Aprendiendo a ser una guarra 6

Lucia y yo quedamos una tarde para guarrear por cam en una sala de exhibicionimo. Uno de los internauta nos sugirio llamar a un pizzero y tener sexo con el. Relato que encuadro dentro de mis experiencias reales de la serie "Aprendiendo a ser una guarra".

Amateur.tv, Cam 4, Chaturbate….mira que hay formas de ganar pasta de la manera mas chorra que te puedas imaginar, ponte una cam, date de alta con tus datos bancarios y personales y a correrte como una loca mientras caen monedas.

Mi amiga Lucia, a la que conocí también guarreando por cam, me llamo para emitir con ella en una de estas paginas, no recuerdo cual, creo que Amateur, y de paso darnos un homenaje mientras cientos de tíos se pajeaban a nuestra costa, me gusto la idea jajaja, así que cargue mi mochilla de aparatitos y lencería y allí que me plante, en pleno Barrio Del Carmen, donde Lucia residía.

Nos hicimos unos cubatas para entonarnos y mientras me presentaba al respetable yo me iba poniendo mona en directo. En un principio alguien pidió que me pusiera la lencería allí mismo, e hicimos la petición con un limite de 10000 monedas o Tokens o como coño se llame eso. No paraban de llover los ruiditos de ingresos mientras yo me despelotaba. Me mire al espejo, me pinte los labios muy muy rojitos, y me puse un body de rejilla con abertura en la zona del coño, una serpiente de plumas roja que pille del repertorio de artilugios por allí tirados y unas gafas de espejo que me proferían un aspecto de guarra medalla de honor.

Comenzaron a realizar todo tipo de peticiones absurdas, que nos asomáramos al balcón desnudas, que saliéramos al pasillo de la escalera a pedir perejil al vecino, que le metiera el puño a Lucia…lo primero que hice fue plantarle un besito, así, sin pedirlo, para calentar el ambiente, ella me relamió con la lengua mis labios, y yo la estire uno de sus pezones. He de decir que Lucia es pelirroja, muy blanca de piel, con media melena rapada de su lado izquierdo, con pearcings en ombligo, labios, nariz, clítoris, aros en sus orejas y tatuada estilo tebeo de la Marvel. Debe de pesar unos 10 kilos mas solo en hierro y tinta, pero sus ojazos verdes hacen que te olvides de tanta indumentaria. Sus tetas son naturales, una 100 mas o menos, un poquito caídas, pero que le dan un aspecto de lo mas viciosa. Sus 28 años son un libro abierto de experiencias sexuales muy diversas, entre las que tengo el honor de participar. Y su cuerpo es muy tentador. He de decir que su culo es milimétricamente perfecto, me encanta morderselo. Lucia se encontraba desnuda de cintura para arriba, con el Lush Lovense puesto bajo unos minúsculos pantaloncitos vaqueros, lo que me hizo salir de dudas en torno a por que estaba tan sumamente cachonda. Entre lametones, chupadas, morreos, mordiscos etc, solíamos leer lo que nos escribían nuestros fans en el la sala de chat, alguien hizo una petición de 50000 monedas, algo que en un principio nos pareció una locura, pero que antes de desecharla hizo que nos mojáramos  pensando en ella, algo muy sobado pero que nunca habíamos hecho.

LLAMAR A TELEPIZZA Y CUANDO SUBA EL REPARTIDOR, QUE LA AMIGA DELA SERPIENTE DE PLUMAS LE HAGA UN STRIPTEASE, MIENTRAS LA TATUADA LE TRABAJA LA POLLA.

De repente nos entro la risa floja. ¿Y si llamamos y mandan a una chica? ¿Y si es feo como un demonio? ¿Y si es un yogurin fibrado, joven, y esta buenísimo?....

De repente nos entro un hambre infinito, un antojo de pizza con champiñón y chorizo que no se podría describir humanamente….

Temblorosa, Lucia pillo el móvil y busco el teléfono en Internet, yo creo que le podían haber colado una pizza de Lacasitos con espinacas perfectamente y no se habría enterado, pidió lo primero que se le paso por la cabeza, dio la dirección y como broche de lujo al final de su llamada pidió que le enviaran al repartidor mas guapete…la chica del otro lado de la línea pregunto ¿que…como...?

Ya estaba hecho, la llamada se había realizado con micrófono abierto, teníamos a la sala cachonda perdida, aunque menos que nosotras, que ya estábamos con dolor de barriga de los nervios. Decidimos ambas que le diríamos al chico que en una apuesta por Internet nos habían retado a tener sexo con el, y que si le apetecía podríamos ser muy buenas. A no ser que fuera de piedra, el estar con dos chicas no es una oportunidad que alguien en su sano juicio (y más teniendo polla) pueda descartar, a no ser que sea casado, con novia y fiel hasta la medula o gay… y tampoco, vamos.

Le pedí algo sexy a Lucia para mi baile guarrete, una faldita de cuero, una blusita, cosas así. Decidimos que ella saldría a recibirle en lencería, así, en plan declaración de intenciones. Nos hicimos otro cubata para animarnos. No parábamos de reír, morrearnos, sobarnos, animando la sala. Pasaban los minutos, unos 35, y de repente, sonó el timbre del portal. Nos quedamos blancas. Contesta tu… no tu… no no, tu….

Mira que he tenido experiencias sexuales diversas y estrambóticas, pero he de decir que nunca tan divertidas como esta. Nos preguntábamos como seria el nene, que habría debajo de ese uniforme rojo y el casco de moto. Lucia se había puesto medias y liguero, tanga y un sujetador semi transparente que dejaban dibujar perfectamente sus areolas. Yo me vestí con una falda de cuero, medias, botines y una blusa azul de raso, con un sujetador de copa y unas braguitas minúsculas negras.

DING DONG….DING DONG….

Joder, que acojono. ¿Que hacemos ahora?

Lucia se acerco a la puerta y miro por la mirilla, tenia los pezones durísimos, estaba realmente caliente, me miro, abrió la boca y empezó a agitar las manos.

¿Joder que, quien había traído la puta pizza, el Papa?

Hostias tía, dijo Lucia, esta bueno que te cagas…..

Coño nena, ábrele ya. Que sea lo que Dios quiera.

Lucia le abrió y dejo pasar al chico, un chaval alto, moreno, de complexión fuerte y guapo. Lucia tartamudeaba y el chico intento quitarle hierro al “asunto” informándole que eran 22 euros con 95. El “asunto” era que una guarrilla le había abierto en lencería y otra, vestida como una fulana, le miraba de arriba a abajo. Ante el pasmo de Lucia, me decidí a acercarme a él, y le pregunte como se llamaba, me contesto Miguel. Le dije:

Mira, Miguel, hemos pedido la pizza por pedir. Ves ese portátil de ahí, pues al otro lado hay unos amigos que nos han retado a tener sexo con un desconocido, ese cabron con suerte eres tu. Te diré que hemos posicionado la cámara de manera que la cara no se te ve en estos momentos. El plan es que mientras mi amiga te calienta, yo te hare un pedazo de striptease solo para ti, quiero que me veas bailar desnuda. Si después de eso quieres irte, o si quieres irte ahora, lo entenderemos, perderemos la apuesta y tu volverás a repartir esta noche pizzas y aros de puta cebolla. Pero si te quedas, haremos lo que nos pidas. Tu decides.

Miguel se quedo blanco, dijo que tenia novia, que no sabia, que si sabia, que si se le ve, que si estábamos seguras…vamos, que sí.

Lucia desde atrás comenzó a lamerle el cuello, y yo muy suavemente le acaricie la polla sobre los pantalones, arriba, abajo, arriba, abajo….el chico cerro los ojos, y esa maravilla empezó a ponerse dura. Le pusimos una mascara que le cubría de nariz para arriba, le sentamos en una banqueta y mi amiga le dio un morreo, fue bajando despacito y comenzó a besarle la bragueta. La sala de chat se vino abajo…

Yo por mi parte comencé a bailar sin dejar de mirarle a los ojos, sonriéndole con picardía. Movía mis caderas con sensualidad, me desabroche los botones de la blusa, lenta y pausadamente, uno a uno. Tras el último, la deje caer al suelo. Lucia le había sacado la polla, empezó a chupársela despacio, tragándosela entera, la tenia normal, a simple vista de unos 16 o 18 centímetros más o menos. Miguel comenzó a respirar entrecortadamente, estaba a cien. Fui deslizando la cremallera de la falda hacia abajo, con suavidad, me di la vuelta y puse mi culo en pompa, deje acariciar el cuero de la misma por todo mi trasero hasta deshacerme de ella. Miguel estaba sobando las tetas a Lucia mientras esta le lamia los huevos. Yo no paraba de contonearme, esta situación me hizo sentir realmente puta, estaba excitadísima. Volví a darme la vuelta y desabroche mi sostén, primero un tirante, luego el otro, volví a posicionarme en frente de el, y tire el sujetador en dirección a su cabeza. El dijo tan solo “joder”…Yo tenía las tetas muy duras, grandes, y mis pezones le apuntaban directamente. Cogí un cúter que encontré sobre la mesa, Miguel se sorprendió un poco, le dije que no temiera nada, que solo quería que me cortase las braguitas para estar completamente en bolas. Lo hizo, y me pidió permiso para guardarse la malograda prenda, que por cierto, estaba empapada. Por supuesto cari, ahora disfruta de tu premio. Baje con Lucia y comenzamos las dos a lamerle y a besarle la polla. Ambas nos besamos con el miembro del repartidor de por medio. Miguel comenzó a sobarme las tetas también a mí. Dijo no poder más. Le dije “ni lo sueñes vaquero” no te vas a correr ahora, quiero que nos folles.

El sonido de las monedas era intermitente. Teníamos la sala a tope. Pusimos el pc frente al sillón y sacamos un condón que habíamos sacado previamente. Teníamos a Miguel totalmente desnudo y efectivamente estaba tremendo, buenas abdominales, tatus, un niñato de gimnasio, tal y como habíamos deseado. Nuestro invitado se sentó mientras yo me metí su rabo y empecé a cabalgarlo de espaldas a la cam. Lucia le puso el coño en la boca y empezó a gritar de placer. Cuando yo estalle, le clave las uñas al chico, cosa que no le importo una mierda. Era el turno de Lucia, empezó a follarselo mientras yo la chupaba las tetas. Los dedos de Miguel se hundieron en mi coño, haciéndome una paja deliciosa. Lucia y yo nos morreamos. Luego me puse de pie en el sillón y le ordene a Miguel que me trabajara el coño, quería notar su lengua, tal y como le había hecho a mi amiga. Miguel dijo “me vais a matar” y empezó a lamerme torpemente. He de admitir que no era su fuerte, pero me corrí igualmente, una, y otra…y otra. Ya no podía parar. Lucia también exploto.

Le dije a Miguel que quería probar una cosa, si estaba dispuesto. El dijo que lo que quisiéramos. Le pedí que alzase las piernas. Joder, lo hizo, sin preguntas, sin quejas, como a mi me gusta. Mientras Lucia le chupaba la polla (era una autentica experta en felaciones) yo puse lubricante en mis dedos y urge el ano de Miguel hasta dar con la próstata, la acaricié delicadamente, Lucia le trabajaba con sus labios carnosos y su lengua traviesa su miembro, estaba hinchadísimo, a punto de correrse. El placer que estaba experimentando el chico era límite, comenzó a gemir, a disfrutar hasta el punto de que la mirada la tenia perdida, me pidió que no parase de estimularle el ano. Y de repente empezó a soltar leche como nunca lo habría hecho. Con cada delicada presión en la próstata, salía un chorrito. Esa polla era un conglomerado de venas bombeando a tope, la tenia durísima, morada, Miguel chillo de placer. Lucia comenzó a lamer todo su semen, que le cubría gran parte de su musculado pecho, y cuando lo retuvo en la boca, me lo paso a mi en un beso blanco que me pareció de lo más morboso.

Miguel estaba exhausto, resoplando, flipando con la escena guarra que estábamos realizando los tres. De repente sonó su teléfono, le preguntaban si se había perdido, que le estaban esperando. Vuelta a la realidad. Las monedas virtuales seguían sonando. Los internautas seguían pajeándose mientras alucinaban con la película que se había montado. Miguel se levanto y comenzó a buscar su ropa. Nos preguntó que era ese sonido de monedas que procedía del portátil, y le explicamos el funcionamiento de la sala. Le enseñamos el chat y el leyó algunos comentarios, incluso bromeo con alguno de los pajeros on line de la sala.

No parecía arrepentido, ni mucho menos. Nos dio su teléfono por si queríamos repetir (Lucia si le llamo más adelante) no nos dejó abonarle el importe de la pizza, estábamos invitadas, nos dijo. Nos dios dos besos a cada una y voló por el mismo sitio por donde había aterrizado.

Lucia y yo nos miramos atónitas, sin creer lo que habíamos hecho.

Hostia puta, nos habían recompensado con 62000 moneditas. Que al cambio en euros no tenía ni puta idea de lo que era…

…nos estaban apeteciendo unas hamburguesas a domicilio, estas cosas siempre dan hambre.