Apuesta de deseo, Cap. 9
Gervaise investiga la veracidad de lo que Sophia le ha contado
Capítulo Nueve
Sophia se quedó desconsolada cuando Daisy le comunicó la noticia de que Gervaise se había ido a Londres. Se las habían apañado para verse en secreto unas cuantas veces más, en las habitaciones particulares de Gervaise, después de su apasionado encuentro en el prado. Cada vez que habían hecho el amor Sophia nunca se había sentido tan completa. Él no le había comentado este viaje a Londres y esperaba que no le hubieran destinado a algún estúpido encargo.
Gervaise se resistía a dejar a Sophia, pero tenía un plan para liberarla de las ataduras de su padre. Se había establecido en la casa urbana de Albermarle Street. Una de sus primeras paradas fue la casa de juego de moda, propiedad de Millicent Locke, la tía de Sophia.
El portero le introdujo en la casa, anunciándole como Gervaise Devine. Un vistazo rápido a la sala le dijo que era un establecimiento con éxito. Las salas estaban diseñadas con gusto y estaba presente lo mejor de la sociedad londinense. Una mujer de rostro severo, con el pelo rojo recogido en la parte superior de la cabeza, se volvió hacia él cuando le anunciaron. No pasó mucho tiempo antes de que se acercara a él.
"Señor Devine, permitidme que me presente. Soy la Señorita Locke, la propietaria de este hermoso establecimiento. Si hay algo que pueda hacer por vos, alguna presentación que pueda haceros, hacédmelo saber."
La miró un momento con frialdad. Así que esta era la mujer que había canjeado la sumisión de Sophia. Se inclinó secamente. "Encantado de conocerla, Madam."
Ella valoró su aspecto. "Conozco a vuestro padre, Lord Devine. Es un cliente bienvenido aquí."
"Estoy seguro de ello, Madam."
"¿Habéis estado últimamente en Devine Point, Señor?"
No iba a hablar de la situación de Sophia con ella. Agitó la cabeza. "Acabo de llegar recientemente a Londres. Entiendo que tiene un sobrino en los Light Dragoons. Tengo también un amigo en el mismo regimiento, y creo que están de maniobras en la ciudad."
Hinchó el pecho orgullosa. "Sí, mi sobrino, Charlie Locke, está en los Light Dragoons. Efectivamente, están en la ciudad."
Era una charlatana y estaba llegando más lejos de lo que él esperaba. "¿Está su sobrino aquí con usted?"
"Sí, Señor, pero pasa la mayor parte de las noches con sus compañeros. Le han aceptado recientemente como miembro de los White."
Obviamente la mujer no estaba ahorrando gastos en la promoción de su sobrino, y Sophia lo estaba pagando. Dijo vagamente, "Tal vez lo conozca allí alguna noche."
Jugó unas cuantas manos de cartas, pero no se quedó mucho rato. Le afectaba forzosamente que fuera aquí donde Sophia se había convertido en esclava de su padre.
La noche siguiente se dirigió al White's, porque era también miembro del exclusivo club masculino. Estaba tranquilo todavía cuando llegó, y tomó asiento junto a la ventana y empezó a leer la prensa. Cenó allí y luego se acomodó para esperar a su presa. Avanzada la noche entró al club un grupo de jóvenes con el uniforme de los Light Dragoons. Gervaise los estudió desde detrás del periódico durante un rato, escuchando su conversación. Eran bromas de soldados, pero utilizaban libremente los nombres de cada uno. No le llevó mucho tiempo distinguir entre ellos el nombre de Locke y observó que era un joven de apariencia similar a su hermana: la misma nariz recta, clásica, los mismos rizos dorados, los mismos labios carnosos. Sus ojos eran grises, sin embargo, en vez de aquel azul extraordinario.
Gervaise se acercó al grupo a zancadas y palmeó el hombro del joven Locke.
"Querido Señor, no he podido evitar escuchar que vuestro apellido es Locke, y os parecéis a una dama que conozco del mismo apellido. ¿Sois vos Charles Locke?"
Charlie volvió la cabeza sorprendido y levantó la vista hacia el alto caballero. "Ese soy yo, Señor. ¿Y quién sois vos?"
"Mi nombre es Gervaise Devine." Esperó para ver si su apellido hacía algún efecto en el joven, pero su expresión no cambió.
"Un placer conoceros, Señor. ¿Conocéis a mi hermana?"
Gervaise inclinó la cabeza. "Sí, la conozco bien."
Charlie le miró de arriba abajo. "¿Acabáis de volver de las Américas entonces?"
Gervaise parpadeó sorprendido. "¿Las Américas? Nunca he estado, Señor."
Los ojos de Charlie se entrecerraron. "Pensé que fue allí dónde conocisteis a mi hermana."
"¿Vuestra hermana está en las Américas? No tenía ni idea. La conocí hace algunos años y no la había visto desde entonces." Así que ese era el cuento que Millicent Locke le había contado sobre la desaparición de su hermana.
Charlie se relajó. "Sí, se fue a visitar a su tío allá, hace unos seis meses, es el hermano de su madre. Tenemos madres distintas, ¿sabéis?"
"Sí, lo sé. Por favor, ¿queréis sentaros y compartir mi botella?"
Charlie se sintió halagado y miró a sus compañeros. Gervaise Devine era claramente un miembro de la clase alta. Charlie se sentó a su mesa.
Tras unos cuantos vasos de brandy, Charlie se quedó mirando fijamente al vaso. "¿C-conocisteis a mi hermana en la casa de juego de mi tía?"
Gervaise asintió. Le pareció que era una respuesta segura.
Charlie agitó la cabeza. "Nunca pensé que fuera adecuado para mi hermana trabajar en un antro de juego, pero yo era demasiado joven entonces para protestar. Sophia es mayor que yo, y yo todavía iba a la escuela cuando mi tía la puso a trabajar. Mi tía no es tía carnal de Sophia, por eso tiende a ser más dura con ella de lo que lo es con mi hermano y conmigo. Además me aseguró que Sophia encontraría montones de hombres para elegir y que se casaría en poco tiempo. No fue hasta más tarde que me di cuenta de que las ofertas que Sophia podía recibir no serían de matrimonio." Su expresión adquirió fiereza de repente. "Mataré a cualquier hombre que haga daño a Sophia o a su reputación. Así que aunque dejé de ver a mi hermana me alegró descubrir que se había ido con su tío."
Gervaise bajó los ojos. ¡Oh Dios! Estaba contento de descubrir que Sophia le había estado diciendo la verdad sobre todo, pero cualquier plan que pudiera tener de contarle a Charlie los apuros de Sophia se vino abajo en el momento que miró aquellos ojos grises ardientes. El joven iría seguramente tras su padre con resultados desastrosos. Sabía que su padre no tendría remordimientos de matar al joven en duelo si se le retaba.
Gervaise dio unos golpecitos en su vaso. "Le tenéis mucho cariño a vuestra hermana. Sé que ella os lo tiene también a vos."
Una hermosa sonrisa se dibujó en el rostro de Charlie. "Mi hermana es la mejor hermana que puede tener un hombre. Siempre nos cuidó a Thomas y a mí. Cuando nuestra madre murió, nuestro padre estaba demasiado desconsolado como para ocuparse de nosotros. Sophia nos consoló además. Y cuando él murió, lo arregló todo para que viniéramos con nuestra tía a Londres. No creo que a nuestra tía le hiciera mucha gracia ver a Sophia, pero Thomas y yo le dejamos claro que tendría que recoger también a Sophia, o no nos quedaríamos."
"¿No tenía Sophia más parientes aquí en Inglaterra? ¿No queda nadie de la familia de su madre aquí?"
Charlie contestó, "La familia de la madre de Sophia la repudió cuando se casó con Charles Locke, nuestro padre. Era solo un soldado vulgar, y ellos tenían puestas miras más altas para ella. Me quedé sorprendido cuando la tía Millicent me dijo que Sophia se había ido con su tío, porque esa gente no quería saber nada de ella."
De modo que Sophia no tenía más parientes que su avariciosa tía, un hermano exaltado, y otro hermano que era solo un escolar. Gervaise sabía que iba a tener que pensar en otro plan para darle libertad. Le estaba agradecido al joven soldado porque le había confirmado el buen corazón de Sophia y su ridículo sentimiento de deber hacia sus hermanos.
Se separaron en los mejores términos, el ingenuo joven convencido de que no había nada impropio en la relación de aquel hombre y su hermana. Gervaise volvió a Devine Point madurando un nuevo esquema. Ahora solo tenía que convencer a su padre.