Aprendiendo a Amar Cap. 79 y 80

- Sami, no me mientas – me miraba serio – ¿Ella es tu ex pareja? – baje la cabeza y eso le basto como respuesta - ¿Por qué nunca me lo dijiste? – se puso de pie – Quede como un estúpido, ella dándome consejos y diciéndome tus gustos en España, acompañándome a comprar mi traje para la boda...

Doble capitulo final de temporada!!! Espero que les guste!!!! Les deseo Feliz Navidad y Feliz Año nuevo!!!! Besos para todos!!!

Agreguenme a Facebook: https://www.facebook.com/tami.denise.56

Siganme en Twitter: https://twitter.com/AaAmarTR

Envienme correos: tami.denise.22@hotmail.com

Saludos ;)

Capítulo 79

Tami<<

Ya pasaron quince días desde que Sami me pidió que no la volviera a molestar y eso hice, solo me la he cruzado alguna vez en la recepción de la empresa pero no le he hablado ni saludado ni ningún tipo de contacto. No dejo de llorar, he faltado muchísimo a la empresa, no cumplo con los contratos y cancelo las reuniones con los clientes. No tenía ganas de nada, mi vida solo se trata de llorar y varias noches beber para poder dormirme.

Ya casi falta un mes para el casamiento, este es el quinto dia consecutivo que me la paso encerrada en casa, no he prendido las luces, no he comido, no me he bañado. Todos los días viene alguna de las chicas, toca el timbre y golpea la puerta pero ni siquiera les contesto, el teléfono de la casa suena todo el tiempo, el celular está apagado ya que ni siquiera lo he cargado, no quiero hablar con nadie y mucho menos que me vean. No sé qué hora es pero me levante de la cama, fui a la cocina y busque en la vinoteca una botella de vino, lo destape y me senté en el piso, recuerdo las palabras de Sami “Me voy a casar con Juanjo”, nuevamente empiezo a llorar, me pongo de pie y le doy una trompada a la pared, me duele pero no me importa, le pego una y otra y otra y otra más, sé que estoy sangrando pero no me importa, doy un trago largo a la botella, una vez más suena el teléfono, me canse de escuchar ese puto sonido, lo agarro, lo revoleo contra la pared y lo escucho romperse, voy a la sala y me siento en uno de los sillones, escucho que suena el timbre

-      Tami, abrí la puerta – Sofía me hablaba preocupada – Por favor, Abrime – seguí en silencio – Si no abrís voy a venir con alguien que abra la puerta – di un nuevo trago de vino – Solo quiero saber que estés bien

Al dar otro trago me di cuenta que me había acabado la botella, la deje caer al piso y el ruido que hizo al romperse me fastidio, me levante y fui nuevamente a la cocina a buscar otra botella, después de destaparla me fui a mi cama. Al finalizarla me acomode en la cama y trate de dormirme de nuevo pero en mi cabeza estaba nuestro último beso, en la regadera del Spa, nuevamente las lágrimas caían por mis mejillas, llore con intensidad hasta quedarme dormida.

Me desperté al escuchar un ruido, en pocos segundos se abrió la puerta de mi cuarto y encendieron la luz, no veía quien era, la luz no me dejaba abrir los ojos, sentí que alguien se sentó en la cama, me hablaba pero no entendía que decía, la cabeza me dolía fuertemente, sentí un abrazo y eso me hizo llorar otra vez hasta nuevamente dormirme.

No sé cuánto tiempo paso, al abrir los ojos estaba sola en mi cuarto, seguramente había sido un sueño, me levante y supuse que era de noche ya que no pasaba nada de luz atravesó de las cortinas que había en la ventana de mi cuarto, abrí la puerta y las luces estaban prendidas, camine hasta llegar a la sala, Sofía y Tatiana estaban sentadas hablando, al verme ambas se pusieron de pie y vinieron hacia mi

-      Te prepare comida, vamos a la cocina – me negué y fui a sentarme al sillón – Tami, estas demasiado flaca – Sofía insistió – Vayamos a la cocina para que comas – clave mi mirada en el piso y no respondí

-      ¿Cómo te hiciste esto? – Tati agarro mi mano – Tengo que curarte, se te está infectando – le quite mi mano y la puse entre mis piernas – Ya fue suficiente Tamara – me agarro de los brazos y me volteo haciéndome verla – ¿Es más fácil estar así que luchar?

-      Me reí – En veinte días nada me había hecho reír como lo que dijiste – las mire a las dos - ¿Para qué luchar? Ella no me ama, se va a casar con ese pendejo, déjenme en paz – me puse de pie – Váyanse de mi casa

-      No Tami, no nos vamos a ir ¿Sabes el miedo que tuvimos todos estos días de que te hayas lastimado? – Sofía comenzó a llorar – Te di tu espacio para sufrir, creí que al tercer dia abrirías la puerta y cuando ya habían pasado cinco días y no había respuesta de tu parte me asuste y traje a un cerrajero – me abrazo fuerte – Cuando entre y vi que estabas bien no sabes la felicidad que sentí – baje mi mirada a mi mano, realmente se veía muy mal – Vamos a darte un baño y luego come algo, aunque sea un poquito – me miro a los ojos – Hacelo por nosotras por lo menos – asentí – Gracias

Sofí me llevo al baño de mi cuarto, lleno la tina y luego me desvistió, me hizo entrar y comenzó a bañarme, jamás nadie me trato con tanta dulzura, la mire y ella me sonrió, me enjabono y le pedí el jabón para terminar de hacerlo yo, mientras ella lavaba mi cabeza. Al terminar me envolvió en la toalla y fuimos a mi cuarto, busco ropa limpia, me seco y luego me vistió, desenredo mi cabello y cuando termino baje mi mirada

-      Perdoname – me hizo mirarla – Sé que la perdí para siempre

-      No hablemos de eso – asentí – Vamos a comer

Al entrar a la cocina vi que Tati había calentado la comida, era una de mis comidas favoritas, fideos espagueti con salsa bolognesa, me senté y comencé a comer, la morena me sirvió un vaso de Coca-Cola, las dos no dejaban de verme mientras comía.

Después de dos platos de comida nos fuimos a sentar a la sala, me acosté dejando mi cabeza en las piernas de Tati, ella hablaba con Sofí sobre un cliente mientras acariciaba mi cabello, el sueño comenzó a invadirme pero el timbre de mi casa me sobresalto, Sofí fue a abrir

-      Hola Sofí ¿Esta Tami? – me levante al escuchar que era Juanjo, él me vio y se me quedo mirando - ¿Puedo pasar? – asentí y vino hacia mí – Hice todo lo posible pero estas fuera del proyecto de España – me encogí de hombros - ¿Por qué desapareciste? Te llame mil veces para que te hagas cargo del contrato pero Saúl dijo que si vos no lo tenías para hoy estabas afuera

-      Tami no tiene mente para eso ahora – Tati me abrazo – Cuando este bien hablara con Saúl y si no se puede solucionar conseguirá un proyecto mejor

-      Te ves muy mal – puso su mano en mi hombro - ¿Qué te paso?

-      Tiene un problema personal – Sofía se acercó y lo miro seria – No creo que sea bueno que te cuente ahora

-      Voy a decirle a Sami que venga a verte, creo que no está enterada – sentí mis piernas aflojarse – Son muy buenas amigas, seguramente la necesites

-      No Juanjo, está bien así Tami – mi mejor amiga lo agarró del brazo – Tiene que descansar

-      Está bien, no dudes en llamarme cualquier cosa – se fue y Sofí cerró la puerta

-      ¿No pregunto por mí? – ambas hicieron silencio – Entiendo – suspire - ¿Me curas la herida? – mire a Tati

Fue al baño y regreso con gasas y agua oxigenada, comenzó a desinfectarme, me ardía mucho pero era necesario que lo haga. Al terminar la cubrió y se puso de pie

-      No puedo faltar de nuevo a la empresa mañana – miro a Sofí - ¿Te quedas con ella?

-      Sí, yo me quedo – las dos me miraron - ¿Vamos a la cama ya?

-      No hace falta que te quedes – la rubia negó – No voy a hacer nada

-      No me importa lo que digas – saludo a Tati – Mañana te llamo para decirte como amaneció

-      Si, espero tu llamado – la morena me dio un beso en la mejilla – Descansa, mañana vengo a verte

-      Gracias Tati – sonrió – Perdón por cómo te trate hace un rato

-      No te preocupes – me dio un abrazo – Buenas noches hermosa

Sofía cerró la puerta con la nueva llave, nos fuimos a mi cuarto y ella se acostó conmigo, me acomode dejando mi cabeza en su pecho, ella acariciaba mi espalda y me contaba cómo iban las cosas en la oficina, realmente no la escuchaba, estaba pensando en lo que había dicho Juanjo, había perdido un gran proyecto y al amor de mi vida, ya no tengo nada por lo que salir adelante, una vez más el llanto se apodero de mí, por suerte ahora había alguien para abrazarme

-      ¿En serio nunca pregunto por mí? – negó apenada – Creí que me amaba

-      Está enojada, vas a ver que se va a dar cuenta de las cosas – la mire y ella prefirió hacer silencio

-      Deberías estar con Jenny y Santi – me abrazo fuerte

-      Vamos a dormir – asentí – Buenas noches Tami

-      Gracias pequeña – me dio un beso en la mejilla – Buenas noches Sofí

Cuando amaneció me levante, no había podido dormir en toda la noche, fui a preparar el desayuno, luego regrese al cuarto, me vestí y desperté a Sofí, ella se asombró de verme vestida con ropa para el trabajo

-      Ya hice el desayuno, vamos así te llevo a tu casa a cambiarte – sonrió

-      Cuanta energía – se levantó – Vamos a ver que preparaste de rico

Fuimos a la cocina, tomamos un café con leche con medialunas y luego nos fuimos a su casa. La espere en el auto mientras ella se daba un baño y se cambiaba de ropa. Una hora después salió y se subió al auto, fuimos directo a la empresa. En la recepción Sofí saludo y me dijo que a la hora del almuerzo me veía, me quede con mamá Carmen

-      Chiquita, estas muy delgada – asentí - ¿Cómo fue que te hiciste eso en la mano? – miro hacia la puerta y me hizo voltear a mí, Sami entraba pero no le preste atención – Buenos días mi niña

-      Buenas días mamá Carmen – le dio un beso en la mejilla y sentí su mirada, la ignore porque tan solo verla me dolía – Te veo más tarde

-      Si mi niña – se fue - ¿Por qué puede más el orgullo que el amor?

-      Ella ni siquiera pregunto por mi todo este tiempo – sentí un nudo en la garganta

-      ¿Quién te dijo eso? – me pregunto seria

-      Sofía, ayer le pregunte y me dijo que no había preguntado – baje la mirada

-      A ella no le habrá preguntado – la mire - ¿Cómo sabe ella si no me pregunto a mí? – sentí mi corazón acelerarse – No te des por vencida mi chiquita, tenes todo para reconquistarla y estar con ella

-      No se mamá, estos días la pase muy mal – asintió – No quiero que ella me vuelva a rechazar y mi corazón termine de partirse en mil pedazos – tomo mi mano – Me voy a tratar de trabajar y ver si puedo recuperar mi proyecto

Camine hacia la escalera, la subí rápidamente y al ver a las recepcionistas ambas sonrieron y me dijeron que estaban contentas de verme, justo salía de su oficina Jenny que vino hacia mi

-      Qué bueno verte Tami – me abrazo – Cualquier cosa que necesites me avisas

-      Gracias Jenny – le sonreí – Voy a ver si puedo ponerme al dia con el trabajo

-      Tómatelo con calma – acaricio mi mejilla – Voy a una reunión, te veo después

La vi bajar la escalera y me fui a mi oficina. No me despegue de la computadora en todo el dia, es más me quede hasta más tarde terminando unos contratos y programando citas con clientes. Antes de irme llame a Saúl, le explique más o menos lo que me había pasado y él no tuvo ni un poquito de compasión, sin piedad me saco del proyecto. Baje al estacionamiento muy desilusionada, me subí a mi auto y fui a mi casa. Me prepare algo para cenar y luego me fui a dormir.

Sami<<

Los días pasan, casi no veo a Tami, me hace falta, en las noches lloro, Juanjo muchas veces me busca para estar juntos pero siempre pongo una excusa.

Un dia como tantos subí a la oficina de Jenny, le pregunte por los costos para un cliente y luego de su larga explicación se me quedo mirando

-      No es de esto de lo que me queres hablar – negué - ¿Qué pasa?

-      ¿Sabes algo de Tami? – hizo silencio – Es que no sé nada de ella

-      Lo único que sé es que está en su casa – baje la mirada – Anda a buscarla, no sigas con tu orgullo – moví mi cabeza en forma negativa

-      No le digas a nadie que pregunte por ella – la mire y no dijo nada – ¿Mañana me acompañas a ver vestidos?

-      Si, aprovecho para ver alguno para mi – sonrió – Tengo que empezar a organizar mi boda

-      Si, ya te estas tardando – le di un abrazo – Me hace tan feliz que te cases

-      Me gustaría decir lo mismo respecto a tu boda – puse mis ojos en blanco – No te cases Sami, estas cometiendo un gran error

-      Me voy a seguir trabajando – le di un beso – Te veo después

Baje y regrese a mi oficina, estuve trabajando en un plano junto con Bella, ella me miraba a cada rato y cuando yo la veía quitaba la mirada

-      ¿Qué pasa? – deje mi lápiz y cruce los brazos – Siento tu mirada y me estas poniendo nerviosa

-      Ya sabes lo que pasa – negué – No te cases, amas a Tami y ella te ama a vos

-      No empieces vos también – se acercó a mi – Vos ni siquiera querías a Tami

-      No, es cierto, no la quería – dejo su lápiz al lado del mío – Estaba enamorada de vos y no quería verte al lado de otra mujer y mucho menos de ella pero de a poco la fui conociendo, ahora que soy su cuñada y estoy más cerca de ella puedo ver lo mucho que te ama y sé que vos también la amas, solo te estas cerrando por orgullo y te vas a casar con Juanjo para formar una familia infeliz

-      Continuemos con el plano – agarre el lápiz – Estamos acá para trabajar

El resto del dia me lo pase sin hablar con nadie. Al salir me subí a mi auto, no quería irme a casa pero tampoco sabía a donde ir. Maneje sin rumbo o eso creía porque cuando menos lo esperaba me frene frente a la casa de Tami, me baje y dudaba en golpear la puerta pero necesitaba saber de ella. Golpee y toque el timbre varias veces pero no recibía respuesta, supe que no abriría, me fui al auto y busque mi celular en el bolso, marque el número de su celular y daba apagado, busque el número de su casa y llamaba pero no respondía, deje un mensaje y preferí irme a mi casa, ella no iba a abrir la puerta.

Al otro dia en la tarde fui con Jenny a varias tiendas de vestidos, eran todos muy bonitos pero yo no estaba de ánimo. En una de las tiendas vi un vestido muy hermoso, me acerque y lo mire detalladamente

-      Este me gusta mucho – mire a Jenny

-      Ella me ignoro y fue hacia otro vestido – Este me quedaría bien con lo alta que soy

-      Jenny – me miro – Vinimos a ver mi vestido

-      Ah ¿Te vas a casar? – puse mis manos en mi cintura – Pense que veníamos a ver vestidos para mi

-      No se puede con vos – me iba a ir de la tienda pero me tomo del brazo

-      Tranquila, solo estoy bromeando – baje la mirada – No lo amas, lo queres porque es muy buena persona pero no es el amor de tu vida

-      Voy a pedir que me dejen probármelo – fui hacia una de las vendedoras

La chica me ayudo a ponérmelo, era strapless, tenía mucho encaje y era demasiado ampón, bastante sencillo pero al verme al espejo me quedaba muy bien aunque había que hacerle unos pequeños retoques. Les dije a las vendedoras los detallitos que quería modificar y les pague la mitad del total del vestido.

Siempre creí que sería más complicada la compra de mi vestido de novia y creo que lo habría sido si no me sintiera tan mal. Jenny me llevo a mi casa, cuando entre agradecí que Juanjo no estuviera, agarre mi celular y abrí el chat de Tami, comencé a leer nuestras conversaciones, me había tratado tan bonito esas semanas en las que estábamos bien, no dejaba a de decirme que me amaba, siempre me decía que estaba más bonita que el dia anterior y todos los días al abrir los ojos tenía su mensaje de buenos días, sin darme cuenta comencé a llorar, mire su última conexión y era de hace más de una semana. Deje mi celular en el buro y me acosté en la cama, cuando escuche que Juanjo llego me hice la dormida, no quería que me pregunte que me pasaba o que intente que tengamos relaciones como las últimas noches.

Siguieron pasando los días, Tami regreso a la empresa pero no me habla ni me mira, he buscado llamar su atención pero ella ignora todo lo que viene de mí. Se ve mucho más delgada y tiene muy lastimada la mano, por más que siempre que llega a la empresa esta con lentes de sol se le nota que está mal y eso me hace sentir mucha culpa.

Ya solo faltan diez días para la boda, estoy demasiado nerviosa, ya el vestido está listo al igual que todo lo que es la organización de la fiesta, mi madre esta súper feliz y viene a visitarnos todos los días para hablar sobre detalles de la fiesta y mi padre se limita a acompañarla y a convencerme de que no me case.

Jenny me dijo que ya podía tomarme estos últimos días de vacaciones para estar relajada para la boda pero yo prefiero ir. Tati me llamo para que subiera a su oficina, subí rápidamente creyendo que era algo de trabajo y cuando me dirigía hacia su oficina me cruce en el pasillo con Tami

-      Hola – la salude y bajo la mirada, siguió caminando en dirección a las recepcionistas, golpee la puerta de mi jefa y rápidamente se abrió - ¿Paso algo? – pregunte al ver que también estaba Sofí

-      Sentate por favor – lo hice y las dos me miraban – Vas a cometer un error Sami, te estas lastimando vos sola

-      En serio, lo que menos necesito es que me digan eso – mire a Tati que era la que me había hablado

-      Sé que debes estar cansada de escucharlo pero todos nos damos cuenta de que este último mes la estuviste pasando muy mal – Sofí se arrodillo frente a mi – Pensa lo que estás haciendo, después de casarte ¿Que pensas que va a pasar? – baje la mirada sabiendo lo que iba a continuar diciendo – Él va a querer hijos ¿Vos estas dispuesta formar una familia con una persona a la que no amas? Vas a fingir ser feliz para aparentar ante todos pero cuando estés sola entre cuatro paredes vas a llorar y lamentarte de haber tomado la decisión equivocada

-      Yo me siento bien con Juanjo, no voy a dejarlo porque mi ex novia se dio cuenta dos años tarde de que me ama – la puerta se abrió y Pablo entro junto con Caro - ¿Ustedes vienen a lo mismo?

-      Nadie mejor que yo conoce lo que ustedes sienten – vino hacia mí – Desde que las vi la primera vez en la pensión se les notaba esa conexión especial, jamás había visto en Tami una mirada tan cargada de amor – volteo hacia donde estaba Tati y luego regreso la mirada a mí – Si la hubieras visto hace una semana atrás como estaba en su casa, estuvo una semana sin comer, sin bañarse, sin salir a la calle – sentí un nudo en la garganta – Te ama y vos a ella, cometió un error en el pasado, eso lo sabemos todos y cada uno a su manera la juzgamos y nos hemos enojado – voltee a ver a los que estaban y todos asintieron – Pero aunque hayan pasado dos años se dio cuenta de que no puede vivir sin vos – me tomo del mentón – Cuando pasen dos años más y te des cuenta que no podes vivir vos sin ella ¿Qué va a pasar?

-      Caro intervino – Neganos que estos días que ella no vino a la empresa vos no estuviste mal

-      La puerta se abrió, me asombre de ver quiénes eran, Lety y Marie entraron, se pararon frente a mí y Lety fue la primera en hablar – Me entero que te casas, me puse contenta pensando que era con Tami pero en cuanto Jenny me dijo que era con un hombre al que no amas le dije a Marie que teníamos que tomar el primer vuelo para acá y darte unas buenas cachetadas para que reacciones

-      Ya estamos acá – voltee a ver a Marie - ¿Por qué sos tan orgullosa?

-      No soy orgullosa y si amo a Juanjo – Lety se rio con sarcasmo – El me ayudó mucho a salir adelante cuando aún no superaba la separación con Tami

-      Decime algo – Leticia me interrumpió - ¿Aun pensas en Tami? ¿Tenes algún sentimiento hacia ella? – me reí irónicamente – No, decinos para saber si vale la pena que estemos tratando de hacerte entender que vas a perder el tiempo y cometer el error más grande de tu vida – hice silencio – Respóndenos y si decís que no sentís nada nos vamos y no te decimos nada mas

Sentí la mirada de todos, esperaban mi respuesta, pensaba como darla y  cuando iba a hablar la puerta se abrió

-      Tati necesi… Perdón, no sabía que estabas ocupada – Tami nos miró a todos e hicieron silencio, miro a Lety y Marie – Hola chicas – las abrazo – Que bueno verlas – ellas no respondieron nada

Lety afino su garganta y me miro esperando mi respuesta, me levante y preferí irme, pase por al lado de Tami, roce su brazo con el mío, necesitaba sentirla de alguna manera y me fui, baje las escaleras lo más rápido posible, agarre mi bolso y salí de la empresa, estaba angustiada y confundida con tanta presión de mis amigos pero yo seguía firme en mi decisión de casarme con Juanjo.

Capítulo 80

Tami<<

Cada dia, cada hora, cada minuto que pasa siento que sepulto más y más la posibilidad de regresar con ella. Solo falta una semana para el casamiento y Sami ya no está yendo a la empresa, se está enfocando a tiempo completo a la boda y yo estoy enfocándome por completo al trabajo, entro temprano y todos los días me estoy yendo a las 8 de la noche.

Sofí viene a hablarme todos los días y este no fue distinto a los demás, la pequeña entro y se sentó frente a mí

-      Tami ¿A qué hora te fuiste ayer de la oficina? – me encogí de hombros – Pasaban de las 8 pm, le pregunte al guardia

-      Sí, hay mucho trabajo por hacer – cerro mi laptop – Dejame trabajar en paz Sofí

-      No, tenes que ir a evitar esa boda – negué - ¿Vas a dejar que el amor de tu vida sea infeliz?

-      Es la decisión que ella tomo, yo trate de evitarlo y ella prefirió agarrarse de una estupidez y ser infeliz como vos decís – se levantó y vino hacia mí – No puedo hacer más de lo que hice, la trate de reconquistar, le dije mil veces que no se case, ya ni siquiera por mí, por ella misma pero esta aferrada a Juanjo

-      Todavía no hiciste todo – la mire sin entender – Hacele el amor, eso cambiara todo

-      No, ya sufrí demasiado su rechazo – me levante de la silla – A ella no le interesa como yo estoy – le di un beso en la mejilla a mi mejor amiga – Gracias por venir todos los días a convencerme de hacer algo que ya no tiene sentido pero ya es suficiente

-      Está bien, ya no te molesto más – me dio un abrazo – Te veo más tarde

Cerro la puerta al salir, volví a mi silla y seguí trabajando como todos los días. Al salir del trabajo ya era de noche, regrese a casa y comí unas milanesas que me habían quedado del dia anterior, luego me di una ducha y me fui a dormir.

Mi rutina por los siguientes seis días no cambio, hasta hoy. Mañana es la boda, mis nervios aumentan, estoy sentada en mi sala, mirando la invitación que me trajo Juanjo hace una semana, la leo una y otra vez hasta que decido mejor romperla, claro está que no voy a ir. Me pongo de pie y voy hacia la cocina, busco en el refrigerador una cerveza, la destapo y voy hacia mi escritorio, todas están con los últimos preparativos de la boda así que no trabajamos. Prendo mi computadora, abro YouTube y pongo música, me vuelvo a sentar en el sillón, prendo la pantalla y el PS4, armo un torneo de FIFA y me concentro en eso. Me ayuda bastante pero no lo suficiente para no imaginarme a Sami con un hermoso vestido blanco diciéndole acepto a Juanjo. Él no la merece, tal vez yo tampoco pero conozco todo de ella, se lo que le gusta y lo que no, se cuándo está enojada aunque trate de disimularlo, con solo verla a los ojos me daba cuenta lo que quería y él ni siquiera sabía cuál era su golosina favorita. Como siempre lloro, apago todo y me voy a la cama, me acuesto y abrazo mi almohada, cierro mis ojos y por el llanto no tardo en dormirme.

El timbre de mi casa suena y no para de sonar, cuando salgo de mi cuarto escucho que también golpean la puerta, abro y me encuentro a todos mis amigos, entran y se me quedan mirando

-      ¿Qué les pasa? – pregunto ante su silencio

-      Tami, es tu ultima oportunidad de impedirlo – Pablo es el primero en hablar – Si no vas ahora ya no hay vuelta atrás

-      Son las 12 de la noche ¿No les parece que es un poquito tarde para que estén acá? – evite el tema

-      No te hagas la estúpida – Jenny se adelanta y se para frente a mí – Todo lo que vivieron desde adolescentes y ¿No vas a hacer un último intento por impedir una boda que no tiene caso que suceda?

-      Están hechas una para la otra, ella lo sabe, vos lo sabes, todos lo sabemos – Tati tomo mi mano – Si mañana esa boda sucede te vas a arrepentir por no haber hecho un último intento

-      Baje la mirada – Corazón, ¿Queres que se case? – Mica me pregunto y yo negué - ¿Entonces qué esperas?

-      Cambiate y anda a su casa, habla con ella una última vez – Luciana me guiño el ojo – El no ya lo tenes, busca el si

-      Tienen razón, no puedo quedarme acá – fui hasta mi cuarto y me vestí lo más rápido que pude, al regresar los chicos me abrazaron – Gracias, espero que este último intento si funcione

Agarre las llaves de mi auto, me subí y maneje hasta su casa. Al llegar note que me temblaban las manos, no sé ni que decirle pero creo que esto no necesita pensarse, tengo que hablarle con mi corazón, agradecí que justo en ese momento una persona salía del edificio y aproveche para entrar, subí por escalera los cuatro pisos, me pare frente a la puerta con la letra A, mire el timbre y acerque lentamente mi dedo, justo antes de tocarlo lo retire porque me invadió el miedo, camine varias veces por el largo pasillo de departamentos y cuando agarre valor lo apreté, paso aproximadamente un minuto y nadie abrió así que insistí y la puerta se abrió a los pocos segundos, Sami al verme se sorprendió y no hizo más que clavar sus ojos en mi

-      Sé que me pediste que no te molestara más, pero no puedo hacerlo, mañana te casas y sé que no es lo que queres, te estas engañando porque no lo amas realmente – trague saliva – Me decís que me olvidaste y eso sé que es imposible porque me amas tanto como yo – tome sus manos – Sé que no podes borrarme de tu mente porque yo tampoco puedo hacerlo – saco sus manos y se cruzó de brazos – Sé que me seguís pensando ¿Hasta cuándo vas a engañarte? – quiso hablar pero no la deje – Conozco todo de vos, cada detalle de tu cuerpo, cada gesto que haces, se lo que queres decir con cada mirada – puse mis manos en sus mejillas – Decime ¿Él te ama como lo hago yo?

-      Sus ojos se llenaron de lágrimas, con suavidad quito mis manos – No voy a comparar el amor que Juanjo me da, me siento muy bien con él y mañana nos vamos a casar

-      Me puse de rodillas, las lágrimas ya eran inevitables – la abrace dejando mi cara en su abdomen – Por favor Sami, te lo ruego – levante mi mirada y nos miramos a los ojos – No te cases, te lo suplico

-      ¿Quién es amor? – me puse de pie al escuchar a Juanjo y seque mis lágrimas – Hey, Tami ¿Paso algo que estas acá tan tarde? – estaba sin remera, solo con un short puesto

-      No sabía que estabas Juanjo – mire a Sami que con su mirada me rogaba que inventara algo – Solo vine a decirle a Sami que mañana no voy poder ir a la boda, me hablo un cliente esta noche y tengo que viajar a una reunión importante

-      Él miro a Sami, sé que no me creyó – Entiendo, bueno que tengas un buen viaje

-      Disculpen por la hora – mire a ambos – Espero que sean muy felices

Cerré la puerta, baje las escaleras y por suerte el portón estaba abierto, me subí al auto y comencé a llorar descontroladamente. Ella se va a casar, ya no hay vuelta atrás, mi corazón latía con fuerza, me dolía el pecho no era un dolor físico, era emocional, me dolía el alma. Encendí mi auto y maneje hacia mi casa, los chicos no estaban y agradecí eso, me fui a mi cuarto, me senté en la cama y continúe llorando, no predico la frase “Si ella es feliz yo también lo seré” y jamás la voy a predicar, yo la quería hacer feliz, yo quería ser con quien se case. Me acosté y abrace mis rodillas, deje salir las lágrimas, necesito desahogar este dolor. Cuando menos me di cuenta ya eran las 6 am, me levante, me di un baño largo y trate de desayunar pero no me pasaba ni siquiera el café, el teléfono sonaba pero no respondí ningún llamado. Cuando se cansaron de insistir fui hasta el teléfono y marque al buzón, tenía muchos mensajes, la mayoría era de los chicos, de hoy y de varios días atrás. Apreté para escuchar el siguiente mensaje y al escuchar su voz sentí latir mi corazón

-      Solo quiero saber cómo estas, hace varios días que no te veo en la empresa y me preocupe, estoy afuera de tu casa, golpee y toque el timbre varias veces pero parece ser que no estas o no queres abrir. No quiero que estés mal por mi culpa. Bueno, espero poder verte pronto en la empresa

Lo repetí más de diez veces, si me había buscado, se había preocupado por mí. Maldije por no haber escuchado los mensajes antes, escuche mensajes anteriores y había otro más de ella

-      Te amo Tami, necesito que hablemos para solucionar las cosas, no sé cómo decirle a Juanjo que quiero estar con vos. Estoy yendo para tu casa, quiero volver a sentirte, ayer después de lo que paso en el Spa moría de ganas de pasar la noche con vos.

El mensaje finalizo, me sentía feliz, ella quería regresar conmigo, ese dia había venido para que estemos juntas. Si me hubiera dado la oportunidad de aclararle las cosas antes de que se vaya ella no estaría por casarse. Me fui a vestir, no voy a dejar que se case, va a ser mía porque ella quiere ser mi mujer, agarre el celular y al ver la hora la tristeza me invadió, ya tenía veinte minutos de empezada la ceremonia. No tenía caso ir, para cuando llegue estarían saliendo de la iglesia y tirándole arroz. Preferí ir a nuestro lugar, por lo menos me voy a quedar con eso. Maneje hasta el rio, me senté en la banca, me puse a recordar la primera vez que habíamos estado acá y unas vez más me puse a llorar.

Sami<<

No podía creer que Tami estuviera a esta hora en mi casa rogándome que no me case. Quería decirle lo mucho que la amo pero ya es tarde, demasiado tarde. Juanjo salió del cuarto y Tami trato de inventar algo pero es evidente que no se lo creyó. Al verla irse él vino hacia mí y me tomo de la mano, me hizo ir hasta el sillón y nos sentamos

-      ¿Qué hacia acá a estas horas? – sentía mi corazón latir fuertemente de nervios

-      Lo que te dijo, vino a decirme que no va a ir a la boda – trate de seguir la mentira

-      Sami, no me mientas – me miraba serio – ¿Ella es tu ex pareja? – baje la cabeza y eso le basto como respuesta - ¿Por qué nunca me lo dijiste? – se puso de pie – Quede como un estúpido, ella dándome consejos y diciéndome tus gustos en España, acompañándome a comprar mi traje para la boda – se tapó la cara y volvió a sentarse a mi lado – La vez que me dijiste que estabas con tus papas y pasaste la noche con ella ¿Te acostaste con ella?

-      No, no te fui infiel – lo mire a los ojos – Quiero casarme con vos, no haría nada para lastimarte – agarro un cojín y lo abrazo – Si no te lo dije fue porque no quería problemas como los hubo con Bella

-      Yo no soy como Bella – se quedó varios segundo pensativo - ¿Estas segura que queres casarte conmigo?

-      Sí, quiero casarme con vos – acaricie su mejilla rasposa por su barba creciente – Mañana es nuestro dia

-      Anda yendo a la cama, te alcanzo en unos minutos – asentí y después de darle un beso fui a nuestro cuarto

Tardó mucho en regresar, cuando se acostó lo abrace y él beso mi cabeza, me abrazo y no dijo nada, solo nos quedamos en silencio hasta quedarnos dormidos.

La alarma sonó a las 5 am, me levante y Juanjo no estaba en la cama, fui hasta la sala y había una nota que decía que había ido a la casa de un amigo a vestirse ya que es de mala suerte verme vestida de novia antes de la ceremonia, sonreí y llame por teléfono a mi mamá para que me acompañe a la peluquería ya que tenía cita temprano. La simpática peluquera me peino y luego me maquillaron. Regrese a casa, mi madre se veía más nerviosa que yo  y no dejaba de llorar a cada rato, le pedí varias veces que se calmara pero no había caso. Me ayudo a ponerme el vestido, me quedaba precioso y mi madre no dejaba de decirme lo orgullosa que estaba de mí.

A las 11 am llego mi padre junto con la limosina, baje y me recibió con una sonrisa

-      Nelly, encargue un Uber para que te lleve a la iglesia, quiero que esto sea entre Sami y yo, si nos permitís – mi madre sonrió y se subió al auto que la esperaba – Subí hija – me ayudo a entrar al hermoso auto y luego se sentó a mi lado – Cuando gustes podes comenzar – el chofer asintió y puso en marcha el auto, mi padre me tomo de la mano – Estas muy hermosa mi vida

-      Gracias papi – le di un beso en la mejilla y sonreí al ver que le había dejado marcado mi labial y se lo limpie – Estoy demasiado nerviosa

-      Yo también – sonrió y me miro – Sé que no es el momento pero yo quiero la felicidad de mi hija – suspire y aparte mi vista de él – Estas a tiempo aun, no lo amas, no te brillan los ojos por este paso que estás dando – volví a verlo – Me dijiste que estabas nerviosa en vez de decirme que estas feliz

-      Yo me siento bien con Juanjo papá – él asintió – Me hace bien estar con él, aprendí muchísimo en mi relación

-      El me interrumpió – Esta bien, solo decime una cosa – lo mire atenta - ¿Seguís amando a Tami? – hice silencio y baje mi mirada, mi papá me beso – Esa es la respuesta que esperaba – levanto mi cabeza tomando mi mentón – Pensa bien la respuesta que le vas a dar al padre y a Juanjo cuando te pregunte si aceptas ser su mujer

El resto del viaje fuimos en silencio, no dejaba de pensar en las palabras que acababa de decirme mi papá, en las palabras de Tami y en las que todos me había dicho en este último mes. Juanjo es la persona con la que cualquier mujer desearía casarse pero yo no soy cualquier mujer y por más que me encanta estar con él siento que no es la vida que siempre soñé y mucho menos la boda que espere toda mi vida.

El auto se frenó, mi padre me miro y luego abrió la puerta, se bajó y me ayudo a bajarme, mire el frente de la iglesia, suspire y mire a mi papá, el también soltó un suspiro, me miraba fijamente y yo solo asentí dándole a entender que entremos

-      Antes de entrar quiero decirte algo mas – quedamos frente a frente, tomo mis manos y las beso – Jamás pense en este momento, sos mi pequeña y no estoy ni voy a estar preparado para que dejes de serlo – sonreí – Pero sé que creciste demasiado – comenzó a hablar entrecortado y sus ojos se cristalizaron por las lágrimas – Sé que tengo que entregarte para que te cases, me mentalice mucho desde que nos dijeron que se iban a casar pero ahora estamos acá, parados frente a la iglesia a minutos de que des el sí y no me siento feliz y no te veo convencida de lo que haces – mis ojos también se llenaron de lágrimas – Prometeme que si aceptas casarte vas a buscar ser feliz a pesar de no ser la persona a la que realmente ames

-      Te prometo que voy a ser feliz – nos abrazamos

Subimos con mucho cuidado la escalinata, dos jóvenes abrieron la puerta sonriéndonos y comencé a caminar lentamente hacia el altar, la música era suave, veía a todos los invitados, mis amigos, mi familia, la familia de Juanjo, todos sonreían menos mis amigos que trataban de disimular su verdadero sentimiento. Mire hacia el frente y antes de llegar a ver a Juanjo cruce la mirada con Jenny, sonrió y luego vi a mi madre que no dejaba de llorar, hasta que por fin mire a mi futuro esposo, estaba serio, se veía nervioso y cuando llegue a él sonrió

-      Cuida mucho a mi hija – mi padre y él se abrazaron

-      Juanjo me tomo del brazo y volteamos a ver al sacerdote, era un hombre mayor que no dejaba de sonreír – Estas hermosa

-      Vos también estas muy guapo – ambos sonreímos

-      Miro al sacerdote y luego volvió a mirarme – Decime la verdad ¿Queres casarte conmigo? – sentí un nudo en la garganta, suspire profundamente y mi corazón no me dejo hablar, acaricio mi mejilla – Te amo pero sé que no vas a ser feliz estando a mi lado – metió la mano dentro de su saco – Sabia que esto iba a pasar así que me vine preparado – me entrego las llaves de su auto – Anda a buscarla – beso mi mejilla – Prometeme que vas a ser la mujer más feliz del mundo

-      Lo abrace fuertemente – Sos un hombre maravilloso, te prometo ser la mujer más feliz del mundo – le devolví el beso y corrí por el largo pasillo

Desactive la alarma para con el sonido ubicar donde estaba el auto, al encontrarlo corrí hacia él y me subí, era bastante incomodo con el vestido pero eso no tenía importancia ahora, encendí el coche y con el corazón acelerado maneje hasta la casa de Tami.

Al llegar baje del auto y toque el timbre varias veces, no respondía así que golpee la puerta

-      Soy Sami, Abrime – volví a golpear – Tami, abrí la puerta

Si estuviera ya hubiera abierto, pense varios segundos donde podía estar y solo se me vino a la mente un lugar, volví a subirme al auto y fui a nuestro lugar, sin dudas debe estar ahí. No tarde mucho en llegar, deje el auto en el primer lugar que pude y me baje. La gente me miraba, muchos con una sonrisa en los labios y otros sorprendidos, de lejos la vi sentada en nuestro banco, camine lentamente hacia ella y al estar a pocos metros me detuve

-      Te odio Tamara – ella se volteo a verme y se puso de pie – Desde hace dos meses que pusiste mi mundo patas para arriba – camino hasta quedar frente a mi – Todas las veces que me besaste, que me decías cosas bonitas, las veces que me provocabas sexualmente – la mire a los ojos – Hiciste que dude de todo lo que era mi vida – bajo la mirada – A pesar de eso hay una cosa de la que no tengo dudas y cada vez está más firme acá adentro – puse la mano en mi pecho – Te amo con toda mi vida…