Aprendiendo a Amar Cap. 47

Baje al estacionamiento, Sami estaba apoyada en mi auto -Hola – se incorporó - ¿Dónde queres ir?

Otro capitulo mas... Prometo que el del lunes va a ser mas largo!!!

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Saudos ;)

Capítulo 47

Jenny<<

El sábado Sofí no trabajo, le dieron el día libre y aprovechamos para estar los tres juntos. Alrededor de las 5 pm Sofí bajo vestida con Santi, me dijo que volvía en un rato y se fueron, ni siquiera me dejo contestarle.

Me puse a jugar un rato videojuegos mientras comía unas galletitas. Luego me fui a poner ropa a lavar en la lavadora y cuando regrese a la sala Sofí entro, traía unas bolsas y no estaba Santi

-      ¿Y el enano? – me acerque y le di un beso

-      Esta con mi abuela – sonrió pícaramente – En media hora subí al cuarto

Sonreí y la vi subir muy sensualmente las escaleras. Mire la hora en mi celular y muy impacientemente espere a que se cumpla el tiempo que me dijo. Una vez que se hizo la media hora subí con ansiedad, abrí la puerta del cuarto y estaba apagada la luz pero había varias velas que alumbraban, la busque con la mirada y la vi parada a un lado de la cama, tenía puesto un corsé rojo con agujetas negras, una tanga negra de encaje y una liga roja en su pierna izquierda, unos zapatos de taco alto color negros y su cabello recogido, quise ir hacia ella pero con su dedo índice me dijo que no, camino muy sensual hacia mi

-      Sácate toda la ropa – susurro en mi oído – Hice lo que me dijo, cuando estuve desnuda volvió a hablarme – Sentate en la silla – volví a obedecer, agarro mis manos y las llevo detrás de la silla, no sé de donde saco una cuerda y me ató – Va a ser mejor que te quedes quieta

Sonreí, la seguí con la mirada, agarro su celular y empezó a sonar “Crazy in love Shades of Grey de Beyonce”, trague saliva, sabía lo que iba a disfrutar mucho este momento, comenzó a bailar muy sexy, note que en su mano tenía un látigo con el cual me dio un suave golpe en la piernas haciéndome separarlas, puso su pie en medio de mis piernas

-      Quítame la liga – sonreí y acerque mi boca, lentamente con un poco de su ayuda la quite

Siguió bailando, un poco más cerca mío, con su mano rozaba mi piel, los bellos de mi cuerpo se erizaron y mis pezones se pusieron duritos, me miro perversamente y los golpeo ambos con su látigo, eso me hizo gemir, con el cuero del látigo fue bajando sin dejar de tocar rozar la piel de mi abdomen hasta que llego a mi sexo, dibujo círculos sobre mi clítoris y cuando menos lo esperaba dio un golpe suave, solté otro gemido

-      Soltame mi amor – le pedí deseosa y ella negó – Por favor

-      Se dio vuelta – Desabróchamelo – nuevamente me acerque a ella, quise besar su espalda y ella se quitó, se dio vuelta y volvió a golpearme con el látigo – Dije desabróchalo – como pude con mis dientes lo desabroche y ella se lo quito quedando solo con su tanga – Sentate más al borde de la silla – me moví y ella se arrodillo frente a mi

Comenzó a lamer mi clítoris y luego lo metió en su boca, mis gemidos iban en aumento, estaba demasiado caliente, moví mis manos tratando desatarme ella lo noto y con su látigo volvió a golpear mis pezones y lo empezó a hacer más bruscamente y llegue al orgasmo, Sofí se puso de pie, fue hacia atrás y me quito la cuerda, me puse de pie y le saque su tanga y la tire al piso, acosté a mi chica ardiente en la cama, fui directo a hacerle sexo oral, ella puso su mano sobre mi cabeza y meneaba su cintura, gemía descontroladamente, sin dejar de lamer metí dos dedos, ella gritaba fuertemente, levantaba su cuerpo quedando solo su cabeza y sus omoplatos en la cama, tuvo un rico orgasmo, fui hacia ella y la bese sin quitar mis dedos de su vagina, los movía dentro de ella, cada vez más rápido, realmente jamás había visto tan excitada a mi novia, lo cual eso me calentaba mucho más, iba a sacar mis dedos y en ese mismo momento se corrió expulsando un líquido transparente, sonreí y la mire, ella estaba con los ojos cerrados se veía muy agitada, me acosté a su lado y la bese

-      Nunca me había corrido – sonrió – Solo vos provocas esto en mi Jenny

-      Me encanta ser la primera – volví a besarla - ¿Cómo se te ocurrió este jueguito? – pregunte curiosa

-      Estábamos mirando la televisión, me rozaste con tus dedos el cuello y subió rápidamente la temperatura de mi cuerpo, me decidí en llevar a Santi con mi abuela y quise que hiciéramos algo especial

-      Fue muy rico – toque sus pechos – Y puede seguir siendo muy rico

Asintió, lamio mis pezones y bajo su mano a mi sexo, comenzó a masturbarme, su boca subió a mi cuello, luego lamio mi oreja y mordió el lóbulo de la misma, la quite y me senté en la cama, le pedí que haga lo mismo, lleve su mano a mi vagina y la hice penetrarme, yo hice lo mismo con ella y al mismo tiempo nos movíamos, bese sus labios ahogando nuestros gemidos, al unísono llegamos al orgasmo.

Estuvimos varias horas dándonos placer hasta quedar agotadas y dormirnos. A la mañana siguiente nos levantamos y nos duchamos juntas, estuvimos bastante tiempo ya que no solo el agua estaba caliente y tuvimos que calmar ese deseo nuevamente.

Bajamos a desayunar y cuando terminamos Sofí recibió un mensaje

-      Amor, tengo que irme – dejo las tazas en la mesada – Vengo en un rato

-       - beso mis labios

-      ¿Dónde vas? – le pregunte mientras salía de la cocina

-      Te explico cuando vuelvo – respondió levantando un poco la voz ya que estaba yéndose

Tati<<

Me levante el domingo y estuve haciendo un poco de ejercicio, me di un baño y luego desayune, agarre las llaves de mi auto y me fui a la casa de Tami, quería estar un rato con ella y que me cuente como le había ido en la fiesta. Al llegar vi que había un hermoso auto delante de la cochera, camine hacia la puerta y toque el timbre, espere un rato y nadie respondió así que insistí y en pocos segundos se abrió la puerta, me sorprendí al ver a Samanta, lo primero que me salió fue preguntarle que hacia ahí, ella me hizo pasar y estaba todo tirado en el piso, me explico lo que paso y luego se fue, me preocupaba mucho saber que la puso tan mal, fui hasta su cuarto, entre y me senté a su lado, acaricie su carita y ella abrió los ojos

-      Hola hermosa – le sonreí y ella miro para todos lados - ¿Cómo estás?

-      ¿Y Samanta? – me miro

-      Suspire – Se fue cuando llegue – mire hacia el piso - ¿Qué paso?

-      Se sentó – Mi hermana y Samanta tuvieron sexo

-      ¿Qué tiene Tami? – sabía que tener esta conversación me iba a doler – Estas conmigo, que te importa lo que hagan ellas

-      Me importan porque son mi hermana y mi ex novia – me miro seria

-      ¿Por qué rompiste todas tus cosas? – en mi cabeza ya tenía clara la respuesta pero necesitaba escucharlo de su boca

-      Por lo mismo y porque Natalia me sigue culpando de la muerte de mis padres – bajo su mirada, sé que se dio cuenta de lo que me estaba diciendo

-      Me puse de pie – Me voy al restaurant

-      Camine hacia la puerta y ella se levantó y vino detrás mío – No te vayas, lo siento, no medí las palabras

-      Mira, tengo claro que aun tu sentimiento por Sami es muy fuerte – negó y yo seguí hablándole – Te pedí que si todavía pensabas en ella no avanzaras conmigo y lo hiciste, necesitas aclarar tu cabeza, cuando eso suceda recién ahí hablaremos nuevamente como algo más que compañeras de trabajo – me fui de su casa

Subí al auto y sentía demasiada tristeza, no quería sentir esto, creí que no pasaría pero me equivoque me lance a la piscina sin pensar en que no había agua, puse en marcha el auto y me maneje hasta el restaurant. Entre y había mucha gente en las mesas, fui directo a la cocina

-      Las necesito, que sigan cocinando los muchachos – Pao me miro y luego miro a su prima – Por favor

-      Chicos, háganse cargo de la cocina – Agus se quitó el delantal, enjuago sus manos y vino hacia mí - ¿Qué paso?

-      Pao hizo lo mismo que su prima, me tomo de la mano y me llevaron a su pequeña oficina, entramos y me puse a llorar – Amiga, contanos que paso

-      Tami – las mire y ellas no dijeron nada – Sigue enamorada de Samanta y me lo dijo en la cara

-      Agus tomo mis manos – Eso era obvio Tati, tienen demasiada historia para que la borre de su cabeza de un día para el otro

-      ¿Por qué me alentaron a tener algo con ella? – las mire enojada – Yo no quiero sufrir

-      Pao se acercó – No debimos hacerlo – bajo su mirada

-      ¿Queres estar con ella? – pregunto la prima de mi mejor amiga - ¿Qué sentís?

-      Estoy enamorada, estúpidamente enamorada de ella – Agus sonrió levemente – Pero no sé si puedo estar con ella

-      Háblalo claramente con ella – mi mejor amiga me dijo con énfasis – Siéntense a hablar y decíselo

-      Si queres estar con ella no hagas nada más que dejárselo claro, que ella te busque, te reconquiste, te demuestre que solo te quiere a vos en su vida, ahora ponesela difícil – Agus se veía un poco molesta – Sabes cómo hacerlo

-      Primero necesito que ella aclare su mente y luego hablaremos

Seguimos hablando un rato más y luego ellas volvieron a la cocina y yo me fui a atender la caja.

Tami<<

Al irse Tati me sentí peor, sé que la lastime, no era mi intensión. Mire mi casa y era un caos, fui a levantar la pantalla y tenía el display roto, la volví a dejar donde estaba, revise el PlayStation y también estaba roto, lo tire de nuevo al piso, me senté en el sillón y agarre mi celular

-Te necesito, ¿Podes venir a mi casa?

Lo envié, no recibí respuesta pero media hora más tarde sonó el timbre, abrí la puerta y Sofí estaba mirándome

-      Hola Tami – la abrace – Vine lo más rápido que pude

-      Gracias por venir – entramos y ella miro asustada todo el desorden – Ayer la pase muy mal

-      ¿Qué paso? – me observo - ¿Quién hizo todo esto?

-      Fui a la boda de mi hermana – asintió – Sami estaba ahí – me miro extrañada – Son amigas y por lo visto compañeras de cama

-      ¿Qué? – fuimos a sentarnos – No entiendo nada

-      Natalia, mi hermana es amiga de Samanta y tuvieron sexo – abrió grandemente sus ojos verdes – Y me lo dijo ayer en la boda

-      Con razón a Jenny le parecía conocida la chica – ahora yo la miraba sin entender – Cuando Jenny se quedó unos días con Sami salieron con una compañera de la universidad de ella y Jenny me dijo que le parecía conocida esa chica – sacudió su cabeza – Es lo de menos, ¿Qué paso luego?

-      Me enoje demasiado y discutí con mi hermana, le pegue dos cachetazos y no le pegue otro más porque Sami me detuvo – me miraba sin saber que decirme- ¿Podes creer que la muy hija de puta me dijo mirándome a la cara que disfruto acostarse con mi ex novia?

-      ¿Qué es lo que te molesta Tami? – no respondí - ¿Qué hayan tenido relaciones? – Asentí - ¿Por qué?

-      Porque Sami es mi ex y tuvo sexo con mi hermana – le respondí un poco fastidiada

-      ¿Y Tati? – la recordé y baje la mirada - ¿Qué hay con ella?

-      Vino esta mañana y le dije lo que paso – negó con su cabeza – Sé que no debí decirle las cosas de esa manera

-      No, no debiste ponerte así – señalo todas mis cosas tiradas – Por Samanta, ya no estas con ella, estas con Tatiana y Sami tiene derecho de acostarse con quien quiera – la mire y nuevamente mire al piso – Me imagino que Tati se debe sentir muy mal

-      Me pidió que aclare mi mente y que no le hable hasta que lo haga – suspire – Estaba tan bien con Tati ¿Por qué tuvo que pasar todo esto?

-      Podrías haber seguido bien si no hubieras reaccionado mal al enterarte lo que paso – puso su mano en mi pierna – Tami estabas pasando página y te arrepentiste y volviste a la pagina anterior, era obvio que Tati se iba a sentir mal – asentí – Pensa bien lo que vas a hacer

Me acosté con mi cabeza en sus piernas y nos quedamos un rato más hablando. Luego me ayudo a acomodar un poco mi casa y por ultimo fuimos a un Supermercado a comprar las cosas que había roto ya que había roto todos los platos y vasos que tenía.

Agradecí mucho que Sofí se quedara conmigo casi todo el día y cerca de las 7 pm se fue a su casa. Cene algo liviano y me fui a dormir.

Al otro día me levante, fui a correr un poco y luego regrese para bañarme y vestirme para el trabajo. Faltando diez minutos para las 8 am subí al auto y maneje hasta la empresa. Fui a la cocina a preparar café y luego regrese a mi escritorio, hice la rutina de siempre, revisar la agenda y los correos, programe dos citas más para la semana y a las 9 de la mañana en punto se abrió el ascensor y Tati salió de él

-      Buenos días – entro a su oficina

-      Fui rápidamente a buscar su café y entre a su oficina – Hola Tati – se lo entregue – Hoy no hay reuniones – asintió y tomo un trago - ¿Cuándo salimos podemos hablar?

-      No creo que hayas aclarado tu cabeza en un día – negué – En serio, no voy a aceptar hablar hasta que no sepas que es lo que queres

-      Está bien – baje la mirada – Estoy en mi escritorio si necesitas algo

Me puse a trabajar, no tenía mucho para hacer ya que la semana pasada había adelantado demasiado trabajo. Eran casi las 12 del mediodía y me fui a la cocina, busque en el refrigerador un yogurt y me senté a comerlo, agarre mi celular y le marque a Samanta

-      Hola Tami – respondió rápidamente - ¿Cómo estás?

-      No muy bien – metí la cuchara en mi boca - ¿Nos podemos ver?

-      Sí, claro – tire en el cesto el envase del yogurt – Jenny está buscando trabajo pero creo que no va a llegar muy tarde, te paso a buscar por tu trabajo ¿Te parece?

-      Si, está bien – ambas hicimos silencio – Te veo en el estacionamiento

-      Muy bien, hasta más tarde – colgué y volví al trabajo

Tati no me hablo en todo el día, tampoco salió de su oficina así que no la moleste. A las 6 pm me despedí de mi jefa y baje al estacionamiento, Sami estaba apoyada en mi auto

-      Hola – se incorporó - ¿Dónde queres ir?

-      Hay un bar cerca, podemos ir ahí – le respondí rápidamente

Empezamos a caminar hacia la salida y vi a un costado a Tati, me miro y siguió caminando, ¿Justamente tenía que verme salir con Sami? Maldije por dentro y seguimos caminando. Al llegar al bar nos sentamos una frente a la otra, yo pedí una Coca-Cola y ella una Coca-Cola Zero, mientras esperábamos que nos trajeran nuestras bebidas nos quedamos en silencio. Una vez que las botellas estaban en nuestra mesa me hablo

-      ¿De qué queres hablar Tami? – la mire a los ojos – Yo quiero que me expliques lo que me dijiste la otra noche

-      ¿Qué te amo? – asintió – Si, te amo muchísimo pero cierro los ojos y te veo con mi hermana

-      Resoplo – Ya te explique cómo fueron las cosas, no me interesa ella

-      Lo que sea, tuvieron sexo y no puedo borrarlo de mi mente –  sirvió en su vaso su bebida – Entiendo que me decís que no lo sabias pero lo hiciste y no puedo sacarlo de mi cabeza

-      Te amo y vos me amas ¿Qué más necesitamos? – la mire sin creer lo que me decía

-      Recuerdo claramente que vos me dejaste, yo te dije que te amaba y era obvio que vos también me amabas, ¿En ese momento no necesitábamos nada más? – sonrió con sarcasmo - ¿Qué?

-      Tami, me fuiste infiel, ¿En serio esperabas que te perdone a la primera? – iba a contestar pero siguió hablando – No insististe, no me buscaste más que dos veces, ni siquiera te arrepentiste, era lo mínimo que deseaba escuchar

-      Te dije que me arrepentía – negó – Si te lo dije

-      De cómo fueron las cosas, no de besarla – mire hacia un lado – Si te perdonaba sin que te hayas arrepentido ibas a seguir conmigo pero con ganas de estar con ella, ya que iban a seguir trabajando juntas

-      No es cierto, sabes lo que siento por vos – levante un poco el tono

-      ¿Por qué no te arrepentiste de besarla? – golpeo con la palma de mi mano la mesa – Decime

-      Porque fue lo que sentí en ese momento, me equivoque, no debí hacerlo porque estaba con vos pero fue lo que sentí – sonrió y negó

-      Yo siento ganas de besarte ahora mismo, así que a tu punto de vista lo tengo que hacer y es correcto – por un momento me quise levantarme y besarla pero me detuve

-      No, porque con esa boca besaste a mi hermana – se rio

-      Queres besarme pero conmigo te detenes, ¿Por qué no te detuviste con ella? – me miró fijamente a los ojos

-      Porque estaba caliente – bajo su mirada

-      Yo me cogí a tu hermana porque estaba caliente – me miro enojada y yo la mire igual – Me siento mal porque es tu hermana pero no me arrepiento de haber tenido sexo con ella

-      Me levante y deje dinero en la mesa – Que te vaya muy bien en la vida

-      Igual a vos Tamara – se quedó sentada sin voltear a verme y me fui

Volví al estacionamiento y empecé a patear la rueda de mi auto, insultaba y grite varias veces, hasta que el guardia vino hacia a mí a preguntarme si estaba bien, le dije que sí, me subí a mi auto y me fui.