Aprendiendo a Amar Cap. 76

-¿Queres pasar? – mire hacia arriba ubicando el cuarto piso y regrese mi vista a Sami – Hay elevador – sonrió - Además Juanjo fue a jugar a la pelota

Quiero aclarar algo, el punto de vista de Sami lo estoy evitando porque aun no estoy decidida de cual sera la eleccion de ella. Pero habra uno en el siguiente capitulo aunque no hable abiertamente de sus sentimientos y su decision. Espero les guste este nuevo capitulo!!

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Capítulo 76

Tami<<

Llegamos al centro comercial, estuvimos recorriendo varios locales, trate de comportarme para no incomodarla pero no podía evitar mirarla, definitivamente estaba mucho más hermosa que antes. Nos detuvimos al pasar por un local que vendía vestidos de novias, nos quedamos en silencio y ella volteo a verme

-      No te cases Sami – bajo su mirada – No es lo que queres

-      No quiero hablar de eso – comenzó a caminar y fui detrás de ella - ¿Queres comprarle ropa o que pensabas?

-      Sami, por favor – se detuvo y se paró frente a mí – No te hagas eso, ya no lo digo por mí, no es lo que realmente queres

-      En serio Tami – me miro seria – Si no te detenes me tomo un taxi y me voy

-      Está bien – levante mis manos – Puede ser algo de ropa, creo que es lo mejor

Seguimos caminando, ya no íbamos tan divertidas y casi no hablábamos. Entramos a un local de Pull&Bear, le compre una bonita blusa y un pantalón de jean que eligió Sami, pague y seguimos caminando.

No aguantaba que fuéramos tan calladas así que pense varios metros como podía animarla y al pasar por un local de videojuegos, sonreí y la tome de la mano, ella primero se negaba y una vez que llegamos al Just Dance, le dije que me esperara ahí, fui a la caja y compre una tarjeta y le cargue unos $50, regrese con Sami, pase la tarjeta y nos subimos, le dije que eligiera la canción que quisiera y comenzamos a saltar y bailar, recordé una de las muchas que hacíamos esto de chicas, siempre poníamos la misma canción y ella eligió esa misma. Después de varias canciones y de un poco de cansancio decidimos dar por finalizado nuestro baile. Entre risa fuimos hasta el estacionamiento

-      Yo te vi que casi te caes – ella se burlaba y yo no dejaba de negar y de reírme – Hubiera pagado porque te caigas y grabarte para mostrárselo a todo el mundo

Deje que siguiera burlándose, me encanta verla sonreír y más cuando es conmigo, faltando pocos metros para llegar al auto me detuve y ella me miro aun sonriendo

-      ¿Queres volver para caerte realmente? – negué y sin pensarlo más la abrace fuerte – Ay Tami – ella correspondió mi abrazo

-      Samanta – nos separamos y miramos hacia donde provenía la voz - ¿Qué estás haciendo? – Nelly nos miraba molesta y José se limitó a sonreírme

-      Hola – ella saludo nerviosa – Vinimos de compras

-      Eso ya lo veo – miro las bolsas que traía yo – Te estas por casar en menos de tres meses y estas con tu ex novia abrazándote

-      Nelly, solo fue un abrazo amistoso – me ignoro como si yo no estuviera ahí – Ambas tenemos claro que se va  casar, somos buenas amigas – Sami me miro y volteo a ver a su madre y asintió – Ella sabe lo que quiere – apreté con suavidad el hombro del amor de mi vida – Te veo mañana en la oficina – di unos pasos – Que terminen bien su dia

Seguí caminando hacia mi auto que no estaba lejos, esto era lo que me complicaba las cosas que Nelly no acepte que este cerca mío. Desactive la alarma y cuando iba a subirme escuche que alguien corría así que gire para ver qué pasaba

-      Vine con vos, tenes que llevarme a mi casa – se detuvo adelante mío y se escuchaba agitada – Y eso que estoy yendo al gimnasio – se rio y me hizo reír a mí – No le hagas caso a mi mamá, sigue siendo demasiado sobreprotectora

-      Nunca fui quien quiere para tu vida – baje mi mirada – Sí que la voy  tener complicada

-      No te hagas la sufrida, siempre te las ingenias – me guiño el ojo y me dio un golpecito en el hombro – Vamos, que estoy demasiado cansada

-      Espera – regreso los pocos pasos que había dado - Te gusta que haga todo esto ¿Verdad? – me acerque dejando mi cara cerca de la suya

-      Yo no dije eso – se hizo la tonta y la hice quedar con su espalda sobre e auto – No hagas lo que estoy pensando

-      ¿Qué te gustaría que hiciera? – me acerque más, mis labios estaban a milímetros de los suyos, cerro sus ojos, ella estaba esperando que la bese, puse mis manos en su cintura y roce suavemente sus labios pero el beso lo deposite en la comisura de sus labios, suspiro y abrió sus hermosos ojos color miel - ¿Vamos? – asintió deseando que no me separara de ella – Si no te moves no puedo abrir la puerta

-      Sí, claro, perdón – rápidamente rodeo el auto y se subió – No vuelvas a hacerlo

-      Yo no hice nada – sonreí y encendí en auto – Debes calmar esa cabecita

Comencé a manejar camino a su casa, ella miraba por la ventana, iba en silencio y con su mano acariciando donde la había besado, de reojo veía que ella varias veces que me miraba pero no aparte la vista del frente.

Al estacionar en la puerta de su casa desabrocho el cinturón de seguridad, se me quedo mirando

-      ¿Queres pasar? – mire hacia arriba ubicando el cuarto piso y regrese mi vista a Sami – Hay elevador – sonrió - Además Juanjo fue a jugar a la pelota

Mordí mi labio inferior, apague el auto y me baje, ella se bajó después de mí, active la alarma y caminamos hacia el edificio, abrió el portón con una de sus llaves, llamo el ascensor que no tardó en llegar, nos subimos y apretó el número cuatro, ella estaba uno pase adelante mío, desabroche un boto de mi camisa, sentía demasiado calor y al levantar la mirada note que por el reflejo Sami me miraba. Se abrieron las puertas y nos bajamos, caminamos hasta la puerta que tenía la letra “A” y abrió, jamás había entrado y realmente deseaba no haberlo hecho nunca ya que había fotos de ellos por todos lados, Sami noto mi incomodidad y disimuladamente o eso creía que hacia dio vuelta varias fotos

-      ¿Qué queres tomar? – me encogí de hombros sin dejar de observar el lugar - ¿Cerveza?

-      No, voy a manejar – nos miramos a los ojos - ¿Tenes Coca? – asintió y fue a la cocina, regreso con dos latas, me entrego una y se sentó en el sillón – Esta bonito el departamento – seguí caminando sin dejar de ver cada detalle

-      Haces dos meses termine ese mueble – voltee a ver hacia donde señalaba – Me llevo cuatro meses hacerlo – se rio – Lo mío son los planos definitivamente

-      Te quedo muy bien – camine hacia el sillón y me senté frente a ella, abrí la lata, tome un trago y la deje en la mesita, recargué mis brazos en mis piernas - ¿Por qué querías que subiera?

Dejo la lata, se levantó, vino hacia mí, quito mis brazos, se sentó sobre mis piernas, me empujo y mi espalda quedo recargada en el respaldo, rodeo mi cuello con sus brazos, sus pechos quedaron sobre mi pecho y comenzó a besarme, puse mis manos en su cintura trayéndola más hacia mí, con una de sus manos me toco la mejilla, ella estaba guiando el beso, me sentí completa, sabía que esto era lo que necesitaba, ella me estaba abriendo la puerta a un posible regreso, sin dudas debía esforzarme pero esto era todo un avance. Se separó de mis labios y dejo su frente sobre la mía, nos quedamos en silencio, era el silencio más hermoso de todos, solo se oían nuestras respiraciones y unos pocos minutos después se levantó y regreso a su lugar

-      Me pareció que en color morado quedaba bien el mueble – la mire y realmente no comprendía de que hablaba – Quiero hacer otro en color rojo – asentí – Tengo varias tablas de madera en el estudio, así que mañana me voy a poner con eso

Ella continuo contándome, me levante y fui a sentarme a su lado, preferí no escuchar más y callarla con un beso, nuevamente lo correspondió pero escuchamos unas llaves en la puerta y se puso de pie, la puerta se abrió y Juanjo entro riéndose con un amigo

-      Hey no sabía que estaban acá – le dio un beso a Sami y en mi cabeza idee mil maneras de matarlo – Fabián ella es Tami, una de las mejores amiga de Sami y una muy buena compañera de trabajo

-      Hola hermosa – el idiota se hizo el galán y escuche la risa de Sami – Te podes quedar a cenar con nosotros así te conozco un poco mas

-      Me encantaría pero es tarde y mi chica está esperándome en casa – le guiñe el ojo – Hasta mañana Sami – ella no dejaba de reírse a carcajadas – Un gusto conocerte Fabián

-      Disculpame – sonreí – No sabia

-      No te preocupes, algún dia cenamos para conocernos como amigos – le sonreí y el asintió – Te veo el lunes Juanjo

-      Hasta el lunes socia – sonreímos y me fui

Baje por la escalera, me detuve a recordar su beso, acaricie mis labios y sonreí, sé que tengo una enorme posibilidad de reconquistarla y no voy a desaprovecharla.

Feliz como nunca fui a mi casa, al llegar llame a Pablo para contarle y se puso muy contento, me dijo que a partir de ahora él iba a intervenir para ayudarme a que Sami abriera los ojos.

El sábado al llegar a la oficina subí rápido a mi oficina, tenía que ver unos asuntos muy importantes en la oficina con Malik. Cerca de las 12 del mediodía entre a la cocina y me serví un café, me senté y pocos minutos después entro Sami

-      Hola – se sentó a mi lado – Creí que no habías venido

-      ¿Por qué? – pregunte sin entender

-      Es que no fuiste a saludarme como todos los otros días – sonreí - ¿Llegaste bien anoche?

-      Asentí – ¿La pasaste mi número a Fabián para una cita? – ambas nos reímos - ¿Cómo termino tu noche? – ella bajo la mirada – No mejor no quiero saberlo

-      Me pare y lave mi taza – Es mi futuro marido

-      Eso lo sé – abrí el mueble, deje mi taza donde siempre y luego la mire a los ojos – Pero vos vas a ser mi mujer

Me fui a mi oficina, mi humor cambio drásticamente, me puse a revisar unos acuerdos y a las 2 en punto baje al estacionamiento y me fui a mi casa.

El resto del sábado me puse a lavar ropa y arme la valija para mi viaje, me dormí temprano ya que al otro dia fui a desayunar con mi hermana y a pasar el dia juntas.

En la tarde cuando estaba por irme sonó el timbre, Bella fue a abrir mientras yo me despedía de Naty, cuando regreso lo hizo con Sami

-      Feliz cumple Natalita – la abrazo y lleno de besos - ¿Cómo te la estás pasando?

-      Bien, todavía tengo que hacer reposo y no puedo comer nada rico como quisiera pero bien – me miro y se rio - ¿Ustedes cómo van?

-      Ya me voy Naty, tengo que viajar mañana temprano – volví a darle un beso – Te hablo en cuanto llego a Madrid – salude a Bella – Cuidala mucho

-      Si cuñadita – me abrazo – Trata de divertirte un poco allá

-      Lo hare – me acerque a Sami – Seguro mañana te veo en el aeropuerto – asintió – Hasta mañana

-      Camine hasta la puerta y alguien me tomo de la mano - ¿Podemos hablar un minuto? – asentí y salimos a la calle – No quiero que estés enojada conmigo

-      No estoy enojada con vos – acaricie su mejilla – Quiero que entiendas que te amo y que voy a hacer lo que sea por estar con vos

-      Me abrazo – Te veo el mañana en el aeropuerto

Bese su mejilla, espere a que entrara y me fui a mi casa. Me di una ducha larga y me acosté a dormir ya que me tenía que levantar a las 4 am.

Me desperté y parecía un muerto vivo, casi sin abrir los ojos me vestí y solicite un Uber, tardo unos cinco minutos en llegar, el joven conductor subió mi valija y fuimos hacia el aeropuerto. En la entrada ya estaban Sami y Juanjo, entramos y nos sentamos a que anuncien nuestro vuelo. Juanjo me contaba que ya había organizado las reuniones para martes y miércoles, que el jueves lo tendríamos libre y en la noche salía nuestro vuelo de regreso, yo tenía demasiado sueño así que solo asentía.

A las 7 am anunciaron el vuelo, nos pusimos de pie y ellos comenzaron a besarse y él le decía cosas bonitas, preferí no ver ni escuchar así que me aleje un poco. Unos minutos después Juanjo me dijo que ya podíamos irnos y me acerque a Sami

-      Adelantate Juanjo, ya te alcanzo – avanzo unos metros – Te voy a extrañar

-      Se va a hacer tarde – acaricie su mejilla – Te ves hermosa – me miro seria – No te enojes, solo te digo la verdad

-      Mi prometido está a cinco metros – quito con delicadeza mi mano – Ojo con lo que haces o decís en España

-      Tranquila, yo no tengo intensiones de lastimar a Juanjo – la mire molesta – Pense que me conocías un poco mas

-      Perdón, estoy nerviosa – beso mi mejilla – Que tengas un buen viaje

-      Gracias – sonreí y camine hacia Juanjo

El vuelo fue tranquilo, dormí un poco pero cuando me desperté Juanjo comenzó a contarme cosas sobre su relación con Sami, disimule lo que más pude y le contestaba lo más tranquila y prudente que pude.

Una vez en el Hotel me di un baño y me vestí lo más elegante posible, me puse un vestido manga tres cuartos, un poco ampón, blanco con rayitas verticales negras, unos zapatos negros Dior, un pequeño bolsito del mismo color, acomode mi cabello haciéndole un poco de ondas, me puse mi Carolina Herrera 212, me maquille muy poquito y baje a la recepción donde me estaría esperando Juanjo, tenía puesto un traje color beige, una camisa celeste sin corbata, unos zapatos café claros y su perfume Boss, su cabello muy prolijo, una recién crecida barba y sus infaltables lentes que le daban un toque muy ejecutivo. Al verme sonrió, doblo su brazo para que lo tomara y caminamos hacia la salida, paro un taxi y nos subimos, le indico la dirección y comenzó a enviar unos mensajes, seguramente a Sami.

Llegamos a un elegante restaurant, él pago y nos bajamos. En la entrada había una señorita que nos indicó la mesa en la que nos esperaban. Una vez que llegamos a donde estaba nuestro posible cliente él se puso de pie, nos saludamos muy cordialmente y nos sentamos

-      Me da gusto que hayan podido viajar a pesar de que se acerca la boda – el hombre me sonrió – Deben tener muchas cosas que hacer y agradezco que me den este espacio

-      Nosotros solo somos socios – Jiménez me miro extrañado – Él se va a casar con una chica muy bonita que lo espera en Buenos Aires

-      Oh discúlpenme – note que se sonrojo – Usted también es una señorita muy hermosa y seguramente tenga un hombre que la espere en su país

-      No, estoy soltera – note como se le iluminaron los ojos y me arrepentí de eso

-      Pero me encargaron cuidarla así que tengo que hacer bien mi trabajo – mire a mi compañero y el me guiño el ojo, agradecí que haya dicho eso - ¿Entonces qué le pareció el contrato que le envió mi compañera?

-      Es muy bueno, aunque me gustaría ajustar un poco más los costos – me observo – Se doctora que puede hacerlo

-      Dejeme ver qué puedo hacer – asintió – ¿Respecto a los plazos y la forma de pago?

-      De eso no hay problemas, aunque quisiera que se terminara en un menos de dos años el proyecto – miro a Juanjo

-      Dos años es el plazo máximo que manejamos, claro está que nosotros también deseamos terminarlo unos meses antes – un hombre nos trajo las cartillas – Pero cenemos y luego continuamos hablando de negocios

Estaba demasiado nerviosa, Jiménez por teléfono y correo parecía muy satisfecho con nuestro plan de trabajo y ahora le surgieron demasiadas dudas. Saúl llego tarde pero se nos unió en la reunión, se justificó con que había mucho trabajo en la empresa y el hombre no tuvo inconvenientes.

Cuando terminamos de cenar, mientras tomábamos un café continuamos hablando sobre el contrato, Saúl en vez de ayudar apoyaba todo lo que decía el español y eso me estaba poniendo de muy mal humor

-      Creo que es mejor que continuemos la reunión mañana después de enviarle el ajuste de precios – me puse de pie – Que pasen una bonita noche caballeros

Camine hacia la salida, al salir busque un taxi con la mirada y cuando iba a parar uno Juanjo me tomo de la mano

-      ¿Por qué te fuiste así? – pregunto molesto

-      Saúl nos está jugando sucio – levanto su ceja – Yo hable con Jiménez todo este tiempo, él estaba seguro y conforme con todo lo que le manejamos

-      Le surgieron dudas Tami, eso es todo – sonreí irónicamente - ¿Por qué nos jugaría sucio?

-      ¿Porque le importa el dinero y nada más que eso? – negó – Se nota que es tu amigo

Lo deje ahí parado y detuve el primer taxi que paso, me subí y fui al hotel. Al llegar subí directo a mi cuarto, me quite el vestido y los zapatos, me desmaquille y me puse mi ropa de dormir, me acosté y comencé a maldecir de haber viajado, sentía que me iban a dejar a fuera de esto, era muy notorio lo que estaba haciendo Saúl y Juanjo al ser su amigo lo estaba apoyando, agarre mi celular y marque a la única persona que me podía ayudar

-      Hola Tati ¿Estas ocupada? – me senté en mi cama

-      Hola Tami, estoy en una reunión demasiado aburrida y agradezco tu llamado, esperame un segundo – escuche que comenzó a hablar con alguien – Me tengo que retirar, es una llamada muy importante – cerro una puerta y volvió a hablarme – Listo, gracias al cielo llamaste – se rio - ¿En qué te puedo ayudar?

-      Creo que Juanjo y Saúl quieren dejarme afuera del acuerdo con Jiménez – ella hizo silencio – Le maneje unos números extraordinarios en los que me ayudo Malik, los acepto muy contento, solo era viajar para que firmara y ahora esta con dudas sobre esos números

-      No creo que Juanjo te juegue sucio – me levante y fui al minibar a buscar una cerveza – De Saúl si me lo espero pero habla con Juanjo y explícale

-      Ya lo hice, en cuanto salí de la reunión se lo dije y no me cree – tome un trago de cerveza - ¿Me puedo salir de esto?

-      Sí, no hay nada firmado pero ¿Vas a perder ese gran proyecto en el que tanto trabajaste? – pregunto

-      No quiero salirme – escuche que golpearon la puerta – Te llamo en diez minutos

-      Si, cuidate – colgué la llamada

-      Abrí la puerta y Juanjo me miraba apenado – Tenias razón – abrí mis ojos – Encare a Saúl y me dijo que él quería encargarse de la negociación

-      Bueno, que él se encargue – me miro asombrado – Yo hago el contrato y me llevo mi parte

-      Perdón por cómo te trate hace un rato – se le notaba que estaba apenado – Mañana solo Voy a reunirme con Saúl para que haga una cotización así que tenes el dia libre

-      Me voy a ir a pasear un rato entonces – ambos sonreímos – Descansa Juanjo

Regrese a la cama, llame a Tati y le conté lo que había pasado, ella me dijo que había hecho lo correcto y que mañana disfrutara mi dia libre. Me puse un película y antes de que terminara me quede dormida.

El siguiente dia fui a la Plaza de Cibeles y luego al círculo de Bellas Artes, también fui al Santiago Bernabéu, como buena fanática de Real Madrid no podía faltar y por ultimo fui a un bar en el que conocí unas chicas españolas que me hicieron compañía para no beber sola. Cerca de las 3 am me fui a dormir un poco mareada.

La puerta comenzó a sonar, no me quería levantar ya que se me partía la cabeza de dolor, ante tanta insistencia me levante, mire mi celular, eran las 10 am, camine hacia la puerta y abrí, Juanjo tenía dos café en la mano

-      Esto es para que te despiertes y luego me acompañes a comprar mi traje para el casamiento – de golpe se me fue todo el sueño, abrí mis ojos lo más grandes que pude – Necesito una opinión femenina

-      Viniste al lugar equivocado amigo – se rio – No soy yo quien debe ayudarte para eso

-      Vamos, sos mi amiga – entro y cerró la puerta – Anda a darte una ducha y cámbiate, pido algo rico para que comas cuando salís

No me podía negar, no tenía excusa pasar hacerlo así que fui a bañarme, trate de tardar lo más que pude, si fuera por mí me hubiera bañado hasta las 8 de la noche para salir e irnos directo al aeropuerto. Al salir me cambie en un enorme vestidor que tiene mi cuarto, me puse un jean azul claro, una remera negra con la lengua de los Stones, desenrede mi cabello, me puse unos Vans blancos y una chamarra de piel color negra, comimos unos tostados con un jugo de naranja y bajamos, comenzamos a caminar, me conto que el había sacado una cita en una tienda muy buena que no estaba lejos.

Al entrar un hombre de unos 40 años nos recibió, nos felicitó por la boda y rápidamente le explique que yo solo era una amiga y lo iba a ayudar con la elección del traje. Agradecí que no sea un traje a medida, que solo lo compraría y si necesitaba retocarlo lo haría en Argentina, me senté en un sillón mientras el comenzó a probarse varios modelos. Desfilo con varios modelos y a todos le dije que no

-      Tami, así no me ayudas – se sentó a mi lado – Ninguno te gusta

-      No sé de trajes para una boda y menos de hombre – se rio – Todos los veo iguales pero de distintos colores o con distintos detalles

-      Hagamos algo, de los que me probé ¿Cuál te parece más elegante? – se paró frente a mi

-      Trate de recordar los casi diez modelos que me enseño y observe el que tenía puesto – Este que tenes – Era negro con camisa blanca, chaleco gris oscuro y una corbata del mismo tono – Este es el mejorcito

-      De acuerdo – miro al hombre que lo atendía – Me llevo este

Me puse de pie, espere a que se cambiara y pagara. Luego regresamos al hotel, lo espere en la recepción mientras el subía a dejar el traje en su cuarto. En pocos minutos bajo y nos fuimos a almorzar

-      Quiero que la luna de Miel sea en Dubái – sonreí – Es un lugar precioso

-      Sin dudas lo es – quería que me tragara la tierra – Seguro a Sami le encante

-      Seguramente si – se veía muy feliz y por un momento me sentí mal de estar reconquistando a Sami – Ella es muy unida a vos, se les nota una conexión especial, sé que Jenny es su mejor amiga pero cuando esta con vos sonríe de una manera especial – me atragante con la comida y tome un trago de Coca-Cola - ¿Esta bien?

-      Si, solo se me fue la comida por el tubo equivocado – se rio – Somos amigas como cualquier otras

-      Si la vieras como habla de vos no dirías lo mismo – nuevamente me atragante - ¿Segura estas bien? – asentí

-      Está muy rica la comida – llevo una porción a su boca y asintió – ¿Esta noche volvemos a Argentina?

-      Si, a las 9 pm sale el vuelo – continuamos comiendo

Después del incomodo almuerzo nos fuimos a caminar un rato, si el no fuera el prometido del amor de mi vida creo que seriamos muy buenos amigos.

A las 7 pm agarramos nuestras valijas y partimos hacia el aeropuerto, realmente me sentía muy incómoda, no quería seguir escuchando sus planes con Sami así que le dije que iba a ir a recorrer un poco más y que regresaría en el siguiente vuelo, me dijo que estaba bien, fui a pedir un cambio de vuelo y por suerte si había lugar en el siguiente. Me despedí de Juanjo, me senté y espere pacientemente mi avión.

Casi veinte horas después estaba en Argentina, en mi casa y con mi ropa de dormir, estaba agotada por tanto viaje y espera. Justo cuando iba para la cama sonó el timbre, con cara de fastidio abrí la puerta y me sorprendí de ver a Sami

-      No sabía si habías llegado bien – me dio un beso en la mejilla - ¿Cómo estás?

-      Cansada y llegue bien por suerte – miro la puerta - ¿Vas a pasar?

-      Sí, claro – me hice a un lado y entro - ¿Por qué viniste en otro vuelo?

-      Porque quería pasear un poco más por Madrid – respondí molesta

-      Mejor me voy – fue hacia la puerta – No sé para que vine

-      No espera – la detuve – Perdón, estoy muy estresada porque fui sin sentido a España y porque tuve que acompañar a Juanjo a comprar el traje de novio

-      Abrió su boca – Disculpa, no lo sabia

-      No quise hablarte mal – tome sus manos – Me da gusto que hayas venido a verme

-      Me preocupe, no sabía cómo habías llegado y no respondías los WhatsApp – recordé que deje el celular en el bolso – ¿Mañana vas a la empresa?

-      Sí, tengo mucho trabajo – la mire a los ojos, luego baje la mirada a sus labios y me acerque a ella - ¿Puedo besarte?

-      No me preguntes eso – bajo su mirada – No puedo decirte que lo hagas y tampoco decirte que no lo hagas

No deje que siga hablando, la puse contra la pared y la bese, ella como todos los demás lo correspondió, mis manos las puse en su cintura y lentamente la derecha comenzó a subir hacia su pecho izquierdo, cuando llegue ella me separo

-      No, en serio no puedo Tami – abrió la puerta y se fue

Suspire y me deje caer en el sillón, sé que está muy dudosa, eso me da tranquilidad pero los días siguen pasando y ella sigue firme con la boda y eso me está preocupando pero no me voy a dar por vencida, sé que voy a evitar esa boda.