcajadas tirados en el suelo.

Nos levantamos como pudimos. Entonces fue él quien se puso bajo la ducha

-Prrr sí que esta fría esta agua, pruébala- Y me comenzó a echar agua con las manos...

-jejeje, ¿me vas a decir que no te refresca luego de llevar sol todo él día?

-Bueno la verdad que si, ven prueba.

-Affff, que rico.- dije al sentir el chorro de agua fría chocar contra mi espalda insolada. Luego tome el jabón y comencé a pasarlo por mi cuerpo…  comenzando por el torso bajando a las piernas, todo de forma muy brusca la verdad que estaba un poco nervioso de encontrarme a solas con Mike… entonces él pareció haberse dado cuenta de mi intranquilidad.

-Coño Michael vas volando, ¿Cuál es la prisa?, ¿El agua se acabara acaso? , ¿Hay que pagarla luego?.

-Jaja no vale- le dije de una forma un tanto nerviosa.

-Ves igualito a tu mamá siempre apurado….-

-jeje- reí en voz baja.

-toma- le entregue el jabón luego de haberme enjabonado por donde no tapaba mi short.

Entonces Mike comenzó a pasarlo por todo su cuerpo y mientras lo hacia yo aprovechaba a mirarlo por no decir comérmelo con la mirada, practicar tantos deportes de verdad que le servía de mucho, tenia un cuerpo escultural a pesar de nuestra edad, yo a diferencia estaba bastante flaco y no muy formado que digamos.

Perdido viendo su cuerpo y mas que todo su paquete no me di cuenta que ya  me había mirado de reojo como estaba de atontado viéndolo a él…

-¿Qué onda Luis? ¿Te gusto o que?...

-Si vale tú me vuelves loco Mike- Dije en tono de broma.

-jajaja- dijo mientras seguía enjabonándose.

Al llegar a sus hombros e intentar pasar el jabón por su espalda, llegando a los omoplatos, al parecer comenzó a sentir ardor, entonces su petición me dejo algo anonadado.

-Hey Luis, ahmm, no me puedes pasar el jabón por la espalda que es que, ehmmm, me arde todo el cuerpo al estirarme tanto- dijo frunciendo el ceño.

Claro que yo ni corto ni perezoso iva rechazarlo, sin embargo no estaba del todo cómodo, andaba algo intranquilo, no quería desaprovechar la oportunidad, sin embargo, los nervios me hacían una mala jugada, quizás no volvería a suceder así que me decidí y tome el jabón y comencé a  frotarle la espalda con un gesto brusco, debido a mis nervios claro…

-Hey más suave que me lastimas…

-Disculpas... - Entonces sin querer deje caer el jabón por un escalofríos que me dio repentinamente. Cuando me iba a levantar me encontré con Mike desamarrándose la trenza que sujetaba el short que aún no se había quitado... a pesar de habernos criado casi como hermanos, con la distancia de los últimos meses había perdido la costumbre de verlo desnudo, más que todo como cuando pequeños que hasta nos bañábamos juntos. Si su cuerpo había cambiado tanto... su polla también lo debía haber hecho, me decía a mi mismo.

-Estamos en confianza ¿no primo?- me pregunto

-Pues claro- le dije con la voz entrecortada

-Anda quítate tu también los tuyos ¿no nos hemos visto ya?,  ándale será como cuando niños, lucho-

-Bueno- me sonroje un poco y entonces comencé a quitarme el short que tenia puesto y luego los boxers, mi pene ya estaba algo morcillón.

-Guau al parecer los años no te han tratado mal eh- dijo como para romper el hielo.

-jeje pues a ti tampoco que digamos- le dije mientras miraba su herramienta sin poder identificar si estaba morcillona o si era su estado normal ¿Quizás mi primo también estuviera excitado de la situación?

-¿¡Que no me han tratado mal me dices!? ¡Venga! no seas penoso, tócala para que veas, esta muchísimo mas grande que hace 6 años.

Hace 6 años más o menos habíamos dejado de vernos en pelotas, siempre que Mike se quedaba en mi casa. A la hora de bañarnos los dos nos veíamos completamente desnudos sin importar nada, claro después de todo éramos unos niños, nuestra mentalidad no era ni parecida a la de en este momento.

-¿Me estas pidiendo que te toque el pene?

-¡Venga! no te volverás maricón por eso es solo para ver quien la tiene mas grande, ¿me vas a decir que no lo has hecho con tus amigos?

-No- le respondí casi sin poder hablar, no podía tocarla, no podía moverme. Entonces Mike me tomo de la mano y la acerco hasta su miembro.

-Anda primate

No lo pude evitar, como por instinto tome su polla y la empecé a palpar, era muy suave al tacto, todavía no estaba en erección pero si la podía notar algo morcillona, podía apretujarla, la sensación era distinta a otra cosa que hubiera tenido antes entre mis manos, ni siquiera mi propia polla se comparaba, la sensación era diferente tal vez por eso de ser otro pene.

Mike sin decir nada puso su mano sobre mi miembro y entonces comenzó a subir y bajar lentamente, luego me miro a la cara sin soltar mi pene, el agua de la ducha caía sobre nuestros cuerpos insolados, ya nuestros penes estaban erectos, ya no había vuelta atrás.  Mike deslizo su mano izquierda sobre mi cabello mientras con la otra me hacia una paja, y yo con mis manos hacia lo mismo con movimientos algo torpes. Poco a poco me fue arrimando hasta que quedamos fuera del alcance del chorro de agua, me recostó de la pared y allí comenzó a mordisquearme la oreja. Poco a poco fue bajando, lamiendo las gotas de agua que tenia en mi cara hasta que llego a mi boca, morreándonos, fue un momento memorable, acaba de dar mi primer beso, a otro hombre y ese hombre era mi primo, casi mi hermano.

Ya mi cuerpo se había tranquilizado un poco y la tembladera que tenía había desaparecido, sin embargo no dejaba de preocuparme el hecho de que alguien podía entrar en cualquier momento al baño y cazarnos en plena faena, entonces lo aparte un poco.

-Ya vengo pasare el cerradero...

-¿Que crees que he hecho hace rato?

-¿¡Qué!? ¿Tenías todo esto planeado acaso?

Entonces me volvió a soltar una de esas sonrisas cautivantes solo que esta vez se podía notar algo de malicia en ella, luego me volvió a besar intensamente, su lengua buscaba la mía, me la mordía suavemente, también mordisqueaba mis labios, se veía que a diferencia de mi no era la primera vez que besaba, claro era imposible que no hubiera tenido novias antes.

De pronto, de casualidad, se escuchó como que alguien intento abrir la puerta, nuestros ojos de abrieron como platos mirándonos mutuamente, menos mal que Mike lo había pensado antes al parecer al no poder abrir dejaron de intentarlo. Entonces nosotros seguimos en lo nuestro.

Nos besábamos como locos y mientras que lo hacíamos nuestros penes se chocaban uno con otro, podía sentir lo caliente de su pene chocando contra mi pelvis y como nuestros vellos se entrelazaban. Estuvimos así un rato hasta que mi primo entre beso y beso con una voz jadeante me susurro al oído que se la mamara, al tiempo que con su mano me iva bajando hasta yo quedar de rodillas quedando de frente a su pene al máximo esplendor.

Me quede atontado  viendo su polla, era morena como su color de piel, sus venas se marcaban bastante, y su capullo tenia un tono morado oscuro, bastante grueso y un poco más largo que el mío que para entonces mediría unos 15cm.

Su pene completo era una maravilla sin embargo no me animaba a acercarme, los nervios no me dejaban, entonces fue Mike quien tomándome por el pelo, de cierta forma, me obligo a comerle la polla.

Lamia su glande, deslizaba su prepucio hacia atrás y pasaba mi lengua por su frenillo, luego por la corona, era una extraña sensación.

-Oye que bien lo haces, ¿Acaso lo habías hecho antes?.

-Digamos que me había instruido.

-Ufff, pero que bien te instruiste entonces, vamos chúpalo, chúpalo.

Entonces obedecí su petición, chupe como si de una paleta se tratara, recibí una gota de precum en mi boca, la deguste con delicia, su sabor era algo saladito, quería más, tenía que conseguir más.

Me trate de meter su pene completo de golpe en la boca, y casi que me vómito cuando esta choco contra mi campanilla.

-Vamos chúpala toda- diciendo esto tirándome del pelo me tiro hacia el hasta el punto que quede con la nariz entre su vello púbico, los ojos se me aguaron, entonces, tuve otra incontenible arcada. Sin embargo el no dejaba de azotar mi garganta desenfrenadamente.

-Déjalo bien lubricado que seguro lo vas a necesitar- de momento no entendí a que se refería, sin embargo me limite a hacerle caso y empecé a babear su pene hasta dejarlo completamente brillante. Fue entonces que aun tomándome del pelo Mike me hizo levantarme y me dijo al oído que ahora si sabría lo que era bueno, entonces me puso de espaldas a él, yo me apoye contra la pared, lo que venía era obvio, y otra cosa que también era obvia es que esta no era la primea vez que él tenia sexo.

Tomo su pene y con su mano lo fue dirigiendo hasta mi entrada, yo tenía algo de miedo, iban a ser muchas primeras veces para un mismo día, no sabía si estaba preparado para recibir una polla en mi ano. Él comenzó a frotar su capullo en mi entradita, y de pronto sentí como comenzó a hacer presión, estaba introduciendo su pene en mí.

No había entrado del todo y de pronto sentí un fuerte ardor, sentía como si me quemaba por dentro entonces trate de apartarme y sacar ese trozo de mi, pero fue inútil, mi primo me tomo de la cintura y al ser este mas fuerte que yo no pude hacer mucho.

-Por favor sácalo, me dueleee- le suplique.

-Tranquilo, ya se te pasara-

-No por favor sácalo yaaa- le dije mientras de mis ojos comenzaba a brotar una lagrima. Pero de todas maneras él hizo caso omiso a mis suplicas y empujo su pene hasta que entro completamente, solté un grito de dolor, pero de pronto mi grito fue silenciado por la mano de Mike sobre mi boca.

-Vamos no hagas tanto ruido, ni que fuera la gran cosa, además nos pueden escuchar.

Trate como mil maneras de quitar su mano de mi boca pero no pude hacerlo. Él había dejado su pene quieto dentro de mi, sin embargo el ardor no cesaba, entonces de pronto comenzó a bombear de atrás a  delante, sin sacar su polla completamente, cuando ya notaba que estaba por salir la volvía a meter completamente, el dolor no cesaba, ya mis lagrimas se confundían con el agua que ya comenzaba a secarse y el sudor que empezaba a salir de nuestros cuerpos. Sentía como que me quemaba por dentro.

En uno de sus bombeos su polla  salió completamente entones forcejee como pude hasta quedar de espaldas a la pared, el ardor no cesaba pero se hacia mas tolerable.

-Venga sigamos tu sabes que te esta gustando- dijo mientras se acercaba a mi para plantarme otro beso.

-Noooo, me duele mucho- le dije separando sus labios de los míos.

-Anda, por favor, tienes un culito muy rico, quiero dejarlo lleno de leche, por favor- diciendo esto me comenzó a mordisquear por la oreja, causándome cosquillas. Solté una leve carcajada, lo que el tomo como que si hubiera dicho que podía continuar. Ya el ardor había pasado.

De nuevo me puse de espaldas a la pared, mientras escuchaba el agua  estrellarse contra el suelo y me salpicaba las piernas.

-Ves ese es mi primito que nunca se negaba a nada.

De pequeños Mike siempre había tenido una actitud dominante sobre mi, cualquier travesura que a él se le ocurriera, me obligaba a hacerla o a ayudarle, como si fuera su esclavo, y cuando nos descubrían siempre me echaba la culpa de todo. Sin embargo el tiempo había pasado y las cosas habían cambiado, había comenzado a tomar decisiones por mi mismo, al menos eso decía yo.

Mike comenzó de nuevo a introducir su polla en mi recto, esta vez no sentí tanto dolor, ya se había convertido en placer, le dije que bombeara, que no parara, le pedía más y más, más rápido, gemía de placer, estaba completamente ido. Con su mano me hacia una paja desenfrenada.

Los dos gemíamos como perros en celo. Sentía como su instrumento recorría todas mis entrañas, no quería que el momento acabase. Le pedía más a gritos y Mike se excitaba muchísimo con eso.

De pronto con su otra mano me tiro por la el cabello hacia atrás y con sus labios busco los míos, sin detener sus bombeos me dio un beso, un beso no, nos morreamos salvajemente.

De mi polla salieron disparados varios chorros de semen que se estrellaron contra la pared  y luego se empezaron a chorrear por toda esta. Los movimientos de mi primo entonces se hicieron más acelerados, su respiración entrecortada hasta que Mike también se corrió pero dentro de mí, entonces después de correrse saco su miembro de mí ser. La sensación de vacío me invadió completamente.

Podía sentir como si mi ano estuviera más abierto que antes, acerque mis dedos para comprobarlo y si era así, de hecho uno de mis dedos entro fácilmente en él saliendo lleno de la esperma de mi primo.

Mike me volteo y me dio un pequeño pico, luego soltó una de sus sonrisas llenas de malicia que me iba a acostumbrar a ver mas seguido.

-¡Que culito tan rico tienes!, ¡súper apretadito!, ¡esto tiene que repetirse!- dijo haciéndome sonreír tímidamente.

-¡Venga! vamos a ducharnos que ya se deben preguntar que estamos haciendo.

Luego que me había corrido había perdido todo el apetito sexual, me sentía asqueroso por lo que había hecho. Me enjabone tan rápido como pude y espere a Mike que hiciera lo mismo, a él parecía darle igual.

Una vez salimos del baño la tensión no desaparecería en mi. Entonces mi primo empezó a buscarme conversación:

-¿Quieres saber como supe que te gustaría?

-¿Sabias que me iva a gustar? ¿Sabias que me gustaban los hombres?

-Pues claro. ¿No había puesto el seguro a la puerta apenas entramos?

-Si pero.

-jajaja. Sabes desde antes había tenido sospechas… yo habiendo tenido miles de novias, tu no habías tenido ni una, y no eres tan feo como para no conseguirte una rápido.

Me hizo pensar intrigado.

-Pero no lo confirme hasta que un día fui a tu casa a buscar una tarea, tú no estabas pero  tu mamá me dejo usar la compu de todos modos. Aproveche la oportunidad y abrí el historial buscando alguna página comprometedora pfff apenas puse porno y la pantalla me mostro cientos  de sitios de porno pero no porno normal sino gay.

No tenía que responder ya había quedado en shock, nunca olvidaba borrar el historial a pesar de que solo yo usara esa pc sin embargo esa vez al parecer fue una excepción.

-Después aproveche que tu mamá salió a hacer unas compras dejándome solo en tu casa, y abrí uno de esos sitios, empezó a pasar un video de un tipo con un pasamontañas reventándole el culo a otro rubito él. Eso me excito de sobre manera y me comencé a pajear sentado frente a tu computadora. Salieron un montón de chorros de leche disparados creo que unos hasta alcanzaron el monitor o el teclado. El del monitor lo limpie pero el del teclado lo vine recordando cuando estaba en el liceo, ya era muy tarde.

Recordé una vez que llegue a mi casa y encontré el teclado manchado, sin saber que era busque un trozo de papel higiénico y lo limpie.

-Bueno de ahí siempre trate de buscar una situación como la de hoy, pero también me reprimía a mi mismo por tener esos pensamientos homosexuales, fue por eso que me aleje de ti. Pero hoy se dio la oportunidad y no la iva a desaprovechar. Ya me da igual. Solo se que me gusto mucho tirar contigo.

-Ahmm- jamás se me hubiese pasado por la cabeza todo lo que me acababa de decir Mike.

Una vez llegamos al apartamento de mi tío, los dos hicimos como si nada hubiese pasado. Hasta el momento que la esposa de mi tío nos dijo:

-Por tardarse tanto todas las camas ya tienen dueño les tocara a los dos dormir en una colchoneta en el piso.

Los dos nos miramos a la cara con una sonrisa de complicidad…