Aprendiendo a conocer un nuevo tipo de sexo
Un joven estudiante, en una nueva ciudad, conoce un extrajero mayor, que le enseñara algo mas sobre el sexo.
Mi nombre es David. En la actualidad tengo 29 años, chileno, soltero.
Al egresar del colegio, me vi en la necesidad de irme de mi ciudad natal, ya que en esta no hay grandes universidades, por lo cual, luego de postular, quede en Arquitectura en la Universidad Católica de Santiago.
Al llegar a la capital, no conocía nada ni nadie. Como los primeros días de universidad no son muy estresantes, poco estudio y sin amigos, decidí salir a conocer Santiago a pie. Salí de mi pensión y comencé a caminar por la alameda, hasta llega al cerro Santa Lucía. Como no tenía nada que hacer, comencé a subir, para poder ver Santiago desde arriba.
Al subir, me tope con mucha gente que asistía a es lugar, entre ellos mucho deportistas y algunos turistas. Cuando llegue arriba, comencé a admirar la vista de la imponente ciudad. Saque un cigarrillo, y busque a alguien que me convidara fuego. Un hombre mayor, de unos 50 años por lo menos, vestido elegante, pero sport , se notaba muy buena situación económica, fumaba también admirando el paisaje. Al acercarme y pedirle fuego, me dijo algo que no comprendí. Era extranjero, alemán para ser mas exactos. Con señas le pedí fuego a lo que ofreció su encendedor con una sonrisa. Le dije que muchas gracias y me aleje hacia otro lado. Luego de unos minutos, el se acerco a mi lado y comenzamos a charlar, tratando de entendernos, ya que su español no era muy bueno, pero algo entendíamos. Yo le comente que no era de Santiago y que no conocía a nadie , etc, mi realidad. El me dijo que venia hacer unos negocios a Chile. Fue una conversación breve. Luego de estar unos 15 a 20 minutos arriba, comencé a bajar, lentamente, admirando el paisaje, y unas minas que subían, que estaban muy buenas.
Casi al llegar abajo, el alemán, que venia bajando tras mio, me llamó. Y comenzamos a bajar juntos, nuevamente conversando sobre cualquier cosa.. Al llegar abajo, me dijo que el clima de Santiago era muy caluroso, y la verdad que ese día estaba haciendo mucho calor. Me pregunto si le aceptaba una cerveza. Como hacía un calor de locos, y yo como estudiante con poca plata, le acepte encantado la invitación.
Pasamos a una fuente de soda, me pregunto como se llamaban los vasos grandes de cerveza.
Pedimos dos Shop y continuamos conversando, me pregunto que estaba estudiando, si vivía solo, cuantos años tenía, en fin una cantidad de preguntas generales. El se tomo su Shop muy rápidamente, yo apenas llegaba a la mitad. Hasta el momento todo iba normal. Cuando me acabé mi Shop, el me pidió otro. En ese tiempo yo tomaba cerveza, pero dos seguidos igual era mucho para mi, pero el insistió.
Comenzaba con mi segundo Shop, cuando me pregunto si yo trabajaba. Le dije que no. Me preguntó cuanto dinero me daba mi padre para la semana. Yo le mencione la cantidad. El me miró y me dijo que si yo quería el podría hacerme ganar 5 veces mas en un solo día. Yo, al principio no me le entendí muy bien a que se refería. Pense que le había caído en gracia y que a lo mejor necesitaba a alguien que lo guiara por la ciudad, traductor, no se cualquier cosa.
Me preguntó si me interesaba. Yo le dije que si y le pregunte de que se trataba. Me dijo que fuéramos a su hotel, que me enseñaría algo que de seguro me gustaría. A mi se me paso la idea de que el viejo quería sexo, pero no estaba completamente seguro. Debo mencionar que siempre he sido muy macho para mis cosas y que con las mujeres desde chico, siempre me había ido excelente, inclusive con mujeres mucho mayor que yo. Con decir que mi debut masculino fue como a las 11 años. Seguimos conversando le dije que no le comprendia ( y no es broma, porque hablaba muy mal el español ) y le pedí que fuera mas explícito. Se acerco mas a mi, y en susurro, me dijo que quería estar desnudo conmigo en su hotel. Yo no se porque reaccione asi. No me enoje, pero le dije que no, por ningún motivo, incluso, hasta me dio risa. El siguió con su propuesta y le dí un corte definitivo. Le agradecí las cervezas y me levante y me fui.
Debo haber caminado una cuadra , pensando en la propuesta del alemán. Me parecía chistoso la situación que había vivido. Me imaginaba al viejo en pelota................ que sería el pasivo.......... activo ...... ¡ni cagando me meten algo en mi virgen culo!.......pero 5 veces mas.............. es mucho dinero............. incluso, puedo hacer que el viejo me pague por adelantado,....... le sigo el cuento y después me arranco con la plata..... no sabe donde vivo........ no soy de acá ......... no es mala la idea.......
Me devolví por la vereda del frente y vi como aun seguía con su cerveza. No era muy alto, contectura solo un poco gordo....... digamos unos 55 años, cualquier cosa le puedo pegar..........
EL pidió la cuenta. Me traspase a la vereda del frente y cuando salió comenzó a caminar. Yo lo seguía mas atrás. Cuando ya había avanzado como dos cuadras, me decidí a acercarme a el. El me miro y sonrió. Le dije que estaba de acuerdo, pero que necesitaba el dinero primero. Me dijo que no había problema, pero que el dinero no lo traía con el, si no que lo tenía en su habitación.
Tomamos un taxi y fuimos a su hotel. Yo como no conocía la ciudad, me anduve asustando un poco, ya que la distancia no era corta. Bajamos en un hotel cinco estrellas. Pidió su llave y entramos a su cuarto. El interior era muy fino. El fue a la habitación y yo me quedé sentado en el sofá. Las cosas no estaban saliendo como yo quería. Me sería muy difícil salir de ahí, incluso pense que si lo hacía, el alemán podría llamar a la portería para que me detuvieran por robo o algo así. El salió de la habitación, se había sacado sus zapatos, y se había colocado unas pantuflas.
Estuve a punto de decirle que no me atrevía, cuando extendiendo su mano, me pasa su dinero, el cual recibí. Me sirve un trago y otro para el. Se sienta a mi lado. Me pregunto si yo lo había echo antes, le respondí que no. Le pregunte si el era activo o pasivo y me dijo que las dos cosas le gustaban. Con su mano, comenzó a tocarme la pierna, yo sentí un poco de miedo. Siguió avanzando hasta que me la puso completamente sobre mi verga. No se que me paso en ese momento, pero mi verga comenzó a reaccionar ante sus caricias. ....... me gustó.
Me bajo el cierre de mis pantalones y comenzó a masturbarme, la situación era extraña para mi, pero me gustaba. Me saco mi verga del pantalón y arrodillándose a mis pies comenzó a chupármela como nadie antes lo había echo, era exquisito, el sabia exactamente lo que yo quería. Luego de un rato, me pidió que fuéramos a la habitación. Una cama King Size nos esperaba, el se desnudo rápidamente, yo le dije que solo sería activo, el me dijo que no tenía problema con eso. Me desnude, con un poco de vergüenza, pero con mi verga a 100 esperando sentir nuevamente su legua. Me acosté en la cama y el inmediatamente se la introdujo en la boca. Era perfecto. EL morbo se apoderó de mi, ayudado con los dos Shop y el trago que me había servido. El con su cuerpo de costado a mi lado, con su verga no muy grande, pero gorda al alcance de mi mano, mientras el seguía chupándomela. Me atrevía a tocarla, era una sensación muy extraña tocar la verga de otro hombre. La mamada que me hacía me tenia loco de calentura y decidí masturbarlo. El comenzó a quejace, excitandome aun mas. Con mi manos lo masturbaba, ese pene gordo, con ya algunas canas en el. Quiso que hiciéramos un 69, pero no se lo permití, eso ya era mucho para mi. El se sentó a mi lado y seguimos masturbándonos mutuamente, cada cierto tiempo el bajaba y me besaba mi verga. En varias ocasiones me pidió que yo le hiciera lo mismo, mas yo me negué. Sin embargo, algo dentro de mi, me hizo pensar, que se sentiría tener una verga en mi boca. Lo pensé mucho, hasta que decidí bajar mi boca hasta su verga y comencé a chupársela. El se quejaba aun más exitandome al sentir sus sonidos, mas su gorda verga en mi boca. Su sabor no me desagrado, al contrario, me gusto. Como un profesional de las mamadas comencé hacerlo cada vez mas profundamente , hasta que no me dí cuenta y la tenía en su totalidad en mi interior. Ya me gustaba mucho lo que estaba haciendo. Cuando sentí que de seguir a si, me detuve, eso no era para mi. El inmediatamente comenzó a chupármela mas y mas fuerte, hasta que no aguanté mas y termine por vaciarme en su boca., a lo que el alemán no tuvp ningún reparo en chuparmela hasta dejarmela completamente limpia. Es más no se detubo y mi verga nuevamente comenzo a crecer.
No podía creer lo que estaba haciendo, en un hotel, quien sabe donde, con un viejo extranjero, chupándole hasta su verga. El se paro de la cama, y sacó un frasco de su maleta. Se lo untó en su culo, y colocándose en cuatro patas en la cama, me pidió que lo penetrara. Me coloque tras de el, su culo era grande y peludo, pero la exitación de probar sensaciones nuevas ya se había apoderado de mi. Apunte mi verga a la entrada de su culo y de un golpe se la metí poco a poco hasta llegar a tocar con mis cocos su culo. Comencé a bombearle, el alemán se quejaba de placer. Como yo ya había acabado, estaba muy duro para volver hacerlo a si que le hice un muy buen trabajo por su culo.
Luego de un rato, el se da vuelta y se sienta sobre mi, mirándome, con sus piernas a mi lado. Tomando mi verga nuevamente la vuelve a dirigir a su entrada y se la engulló de un solo golpe, comenzando a cabalgarme. Yo podía ver su verga erecta que se movía al compás de cada embestida. Instintivamente la tomé en mis manos y comencé a masturbarlo. Luego de unos minuto, el alemán se sale de mío verga y coloca la suya nuevamente en mi boca. Yo sabía que el no duraría mucho, y que terminaría por echarme su leche en mi boca, pero ya estaba dispuesto a probarlo todo, a si que sin reparos, la comencé a mamar, hasta meterla en la totalidad en mi boca. Pude sentir por sus movimientos y gemidos que la eyaculación era inminente, litros de leche caliente comenzaron a correr por mi boca, el sabor no me gusto, pero de todas formas comencé a beberlo de su gruesa tranca . Hubo un momento que casi me hace vomitar al meterla tan adentro, mezclado con el sabor de su semen, afortunadamente me dio el tiempo de sacarla de ahí. EL nuevamente se colocó entre mis piernas y comenzó a chupármela muy, pero muy fuertemente con la fuerza que un hombre te la puede chupar, lo que me hizo nuevamente acabar en su boca.
El se tendió a mi lado exhausto, ambos completamente mojados por la transpiración. EN un momento volvió la cordura a mi, y me quise ir. Me levanté y me di una ducha rápida, limpiándome muy bien la boca. Al salir me vestí y le dije que ya era muy tarde. El me entregó un pfolleto del hotel, con su nombre y numero de habitación. Me dijo que si quería mañana podríamos juntarnos nuevamente. le dije que si.
Salí del hotel, ya la noche había caído y no sabía donde estaba. Tuve que tomar un taxi y decirle que me dejara en mi pensión.
Nunca volví a llamarlo.
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