Aprendiendo en la Universidad (20) *FINAL*

El juego se termina, y también el curso...

Capítulo 20 – Hoy no podrá ser

-Que mal perder tienen esos dos – dijo Lucas entrando detrás de su hermano al cuarto.

-Vah, déjalos, son dos chulitos engreídos y no saben nada, mira que decir que el muro de Berlín cayó en el noventa y cinco, es que hay que ser zoquete jajajaj – dijo Christian.

-Sí, pues llevan un cabreo de narices, no saben perder – dijo Lucas.

-Bueno chicos que os apetece –dije como si fuese un camarero.

-Oye que si quieres no hacemos nada, ¿eh? – dijo Lucas.

-¿Cómo? –pregunté extrañado.

-Sí joder, que eso de que tú serías el premio, que por nosotros no te preocupes, si quieres estamos un poco aquí y salimos haciendo como que te hemos follado – dijo Christian.

-No hace falta que mintáis – dije con una sonrisa – si os apetece algo, yo por mí encantado.

Los dos hermanos se miraron, se conocían bien, un par de gestos y una mirada bastaron para que, sin intercambiar una sola palabra, ambos se bajasen los pantalones cortos que llevaban y también los bóxers, dejando al descubierto sendas pollas, la de Lucas ligeramente empalmada. Dándome por enterado, y continuado con una conversación muda de palabras, me puse de rodillas y empecé a pajearlos a la vez. Cálidas y duras fueron creciendo entre mis manos hasta alcanzar el tamaño habitual. Eran exactamente iguales, forma, tamaño, hasta una ligera desviación a un lado se mostraba en ambas. Las descapullé, las acerqué hasta que ambos capullos se tocaron.

-Que polla tan suave tienes hermanito – dijo Christian.

-Jajajajaaj tu también – le respondió.

Ajeno a la conversación de los dos hermanos, decidí disfrutar de mi ración doble de rabo. Saqué la lengua y empecé a pasar la punta de izquierda a derecha, de una polla a otra.

-Mmmm – gimió Lucas.

Seguí pasando la lengua de una polla a otra sin llegar a meterme ninguna de las dos en la boca. De vez en cuando miraba arriba y me encontraba con la mirada de las dos gotas de agua que eran aquellos dos chicos mirándome con idéntica sonrisa. Christian fue el primero en empezar a lubricar copiosamente.

-Súbete a la cama y ponte a cuatro patas – me dijo Christian – y quítate el bóxer, estarás más cómodo.

Sin pensármelo dos veces me saqué el bóxer y me subí a la cama tal y como me había ordenado el hermano de Lucas. Me coloqué al borde, mis pies colgaban por fuera del colchón, ya que sabía perfectamente lo que venía ahora.

-Venga, prepárale el culito como tú sabes – le oí decir a Christian.

Noté las dos manos de Lucas apoyarse en mis nalgas. Pensé que deslizaría un dedo pero no fue así. Empezó a separármelas y de pronto una sensación de humedad y calidez me empezó a recorrer los huevos hasta llegar a mi culo. Jamás había sentido algo así, me estremecí por completo y di un audible gemido.

-Mola ¿eh?, Lucas hace unas comidas de culo de flipar – dijo Christian.

Con mi mano en mi polla empecé a disfrutar de esa nueva, extraña y más que agradable sensación. Tras varios lameteos la puntita de la lengua de Lucas entró en mi culo haciendo que casi me corriera y teniendo que detener la paja para reprimir las ganas, a pesar de haberme corrido en la boca de Víctor.

-Yo creo que ya está, ¿me permites? – le dijo Christian a su hermano.

Tanto la lengua como las manos de Lucas se alejaron de mí para dar paso a la babeante polla de Christian que entró sin ninguna dificultad y causándome un gran placer.

-Mmmm así así, dale – dije.

Y así lo hizo. Empezó a follarme el culo lentamente. Reanudé mi paja y pude ver de reojo cómo Lucas se masturbaba contemplando la escena.

-Mmmm – gemí.

-¿Te gusta cómo te folla mi hermano? – me preguntó Lucas.

-Uff ya lo creo – dije con la voz distorsionada por las embestidas que me estaba dando Christian.

Siguió por un rato, aumentando gradualmente la velocidad. Cerré los ojos para disfrutar plenamente hasta que un meneo me hizo abrirlos. Giré la cabeza y colocado en la misma postura que yo estaba Lucas, con su cabeza a escasos centímetros de la mía. Cuando Christian estaba a punto de correrse se salió.

-Puedes correrte dentro si quieres – le dije.

-No, las normas que ha puesto Samuel dicen que no – dijo colocándose detrás de su hermano.

Con sorprendente facilidad se la metió a su hermano y continuó con el polvo que había empezado en mí. Teniendo mi polla aún en la mano decidí subirme del todo a la cama y colocarme frente a Lucas con las piernas abiertas. Enseguida lo entendió, me sonrió y abrió la boca. Se la metí y dejé que me la chupase mientras contemplaba cómodamente cómo le follaba su hermano.

-Uffff

Hicieron falta unos pocos lengüetazos para que me corriese de nuevo esa noche, y una vez más dentro de una boca. Lucas chupó y tragó cuanta leche me quedaba hasta que Christian no pudo más.

-Ooooh siii mmmm – dijo cerrando los ojos y mordiéndose el labio.

Lentamente fueron cesando las embestidas hasta que finalmente terminó por salirse, se subió sobre la cama y haciendo equilibrio me puso su polla frente a la boca para que rematase el trabajo. Tras unos pocos lametones tanto míos como de Lucas apurando mi corrida, ambos hermanos se bajaron de la cama y comenzaron a vestirse.

-Una pasada del todo – dijo Christian.

-Sí, sí del todo – dije con una sonrisa.

-Ahora les toca a esos dos, ten cuidado con ellos que son unos cabrones y tienen muy mal perder – dijo Lucas terminando de ajustarse su pantalón corto.

Me bajé de la cama y me puse el bóxer, ya que sabía perfectamente que de no hacerlo tendría consecuencias por parte de Samuel. En cuanto los gemelos estuvieron listos abrieron la puerta, Christian salió primero, le seguía Lucas que se paró en la puerta, con una mirada cómplice me dijo:

-Aguanta ¿vale?.

-Descuida – le dije sonriente.

A grito de "siguientes" oí las voces de Ángel y Samuel acercarse hasta el cuarto en el que me encontraba. Me dio tiempo para pensar que lo que venía a continuación no sería tan placentero como lo que acababa de tener con los gemelos y Víctor y Sergio, pero no tenía opción alguna. El primero en entrar fue Samuel, y lo que portaba en su mano derecha era una declaración de intenciones, ya que se trataba de cuerda, era blanca y verde, relativamente delgada, debía ser cuerda de tender. Ángel entró tras él y cerró la puerta, aunque no hubo pestillo.

-Has disfrutado con esos, ¿verdad? – dijo Samuel señalando con el dedo a la puerta.

-Sí señor – dije.

-Venga de rodillas esclavo – dijo Samuel poniendo la cuerda sobre la mesa y desvelando que no eran una, sino dos enrolladas en sendos ovillos.

Obedecí al instante. Mi única idea era no darles motivos para castigarme de algún modo. Samuel dio un paso y se colocó frente a mí, aún iba completamente vestido, una camisa negra con un lado por fuera del pantalón, unos vaqueros de marca y sus nike negras eran su indumentaria. Sin que me tuviera que decir nada le desabroché el cinturón y posteriormente el botón del pantalón.

-Eso es, ¿has visto que bien domesticado está? – le dijo a Ángel.

-Ya lo creo – dijo este con una sonrisa.

Bajé la cremallera y tras tirar levemente de los pantalones hacia abajo estos se cayeron y acabaron en sus tobillos. Le manoseé el paquete hasta que noté su polla crecer dentro de su bóxer negro.

-Venga déjate de mariconadas y chúpamela dijo.

Su polla salió como un resorte cuando bajé ligeramente el bóxer, la descapullé y me la metí en la boca. Ángel se colocó a su lado y bajándose su pantalón corto y ayudándose de los pies para sacárselo de encima dejó su polla semi erecta apuntando directamente a mí. Mientras se la chupaba a Samuel alcé mi mano izquierda y se la agarré a Ángel comenzando a pajearle.

-Así así esclavo – dijo Ángel – así da gusto.

-Mmmm y que lo digas – dijo Samuel – a falta de la zorrita de mi novia esto no está para nada mal, además la chupa mejor.

Sí, tienes toda la razón, donde esté la boquita de este maricón que se quite la de cualquier tía – dijo agarrándome de los pelos.

-Aaaaaau – grité sacándome la polla de Samuel de la boca.

El tirón de pelos llevó mi cabeza directamente frente a su polla, que aún seguía agarrada por mi mano.

-Joder avisa coño – dijo Samuel visiblemente molesto.

-Jajajaja perdona es que me apetece que me la mame – dijo Ángel.

Fue él quien me metió su polla en la boca. Para compensar a Samuel, con mi mano derecha agarré su miembro, húmedo por mis babas y empecé a pajearle. Mientras saboreaba la enorme polla de Ángel, lamiendo con delicadeza y succionando cada pequeña gota que conseguía extraerle. Conseguí sacarle un ligero gemido cuando con mi mano izquierda empecé a masajearle los huevos.

-Mmm así eso es, no pares, joder que bien – dijo.

No habrían pasado ni dos minutos cuando Samuel se alejó de mi mano. Dio un paso y se percató que los pantalones por los tobillos eran realmente incómodos para caminar. Se descalzó y se quitó los vaqueros y el bóxer. También la camisa, quedándose nada más con los sucios y grises calcetines de siempre. Recogió las cuerdas y se colocó detrás de mí.

-¿Ya le vas a atar? – le preguntó Ángel.

-Sí, ya sabes que me gusta follarme a mis putitas atadas jaajajaj.

-Eres un maniático jajaaj.

Agarró mi mano derecha y me hizo ponerla a la espalda. Hice lo que me ordenó y enseguida noté cómo la cuerda de tener rodeaba varias veces mi muñeca y me la ataba firmemente aunque sin hacerme daño. Yo mientras tanto proseguía chupándosela a Ángel y curiosamente mi polla estaba empezando a crecerme en mi manido bóxer.

-A ver puto esclavo, agárrate el pie – oí desde detrás de mí.

Me pensé un instante la orden que acababa de recibir, pero la acaté. Cerré mi mano alrededor de mi pie derecho y enseguida comprendí lo que buscaba Samuel. El resto de cuerda la noté girando alrededor de mi tobillo con bastante más fuerza de lo que me ató la muñeca. Solté mi pie y comprobé que no podía separar mi mano de ahí.

-Deja de sobarle los huevos esclavo, y pon la otra mano atrás – me ordenó Samuel nuevamente.

-Joder, pues me estaba gustando – se quejó Ángel.

-Te jodes – le dijo con tono de indiferencia.

Nuevamente repitió la operación atándome con fuerza la cuerda a la muñeca izquierda. No hizo falta que me ordenase agarrarme el pie y en pocos segundos mi mano quedó atada a mi tobillo izquierdo. La postura no era la más adecuada, sin embargo no dejé ni por un momento de mamarle la polla a Ángel con leves movimientos de cuello.

-¿Y qué pretendes, follártelo en el suelo? – dijo de pronto Ángel.

-Joder, no, en la cama – dijo mirando la cama de Lucas.

-Pues tal como le has atado difícilmente se va a subir ahí – le recriminó Ángel.

-Mierda es verdad

-Jajajaaj eres un idiota – se buró Ángel.

-Calla y ayúdame – le dijo.

Samuel se colocó a mi derecha y me agarró de un brazo. En cuanto Ángel comprendió lo que se proponía se movió sacando su polla de mi boca. Agarró mi brazo izquierdo y con una facilidad sorprendente me levantaron como si fuese un vulgar mueble. Noté todo el peso de mis piernas siendo soportado por mis brazos, me agarré los pies para ayudarme. Sentí algo de miedo pero me acabó gustando la sensación de ser transportado por aquellos dos chicos. Entre los dos me llevaron hasta la cama y me dejaron caer sobre ella, quedando con la cara sobre las sábanas en lo que era una postura bastante incómoda.

-Quién va primero – dijo Ángel.

-Tú mismo, pero nada de correrse en su culo ¿eh?.

-Está bien, está bien – dijo como si le hubieran arruinado el plan.

Ángel se subió a la cama y me separó cuanto pudo las piernas. Al estar atado de aquella manera tenía el culo en pompa en una posición fantástica para ser follado, aunque la postura de fantástica, tenía más bien poco. No tardó en empezar a separarme las nalgas y aunque no podía ver lo que hacía, parecía haberse puesto de rodillas. Su enorme polla no tardó en empezar a rozarme el culo. Sin prolegómeno alguno comenzó a presionar hasta que consiguió introducirme su gran capullo.

-Auu – me quejé.

Me había dolido más de lo esperado. Pese haber sido follado hacia pocos minutos por Christian, la enorme polla de Ángel se me resistía, además de estar completamente tensionado por culpa de tener los pies atados a las muñecas. El miembro de Ángel comenzó a ganar centímetros dentro de mi culo causándome más y más dolor.

-Aaaaaah aaah para por favor me duele.

-Joder porqué no haces algo, así no hay quien se concentre – dijo Ángel dirigiéndose a Samuel.

-Sí, será lo mejor – le respondió.

Se subió a la cama y sentándose sobre la almohada me levantó la cabeza tirándome del pelo.

-Auuuumpmpm – me quejé.

Silenció mi boca plantándome su pie derecho en la boca. De nuevo el apestoso olor a sus calcetines me llenó la nariz. Estaban sudados y muy sucios y tenía uno de ellos en mi boca. Con su dedo gordo empezó apretarme la lengua, sentó por un momento el deseo de pegarle un mordisco pero me contuve, no estaba para nada, en la mejor posición. Ángel aprovechó mi apestosa mordaza para seguir presionando.

-Mmmmmpmpm

-Calla zorra –dijo Samuel apretándome la cara contra su pie.

No paró hasta metérmela entera. Y cuando lo hizo se detuvo por poco tiempo ya que rápidamente inició una dura follada.

-MMMMmmmMm

-Dale fuerte – le arengó Samuel.

Podía oír cómo sus huevos golpeaban en mi culo con gran frecuencia. Por fin me fui acostumbrando a tenerle dentro, pero el dolor de tobillos y muñecas, además del pestilente olor de los calcetines de Samuel hizo que no pudiera disfrutar en absoluto de la gran polla de Ángel, cosa que ya era costumbre.

-Ufff que bueno, que culito tiene el esclavo - dijo Ángel acelerando más y más.

-Ya está bien tío, para que te vas a acabar corriendo – le dijo Samuel – además me toca.

-Está bien, está bien – dijo Ángel saliendo se de mi culo.

Por un momento reinó la calma. Samuel retiró su pie de mi boca y se levantó. Sin casi tiempo para respirar, se colocó detrás de mí y me la clavó de un tirón.

-AAAAAAAAh jodeeer.

-Ocúpate de que no chille – le dijo a Ángel.

Este se sentó en la almohada delante de mí, esperaba que me fuese a meter su pie en la boca como hiciese Samuel, y aquel calcetín rojo daba aún más miedo que los otros, pero no fue así, colocó su polla delante de mi boca y me la metió hasta donde le entró. Samuel empezó a follarme con gran velocidad apoyando sus manos sobre mis caderas. Mi culo agradeció el cambio de tamaño, mi polla, que con la follada de Ángel había perdido todo la erección comenzó a crecer de nuevo.

-Mmmmm así así, sigue – dijo Ángel.

Estaba haciéndole una mamada suave y lentamente, hasta que decidió agarrarme la cabeza y comenzar a follarme la boca con gran velocidad. Coincidió con la intensificación por parte de Samuel, no estaba cómodo para nada, pero no me habría importado continuar así durante horas. Sin embargo no pude disfrutar mucho más, ya que Ángel, tras la comida de polla y follada de culo que me había metido no pudo más.

-Uffffffffff si siiiiii ooooh – dijo echando la cabeza para atrás.

No daba abasto. Noté cómo salían chorros y chorros de leche caliente de su polla. A cada lengüetazo que daba salía más y más, tragando tanto cuanto pude, hasta que no quedó nada, sin embargo no me la quiso sacar de la boca. De pronto noté cómo las manos de Samuel aumentaron la presión sobre mis caderas y a continuación mi culo se llenó de leche.

-OOOOOOOOOhhhh mmmmmm tomaa – dijo reduciendo poco a poco las embestidas.

-Serás puto cabrón, te has corrido en su culo – le recriminó Ángel.

-Ufff tío, lo siento… es que… no podía más.

Sin embargo yo sabía bien que no había sido sin querer. Quería mi culo solo para él y quería ser él quien me lo llenase con su lefa, y le había salido perfecto.

-Eres un cabronazo – dijo Ángel enojado poniéndose en pie.

-Lo siento tío, no podía más – dijo sacando la polla de mi culo y poniéndose también en pie.

Ambos comenzaron a vestirse mientras discutían y se recriminaban cosas. Ajenos completamente a mi existencia, en cuanto estuvieron vestidos abrieron la puerta y salieron del cuarto dejándome atado. Intente soltarme forcejeando pero las ataduras de Samuel estaban bien hechas. Pasaron unos minutos y pude oír cómo decidían todos continuar la fiesta por los bares. Vi pasar por delante de la puerta a Ángel y Christian, posiblemente camino de sus habitaciones para cambiarse. Esperé ver aparecer a Lucas ya que para eso me encontraba en su cuarto, pero no fue así. No tardaron en pasar nuevamente su hermano y Ángel vestidos y perfumados. Tras unos minutos de murmullo todo quedó en silencio al escuchar el portazo de la puerta de entrada. Empecé a ponerme nervioso, estaba terriblemente incómodo, pensé que me habían vuelto a dejar solo y atado como la anterior vez y la postura era terriblemente más penosa. Empecé a buscar por la habitación en busca de algo que me ayudase a desatarme, giré la cabeza y de pronto me sobresalté al ver en la puerta a Lucas.

-Joder que susto, creí que os habíais ido todos – dije aliviado.

-Sí, se han ido, pero yo paso de salir con esos dos gilipollas, además, no sé porqué te has asustado tanto si no he venido a cambiarme, que pensabas que me iba a la calle así o que jajaajja.

-No sé tío, como ya me dejasteis una vez… oye… ¿me desatas?.

-Claro – me dijo caminando hacia mí.

Me soltó y por fin respiré aliviado. Fue hasta su mesa y cogió la cámara, a la que iba unida un cable directamente con el ordenador.

-¿Ha funcionado? – le pregunté.

-Ya lo creo – dijo con una sonrisa.

A la mañana siguiente el despertador sonó más pronto de lo normal. Me puse ropa limpia, desayuné y me despedí de mis compañeros, que también estaban recogiendo, sin embargo, mi autobús salía más temprano que el suyo. Antes de recoger mi ordenador portátil consulté la página de la universidad en busca de notas, y salvo una estaban las que me faltaban, y había aprobado, eso fue un gran alegrón ya que pensé que con tanta distracción quizás me hubiese quedado para septiembre.

Tuve muchas horas durante el viaje para reflexionar en todo lo que me había pasado, en los chicos que había conocido, y en Lucas, con el que había estrechado lazos, y algo más. Gracias a su idea, que no fue más que la reedición de la treta que nos llevó a quitarnos de encima al pesado de mi compañero de piso, conseguimos tener una prueba documental de los extraños gustos de Samuel y Ángel. Ellos no sabían nada de la existencia de aquel vídeo, y de hecho la idea de Lucas era que no lo supieran, sin embargo, aún no había decidido mi futuro tras el verano, si quería o no continuar con la carrera superior, pero quería poder tener un salvoconducto en caso de querer volver, y poder así frenarles los pies si querían mantenerme puteado todo un año. De paso me llevé copia del video, ya que en él salía follando con Víctor y Sergio, los gemelos y siendo abusado por Ángel y Samuel y por alguna razón, era mejor y más excitante que muchas películas porno.

Ya por la tarde, y casi entrando en mi ciudad natal, el móvil me sonó en el bolsillo. Eché mano de él y pude comprobar que se trataba de un mensaje de Samuel.

"N diz minuts en mi csa sklavo"

Como se fueron tan deprisa, no tuve ni siquiera oportunidad de despedirme, y me imaginé que Samuel querría a alguien que le hiciese la maleta y se la llevase a la estación, sin embargo es tarde no sería posible, pulsé responder y escribí:

"Hoy no podrá ser" .

Quiero agradeceros a todos los comentarios, críticas, sugerencias y valoraciones que me habéis ido dando a lo largo de esta nueva aventura. Mi única intención ha sido regalaros buenos ratos de morbo y vicio, espero haberlo conseguido.

Un saludo,

Thomas.