Aprendiendo con mi prima

Una tarde bastó para que mi prima me mostrara su lado oscuro, llevándome a una vida morbosa y placentera.

Iba con mi prima a su casa después del colegio, ahí almorzaba y pasaba la tarde, hasta que mi madre llegara a recogerme para irnos a nuestra casa. Y así era de lunes a viernes, menos esa vez.

A la salida esperaba a mi prima para irnos juntos, para chismearnos de todo de camino a su casa. A pesar de estar en el mismo grado, estábamos en diferentes salones. Al llegar a su casa, mi tía nos abría la puerta y nos decía “ahí está la comida chicos” y nos sentábamos a comer entre risas y charlar. Ese día en particular, ella se notaba extraña, como si tuviera algún secreto que decirme, pero por alguna razón, algo se lo impedía.

  • ¿Qué es lo que tienes Clara?, estás rara desde hace rato – le dije mientras ella reía entre nervios.

-Nada jajaja igual no te puedo decir – respondió ella.

Insistí, molestándola y haciéndola reír para que soltara el chime de una vez, a lo cual ella accedió.

-Está bien Eduardo – dijo ella resignada – pero te lo muestro cuando se vaya mi mamá.

  • ¿Mostrar? Solo dímelo y ya jaja.

-Te lo tengo que mostrar, no te lo puedo decir.

Eso me dejó intrigado. Miles de preguntas se me venían a la cabeza, la incertidumbre se apoderó de mí. Hasta que los nervios me ganaron cuando ella soltó “ya se va” seguido de mi tía diciendo “chicos ya me voy, quédense tranquilos sin hacer desorden”. En eso, mi tía tomo su bolso para irse a trabajar.

A nosotros siempre nos han dejado solos, somos (o al menos lo éramos) muy obedientes, haciendo caso en todo y sacando las mejores notas. Éramos unos niños apenas, y pues emanábamos confianza. Total… ¿Qué clases de travesuras haríamos?

En cuanto mi tía cruzó la puerta, mi prima me dijo “termina rápido para mostrarte” un poco exaltada, sin dejar de sonreír. Me jaló del brazo ya casi acabando de comer, casi que me arrastraba por toda la casa, entre risas y juegos tontos. Me jaló hasta el cuarto de mi tía, que estaba cerrado, pero sin seguro.

  • ¿Esto me querías mostrar? ¿una puerta? Jaja – digo con sarcasmo.

-Nooooooo jajaja entremos – y lo hicimos. Al abrir la puerta, todo estaba normal: cama acomodada, zapatos lustrados, todo limpio. Dando un efecto minimalista. Llevo mi mirada a ella, con desconcierte y confundido. Ella solo sonríe y dice “tenemos que prender la computadora de mi papá”, a lo que accedo. Ella fue a coger la laptop de mi tío mientras yo me subía a la cama, quitándome los zapatos. Ella también se sube con la laptop y la prende.

Nosotros seguíamos riendo de lo absurdo que era todo, pareciera que ella solo estaba jugando conmigo, por eso me lo tomé todo a la ligera. En eso mi prima empieza a decir:

-Hace poco encontré a mi papá viendo unos videos raros, las chicas se agachaban en la cama mientras que el hombre se ponía atrás – ella abre el navegador y comienza a escribir, lento, con los dos dedos índices de cada mano – se lo conté a una amiga porque si estaban bien raros, ella me dijo que también encontró a su hermano viendo eso, y que le dijo como se llamaban los videos.

Yo seguía confundido viendo como Clara usaba la laptop, nunca usé una laptop o algo parecido hasta estar más grande. Nunca me llamaron la atención. Clara seguía diciendo:

-Dijo que su hermano le contó como buscar, y luego le enseñó otra cosa.

  • ¿Qué cosa? – pregunté con un poco de temor.

-Eso ya no te lo puedo decir Edu, es un secreto que ella me contó – dijo. Clara no sabía guardar muy bien lo secretos, obvio terminó de contarme que pasó después con su amiga, pero no en ese momento.

Recuerdo que Clara puso la palabra “porno” en el buscador, luego entró a la primera página que salía, si bien recuerdo se llamaba “perras golosas”, para entonces no sabía que significaba eso. Al entrar, dejó ver una infinidad de videos porno, te todas las clases. Yo no tenía idea de que era, apenas teníamos 10 años. En mi vida me habían hablado de eso.

Clara le da clip al primer video, que trataba de una pareja joven. En eso, me quedo impactado al ver como el chico empieza a chupar la vagina de la chica, mientras que él se masturbaba. Estaba pasmado, apenas reaccionaba, no entendía que era eso, no puede ni recitar una palabra.

Clara estaba viendo conmigo, se veía que ya tenía un tiempo viendo estos videos, sabía cómo entrar la página. Aparte, no se notaba impresiona, era obvio. Después de un rato, se ve como el chico empieza a besar a la chica, mientras se pone encima ella y mete su pene en su vagina. Para entonces, mi prima y yo no dábamos palabra, solo veíamos lo que pasaba en video. Después de un rato, se escucha como la chica gime, en eso, Clara empieza a moverse de manera extraña, como frotándose sobre la cama.

Estábamos sentados en las almohadas, en la cabecera de la cama. La laptop estaba frente a nosotros, había un pequeño espacio entre la laptop y nosotros, pero no entre Clara y yo. Estábamos bien pegaditos, chocando nuestros hombros, chocando nuestras piernas, escuchando el latir del corazón del otro. Por eso puede sentir movimientos raros en Clara, como si se estuviera sobando en la almohada. Sin dejar de ver el video, ella pregunta “¿sientes algo? Yo si siento algo abajo” lo cual hace que me confunda más.

  • ¿Qué sientes? – le pregunto sin dejar de ver el video. A estas alturas tenía tanta vergüenza que ni a los ojos quería mirarla.

-No sé cómo explicártelo – me dijo. En eso, en el video, la chica comienza a gemir y morder sus labios mientras que el chico, encima de ella, la penetra moviendo su cintura de arriba abajo. En ese momento, Clara empezó a moverse más fuerte de atrás a adelante, de manera lenta pero fuerte, sutilmente.

  • ¿Qué haces Clara? – pregunto asustado y sin querer mirarla. De reojo veía sus rodillas flexionadas con las piernas abiertas, la falda se le había subido. Yo sentía que lo que estábamos haciendo estaba mal, que teníamos que parar, pero tal fue el impacto que no pude actuar y dejé que las cosas siguieran, claro, con todos los nervios encima.

Inesperadamente, Clara para un momento, para acomodarse y abrir las piernas frente a la computadora, se acostó por completo, con una almohada en su cabeza para poder seguir viendo el video. Una de sus piernas la puso en sima de mi regazo, en ese ángulo podía ver una parte de tu calzón. Ella se alzó la falda por completo y pude ver todo, su calzón rosado de Hello Kety y sus dos piernas bien abiertas. Se quitó los zapatos pero se dejó las medias negras.

Cuando los gemidos de la chica en el video se intensificaron, Clara empezó a sobar su vagina por encima del calzón, y dijo:

-Melisa me contó que se toca cuando ve estos videos con su hermano, que se siente rico dijo. Hace poco le dije que me enseñara, y fuimos al baño para que me mostrara.

Mi corazón latía demasiado rápido, mis intenciones de salir corriendo aumentaban con cada movimiento de Clara, no tenía idea de que hacer.

-Edu, no le vayas a contar a nadie, esto queda entre nosotros – me dijo sin dejar de sobarse – dice Melisa que se hace en secreto, solo tu y yo ¿ya? – solo asiento con la cabeza mientras miro como se toca.

A medida que el mete saca en el video aumentaba, ella se sobaba más rápido. Después de un rato tocándose, empezó a mover su pelvis a la par que sobaba, mientras me decía

-Cuando estoy sola lo hago, casi todos los sábados en la tarde ahh (pequeños gemidos) no se porque, pero se siente rico. Anda Edu, intenta como yo.

-No sé qué hacer – digo todo nervioso

-Te enseño, quítate el pantalón – En eso, para de sobarse para esperar a que me quite el pantalón, quitando su pierna de mi regazo. Yo, con un poco de temblor en las manos, paso a desabrocharme el pantalón lentamente, callado y sin mirar a Clara.

Siempre seguí a Clara en todo, cada idea, cada pensamiento. Soy un chico demasiado condescendiente, y lo era más con mi prima que, desde niños, somos como uña y mugre. La razón por la cual continuaba es porque nunca llegó a hacerme daño, ni yo a ella, traté de poner toda mi confianza en ella a pesar de miedo.

Cuando me quito el pantalón, ella me dice “sóbate”, a lo que pregunto “¿Cómo?” y pasa a ver el video y a decirme “así como lo hizo el chico al comienzo”. Retrocede el video a donde el chico chupaba la vagina de la chica mientras se masturbaba. Entonces, Clara se dio cuenta de algo: no la tenía parada. Esto causo confusión en ella, más para mí.

-La tienes que poner como el chico – dijo

-No sé cómo hacerlo

-Quítate el calzoncillo Edu

Me quedo en silencio mirándola con miedo, se me notó tanto los nervios que ella dijo “yo me quito el calzón y tú los calzoncillos”, a lo que acepté. Nos quitamos la ropa interior lentamente, Clara con confianza, dejando ver nuestras partes. Clara se quitó la falda también, dejándose la camisa (ella aun no se quitaba la ropa del colegio) y pasó a decirme “acuéstame conmigo”. Le hice caso, dejándome llevar por la curiosidad pues, a pesar de los nervios, estaba sintiendo cierto gusto por la desnudes de mi prima. Ese gusto aumentó cuando nos acostamos juntos, y ella, como antes, puso su pierna izquierda sobre mi pierna derecha, abriéndose de piernas poniendo su mano para sobarse.

-Tienes que mirar el video Edu, haz lo que hace el chico.

-Pero… él está…

-No no, eso no, tócate como lo hace el chico.

Trato de imitar lo que hace el chico en el video, cogiendo mi pene y sobándolo de arriba abajo, con nervios y con una inquietud rara. Estaba sintiendo algo al estar haciéndolo, creo que ya empezaba a sentir lo que Clara sentía.

Clara al ver que me sobaba, comenzó a sobarse también, como lo hacía antes, moviendo su cintura a la par que pasaba toda su mano por su vagina. Lo admito, eso me gustó. Era un sentimiento que jamás había encontrado.

Cuando me estaba sobando, pasa algo que no creí que me pasaría en ese momento, se me paró el pene, erecto y bien firme, un pene de niño. Eso a Clara de impresiono, haciendo que de una pequeña risita y diciendo “ya te gustó”. No me mal entiendan, ya se me había parado antes, pero en momentos extraños, y nadie lo ha sabido.

Una vez con el pene erecto, clara pasa a decir “Oye… ¿y si nos quitamos todo de una vez?”

  • ¿Y si viene alguien Clara? – digo con nervios

-No no, sabes que mis viejos llegan en la noche. Tu mamá llega a las 6, apenas son las 3, ven, quítate todo – y me para junto con ella para empezar a desabróchame la camisa. Yo dejo que lo haga mientras la mira cómo le pone empeño a la situación. Fue en ese momento en donde me di cuenta de que ella lo planeo con antelación, toda la situación.

Al terminar de quitarme la camisa, ella comienza a quitarse la suya, mirándome a los ojos, con una pequeña sonrisa inocente. Esa sonrisa que ella hace cuando está en un momento agradable. Sus ojos cafés miraban de reojo mi pene erecto. Yo, cuando se quitó la camisa junto con el sujetador, me quedé viendo sus pechos. Aún estaban en desarrollo, pero ya los tenía un poco grandes.

-Te dejo tocar su tú me dejas

La situación ya se había salido de mi control, mi única opción fue dejarme llevar. Empecé a relajarme, y a disfrutar como lo estaba haciendo Clara. Los nervios se iban yendo a medida que ella sobaba mi pene mientras que yo tocaba uno de sus pechos. De un momento a otro, llevé mi mano entre sus piernas, tocando su vagina, vagina que ya estaban bien empapada. Cuando empiezo a tocar, ella deja de masturbarme. Pone su mano encima de la mía, mano que estaba en su vagina, y dice “toca así”, y guía mi mano, enseñándome a como le gusta que la toquen.

Desnudos, en el cuarto de mis tíos, masturbando a mi prima viendo porno, ¿Cómo llegamos hasta aquí? Mi prima cerró sus ojos cuando empecé a masturbarla más rápido, llevando sus labios para dentro de su boca, tratando de ocultar sus pequeños gemidos. No sirvió de mucho pues hacia un sonido de placer “mmmmmmmmm que rico” decía.

Me gustó ver a mi prima disfrutar del momento, la verdad, me gustó más ver a mi prima pasándola bien. Como que el porno y la tocada que me dio mi prima no me llamaron la atención. Ahora, estaba dispuesto a continuar solo para complacer a mi prima, la quería tanto que me dejó de importa mi nerviosismo y empecé a tomar la batuta del momento.

Empujé a mi prima con delicadeza, para que se acostara, abriéndola de piernas. Ella soltó “¡¿Qué haces?!”, y en ese momento giro unos segundos para ver el video, video que estaba en la parte en donde el chico lamía la vagina de ella, y sin que Clara se lo esperara, imito lo que pasa en el video y meto mi cabeza entre sus piernas, sacando mi lengua y lamiendo la vagina  de mi prima ya mojadita. Esto hace que Clara suelte un “ahhhh no no, espera eso no ahhh”, pero no me importó que ella quisiera que pare, sabía que lo disfrutaba, de lo contrario no le temblarían las piernas.

Toda la situación fue inesperada, incluso para mí. La vagina de Clara sabía raro, no sabría explicar el sabor, pero no me importa. Estuve dispuesto a seguir con tal de complacer a mi prima, solo quería que siga gimiendo más y más y más. Como la chica en el video.

-Ahhhh Edu si, no no, esto no me dijo mi amiga que hagamos ahh – decía ella agarrándome de los pelos, como intentándome sacar la cabeza, pero a la vez empujando más. Como intentando meter mi lengua en su vagina.

Mis labios, mi barbilla, y parte de mi nariz estaban manchados de sus fluidos. Era completamente inexperto, era mi primera vez. Yo seguía chupando el coño de mi prima mientras escuchaba como se quejaba, cuando escucho un “¡para!”, saco mi cara de golpe. La miro pensando que hice algo malo, quizás la hice doler o algo así, pero ella solo me señaló la pantalla del computador y me dijo “se le puso encima”, y fue cierto. Ahora el tipo estaba encima de la chica, penetrándola, mientras ella gemía y se escuchaba como sonaba el mete saca. No tarde en captar la indirecta de Clara, quería que me ponga encima como en el video, quería que la monte.

Sin perder el tiempo, la miro a los ojos y le doy la sonrisa más morbosa que hecho en mi vida, haciendo que se caliente más el momento, haciendo que mi prima se caliente aun más de lo que ya estaba. Paso entre sus piernas, subiendo a través de su cuerpo, yendo hacia su cara. Una vez la tengo abajo mío, le doy un pequeño beso, chiquito y tierno. Ella solo me mira y dice “creo que ya somos grandes” entre sonrisas y pequeñas risas inocentes. Cojo mi pene y empiezo a tratar de meterlo torpemente en su vagina, sin saber cómo. Ella me ayuda cogiendo la cabeza de mi pene y sobándola en su vagina, lento, humedeciéndola y diciendo “¿sientes dónde está el hueco? Ahí métela primo”, y con miedo, un poco de nervios y mucho morbo y calentura, penetro a Clara lentamente mientras ella cierra sus ojos cafés y abre la boca. Inhala bruscamente, inflando sus pechos, poniendo cara de placer/dolor.

Todas sus reacciones eran motivo para que yo siguiera, y es que, no era tan difícil. Estaba bien mojadita, al punto de que mi pene resbalaba dentro de ella. Pero si pude sentir que estaba muy apretada, eso me gustó mucho.

Una vez se la metí por completo, empecé a bombearla como lo hacía el tipo en el video, románticamente, dando besos, mordidas, chupando su cuello. El video fue mi tutorial en ese momento. Cada movimiento, cada caricia, la imitaba, haciendo que Clara gimiera y se quejara de lo rico que la estábamos pasando. Pero de un momento a otro, vi un líquido rojo ahí abajo, me asusté un poco y quise parar. Pensé que le había hecho daño, pero no fue así. Ella solo pedía más y más, “sigue primo, dale dale no pares” decía mientras me atrapaba con sus piernas. Las puso sobre mi trasero, atrapándome y dejándome sin salida. Me encantó.

Tanto fue el momento, que mi cintura se empezó a mover instintivamente, al igual que mi respiración. Entre besos y gemidos, sentía como ella me apretaba con sus brazos, como abrasándome, sin dejarme escapar.

Su piel blanca brillaba con la luz del sol entrando por la ventana, su cabello ondulado daba pequeños movimientos por mi bombeada, sus ojos no dejaban de verme constantemente, dándome besos cortos con sus rosados labios. Atrapado entre sus piernas rellenitas, puede sentir como un líquido salía a borbotones de su vagina, empapando la cama, empapando todo mi pene. Ella se estaba viniendo. Un squirt pequeño. No saben la suerte que tengo de tener una prima así. En ese momento no pude entender que era, hasta semanas despues.

Al terminar de venirse, ella solo me dice “para un momento” para poder respirar con tranquilidad. En ese momento, pude ver su cara de tranquilidad, su cara de placer, con sus ojos cerrados y todo el sudor de su frente resbalándose por la cien de su cara. Boquiabierta con una pequeña sonrisa, abre los ojos, me mira y me dice “creo que eso es todo”.

Yo estaba feliz de haber complacido a mi prima, a pesar de no venirme. Para entonces, no sabía que yo me tenía que venirme, pero aun así no me hubiera importado. Solo quería complacerla, y seguir con ella y sus locuras. Creo que me había enamorado de ella, inocentemente. Un amor de niños.

Terminamos acostados de cucharita, terminando de ver el video. Al terminar, nos quedamos un rato más jugando, entre risas y chapes, desnudos. Después, nos pusimos a limpiar el desastre que habíamos hecho, la cama la desordenamos por completo. Luego, nos cambiamos. Ella se fue a su cuarto a cambiarse, la seguí para molestarla y pues… ocurrió otra vez. Entre juego y juego nos calentamos otra vez y terminamos de hacerlo en su cama. Y así la pasamos durante toda la tarde.

Minutos antes de que llegue mamá a recogerme, ella y yo quedamos de acuerdo en que lo teníamos que repetir al siguiente día, y volvió a pasar.

Al siguiente día ocurrió lo mismo. Cuando mi tía se fue, ella y yo volvimos a prender la computadora de mi tío para poner porno y tratar de imitar lo que hacían los actores, todos los días a partir de ahora sería lo mismo. Practicar sexo con mi prima era lo mejor, creo que lo que más me gustaba de todo es que ella la pasaba bien.

Un lunes, después del colegio, de camino a su casa, me contó que tuvo una pijamada con sus amigas el fin de semana. Se habían reunido en casa de Paula, una chica que se estaba comenzando a desarrollarse, para contar como habían comenzado con esto del sexo. En la escuela no hay mucha privacidad, corrían el riesgo de que alguien las escuche y acusarlas con la profesora, por eso decidieron hacer la pijamada.

Contó que una de su amiga, Alessandra, comenzó con un amigo de por su calle, que le contó lo que un día vio a sus padres haciéndolo y le dijo que le gustaría practicarlo con ella, y que al final le gustó. Paula, una morocha, padres dueños de la casa en donde se reunieron, comenzó cuando encontró a su hermana y hermano (universitarios) cogiendo sobre el sillón, eso le llamó la atención, tanto que le contó a su primo, primo que con quien comenzó a hacerlo. Y así siguieron contando su primera vez, hasta que los padres de Paula se fueron a dormir.

Me dijo que cuando se fueron a dormir, ellas aprovecharon para poner porno en los celulares y ponerse a tocar. Masturbándose entre risas y morbo por ver a las amigas tocarse. Hablar del tema las había calentado tanto que, Victoria, otra amiga, se mojó tanto que se le notó en la pantaloneta. Ese fue el motivo para comenzar.

-Hubieras estado Edu, todas nos empezamos a tocar. Toda la noche la pasamos viendo porno. Hubo un momento en que Yomira se le puso encima a paula, mientras yo besaba a Ale.

Me imaginé todo el momento, admito que me hubiera encantado estar ahí. Es una lástima, en serio.

Pasé todo el año practicando el sexo con prima, cogíamos en cualquier lado de su casa, haciendo todas las posiciones que nos salían en el porno. Hubo un día en que decidimos ponerlo en la Tv de 60 pulgadas, mientras lo hacíamos en el sillón de cuero que estaba en la sala. Fue grandioso.

También hubo veces en el colegio, durante la hora de recreo, los famosos “rapiditos”. Teníamos nuestras señales: cuando ella parpadeaba cuatro veces seguidas, significaba que quería coger. Yo solo asentía y la seguía para el baño de mujeres, baño en donde sus amiguitas también entraban a masturbarse juntas. Se podía escuchar sus gemidos entre los gabinetes.

Llegó un momento en que también empezaron a meter chicos de otros salones, siendo específicos, chicos mayores. No faltó mucho para que los profesores se enteraran y pusieran vigilancia en los baños. Eso les arruinó la vida a todas las chicas, menos a Clara y a mí, ya que cogíamos siempre en su casa después de la escuela. Nos convertimos en novios, aun que suene feo, cuando estábamos solo nos decíamos “te amo”, incluso no besábamos en la calle, a veces.

Pero el tiempo sigue, y las cosas cambian. Al pasar de año, todo el mundo se empezaba a calentar, a coger con muchas personas, eso nos incluía a Clara y a mi que, durante mucho tiempo, solo habíamos cogido entre nosotros.

Continuará…