Aprendiendo a Amar Cap. 95
-¿Qué es lo que pensas? - me encogí de hombros - Algo tenes en mente, decímelo -No sé - tape mi cara y al descubrirla volví a hablar - ¿Crees que me sea infiel?
Se que he tardado mucho en publicar, hace una semana ya lo habia terminado pero se me borro y lo tuve que reescribir y comoo he tenido demasiado trabajo me ha llevado mas tiempo.
Quiero comentar que ya no subire la serie en esta pagina, he tenido demasiados problemas, tardan demasiado en publicar, se cayo la pagina y no pude publicar asi que si gustan seguir leyendo voy a estar subiendola en Wattpad y en mi Facebook, dejo el link mas abajo
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Saludos ;)
Capítulo 95
Tami<<
Justo antes de acostarme sonó mi celular, lo tome y al ver que era una llamada de Sofí me acosté en la cama para luego responder
- Hola Tami, necesito que me ayudes a pelear la custodia de mis hermanos – me senté en la cama al no saber si había entendido bien lo que dijo – No puedo dejarlos en la calle y tampoco puedo permitir que sigan viviendo en una casa donde no reciben atención y se roban las poquitas cosas que pudo comprar Mariana con el dinero que se gana
- Sofí, ya tenes en custodia a Santi – rasque mi cabeza - Te demanda demasiado tiempo y atención, también está tu casamiento con Jenny, el trabajo y la universidad – ante su silencio continúe – Creo que no estás pensando realmente la situación
- Tami, no tienen ni donde dormir – suspiro – Son mis hermanos, no puedo dejar que duerman en el piso
- Pense unos segundos – Que Mariana llame a su madre y le diga que se van a quedar a dormir con vos, mañana hablamos bien en la oficina para ver qué podemos hacer
- Perfecto, muchas gracias Tami – colgó la llamada
Iba a volverme a acostar pero vi que había alguien en la puerta de mi cuarto, al voltear a ver me encontré con mi novia, estaba vestida solo con un conjunto de ropa interior rojo de encaje, solté mi celular con una sonrisa en mis labios
- ¿Vas a desnudarme o lo hago solita? – su voz sonó demasiado sexy
Me puse de pie, fui hacia ella, puse mis manos en su cintura y comencé a besarla al mismo tiempo que subí mis manos y desabroche sus sostén, movió levemente sus hombros haciendo que los tirantes del mismo se deslizaran por sus brazos hasta caer al piso. Me separe de su cuerpo para poder observar sus pechos, los agarre y luego regrese la vista a sus ojos color miel que tanto amo
- Están mas grandes – bese el derecho y luego el izquierdo
- Yo también lo note – ambas sonreímos – Eso quiere decir que los estas atendiendo bien
- Pense que pasaría la noche solita – comencé a besar su cuello
- Estoy demasiado caliente para quedarme en casa - la observe mientras se quitaba la tanguita – Vamos a la cama
No tardamos en subirnos ambas a la cama, ella se acostó boca arriba y separo sus piernas considerablemente, con su dedo índice y sin apartar sus ojos de los míos comenzó a masturbarse
- ¿Qué esperas para poner tu boquita acá? – se mordió los labios
No resistí un segundo más sin tener su sabor en mi boca, me prendí a su clítoris con mi labios y comencé a darle intensos chupones a los que ella respondía con gemidos y pedía más. Mi lengua recorría todo su sexo hasta llegar a su entradita donde hacia presión tratando de penetrarla
- Penetrame amor – suplico agitada
Lubrique con sus fluidos mis dedos índice y mayor, acerque una vez más mi lengua a su botoncito y al mismo tiempo que di la lamida, metí mis dedos en su interior. Sus gritos retumbaban en la habitacion, mi cuerpo comenzaba a arder pero no quería dejar de darle placer ni para quitarme la ropa. Ella retorcía su cuerpo en busca del ritmo que necesitaba, yo intentaba seguírselo para complacerla completamente
- Mete otro dedo – mi sexo termino de humedecerse al escucharla
Aproveche la situación para quitar rápidamente mi ropa de dormir. Una vez que ambas estábamos en las mismas condiciones, volví a lubricar los dedos agregando el anular y los tres los metí en su vagina. Sus gritos iban en aumento al mismo tiempo que aumentaba la velocidad de mi penetración, me gritaba que no pare y que lo hiciera más fuerte, obedecí pero no fue suficiente para ella, me quito y con sus ojos inyectados en placer me miro y luego hablo
- ¿Tenes un juguete? – asentí asombrada – Ponetelo y cogeme entonces
Busque en el cajón de la mesa de noche e hice lo que me pidió, cuando pose mi vista en ella estaba en la posición de perrito, sus codos y pecho sobre la cama, su cola levantada y sus piernas lo suficientemente separadas como para ver su húmedo sexo. Me arrodille detrás de ella y justo antes de meterlo volvió a detenerme
- ¿Lo usaste con Tatiana? – en su tono de voz se le notaba el deseo y un toque de recelo
- Si, lo use con ella – respondí un poco temerosa por no sabe su accionar ante la respuesta
- Se estiro y abrió el cajón del lado donde ella siempre duerme – Poneselo – me entrego un preservativo, lo abrí y con delicadeza lo puse en el dildo – Ahora cogeme fuerte
Retiro su cabello hacia su lado derecho, tome con firmeza la base del juguete y con seguridad lo fui metiendo en su interior. Sus gemidos y el roce del dildo en mi clítoris me estaban enloqueciendo. Ella levanto su torso quedando arrodillada en la cama, agarro mis manos que estaban en su cintura y las llevo a sus pechos, los apretaba con suavidad sin bajar la intensidad de las penetraciones, su muy acelerada respiración me indico que estaba por conseguir el primer orgasmo de la noche y así fue, pronunciando mi nombre llego al clímax. Se dejó caer en la cama, retire el juguete, me lo iba a quitar pero ella se percato
- No, aun quiero más – sonreí ante sus palabras – Acostate boca arriba – apile dos almohadas e hice lo que me pidió – Sujétalo amor – con ambas manos agarre el dildo
Ella se puso en cuclillas encima de mí y lentamente fue bajando hasta que el pene de látex desapareció por completo. Levante mi mirada y me encontré con sus ojos cerrados, mordía su labio inferior y luego lo libero dejando su boca entreabierta permitiendo salir ligeros gemidos. Esa imagen me enloqueció, mi movimiento de cadera aumento considerablemente al mismo tiempo que la fuerza con la que lo hacía, ella abrió los ojos y me sonrió perversamente al darse cuenta de la excitación que me invadió. Ambas, unos largos minutos después, tuvimos un gran orgasmo que nos dejó rendidas en la cama. Como pude quite el dildo junto al arnés y los deje caer a la alfombra, Sami beso mi pecho y se puso a dibujar garabatos en mi abdomen con su dedo índice
- Me sorprendiste – volteo a verme sin entender – Me gusta que estés caliente pero esta vez fue diferente a todas las demás
- ¿Diferente en qué sentido? – se sentó encima mío con sus piernas a cada lado de mi cuerpo – No quería hacer el amor, necesitaba mas
- Solo me pareció extraño que pidieras el juguete – puso sus manos en mis pechos y los masajeaba – Creo que aún no quedo satisfecha señorita Marín
- Jamás señorita Martínez – bajo a besarme
Nuestros cuerpos se disfrutaron hasta altas horas de la madrugada donde el cansancio nos suplicó que descansáramos.
Al despertarme busque a Sami en la cama y me sorprendí al no verla, fui hasta el baño y no estaba así que fui a buscarla a la cocina. No había señales de ella salvo una nota sobre la mesa “Amor me fui a casa, me sentía bastante mal del estómago y no me traje las pastillas, te veo en la empresa. Te amo”, deje la hoja donde la había dejado mi chica, regrese al cuarto, me vestí con ropa deportiva y salí a correr.
Una vez que mi ejercicio termino, me di una ducha y me vestí con ropa adecuada para la empresa. Desayune rápidamente un café con tostadas y con mucha calma maneje hasta mi trabajo.
Cuando entre salude a Mamá Carmen y a Mica que estaban conversando, fui a la oficina de arquitectos y solo estaba Bella que al verme me abrazo
- ¿Cómo estas cuñada? – me entrego unas carpetas – Son las que me diste ayer, ya te envié al correo la posible cotización y a Sofí también se la envié
- Estoy bien, bastante cansada pero bien – sonrió pícaramente y le di un empujoncito – Lo reviso y te aviso más tarde – mire hacia la puerta del estudio - ¿Esta Sami?
- Si, llego y se puso a trabajar con Juanjo en un plano – camine hacia la puerta – Los dos se veían un poco estresados
Abrí la puerta, era claro que ellos estaban hablando pero al verme hicieron silencio, ambos me miraban asustados, camine hacia ellos y los dos dieron un paso hacia atrás
- ¿Está todo bien? – asintieron – Solo vine a saludarte y preguntarte como te sentís
- Un poco mejor – beso nerviosamente mis labios – Ya tome unas pastillas
- Si queres podemos ir al médico en la tarde – negó – No podes estar así
- Con las pastillas se me va a pasar – agarro el lápiz – Tenemos que terminar este plano para antes del mediodía
- Entiendo – mi vista se posó en Juanjo y luego regreso a mi novia – Me voy a trabajar
Salí un poco molesta, no sé qué era lo que pasaba pero sé que pasaba algo entre ellos pero no me imaginaba que podía ser.
Subí la escalera, Luz me comento que tenía dos reuniones con unos clientes y a las 4 pm una con Tati y Jenny. Fui hacia mi oficina y justo antes de entrar me detuve en la puerta del despacho de la morena, golpee la puerta y ella abrió
- Hola Tami – beso mi mejilla – Voy a hacerme un café ¿Vamos?
- Yo te lo preparo – sonrió
Caminamos hacia la cocina, ella se sentó y mientras puse el agua a calentar me apoye de espaldas en el refrigerador
- Necesito que hablemos – solté esperando ayuda de parte de ella
- ¿Sobre trabajo o el juicio? – negué - ¿Entonces?
- Es sobre Juanjo y Sami – entrecerró sus ojos – Los vi hace un rato en el estudio, hablaban con mucho énfasis, al verme hicieron silencio y pusieron cara de pánico
- ¿Llegaste a escuchar de que hablaban? – moví mi cabeza de forma negativa – Juanjo no me comento nada, no estoy enterada de que tengan algún problema
- Cuando pueda hablar con Sami le voy a preguntar – el pitido del agua hirviendo me sobresalto – Vamos a ver si me sale tan rico como antes
Mientras tomábamos el café nos quedamos conversando sobre unos clientes y la proximidad del juicio. Al terminar cada una nos fuimos a nuestras oficina, trate de concentrarme en el trabajo pero la cabeza me daba mil vueltas sobre la conversación intensa entre Sami y Juanjo, deje caer mi espalda en el respaldo de mi silla, cubrí mi cara con mis manos y luego solté un fuerte suspiro, me dije varias veces a mí misma que dejara ese pensamiento a un lado y regrese a lo que estaba haciendo.
No paso ni una hora cuando mi mejor amiga abrió la puerta y se sentó frente a mí, me conto todo lo que había pasado con sus hermanos
- Comprendo que no la están pasando bien pero creo que vas a dejar muchísimas cosas de lado haciéndote cargo de ellos – sabía que esto no le agradaría
- Eso será momentáneamente – la mire expresándole que no creía lo que me decía – Si lo decís por la boda solo lo aplazaremos hasta que nos establezcamos
- Lo digo por muchas cosas – se cruzó de brazos - ¿La universidad?
- El semestre que viene voy a tomar menos materias, en vez de recibirme a fin de año lo hare a mitad del siguiente – hice silencio – Tami, no puedo ser egoísta, son chicos
- Y vos tenes una vida – se puso de pie – Sentate Sofí – un poco molesta obedeció – Para empezar lleva a Mariana a su casa a buscar todo tipo de papeles de ella y de su hermano – asintió – Vos no entres, que no te vea su madre
- Está bien – sonrió tímidamente - ¿Qué más?
- Que ella le saque fotos a su casa y vos aprovecha para sacarle fotos al barrios – me miro atentamente – Después vayan a hacer una denuncia por el robo y la desatención de la madre, ya con eso podemos ir al juzgado a pedir una tutela
- Perfecto, te aviso cuando hayamos terminado en la comisaria – volvió a ponerse de pie – Gracias Tami
- Solo una cosa más – me puse de pie y camine hacia ella – No tires tanto de la cuerda, se puede cortar
- Jenny comprende – abrió la puerta
- Sí, pero eso no quiere decir que no la afecte – puse mi mano en su hombro – Llamame cuando termines para vernos en el juzgado
Solo respondió que si con su cabeza y cerró la puerta. Continúe con mi trabajo hasta que Luz me aviso que la reunión con Jenny y Tati se posponía para el siguiente dia, por lo que no tuve problema para ir al juzgado cuando mi mejor amiga me llamo.
Después de enseñarle las pruebas a la Jueza de turno y de que escuche la historia de Mariana y su hermano decidió darle a Sofía la tutela. Ambas hermanas estaban muy contentas, no dejaban de abrazarse mientras la Doctora me comentaba que recibirían visitas de asistentes sociales para ver como fluyen las cosas y evaluar las condiciones socio-económicas en las que los menores viven.
Saludamos a la no muy mayor Jueza y las tres salimos contentas del juzgado. Mi alegría se debía más que nada a que me había desenvuelto muy bien por ser mi primera vez ejerciendo como abogada. Las chicas no dejaban de abrazarme y agradecerme. Nos despedimos y me subí a mi auto, pense varios minutos si regresar a la empresa o irme a mí casa y me decidí por la segunda opción.
No quería pensar así que solo prendí mi consola de videojuegos, mi televisión y me puse a jugar hasta que mis ojos ya me ardían de tanto sueño y me fui a la cama.
La alarma sono, me di una ducha y fui a desayunar. Mientras tomaba mi café de cada mañana revise mi celular, tenía muchas llamadas y mensajes de Sami pero decidí no prestarle atención, no tenía ganas de hablar, aun no se borraba lo que había visto de mi cabeza. Lave mi taza y sin demorar un minuto más me fui a la empresa.
Ya en mi oficina me puse de lleno a trabajar ya que al mediodía era la reunión con las chicas que habíamos reprogramado del dia anterior.
No tuve novedades de Sami más que un mensaje de WhatsApp, dude mucho en leerlo pero decidí hacerlo
Sami~
~~~ ¿Todo bien amor? Te extrañe anoche… Te amo mi vida
Lo deje sobre el escritorio, no sé qué sea lo que pase entre ellos pero no quiero estar mal con ella por algo que no tengo ni idea, tome mi teléfono y le respondí
Tami~
~~~ Esta todo bien bebe, solo estaba muy cansada y me dormí temprano, Te amo hermosa
Seguí trabajando hasta que dieron las 12 del mediodía, mi secretaria me comento que Jenny y Tati me estaban esperando, me levante rápidamente, se me había pasado por completo, agarre mi agenda y fui hacia la reunión.
Revisamos unas cotizaciones y contratos, vimos una simulación de cómo quedaría el nuevo edificio, un trabajo interesante que había realizado Bella, las tres estuvimos de acuerdo en que debíamos mostraselo a los demás socios y justo cuando estábamos hablando de la meta mensual golpearon la puerta, Juanjo entro y le pidió a Tati que saliera un minuto. Observe a la morena hasta que salió de la enorme sala y Jenny me comento que la alegraba que Sofí estuviera tan a gusto con sus hermanos y que Santi estaba feliz de tener un hermano con quien jugar. Escucharla decirme eso me dio mucha tranquilidad ya que creía que ella no estaría del todo conforme con la situación. Mire la hora, faltaban quince minutos para que dieran la 1 pm, me puse de pie y fui a buscar a Tati, me sorprendió ver que también estaba Sami que al verme se puso bastante nerviosa
- Hola – sonreí - ¿Pasa algo?
- No, solo… - mi novia hizo silencio
- Solo que me están comentando que van a ir a ver un cliente para explicarle las modificaciones de su casa – completo la frese mi ex pareja
- ¿Eso no lo hacen una vez que el plano esté terminado? – mire a ambos
- Este cliente es bastante especial así que vamos a verlo antes del plano – bastante dudosa mire a mi novia – Vamos antes de que sea más tarde
- Amor, recorda que hoy es la cena con mis padres – asentí – A las 8.30 pm te esperan
- Claro, ahí voy a estar – beso mis labios y los vi irse - ¿Regresamos a la reunión?
- Por supuesto – la morena sonrió y entramos
No pude concentrarme en lo que hablaban, varias veces tenían que repetírmelo y aun así no lograba entrar en la conversación. Me causaba muchas dudas la actitud de Sami, no entiendo que es lo que la pone tan nerviosa y eso me asusta.
Antes de volver a mi oficina pase por la de mi mejor amiga, me senté y ella hizo todo a un lado, seguramente mi cara le dijo que necesitaba hablar con ella
- ¿Qué paso Tami? – pregunto
- Algo pasa entre Sami y Juanjo – apoyo sus brazos en el escritorio sin dejar de verme – Sami se pone muy nerviosa cuando está conmigo
- ¿Qué es lo que pensas? – me encogí de hombros – Algo tenes en mente, decímelo
- No sé – tape mi cara y al descubrirla volví a hablar - ¿Crees que me sea infiel? – iba a contestar pero no la deje – La otra noche me pedía más e hizo algo que nunca había hecho
- ¿Qué cosa? – pregunto curiosa
- Me pidió usar un juguete sin importarle que lo había usado con Tati – abrió sus ojos – Necesita tener sexo, eso me dijo y yo no tengo sexo con ella, yo le hago el amor
- Tami, ella te ama – baje mi cabeza – No va a tirar todo a la basura como… - hizo silencio
- Como lo hice yo – asintió apretando sus labios – Ahora se van a ir a ver a un cliente
- Siempre ven clientes ¿Qué tiene eso de malo? – levanto sus manos
- Sofí, nunca ven clientes en sus casas antes de los planos – me puse de pie – Voy a seguirlos, si están cagándome quiero verlo con mis propios ojos
- Estas paranoica – vino hacia mí – No cometas una locura
- Solo voy a seguirlos – abrí la puerta
- Si crees que eso te va a ayudar, adelante – bese su mejilla
Cerré la puerta y fui rápido hasta mi oficina, guarde mis cosas en mi bolso y baje hasta la oficina de mi novia, Bella me dijo que habían salido ambos hace menos de cinco minutos así que me despedí y fui rápidamente hasta el estacionamiento. Justo cuando estaba por llegar vi el auto de Juanjo irse, espere a que salgan y me subí a mi auto, con prisa lo encendí y fui detrás de ellos.
Trate de alcanzarlos pero no tanto para que no se percataran de mi presencia. Varias veces creí que me habían descubierto pero no se detuvieron ni nada por el estilo. Puse el manos libres, marque el número de Sami y espere pacientemente que me atienda
- Hola amor ¿Ya se fueron con el cliente? – observe que ella volteo a ver a Juanjo
- Sí, estamos en camino – por el eco me di cuenta que estaba en altavoz – No tardamos en llegar ¿Paso algo?
- No, solo quería preguntarte si queres venir a casa después – las luces intermitentes de su auto se prendieron, me indicaba que iban a estacionar unos metros más adelante - ¿Qué decís?
- No lo creo bebe – estaciono el auto frente a una clínica – No sé a qué hora termine con este cliente y después tengo que ayudar a mamá con la cena
- Ambos se bajaron – Entonces nos vemos a la noche
- Si amor – cruzaron la calle – Te amo, hasta la noche
Colgué y vi como entraron a la clínica. No entendía nada ¿Por qué mentirme? Claro está que no tenemos ningún cliente que haya solicitado remodelar una clínica. No sabía qué hacer, agarre nuevamente mi celular y llame a mi mejor amiga
- Sofí, entraron a un clínica – mi vista no se apartaba de la entrada
- Sami se sentía mal así que seguramente antes de ver al cliente la llevo a que la vea un médico – eso tenía lógica pero recordé lo que me había dicho Sami durante la llamada
- No, la llame y me dijo que ya estaban llegando con el cliente, me hubiera comentado que iría al médico – recosté mi cabeza en el respaldo - ¿Podes revisar si tenemos algún cliente que haya solicitado remodelar una clínica o que sea Doctor?
- Tami, encende el auto y volve a la empresa – negué con mi cabeza – Sé que estas negando pero no vas a conseguir nada creyéndote detective
- Tenes razón, tal vez no me quiso preocupar – hice lo que me dijo mi amiga – Esta noche le pregunto y problema resuelto
- Perfecto, mejor hablen y aclaren todo esto – abroche mi cinturón de seguridad
- No voy a volver a la empresa así que nos vemos el lunes – mire en el espejo retrovisor – Gracias por no permitir que haga una estupidez
- Vos haces muchas veces eso por mí – escuche su risa y me hizo reír – Cuidate y descansa
Guarde el celular en mi bolso, busque en el GPS la dirección de mi casa, cuando me marco el camino a seguir, puse primera y doble en la primera calle que me indico.
Ya en casa un poco más tranquila me prepare un rico almuerzo conformado por unos ñoquis con salsa bolognesa. Con mucha calma comí, lave los platos y me senté a ver televisión hasta que se hicieron las 6.30 pm, fui a mi cuarto, agarre un toalla de mi closet y justo antes de entrar al baño sonó mi celular, al ver la pantalla vi el nombre de Sami y atendí
- Amor, me estaba por ir a bañar – entre al baño y abrí la regadera
- Bebe, la cena se canceló – deje mi toalla sobre la taza del baño – No me siento bien, voy a tomar las pastillas y me voy a dormir en un rato
- ¿Queres que vaya para estar con vos? – cerré la regadera
- No, realmente necesito descansar – su voz me preocupaba
- Mañana te llamo para ver cómo estas – no respondió – Me gustaría hablar sobre algo
- Si me siento mejor mañana te llamo – respondió un poco cortante – Te amo, descansa
No espero ni que responda y colgó la llamada. Aprovechando que ya estaba ahí me di una ducha y luego me puse a jugar videojuegos, como no quería estar sola, ya que no quería que mi cabeza empiece a atormentarme, llame a Luciana y Julián para que vinieran a cenar y gustosos aceptaron.
La noche se pasó entre conversaciones y anécdotas divertidas de la secundaria. Cerca de las 3 am se fueron, yo estaba un poco mareada debido a las varias cervezas que había tomado así que me fui a mi cuarto, me quite la ropa y me deje caer en la cama en la que pocos segundos después me dormí profundamente.
El domingo corrí un buen rato en la mañana, hice algunos ejercicios y me bañe, limpie la casa, lave ropa y espere pacientemente la llamada de mi novia. Nunca sonó el celular así que a las 5 pm puse una película en Netflix, me acosté en el sillón, me tape con una cobija y me perdí hasta que se hizo de noche y me fui a dormir.
Me desperté bastante resfriada, me lagrimeaban los ojos y tenía un poco de temperatura, no le di importancia y me entre a bañar. Al salir me vestí y me tome un té con una aspirina y me fui a la empresa.
En la recepción de la planta superior me encontré con Jenny y Tati que recién habían llegado
- Buenos días – iba a ir hacia mi oficina pero Jenny me detuvo
- Mirate como estas – voltee a ver a la morena que me sonreía – Vas a llenar de tus gérmenes toda la empresa y vas a hacer contagiadero
- Solo es un resfrió, puedo trabajar – me miraba seria
- Claro que sí pero yo no tengo ganas de enfermarme – me agarro del brazo y me llevo hacia la escalera – Así que tomate el dia y si mañana seguís igual también tómatelo
- Pero… - no me dejo hablar, me miro bastante seria – Esta bien, te aviso mañana como me siento
Baje la escalera y cuando levante la mirada me encontré con Sami, me sonrió y me dio un beso en los labios
- Espere tu llamado ayer – su sonrisa se esfumo – Si no querías verme o hablarme me lo hubieras dicho, hubiera sido menos descortés
- Perdón bebe, me sentía demasiado mal y por lo que veo vos estas bastante resfriada – asentí – Tenes temperatura, deberías tomar algo
- No me cambies el tema – clave mis ojos en ella bastante molesta – Da igual, me voy a casa a descansar
- Espera amor – me tomo de la mano – Necesito hablar con vos
- Yo también tengo que hablar con vos – abrió sus ojos – Habla vos primera
- No, acá no – detrás de ella venia Juanjo, ella noto que mi mirada y volteo – Hola Juan
- Hola Sami – beso su mejilla - ¿Cómo te sentís? ¿Cómo pasaste el domingo? – me cruce de brazos – Perdón – beso mi mejilla – Hola Tami
- Estuve en la cama todo el dia – ambos me miraron – Te cuento en un ratito, dejame terminar de hablar con Tami – él sonrió y se fue - ¿Puedo llegar a tu casa como a las 7.30 de la tarde?
- Si, te espero – me abrazo – ¿Hoy te sentís mejor?
- Bastante mejor – sonrió y me beso – Quedate en la cama – afirme con mi cabeza – Te amo mi amor
- Yo también te amo princesa – nos dimos un tierno beso – Hasta más tarde
Me subí al auto, abroche mi cinturón y maneje hasta la primera farmacia que había camino a casa, compre unas pastillas para el resfriado y seguí el camino.
Ni bien llegue me hice un té y me fui a la cama. Prendí la televisión, conecte el Netflix y pase toda la mañana viendo películas.
Casi a las tres de la tarde me levante y me cocine un churrasco con ensalada. Comí escuchando música, luego lave el plato y cuando iba a regresar a la cama sonó mi celular, no reconocía el número así que lo deje en el buró de mi lado y me acosté, puse play y continúe viendo la película que había pausado pero el celular volvió a sonar, la volví a pausar y conteste
- ¿Hola? – hice silencio esperando escuchar quien era
- ¿Tami? – era la voz de una mujer pero no la reconocía – Soy Juliana, de la universidad
- Hola Juli – exclame – Hace mucho que no sé nada de vos ¿Estas en el país?
- Si, llegue anoche de Londres – respondió muy alegre - ¿Estás trabajando? ¿Tati como esta?
- Tengo mucho que contarte – recordé la vez que nos encontramos con ella en Inglaterra – Me dieron el dia libre ¿Por qué no te venís a casa un rato?
- Tengo la tarde desocupada así que en media hora me tenes por ahí – apague la pantalla – Te veo en un rato
Sonreí al recordar cuando Tati y yo nos encontramos con Juli en nuestro viaje a Londres. Era una de las pocas chicas con las que conversaba en la universidad. Cuando deje los estudios perdimos contacto pero en Londres habíamos acordado juntarnos cuando ella viniera para Argentina.
Me vestí, acomode un poco y media hora después, como había dicho, sonó el timbre. Al abrir me sorprendí al verla, estaba demasiado cambiada a la última vez, tenía el cabello teñido de colorado y ya no usaba sus lentes
- Me da mucha alegría verte – me abrazo – Espero que no me contagies tu resfriado
- Ambas reímos – Por eso mismo me mandaron a casa y no me dejaron trabajar – volteo a observar la casa - ¿Café o algo fresco?
- Me encantaría un café para no perder la costumbre – sonreí y ambas fuimos a la cocina – Pense que era más chica tu casa
- Comparado a la pensión es enorme – puse a calentar el agua - ¿Qué te trajo para Argentina?
- Mi viejo tiene un problema judicial y me pidió que lo ayudara – levante mis cejas sorprendida – Le exigen un dinero que aparentemente debe pero dice que ya lo pago, mi jefe me dijo que viniera, que aproveche y me quede unos días ya que el año pasado no me tome vacaciones
- ¿Seguís saliendo con el dueño del estudio? – asintió – Lo bueno es que estas enamorada y podes ejercer tu profesión en un gran buffet de abogados
- Estoy muy cómoda ahí – se sentó - ¿Tati como esta?
- Nos separamos – abrió sus ojos y su boca – Es una mujer increíble, lo que hizo por mí no lo haría cualquiera
- ¿Qué paso? – el agua comenzó a hervir así que agarre las tazas y el frasco de café – Se veían tan hermosas juntas
- Mi ex novia se iba a casar y ella se hizo a un lado para que yo pueda evitar esa boda y reconquistarla – me miro con ternura – Mi ex no se casó, nos fuimos a Italia una semana y estamos juntas
- Bueno, lo importante es que fue su propia voluntad aunque no la debe haber pasado bien – negué
- Lo peor de todo es que cuando regrese del viaje con Sami me secuestraron – se puso de pie – Acusaron a Tati y al ex de mi novia, ella estuvo varios días detenida
- ¿Cómo que te secuestraron? – se acercó a mí - ¿Cuánto tiempo?
- Un mes, el papá de mi mejor amiga mando a su cuñado a secuestrar a su hija pero el idiota se equivocó y me agarro a mí – se agarró la cabeza – La pase muy mal pero ya estoy esperando el juicio para que pague por lo que me hizo
- No te lo puedo creer – le entregue la taza de café – Pasaron demasiadas cosas desde que nos vimos en Londres
- Demasiadas – tome un trago de café – Lo bueno es que de a poco lo voy superando
- Dios mío, tu vida sí que es trágica – ambas reímos – Entonces tengo que conocer a la famosa Sami
- ¿Cuánto tiempo te quedas en el país? – nos fuimos hacia la sala – Puedo organizar una cena para una de estas noches
- Me voy el sábado porque Paul quiere que vayamos a Moscú unos días – sonreí ante su cara de enamorada – No quiero adelantarme pero el otro dia limpiando encontré un anillo y creo que me va a pedir matrimonio
- Tal vez quiera aprovechar el viaje para hacerte la propuesta – asintió – Que lindo, me tenes que llamar para contarme cuando pase
Después de varias horas de charla y charla se fue, le dije que le hablaba para avisarle de la cena. Cuando mire la hora no faltaba mucho para que llegue Sami, lave las tazas y fui a sentarme en la puerta de casa a esperar a mi novia.
El auto de mi chica se estaciono en la puerta de la cochera, se bajó y vino bastante seria hacia mí, me abrazo sin decir nada, correspondí su abrazo, realmente la extrañaba
- No veía la hora de que vengas – siguió en silencio - ¿Estas bien?
En ese momento se estaciono frente a mi casa el auto de Juanjo, la preocupación y nervios me invadieron, no sabía que podía estar haciendo él acá
- Hola chicas – nos saludó y Sami se separó de mi - ¿Podemos entrar para conversar un rato?
- Si, por supuesto - los tres entramos a mi casa - ¿Están bien?
- Tenemos que hablar sobre algo importante – me senté y ellos también – Todos estos días me estuve sintiendo muy mal
- Si, respecto a eso los vi el otro dia ir a la clínica – se miraron asombrados - ¿Por qué no me dijiste?
- Sami me pidió que la acompañara, pensamos que era mejor no decirte nada hasta saber los resultados del análisis de sangre – él estaba bastante más tranquilo que ella
- ¿Análisis de sangre? – ambos a la vez asintieron - ¿Qué tenes? – pregunte asustada
- Juanjo me respondió sonriendo – Vamos a ser papas
No sé si había entendido bien, voltee a ver a Sami que me miraba con una mezcla de alegría y angustia
- Tami, estoy embarazada…