Aprendiendo a Amar Cap. 55
-No, ¿Cómo crees? Bella puso nerviosa No me animo a proponerle algo así a una chica -Entonces acostate conmigo su cara se sonrojo en cuestión de segundos No soy tonta, queres proponérmelo pero no te animas
Gracais por los comentarios y por la buena onda de todos... Espero les guste este nuevo capitulo... :)
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Capítulo 55
Tami<<
Cuando vi entrara a Samanta con esa chica me sentí incomoda y más cuando me entere que la querían contratar para trabajar en nuestra empresa, cuando tuve oportunidad expuse mi punto, no creía necesario que tengamos otro arquitecto pero obviaron mi pensar y la contrataron. Antes de que Samanta se vaya la lleve a un costado y tuvimos un pequeño cruce de palabras y ella se fue muy disgustada, yo me quede de la misma manera y le pedí a Tati que nos fuéramos.
Subimos al auto de Tati, íbamos en silencio, yo no tenía ganas de hablar, me había molestado un poco que no me haya comentado la situación antes de la reunión de hoy y que no me apoyara cuando dije que no hacía falta contratarla, en un semáforo cerca de mi casa ella me hablo
- Creo que estas un poco celosa – voltee mi cabeza hasta que nuestros ojos se cruzaron - ¿Por qué te molesta tanto Isabella?
- No estoy celosa, yo estoy con vos y Samanta puede estar con quien quiera – respondí molesta – Creí que me apoyarías
- Tami, sabes bien que en aspectos laborales nuestra relación queda a un lado, yo voy a hacer lo que crea correcto y favorable para la empresa – negué y mire por la ventana – Además eso no es lo que te molesta
- ¿Ah no? – la mire y ella no dijo nada - ¿Qué es lo que me molesta según vos?
- Que Sami sea feliz – iba a contestarle pero no me dejo – No seas egoísta, ella también merece serlo
Preferí no seguir hablando, sabía que si le decía algo terminaríamos peleando y no tenía ganas. Al llegar desabroche mi cinturón de seguridad, vi que ella no desabrocho el suyo y tampoco había apagado el auto
- ¿Te vas a ir? – asintió - ¿Por qué?
- Prefiero irme a mi casa, no tengo ánimos para dormir con vos – me quede sin palabras – Buenas noches
Entendí que quería que me bajara de su auto y eso hice, antes de que pueda entrar a mi casa su auto se puso en marcha y se fue. Una vez dentro de mi casa me enoje mucho más, por culpa de lo que había pasado con Samanta la noche se había arruinado con Tati, sabía que no iba a servir de nada tratar de hablar con mi novia, lo mejor era darle su espacio. Agarre una cerveza, una copia de mi tesis y fui a mi cuarto, me senté en mi cama y me puse estudiar, recordaba bastante por el hecho de haberlo redactado y revisado tantas veces antes de entregarlo pero quería que me aprobaran con la mayor nota posible.
AL día siguiente me desperté tarde, necesitaba hablar con alguien, sabía que Pablo me diría lo mismo que Tatiana así que lo descarte, Sofí iba a pasar el día con su hermano y Jenny así que también estaba descartada así que me decidí por Mica, la llame y me dijo que llegaba en una hora porque recién se había despertado. Aproveche para darme un baño y acomodar mi casa, cambie las sabanas y las puse a lavar en la lavadora, el timbre sonó, abrí la puerta y mi amiga estaba muy sonriente con una pizza en la mano, entramos y fu a la cocina a poner la mesa para almorzar mientras yo fui a mi cuarto a buscar la ropa que lavaría, al regresar vi que en la mesa también había unas cervezas, nos sentamos y mientras comíamos la primer porción empecé a hablar
- Realmente no creo necesario que contratemos a esa chica – ella me miro seria – Estamos recién empezando
- Yo creo que lo que realmente te molesta es que sea conocida de Sami – bebió cerveza - ¿O me equivoco?
- Nada que ver – dije fastidiada – ¿También vos?
- ¿Yo que? – pregunto entre risas - ¿Quién más piensa lo mismo?
- Tatiana – abrió sus ojos sorprendida – Ayer no se quiso quedar porque dice que estoy celosa y soy egoísta, según no quiero que Samanta sea feliz
- ¿Puedo dar mi punto de vista sin que te enojes? – solo moví mis ojos dándole a entender de que hablara – Ayer cuando discutías con ella era como si siguieran juntas, tu problema no es con la chica, es con Sami
- Todavía sigo muy enojada con ella – baje la mirada
- ¿Por qué no te perdono? – negué - ¿Por qué?
- Porque se acostó con mi hermana – note su asombro y me di cuenta que ella no sabía nada – Pense que lo sabias
- ¿Cómo que con tu hermana? – se le cayó la pizza de la mano - ¿Cuándo apareció tu hermana?
- Fue hace un mes más o menos, me invito a su boda y cuando llegue me encontré con Samanta y ahí mismo me dijo que tuvo sexo con ella – Mica miró su rebanada y volvió a tomarla
- Tami, ¿Estas preparada para convivir todos los días con Sami? – me quedé en silencio – Entiendo que no es fácil asimilar lo que pasó entre ustedes y más ahora con lo de tu hermana y ella, Tati es una hermosa mujer que te ha demostrado que te ama y quiere estar con vos muy a pesar de que sigas celando a tu ex – se encogió de hombros – Lo siento, pero como amiga te tengo que decir las cosas como son porque deseo que seas feliz y no lo estás siendo
- Yo soy feliz con Tati – dije de inmediato
- Entonces demuéstraselo a ella ¿Qué crees que piense ahora con lo que sucedió? – negué y bajé mi cabeza – Sami puede acostarse y salir con quien ella quiera – levanté mi mirada y fruncí el ceño - ¿Ves? Ni siquiera hablándolo conmigo podes controlar tus celos – Mica notó mi fastidio – Lo que vos queres es que te escuchen pero no queres la opinión de los demás cuando sabes que es verdad
- Que se acueste con quien quiera pero no con mi hermana – agarré la cerveza y le di dos tragos de golpe
- Isabella no es tu hermana – puse los ojos en blanco y apreté mi puño izquierdo – Entonces ¿Qué te molesta de ésta chica?
- Que es mujer y que no cumpla la promesa que me hizo – lo solté sin más
- ¿Qué promesa? ¿De qué hablas? – preguntaba confundida
- Samanta me prometió que no estaría con otra mujer que no fuera yo, ya la rompió una vez estando con mi hermana y no quiero que la vuelva a romper – solté una lágrima
- Entonces estás siendo egoísta Tamara, como dice Tati – me miró molesta – Esa promesa la hizo estando con vos y obviamente cuando estamos en una relación decimos mil y una cosas pero cuando se termina, esas palabras se las lleva el viento
- Samanta me mintió – habíamos dejado de comer, parecía que estábamos discutiendo por nuestros tonos de voz y miradas molestas
- No, fue sincera, pero ahora se dio cuenta que no va a limitar su felicidad, con vos no lo fue pero ella necesita serlo – me levanté de la mesa sobresaltada
- Ella no fue feliz conmigo por sus malditos celos – alcé un poco más la voz – No teníamos un momento de paz sin que ella lo arruine con su desconfianza, hasta me celó de vos o ¿Se te olvidó?
- En eso coincido, fue muy insegura ya que te había perdido y no quería que volviera a suceder, ya que ella no sabía cuál era tu sentir hacia mí – se levantó de la silla – Mirate, sos una bonita chica y eso le daba miedo a que alguien más quisiera conquistarte como ocurrió y no solo eso, estás saliendo con esa persona
- Desvié mi mirada hacia un costado – Ya no tengo hambre
- Entiendo – tomó su bolso y sonrió levemente – Va a ser mejor que me vaya, no quiero que terminemos peleando – no contesté – Solo una última cosa, viví tu vida y dejala vivir la suya
Cerró suave la puerta, junté los platos y los dejé en la mesada aún con las porciones de pizza, estaba demasiado molesta, no soporté que Mica me hubiera dicho aquello pero no he intervenido en la felicidad de Samanta, puede estar con quien quiera aunque me moleste que esté con una mujer pero yo tomé la decisión de estar con Tati y me siento segura de eso, Isabella no me da confianza y no es por celos, cautivó a todos con su perfecta sonrisa pero a mí no me termina de cerrar.
Necesitaba despejarme y me fui a la sala, recordé que no tenía el PS4 porque lo había roto, eso me terminó de arruinar el día, maldije a los gritos y cuando estuve más calmada agarré dinero, salí de mi casa, paré el primer taxi que vi y fui a un centro comercial a buscar una nueva consola junto con una pantalla. Para mi suerte faltaban diez días para navidad y encontré una promoción que incluía una pantalla Sony de 55” Smart TV, la consola PS4 Slim con dos juegos y un Home Theater Sony, como los juegos que venían incluidos realmente no eran de mi interés fui a la sección de juegos, busqué FIFA 17 y Uncharted 4, con eso me iba a entretener un buen rato, saqué mi tarjeta de crédito, lo pagué y en cuanto me entregaron los productos, solicité un Uber y me fui a mi casa.
Llegué, conecté todo y antes de que me pusiera a jugar sonó el timbre, insulté levantándome de mala gana, fui a abrir la puerta, no esperaba que Tatiana viniera a mi casa
- Te estuve llamando y como no atendiste vine directo a tu casa – me hice a un costado para que entrara
- Salí y no me llevé el celular – lo busqué con la mirada y estaba aún en la mesa a un lado de mi cerveza
- Ya veo que estuviste entretenida – puse mis ojos en blanco
- Apenas conecté todo e iba a empezar a jugar – apagué la consola
- ¿No se te ocurrió querer hablar conmigo? – se cruzó de brazos, era seguro que esto terminaría en una discusión
- Vino Mica y estuve hablando con ella – Tati asintió molesta – Pensé que no querías hablar conmigo y por eso no te llamé
- Pensas demasiado – su mirada era penetrante – Ese es tu problema y encima te vas de compras
- Huy habló la impulsiva – dije con sarcasmo – No tengo ganas de pelear Tatiana
- Yo esperando a que me llames para solucionar o explicarme las cosas pero ni siquiera eso se te vino a la mente – miro al piso, di un paso hacia ella – No Tami, no quiero que me toques, quiero que me expliques – regresó su mirada hacia mí – No estoy celosa ni estoy molesta por lo sucedido ayer, necesito entender tu sentir
- Me molestó mucho que no me hayas comentado nada antes de la reunión y que no me hayas apoyado delante de todos – recordé el momento en el que quedé como idiota en la reunión
- Te lo dije ayer, nuestra relación y el trabajo son dos cosas por separado y lo sabes, siempre ha sido así
- Sé que ayer me comporté como una estúpida, no son celos solo no me convence esa chiquilina – no lograba nada pidiéndole que me respaldara
- ¿Por qué no te convence? Explícame
- Porque ni siquiera Samanta la conoce – sonó más estúpido de lo que pensé y ella se rio
- Vamos Tami, es la excusa más tonta que pudiste haberme dado – me tomó de los brazos y se acercó a mí - ¿Te digo algo? – moví mi cabeza afirmando – Eso de que celes a Samanta me excita y me incentiva a demostrarte que sos mía
Me beso con mucha pasión, eso me hizo olvidar de todo, mis manos se aferraron a su cola, sin dejar de besarnos la lleve a mi cuarto, ella fue quien dio el siguiente paso, me saco la remera y acto seguido el sostén, se separó de mí y observo mis pechos, sus ojos lujuriosos me excitaron, ella me empujo haciéndome caer en la cama, se subió encima mío y sin control alguno metió mi pezón derecho a su boca, no fue suave como siempre pero ese no me molestaba solo me ponía aún más loca, sin dejar de chuparlo desprendió los dos botones de mi pantalón de jean y metió su mano derecha dentro de mi ropa, sentí como su dedo rozo mi clítoris y solté un leve gemido, ella me miro y sin apartar la vista de mis ojos me penetro, cerré mis ojos y ella dejo mi pezón retiro sus dedos y su mano, termino de desnudarme, abrí los ojos y vi como acomodaba su cabello hacia un lado y acercaba su rostro a mi sexo, su lengua se encargó de mi clítoris, lo hacía suave pero a un ritmo constante, mis manos apretaron con fuerza la sabana, necesitaba tenerla adentro y se lo pedí, ello tardo un poco pero lo hizo, metió dos dedos que me hicieron gritar de tanto placer y al mismo tiempo liberar mi primer orgasmo, no se detuvo, el movimiento de su lengua y de sus dedos seguían igual de intensos, necesitaba que se detenga, mis gemidos me estaban ahogando pero a la vez rogaba que no parara, no tardó mucho en llegar un segundo orgasmo seguido en cuestión de segundos por el tercero, mientras yo trataba de agarrar aire, ella se quitó muy sensualmente la ropa, me sentía agotada pero sabía que solo había terminado la primer batalla, me iba a levantar pero ella no me dejo, coloco sus rodillas a cada lado de mi cabeza y su vagina quedo a pocos centímetros de mi boca, ella bajo su cadera y comencé lamerla, Tati estaba mirando para el lado de mis piernas así que bajo su torso y quedamos haciendo un sensacional 69, cuando yo acelere el ritmo ella también lo hizo, mi clítoris estaba demasiado sensible y sabía que no iba a tardar en tener un nuevo orgasmo, lleve mi dedo índice a su entradita y lo metí, ella libero mi botoncito y agradecí eso, mi dedo salía casi por completo y luego lo volvía a meter, en uno de esos mete y saca metí un segundo dedo, ella se meneaba sobre mi cara y sentí como llego su orgasmo, se acostó a mi lado, nuestras bocas se unieron en un intenso beso, lleve mi mano a su entrepierna, cuando sintió mi dedo en su clítoris soltó un gemido que se ahogó en mi boca, la masturbe varios minutos, no tardó en llegar al clímax. Nos quedamos acostadas en la cama, su cabeza estaba sobre mi pecho, recorría mi abdomen con besos y yo acariciaba su espalda, me di cuenta que ella me daba paz, toda la que no había tenido en mi vida, como si leyera mi mente se volteo a verme, me dio un corto y suave beso en mis labios, su mirada estaba clavada en la mía
- Te amo Tami – sonreí, lo dijo de una manera muy tierna, la abrace fuerte, ella sabía que yo no podía responderle de la misma manera, no aun – No me lastimes de nuevo
- No voy a volver a lastimarte – una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios – Gracias
- ¿Por qué? – se acomodó quedando su cuerpo sobre el mío
- Por entenderme, por ayudarme pero sobre todo por amarme – beso nuevamente mi boca
- Gracias a vos – fruncí mi ceño – Por vos aprendí a amar
Nos fundimos en un abrazo cargado de muchas emociones, ella suspiro y se acomodó nuevamente quedando a mi lado, dándome la espalda, la abrace por detrás y agotadas dormimos el resto de la tarde.
Sami<<
Fuimos a un bar no muy alejado de la casa de Jenny, pedimos cervezas y brindamos en cuanto nos la trajeron, ella se veía muy contenta y no dejaba de agradecerme por ayudarla, sonó su celular, era su novio, respondió y hablaron unos pocos minutos, le conto que la habíamos contratado y no tardo en colgar la llamada, me dijo que Martin estaba igual de contento que ella, al pedir la segunda cerveza note que me miraba de una manera distinta, nos quedamos en silencio aproximadamente un minuto y luego hablo
- Te quiero contar algo pero no creo que pienses que soy una pervertida – asentí sonriendo – El otro día, después de lo que paso en la cocina de tu casa, cuando me quede sola en mi cuarto me masturbe - había tomado cerveza y eso me hizo atragantar – No te quise hacer sentir incomoda
- No, para nada – deje la botella en la mesa – Yo también lo hice – abrió sus ojos – Así que si crees que por haberlo hecho sos una pervertida yo también lo soy
- No, no creo eso – le guiñe el ojo – Te soy sincera, me gustaría probar que se siente estar con una mujer
- Sabia sus intenciones pero le iba a seguir el juego – Deberías probar – busque entre las chicas que estaban en el bar y vi a una bonita – Esa que esta allá es muy linda, puede ser buena opción
- No, ¿Cómo crees? – Bella puso nerviosa – No me animo a proponerle algo así a una chica
- Entonces acostate conmigo – su cara se sonrojo en cuestión de segundos – No soy tonta, queres proponérmelo pero no te animas
- Si pero no quiero que esto arruine nuestra amistad y no quiero que pienses que por eso voy a terminar con Martin para empezar una relación con vos – lo decía titubeando
- Es solo sexo Bella – saque dinero de mi bolso y lo deje debajo de nuestras botellas – Yo tampoco voy a dejar a Juanjo
Me levante y ella me siguió dudosa, al subir al auto le comente que podíamos ir a pasar la noche a un hotel, ella solo asintió con su cabeza, se veía muy nerviosa pero hice caso omiso. Al llegar al Hotel Jardines de Babilonia, solicite la habitación Jardines, era la más completa y nos indicaron que tenía cochera privada, dejamos el auto y entramos a la hermosa habitación, yo ya la conocía, había venido una vez con Cristian pero ella estaba maravillada, la recorrió toda y se emocionó al ver que tenía Jacuzzi, regreso a donde estaba la enorme cama y me pare frente a ella, sus nervios volvieron a salir a la luz
- Podemos solo dormir, no quiero que lo hagas sin estar segura – beso mis labios
Cerré mis ojos, disfrute sus ricos y suaves labios, su lengua entro a mi boca en busca de la mía, sus manos estaban a los costados de su cuerpo, las tome y las puse en mi cola, ella sonrió sin dejar de besarme, hice descender mi boca hasta su cuello, lo lamí y luego deposite besos desde donde empezaba su pecho hasta su oreja izquierda, su respuesta eran suspiros, me indicaba que iba por buen camino, regrese a su boca y volvimos a besarnos, lleve mis manos a su espalda buscando el cierre de su vestido y lo baje lentamente, ella se puso tensa así que me detuve, me separe de ella y me fui desnudando, quite mi blusa y mi sostén, Bella observo mis pechos
- Tocalos – le susurre, ella con sus manos toco ambos, sonrió al sentirlos y los apretó un poco, luego suavidad los acaricio hasta llegar a mis pezones, los agarró con sus dedos índice y pulgar, suspire – Eso se siente muy bien – le dije animándola y ella lo hizo con más entusiasmo – Me gustaría mucho que los chuparas – me miro y creo que después de analizarlo unos segundos asintió, acerco su boca y primero recorrió el derecho con su lengua haciendo círculos a su alrededor hasta llegar a la punta, sus mejillas ahora estaban rojas pero por la excitación, se separó de mí y me cargo, me llevo a la cama y me acostó – Quítame el resto de la ropa – ya no se daba tiempo de pensar, lo hizo sacando al mismo tiempo mi pantalón y mi tanga, se quedó mirando sin pestañear mi sexo - ¿Queres tocarlo? – llevo su mano pero a pocos centímetros lo volvió a alejar – Tranquila, si aún no te animas no lo hagas – me arrodille en la cama y como ella seguía de pie a un lado quite su vestido haciéndolo caer al piso, tenía un bonito conjunto de encaje del mismo tono azul que el vestido – Sácate la ropa interior – aunque estaba nerviosa lo hizo muy sexy, no aparte mi vista de su hermoso cuerpo, cuando quedamos en las mismas condiciones agarre sus manos y la hice acostarse, me acosté encima suyo y ella soltó un leve gemido al sentir mi cuerpo - ¿Te gusta? – asintió y puso sus manos en los costados de mi torso como cuando yo la provoque en la cocina de mi casa, subí un poco más mi cuerpo para que mi rodilla derecha roce su sexo y para que mis pechos quedaran a la altura de su cara, no dudo, metió ahora el izquierdo en su boca, lo succionaba un poco fuerte – Un poquito más despacio – ella enseguida bajo la intensidad, me hice a un costado para que mi cuerpo quede apoyado en la cama, con mi mano empecé a masajear su pecho, era grande y su pezón estaba muy durito y erecto, quería probarlo así que me moví un poco liberando mi pecho de su boca y ahora era yo la que estaba chupando el suyo, mi rodilla presionaba por momentos un poquito más fuerte su sexo, escucharla pedirme más me excito y entre lamidas en su abdomen y su pubis llegue a su muy mojado sexo, la mire - ¿Puedo? – nuevamente afirmo con su cabeza y eso me dio vía libre a disfrutar su clítoris, estaba muy hinchadito y rojito, lo metí dentro de mi boca y eso la hizo gemir más fuerte, mi vagina necesitaba un poquito de atención pero no quería interrumpir sus gemidos así comencé a masturbarme, mi clítoris me agradeció enormemente que lo atienda y seguí succionando el suyo, no tardó mucho en tener un gran orgasmo, me acosté a su lado y la bese, ella estaba como loca y sin que se lo pida bajo, primero me toco, sonrió al sentir mis fluidos y sin que lo esperara comenzó a hacerme sexo oral, lo hacía un poco brusca pero no me importaba, quería que no dejara de chupar – No pares hermosa, lo haces muy bien – ella tuvo un poco más de confianza y acelero su ritmo, siguió varios minutos hasta que no aguante más – Penétrame, méteme dos dedos – no comprendió que lo que quería era que hiciera las dos cosas así que se separó y los metió, en ese mismo momento al sentir sus dedos una electricidad invadió mi cuerpo, arquee mi espalda y deje salir un intenso orgasmo – Veni acá – ella subió y la bese, un poco cansadas nos quedamos unos minutos acostadas en la cama – No te duermas porque esto es solo el principio
- Ella sonrió y comenzó a acariciar mis pechos – No entiendo como tu ex puso engañarte – nos miramos – Sos hermosa por dentro y por fuera – no quería hablar de eso así que preferí callarla con un beso
- Vamos al Jacuzzi – sin dudarlo se puso de pie
La agarre de la mano y fuimos hasta el pequeño cuarto contiguo al baño donde estaba el segundo lugar donde le haría disfrutar de hacer el amor con una mujer, al entrar le dije que recoja su cabello, le alcance una de las ligas que había en una mesita y mientras encendí el jacuzzi, regule la temperatura del agua y entre, le di la mano y la ayude a entrar, se sentó quedando cubierta por el agua hasta el cuello, me senté a su lado, no espere a que diga nada, la bese y lleve mi mano a su sexo, ella llevo la suya al mío y comenzamos a tocarnos con desesperación, era evidente que sentíamos mucho deseo la una por la otra y solo queríamos disfrutarnos aunque sea esa noche. Casi diez minutos después ella volvió a alcanzar el punto más alto regalándome otro orgasmo y unos segundos después también lo alcance yo. Necesitábamos un poco de descanso así que nos quedamos disfrutando el agua en silencio y alguna que otra vez nos besábamos.
Al salir del Jacuzzi la seque y ella hizo lo mismo con mi cuerpo, regresamos a la cama, no acabo ahí ya habíamos recuperado la energía perdida y nuevamente nos deleitamos disfrutando nuestros cuerpos hasta agotarnos y quedarnos dormidas.
Me desperté, hacía rato que no tenía sexo toda la noche y mi cuerpo estaba muy cansado, mire la hora en mi celular, eran las 7 am, con un beso desperté a mi compañera sexual, le dije que nos fuéramos a bañar para luego irnos a nuestras casas, entramos a la ducha, creí que ella ya no sería la misma de la noche pero me sorprendió al ser cariñosa y besarme en cada oportunidad que se le presentaba.
Ya cambiadas nos subimos al auto y en silencio la lleve hasta su casa. Cuando estacione en la puerta ella desabrocho su cinturón y me dio un dulce beso en los labios
- Me gustó mucho pasar la noche con vos, sos una preciosa mujer y haces el amor demasiado rico – se sonrojo al decir esto último – Martin se tuvo que ir a la casa de un primo ¿Te puedo ver en la tarde?
- Me podes ver cuando quieras – le devolví el beso – Vos también sos una gran mujer, me encanto que hiciéramos el amor
- Pasa por mí a las 4 pm, quiero dormir un rato, me dejaste muy cansada – nos reímos – Hasta luego
Se bajó del auto y en cuanto la vi cruzar la puerta de su casa puse en marcha el auto y me fui a la mía. Mi madre me estuvo cuestionando que donde había estado que no sabía nada de mí desde la tarde de ayer, le dije que había salido con una amiga y ella se tranquilizó, le di un beso en su mejilla y me fui a mi cuarto a dormir.
Mi madre me despertó como le había pedido, ya eran las 2 pm, almorcé junto a mis padres y luego me fui a cambiar para ir a buscar a Bella, como hacía mucho calor me puse un short y una remera de tirantes, agarre dinero y las llaves de mi auto, me despedí de mis papas y cuando abrí la puerta me asuste al ver parado a Juanjo
- Hola preciosa – beso mis labios - ¿Ibas a salir?
- Hola – cerré la puerta – Había quedado de verme con Bella pero la puedo llamar para que nos veamos mañana – comencé a buscar en mi bolso el celular
- Me detuvo – No, tranquila – me sonrió – Llegue hace un rato y quería verte pero mejor anda a verla y en la noche veni a cenar a casa, Martin no está así que podemos estar un rato juntos y solos – me dio un tierno beso en los labios
- Esa idea me encanta – me acompaño hasta mi auto – Llego a las 10 pm más tardar
- Si, está bien – ahora yo le di un beso – Diviértanse
Subí a mi auto y espere a que él se suba al suyo, ambos arrancamos al mismo tiempo solo que él se fue para la izquierda y yo hacia la derecha.
Jenny<<
Nos despertamos temprano, habíamos planeado ir a pasar el día a una linda cabaña que habíamos visto en internet, estábamos desayunando muy entusiasmados y sonó el celular de Sofí, respondió sin ni siquiera mirar quien era
- Hola – se escuchaba que era la voz de una mujer – Si, Cecilia la mamá de Rodrigo – Santi y yo la miramos con atención – A ver, esperame un segundo – tapo el celular con su mano y miro a su hermano – Pregunta si queres ir a jugar con Rodri a su casa ya que en la tarde van a ir a un parque y tu amiguito pidió de que te llamara
- Quiero ir, por favor Ñeña – mi novia me observo y asentí
- ¿Ceci? Si, quiere ir, ¿Queres que lo lleve o pasas a buscarlo? – Santi se veía muy contento – Ok, te esperamos – colgó la llamada – En media hora vienen
Sofí lo llevo a que se cambie de ropa y para cuando su amiguito llego ya estaba esperando ansioso por irse, se despidió de nosotras, Cecilia nos dijo que si había problemas de que se quedara a dormir, Sofí le dijo que no había inconveniente y se fueron.
Nuestros planes se habían arruinado así que nos sentamos un rato a ver televisión, aunque más que nada nos mimábamos y besábamos. A la hora del almuerzo mi princesa preparo unas ricas milanesas.
Ya eran casi las 3 pm, estábamos un poco aburridas, no acostumbrábamos a quedarnos en casa cuando teníamos tiempo libre para pasear, buscamos en internet que películas había en cartelera, nos llamó la atención la de “El contador” así que nos cambiamos, nos subimos a la camioneta de Sofí, la encendió y fue en dirección al centro comercial
- Amor – voltee y por unos segundos nuestras miradas se cruzaron - ¿Por qué no le decís a Sami para que vaya con nosotras?
- Sería buena idea – agarre mi celular y llame a mi amiga – Hola Sami
- Hola Jenny ¿Todo bien?
- Sí, todo tranquilo, estamos yendo al cine y queríamos invitarte – mire a Sofí y ella sonrió
- Si, está muy bien – hizo silencio unos segundos – Estoy con Bella, ahora las veo en el cine de siempre ¿Verdad?
- En ese mismo – suspire – Te veo en un rato – la llamada termino y guarde mi celular de nuevo en mi bolso
- ¿Qué pasa? – mi novia ya estaba entrando al estacionamiento
- Viene con Bella – mire hacia el exterior por la ventana
- ¿Qué tiene? – se detuvo y apago el auto
- Que ahora para todo es Isabella – nos desabrochamos los cinturones
- Es su amiga, dejala que se divierta – me dio un beso y nos bajamos del auto
Íbamos tomadas de la mano mirando las vidrieras de los locales de ropa, nos detuvimos justo en Gucci donde a Sofí le gusto un pantalón de jean, le insistí varias veces para que entrara a comprárselo pero ella me decía que en otro momento, que no quería cargar con bolsas en el cine, justo cuando íbamos a seguir caminando sentí unos brazos rodearme desde atrás, baje mi vista y reconocí las manos de mi mejor amiga, me di vuelta y nos abrazamos, la extrañaba demasiado. Después de un corto saludo las cuatro fuimos caminando hasta las boleterías del cine, pedimos cuatro entradas para la película de Ben Affleck, como restaba media hora para ingresar nos sentamos en unas mesitas, Bella me agradeció una vez más por el trabajo y luego Sofí le conto a Sami sobre lo de su papá.
Ya faltaban pocos minutos para entrar a la función, les dije que fuéramos a comprar las palomitas, Isabella se puso de pie
- Espérenme un minuto, voy al baño – asentí y ella se acercó a Sami y le dio un beso en la boca – Ahora vengo – a paso acelerado se fue hacia donde estaban los baños
- ¿Qué fue eso? – le pregunte a mi amiga mirándola con asombro – ¿No estas saliendo con Juanjo?
- No tengo nada serio con Juanjo – dijo sonriendo
- ¿Pero estas con ella? – negó – No entiendo, explícame
- Ayer pasamos la noche juntas, ella esta con su novio y yo con Juanjo, solo eso – mire a Sofí que se reía y luego regrese mi vista a Sami – Fuimos a festejar su contratación y terminamos teniendo sexo
- Bienvenida a la empresa – dijo Sofí y ambas se rieron – Amor ¿Qué es lo que te espanta?
- Si, Jenny, vos fuiste la que me dijiste que no me ate a una sola mujer y ahora que te cuento que estuve con ella me juzgas – se puso seria – Vos Ahora formaste una familia y me da gusto pero yo no tengo nada serio con nadie, puedo estar con quien se me dé la gana – iba a hablar pero me interrumpió – Vos antes de Sofí no eras una santa
- Es cierto mi vida – nuevamente no me dejaban hablar – Yo te he escuchado tus aventuras, todos los fines de semana te terminabas acostando con alguien
- Déjenme hablar – dije un poco alterada – Yo no te juzgo – mire a Sami a los ojos – Solo digo que no te termines lastimando ni lastimando a alguien más – vi que Isabella venia así que hice silencio y me puse de pie – Vamos a comprar las palomitas
Después de comprar entregamos los boletos que el muchacho partió a la mitad, ingresamos y note que Bella le daba palomitas en la boca a Sami y se reían de cualquier tontería, mire hacia el frente y la voz de mi novia me hizo voltear a verla
- Dejala disfrutar, se ve feliz – nuevamente mire a mi amiga y era cierto, su sonrisa era genuina – Estas celosa porque no te dedica tiempo pero debes entender de que ella necesita sanar y se ve que esto la está ayudando – asentí – Es tu hermana, eso no va a cambiar
Tenía razón Sofí, no soy quien para decirle que hacer o con quien salir, le di un beso a mi novia y las luces se apagaron, pase un brazo por detrás de su cabeza y abrazadas vimos la película.