Aprovechando la soledad

Relato veridico de un ardiente encuentro.

APROVECHANDO LA SOLEDAD

Nos encontramos al salir de nuestras respectivas oficinas y nos fuimos juntos al departamento de sus padres, era la primera vez que estábamos completamente solos, desde que nos pusimos de novios. Entablamos una conversación de tono picaresco la que nos llevo a acariciarnos suavemente y de ahí a besarnos frenéticamente, acto seguido nuestras manos buscaron ansiosamente la entrepierna del otro, por encima del obstáculo que en ese momento era su pantalón pude palpar las vulvas, ella por su parte oprimió con fuerza mi ya duro pene.

En fracción de segundos me bajo el cierre del pantalón, metió sus manos entre los calzoncillos y agarro con energía mi cálido y duro paquete, a esas alturas yo estaba completamente excitado... luego de sobar por unos minutos mi pene, se puso boca abajo en el gran sofá que nos cobijaba, acomodo su cabello y abrió la boca para comenzar a chupar y morder mi verga, me daba la impresión, por su ansiedad, que había transcurrido bastante tiempo desde la última vez que mamo una verga.

Creí acabar en cualquier momento, pero ella con la técnica de una experta bajaba el ritmo como presintiendo que su gran mamada me provocaría un orgasmo,  con una exquisita ternura pasaba de lamer la punta de mi pene a chupar con muchas ganas mis depilados testículos. Justo en el momento en que aguantaba, no sin dificultad, las ganas de acabar en su boca, se puso de pie sobre el sillón, desabrocho su cinturón, se bajo el cierre y termino sacándose los pantalones... inmediatamente se baja los blancos y diminutos calzones dejando ver una liza y negra mata de pelos... luego con una rapidez increíble desabotona su blusa y suelta la cremallera delantera de un finísimo sostén de encaje, dejando ver unos grandes y turgentes senos, coronados con unos rosados y erectos pezones, no perdí tiempo me incorpore quedando a la altura de sus tetas y comencé a lamerlas y chuparlas cual hambriento lactante, sus manos empapadas por el cálido liquido de mi pene cogieron mi cabeza y con una suave y entrecortada voz me dijo: "Chupame" . . Lentamente mire cada rincón de su entrepierna y a medida que me acercaba sentía el agradable aroma de su sexo, una mezcla de perfume y humedad... sus vellos púbicos eran increíblemente lisos y no muy frondosos lo que permitía ver sus labios de un suave color rosa y que tímidamente asomaban de entre las vulvas.

Cuando me encontraba a centímetros de ella, puso una de sus piernas sobre el respaldo del sillón, lo que me permitió ver con más detalle sus protuberantes vulvas, que a la sazón se encontraban perfectamente depiladas, a la vez que un delgado y blanquecino hilillo de liquido brotaba de su vagina deslizándose por la parte interior de sus muslos... no aguante más, la rodee con mis brazos a la altura de su cintura y puse mis manos sobre sus nalgas, acercando su cuerpo hacia mi rostro para de esa manera poder saborear ese delicioso y tibio liquido que brotaba de su hinchado sexo... un rico olor y un delicioso sabor... era la conchita más exquisita que había probado... unte mi dedo índice en la entrada de su vagina para después meterlo lentamente un su estrecho hoyito trasero... con pausados movimientos de cadera refregó su húmeda vagina por todo mi rostro, dejándolo completamente empapado. Luego de un rato en que sacie el hambre que sentía por ese coñito, dedique mis atenciones a su no menos gustoso culito, sus nalgas suaves y firmes eran solo el preludio de lo que vería al momento de separarlas, ahí estaba mi objetivo... un apretado hoyito que se habría y cerraba como invitando a explorarlo, acepte la invitación posando la punta de mi lengua sobre ese estrecho agujerito, que al contacto se abría permitiendo llegar un poco más adentro. Chupe, lamí, bese y mordisque toda su cola, la deje con el culo completamente mojado por mi saliva y me sentí contento de no haber dejado rincón sin recorrer de ese apetecible trasero... De repente se aparto de mí, se bajo del sillon me obligo a ponerme de pie, me quito los pantalones, se tendió de espalda en el sillón abriendo completamente sus piernas y con una mezcla de rabia y deseos me dijo: "Ensártame" , no lo dude ni un segundo y untando un poco de saliva en mi pene, procedí a penetrarla, la estrechez y calidez de su vagina eran increíbles a la vez que sus jugos le daban un aspecto brillante a toda la parte externa de su sexo... se lo metí lo más adentro que pude pero no halle fondo... tenia la vagina más profunda que había visto... se movía y gemía al mismo tiempo y me miraba como implorando: " Metelo más adentro por favor, más adentro"** , yo lo intentaba pero no podía sentir el fondo de ese caliente y angosto túnel, sus excitantes movimientos y las posiciones que me hacia adoptar tenian el solo objetivo de que mi pene llegara lo más adentro posible, yo no tengo un gran pene pero tampoco es pequeño, lo que sí estaba claro es que la naturaleza la doto de una vagina especialmente diseñada para vergas gruesas y de gran tamaño. En todo caso se notaba que el tamaño no era impedimento para que ella disfrutara, los músculos de su vagina hacían un excelente trabajo, ya que la sensación que me provocaban era similar a la de una chupada. No miento al decir que su vagina se contraía a voluntad... me lo apretaba y lo soltaba, era como un juego para ella, podía controlar cada centímetro de su vagina, no aguantaba más solo quería acabar... Una increíble contorsión de su cuerpo me sorprendió y estirando su mano derecha alcanzo mis testículos, frotándolos y presionándolos incansablemente, en ese punto yo estaba listo para acabar dentro de ella, haciendo una pausa le pregunte si quería que eyaculara sobre sus tetas y me responde que quería sentir su vagina rebosante con la leche caliente de mis bolas y volvió a oprimir mis hinchados testículos... Como presintiendo que yo acabaría pronto, dio un fuerte apretón a mis pelotas justo en el momento en que un increíble orgasmo recorrió todo mi ser, estremeciéndome por completo, podía sentir el semen fluyendo desde mis testículos para salir a chorros, llenando esa candente y profunda caverna, ella frotaba mis bolas con el objetivo fijo de extraer hasta la última gota de semen... su mirada perdida la delato... era el comienzo de un orgasmo que al ritmo de convulsiones y jadeos la llevo a un prolongado éxtasis no dejando ni por un solo momento de moverse a la vez que con sus manos evitaba que retirara mi pene de su ya jugosa hendidura. Luego de unos minutos que fue lo que duro su orgasmo retire lentamente mi pene, que poco a poco comenzaba a perder su rigidez, la mire de pies a cabeza y pude ver sus lindas vulvas hinchadas y semi abiertas, además de una gran cantidad de semen que brotaba de su vagina, su estomago se agitaba rápidamente, sus pezones duros como piedra y sus senos rojos eran la inefable señal de que todo había acabado... por lo menos eso pensaba yo.

Al cabo de unos minutos me tomo de la mano y me llevo al baño, en ese espacioso cuarto se sentó sobre la lavadora y con las piernas abierta comenzó a juguetear con su vagina que aun goteaba semen... metía dos de sus dedos, los sacaba llenos de leche y se los introducía en la boca para saborear ese cálido liquido, luego me agarra del pene que ya comenzaba a endurecerse nuevamente y me acerca hacia ella, vuelve a sacar semen de su concha húmeda y me unta los labios para luego besarlos con pasión...

cuando estábamos abrazados y completamente desnudos me pidió al oído que orinara sobre ella... Era la primera vez que me pedían algo así... pero acepte, se metió a la ducha y yo la seguí, en ese lugar se sentó en el piso y me dijo: "Estoy lista" , me concentre y con un violento chorro de orina recorrí sus pechos, estomago y vagina, para ella era como una original ducha, juntaba la orina en sus manos y se la esparcía por el cuerpo, cuando acabe le toco el turno a ella, se sentó sobre mí y comenzó a orinar sobre mi pene y testículos, el tibio liquido baño mi entrepierna y podía sentir como corría por mi culo dándome una sensación agradable y nunca antes experimentada por mi.

Fue rico y original habíamos dado rienda suelta a nuestros deseos y era solo el principio... Nos dimos una agradable ducha enjabonándonos cada parte de nuestros cuerpos, me arrodille y con una esponja procedí a limpiarle su sexo, culito, tetas, piernas, espalda... en fin todo su lindo cuerpo, lo mismo hizo ella... otra vez se me puso dura y ella al darse cuenta me pidió que nos masturbáramos al mismo tiempo, cada uno con su juguete, y ahí frente a frente comenzó una inusual competencia, quien acababa primero, yo con mi mano agarraba mi pene y me corrí una violenta paja, ella frotaba su erecto clítoris y casi al mismo tiempo acabamos, yo chorreando semen sobre sus piernas y ella arqueando la espalda e introduciéndose dos dedos los mas adentro que podía...

ya cansados nos sentamos en el receptáculo de la ducha... un tibio chorro de agua caía sobre nosotros, comenzamos a tocarnos nuevamente, ella con sus manos tocaba y acariciaba mi pene y los testículos, uno de sus dedos se deslizo hacia mi culo hurgueteando en mi ano, casi sin darme cuenta lo introdujo y empezó a meterlo y sacarlo lentamente, no creí que me produjera una sensación tan rica como la que estaba sintiendo, aparte de esa inusual paja que me estaba haciendo por el culo la cual ella combino sabiamente con apretones a mi pene y bolas, poco a poco la paja doble que me estaba haciendo se torno más violenta y al cabo de unos quince minutos me hizo acabar entre múltiples espasmos... fue increíble... pero me tocaba a mi ahora... me pidió muy tiernamente que la hiciera acabar a puras chupadas a lo cual accedí inmediatamente a pesar de mi cansancio... manos a la obra... separe las vulvas y metí mi lengua y nariz en su hendidura y comencé a chupar con fuerza su clítoris el cual respondió a mis estímulos con una súbita erección, yo sabia que ahí estaba el secreto del éxito...

chupar y chupar ese duro y diminuto pedacito de carne, me concentre en él y en su ano el cual se encontraba enjabonado y por lo tanto fácil de penetrar por mi dedo, fue extraño ese hoyito esquivo al principio no ofreció resistencia a mi dedo y pude meterlo hasta la mitad, entre gemidos me pedía que la hiciera acabar, por su forma de moverse me daba cuenta que llegaría a un violento orgasmo muy rápidamente, por ende apresuré el paso y la chupe con más fuerza hasta que acabo y cual seria mi sorpresa... un liquido blanquecino broto de su vagina como si hubiese tenido una repentina eyaculación, fue tal el grado de excitación que las contracciones productos del orgasmo la hicieron expulsar los últimos residuos de semen que guardaba en el fondo de ese pozo insondable que es su vagina, ya cansada por todo el esfuerzo me pidió que le masajeara las vulvas para poder deshincharlas y calmar el dolor que estaba sintiendo, después nos volvimos a enjuagar, nos abrazamos y besamos para después salir de la ducha, secarnos, vestirnos e ir a reposar al mismo lugar donde todo se inicio... al sillón del living de sus padres que evidenciaba huellas de mi semen y de los líquidos lubricantes de su tierna vagina.

ODRANOEL

MARZO 05 DEL 2004