Aprendiendo a Amar Cap. 89

Sé que es una pregunta con una respuesta obvia pero quiero escucharla – sonrió - ¿Queres volver a ser mi novia?

Perdon por la demora!! Aca esta el nuevo capitulo!!!

Agreguenme a Facebook: https://www.facebook.com/tami.denise.56

Siganme en Twitter: https://twitter.com/AaAmarTR

Envienme correos: tami.denise.22@hotmail.com

Saludos ;)

Capítulo 89

Tami<<

Por primera vez esta noche pude dormir sin pesadillas aunque cualquier ruido me despertaba. No creí que avanzaría tanto en tan poquitos días, se lo debo a Sami y a todos mis amigos que nunca me dejaron sola.

Comenzó la semana y aun no aparece Fito, el detective dice que están haciendo todo lo posible pero eso es lo que más nerviosa me tiene. Sé que no va a cometer el estúpido error de venir acá estando una patrulla en la puerta pero siento demasiado miedo.

Sofí no me responde los mensajes, mucho menos las llamadas y eso me tiene bastante triste, la extraño y necesito pero sé que merece su espacio para superar todo lo que hizo su padre.

Encendí la televisión mientras Sami hacia el desayuno, ya no soportaba estar en la cama, me desesperaba no hacer nada pero tengo los pies muy lastimados y debo hacer reposo para que sanen las costillas. No encontraba nada interesante para ver por ser tan temprano, deje el noticiero ya que estaban mostrando el resumen de los partidos del dia de ayer y luego fueron a una nota en vivo, reconocí el lugar en seguida, era la empresa. Subí el volumen, estaban hablando sobre mi secuestro, la periodista comentaba que tenía información nueva, que no solo me habían secuestrado sino que también habían abusado sexualmente de mí y me había golpeado hasta romperme varios huesos, comencé a llorar y en ese momento Sami entro, me quiso quitar el control pero no la deje

-      Todo el mundo sabe lo que me paso – se puso delante de la televisión – Quiero hablar con el detective ¿Por qué dio toda esa información?

-      Tami, los periodistas dicen muchas estupideces – negué – No deberías seguir viendo

La periodista continuo hablando, decía que el padre de Sofía y un hombre llamado Fito lo habían hecho, que Ramón estaba muerto y el compañero estaba prófugo, precisamente Sofí salía del estacionamiento, los fotógrafos le sacaban fotos y la rodearon de micrófonos para bombardearla a preguntas, aprovechando mi distracción Sami me arrebato el control y apago a televisión

-      Encendela, quiero ver que más dicen – escondió detrás de ella el control – No quiero que Sofí pase por esto – a pesar del dolor me puse de pie

-      Tami ¿Qué estás haciendo? – comencé a caminar hacia la puerta – Te vas a lastimar mi amor

-      Por favor, si no queres que me lastime no me detengas, me cuesta mucho caminar como para que forcejeemos – abrí la puerta y escuchando los reproches de Sami fui hasta la salida

-      No abras, no podes exponerte amor – con delicadeza me freno – Vas a echar a la basura todo el cuidado de estos días

-      Tengo que detener esto bebe – mire su mano que sostenía mi brazo – Pedí un Uber, vayamos a la empresa

Abrí la puerta, muchos flashes llamaron mi atención, había cinco periodistas que me aturdieron de tantas preguntas, Sami junto a los policías me metieron a la casa, me hicieron sentar en el sillón

-      Vayan y saquen a todos esos periodistas de acá – ellos la miraban atentos – Voy a hablar con el detective, ustedes no están haciendo su trabajo como deben

No esperaba que también estuvieran acá, mi mirada se fijó al piso y Sami comenzó a hablar por celular, no prestaba atención a lo que decía pero se escuchaba alterada, al colgar se acercó a mí

-      No debiste hacerlo – se arrodillo frente a mí – Te expusiste, debiste pensar

-      Es que están diciendo cosas…. – me interrumpió

-      No me importa lo que digan los periodistas – se puso de pie – Vamos a desayunar, después vemos que hacemos

Me ayudo a ponerme de pie, me llevo al cuarto y me acostó, se fue a calentar el café y unos minutos después regreso con una bandeja con dos tazas y un plato con tostadas. En silencio desayunamos, sabía que había hecho las cosas sin pensar, era notable su malestar, tome su mano y ella me miro

-      Disculpame mi amor – una leve sonrisa se dibujó en sus labios – Sé que no debí hacerlo pero no quiero que estés molesta conmigo

-      No mi vida, no es con vos – me dio un beso – Es con el detective

-      Hizo silencio, no entendí a que se refería y no dude en preguntar - ¿Qué te dijo?

-      Pensó unos segundos antes de responder – Dice que pueden aprovechar esta exposición para que Fito trate de buscarte y así detenerlo – sentí mi cuerpo paralizarse, mis manos se helaron y Sami lo noto – Le dije que no cometa ese error, que sus policías son unos ineptos y que no voy a permitir que algo te pase

-      Tal vez no sea mala idea – me miro enojada – Necesito tener la tranquilidad de que lo agarren

-      Lo van a atrapar pero no usándote a vos – baje mi cabeza – Te ves muy cansada, deberías tratar de dormir un rato

Me dio un beso en la frente, agarro la bandeja y se fue. Sé que es muy riesgoso pero sería el final de mi pesadilla si lo atraparan.

Sami<<

No podía creer que el Detective Salazar haya dejado que los periodistas estuvieran en la puerta de la casa de Tami. Ella no debió salir pero él jamás debió usarla de carnada para poder realizar su trabajo.

Después de almorzar nos quedamos mirando una serie en Netflix. Cuando terminamos uno de los capítulos de la segunda temporada de Pretty Little Liars me levante a preparar la merienda, tomamos un rico té con galletitas

-      Voy a llamar a Tati para que venga a quedarse un rato en lo que voy a la casa de Juanjo – me miro entrecerrando los ojos – Me ofreció un bate de Béisbol, me siento más segura si lo tenemos, no confió en la policía

-      No hace falta que venga Tati, yo quiero dormir un rato – negué – Amor, voy a estar bien

-      De acuerdo, pero me llamas cualquier cosa – asintió – Te amo hermosa

-      Te amo mi amor – le di un beso

Me lleve la bandeja a la cocina, lave lo que había utilizado y antes de irme la ayude a acostarse. Al salir les dije a los policías que volvía más tardar en una hora y media, me subí a mi auto y maneje hasta la casa de mi ex novio.

Al llegar toque el timbre y en pocos minutos bajo Juanjo, me dio un abrazo, me ofreció subir y lo hice. Una vez adentro él fue a su cuarto y regreso con el bate, me lo enseño y me lo entrego

-      No te das una idea lo molesta que estoy – tomo mi mano – Salazar la expuso, él envió a los periodistas, sin descaro me lo dijo cuándo lo llame

-      Es un imbécil – asentí - ¿Queres que vaya a pasar la noche con ustedes?

-      No, voy a llamar a mi papá, anoche lo llame y me dijo que quería pasar un rato con Tami así que le voy a pedir que vaya y que se quede

-      Me parece perfecto – sonrió mostrando sus perfectos dientes – Me llamas cualquier cosa que necesites

-      Muchas gracias – le di un abrazo – Espero no tener que usarlo

Me acompaño hasta mi auto, nos despedimos y me fui. Después de varias cuadras me detuve y llame a mi padre

-      José tengo que pedirte un enorme favor – sonreí al saber que me diría algo

-      Papá, soy papá – escucho mi carcajada y él también se rio - ¿Qué pasa mi vida?

-      ¿Podes quedarte esta noche con nosotras? – me mire en el espejo retrovisor y acomode mi cabello – Salazar hizo una estupidez y no quiero que nos quedemos solas

-      Claro que si hija – sentí calma al escuchar su respuesta – Ya estoy saliendo del trabajo así que en media hora llego con ustedes

-      Muchas gracias papi, te veo en un rato – colgué la llamada

Puse en marcha y seguí camino hacia la casa del amor de mi vida. No pasaron diez minutos cuando estacione el auto, agradecí que ya hubiéramos arreglado el portón y con el control lo abrí, deje mi coche al lado del de Tami, salí y cerré el portón. Me detuve frente a los policías que estaban dentro de la patrulla

-      ¿Alguna novedad? – uno de ellos aparto la vista de la Tablet que estaban viendo y me miro - ¿Así trabajan ustedes?

-      Señorita, estamos vigilando la casa – negué – No hubo ningún movimiento extraño

-      Menos mal que me prevengo – les mostré lo que me había dado Juanjo – En unos minutos va a llegar mi padre

-      Gracias por avisarnos – camine hacia la puerta mientras buscaba la llave en mi bolso – Buenas noches señorita

-      Buenas noches – abrí la puerta y entre

Deje mi bolso en el sillón, creí que Tami estaría durmiendo así que iba a ir a preparar la cena pero al mirar hacia el pasillo me llamo la atención ver que salía luz del cuarto y que estaba la puerta abierta, se me hizo extraño ya que cuando me fui deje la luz apagada y la puerta cerrada, agarre el bate, sentía mi corazón latir fuertemente, sé que ella no se pudo haber levantado y eso me ocasionaba demasiado miedo, faltando pocos centímetros para llegar vi la sombra de alguien encima de mi chica y apresure el paso, sentí como mi calor corporal se elevó de inmediato, al estar frente a la puerta pude ver a un hombre flaco sobre ella y ahorcándola, la insultaba y no dejaba de decirle que terminaría su trabajo, todo el miedo que sentía se esfumo, no sé de donde saque tanta fuerza pero le di un golpe en la cabeza haciéndolo caer al piso, seguí golpeándolo en su cabeza, su espalda, su estómago, sus piernas, escuchaba como suplicaba que ya no lo golpeara pero no me importaba, sentía demasiado odio, quería que él sufriera lo que Tami sufrió. Veía como sangraba, sentía como el palo golpeaba con firmeza cada parte de su cuerpo, no podía detenerme, quería matarlo, él era el maldito que destrozo la vida de mi chica, el que la abusó sexualmente y no permitiría que le siga arruinando su vida. Comencé a insultarlo mientras seguía golpeándolo, él estaba acurrucado y ya no hablaba ni suplicaba, solo se quejaba de dolor, no quería ni podía detenerme, estaba por darle el siguiente golpe cuando unos brazos me detuvieron por detrás, me levantó en el aire y lo único que se me vino a la mente fue que Ramón estaba vivo y trataba de ayudar a Fito, comencé a tirar cabezazos hacia atrás

-      Hija, soy papá – me soltó y entre forcejeos me dio vuelta – Ya estoy acá – cuando reaccione de quien era comencé a llorar y solté el bate - ¿Qué paso?

-      Este hijo de puta estaba ahorcándola – quite el cabello que estaba pegado a mi rostro y note que le había lastimado el labio

Mi padre lo miro con el mismo odio que yo, pateo sus costillas y al escucharlo quejarse pateo fuertemente su cabeza

-      Callate hijo de puta – el cuerpo de Fito se aflojo demostrándonos que estaba inconsciente, mi padre regreso la vista a mi

-      Mire a Tami, estaba con los ojos cerrados y no se movía – No, no, no – fui hacia ella - ¿Qué hizo? – me agarre la cabeza

-      Hay que ir al hospital – tomo su celular – Voy a llamar al detective, busca una manta para ponerle a Tami

No se cuánto paso cuando mi padre regreso, me dio la llave de su auto y me pidió que abriera la puerta. Cargo a Tami, salimos y unos periodistas corrieron hacia nosotros, sentía los flashes en mis ojos, me sentía aturdida por lo que no entendía que decían pero mi padre los insulto, dejo a Tami en los asientos de atrás y se acercó a los policías

-      Ustedes son unos ineptos –les grito y ellos salieron rápidamente de su patrullero – Ya llame al detective, ya que no saben hacer su trabajo solo entren a custodiar que ese hijo de puta no se vaya – dio unos pasos hacia el auto y se regresó – Aunque dudo que lo pueda hacer – vino hacia mí y me hizo entrar del lado del conductor

-      ¿Qué sucedió señor? – un policía entro a la casa y el otro fue hacia mi papá - ¿Dónde la lleva?

-      Al hospital – lo miro sin entender – Si ustedes hubieran hecho su trabajo bien no tendríamos que ir

Se subió al auto, mi padre estaba demasiado alterado, puso el auto en marcha y manejo hasta la clínica.

Jenny<<

Después de un mes iba a volver a la oficina, le insistí la noche anterior a Sofí que se quedara pero ella me dijo que necesitaba despejarse. Mientras ella se daba una ducha lleve a Santi a la escuela y al regresar Sofí me esperaba con su bolso colgando del brazo. Nos subimos a mi auto y maneje con calma a la empresa, ella se veía nerviosa y aunque trate de sacarle conversación varias veces no estaba de ánimo.

Deje el auto en el lugar de siempre, note que varios de nuestros amigos ya habían llegado ya que estaban sus autos. Caminamos tomadas de la mano hacia la entrada de la empresa y nos encontramos con muchos periodistas que no dejaban de hacerle preguntas a Sofí

-      Amor, entra – ella asintió y corrió hacia adentro, me pare frente a ellos – Por favor, les voy a pedir que se retiren de acá, no vamos a dar declaraciones y si no se van con este generoso pedido tendré que llamar a la policía para que lo haga

Me di vuelta y a paso acelerado entre, mi prometida estaba llorando, la abrace y después de saludar a mamá Carmen subimos a mi oficina. Le dije que me encargaría solo de algunos pendientes y nos iríamos temprano a casa, ella me ayudo y por suerte le sirvió mucho para despejar su mente.

A las 4 pm le pedí a Malik que se haga cargo de la empresa junto con Tati y fuimos a buscar a Santi a casa de Rosy. Pasamos un rato con su abuela que le decía que trate de no exponerse tanto, que los periodistas la volverían loca pero Sofí decía que ella no iba a abandonar su vida y que haría frente a las tonterías que dicen.

Cuando Santi se despertó de la siesta nos fuimos para casa. Estar con su hermano la ayudo a sentirse mejor. Una vez en casa fui a preparar la merienda y Sofí fue a ponerse ropa mas cómoda, unos minutos más tarde bajo y Santi comenzó a gritar

-      Mira Ñeña, es Tami – deje lo que estaba haciendo y fui hacia la sala – Esta Sami y su papá también

-      Te dije que no veas notic… - se quedó en silencio – Sami esta manchada de sangre

Mire hacia la televisión y vi a mi amiga, se notaba su cara de miedo, su cara tenia sangre, quería reaccionar pero mi cuerpo no se movía, Sofí me hablaba pero no sé qué decía, el terror me invadió y los brazos de mi novia me hicieron salir de mi trance

-      ¿Dónde está mi bolso? – Santi me lo alcanzo rápidamente – Tengo que llamarla – insistí varias veces pero no respondía – Seguramente no tenga el celular

-      Llama a José – mi cuñadito me hablo y me miraba asustado - ¿Lastimaron a Sami?

-      No se Santi – Sofí acaricio la cabecita de su hermano

-      Hola José – hable alterada

-      Jenny, soy Sami – suspire al escucharla – Estoy bien, la que no sé cómo esta es Tami, esta inconsciente

-      ¿Qué paso? – sofí me pidió que ponga el altavoz

-      Cuando llegue a casa fui al cuarto y vi a Fito ahorcándola – escuche como lloraba – Veni a la clínica

-      Vamos para allá – colgué y mire a Sofí – ¿Podes llamar a tu abuela para que venga? - asintió – Voy a cambiarme

-      Camine hacia la escalera y sentí que tocaban mi espalda – Quiero ir con ustedes – Santi me lo pedía con carita de preocupación – Ya soy grande y quiero saber que pasa – clave mi vista en mi prometida – Mi Ñeña está mal desde que apareció Tami, sé que está mal por algo que no me quiere decir

-      Enano, te prometo que cuando volvamos vamos a hablar los tres – bajo su cabecita – Amor, creo que tu hermano necesita escuchar de tu boca que vamos a conversar cuando regresemos

-      Ella vino hacia nosotros – Mereces saber porque estoy mal así que cuando volvamos hablamos los tres y vamos a hablar las cosas como la familia que somos

-      Está bien – abrazo a su hermana y luego a mí – Voy a bañarme

Los dos subimos la escalera, él fue a su cuarto y yo al mío, me cambie rápidamente y al bajar vi que Sofí hablaba por teléfono, cuando colgó vino hacia mí y me abrazo, me comento que su abuela ya estaba en camino y que le había avisado a Tati y que ella le diría a los demás.

Casi quince minutos después llego Rosy, comentamos más o menos lo que nos había dicho Sami y le dije que le avisaba como estaban las chicas en cuanto estuviéramos en la clínica. Nos subimos a la camioneta y bastantes nerviosas fuimos a ver a nuestras amigas.

En todo el camino Sofí iba murmurando, no entendía lo que decía pero tampoco quería interrumpirla. Estaciono en el primer lugar que encontró ambas fuimos a paso acelerado hasta la recepción, la joven recepcionista nos informó que estaban atendiendo tanto a Tami como a Sami, mis nervios aumentaban, fuimos a sentarnos en la sala de espera, los minutos se hicieron eternos hasta que aparecieron José y Sami, corrí hacia ella y la abrace

-      ¿Cómo estás? – me separe y mire todo su cuerpo - ¿Qué te paso en la mano? ¿Por qué tenes tanta sangre en todo el cuerpo?

-      Estoy bien Jenny – me abrazo – No es mi sangre

-      Sofí me interrumpió - ¿Lastimo a Tami?

-      No chicas – José hablo lo más calmado que pudo pero se veía en sus ojos el enojo – Sami tuvo que golpear hasta dejar inconsciente a ese hijo de puta – ambas lo miramos sorprendidas – El detective uso a Tami de carnada pero lo que no analizo es que sus policías sos unos inútiles

-      ¿Cómo fue Sami? – pregunte preocupada

-      Llegue de la casa de Juanjo y me sorprendió ver la puerta abierta del cuarto, cuando llegue encontré a Fito encima de Tami ahorcándola, no sé de donde saque el valor y la fuerza pero lo golpee tanto que sentí que descargue toda la ira de lo que le hizo a Tami, no me podía detener hasta que llego mi papá y me sujeto por detrás – miro a Sofí – Creí que era tu papá – bajo la cabeza

-      No te preocupes – mi prometida puso la mano sobre el hombro de mi mejor amiga - ¿Qué te paso en la mano?

-      Me lastime, solo me doble la muñeca al momento de golpearlo – me abrazo fuerte – Iban a hacerle radiografías a Tami, puede que le haya vuelto a lastimar las costillas al subirse encima de ella

Vimos que el Detective Salazar atravesó a puerta y José fue hacia él hecho una furia, las tres sin dudarlo fuimos detrás de él

-      Todo esto es por usted – señalaba con su dedo índice al calvo hombre que lo miraba sin decir nada – Mi hija tuvo que manchar sus manos de sangre porque ustedes no supieron hacer su trabajo

-      Discúlpeme señor Marín, pero ya atrapamos a Rodolfo Páez – respondió el detective enaltecido

-      ¿Es en serio? – se notaba el sarcasmo del papá de Sami – Usted y su gente expusieron a mi hija y a mi nuera, ese hombre las podría haber matado

-      Pero no fue así señor – con ambas manos pidió calma

-      No sabes con quien te metiste – Sami detuvo a su padre – Voy a demandarlos, voy a hacer todo lo que tenga que hacer para que le saquen su placa

-      No sabe lo que está diciendo – se acercó a José y lo miro con una sonrisa irónica – Su hija golpeo a un hombre hasta el punto de romperle huesos y dejarlo inconsciente – miro a Sami y luego a su padre – Así que no haga una estupidez que perjudique más a su hija

-      Sentí como la sangre comenzó a hervir dentro mío – Usted es un hijo de puta – Sofí me tomo del brazo - ¿Está defendiendo a un asesino y violador?

-      Yo solo estoy haciendo mi trabajo señorita – me miro muy molesto – Voy a pedir que no interfieran en mi trabajo

Paso entre medio de nosotros, se dirigió hacia el cuarto en donde estaban revisando a Tami. En ese momento llego Tati, entre todos le contamos lo que había pasado y lo que nos había dicho el detective, claramente estaba enojada pero dijo que ella se encargaría de iniciar una investigación. Casi media hora después el detective salió, ni siquiera nos miró y camino hacia la salida. Sami fue a preguntarle al médico si podía entrar a hablar con su chica, al obtener la autorización entro al cuarto y nosotras nos unimos unos minutos más tarde.

Tami<<

Por suerte cuando Sami se fue pude dormir un rato. Me despertó un ruido, creí que mi chica había regresado, le hable varias veces pero al no obtener respuesta creí que había sido mi imaginación. Necesitaba ir al baño, prendí la lámpara que había en mi buró, me estaba acomodando para levantarme y la puerta se abrió, sonreí pensando que era Sami pero al darme cuenta quien era me paralice, quería gritar pero no podía, quería buscar la manera de escapar de él pero no podía moverme, lentamente y con una sonrisa se acercó a mí, al llegar a los pies de la cama se quitó la remera

-      Qué bueno que te encuentro en la cama – de un salto se subió encima mío y pude soltar un grito de dolor – Te voy a coger tanto que te va a gustar putita – no sé cómo comencé a forcejear y su sonrisa se esfumo, vi la ira en sus ojos y puso sus manos sobre mi cuello – No sabes el error que cometiste al escaparte de mi hija de puta

Sus manos comenzaron a hacer presión, sentía sus piernas presionar mis costillas y el dolor se hacía insoportable, trataba de jalar aire pero cada vez era más difícil, todo daba vueltas, ya no sentía fuerza en mis brazos para poder forcejear y mis ojos se cerraron.

Abrí mis ojos asustada, no sabía dónde estaba y comencé a llorar, una enfermera me tomo de las manos y trataba de tranquilizarme, me hablaba pero yo no la escuchaba

-      ¿Dónde está? – miraba hacia todos lados - ¿Dónde me trajo?

-      Tranquila hermosa, estas en la clínica – la mire aun asustada – Estamos haciéndote unos chequeos pero estas a salvo

-      ¿Cómo llegue acá? – sentí un poco de tranquilidad

-      Te trajeron un hombre y una muchachita – puse mis manos en mi cuello - ¿Te duele? – asentí con mi cabeza – Voy a darte unos analgésicos y en un ratito vamos a llevarte a rayos para ver cómo están tus costillas

En ese momento me di cuenta que me dolían más que de costumbre, la señorita me entrego unas pastillas y un vaso de agua, tome las pastillas, no sacaba de mi mente a Fito ahorcándome, no entendía nada, quería ver a Sami, ella era la única que me podía hacer sentir mejor. Escuche unos pasos, unos segundos después un hombre hablaba con la señorita que había hablado conmigo minutos antes y el detective Salazar entro y me miraba serio, comenzó a hacer demasiadas preguntas, muchas no podía responderlas ya que había estado inconsciente

-      Tu peor pesadilla acabo, tenemos a Fito con la ayuda de su pareja así que ahora podes estar tranquila – quise incorporarme y él me detuvo – Tranquila, no te lastimes – me acomodo la almohada – Sé que recuperarte física y mentalmente llevara un proceso pero sabes que contas con nuestro apoyo para lo que sea

-      Gracias Detective – tomo mi mano y la apretó levemente – Que tenga una buena noche

-      Igualmente señorita Martínez – sonrió y se retiro

La enfermera entro y le pedí si me servía más agua, muy amablemente lo hizo, cuando termine deje el vaso en la mesita, se abrió la puerta y sonreí al ver que entro Sami, tenía la mano vendada y tenía la ropa con sangre, mi sonrisa se esfumo

-      ¿Qué te hizo? – ella vino hacia mí y comencé a mirar su cuerpo - ¿Dónde te lastimo?

-      No me hizo nada mi amor, tranquila – beso mis labios – Es sangre de él – la mire sin entender – Cuando lo vi encima tuyo lo golpee tanto que quedó inconsciente

-      ¿Qué le paso a tu mano? – pregunte más calmada

-      Por los golpes se me lastimo, pero no hay nada – ambas miramos su mano – La venda es más por precaución que por otra cosa – se sentó en la cama del lado de los pies y tomo mi mano derecha - ¿Cómo estás?

-      Me duele mucho el cuello y las costillas – me miro con tristeza – Pero me dijo que el detective que ya no tengo que preocuparme, que gracias a vos detuvieron  a Fito – sonrió – Fuiste muy valiente mi amor

-      Amor, doy hasta mi vida por vos – se acercó y sus labios se posaron sobre los míos - ¿Ya te hicieron las radiografías? – negué – Voy a ir a preguntar cuando te las hacen para llevarte a casa

-      Gracias mi vida – la vi irse, me acomode en la cama y cuando levante la vista vi que entro Jenny junto a Sofí – Hola chicas

-      Hola Tami – Jenny beso mi mejilla – Acompaño a Sami y vuelvo

-      Perdón Tami – mi mejor amiga bajo su mirada – No debí alejarme de vos – comenzó a llorar – No quiero que te pase nada malo

-      Estoy bien rubia – levanto la vista y sonrió – Sé que necesitabas pensar muchas cosas – tome su mano – Solo quiero decirte algo

-      ¿Qué cosa? – se sentó a frente a mi

-      Me entere que te sentís culpable por lo que me paso y que pensas que al verte recuerdo todo lo que viví – la mire fijamente a los ojos – No es así pequeña, cuando te veo siento que sos la hermana que siempre quise tener en mi vida, la única persona que sigue mis locuras como cuando nos fuimos a Brasil hace unos meses – se rio – La que me seco mil veces las lágrimas, la que corrió dos kilómetros para hacerme reaccionar y hacerme luchar por el amor de mi vida – seco sus lágrimas con el dorso de su mano – La que jamás me dejo sola

-      Te falto decir que soy la que soñó que tenía sexo salvaje con vos – ambas nos reímos – Siempre voy a estar con vos, sos una de las personas más importantes de mi vida

-      Veni para acá – nos dimos un abrazo

Nos quedamos conversando, se sumaron Sami, Jenny, Tati y José. Un rato más tarde me llevaron a hacer las placas y después de que el doctor las reviso decidieron darme el alta.

Mientras Sami y José hablaban con el doctor sobre los cuidados que decía tener; Jenny, Sofí y Tati se fueron a mi casa a acondicionar el cuarto, no me quisieron decir el por qué pero si Sami esta tan manchada de sangre me lo imagine el motivo.

Al llegar mi suegro me llevo a mi cama, me prometió que se iba a quedar con nosotras. Cenamos todos en mi cuarto mientras mirábamos el noticiero de la noche en el que informaban que Fito estaba internado y que al recuperarse iría a la cárcel de Ezeiza donde esperaría que lo enjuiciaran.

Ya tarde las chicas se acomodaron en unos colchones que había dejado Pablo y José se fue al otro cuarto a dormir. Sami se acostó a mi lado, ninguna de las dos podíamos dormirnos, ella no dejaba de darme besos y acariciarme hasta que en un momento se detuvo, pude ver que me miro a los ojos gracias a la luz de la lámpara de su lado

-      ¿Estás bien? – asintió - ¿Algo te pasa?

-      Si, sin dudas algo me pasa – entrecerré mis ojos – Siento que estamos perdiendo demasiado tiempo – me miraba seria, quise hablar pero me detuve al ver que iba a continuar hablando – Sos todo para mí y sé que soy todo para vos – acaricio mi mejilla – Sé que es una pregunta con una respuesta obvia pero quiero escucharla – sonrió - ¿Queres volver a ser mi novia?