Aprendiendo a vivir (IX)

Penultimo capitulo

Resumen capitulos anteriores: Héctor había venido a vivir al piso, tras unas semanas de convivencia y tras un momento tenso, acabe comiéndole el palo a mi amigo, el cual se declara hetero, pero la sorpresa me la llevaría cuando a los pocos días veria a este y a Marco en la misma situación.

Mientras yo, seguía con mis temas abiertos, y quería cerrarlos.

Esa misma mañana, desayundando hablé con Marco.

-Lo de anoche… ¿bien, no?.-refiriendome a lo de él y Héctor.

-Tio, lo siento, no se que me pasó, llevo unos días con las hormonoas alterado, tu estas venga a calentarme y cuando os vi a los dos en la cocina… ya no podía aguantarme mas. Cuando ayer vino y se me sacó la poya y me dijo que si la quería para mi no dudé.-me respondió como si fuera culpable.

-¿Pero a ti te gusta Héctor?- le pregunté. No me respondió, pero el que no me pudiera mantener contacto visual ya me había respondido.- Si te gusta, adelante, no lo dejes escapar, igual es tu chico.

-No quiero volver a pasarlo mal.-me respondió

-No lo harás, solo que vas a tener que tener paciencia con el hasta que asimile su orientación.-le dije tranquilizándole.-por cierto… asi que te he calentado…-le sonreí en plan picaresco.

-Jaja, tio, si, eres un cabron, todo el dia arriba y abajo, uno no es de piedra.- se echó a reir.

-Ahora ya eres de otro, o vas a serlo asi que yo me mantengo al margen. Bueno tio, que me voy, que tengo algo importante que hacer.-y me fui.

Me dirigi al colegio, no podía tener mas el temade Jesus abierto. Hacia mas o menos dos meses que no le veía y pensé que ya había pasado un tiempo prudencial.

Llegué al colegio y acababa de empezar el recreo. Entre y pregunté en secretaria por el Padre Jesús. Me dijeron que estaba en la segunda planta cuidando el pasillo asi que me armé de valor y subí.

Por cada escalon que subia, cada vez temblaba mas, y me sudaban mas las manos. Llegue arriba y no vi a nadie por los pasillos. Los anduve y me encontré a Jesus que salía de una clase y me asusté.

-No tengas miedo, soy yo.-y me puso la mano en el hombro. Yo se la quité.- Ya se porque estas aquí, lo siento, lo siento de veras, no debi de portarme asi, y entiendo que estes enfadado conmigo..- me dijo

Aun no había abierto la boca y Jesus me había pedido perdón varias veces. La verdad que esa rabia que llevaba dentro se difuminó en segundos y volví a ver de nuevo al Padre Jesus durante unos minutos.

Nos miramos y fuimos al baño. Jesus cerró la puerta. –No vale gritar.- me susurró.

Yo me arrodille y le desabroche la túnica. Hacia tiempo que no veía ese tremendo rabo. Comence a besarle los cachetes de las piernas, le agarre después bien el culo y me meti su miembro en la boca. Aun estaba flácido pero poco a poco creció dentro de mi.

Me levantó del suelo y nos besamos varios minutos mientras el me desvestía. Me metió a la cabina del baño y me apoyó en la cisterna. Me estuvo comiendo el culo durante varios minutos. Lo alternaba con sus dedos que entrabas y salian de mi culo con facilidad. Luego me restregó su poya por mis nalgas unos instantes y me la metió.

Gemí pero Jesus me paró poniendo su mano en mi boca y asi me la dejó todo el coito. Me follaba como el solo sabia, como un animal salvaje con ansia. Sus huevos revotaban en mi culo, mis nalgas vibraban y de mi poya salía algún que otro trayazo de leza de la excitación. Volvia a sentir su cuerpo encima del mio. Se corrió al poco tiempo dentro de mi. Luego yo me pajeé y me corri en la pared del baño.

-Bueno.- le dije mientras me vestia.- esto es una despedida, ha sido la ultima vez.

-No tiene que serlo si no quieres.- me dijo.

-Sabes que es lo mejor para los dos. Esto no esta bien y en algún momento tendría que terminar. Ya hemos hablado todo, y siempre me acordaré de ti.- terminé.

Nos dimos la mano, salimos del baño y me alejé por los pasillos, mientras sonaba el timbre de regreso a clase…

Esa noche en casa, en mi cuarto estaba hablando con Marco y Hector de lo que me había pasado esa mañana con Jesus.

-¿El Padre Jesus?.- repetía Hector.- ¡que fuerte!. Bua tio me has puesto super burro.

-Jaja, pues os dejo entonces solos- les dije

-No, no, quedate. He pensado lo que me dijiste de que tenia que aceptarme y quiero hacerlo.-dijo

-¿Hacer que?- pregunto Marco.

-Pues eso, comerla, que me la coman, follar…-siguió- Y que mejor que con mis dos mejores amigos.-

-¿Un trio?- pregunté super perdido.-Yo… - a ver me apetecia, era una fantasia mia, y follar con Marco era otra, dos fantasias a tiro de una, me estaba calentando por momentos pero me jodia por Marco.

-Vale.- soltó Marco.

-Joder con la mosquita muerta- le dije yo en tono burlon.

Hector se desnudó asi de primeras- Venga tios!, animaros.-dijo con ganas

Segundos después ya estábamos Marco y yo desnudándonos casi con desesperación. Yo estaba de pie, mi Marco se sentó en la cama y se acercó directamente a mi verga, la tomó, la contempló unos segundos y la metió en su boca. Hector nos miraba desde el otro lado de la cama mientras se masturbaba. Después de unos minutos, le dije a Marco que atendiera a Hector. Asi lo hizo y comenzó a saborear su hermosa verga de unos 18 cms., gruesa y recta mientras yo jugaba con sus nalgas y su agujerito. La escena era de infarto, Marco con la boca llena de aquel trozo de carne y su suculento culo y dilatado culo al aire. Hector sacó una tira de condones y me la lanzó. Inmediatamente me puse uno mientras Hector le ponía lubricante que había en mi mesilla al culo de su chico, me acerqué y casi de un golpe, le ensarté mis 19 cm de carne gruesa. Marco soltó un gemido, estaba super cerdo el cabron, como estaba gozando pero no soltó el rabo de Hector.

Esperé unos segundos para que terminara de dilatar aquel culo y comencé a follarle suavemente. La mirada de Hector estaba clavada en mi cintura, eso me puso como loco, me tumbé completamente sobre Marco, sin sacarle la verga, hasta alcanzar la poya de Hector. Marco se la sacó de la boca y me invitó, ambos saboreábamos aquella carne mientras Hector nos acariciaba y gemía, nunca había hecho algo así, compartir una poya en esa situación, pero era delicioso sentir la boca de Marco y aquel tronco duro entre nuestras lenguas.

Hector se levantó. Yo cogi a Marco y rodamos en la cama, alcé sus piernas y me las acomodé en los hombros y de una sola embestida le volví a clavar la poya. Marco me atrajo hacía él y comenzó a besarme en la boca mientras apretaba la verga con el culo y me hacía gemir de excitación en cada embestida. Hector se colocó a mis espaldas y abriéndome las nalgas enterró su cara entre ellas, el roce de barba de cuatro dias y la humedad de su lengua me pusieron como loco, jugaba con mi culito y enterraba su lengua, yo lo combinaba con las embestidas que necesitaba darle a Marco; Hector me metió un dedo, luego dos, colocó su poya con condon en la entrada de mi ano y empujó; en ese momento sentí que mi verga creció un poco más, Marco soltó un gemido; poco a poco fue metiéndolo, centímetro a centímetro, sentí dilatar mi esfínter y mi ano estirarse al máximo,la había metido toda!.

Comencé de nuevo, ahora con embestidas más violentas al culo de Marco, mientras Hector  trataba de seguirnos el Sentia las manos de Hector en mi cintura, mientras me besaba el cuello y notaba su aliento

Aquello fue increíble, en cada embestida, cuando le sacaba la verga a Marco, me ensartaba yo mismo la poya de Hector. Nunca había experimentado algo así. Hector se separó de nosotros nuevamente, Marc…¡Queria follarme!con lo dilatado y adolorido que tenía mi culo, no resultó difícil ensartarme aquel nabo, Marco dio un gemido cuando estuvo toda adentro, yo empecé a moverme para darle más placer. Hector nos miraba con mucho morbo mientras se masturbaba. Luego le cogi el rabo y se la comia mientras me cabalgaba Marco.

Unos segundos en esa situación, bastaron para que Marco llegara a una abundante eyaculación, segundos después yo soltaba lo mío sin haberme tocado la verga.

Marco se tumbó exhausto en la cama, Hector se tumbó encima de el y comenzó a follarle el culo mientras yo me recuperaba besando el culo virgen de Hector, soltó un gran gemido de excitación, jugué con su agujero, le metía la lengua y mordisqueaba sus huevos.

Asi estuvimos un rato hasta que Hector se corrió. Yo ya estaba otra vez empalmado. –Ahora te toca a ti- le dije. Marco abriendo un condón buscó mi poya y me lo colocó. Le alcé las piernas a Hector, ese hermoso culo lleno de vello mmmmm…. no me hice de rogar, me coloqué y poco a poco le ensarté mi verga a Hector que puso los ojos casi en blanco cuando soltó un gemido, esperé unos segundos a que terminara de dilatar su culo y lo bombeé, con fuerza casi con violencia. Marco se puso frente a mi cara también recuperado y aún tenía el sabor a semen, aquello fue demasiado, tenía los huevos llenos de leche que gritaba por salir y acelerando las embestidas expulsé chorros y chorros de semen caliente. Cuando recuperé la respiración mire a Hector, su verga expulsaba las últimas gotas de semen, no me di cuenta en qué momento eyaculó. Marco también se corrió en mi cara.

Exhaustos nos tumbamos en la cama, nos quedamos en silencio. Marco se acercó a Hector y le dio un tierno beso en los labios.

A la mañana siguiente, yo fui el primero en levantarme y meterme al baño. Cuando salí del baño los dos estaban abrazados y besándose,

-Gracias por una noche maravillosa, en verdad la disfrutamos mucho- dijo Hector -Espero que tú la hayas disfrutado tanto como nosotros- secundó Marco

-Espero que seais muy felices a partir de ahora…-les dije.

En ese momento sonó el timbre del piso

Continuara (ultimo capitulo)