Aprendiendo a Amar Cap. 86
Es de noche, voy corriendo cuadras infinitas, no sé ni donde estoy, solo tengo un buzo puesto, los pies descalzos, no quiero mirar atrás, tengo demasiado miedo...
HombreFX respecto a tu comentario en el capitulo anterior no puedo acelerar los tiempos, todo lleva un proceso, esto se tiene que aclarar para poder avanzar en la historia... Hay que tener paciencia...
Espero les guste!!!
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Capítulo 86
Tami<<
Los días siguen pasando, lo único que me ayuda a no darme por vencida es recordar a Sami, cada detalle de su hermosa carita, su sonrisa que cada dia, hasta cuando estábamos separadas, iluminaba mis días, sus preciosos ojos color miel, los hoyitos en sus mejillas al sonreír, su cabello rubio siempre brilloso y suave, sus manos acariciándome, sus labios besándome o susurrándome un “Te amo”. Una sonrisa se dibuja en mi boca al recordar la primera vez que hicimos el amor, lo nerviosas que estábamos y lo suave que nos tratábamos
- ¿De qué tanto te reis pendeja? – se borró inmediatamente mi sonrisa – No sabes lo bien que dormí en la camita – me quito la venda de los ojos, me dolieron al no estar acostumbrados a la luz, cuando pude adaptarme lo mire, estaba solo con un bóxer y noto mi cara de miedo - ¿Qué pasa? ¿Te da miedo ver esto? – se agarró el bulto – Cierto que sos lesbiana – dio dos pasos hacia mí – Tal vez podamos solucionar eso
- Por favor, no me lastimes – se empezó a reír fuertemente – No te hice nada, no me hagas nada
- Callate o te callo – hice silencio – Primero tengo que hacer algo y luego jugamos un ratito
Fue hasta la pequeña mesa, no alcanzaba ver que es lo que hacía pero cuando acerco la cabeza y escuche el sonido de su nariz aspirando me di cuenta que estaba consumiendo cocaína, lo hizo tres veces más y luego sacudió varias veces su cabeza gritando, vino hacia mi nuevamente, separo mis piernas con sus manos, trague saliva aterrada
- Si juntas tus piernas te voy a golpear tanto que vas a rogar morirte – miro mi sexo y sonrió con una asquerosa cara pervertida, se sentó en el sillón frente a mí y se bajó su bóxer – Primero tengo que levantar a mi amiguito – comenzó a masturbarse sin apartar la vista de mi sexo
Jamás en mi vida me sentí tan humillada y ultrajada, no pude contener más mis lágrimas, hice mi vista a un lado, no quería verlo. No pasaron ni cinco minutos cuando se puso de pie, me desato y me llevo al sillón, ato una de mis manos, comenzó a tocar todo mi cuerpo mientras seguía masturbándose. Unos minutos después estaba lamiendo y besando mi cuerpo, mi llanto era desesperado, se puso de pie frente a mí y agarro su miembro
- Voy a hacer que te gusten los hombres y seas toda una puta – comencé a moverme y él sin dudarlo empezó a golpearme, me dio trompadas, cachetazos, me jalo del cabello tirándome al piso y en ese momento sentí como si se rompiera el hombro de la mano que estaba atada, la madera a la que estaba atada la cuerda se partió y me arrastro por todos lados, por ultimo me pego varias patadas en el estómago, las piernas y una en la cabeza – No entendes que voy a hacerlo por las buenas o por las malas
- Hijo de tu puta madre – Fito volteo asustado – Se ve que vos no entendes las cosas
Comenzó a golpearlo sin piedad como él lo hacía conmigo, quería moverme pero no podía ni respirar por los golpes en el estómago, observe cada golpe que le dio, lo insultaba y Fito quedo inconsciente, vino hacia mí y me hablaba pero yo ni siquiera podía entender lo que me decía, volvió a ponerse todo oscuro.
Tati<<
Ya hace una semana estoy detenida, Pao vino a verme y me consiguió un abogado con el cual ya hable y va a solicitar una fianza para poder salir. Estoy acostada, como de costumbre llorando y un oficial vino a avisarme que alguien quiere verme, me pongo de pie y me esposa con las manos por delante, me toma del brazo y me lleva a una de las salas de interrogatorios, cuando entre me sorprendió ver a Sofí, ella se puso de pie y me abrazo
- ¿Saben algo de Tami? – negó con su cabeza - ¿Todavía no aparece Juanjo?
- No, Sami fue a buscar a su hermana y nos dijo que no sabe dónde está, que después de cenar el sábado desapareció y no volvió a verlo ni se comunicaron – me tomo de las manos – Vino a decir lo que sabe y ya están rastreando sus tarjetas, buscando en las cámaras de seguridad de las calles y autopistas su auto
- Yo no lo hice Sofí, te juro que jamás le haría daño a Tami – con su mano seco mis lágrimas – Cometí el error de no decir todo lo que sabia
- Tati, te conozco bastante, se lo mucho que la amas y que darías todo por verla feliz – bajo su cabeza – La extraño mucho y no quiero que le pase nada
- Cada noche rezo y le pido a Dios que la cuide – ambas estábamos llorando - ¿Viste la foto? – asintió – No puedo creer que Juanjo este haciendo eso, está demasiado golpeada
- Vas a salir pronto Tati – la mire a los ojos – Te prometo que en cuanto el juez fije una fianza la voy a pagar
- No hace falta que hagas eso – me miro seria – Gracias Sofí, vos y Pao son las únicas que realmente me están apoyando
- Sami y Jenny también – la mire asombrada – Te mandaron saludos
- Señorita, debe retirarse ya – el mismo oficial entro
- Sofí, gracias por haber venido – nos abrazamos
- En cuanto haya novedades vengo a verte – asentí y ella se fue
Regrese a mi celda, no iba a conseguir nada llorando, me puse a pensar donde podía estar Juanjo para que de una vez lo encuentren y diga donde esta Tami.
Sami<<
Casi hace un mes que no sabemos nada de Tami. Fui a buscar a Denise y por suerte accedió a declarar y ayudarnos a encontrar a su hermano. Estoy en la comisaria esperando al detective ya que me pidió que viniera. El alto hombre salió de una oficina, me miro y fui hacia él, entramos a su oficina y me entrego una foto, es de una cámara de seguridad, se ve un poco borrosa pero reconozco a Juanjo al instante a pesar de que tiene gorra y lentes de sol
- Esta imagen es de la estación de autobús – se la devuelvo – Ese hombre se subió a un micro con destino a Santiago de Chile
- ¿Qué esperan para ir a buscarlo? – se puso de pie
- Que usted lo reconozca – también me pare y agarro un radio – Envíen patrullas a detener el autobús, es Cruz el de la foto – caminamos hacia la salida – En cuanto regresemos a la comisaria le voy a avisar
- Encuentren a Tami, es lo único que quiero – mi voz demostró la desesperación que siento
- Lo haremos, esto nos acerca a ella – me sonrió y se fue
Fui a mi casa, mis padres estaban aún en el trabajo y aproveche para darme una ducha, tratar de comer algo y dormir, si encuentran a Juanjo es posible que en poco tiempo sepamos donde está mi chica y eso me daba un poco de ánimos.
Tami<<
Es de noche, voy corriendo cuadras infinitas, no sé ni donde estoy, solo tengo un buzo puesto, los pies descalzos, no quiero mirar atrás, tengo demasiado miedo, seguramente sea de madrugada ya que no hay gente en la calle. Me detengo agitada, miro hacia todos lados tratando de saber dónde estoy pero realmente no tengo idea. Un auto viene en dirección a mí, sentí pánico pero me arriesgué a detenerlo, se frenó y me acerqué al conductor que al bajar el vidrio noté que era una mujer y suspiré aliviada
- Señora ¿Dónde estamos? – ella me miraba asustada – Me acabo de liberar de un secuestro – volvió su vista al frente y lentamente avanzó – Por favor, solo dígame donde estoy – dije con desesperación, se detuvo y fui hacia ella – No le pido que me lleve a ningún lado, solo dígame donde estoy y regáleme unas monedas para que me vengan a buscar
- Estamos en Tapiales, a unas cuadras esta la avenida General Paz – busco en su bolso y me entrego varias monedas – Que Dios te ayude
Vi el auto alejarse y nuevamente mire hacia todos lados, camine varias cuadras. Había un enorme parque, mire el nombre de la calle por la que iba caminando y corrí cuando vi un teléfono público. Al llegar pense en el número de Sami y golpee la cabina al no recordarlo, era un numero nuevo y solo me sabia el de la casa de sus papas, si me atendía Nelly me iba a ignorar y no eran tantas las monedas como para perder una llamada. La siguiente persona que se me vino a la mente fue Tati, puse todas las monedas, marqué su número de celular y rápidamente me dio el contestador, insistí varias veces hasta que decidí mejor llamar a Sofí, apreté nerviosa los botones y suspire al escuchar que daba tono, sonó una vez, otra vez y recién a la tercera escuche la voz de mi mejor amiga
- ¿Hola? – comencé a llorar al oírla - ¿Quién habla?
- Sofí, soy Tami – casi no se entendía lo que decía por el llanto – Veni a buscarme
- Jenny, es Tami – sentí mis piernas aflojarse - ¿Estas bien? ¿Dónde estás?
- Estoy en Tapiales, hay un parque grande, ahí te espero – escuche un pitido de que ya se cortaría la llamada – Traeme ropa por favor
Se cortó, camine hacia el parque sin dejar de llorar, no aguanto más el dolor. Me senté en la primera banca que vi, hacía mucho frio, abrace mis piernas y esperé entre lágrimas que Sofí viniera por mí.
Sofí<<
Sami nos avisó que la policía estaba yendo a buscar a Juanjo, eso me alegro muchísimo, sé que vamos a encontrar a Tami. Jenny preparo comida y luego nos fuimos a la cama para descansar un rato.
Nos acostamos y Jenny me abrazo, acomodándose para dormir pero yo no podía, sentía mucha ansiedad
- Amor, está sonando tu teléfono – mire hacia el buró – Debe ser Sami, responde
- Es un número desconocido – atendí extrañada - ¿Hola? – escuchaba mucho ruido y nadie respondía - ¿Quién habla?
- Sofí, soy Tami – mi corazón se aceleró, me puse de pie y mire a Jenny que no entendía que me pasaba – Veni a buscarme
- Jenny, es Tami – mi novia de un salto se puso de pie - ¿Estas bien? ¿Dónde estás?
- Estoy en Tapiales – estaba llorando y eso me angustiaba pero a la vez me daba felicidad escucharla – Hay un parque grande, ahí te espero – fui hacia el closet – Traeme ropa – la llamada se corto
- ¿Qué dice? ¿Dónde está? – Jenny me preguntaba nerviosa
- Está en Tapiales y nos espera en un parque – me vestí rápido y ella también – Me pidió ropa – sentí un vacío en el pecho y me agarre la cabeza – Apurémonos, esta desnuda en la calle
Agarre ropa y una cobija, nos subimos a mi camioneta y antes de ponerla en marcha busque en internet la información que me dio, luego lo marque en el GPS y rápidamente maneje hasta allá. Una vez que estábamos en el parque la buscamos con la mirada y no la encontrábamos
- Amor, ahí – Jenny señalo Jenny hacia una banca
Estaba sentada, abrazando sus piernas. Nuevamente me puse a llorar, verla así me partía el alma. Estacione, nos bajamos de la camioneta, ella al vernos se puso de pie, iba a correr hacia ella pero Jenny me detuvo, miraba hacia todos lados
- ¿Qué pasa? – pregunte sin entender
- ¿Cómo sabes que no es una trampa? – volví la mirada a Tami que comenzó a caminar hacia nosotras lentamente
- No veo nada raro amor – sin importarme más corrí hacia ella y cuando estábamos frente a frente la abrace – Ya estamos acá – ella lloraba como una niña – Vamos a la camioneta, hace mucho frio
- Amor, abrime la puerta – lo hizo y luego se acercó a Tami y la abrazo
- Estoy feliz de poder verte de nuevo – la ayudo a subirse y quejándose lo hizo – Sofí, yo manejo, quedate con ella
Una vez que me senté a su lado encendí la luz y quede impactada cuando vi todos los golpes y cortes que tenía por todo el cuerpo, el ojo izquierdo casi no podía abrirlo, tenía demasiada sangre por todos lados, sentí mucha impotencia de verla así, estaba temblando y se notaba el pánico en su carita lastimada, en ese momento pense mil maneras distintas de matar a Juanjo pero ahora solo quería hacer sentir un poquito mejor a mi amiga
- Te traje ropa – la ayude a vestirse ya que no podía casi moverse, se quejaba mucho de dolor y luego la cubrí con la manta
- Ya hable con el detective, están regresando a la comisaria y me pidió que llevemos a Tami hacia allá, los médicos la revisaran ahí mismo – volteo y miro con tristeza a Tami – Voy a llamar a Sami
- Mi amiga se quiso incorporar pero no pudo – Tranquila, no te esfuerces mi vida
- Mi novia puso el altavoz – Hola Jenny ¿Qué paso? – por la voz se notaba que estaba llorando
- Necesito que vayas a la de ya a la comisaria – nos miró y yo mire a Tami que al escuchar la voz de Sami comenzó a llorar – Tenemos noticias
- ¿Ya tienen a Juanjo? – pregunto exaltada
- Con su mano me pidió que la ayude a acercarse - Sami, mi amor, soy yo – Jenny y yo no pudimos contenernos, nos pusimos a llorar y detuvo la camioneta – Estoy bien – escuchábamos que Sami lloraba – No llores mi vida – se detenía por el llanto que le impedía hablar – Anda en taxi o Uber a la comisaria, no manejes – se cortó la llamada
Recostó su cabeza en mi hombro, yo acariciaba su brazo, lentamente cerro sus ojos y se dormía de a ratos, por momentos me abrazaba más fuerte, seguramente recordaba todo lo que había vivido este último mes.
Sami<<
Trataba de dormir pero no podía, los días siguen pasando y Tami no aparece. No quería pensar en eso pero era inevitable, tanto tiempo sin saber nada daba indicios de que algo peor había sucedido, las lágrimas caían sin consuelo por mis mejillas. El sonido de mi celular me sobresalto, mire la hora en mi reloj despertador, eran las 3.30 am, agarre mi celular y vi que era Jennifer
- Jenny ¿Qué paso? – no sé porque sentí miedo y muchos nervios
- Necesito que vayas a la comisaria a la de ya – su voz me puso aún más nerviosa – Tenemos noticias
- ¿Ya tienen a Juanjo? – fue la primer pregunta que se vino a mi mente
- Hubo unos segundos de silencio y mi desesperación crecía – Sami, mi amor, soy yo – era su voz, todo se esfumo y comencé a llorar de felicidad – Estoy bien, no llores mi vida – no podía ni hablar, sentía que el llanto me ahogaba – Anda en taxi o Uber a la comisaria, no manejes – no quise perder más tiempo y colgué la llamada
Me levante y rápidamente me vestí, fui corriendo al cuarto de mis padres, sin golpear abrí la puerta
- Papá, apareció Tami – grite, se despertaron y tanto mi padre como mi madre prendieron la luz de sus lámparas – Necesito que me lleves a la comisaria
- Sí, claro hija – se levantó de la cama
- Mi madre también se levantó – Déjanos vestirnos y vamos
- ¿Vas a venir? – mi mamá asintió y fui a abrazarla – Gracias
- Espéranos abajo, bajamos en unos minutos – salí y cerré la puerta
Baje la escalera, no soportaba la ansiedad, fui a la cochera, encendí el auto de mi papá, no tardaron en subirse y lo más rápido posible fuimos hasta la comisaria. Al entrar busque con mi mirada a Tami por todos lados pero aun no había llegado
- Hija, sentate a esperarla – mi padre me abrazo y me llevo hacia las butacas - ¿Cómo está? – lo mire y me encogí de hombros a la vez que negaba con mi cabeza - ¿Cómo sabes que apareció?
- Me llamo Jenny y pude escucharla – mi mamá interrumpió
- Por la fotos sabemos que no la paso bien pero lo importante es que ya está con nosotros – mi madre acaricio mi espalda – Ahora vamos a saber que paso realmente
Escuche que la puerta se abrió y gire mi cabeza hacia allá, reconocí la rubia cabellera de Sofí y corrí hacia ella, estaba sola y al verme me detuvo poniendo las palmas de sus manos hacia mí
- ¿Dónde está? – la busque con la mirada
- Jenny está ayudándola a venir – trague saliva – Esta muy golpeada y apenas puede moverse
Abrí la puerta y camine hacia el estacionamiento de la comisaria, casi cuatro metros adelante mío Jenny traía lentamente a Tami, estaba bastante oscuro y no podía verla con claridad así que a paso acelerado fui hacia ellas. Faltando poco para llegar Tami levanto su mirada y al verme sus piernas se tambalearon y cayó al piso de rodillas soltando un fuerte grito de dolor, corrí hacia ella, me arrodille delante suyo y la abrace, ambas llorábamos, tenía una mezcla de enojo por cómo estaba y felicidad de que haya aparecido, mi alma había vuelto a mi cuerpo. No deje de besar su frente, sus mejillas, sus labios y sus manos con mucho cuidado para no causarle más dolor, no quería soltarla de mis brazos y ella no despegaba su cara de mi cuello ya humedecido por sus lágrimas. Despacio Jenny y yo la ayudamos a ponerse de pie
- Te extrañe mucho mi amor – nuevamente la abrace – No dejamos de buscarte, estaba desesperada por encontrarte – ella solo me escuchaba, mire sus ojos apenas abiertos, estaban demasiado hinchados y morados – Jamás voy a volver a dejarte sola, no voy a permitir que nadie vuelva a hacerte daño
Lentamente fuimos caminando hacia la entrada de la comisaria, mi padre estaba en la puerta y al ver a Tami vino corriendo hacia nosotras y la cargo en sus brazos
- Chiquita, ya estás bien, no vamos a dejar que nada de esto vuelva a pasarte – beso su frente y la llevo al interior
Con suavidad la dejo sobre una de las butacas, mi madre y Sofí estaban hablando y vinieron hacia nosotros
- Mira lo que te hizo este hijo de puta – mi madre acaricio su mejilla – Va a pagar por todo esto
Tami sin control volvió a llorar, era un llanto desconsolado, tomo la mano de mi madre, la jalo un poco pidiéndole que la abrazara, mi mamá lo hizo y se unió a su llanto. Puse mis manos en mi rostro, Jenny y Sofí me abrazaron, también comenzamos a llorar.
Unos veinte minutos después vimos que el detective entro y al vernos apresuro su paso, notamos su cara de impresión al ver a Tami, nos miró a todos
- Hola Tami – tomo su mano con delicadeza – Soy el Detective Salazar, estoy llevando tu caso – ella lo miraba sin decir nada – Vamos a llevarte a que nuestros médicos te atiendan
- Mientras mis padres ayudaban a Tami a ponerse de pie, Sofí se acercó al Detective – Tome, esto era lo único que tenía puesto – él lo tomo - ¿Lo encontraron?
Él iba a responder pero volteamos al escuchar unos escandalosos gritos, vi que Tami se asustó y se aferró a mi papá. Quien gritaba era Juanjo
- Suéltenme, yo no hice nada – dos oficiales prácticamente lo cargaban – Se están equivocando de persona – notó que estábamos todos ahí e hizo silencio, clavo su mirada en Tami y comenzó a caminar sin decir nada mas
Lo metieron en una sala de interrogatorios, me acerque a Tami y le di un beso, ella me miro aún muy asustada, fuimos hasta donde nos había indicado el Detective. Una vez en la puerta de la enfermería donde la atenderían Tami se volteo a vernos
- Entren conmigo, no quiero estar sola – lo dijo casi como una suplica
- Vamos a estar con vos – Sofí tomo su mano
Entre las tres la ayudamos a dar los pasos que faltaban para ingresar.
Tami<<
Al llegar a la comisaria Sofí le hablo a su novia y luego se fue rápidamente. Con mucho cuidado, Jenny me ayudo a bajarme y lentamente caminamos hacia la entrada, los pies me dolían al igual que las piernas y todo el cuerpo. Levante mi vista y vi a quien más necesitaba, mis piernas se aflojaron y caí al piso, Sami corrió hacia mí y me abrazo, me lleno de besos, a pesar de que el dolor y el recuerdo de todo lo que paso no se borraba, sentía que estando a su lado ya nada malo podía pasarme. Me ayudaron a ponerme de pie, unos pasos más adelante su papá corrió hacia mí y me cargo en sus brazos, estaba aturdida y no pude entender que era lo que decía pero su beso en mi frente también me dio mucha tranquilidad. Una vez adentro me sentaron y Nelly vino hacia mí, sentí nerviosismo, sé que algo me dijo y aunque tampoco lo entendí su mano sobre mi mejilla desato mi llanto, tome su mano para que me abrace, ella lo hizo y lloro junto a mí.
Unos minutos más tarde un hombre alto y calvo se paró delante nuestro, quería abrir más mis ojos pero era imposible, él me miraba con tristeza, tomo mi mano y después de varias palabras José y Nelly me ayudaron a ponerme de pie. Se empezaron a oír gritos y sentí mucho miedo, mire hacia donde creía que provenían y no pude ver bien quien era pero parecía ser quien tanto dolor me causo así que me aferre al papá de Sami.
Me llevaron hasta lo que parecía ser una enfermería, les pedí a las chicas que entren conmigo y ellas accedieron sin dudar. Al entrar una mujer no muy grande comenzó a hablarme
- No entiendo con claridad lo que me dice, la cabeza me duele muchísimo – me hizo sentar en una camilla – Todo el cuerpo me duele demasiado
- Soy la Doctora García, necesito hacerte unas preguntas – hablaba lento ayudándome a entender lo que me decía y asentí - ¿Cómo te llamas?
- Tamara Martínez – respondí rápidamente
- ¿Recordas que fue lo que te sucedió? – nuevamente asentí y un nudo se formó en mi garganta - ¿Podes contarme?
- Me tuvieron en una casa abandonada – ella me miraba atenta – Uno de ellos me golpeaba todo el tiempo, varias veces me dejo inconsciente y no sé lo que paso en esas ocasiones aunque la primera vez que sucedió me desperté sin ropa y con mucho dolor en todo el cuerpo – mire hacia las chicas, Jenny me miraba fijamente, Sami lloraba y Sofí miraba al piso – Creo que me violo aunque no puedo asegurarlo
- ¿Cuántos eran? – levante como pude mi dedo índice y mayor indicando que eran dos – De acuerdo, tengo que comenzar a revisarte, ante una posible violación tengo que hacer una revisión más profunda y necesito que tus amigas se retiren
- Sami se acercó a mí – Amor, vamos a estar acá afuera – asentí y las tres se fueron
- ¿Podes desvestirte? – con mi cabeza le indique que no – Muy bien, te voy a ayudar, trata de ponerte flojita para que duela lo menos posible
Con mucho cuidado me quito toda la ropa, no había visto mi cuerpo, estaba muy golpeado y con mucha sangre, me puse tensa y la doctora me hablo con delicadeza, me pidió que tratara de tranquilizarme. Lo primero que hizo fue tomarme fotos de pies a cabeza, anoto cada marca en mi cuerpo en una hoja, luego procedió a tomar muestras, con unas esponjas higienizo todo el cuerpo y a continuación realizo las curaciones en cada una de mis heridas. Me recostó en la camilla, reviso delicadamente mi vagina, después de varios minutos anoto nuevamente en la hoja, quería preguntarle si me habían violado aunque me daba muchísimo miedo la respuesta así que opte a esperar el informe final. Una vez que termino me dio unas pastillas
- Esos son unos analgésicos para el dolor y antibiótico ya que algunas de tus heridas estaban infectadas y necesitas un tratamiento para controlar esa infección – me ayudo a ponerme de pie y me entrego un vaso con agua – Cuando las tomes necesito que te pongas esta bata y vayamos al hospital para hacerte algunas radiografías
Me tome rápidamente las pastillas, me puse con cuidado la bata y luego transcribió todas las anotaciones a otra hoja, me trajo una silla de ruedas y marco un número telefónico
- Solicito una unidad para trasladar a la víctima al hospital, necesito realizar rayos para finalizar la revisión forense – colgó y me miro con una amable sonrisa - ¿Estas esperando que te diga si paso o no verdad? – asentí y baje la mirada – Gracias a Dios solo abuso de vos pero no hubo penetración – respire profundamente a pesar de sentir dolor y una vez más las lágrimas corrieron por mi mejilla – Te recomendaría iniciar una terapia, vas a necesitar ayuda para superar esto que te sucedió – golpearon la puerta – Adelante – un oficial entro - ¿Ya podemos ir? – él afirmo
La Doctora condujo mi silla hacia la salida, Sami y las chicas iban a mi lado mientras les explicaban para que íbamos al hospital, me subieron a una patrulla, encendieron la sirena y el oficial iba manejando hacia el hospital más cercano
- ¿Puede apagar la sirena por favor? – ella asintió
- Romero, apaga la sirena – no paso ni dos segundo que el ruido dejo de aturdir mi cabeza – Vamos a regresar rápido al departamento, ya están esperándonos para hacerte los rayos
Ni bien llegue fue como dijo la Doctora me hicieron entrar y me sacaron muchas radiografías en casi todos los huesos de mi cuerpo. Esperamos unos diez minutos a que nos entreguen las placas y volvimos a la comisaria. Sami entro a la enfermería, la Doctora inspeccionaba cada radiografía
- Tenes el hombro derecho dislocado, un esguince en la muñeca derecha, el dedo anular y meñique de la mano izquierda están fisurados y cinco costillas fracturadas, tres del lado izquierdo y dos del derecho – me miro apenada y se dio vuelta mientras buscaba algo – La fisura en tus dedos es de hace unas horas así que te voy a poner una férula y el esguince ya lleva unos diez días, la voy a vendar y por una semana quiero que no muevas para nada el brazo, también tengo que poner en su lugar tu hombro, voy a jalarlo, te va a doler bastante pero es necesario – vino hacia mí - Las costillas también son de esta ultima vez aún hay una que ya está casi soldada que seguramente fue de la primera vez que te golpearon – la miro a Sami – Sacale la bata por favor – con cuidado la quito y la doctora comenzó a vendar desde debajo de mis pechos hasta casi donde empezaba mi pelvis – Esta venda solo te la sacas para bañarte, cuando te la volves a poner que sea lo más apretada que puedas sin sacarte al aire – sonrió, me tomo del brazo con una mano y la otra la puso sobre mi hombro – ¿Lista? – asentí y ella jalo, grite fuertemente de dolor – Ya está, tranquila hermosa – acaricio mi mejilla - Podes vestirla – mi chica comenzó a vestirme – Lo mismo con el vendaje de la muñeca y la férula en la otra mano, solo cuando te bañes quítatelos o ponete una bolsa para cubrirlos – regreso la vista a Sami – Creo que vas a tener que ayudarla en lo posible – me puso un cabestrillo para que tenga inmovilizado todo el brazo derecho
- Claro que si – Sami acaricio mi espalda con suavidad – Yo voy a cuidarte mi vida – beso mi mejilla – Respecto a las heridas ¿Qué debemos hacer?
- Voy a indicarle un tratamiento y en las heridas más profundas que son las de la cabeza y las de las cejas, cambiar las gasas cada dia después de una curación – me miro lamentándose – Que serán un poco dolorosas ya que hay que frotar las heridas para quitar la pus y acelerar el cicatrizado – golpearon la puerta fuertemente – Adelante
- Con permiso Doctora – el hombre calvo entro – ¿Ya termino? – asintió – Cuando termine el informe final llévemelo a mí oficina
El hombre, Sami y yo que aun seguía en la silla de ruedas fuimos hasta la recepción, él se disculpó y fue a hablar con unas personas, mire para todos lados, había venido Naty y Bella, mi hermana corrió hacia mí y pregunto más de diez veces como estaba, yo casi no hable, Sami respondió sus preguntas y una que otra vez intervine. Mientras hablaban busque con mi mirada a la persona que faltaba, tome de la mano a Sofí
- ¿Dónde está Tati? – ella se puso nerviosa y miro a Sami - ¿Qué pasa?
- Esta detenida – Jenny se adelantó a contestar – Está acusada de tu secuestro
No podía creer lo que escuchaba, señale al detective y las chicas me acompañaron hasta donde él estaba parado
- Señorita Martínez, vaya a descansar, mañana si voy a necesitar que venga a declarar – asentí molesta – Cualquier cosas que necesite sus amigas tienen mi número telefónico
- Si, perfecto – lo mire seria – Libere a Tatiana
- No puedo hacer eso, ella está acusada de complicidad en su secuestro, hasta que no declare no podemos soltar a ninguno de los dos detenidos – no comprendía lo que me estaba diciendo
- ¿Cómo que dos? – mire a las chicas - ¿Quién más aparte de Tati?
- El señor Juan José Cruz – respondió el detective
- ¿Quién? – pregunte aun sin entender
- Juanjo – Sami me respondió y puso su mano en mi hombro izquierdo
- ¿Qué tiene que ver el? – todos me miraron sorprendidos – Él nunca me hizo ningún daño – lo mire enojada – Suéltenlos, si hace falta que declare ahora mismo lo hago
- Paso por mucho, necesita descansar y contarnos bien que paso – hacia caso omiso a lo que yo decía y negué - ¿Entonces quien hizo todo esto?
- Mis ojos se clavaron en mi mejor amiga – Fue tu papá Sofí…