Aprendiendo con maduros (2)

Carlos enseña a Nuria a disfrutar masturbando a un hombre.

Los dias y meses que siguieron a mi primera vez con Carlos fueron maravillosos. No solo en lo que al sexo se refiere. Me hacia sentir atractiva, deseada como una princesa en un cuento de hadas. Aprovechábamos para vernos en el piso, haciamos escapadas cada vez que podiamos a pueblos cercanos, al monte...., conversábamos de todo con total libertad, cualquier sitio era bueno para estar con el.

Pasando un dia en el monte y en una de nuestras muchas conversaciones salio el tema de cómo masturbar a los hombres. Carlos habia notado que tenia bastante experiencia en eso y me pregunto que si habia pajeado a muchos tios. Le dije que solo a tres, mi anteriores novios, pero que lo solia hacer la mayoria de las veces para que me dejaran de dar la lata con el sexo. Lo cierto es que esa era la razon principal pero tambien reconozco que le encontraba cierto morbo al asunto. Habia pajeado a mis exnovios muchas veces pero mas que a la masturbación en si el morbo se lo encontraba en hacerlo en sitios arriesgados como en cines, baños o entre uno arbustos del parque.

Carlos me dijo que eso estaba bien, pero que todavía habia una forma mejor para masturbar a un hombre y para que yo disfrutara plenamente con ello. Me dijo que debia aprender a controlar al hombre, tenerlo dominado mientras le masturbo, jugar con el y hacerle sufrir hasta que me suplique que le ordeñe como una vaquita hasta vaciarle toda la leche que tiene en los huevos. Me estuvo dando consejos sobre como hacerlo: debia esposar al hombre en cuestion en una silla, acariciarle la polla, ponerle mis pechos cerca de los labios sin que los pudiera tocar, morderle las orejas, susurrarle cosas sucias, masturbarle hasta tenerlo a punto de correrse y determe para que no lo hiciera....toda una serie de consejos que me hicieron excitarme y que despertaron unas ganas tremendas en ponerlos en practica.

La conversación hizo que el bulto de Carlos creciera notablemente dentro de su pantalón y yo sabia que hacer para bajarlo. No solo sabia sino que tambien queria asi que lo tome de la mano y lo lleve a un pequeño bosque muy frondoso que habia alli cerca. Carlos se quedo de pie y recostado contra un arbol, yo me arrodille y libere su verga de la prisión que suponian sus pantalones y su boxer. No me hizo falta trabajarla ya que para entonces estaba bien dura, asi que la bese, la lami como a el le gustaba y me la trague enterita. Estaba deliciosa, sentirla llenado por completo mi boca me encantaba, y los suaves movimientos con mi boca calentita y los masajes de mi mano en sus huevos hicieron que Carlos se corriera rapido. Cuando estuvo a punto cerre mi boca (el semen era algo que todavía no habia probado) y le pajee con fuerza y su leche comenzo a salir de forma abundante y descontrolada llenando mi cara y mi pelo de aquel maravilloso liquido que todavía no habia tenido el placer de degustar. Cuando terminamos me limpie como pude y volvimos a casa.

Pasaron varios dias y yo no me podia quitar de la cabeza las técnicas que me habia enseñado Carlos para pajear a un hombre. Volvimos a hablar del tema y decidimos que lo mejor era ponerlo en practica. Debia buscar una persona a la que quisiera hacer sufrir un poco y divertirme siendo perversa con el. Inmediatamente pense en mi segundo enxnovio con el que la relacion habia sido bastante tormentosa pero con el que termine manteniendo el contacto. Ademas era un presa facil. Su mente estaba constantemente pensando en sexo con lo que estaba segura que accederia y asi fue. Le llame por telefono y charlamos un rato. Como siempre que hablábamos volvia a salir el tema del sexo asi que le plantee la posibilidad de quedar el sabado y hacerle una paja de aquellas que tanto le gustaba que le hiciera durante los buenos tiempos. Como era de esperar le falto tiempo para decirme que encantado asi que le cite en el piso de Carlos el sabado a las 6 de la tarde. Lo que mi exnovio no sabia (y nunca sabra) es que Carlos nos estaria espiando durante toda la tarde.

Mi exnovio acudio puntual a la cita. Para entonces Carlos y yo habiamos colocado una silla en un punto estratégico del salon para que el pudiera ver todo dejando entreabierta la puerta de la habitación contigua. Recibi a mi exnovio con un vestido de verano de una pieza, con tirantes muy finos, algo escotado, ajustado y que me tapaba hasta medio muslo. No llevaba sujetador y un tanga verde clarito a juego con el vestido y unas sandalias con un poco de tacon completaban mi conjunto. Estuvimos charlando un rato en el sofa. Mi exnovio no me dejaba de mirar al escote, decirme que estaba muy mona asi que decidi comenzar con el juego. Le plantee las condiciones las cuales acepto sin rechistar y le dije que iba a buscar un par de cuerdas y que para cuando volviera le queria sentado en la silla y completamente desnudo.

Cuando volvi estaba ya sentado en la silla, le ate las manos al respaldo y me sente encima suyo. Su respiración se notaba agitada aunque su polla estaba todavía flacida. Era un verga normal aunque su tamaño crecia considerablemente cuando se ponia dura. Me abrace a su cuello, me restregue suavemente contra su verga y le susurre al oido que iba a sufrir por todos aquellos momentos malos que me habia hecho pasar. Ese eral el estimulo que necesitaba. Su polla empezo a crecer y endurecerse rapidamente ante lo cual me retire para empezar con mi dulce torura. Estuve un rato acariciándole los huevos, la polla (sin llegar a masturbarle), pellizcándole los pezones y susurrándole cosas sucias al oido: "vas a ser mi perrito", "vas a tener que suplicarme que te ordeñe", "vas a pagar por haberme tratado como una putita cuando eramos novios". Su polla estaba ya completamente dura asi que comence a pajearlo. Despacio primeramente y aumentando el ritmo a medida que su respiración se agitaba mas y mas. Cuando note que se iba a correr me detuve en seco, me sente en el sofa y me quede observándole.

Aquella persona que durante la relacion se habia comportado como un machito estaba completamente a mi merced. Desnudo, completamente vulnerable y entregado a mi. Me pidio que siguiera pero le dije que lo suplicara: "sigue por favor Nuria, te lo ruego, no me dejes asi, hare lo que quieras mi niña". Volvi a pajearle repitiendo el mismo proceso hasta tres veces. Sin darme cuenta mi tanga estaba ya mojado por la excitación asi que decidi que era hora de terminar con mi exnovio para que se fuera y Carlos pudiera rematar la faena follandome salvajemente. Asi que me quite el tanga envolvi con él su polla y le masturbe con fuerza. Cuando se iba a correr le dije que si queria hacerlo tenia que ladrar como un perrito y no dejar de hacerlo hasta que soltara la ultima gota de semen. Asi lo hizo. Hice que su semen se esparciera por su estomago mientras sus ladridos iban perdiendo fuerza a medida que se vaciaban los huevos. Le solte, le deje que se limpiara y le dije que se fuera, que su tarde de gloria ya habia pasado.

Cuando mi exnovio se marcho Carlos salio completamente desnudo de la habitación. Su polla apuntaba al cielo. No hubo una sola palabra entre nosotros. Me agarro con fuerza de la cintura y me arrincono dejándome de pie y con mi cara contra una pared. Nunca antes le habia sentido asi de excitado y descontrolado. Restregaba con fuerza su polla contra mi culo y por encima de mi vestido, sus manos amasaban mis pechos y estiraban con fuerza mis pezones, sus dientes mordian los lóbulos de mis orejas, su lengua lamia mi cuello y de su garganta solo salian expresiones como "me has puesto cachondisimo zorrita", "te voy a follar tal y como se merece una putita ser follada", "ahora seras tu la que me suplique que quiere correrse como una perra en celo".

No me quito ni el vestido. Levanto mi falda y me la clavo en el coño de un solo golpe, algo que en otras circunstancias hubiera sido muy doloroso pero que debido a mi humedad resulto maravilloso. Me tuvo clavada unos segundos, haciendo que sintiera como su polla se adueñaba de toda mi vagina. Me agarro con fuerza de las caderas y empezo a embestirme con la fuerza de un animal en celo. Ahora era yo la que estaba a su merced. Arrinconada contra la pared, aprisionada por sus fuertes brazos y ensartada por su grueso pedazo de carne que cada vez me producia mas y mas placer. Mientras bombeaba me dijo que ahora iba a ser yo la que ladrara como una perrita cuando me corriera. No tarde mucho en hacerlo.... "guau, guau, guau, guau" a lo que el me respondio con un simple "buena perrita". Siguió follandome un poco mas hasta que su polla estuvo preparada para explotar. La saco de mi coño, la acomodo entre mis nalgas y con sus manos comenzo a amasar mis nalgas de tal manera que con ellas le estaba haciendo una buena paja a su verga. Se corrio abundantemente, salpicando mi espalda, mi cintura y mis nalgas. Sentir su leche fue delicioso. Sabia que estaba haciendo feliz a Carlos y eso me hacia feliz a mi.

Al terminar nos duchamos juntos. Salimos de la casa y como siempre haciamos fuimos por caminos diferentes para evitar sospechas. De vuelta a casa me di cuenta que aquella experiencia que al principio me aterrorizaba estaba resultando increíble. Y lo mejor de todo es que todavía me quedaban muchísimas cosas nuevas por probar.... cosas que os ire contando en episodios posteriores.

Si deseais seguir haciendo mas comentarios podeis hacerlos en: enuriah@hotmail.com