Aprendiendo a jugar

Al fin hoy era el día, después de tanto insistirle a mi esposa para que hiciera el amor con otro hombre por fin había accedido a mi petición.

APRENDIENDO A JUGAR

Al fin hoy era el día, después de tanto insistirle a mi esposa para que hiciera el amor con otro hombre por fin había accedido a mi petición. Mi nombre es Juan y mi esposa se llama Claudia, ella tiene 35 años de edad es de cabello oscuro, tez morena, ojos cafés y lo mas importante tiene un culo y unas tetas riquísimas. Yo siempre me había excitado mucho al ver como otros hombres veían con gran deseo a mi mujer, siempre se lo pedí pero hasta la fecha ella nunca había querido.

-Que conste Juan que esto lo hago solo por ti, me dijo.

-Si mi amor, lo se y te lo agradezco.

Yo le puse una condición mas, que me platicara detalladamente todo lo que en esa noche ella hiciera. Escoger a la victima o afortunado no fue nada difícil ya que los compañeros de mi esposa hacia fila para salir con ella, por supuesto que nunca había accedido a ninguna invitación, ella se decidió por Edgar un Ingeniero en Sistemas, encargado del área de informática de la empresa, quien tenia fama de conquistador y el cual desde el primer día le había echado el ojo a Claudia. El día elegido fue en el cumpleaños de la Coordinadora Regional de Ventas, se preparo un pequeño brindis en la oficina y de ahí se irían a seguir festejando a un Bar al sur de la ciudad. Ese día Claudia se vistió con un vestido rojo muy corto y escotado, que yo le había comprado para ocasiones especiales, como esta, su ropa interior era del mismo color, ese día le pedí se arreglara como nunca y de verdad que se veía espectacular. Obviamente ese día mi esposa no paso desapercibida entre sus compañeros y mucho menos para el famoso Edgar. -Te vez riquísima- , -Te comería en este mismo momento, mamita-, dice le comentó.

-Estas seguro que quieres seguir con este juego Juan? Me pregunto cuando hablamos por teléfono.

-Si mi amor, solo te pido por favor me tengas al tanto de todo lo que pase.

-Como? me pregunto un poco asombrada

-Mira cada vez que tengas una duda o no sepas que hacer háblame al celular y yo te diré lo que harás.

-Esta bien Juan, pero conste que eres tu quien empezó con este juego tonto, yo la verdad tengo mis dudas.

Así pase casi dos horas sin tener noticias de mi mujer, pero cerca de las 5:30 PM, me hizo la primera llamada.

-Hola Juan como estas?

-Esperando noticias mi amor, que ha pasado?

-Mmm, no se, de verdad quieres saber?

-Si …. Le dije cuéntame.

-Promete que no te enojaras, promételo.

-Esta bien lo prometo, de verdad me enojaría mas si no me cuantas.

-Esta bien….pues no he podido quitarme a Edgar ni un minuto, es un pesado, no para de hacerme insinuaciones y decirme que mejor nos vayamos a celebrar los dos a otro lado, imagínate quiso besarme el muy descarado.

-Y que hiciste tu?

-Pues que iba a hacer, ¡nada! Por eso es que te estoy llamando, ¿que hago Juan?

-Pues deja que te bese, ese es el plan ¿o no? Para eso estamos haciendo todo eso, es solo un juego, anda por favor déjalo que te bese, hazlo por mi, ¿si?

-Bueno, pero solo por ti …. en que aprietos me pones Juan.

-Vamos a hacer una cosa háblame en 15 minutos a ver como vas, ¿si?

Yo no podía esperar mi verga se empezó a poner dura con solo el hecho de imaginar lo que Claudia estaría haciendo en esos momento, comencé a sobarme por encima de mi pantalón, sentí unas enormes ganas de hacerme una paja. En ese momento sin darme cuanta el tiempo que había transcurrido, sonó mi celular era mi mujer.

-Hola Juan.

-Hola amor, que paso? Como vas? Cuéntame……. cuéntame por favor, que hiciste.

-Hay Juan pero prométeme que no te enojaras, dijo.

-No mi amor de verdad que no me enojo, cuéntamelo todo, pero por favor no omitas nada.

Pues te hice caso como dijiste, es solo un juego, ¿no? al regresar a la sala de juntas donde todos estábamos brindando, Edgar se acerco a mi y me dijo al oído que si lo podía acompañar a su oficina que necesitaba platicar algo conmigo en privado, nos dirigimos a su oficina que esta un piso arriba de donde estábamos, al llegar ahí no perdió el tiempo, comenzó a decirme lo guapa que estaba, que si nos podríamos salir a tomar una copa, etc., luego se acerco a mi y me dijo que mi perfume le fascinaba, me abrazo y comenzó a besarme ligeramente en el cuello y luego en la oreja, los besaba y los mordía suavemente.

-Y tu que hiciste mi amor, cuenta… cuenta.

-¿De verdad quieres saber Juan?….. Bueno paso como 5 minutos besándome el cuello y la oreja y de pronto sentí sus labios muy cerca de los míos, la verdad quise evitarlo, tuve miedo pero el me apretó a su cuerpo y comenzó a besarme en la boca.

-No Edgar no…. Por favor le dije, soy una mujer casada.

-Eso hace que me gustes aun mas Claudia, saber que perteneces a otro hombre, tu marido es muy afortunado, ¿lo sabias?.

-Siguió besándome, luego comenzó a acariciarme mis senos y mis nalgas, no dejaba de besarme me decía lo rica que estaban mis tetas.

-Te pregunto algo mi amor, pero me dices la verdad?

-Claro Juan que quieres saber?

-¿Te gusto lo que te hizo? ¿lo disfrutaste? ¿Que estas sintiendo? ¿Te agrada el juego?

-La verdad es que en un principio me sentí un poco incomoda no te voy a mentir pero la verdad- no te vayas a enojar mi amor pero ya empiezo a disfrutarlo.

-Mira mi amor vamos a hacer una cosa regresa con el y esta vez tomate unos 30 minutos ¿si? y recuerda no omitas platicarme nada, solo disfrútalo mi amor.

Para ese momento yo ya estaba muy pero muy caliente, me excitaba muchísimo saber que mi esposa estaba en ese momento gozando en los brazos de otro hombre y sobre todo saber que este juego estaba resultando placentero para ella, no pensé mas y baje el cierre de mi pantalón deje salir mi verga y comencé a masturbarme, en mi mente podía imaginar todo lo que Claudia me había platicado. En ese momento algo me hizo volver a la tierra, era Claudia al teléfono, -Que pasa amor cuéntamelo todo con lujo de detalles.

-Hola Juan, ¿como estas amor?

-Bien y tu, cuéntame que hicieron esta vez.

-Cuando regrese a su oficina el estaba ansioso, me pidió que ya no me fuera, me tomo de cintura y seguimos besándonos, yo al sentir que tu me apoyabas en esto comencé también a corresponderle, empezó a besarme los senos por encima del vestido mientras no dejaba de acariciar mis nalgas, no pude mas Juan y solté un ligero gemido de placer, AAHHHH, SI ASIII, estaba mojándome rápidamente, no cabe duda que Edgar sabe bien como enloquecer a una mujer, de pronto sentí como sus manos comenzaron a despojarme de mi vestido rojo, yo estaba muy excitada Juan, el besaba ya mis senos que estaba completamente desnudos ante el , los besaba, lamía y mordía, mis pezones estaba durísimos, tu lo sabes Juan es mi punto débil, no resisto que me chupen mis senos, estaba haciéndome enloquecer de placer, de verdad que estaba disfrutando tu juego mi amor, yo en tanto no quise ni pude quedarme atrás y comencé a acariciar su verga que estaba muy dura y luego ¿que crees mi amor? me pidió algo.

-¿Que te pidió, mi amor?

-Que le chupara su verga Juan.

-Y tu ¿que hiciste?

-Pues.... la verdad hice algo muy … muy malo Juan, se la chupe como me lo pidió, pero no te enojes conmigo por favor.

-No al contrario, sígueme contando que ya estoy muy caliente.

-Pues mira Juan cuando dijo eso yo estaba tan caliente… tan caliente que no lo pensé y comencé a mamársela, me la metí toda en mi boca casi no me cabía, chupe y chupe y no deje de chupar, ya estaba muy caliente Juan, el tomo mi cabeza con sus manos y comenzó a hacer movimientos cada vez mas rápidos para que se la chupara, yo no paraba de chupar, me encanto Juan, de verdad me encanto sentir esa verga en mi boca, en ese momento el me pidió que parara, yo me sorprendí un poco, entonces me dijo que ya no podía mas que nos fuéramos a un hotel.

-Pero no se que hacer Juan, ¿Qué hago? estoy muy confundida, no quiero que todo esto te moleste mi amor, ¿que vas a pensar de mi?

-Tu que quieres hacer? ¿Quieres irte con el al hotel y terminar nuestro juego?

-La verdad… la verdad Juan…si quiero hacerlo ¿me das permiso de irme con el?, estoy de verdad muy caliente no aguanto mas.

-Claro que si, solo recuerda que tienes que platicarme todo lo que pase cuando llegues a casa.

-Si mi amor, gracias no llego muy tarde, nos vemos en un rato.

Ese temprano fue cerca de la 1 de la madrugada, yo alcance a oír cuando llegó Claudia, por obvias razones yo no pude dormir ni un segundo, moría por saber lo que había pasado con mi mujercita, al llegar note en su cara un poco de duda, la cual se fue disipando mientras me platicaba lo ocurrido.

-Pero cuéntame, cuéntamelo todo ya no soporto mas le dije.

-Pero por favor no te vayas a molestar conmigo, recuerda que tu me diste permiso, además todo esto fue idea tuya. Mira de la oficina salimos rápidamente sin que nadie nos viera, el se dirigió a un hotel que se ubicaba a tan solo unas calles de la oficina, ninguno de los dos aguantaba mas, al llegar a la habitación nuestras ropas volaron en segundos al piso, ya desnudos nos besamos y acariciamos apasionadamente como locos, continuo besándome, lamiéndome y mordiéndome mis tetas como lo hizo en la oficina, al tiempo que me preguntaba si me gustaban sus caricias, SI Edgar me vuelves loca, ¿no lo sientes?, mi vagina estaba mojada como nunca, estaba lista para que me lo metiera, no te molestes pero de verdad lo necesitaba Juan lo necesitaba, de pronto me recostó sobre la cama, no parábamos de besarnos y su boca fue bajando y acercándose mas y mas a mi vagina, cuando la tuvo delante de el la beso y comenzó a chupármela, su lengua jugueteaba con mi vagina y eso me estaba haciendo llegar al éxtasis, no pude mas Juan… no pude y grite…. grite de pasión con todas mis fuerzas.

-Siiiiiiiiiiii, ASIIIIIIIIIII, ASIIIIIIIIIIIIIIII, EDGAR CHUPALAAAAAAAAAA, ASSIIIIIIIIIIIIIIII.

-El no dejaba de chuparme mi vagina, y sabes mi amor no pude resistir mas y.... explote en ese momento, me hizo llegar por primera vez en la noche.

-Como que la primera vez, pues ¿cuantas veces te hizo llegar mi amor?

-Hay Juan la verdad es que no paramos de coger y coger todo el tiempo que estuvimos en el hotel, si por el fuera aun seguiríamos ahí, no quería dejarme venir.

-Pero sígueme contando, mi amor, esto de verdad que me esta calentando.

Después de mi primer orgasmo, solo descanse un minuto y después comencé a mamársela, estaba tan dura…tan dura mi amor que comencé a excitarme nuevamente, se la estuve chupando unos 5 minutos sin parar, podía sentir como me estaba volviendo a lubricar, era increíble lo que estaba experimentando, yo sabía que no resistiría por mucho tiempo, solo escuchaba como lo estaba haciendo gozar.

  • ¡¡Hazme tuya Edgar!! ¡¡ Hazme tuya!! …. necesito sentirte dentro de mi, cogeme

-Yo también quiero metértelo mi amor, quiero hacerte mía ahora mismo, dijo.

-Si Edgar tómame, le dije. Entonces mi amor se monto en mi y sentí como su verga se acercaba hacia mi vagina, yo estaba lista para recibirla, húmeda, empapada, me la metió desesperadamente, provocándome que gritara.

-AHHHHHHHHHHHHHH, SIIIIIIIIIIIIIIIIII, ASIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, EDGAR…….EDGAR … EDGAAAARRRRRR.

No dejaba de metérmelo, me estaba cabalgando como un loco, lo metía y lo sacaba, lo metía y lo sacaba, estaba dura, caliente, riquísima Juan, yo estaba súper excitada, no dejaba de besarme mientras me penetraba, tener esa verga dentro de mi Juan hizo que experimentara sensaciones nuevas para mi, estaba gozando de verdad con este juego.

-Edgar…Edgar… Edgar, gritaba yo.

De pronto sentí que me acercaba nuevamente al clímax, Ya Edgar……. yaaaaaaaaa, lo estas haciendo otra vez, me estas matando….. matandooooooooooo.

-AHHHHHHHHHHH HHHHHHHHHHHHHHH, Grite AHHHHHHHHHHHHHH, SSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.

Era increíble Juan acababa de experimentar un segundo gran orgasmo, en tanto el no dejaba de cabalgarme, cada vez con mas fuerza, de pronto me pidió que me subiera yo encima de el, yo lo hice de inmediato, me comencé a mover de arriba a bajo, podía sentir toda su verga dentro de mi Juan, toda…Luego de unos minutos, me puso en cuatro y siguió cogiéndome y cogiéndome, hasta que de pronto no pudo mas, sentí como estaba a punto de llegar, no dejaba de gemir, me vengo Claudia …..me vengo, decía.

-Si Edgar dámelo… dámelo todo quiero sentir como te vienes dentro de mi.

-AAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, grito ……AHHHHHHHHHHHHHHHHH……. Claudiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

-Su semen caliente por fin estaba todo dentro de mi, Juan, chorros y chorros de su semen, pensé que nunca terminaría de venirse dentro de mi.

-Es fantástico lo que me cuentas, mira como estoy de caliente Claudia.

-De verdad Juan todo esto te esta excitando, mi amor?

-Mucho no sabes como, podría llegar si tu lo quisieras, solo sígueme contando.

-Bueno pues, si tu lo deseas. Una vez que ambos terminamos, nos recostamos en la cama, al cabo de unos minutos y por increíble que parezca seguía un poco excitada, comencé a acariciar su verga, la cual ya había perdido su tamaño, la bese y la metí en mi boca, sentí de pronto el delicioso sabor de su semen, residuos de la enorme venida que había tenido minutos antes, lo chupe y lo chupe sin parar hasta que comenzó a tomar ese gran tamaño que me había hecho enloquecer, no descansé hasta hacer que se viniera en mi boca Juan, me encanto, como te dije cogimos todavía algunas horas mas y me hizo venirme unas dos veces mas mi amor, ¿que te parece?¿Te gusto mi amor? ¿No estas arrepentido? . Yo la verdad la pase muy bien, lo volvería a hacer si tu quisieras mi amor.

-De verdad Claudia? Yo también lo disfrute mi amor aunque no lo creas y claro que lo volveremos a hacer.

-Ya en la tranquilidad de mi cama, me hice una de las pajas mas deliciosas de mi vida, había disfrutando casi o mas que ella esta locura, cuando termine sentí como salieron cantidades nunca antes experimentadas de semen, debo decirles que me vacié, el hecho de pensar como mi mujer había sido montada por un desconocido me hizo explotar, por su puesto ella llego completamente exhausta a casa y se durmió en seguida.