Aprendiendo a vivir (III)
Tras mi primer morreo con un tio y mi despertar gay durante casi un año pajeando y comiendosela a mi mejor amigo pronto daria mi siguiente paso, ¿será en este capitulo?
En capitulos anteriores...
En aquella fiesta universitaria me lancé a Alberto, mi mejor amigo de la universidad. Era el unico que parecia darse cuenta que era gya pues lo disimulaba muy bien. Estuvimos tras esa noche pajeandonos y comiendonos los rabos durante todo el curso en los baños de la uni. Todo esto, mis fantasias, dudas, y demas, se lo contaba a mi amigo Marco, mi confidente gay de la residencia donde vivia. Una noche en una de estas confidencias y dirigiendome al cuerto un hombre (profesor) que habia venido unos dias a la resi me paró en esas escaleras...
-Oye perdona.-tenia acento andaluz.- He abierto la puerta de aquel salon y os he estado escuchando, asi que ers gay y quieres probar con el sexo.
Tierra tragame pensé. Pero luego dije "que coño".- Puede...- y bajé las escaleras. Bajé las escaleras y le pedí que hablara mas bajo puesto que yo aun no habia salido del armario, es mas, aun estaba muy confuso con mi orientacion sexual.
-Si quieres te puedo inciar, lo haremos de forma lenta y calmada, siempre marcado tu el ritmo, sin prisas, con cariño.-me dijo.
Yo no sabía que decir, queria, y me estaba poniendo muy caliente. El profesor, Martin se llamaba, era alto, mediria 1,85 o asi, moreno con canas, ojos azules, un poco de tripita, vesia muy bien y su acento andaluz me ponia burrote. Pero yo estaba muy nervioso, acababa de empezar a tener contacto con los hombres, no sabia si era puro morbo o en realidad los deseaba, queria que me penetraran o penetrar, era un mar de dudas, pero mi voz timida y mi subconsciente con las hormonas revoltosas dijeron que si.
-Vale- le dije.-Pero en tu cuarto. No quiero que ninguno de mis compañeros se entere.
Subimos a su cuarto. Estos profesores que habian venido se instalaban en un cuarto piso, dos pisos por encima de donde viviamos nosotros, y sus habitaciones eran mucho mas grandes. La cama era de matrimonio, tenian un espejo gigante en la pared del armario, vistas preciosas al parque de enfrente una gozada vamos.
Llegamos a su cuarto y nos sentamos en la cama. Estuvimos hablando un poco. El me contó que nunca habia tenido relaciones serias, que solo buscaba rollos, que solia poner anuncios en internet para cruising y no se que mas. Yo le dije que era virgen, nunca me habian penetrado, pero en el tema mamadas y pajas tenia experiencia. Entonces me dijo.
-Adelante.- y comenzo a desabrocharse el pantalon.
-Pero ¿asi?, ¿ya?. le dije nervioso.
Se puso de pie, se bajo los pantalones delante mio, y los calzoncillos. Tenia una polla flacida en esos momentos, aun asi no era muy grande y tampoco muy gorda, cosa que agradecia si esa iba a ser mi primera vez... Cogio mi cabeza y me acerco a la polla. La cogi y comence a mamarsela. Sentia como esa polla se despertaba dentro de mi boca, como iba cogiendo forma, mientras que la mia iba tambien creciendo y cada vez me apretaban mas los pantalones. Se la segui ensalibando, le comia los huevos, mientras le miraba... que gemidos lanzaba el cabron. Poco a poco nos ibamos desnudando totalmente, nos tumbamos en la cama comenzamos con un 69, impresionante, era mi primer magreo con alguien que no fuera Alberto, y ademas con un hombre mayor de unos treinta y algo. Esta muy excitado.
En ese momento note como empezaba a meterme un dedo por el culo. La primera impresion fue muy fria, practicamente no me habia mi lubricado el culo, el tio iba a lo que iba, y me quedé cortao pero segun iba introduciendome el dedo y sacandolo parecia que iba con mas facilidad
-Te molesta.-me preguntó.
Con su polla en mi boca le dije que no. Y me metió el segundo dedo. Pegué un gemido no se si de placer o de dolor, pero seiguió follandome el culo con aquellos dedos.
-Ponte a cuatro patas. -Me ordenó.-Voy a metertela.-todo esto me dijo mientras se ponia el condon.
Yo asi lo hice, me puse a cuatro patas y el comenzo a retregar su polla por mi culo. Colocó la cabeza de su pene en mi culo y comenzó a hacer presión. No entraba. -Relajate- me dijo. -Lo intento, estoy nervioso.- le repsondi. Volvio a intentarlo ahora con mas fuerza. Comenzaba a entrar pero a mi me dolia mucho. Mordia la almohada para evitar que se oyeran mi quejidos.-Para- le dije. -No puedo, me duele, cambiemos de postura- Intenté quitarmelo pero el me habia agarrad bien y no me dejaba quitarme. Volvio a intentar embestirme, fue la tercera envestida, es cierto que cada vez entraba algo ams pero asi no podia. Ademas asi no queria hacerlo, praticamente ya me estaba violando.
-Dejame, quiero irme.- Tras un forcejeo logre quitarmelo. Me puse de pie, ya hasta la ereccion se me habia bajado.
-Tio, te he dicho que me dolia, que no me entraba, y tu ni caso. Ibamos a hacerlo marcando mis tiempos y tu ibas a saco.- le recrimine mientras me estaba vistiendo.
El tio me llamo calienta braguetas, estrecho y todo lo que quiso pero asi a la fuerza no queria. Volvi a mi habitacion y estuve toda la noche pensando.
A la mañana siguiente le vi en el comedor desayunando. Yo estaba solo. Se me acercó y me pidió disculpas. Me dijo que pensaba que yo era de los que iba diciendo que eran virgenes porque les gustaba la marcha. Le dije que no pasaba nada. No volvi a verle porque se fue. Tras desayunar fui a la uni, era un dia normal, bueno normal, estaban los examenes finales y el verano a la vuelta de la esquina, pero bueno, normal. En la famosa "hora del cafe", quede con Alberto en el baño pero ese dia no ibamos a hacer la de otras veces ese dia Alberto tenia algo que decirme...
continuara...