Aprendiendo a Amar Cap. 46

-Agarre sus manos y la hice pararse frente a mí - ¿Qué pasa Sami? -Me miro - Tuve sexo con tu hermana - sentí como si me dieran un golpe en la boca del estomago

Buenas a todos, creo que es un poco mas corto pero igual de intenso que los anteriores... Espero les guste!!!

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Saudos ;)

Capítulo 46

Tami<<

Empezó una nueva semana, ya mucho más tranquila, fui a la universidad y me entregaron las notas de las tres materias, las tres aprobada y con muy buena nota, me fui muy feliz al trabajo, le conté a Tati y estaba muy contenta, luego me puse a trabajar, había varios casos que resolver y necesitaba redactar varios contratos, estuve todo el día sentada frente a la laptop. Cuando se hizo el horario de salida Tati vino a mi casa para que cenemos juntas. Estábamos en la cocina preparando la comida y sonó el timbre, tenía las manos con mostaza ya que se la estaba poniendo al pollo que haría al horno, le pedí a mi chica que fuera a abrir la puerta, volvió un poco seria

-      ¿Qué pasa? – limpie mis manos con una franela - ¿Quién era?

-      Te buscan – se veía nerviosa – Creo que me voy a mi casa y te veo mañana

-      Fue hacia la sala y la seguí, vi que estaba parada mi hermana – Tati – tome su mano – No te vayas, por favor

-      Se paró frente a mí y acaricio con ambas manos mi rostro – Habla con ella, sabes que si me necesitas me llamas y vengo – beso con suavidad mi labios – Te quiero

Saludo de palabra a mi hermana y se fue, yo me quede parada donde estaba y ambas nos mirábamos, no sabía que decir ni que hacer, quería que se fuera pero a la vez quería escuchar lo que podía decirme, ella dio un paso hacia adelante y se detuvo al ver que di un paso hacia atrás

-      Tami – escuche su voz y sentí un dolor en el pecho – Sé que no esperabas que me presente en tu casa y mucho menos a estas horas – le señale el sillón para que se siente y lo hizo - ¿Podemos hablar?

-      ¿Por qué ahora queres hablar? – me senté en el sillón frente a ella – Después de tantos años – me miraba fijamente – Ambas hicimos nuestras vidas por separado, no creo que tengamos nada que hablar

-      Por favor – quiso tomar mis manos y no la deje – Sé que te trate mal cuando murieron mamá y papá, estaba dolida y no razonaba, era chica

-      Natalia – me pare – Por favor, no te justifiques, no me trataste mal – empecé a caminar por mi casa – Me culpaste de la muerte de ellos y no solo eso le dejaste ver a toda la familia que era así y me dejaste en la calle

-      Fui muy injusta – se puso de pie – Eso lo tengo claro – me detuve y la mire – Te necesite todos estos años y no supe como acercarme a vos – mi enojo era notable – Solo quiero que empecemos de cero y podamos tener una relación de hermanas

-      No podes venir a pedirme eso después de tantos años – bajo la mirada – Mirame a los ojos y decime que no soy la culpable de la muerte de papá y mamá – siguió mirando al piso – Ves, no podes decírmelo

-      El sábado me caso y me gustaría que estés ahí conmigo – me volví a sentar – Aunque sea un rato en la fiesta

-      ¿Pretendes que me presente en tu fiesta, donde va a estar toda tu familia la que me culpa junto con vos de la muerte de ellos? – le remarque bien que yo no tenía familia que solamente era suya y no respondió – No puedo ir, lamento fallarte nuevamente – me puse de pie y camine hacia la puerta – Por favor, andate

-      Saco un sobre de su bolso y camino hacia mí – Esta es la invitación – me la entrego y yo la agarre – Si cambias de opinión me harías muy feliz

Cerré fuertemente la puerta, me senté en el piso con la espalda en la puerta, deje el sobre a mi lado, abrace mis piernas y me puse a llorar, como puede tener cara para presentarse en mi casa, pretender que vaya a su casamiento pero me sigue culpando por lo sucedido, mis lágrimas caían incontrolablemente por mis mejillas, me dolía mucho el pecho, me puse de pie y fui al closet del cuarto de invitados y busque la bolsa que me entregaron en la morgue el día que mis padres fallecieron, iba a abrirla pero me detuve, no sé si estaba preparada para ver sus pertenencias, la deje donde estaba y fui a buscar mi celular, le envié un WhatsApp a Tati para que regrese, no quería estar sola, me respondió que en veinte minutos llegaba. Me senté en el sillón y me quede mirando el piso hasta que sonó el timbre, cuando abrí vi a mi chica y me abrazo, cerró la puerta, me abrace a ella y llore nuevamente, necesitaba sacar lo que sentía desde hace años, estas lagrimas acumuladas que nunca me permití sacar, Tati solo acariciaba mi espalda sin decirme nada, dejo que llore todo lo que necesitaba y una vez que me calme un poco me hablo

-      ¿Queres contarme lo que paso? – asentí y me llevo a sentarme al sillón

-      Ni siquiera se disculpó por todo el mal que me hizo y me dejo esto – le di el sobre y ella lo abrió – Quiere que vaya a su boda como si nada hubiera pasado

-      Pero ¿No te dijo más nada? – volvió a guardar la tarjeta en el sobre y lo dejo en la mesa de centro

-      Si, que sabía que me había tratado mal en el pasado y que me necesito todo este tiempo – apoye mi espalda en el respaldo del sillón - ¿Cómo puede ser tan cara dura?

-      Tal vez es cierto, pudo necesitarte pero su enojo no la dejaba venir a verte – negué – Creo que deben hablar con más calma, desahogar todo lo que sentís acá – puso su dedo índice en mi pecho – No te hace bien seguir guardándolo

-      En ese momento recordé nuevamente la bolsa – Cuando mis padres murieron me dieron una bolsa negra con la ropa y las pertenencias que tenían en el momento del accidente – asintió – Nunca la abrí pero ahora quiero hacerlo – tomo mi mano y la beso – Quiero hacerlo ahora que estas acá conmigo

-      Claro – se puso de pie y me ayudo a pararme - ¿Dónde está?

Fuimos nuevamente al cuarto, abrí el closet y agarre la bolsa, la deje en el piso y me senté en la cama, ella me miro esperando a que la abra y lo hice, tenía mucho olor a encierro, me pare y quise salir del cuarto, Tati tomo mi mano, me acerco a ella y me dio un beso, eso me calmo un poco y volví hacia la bolsa, la di vuelta sobre la cama y lo primero que cayo fue la ropa de mis padres, estaba manchada de sangre, caí de rodillas y nuevamente me puse a llorar, Tati se arrodillo a mi lado y me abrazo

-      No sé si puedo revisarlo – beso mi frente – Me duele mucho

-      No lo hagas Tami – me puse de pie y mire que había una cajita color azul – Puedo guardar todo y esperamos a que estés un poco mejor

-      No – me acerque y la agarre - ¿Qué es esto? – un poco dudosa lo abrí, era una pulsera que tenía una chapa que decía “Tami”, y había una hoja doblada, la abrí y la leí en voz alta – “Tami, queremos pedirte perdón por cómo nos comportamos cuando nos contaste tus preferencias, sos nuestra hija y te aceptamos tal cual sos. Deseamos que siempre seas muy feliz. Te queremos Mamá y Papá” – deje la nota de nuevo dentro de la cajita y mire a Tati – Me aceptaban – ella sonrió – No estaban enojados conmigo – me abrazo fuerte y sentí mucho alivio

-      Princesa, esto te debe ayudar a sanar – beso mi mejilla – Ellos te amaban sin importarles tu elección de vida y ya quítate esa culpa que cargas, lo que les paso no fue culpa tuya ni de nadie, fue un accidente

-      Necesito descansar, me siento aturdida – asintió, me llevo a la cama y se iba a ir del cuarto - ¿Dónde vas?

-      Voy a guardar las cosas en la bolsa y a meter el pollo al refrigerador – beso mi frente – Vengo en un rato mas

Se fue del cuarto y sentía mucha paz dentro mío, todo el sentimiento de culpa se había esfumado, todo lo mal que me había hecho sentir Natalia ya no tenía importancia para mí, mis padres me aceptaban y estaban arrepentidos de haberse ido enojados conmigo ese horrible día. Sin pensarlo me quede dormida antes de que Tati regresara al cuarto.

La alarma de mi celular me despertó, mire la hora y eran las 5 am, me había olvidado de cambiarla ya que no cursaba más, lo programe para una hora más tarde y me acurruque con mi chica que estaba a mi lado.

Sentí que Tati se levantó de la cama, abrí mis ojos y eran las 7 am, no escuche la alarma así que me levante de un salto

-      Tranquila, es temprano – beso mis labios – Me doy una ducha, aprovecha para dormir otro rato – me sonrió y volví a dormirme

Cuando salió de bañarse me despertó, me bañe y una vez que estaba cambiada fui a la cocina, Tati había preparado tostadas y café, desayunamos y luego nos fuimos a la empresa.

El día se me pasó rapidísimo, estaba demasiado contenta, al salir fui un rato a la casa de Pablo, le conté lo que paso ayer con mi hermana y lo que encontré en la bolsa, él no dejaba de abrazarme

-      Tami, te juro que me hace tan feliz que hayas leído esa nota – volvió a abrazarme - ¿Qué pensas hacer con la boda de tu hermana?

-      No lo sé, por un lado quiero ir y darme la oportunidad de que hablemos y solucionemos las cosas pero por el otro me muero de ganas de mostrarle la carta e insultarla por lo mal que me ha hecho sentir todos estos años – suspire profundamente – Tengo tiempo hasta el sábado para decidirme

-      Si, pensa bien antes de tomar una decisión – le di un beso - ¿Ya te vas?

-      Si, necesito descansar, te juro que aun siento mucho cansancio por todas estas semanas tan estresantes – camine hacia la puerta

-      Tami – lo voltee a ver - ¿Sabías que mi padre está saliendo con su secretaria?

-      Recordé el beso que vi – Si, hace una semana lo sé – frunció su ceño – Los vi y el me pidió que no te diga nada, supuse que quería que te enteres por él

-      Sí, me lo dijo anoche – negó con su cabeza – No soporto verlo con otra mujer que no sea mi madre

-      Amigo – volví hacia él – Tu mamá falleció hace tres años, tiene que rehacer su vida, bastante duelo le guardo

-      Lo sé – bajo su mirada – Solo que no puedo aceptarlo

-      Sé que con el tiempo lo harás – lo abrace – Te quiero mucho

-      Yo también te quiero mi pequeña – beso mi frente – Anda con cuidado

Sonreí y me fui, llegue a mi casa y fui directo a dormirme.

Los días siguieron transcurriendo, entre el trabajo, salidas con Tati y una que otra noche colaborar en el restaurant no había tenido tiempo de pensar si ir o no a la fiesta.

El sábado después del trabajo me fui a mi casa, me acosté en el sillón a ver una película pero mi mente se fue a seis años atrás, el día del trágico accidente, de todo lo que me había dicho Natalia y lo mal que me sentí, me refugie en el silencio y en guardar todo sentimiento, eso me afecto mucho y ya no lo quiero, agarre el sobre que aún seguía en la mesa de centro y saque la tarjeta “Queremos que estés con nosotros en este gran día,  te esperamos en el salón Anahí para que disfrutes junto a nosotros una gran fiesta. Natalia y Mariano”, lo leí varias veces y tome la decisión de ir, llame a Tati para contarle y para que viniera a ayudarme a elegir que ponerme.

Cerca de las 8 pm llego mi chica, me di una ducha mientras ella buscaba algo bonito en mi closet, al salir la vi sentada en mi cama, me miraba con una sonrisa, me seque ante su atenta mirada y me puse mi ropa interior, ella me mostro un bonito y elegante vestido negro

-      Sabía que no tendrías ningún vestido especial para esta noche así que me tome la delicadeza de ir a comprarte este hermoso vestido – me ayudo a ponérmelo, era realmente precioso, me quedaba por encima de las rodillas, muy ajustado al cuerpo, sin tirantes, con un escote bastante pronunciado y la espalda al descubierto – Te queda precioso

-      Me mire al espejo y ambas sonreímos – Me gusta mucho – me di vuelta y la bese

Me dio mis zapatos negros de taco alto y luego me maquillo, delineo mis ojos con un lápiz negro, rubor en mis pómulos y gloss en mis labios, con su planchita hizo un poco de ondas en mi cabello y realmente había quedado muy bien, volví a mirarme al espejo y levante mi pulgar en señal de aprobación, ella se acercó a mí y tomo mi mano, la beso y luego puso en mi muñeca la hermosa pulsera que me había comprado mis padres, sonreí y me dio un pequeño beso

Ya eran casi las 11.30 pm, se despidió de mí y me subí al auto, busque en el GPS la dirección y con mucha calma maneje hasta el salón, cuando llegue deje el auto en un estacionamiento que había al lado y un poco nerviosa camine hasta la entrada, un señor de traje estaba parado, le entregue la invitación y muy amablemente me hizo pasar.

Cuando entre note que ya habían llegado los novios, mire la hora, faltaba poco para la 1 am, los invitados estaban bailando, note que alguien caminaba hacia mí, creí que sería alguna prima o algún familiar pero me sorprendí al darme cuenta de que era Sami

-      Tami ¿Qué haces acá? – ella se veía igual de sorprendida que yo

-      Hola Sami – bese su mejilla – Es la boda de mi hermana y me invito

-      ¿Qué dijiste? – note que se puso pálida - ¿Natalia es tu hermana?

-      Si, mis padres nos hicieron a las dos – sonreí y ella se agarró la cabeza - ¿Qué pasa?

-      No puede ser cierto – miraba el piso y caminaba en círculos – No puedo creerlo

-      Agarre sus manos y la hice pararse frente a mí - ¿Qué pasa Sami?

-      Me miro - Tuve sexo con tu hermana  - sentí como si me dieran un golpe en la boca del estomago

-      Busque con mi mirada a Natalia y me dirigí hacia ella – Quiero hablar con vos

-      Hola Tami, viniste – me iba a abrazar y no la deje - ¿Podemos hablar más tarde?

-      No, en este momento quiero hacerlo – la tome de la mano y la lleve a un pequeño cuarto que estaba cerca de la entrada, una vez adentro le di un cachetazo con todas mis fuerzas – Te acostaste con mi ex

-      ¿Estás loca? – se agarró la mejilla que golpee – Me acabo de casar con Mariano

-      Negame que te acostaste con Samanta – se abrió la puerta, ambas volteamos y Sami entro

-      ¿Sami es tu ex? – miro a mi ex novia – ¿Ella es la que te cago con su jefa?

-      No vengas con eso - ¿Cómo pudiste acostarte con mi chica? – sentía tanta bronca que le di otro cachetazo

-      Me miro con mucho odio - Dirás tu ex chica y sí, me la cogí y me encanto, sabe riquísima tu ex novia – sabia como provocarme

-      Sami la miro no pudiendo creer lo que escuchaba y me detuvo al ver que iba a darle otro golpe – Tami, no la golpees

-      ¿A vos también te gusto cogértela? – mire con mucha tristeza a Sami – Ya probaste a las dos hermanas

-      No sabía que era tu hermana, si no jamás lo hubiera hecho – tomo mis manos y la quite – Por favor, escuchame

-      No quiero escucharte – fije nuevamente mi mirada en mi hermana – Ella – señale a Sami – Es de quien me enamore y me di cuenta que me gustaban las mujeres, por ese motivo me culpaste todos estos años de la muerte de mis papas

-      Por tu culpa se murieron, si hubieras cerrado tu boca ellos estarían conmigo en mi boda – me grito

-      Busque en mi pequeño bolso la carta, la abrí y la puse delante de sus ojos – Mis papas no se murieron por mí, ellos me aceptaban – una lagrima corrió por mi mejilla – Yo no soy culpable de nada

-      Natalia, andate – Sami la miro y mi hermana se fue, vino hacia mí y me abrazo, correspondí el abrazo y me puse a llorar – De verdad no sabía que era tu hermana, no te haría algo así

-      Me separe de ella – Te acostaste con ella ¿Cómo pudiste?

-      Tami entende, no lo sabía, te lo juro – agarro mis manos

-      Lo entiendo – dije mirándola a sus hermosos ojos color miel

-      Entonces ¿Por qué estás tan enojada? – solté sus manos

-      Llorando le conteste - Porque aun te amo – me di media vuelta y me fui lo mas rápido posible

Sami<<

Sin medir mis palabras le dije que me había acostado con su hermana, ella sin decirme nada se fue, me sentía horrible, no podía creer la mala suerte que tengo, ¿De todas las personas del mundo tenía que acostarme con su hermana? Trate de buscarla con la mirada y la vi entrar al cuarto con Natalia, camine hacia la puerta pero me detuve antes de entrar, no sabía si hacerlo o no, espere unos minutos pero al escuchar gritos entre, ambas se miraban con mucho odio y Natalia en vez de calmar las cosas provocaba que Tami reaccionara cada vez peor, cuando tocaron el tema de sus padres Tami le mostro un carta, la cual no llegue a leer pero ella aseguraba que sus padres la aceptaban, al verla llorar le pedí a Natalia que se fuera y la abrace, me sentía mal aunque no tenía porque, trate de explicarle como fueron las cosas y no me dejo, no entendía su enojo y lo último que me dijo antes de irse fue que me amaba, la vi irse y suspire, quise correr tras de ella, detenerla y decirle que yo también la amo pero seguramente no quiera verme, sé que no me va a perdonar tan fácil el hecho de haber tenido sexo con su hermana.

Salí y fui hacia Natalia que estaba con Mariano, estaba llorando

-      Natalia, me voy – ella me miro y solo asintió – Cuando puedas llamame

Me despedí de su marido y me fui a mi auto, al sentarme recordé las palabras de mi padre, espere unos minutos hasta que me sentí un poco más calmada, puse en marcha el auto y maneje hasta la casa de Tami.

Al llegar vi que la puerta no estaba cerrada, eso me asusto un poco, entre, cerré la puerta y cuando mire hacia el interior vi todo revuelto, la pantalla y el PlayStation 4 estaban en el piso, todos los cojines tirados, la buscaba con la mirada y no la veía, fui hacia la cocina, prendí la luz, había platos y vasos rotos, mire hacia un lado y Tami estaba sentada en el piso con una botella de Vodka en la mano, camine hacia ella y una vez que estaba en frente me puse en cuclillas

-      ¿Por qué rompiste todo? – tomo un trago y no me contesto ni me miro – Tami, dejame explicarte como fueron las cosas

-      ¿Qué me vas a explicar? – revoleo la botella y se rompió contra la pared

-      Por Dios, te juro que no sabía que era tu hermana – me senté a su lado – Natalia va conmigo a la universidad, hace un poco más de un mes que empezamos a hablarnos y nos hicimos amigas por así decirlo – me miro y luego volvió a poner su mirada en el piso – El jueves fuimos todas las chicas de la uni a hacerle la despedida de soltera, fuimos a un show de Strippers y al salir la lleve a su casa, entramos y lo único que me dijo antes de que pase algo fue que estaba caliente – negó con su cabeza sin mirarme – Me deje llevar, estaba igual de caliente y paso, ninguna de las dos lo buscamos, ella no me gusta y yo no le gusto a ella

-      Pero te la cogiste – sabía que no entraría en razón

-      Pense unos segundos – Tami, me conoces bien, mejor que nadie y sabes que no te lastimaría – tome su rostro con mis manos – ¿Es cierto que aún me amas?

-      No quiero hablar de eso – se quiso levantar pero había tomado casi toda una botella de vodka lo que no dejaba que actué normalmente -  Si lo que te importa es saber eso mejor andate

-      La ayude y cuando estuvimos de pie le volví a hablar – No voy a decir más nada pero dejame que me quede con vos esta noche

-      Yo me voy a la cama, hace lo que quieras – la acompañe y cuando se acostó la cobije, me iba a ir y tomo mi mano - ¿Es mejor que yo?

-      Nadie es mejor que vos – cerro sus ojos y bese su frente – Descansa - me retire del cuarto

Me senté en el sillón, tenía un poco de miedo de que cometa alguna locura así que preferí quedarme aunque sea acá sentada, trate de mantenerme lo más despierta posible pero el sueño me estaba venciendo y antes de que pueda evitarlo me quede dormida.

El timbre me despertó, busque mi bolso y agarre mi celular, eran las 11 am, frote mis ojos y volvió a sonar el timbre, me levante y camine hacia la puerta, la abrí y Tatiana se me quedo mirando sorprendida

-      Hola – me saludo extrañada - ¿Qué haces acá?

-      No es lo que parece – la hice entrar – Me quede porque no quería que cometa otra locura

-      Miro todas las cosas tiradas en el piso - ¿Qué paso?

-      Nos encontramos en la boda de su hermana – abrió sus ojos – Natalia es o era mi amiga

-      ¿Dónde está? – me miro preocupada

-      Anoche cuando llegue había tomado mucho, está durmiendo en su cuarto – dejo su bolso en el sillón – Ya me voy, cuidala por favor – asintió – Adiós Tati