Apuesta en el clásico

Aposte con mi sobrino en el clásico, le cobre de una forma muy rica

Un día mí esposo y yo estábamos en nuestra casa, esperábamos a varios familiares, ese día se jugaba el clásico Guadalajara contra América, fueron llegando todos. Al final éramos como 30 personas, uno de mis sobrinos, hijo de un primo de Arturo era muy americanista. Yo estaba usando una playera del Guadalajara, este sobrino de nombre Efraín comenzó a molestarme, se burlaba del equipo.

Me paré a la cocina, él me alcanzó en la cocina, me pidió un refresco se lo di. Yo le decía que estaba segura que las chivas ganarían, él aseguraba lo contrario. Le dije que apostáramos. Él dijo que lo que yo quisiera, le dije que un castigo, pero que no dijéramos nada a los demás que fuera una apuesta secreta, él aceptó.

Durante el partido yo celebraba lo bien que jugaba mi equipo, él estaba enojado por lo mal que jugaba el suyo decía que el equipo de su secundaria jugaría mejor. La familia veía atenta el juego, de vez en cuando yo lo veía a él. Yo sabía que si ganaba mi equipo, aprovecharía el castigo para llevármelo a la cama, seguramente era virgen, y yo quería ser la primera.

El partido acabó, ganó el Guadalajara. La reunión siguió, todos estaba muy animados, platicaban unos con otros, Efraín platicaba con uno de sus primos el cual se fue pues tenía una fiesta, al dejarlo solo, me acerque a Efraín le pedí que fuéramos a la cocina.

P –Sobrinito perdiste así que tendrás que pagar.

E –Sí tía, cual será mi castigo.

P –Creo que al final no será castigo, eso depende de ti, quiero que me cojas.

Él se me quedo viendo, se le notaba que se puso muy nervioso, me veía fijamente, no parpadeaba.

P -¿Qué pasa Efraín? ¿Qué no te gusto?

E –Muchísimo tía.

P -Pues quiero que el lunes en vez de ir a la escuela vengas a verme.

Me acerque a él y lo besé, le metí la lengua, el me besó y puso una de sus manos en mis senos, lo deje que me los tocara un poco, después lo detuve y le dije que seguiríamos el lunes.

La reunión seguía, la gran mayoría celebraba el triunfo de las chivas, en algún momento mi tío Armando me dijo que subiría al baño que el del cuarto de juegos estaba ocupado. Yo sabía que esa era la señal para subir con él, siempre subíamos y le mamaba la verga. Él subió y unos minutos después subí yo. Al entrar al baño él ya tenía la verga afuera.

P –Que rica verga te voy a mamar.

A –Mámamela ya puta que no aguanto.

Me agache, la agarré y le pase la lengua, se le paró muy rápido, yo la pegué a su estómago y le pase la lengua de abajo hacia arriba. Después me metí la cabeza, le pase la lengua, el gemía, yo estaba feliz de calentar tanto a mi tío. Mi lengua dibujaba la cabeza, después me la metí toda, la sacaba y la metía, lo hice sin apretar

mis labios, y jugaba con mi lengua en su pito, después apreté mis labios y la metía y la sacaba, mi tío gimió muy fuerte y se vino en mi boca. Yo me lo tragué todo, me enjuague la boca mientras él se acomodaba la ropa.

A –Que rico que seas tan puta.

P –Me gusta mucho la verga, pero si es la tuya entonces me vuelvo loca.

Regresamos a la fiesta, en la cual por algunos momentos, nuestros familiares me agarraban las nalgas, me decían cuanto me deseaban, que cuando volveríamos a coger, durante la noche subí a dos más al baño, por separado, les mame la verga, me tragué tres leches esa noche. La de mi tío, un sobrino de Arturo y uno de sus tíos. Yo era la puta de la familia, pero pocos sabían que todos me cogían, muchos pensaban que eran los únicos.

Al siguiente lunes, como a las 7 de la mañana tocaron la puerta, Arturo y yo aún estábamos dormidos, me levanté y fui a abrir, era Efraín le dije que mi esposo estaba aún en casa, que regresará después de las 9. Él me dijo que no quería estar en la calle que alguien podría verlo, le pedí que se escondiera en el baño del cuarto de juegos. Regresé a la cama, Arturo me preguntó que quien tocaba, le dije que era una señora vendiendo desayunos. Nos dormimos como una hora más, me levanté a hacerle el desayuno a mi esposo mientras él se arreglaba, se fue como a las 9, yo me estaba bañando. Unos 15 minutos después ya estaba lista, no me puse nada de ropa, solo unos tacones negros de aguja muy altos, y así baje a buscar a mi nuevo amante.

Abrí la puerta del baño, él estaba jugando con su celular, al verme dijo.

E –Tía estás buenísima.

P –Te gusto papi.

Me di una vuelta lenta para que el pudiera ver bien mi cuerpo, le pedí que se quitara toda la ropa, cuando se desnudó por completo vi que su verga era muy grande para su edad. Lo tomé de ella y lo llevé hasta mi cuarto. Lo hice sentarse en la cama, yo me puse de cunclillas frente a él.

P –Mi amor ¿eres virgen?

E –Sí tía.

P –Que rico seré tu primer mujer.

Le acaricié las piernas, pasaba mis dedos, después las uñas, con algo tan sencillo como eso su verga estaba muy parada, parecía que iba a explotar. Puse mis manos sobre sus muslos, y me metí la verga en la boca, apenas le di unas cuantas chupadas, cuando mi boca se llenó de su semen.

E –Tía que rico.

Me lo tragué todo, le enseñe mi boca vacía.

P –Que rica leche das.

Lo acosté, le acariciaba y le besaba el pecho, estuve así por unos 10 minutos, su verga comenzaba a reaccionar otra vez, es lo bueno de los jóvenes se recuperan muy rápido. Me senté sobre su cabeza y le enseñe a chuparme la concha, aprendió rápido, lo hacía muy bien.

P –Así mi amor, chúpame rico, comete mi coño.

Me hizo llegar al orgasmo, inunde su cara con mis jugos.

P –Aaaahhhh que rico, que bien mamas.

Me recosté y le pedí que me chupara los senos, trataba de metérselos todos a la boca, eso era imposible, succionaba muy rico mis pezones.

P –Papi que rico me chupas, estas resultando mejor amante de lo que pensé.

E –Siempre soñé con estar contigo.

P –Me deseabas, querías cogerme.

E –Sí quien no te desearía si estás que te caes de buena.

P –Papi, háblame sucio dime que soy tu puta.

E –Sí puta, te voy a coger, te voy a dar verga como siempre soñé.

P –Sí papi quiero que me cojas duro, acuéstate papi que te voy a montar.

Él se acostó, yo me subí en él, tomé su verga el apunte a mi vagina, le dije a Efraín.

P –Dile adiós a tu virginidad.

Me la metí poco a poco, él decía que le dolía un poco pero que le gustaba mucho. Cuando estuvo toda adentro de mí, deje que se acostumbrara un poco a esa sensación. Él tenía los ojos cerrados, yo lo veía, a esa altura ya había perdido la cuenta de cuantos hombres he desvirgado. De repente el comenzó a moverse lentamente, abrió los ojos, me miró, yo le sonreí.

P –Papi que rica verga tienes.

Él seguía moviéndose lento.

E –Tía Pamela que rico es esto.

P –Disfruta mi amor.

Él siguió moviéndose después de un rato aumento la velocidad.

P –Ahora sí, cógeme rico, soy tu puta.

Yo comencé a bajar y subir, el me la metía duro, la tenía muy grande y me daba gran placer. Deje que él marcara el ritmo que teníamos mientras cogíamos.

E –Que rica estás puta, quiero darte muy duro, quiero que sepas quien es tu sobrino.

P –Sí sobrino, eres mi macho vergudo, cógeme.

Él perdía el control, se movía muy rápido, lo ayudé y comencé a brincar sobre su verga. Los dos gemíamos.

P –Sí cógeme, dame verga, soy una puta.

E –Toma verga puta.

P –Sí dámela toda, quiero toda esa verga en mi coño.

Efraín comenzó a venirse, me lleno la vagina de leche, sentía lo caliente de su semen. Dejamos de movernos.

Me baje de él y me recosté en su pecho.

E –Gracias tía esto fue maravilloso.

P –Gracias a ti por permitirme ser la primera en tu vida, es rico ser la primer mujer que disfruta de la verga de un virgen.

Efraín se quedó dormido después de un rato, estaba cansado, despertó como dos horas después.

P –Mi amor, ¿quieres cogerme otra vez?

E –Sí tía, quiero que seas mi puta otra vez.

P -¿Cómo quieres que me ponga?

E –Te quiero de patitas a los hombros.

Primero se la mame un poco para ponérsela muy dura, cuando ya estuvo como piedra me puse en la posición que él quería, él se puso enfrente de mí, puso mis piernas sobre su hombros y me la metió toda.

P –Que rico me llenas con esa verga.

E –Toma puta, que rica te ves así.

P –Sí tenme así siempre, con tu verga adentro soy tu puta papi.

Él entraba y salía de mí, yo gemía de placer, sentía como abría mi conchita con su hermosa verga. Él me tomaba de las caderas, aumento el ritmo, la sensación se volvió mucho más placentera.

P –Así, que bien me coges, no pares, dame toda esa verga.

E –Toma puta, siente como te lleno.

P –Sí me llenas riquísimo, no me la saques, soy una puta, quiero verga.

E –Sí eso eres, solo una puta, solo sirves para dar placer.

P

-Sí solo sirvo para eso para dar placer, no sirvo para nada más solo para coger, soy una puta que debe de ser cogida.

Él me cogía cada vez más rápido, el placer era enorme, sentía como mi vagina se mojaba cada vez más.

P –Sí así, dame con tu hermosa verga, dame duro, soy tu puta.

E –Toma puta, toma la verga que tanto te gusta.

P –Sí me encanta tu verga, dámela.

Me hizo venirme, el orgasmo fue delicioso, el no dejaba de moverse.

P –Aaaahhhh que rico me vengo, eres un macho que sabe cogerse a su puta.

El eyaculó en mi vagina, era delicioso sentir su leche. Se quitó encima de mí, nos acostamos un rato, platicábamos de todo, en algún momento me dijo.

E –Quiero seguir acostándome contigo después.

P –Claro mi amor, de ahora en adelante serás mi amante, mi macho, yo seré tu puta, solo que tenemos que ser discretos.

Nos vestimos y él se fue a su casa, uno más a mi colección de machos.