Aprendiendo a Amar Cap. 72

Sami – ella clavo su mirada en él – Te amo y quiero compartir toda mi vida al lado tuyo – se arrodillo y saco del bolsillo interno de su saco una cajita color roja, la abrió y la puso delante de Sami - ¿Te queres casar conmigo?

Tengan paciencia!!! Todo lleva un curso... Estoy segura que el final de temporada les gustara!!!

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Saludos ;)

Capítulo 72

Sami<<

Estaba conversando con Jenny, ella acababa de salir de visitar a Naty y me comentaba que la veía bastante bien por lo que le había pasado, en ese mismo momento sentí una imperiosa necesidad de ir a la capilla y agradecerle a Dios de que no le haya pasado nada grave, mi disculpe con mi amiga y baje muy tranquila, recordé que Tami había bajado, seguramente había ido a comprar algo y que no había comido en todo el día. Al llegar a la planta baja busque con la mirada la capilla, un letrero con una flecha me indico el camino, seguí caminando mientras trataba de recordar la última vez que había entrado a una iglesia y puedo asegurar que desde pequeña no lo hacía ya que nunca fuimos muy creyentes mejor dicho muy apegados a la iglesia. Abrí la puerta, me sorprendí de encontrarme a Tami y ella se ve que se sorprendió de verme a mí porque se quedó paralizada, hicimos silencio unos largos segundo hasta que decidí romperlo

-      Ni que hubieras visto a la Virgen – sonreí – Bueno, de eso no tengo nada – mire a la cruz – Perdón Diosito

-      ¿Qué haces acá? – pregunto aun sorprendida

-      No sé, sentí ganas de venir y lo hice – volteo a ver a Jesús – Pense que estabas en la cafetería comiendo algo – ella seguía mirando hacia el altar - ¿Pasa algo?

-      No, nada – me miro nervioso – Ya me voy – abrió la puerta y se fue apurada

Sonreí y trate de pensar que le pasaba pero no logre llegar a ninguna conclusión, camine hasta quedar parada frente a Cristo, iba a comenzar a agradecerle y un sacerdote de aproximadamente unos 60 años salió detrás de una puerta

-      Buenas tarde hija – me regalo una enorme sonrisa - ¿Algún familiar enfermo?

-      Buenas tardes Padre – negué con la cabeza – Una muy buena amiga pero gracias a Dios está mejorando

-      Veni hija, sentémonos – caminamos hacia las bancas de delante de todo – Que bueno es que estés aquí, él siempre nos escucha – señalo a Jesús

-      Realmente yo no soy de venir mucho a la iglesia pero hoy sentí muchas ganas de hacerlo – tomo mi mano – Soy creyente pero, disculpe si lo ofendo, no creo mucho en las iglesias

-      Te entiendo – volvió a sonreírme – Pero sabes que el Señor todo lo hace por algo – me quede pensando en lo que me decía – Si viniste aquí es por algo ¿No crees?

-      Hice silencio y luego hable – Me encontré con una amiga muy especial para mí al llegar

-      Todo tiene un porque – mire hacia el frente - ¿Hay algo inconcluso con esa persona?

-      Demasiadas cosas pero ninguna de las dos sabe cómo resolverlas y preferimos tomar el camino más fácil – regrese la mirada al agradable anciano

-      Conversen ese es siempre el mejor camino – nos pusimos de pie – Hablen con honestidad, quien siempre dice la verdad es este de aquí – señalo mi pecho

-      Muchas gracias Padre – estrecho mi mano y luego me persigno – Que tenga un bonito dia

-      Solo recuerda, Dios todo lo hace por algo – ambos sonreímos y camino hacia el altar

Fui hacia la puerta, me sentía muy tranquila y con mucha paz, antes de irme voltee para ver una vez más al sacerdote y me lleve la sorpresa de que no estaba, cerré la puerta y me quede en shock, sé que era real, que estaba frente a mí y escuche su voz, trague saliva y subí rápidamente la escalera.

Solo estaba Bella, ella se iba a quedar nuevamente en la noche, me senté a su lado y le comencé a contar lo que había sucedido. Al terminar ambas nos quedamos sin palabras

-      ¿Estas segura de que estaba ahí el señor? – asentí asustada – ¿Recordas su cara?

-      Si, te lo puedo hasta describir – ambas suspiramos – Me tengo que ir, Juanjo me invito a cenar

La abrace y le di un beso, le dije que me llamara cualquier cosa y volví a bajar las escaleras, camine hacia la salida y voltee hacia la capilla, unas monjitas dejaban unas flores en un pequeño altar que había a un costado de la puerta, espere a que se retiraran y me acerque, había un cuadro, muchas flores y velas, al ver el cuadro sentí como se helo mi sangre, era el sacerdote con el que había hablado y tenía una leyenda que decía “En memoria de Nuestro Querido Padre Agustín, Dios lo tenga en la Gloria, 1948-2008” agarre el cuadro y lo acerque a mis ojos, no podía creerlo, estoy segura que este hombre estuvo hablando conmigo, deje el cuadro y me fui lo más rápido que pude hasta mi auto, al sentarme prendí la radio, puse música y maneje hasta mi casa. Al llegar me di una ducha, me vestí y Juanjo me llevo a una bonito restaurant para festejar que cumplíamos un año y medio de relación.

Tami<<

Salí corriendo de la capilla, subí y me encontré a las chicas, Sofí me entrego las llaves de mi auto, me explico en que parte del estacionamiento lo había dejado, le agradecí y le dije que la llevaba hasta su casa. Al llegar a mi auto desactive la alarma y nos subimos, nos abrochamos el cinturón de seguridad y encendí el coche

-      ¿Estás bien? – voltee a verla y negué – Esta bien tu hermana, seguro mañana la lleven a una habitación normal

-      No es eso – mire el espejo retrovisor ya que estaba dando marcha atrás, cuando ya pude manejar hacia la salida seguí hablando – Fui a la capilla a agradecerle a Dios que mi hermana se haya despertado y aproveche para pedirle que me guie hacia la felicidad, que siempre me siento incompleta que me mostrara lo que necesito

-      ¿Y que hay con eso? – pregunto sin comprender

-      Cuando estaba saliendo justo entro Sami – Sofí sonrió - ¿Por qué te reis?

-      Pediste que te muestre que es lo que te falta y te lo mostro, más claro échale agua – al detenerme en el semáforo la mire - ¿No te das cuenta?

-      No creo, seguro fue casualidad – cambio la luz a verde y arranque

-      No hay peor ciego que el que no quiere ver – resoplo – Tal vez cuando decidas quitarte esa venda que traes en los ojos sea tarde

-      Sofí, yo estoy con Tati y ella con Juanjo – asintió – No hay nada que tenga que ver

-      Si, entiendo – murmuro

-      Yo amo a Tati – la voltee a ver

-      Yo te amo a vos y eso no quiere decir que te quiera como pareja – negué mirando al frente – Es muy bonito lo que tienen, te ha ayudado muchísimo a crecer como persona y como profesional pero ¿Es quien realmente queres para el resto de tu vida?

-      No lo sé, el tiempo eso lo dirá – se rio

-      Ya mejor no digo más – en ese momento llegamos a su casa – Menos mal que ya llegamos

-      No me digas así – beso mi mejilla – ¿Te va a bajar sin decirme más nada?

-      Que pases una bonita noche – abrió la puerta y se bajo

Me la quede mirando y ella solo saludo con la mano, abrió el portón y entro, negué con mi cabeza, puse primera y tome el camino hacia mi casa.

Al llegar Tati ya estaba ahí, había preparado la cena, le di un beso y nos sentamos a comer mientras hablábamos de mi hermana, varias veces ella me repetía las cosas porque en mi mente solo estaba lo que había pasado en la capilla y en la conversación con Sofí.

Me fui a bañar, todavía analizaba la posibilidad de que realmente la aparición de Sami haya sido una señal o una casualidad, al salir me vestí rápidamente y me acosté en la cama a dormir.

Me desperté temprano, me vestí y antes de ir a la oficina pase por la clínica, subí hacia el tercer piso, me encontré con Bella, estaba muy contenta porque a Naty la pasaría esa misma tarde a una habitación, que los médicos estaban sorprendidos de su evolución tan favorable.

Después de estar un ratito conversando con Bella me fui a la oficina. Realmente no me podía concentrar, en mi mente solo estaba una cosa, por un lado quería aceptarlo pero por el otro no, no sé ni cómo reaccionar, no creía que fuera posible una señal y tan pronta.

Ya paso casi un mes desde la operación de Naty, le van a dar el alta y se va a quedar unos días en mi casa, estoy esperando que el medico firme el documento de que ya nos podemos ir

-      Ya acondicionamos el cuarto donde te vas a quedar – recostó su cabeza en mi hombro - ¿Estas cansada?

-      Si, solo camine hasta la recepción pero me siento muy cansada – suspiro – No quiero ser una carga para vos

-      No digas eso – mire a Tati – Nosotras estamos muy contentas de que te quedes en casa

-      Muchas gracias chicas – mi hermana le agarro la mano a Tati y ambas sonrieron – Al fin, ahí viene el doctor

Después de darnos varias explicaciones Tati fue a acercar el auto y a paso lento fuimos hasta la salida, al cruzar la puerta mi hermana sonrió, se veía contenta de estar fuera de la clínica, llego Tati y ambas la ayudábamos a subirse al coche, yo subí del lado del conductor y mi novia a mi lado. Fuimos hablando sobre lo que se le antojaba comer en la noche ya que era de tarde.

La primera noche fue bastante difícil, a Naty le costó dormir y no se sentía segura para andar caminando así que varias veces me levante a ayudarla para ir al baño.

A la mañana desayunamos las tres juntas, llego Bella y note una mirada especial entre ellas que al darse cuenta que yo las veía trataron de disimular, nos despedimos de ambas y fuimos hacia la empresa.

Por suerte tuve varios clientes y próximamente tengo que viajar nuevamente a España para seguir trabajando en el proyecto del centro comercial.

En la tarde Jenny y Tati solicitaron una reunión, así que cuando se hizo el horario fui hasta la sala de reuniones, me senté en el mismo lugar de siempre, Sami se sentó frente a mí, me sonrió y volteo a ver a Jenny que estaba comenzó a hablar. No podía apartar la mirada de mi ex novia, ya había pasado un mes de esa posible señal y yo seguía sin hacer nada al respecto. Se veía muy linda, tenía el cabello recogido y esa blusa le queda muy bonita, mientras miraba a Jenny jugaba con su bolígrafo pasándolo entre sus dedos, sé que mi jefa está hablando pero realmente no escuchaba nada de lo que estaba diciendo. Sami se voltea a verme y me hace señas, sonrió tontamente y noto que todos me están mirando

-      Hello – grita Jenny y volteo a verla - ¿Qué pensas de los números?

-      Perdón me fui – me acomodo en la silla – Están muy bien

-      Todos se rieron y voltee a ver a Tati que está sentada en la otra punta de la larga mesa – Los duplicamos, no son bueno, son buenísimos

-      Nos dimos cuenta que te fuiste y bien lejos – Sofía se reía – Vamos a ir a festejar esta noche, ya reservamos un pequeño salón

-      Está muy bien – mire a Sami que no dejaba de reírse

-      Se ve que estas muy cansada con eso de cuidar a tu hermana – me hablo Jenny y asentí – Si queres anda a descansar y te envió por mensaje la dirección del salón

-      Si, está bien – no dude, me levante, agarre mi libreta y mi bolígrafo

-      Escuche nuevamente la risa de todos – No era literal pero está bien, anda a descansar

No voltee y me fui, camine a mi oficina, últimamente ando muy perdida en mis pensamientos y cada vez se me nota más, agarre mi bolso y baje al estacionamiento, me subí a mi auto y lo más calmada posible fui hasta mi casa.

Abrí la puerta y deje el bolso en uno de los sillones, iba a ir a acostarme pero primero fui a ver si mi hermana estaba bien, abrí la puerta y me sorprendió lo que estaba viendo, Bella y Naty se besaban, era un beso muy cariñoso, tosí a propósito para que notaran mi presencia y se separaron

-      Que increíble – camine hacia ellas – Vos no me soportabas y ahora estas besando a mi hermana que es igual a mí en versión morena – note que ambas se sonrojaron – Miren, yo no me voy a meter, si ustedes se sienten bien estando juntas, las apoyo

-      Es la primera vez que nos besamos – las mire incrédulas ante la explicación de mi hermana – En serio, jamás había pasado nada

-      Somos muy buenas amigas pero desde hace unos meses me viene pasando algo con ella, se lo confesé mientras estaba en la clínica – ambas bajaron su cabeza

-      No se avergüencen, vayan de a poco y no la lastimes porque te mato – las dos sonrieron – Voy a pedir que no tengan sexo en mi casa – las dos hicieron silencio – Es broma, cambien esa cara, no van a tener sexo porque mi hermana todavía no puede pero después hagan todo el Kama Sutra lésbico – las tres nos reímos – Me voy a dormir un rato, me avisan cualquier cosa

Fui directo a mi cama, me acosté y en cuestión de minutos me quede muy dormida.

Me desperté cuando Tati entro al cuarto, mire mi celular y eran las 8 pm, ella ya estaba bañada y venía con ropa en su mano

-      Buenas noches dormilona – se acercó y me beso - ¿Te hizo bien dormir? – asentí frotando mis ojos – Anda a bañarte, ya es tarde

-      No tengo ganas de ir – se sentó a mi lado – Últimamente me siento muy desganada

-      ¿Qué pasa? – tomo mi mano – Desde hace un mes estas así, nunca queres que salgamos y si lo hacemos estas muy callada ¿Hice algo que te haya molestado?

-      No mi amor, no sos vos, soy yo – me reí de lo estúpido que sonó esa frase – No estoy bien yo y ando mal con todos, hace un mes medio discutí con Sofí y ya no hemos vuelto a hablar como antes, con vos siempre ando desanimada y no quiero salir, en el trabajo se me olvidan las cosas y anda batallando con los clientes – baje la cabeza y suspire – Necesito aclarar mi mente, ya no quiero seguir así

-      Hagamos algo, vayamos a festejar esta noche, tratas de solucionar las cosas con Sofí y te distraes de lo que te esté preocupando – por dentro me reí con ironía, mi mayor preocupación iba a estar frente a mis ojos – Después podemos irnos a celebrar nosotras por separado – me guiño el ojo

-      Está bien – sonreí levemente – Me voy a bañar

Entre al baño, me desvestí, abrí la regadera y cuando el agua estaba más caliente que fría entre, parecía que estaba en modo automático. Cuando salí me puse un jean y una camisa azul, me puse unos converse negro, me perfume con mi infaltable Carolina Herrera 212, me cepille los dientes y fui hasta la sala, Tati, Naty y Bella se me quedaron viendo

-      ¿Les debo dinero o algo? – se rieron - ¿Qué?

-      Hermanita, tenes mal abrochada la camisa – baje la mirada y vi que era cierto y lo comencé a acomodar – Bella se va a quedar conmigo asi que no se preocupen en llegar temprano

-      Ya les dije, sexo acá no – Tati las miro y comenzó a reírse - ¿Vamos amor?

-      Si – les dio un beso a cada una – Nos llaman cualquier cosa

-      Yo la voy a cuidar – Bella me miro con una sonrisa en sus labios

-      Y si no lo haces te mando a matar – la señale con el dedo y nos fuimos

Fuimos en el auto de Tati, ella me hablaba sobre el restaurant ya que hace bastante no iba a ver como estaban las cosas, yo la escuchaba y solo asentía o negaba según lo que ella decía.

Cuando entramos había una gran mesa, en las cuales ya estaban casi todos, mire la hora y pasaban de las 10 de la noche. Salude a todos con la mano y me senté al lado de Sofí

-      ¿Vas a seguir sin hablarme? – volteo a verme

-      ¿Vas a seguir con la venda en los ojos? – respondió desafiante y yo baje la mirada – Acompáñame al baño – mire a Tati que me levanto el pulgar dándome ánimos, al llegar a baño entramos y ella reviso que no haya nadie adentro, cuando ya está segura se paró frente a mí – Estas apendejada desde que paso lo que paso en la capilla, ¿Te das cuenta que no podes seguir así?

-      Lo sé pero ¿Qué hago? – la mire a los ojos - Estoy bien con Tati, me siento a gusto y noto que Sami se siente igual con Juanjo

-      Se rio con mucho sarcasmo - ¿En serio? ¿Ahora te fijas en eso? Agarra a Samanta y comele la boca, vas a ver como se le va todo el amor por Juanjo

-      No puedo hacer eso, no voy a lastimar a Tati y tampoco quiero que sufra Juanjo, se ve que esta metidisimo con ella – hice silencio unos segundos – Tengo que hacer las cosas bien

¿Entonces estas dispuesta a recuperar a Sami? – Asentí – Es la mejor noticia del mes – se veía más contenta que un niño con juguete nuevo – Yo te ayudo, dejemos pasar esta noche y vemos que es lo mejor

-      La abrace – Gracias Sofí

-      Agradéceme después de pasar una noche de pasión con ella – me guiño el ojo y volvimos a la mesa

El resto de la noche me sentí un poco más tranquila, varias veces me quede mirando a Sami, ella se daba cuenta, solo sonreía y seguía en lo suyo, se veía muy hermosa, tenía puesto un vestido corto y ampón color negro con unas mangas que apenas cubrían sus hombros, el cabello recogido y de lado, me enfoque en solo observarla, pensaba si ella estaría dispuesta a dejar a Juanjo por mí, lo primero era hablar con Tati, explicarle como me siento y que terminemos de la mejor manera.

Ya casi eran las 12 de la noche, estábamos todos en la mesa ya que acabábamos de brindar por los buenos números del mes, Juanjo se puso de pie y pidió hablar, sentí muchos nervios, Sofí me miro y puso su mano sobre mi pierna para tranquilizarme

-      Estoy muy feliz de pertenecer a esta empresa – suspire un poco aliviada – Más que nada estoy contento de conocer a Jenny que me regalo la oportunidad de conocer al amor de mi vida – miro a Sami y sonrió, mis nervios regresaron – Sami – ella clavo su mirada en él – Te amo y quiero compartir toda mi vida al lado tuyo – se arrodillo y saco del bolsillo interno de su saco una cajita color roja, la abrió y la puso delante de Sami - ¿Te queres casar conmigo?

Sofí apretó con fuerza mi pierna, trague saliva, rogué mil ves por dentro que se negara, los segundos se me hacían eternos, Sami solo miraba el anillo y no decía nada, mi esperanza aún estaba intacta hasta que una sonrisa se dibujó en su rostro

-      Sí, claro que me quiero casar con vos mi amor – él se puso de pie y luego de besarse se abrazaron

No aguante más, sentí un fuerte dolor en el pecho, me levante y aunque Sofí trato de detenerme salí a paso acelerado, no mire hacia atrás, solo me puse a correr, iba sin rumbo, quería irme lejos, definitivamente ya la había perdido, este era nuestro verdadero adiós…