Aprovechándose del traqueteo del autobús
Sentí escalofríos y miedo de que nos descubran, este comenzó a deslizar su glande por mis nalgas e incluso por mi ingle, avergonzado ante este degenerado con rapidez intente cerrar mis muslos.
Aprovechándose del traqueteo del autobús
Muy buenas a todos, desde este medio os hago saber de mis experiencias, me gusta contárosla de tal manera que os imaginéis que estáis participando, ya me gustaría que fuera así… deseando de que podáis disfrutar conmigo. Siempre me he esforzado a través de los años en mejorar, aprovechándome cualquier oportunidad para satisfacer o que me satisfagan, no suelo hacer amigos pues en verdad no los busco, aunque finalmente la amistad surge del mismo roce.
Como bien sabéis mis preferencias son los hombres maduros a muy maduros, aquellos maduros activos que buscan un pasivo que les satisfaga, maduros que desean un pasivo y hacer posible sumiso, poniéndoles aun más que tenga no tengan pluma o ser afeminados, maduros que buscan una buena putita y hacer posible preñar.
Soy de esos que buscan sexo esporádicos sin compromiso, soy de esos que me entrego al máximo, no negando mi experiencia a aquellos que me atraen. Como suelo decir… “Me da igual donde lo hagamos, siempre y cuando sean en ese momento y lugar, ya que debemos de disfrutar y gozar ambos, pues para el momento que lo hacemos… el lugar es lo de menos”. Si son muy maduros a veces no me importan como son, pues me gusta aprovecharme de esa complicidad que solemos tener, me excita el morbo que estos crean. Hasta el grado que son ellos los que invitan a más de uno a unirse, oportunidad que a veces aprovecho aunque a veces sean muchos a satisfacer, pues cuando estás en plena faena no sueles decir no.
Comenzare… vale, hace unas semanas tome el autobús en Sevilla Este sobre a eso de las 20:00 horas, autobús de línea que debía de llevarme hasta la Gran Plaza donde debía de hacer transbordo. Transporte de línea que no era otra que la línea 22 y que ya había cogido otras veces, llegando a acoger incluso el 27, pero no me quedo más remedio que cogerlo al tener el coche en el taller. Transporte que cogí en Sevilla Este por encontrarme jugando en las instalaciones deportivas, instalaciones que solo utilizamos para poder jugar y nada más, ya que las duchas estaban estropeadas y no teniendo más remedio que volver a casa con lo puesto.
Tras montarme en el autobús… autobús que tardo cerca de veinticinco minutos en dejarme en mi destino, destino que para mi vergüenza tuve que soportar a un degenerado y vicioso, como si no hubiera jovencito o jovencita en ese maldito autobús, encima… yo por sí me monte con ganas de orinar. Cuando me monte en el autobús como buen ciudadano deje mi lugar que cogí nada más montarme a una señora mayor, colocándome en medio de este donde te tienes que sujetar a los soportes que cuelgan.
Mientras el conductor no deja transeúnte que montar, yo aprovecho para colocarme los auriculares… auriculares que conecte al móvil, pues no hay nada más que me tranquilice que la música, también me los puse ante cualquier llamada entrante. El autobús para colmo se detenía en cada una de sus paradas, haya gente para recoger o no, por no mentar la mala suerte que tuvo, pues no había semáforo en rojo que no cogíamos.
Llegue a pensar que el conductor debía de coger incluso el carril de la carretera que peor estaba, pues no había bache o desperfecto que no cogiera, esto sumado al traqueteo del mismo autobús durante el viaje, traqueteo que tuve que soportar para no solo orinarme encima sino incluso tener un orgasmo, pues años atrás me era muy fácil tenerlos gracias al mismo traqueteo, eso y otras cosas.
Desde que tengo recuerdo os puedo confesar que siempre me ha gustado coger los transportes urbanos e interurbanos, transporte que inicialmente mis padres aunque no conformes a que viajara solo, no tuvieron más remedio que aceptarlo al no poderme llevar siempre. Este disfrute no era porque hubiera algún tipo de interés sexual detrás o quizás sí, bueno la cuestión era que disfrutaba del traqueteo que este hacia, haciéndome llegar al orgasmo sin desearlo y sin poderlo evitar. Siendo para mi disfrute personal como un alivio pero por otro lado, para mi parte emocional era una vergüenza pues había veces que se notaba, teniendo que pasar un bochorno y una humillación por aquellos que me miraban.
Cuando digo que tengo orgasmos sin poderlo evitar y menos desearlo… no es una patraña y menos una mentira, aunque acabas por un lado con una sensación desagradable… por el otro te siente satisfecho. Los autobuses me proporcionaban esa satisfacción que tantas veces buscaba, los autobuses me daban ese morbo que encontraba a veces de manos de desconocidos. No pudiéndome negar por mucho que intentara a no excitarme, no os podéis imaginar lo que era soportar ese traqueteo durante todo el recorrido, aquellos baches o simplemente el roce con cualquier pasajero.
Roce que para mi desgracia me ponía… aunque inicialmente me molestaba, pero como a mucho nos pasa o ha pasado, aun mas siendo hombre… callamos, callamos por vergüenza… callamos por no ser abochornados, pues creo que es peor que un chico lo denuncie a que una chica lo denuncie. No es por ser machista pero tampoco quiero pecar de feminista, pues cuando ellas los denuncia… somos nosotros los primeros que nos ponemos de parte de ella, pero siendo al revés y somos nosotros los que denunciamos, no solo dicen que poco creíble es sino que somos objeto de burla, acabando por callar y aguantar.
Muchas veces los roces eran lo de menos… pues con el tiempo acabe por superarlos, pues como he dicho anteriormente no había ningún interés sexual. Pero cuando sientes como se te restriegan a pesar de ser chico… la cosa cambia, ya que tengo que luchar no solo con ese degenerado sino hasta conmigo mismo, ya que no es solo la excitación sino el deseo de no correrme, cosa difícil de aguantar.
Como os he mentado anteriormente, hace unas semanas tome el autobús en la Gran Plaza, autobús cuya línea me debía de llevar hasta Sevilla Este, línea que no era otra que el 22 y que no me quedo más remedio que cogerlo al tener el coche estropeado en el taller. Cuando me monte y por uno de los primeros, tuve la suerte de poder sentarme pero al mismo tiempo la mala suerte al ver una señora mayor, señora que dada su edad debía de sentarse y no había ni Dios que cediera su sitio. Yo como buen ciudadano le deje mi lugar, colocándome de pie en medio ante toda esa multitud, sujetándome a uno de los soportes que cuelgan.
Ese autobús tardo veinticinco minutos en dejarme en mi destino, destino que tuve que pasarlo de pie por la falta de sitio, autobús que más parecía una lata de sardina en vez de un transporte urbano, pues era tal la aglomeración que te hace pensar si no había más autobuses de la misma línea. Para más inri me estaba orinando… orín que al menos era soportable, teniéndome que tranquilizar mediante la música, música que provenían de los auriculares que conecte al móvil, bueno estos también me los puse por si recibía alguna llamada entrante.
Además el autobús para colmo se detenía en cada una de sus paradas… haya gente para recoger o no, eso y sumado a la mala suerte del conductor, pues este lo hacía agrede o había un complot con tráfico, ante los numerosos semáforo en rojo que cogíamos. Estaba escuchando “colprey” cuando sientes como te empujan hacia delante, empujones que no servían para nada pues había tanta gente que no solo dificultaba la respiración, sino que te obligaba a oler los tufos de otros.
Me quede sin espacio… espacio que en verdad apenas tenía, pero ese “apenas” aunque insignificante era el espacio suficiente, para que me sirviera para que corriera algo de aire con el de delante. Note como el de atrás prácticamente estaba prensado a mí, haciéndome sentir su completa anatomía, anatomía que esa curiosa parte inferior la tenía presionando mi culo. Calle más por como estábamos, no teniendo que decir nada también pues este se disculpo por la presión…
- “Discúlpeme por favor, no es mi intención pegarme a usted de esta manera y menos aun como estoy”, dijo.
- “No se preocupe usted, comprendo que las circunstancias nos ha llevado a esto”, respondí a modo de aceptar sus disculpas.
- “Gracias por su comprensión, otros ya me hubiera insultado o algo peor”, respondió.
- “Ya… lo supongo, mire usted no se preocupe… lo comprendo. Quién sabe si al final acabamos con un cigarrito”, respondí con una “gracia”.
“Gracia” que luego pensé que sonaba bastante mal, por no tomarse con doble sentido. Sentí la presión de su miembro entre mis glúteos, sintiendo como este recorría mis nalgas… mmm!!!, presión que aumento cuando el autobús comenzó a coger aquellos insoportables baches… mmm!!!. Sintiendo como llevado por el traqueteo de este vehículo, proporcionaba a esta persona esa oportunidad de poderse restregar contra mis nalgas… uuuffff!!!.
Comencé a mirar de un lado hacia el otro al tiempo que notaba la dureza de su miembro contra mis nalgas, note como me iba excitando poco a poco, pensando en tonterías por poder evitarlo, pues no debía de hacerlo al no llevar ropa adecuada. Sentí el tacto de una de sus manos en mis muslos… mmm!!!, tacto que comenzó primero con posarla sobre mi desnudo y velludo muslo. Comenzando a deslizarla hacia arriba, sintiendo la rugosa palma de la mano llegar hasta mis nalgas… ooohhh!!!, notando como mis calzoncillos húmedos dada mi excitación, excitación que tuvo que notar la de delante. Excusando con rapidez a esta señora, señora que amablemente me excuso y me calmo ante alguna represalia por su parte, pues le hice saber que los lugares cerrados no me afectaban muy bien.
Mientras el de detrás estaba disfrutando acariciándome, disfrutaba acariciando tanto mis muslos como mis nalgas como mi vientre… uuummm!!!. Llegando a notar la erección que tenia al rodearme con su mano, mano que rozo tanto mis genitales como la base de mi miembro, miembro que el mismo comenzó a levantármelo ante la dificultad de la presión contra esas nalgas… mmm!!!.
La vergüenza aumentaba al tiempo que este aumentaba las caricias, llegándome a sujetar por la cintura en uno de los frenazos que pego el autobús a modo de no caerse, pero no siendo eso lo malo sino cuando llevado por la inercia del frenazo, nos vamos hacia delante. Movimiento que me hace sentir con todo descaro, notando como aprovechaba este tal movimiento con su polla al restregarse sobre mis prendas a lo largo de mis nalgas.
Llegue a sentir como este envalentonado introdujo su miembro entre mi muslo y mi prenda deportiva, sintiendo como de excitado estaba al notar su glande humedecido, humedecido posiblemente por su excitación. Sentí escalofríos y miedo de que nos descubran, este comenzó a deslizar su glande por mis nalgas e incluso por mi ingle, molesto ante este degenerado con rapidez intente cerrar mis muslos, muslos que este evito al colocar uno de sus pies entre los míos, sintiendo su rodilla entre las mías… mmm!!!. Aprovechando para masturbarse mientras me hacía sentir como en antaño… vergüenza, sentía el temor de que alguien pudiera vernos.
Pero quizás esto era de igual modo hacia la señora que tenía delante, señora que aguantaba la presiona de mi miembro no solo en sus nalgas, sino directamente en su orificio anal… uuuffff!!!. No tardando mucho más este degenerado en venirse, dejando toda muestra entre mis muslos… mmm!!!, dejando mis genitales y mi ingle impregnadas de esa cremosa y caliente leche. Notando como se le bajaba la erección al tiempo que con rapidez la retiraba, actuando como si no hubiera pasado nada.
Cosa que sabía perfectamente que había pasado y aunque sé que no puedo probar, pues las pruebas para mi pesar no las puedo enseñar, menos explicar. Ya que yo también acabe por obtener mi orgasmo, orgasmo ante las refriega que di a esta señora, señora que cuando abandono el autobús, me regalo una esplendida sonrisa, sonrisa que me hizo pensar que todos bajamos de alguna manera contentos.
Bueno hasta aquí os dejo, pero pronto os hare saber unas experiencias que tuve precisamente aquí, precisamente en los transportes urbanos. Para ser sincero… no recuerdo bien a qué edad fue mi primera vez, pero sí la vez que cuando tenía 16 años me paso algo similar, autobús perteneciente a la línea 6 y que iba en dirección a la Avda. Reina Mercedes. Cuando sucedió aquello me quede sonrojado y con la sensación de culpa, pues como os he mentado con lo ocurrido callamos, pero aun así disfrute de alguna manera, tanto como el señor que vi al darme la vuelta hacia atrás. Señor que a día de hoy a un recuerdo, como me miraba sonriente, daba la sensación que había disfrutado tanto como el que me la restregaba como yo, aquella mirada me hizo sentir vergüenza, no teniendo más remedio que bajar la vista avergonzado, humillado y vejado
Sensación que aunque desagradables en el fondo disfrute, disfrute aun mas al recordarla dentro de la ducha mientras me masturbaba, llegando a tal orgasmo que quede deshecho, orgasmo que pruebo al chupar y lamer cada uno de mis dedos… mmm!!!. Espero que os haya gustado… tanto como a mi disfrutar de mi propia leche, leche que tengo calentita y de buen sabor… uuummm!!!. Os lo tengo que confesar… soy muy caliente y busco morbosidad, no negándome a veces a ampliar mis experiencia al responder a alguna propuesta o anuncio, voy pecando de inocente... y acabó como una perra en celo.
Bueno aquí os dejo hasta una nueva experiencia… vale, ya me contáis que os aparecido y aquellos que se habéis estado conmigo, hacerme saber si me he olvidado de algo, os dejo y hasta pronto. Lo dicho… espero que os haya gustado tanto como a mí contároslo, disfruto con ello tanto que volviendo a recordar aquella experiencia no puedo remediar masturbarme, llenando de leche calentita mi mano y mi teclado.
Obviamente habréis notado que soy pasivo e incluso algo sumiso, siendo mis preferencias… hombres maduros a muy maduros. Bueno os dejo ya… espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque me deje hacer y como una buena putita que dicen que soy. Mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com , lógicamente va todo junto, hasta pronto.