Aprendiendo a Amar Cap. 44
El calor de mi cuerpo subió considerablemente, ella lo noto y acerco lentamente sus labios a los míos, puse mis manos en su espalda y ella hizo el beso más intenso haciendo que nuestras lenguas se rocen, unos segundos después reaccione de lo que estábamos haciendo y la detuve
Buenas a todos!!! Dejo un nuevo capitulo.... Espero les guste
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Saudos ;)
Capítulo 44
Jenny<<
Efectivamente el mismo día que Tati hablo con el presidente de la sucursal me devolvieron la mitad de mi dinero, estuve tratando de hablar toda la semana con mi madre hasta que por fin el viernes me dedico un tiempo, llegue a su casa y note que estaba bastante nerviosa
- ¿Por qué no me querías recibir? – fui directo a lo que me interesaba
- Hija, sé que las cosas entre tu padre y vos no están bien, sabía que a lo mejor al encontrarse iban a discutir, quise evitar eso – respondió a la vez que me servía una taza de café - ¿Cómo estás?
- Mal mamá, por suerte el tema del dinero se está resolviendo pero estar sin trabajo me hace mal – tome un trago de mi taza – Trata de hablar con papá, que me deje volver a la empresa
- Hija, yo no puedo meterme en esa decisión, si lo hizo fue porque él vio que era lo mejor – la mire incrédula de lo que estaba diciendo – No me mires así, podes buscar trabajo en otro lado
- ¿Estás hablando en serio? – asintió – Sabes que no es lo mismo y necesito dinero para mantener la casa
- Sofía trabaja, no se van a quedar sin comer – eso fue la gota que rebalso mi vaso, me levante y me fui sin ni siquiera despedirme
Me subí a mi auto, no podía creer lo que me había dicho mi madre, sin dudarlo me fui a la empresa de José, espere un buen rato a que me pueda atender, cuando se desocupo me hizo pasar
- Jenny, me entere lo que te sucedió, sabes que contas con toda mi familia para lo que sea – me hizo sentar y luego se fue a su asiento - ¿En qué puedo ayudarte
- Quiero vender mi auto – abrió sus ojos color miel iguales a los de su hija sorprendido y no dijo nada – No quiero nada que sea por parte de mis padres, si me soltaron la mano en mi peor momento voy a salir adelante sin ellos
- Entiendo tu manera de pensar pero deberías pensarlo un poco más – negué – No es cualquier auto
- Lo sé, ¿Cuánto me podes dar? – puso el dedo índice en su barbilla – Sé que sos bueno en todo esto, podes darme una buena cantidad, lo tengo hace menos de un año, sin ningún golpe ni ralladura y sabes cómo lo cuido
- Sonrió – Realmente haz madurado, ya no sos esa pequeña que conocí – recordó algo y sonrió – Le prometí a mi hija que te metería en una caja y serias su regalo pero creo que con lo que haz crecido no será tan fácil – me reí – Mira, tengo que hacer que lo revisen los mecánicos pero creo que puedo darte alrededor de $800,000
- Entrecerré mis ojos y asentí – Que lo revisen ahora, ya no quiero el auto
- Tomo el teléfono – Juan Cruz, te voy a enviar un auto necesito una cotización a la brevedad – colgó – Dame las llaves y acompáñame
Se las entregue, bajamos y él se subió al auto, lo encendió y sonrió al escuchar el sonido del motor
- Que hermoso auto – me senté del lado del acompañante – Te vas a arrepentir de venderlo
- Vamos al taller José – negó sonriendo y manejo hasta la parte de atrás de la empresa
Entramos al taller y rápidamente los mecánicos se pusieron a revisarlo y dieron una vuelta para hacerle unas pruebas, al regresar se fueron a una pequeña oficina junto con José, después de diez minutos salieron y el papá de mi mejor amiga se acercó a mi
- Te voy a dar lo que te había comentado – ambos nos miramos en silencio – Volvamos a mi oficina para entregarte el cheque
- Fuimos caminando y cuando llegamos nos sentamos – José, sé que podes darme un poco mas – sonrió ante mi regateo – Dame $850,000
- Eso fue lo que siempre me gusto de vos – me señalo con su dedo índice, luego agarro su chequera y escribió – Siempre te salís con la tuya
- Me entrego el cheque y lo guarde en mi bolso – Gracias José – me puse de pie – Voy a volver por un coche, pensa cual me recomendarías
- Hay Jenny – me abrazo y beso mi mejilla – Dame una semana y te consigo un muy buen auto
- Nos vemos pronto – me retire y me fui en taxi a mi casa
Al llegar a mi casa le conté a Sami y se enojó por lo que había hecho pero dijo que si era lo que yo quería que me respetaría, conversamos un rato ya que al otro día tendría una cita con Juanjo y luego se fue.
Ya en la noche prepare la cena junto con Santi, le serví antes de que llegue su hermana ya que tenía mucho sueño y quería irse a dormir.
A las 10 de la noche llego Sofí, me dio un beso y miro alrededor de la casa
- ¿Santi? – fuimos a la cocina y serví dos platos de espagueti
- Se fue a dormir, estaba muy cansado – me senté y enrede pasta en mi tenedor para luego llevarlo a mi boca - ¿Cómo te fue?
- Bien, la semana que viene tengo tres exámenes y un proyecto de equipo – suspiro – No está tu auto en el garaje ¿Dónde está?
- Agarre el sobre donde había guardado el cheque y se lo entregue – Acá esta
- Me miro extrañada, abrió el sobre y miro el cheque - ¿Qué hiciste?
- Lo vendí – sonreí y vi su cara seria – Necesitábamos el dinero
- Se agarró la cabeza – Jenny, sabes bien que eso no es cierto, tenemos un ahorro y con lo que gano estamos bien por el momento – pensó unos segundos – Ya se lo que te paso ¿Quién toco tu orgullo? ¿Fue tu mamá o tu papá? – me miro enojada
- Me levante y ella vino detrás mío – No digas tonterías Sofía, lo vendí porque tengo que mantener la casa
- Me agarro del brazo justo antes de que suba la escalera – Somos una pareja, los gastos los compartimos y no es un problema que por uno mes en lo que conseguís otro trabajo me haga cargo yo
- Rápidamente me imagine todo un mes sin trabajar y me agarro la desesperación – Con mayor razón, no puedo permitir eso
- Por Dios Jennifer – me agarro de la cara con ambas manos – No estás pensando, tenías un coche precioso y ahora no lo tenes mas
- Si no cuento con el apoyo de mis padres, no quiero nada de ellos – vi su cara de que ya entendía lo que había pasado – Mi madre me dijo que no me ayudaría y que si no tengo trabajo que vos me mantengas mientras encuentro uno – levante el tono de mi voz
- ¿Y cuál es el problema mi amor? – tomo una de mis manos y acaricio con la otra mi mejilla – Si no me das la oportunidad de que te apoyes en mí en el momento en que más lo necesitas ¿Cuándo me dejaras hacer algo por vos? – baje la mirada y comencé a llorar – Es momentáneo, que yo te ayude no quiere decir que seas débil o una mantenida, todos los que te conocemos sabemos lo fuerte y valiente que sos, no tenes que demostrarle nada a nadie
- Lo comprendo pero compréndeme vos a mí, ellos me soltaron la mano y yo necesito demostrarme a mí misma que no necesito de ellos para salir adelante – la abrace y ella me aferro a su cuerpo – Sé que puedo apoyarme en vos y lo valoro muchísimo solo que estaba acostumbrada a que nada me falte y ahora que me falta todo quiero salir adelante sola, claramente con tu ayuda pero nada mas
- Tranquila mi amor, si es lo que necesitas te voy a respetar y apoyar – nos sentamos en el sillón
Recosté mi cabeza en sus piernas y ella acaricio mi cabello hasta que me quede dormida. Un rato más tarde me despertó para que nos fuéramos a la cama.
A la mañana siguiente ella se levantó, se fue a bañar y se vistió ante mi mirada
- Amor, ¿Necesitas que te deje la camioneta? – me senté en la cama y negué
- Voy a llevar a tu hermano con tu abuela así te paso a buscar y salimos un rato – me sonrió y me dio un beso – Te voy a esperar en el estacionamiento de la empresa
- Está bien mi vida – volvió a besarme – Te veo más tarde
- Antes de que salga del cuarto me levante y la traje hacia mí – Te amo mi amor – bese sus suaves labios
- Yo también te amo mi cielo – acaricio mi mejilla y se fue
Me acosté y me volví a dormir, me despertó una hora más tarde Santi subiéndose a mi cama y acurrucándose a mi lado, lo abrace y nos dormimos otro rato más juntos.
Nos bañamos los dos y luego lo lleve en taxi hasta la casa de su abuela, vi que ya eran pasadas las 2 pm y Sofí me estaría esperando, le dije al conductor que se apurara un poco. Me dejo fuera del estacionamiento, le pague, entre y fui hacia donde siempre estaciona mi novia, unos pasos antes de llegar vi que estaba Sofí hablando con mi primo, ella estaba con su espalda en la camioneta y él delante de ella apoyando su mano cerca de su cabeza haciéndose el galán, me pare al lado de ellos
- ¿Interrumpo? – me cruce de brazos y mire a ambos
- Hola prima – me abrazo pero no lo correspondí – Que gusto verte
- Hola Leonardo – mire a Sofí la cual solo me observaba - ¿Qué hacen?
- Nada – respondió Sofí rápidamente
- Pose mi vista en el idiota de mi primo y él sonrió estúpidamente – La estoy invitando a salir, te invitaría pero tengo solo dos boletos – me guiño el ojo
- ¿Sabes que te puede denunciar por acoso laboral? – Sofí puso sus ojos en blanco y el saco la mano que tenía en la camioneta
- Estamos fuera del horario laboral, ya no es mi secretaria – seguía en su postura de conquistador y volteo a ver a mi novia - ¿Aceptas mi invitación, preciosa?
- Sentí que las ganas de golpearlo aumentaban - Responde mi amor, ¿Queres salir con el pendejo de mi primo?
- Mi primo se puso rojo de la vergüenza – No sabía que…. – lo interrumpí
- Andate de acá imbécil – salió corriendo, se subió a su auto y se fue – No sabía que estamos juntas – Sofí abrió la puerta del auto - ¿No le dijiste?
- No tengo porque andar contando mi vida – me miro enojada
- Sé que no pero es mi primo – grite - ¿Cómo podes dejar que te coquetee?
- Primero calmate – no la deje hablar
- ¿Cómo queres que me calme? – cruzo sus brazos – Llevan toda una semana trabajando juntos y van a seguir trabajando juntos y que estés conmigo no lo va a detener – resoplo – No lo conoces, siempre compitió en todo conmigo no dudo que quiera competir en esto también – quiso contestar pero nuevamente no la deje – Cuando le gusta una chica no para hasta cogérsela
- Se subió a la camioneta y yo también me subí y me puse el cinturón de seguridad – No me tenes ni un poco de confianza
- ¿Cómo queres que la tenga si llevan trabajando una puta semana y no fuiste capaz de decirle que tenes pareja? – negó con su cabeza mirando al frente – Sabes que – me desabroche el cinturón – Anda y cógetelo – me baje del auto, camine hacia la salida y justo venia mi padre, vi sus intenciones de hablarme – No tengo ganas de escucharte – seguí caminando y no voltee en ningún momento
- Subite Jennifer – Sofía iba conduciendo lentamente a mi lado
No le conteste y me subí al primer taxi que paso, no sabía que dirección darle al conductor, no quería ir a mi casa ni a ningún lado donde Sofía fuera a buscarme, le dije que empezara a conducir mientras pensaba donde ir, llegando al semáforo vi que la camioneta de sofí giro a la derecha y le pedí que continuemos por la avenida y que me llevara a un parque que está del otro lado de la ciudad.
Al llegar le pague y me senté en una banquita, vi que tenía llamadas perdidas en mi celular, eran de mi padre y de Sofía, apague el teléfono y lo guarde en mi bolso. Veía que las personas caminaban felices y yo sentía demasiada impotencia, toda mi vida se estaba yendo a la mierda y no sé cómo detenerlo, mi relación con Sofía está mal, con mi padres también, no tengo trabajo y estoy demandando a un banco por estafa, necesito a mi amiga pero no quiero arruinarle su cita con Juanjo, apoye mis codos en mis piernas y mi cabeza en mis manos y comencé a llorar.
No me di ni cuenta cuando había oscurecido, no sabía qué hacer, si voy a casa seguro sea otra pelea, empecé a caminar y llegue hasta un bar, entre y vi que estaban unas compañeras de la universidad, al verme me hicieron gesto de que vaya, me acerque a saludar poniendo mi mejor cara pero rápidamente les dije que solo venia por una cerveza que me iba pronto, no tenía ganas de conversar con nadie.
Me senté en la barra y disfrute de varias cervezas, sentí como de a poco comenzaba a hacer efecto en mí, le conté mis problemas al muchacho de la barra el cual casi ni me contestaba ya que estaba atendiendo a varias personas, me sentí una estúpida y preferí irme. Al salir paré el tercer taxi del día encendí mi celular, eran las 11.30 pm y llame a Sami, me atendió rápidamente y le pregunte si aún estaba con Juanjo, por suerte ya estaba en su casa y le pedí al conductor que me llevara hasta allá.
Sami estaba en la puerta, le pague al agradable señor y corrí hasta ella, la abrace y me puse a llorar, me hizo entrar a su casa, sus papas estaban en la sala mirando una película
- Buenas noches – salude secando mis lágrimas – Perdonen por la hora
- Buenas noches Jenny, no te preocupes – su mamá me sonrió – ¿Queres un té? – se puso de pie y vino hacia mi
- Por favor Nelly – fuimos las tres a la cocina, Sami acariciaba mi espalda mientras yo seguía descargando mi angustia y su madre dejo la taza frente a mí – Todo me sale mal – por mi llanto era casi inentendible lo que decía
- Su mamá se sentó a mi lado – Pequeña, de las cosas malas hay que aprender – la mire y ella seco mis lágrimas – Pero está en vos no caerte ante las dificultades, sé que vos no sos de ese tipo de personas, luchas para salir adelante
- Mi novia y mis padres son en quienes más me apoyaba y me salen con estas cosas – nuevamente salían lágrimas de mis ojos – Me es difícil salir adelante
- Jenny – voltee y José estaba parado en la puerta de la cocina – Si necesitas quedarte unos días en mi casa, sabes que podes hacerlo – asentí – Lo que necesites, sabes que sos como una hija para mí – me pare y fui a abrazarlo – Tal vez necesitas un poco de distancia para aclarar tu mente
- Tenes razón José – me separe y con suavidad el seco mis lágrimas – Me gustaría quedarme unos días acá con ustedes
- Claro chiquita, te iba a ofrecer el cuarto de invitados pero sé que seguramente necesites estar con Sami – mi amiga vino hacia nosotros y él nos abrazó a ambas – Estoy muy orgulloso de las dos – me aferre más a José – Vayan a descansar o conversar, lo que necesiten hacer
Ambas besamos sus mejillas y luego nos despedimos de Nelly, al llegar al cuarto de mi amiga me acosté en su cama y ella empezó a desvestirse para ponerse su pijama, no sé porque vino a mi mente el beso que me dio cuando la fui a buscar a la fiesta hace un tiempo atrás.
Sami<<
Antes de ir al cine Juanjo se detuvo en un restaurant de comida árabe, entramos y tomamos asiento en una mesa, un muchacho con facciones árabes nos trajo las cartillas
- ¿Comiste alguna vez comida árabe? – negué – A mí me encanta, te recomiendo que pidas Shawarma, tiene cordero, es realmente riquísimo – miro al camarero – A mi tráigame uno de esos
- Yo voy a pedir lo mismo – el joven sonrió - ¿De tomar que vas a pedir?
- Traenos una botella de Malbec – rápidamente el camarero se fue – Te va a gustar mucho – sonrió y realmente me embobaba ver sus dientes tan perfectos, me sacó de mis pensamientos – Contame cómo es que te decidiste por estudiar arquitectura – puso su mano en su mentón observándome detenidamente, eso me hizo ponerme nerviosa
- Iba estudiar para contadora como Jenny, nos lo habíamos propuesto cuando iniciamos la secundaria pero a mitad de año viendo un programa de televisión de NatGeo me convencí por la arquitectura – sonrió – Tanto me atrajo que hasta me descargué la app Planner 5D en mi celular – le mostré mi celular Sony y él lo tomó
- ¿Puedo? – afirmé – Jamás había escuchado de esa aplicación, soy más incivilizado haciendo planos en AutoCAD – abrió la aplicación y creó un proyecto nuevo – Se ve muy buena, es a color y está orientado a diseño pero le hace falta precisión en capas y en lo que es el plano en general del proyecto que desees construir – lo miré audazmente y levanté mi ceja derecha
- La aplicación está más orientada a la distribución de ambiente y el diseño de los mismos, más no en especificaciones técnicas – respondí rápidamente
- Disculpe usted futura arquitecta – me regresó el celular sonriendo – Podrías un día venir al departamento y ver uno de los planos en los que estoy trabajando, me vendría bien un criterio femenino – le sonreí, en eso llegó el mesero a dejar los platos y regresó con el vino – Gracias joven
- Huele delicioso – miré el plato – ¿No pica verdad? – el negó, lo probé bajo la atenta mirada de él y sentí cómo mi paladar degustaba cada uno de los ingredientes – Está riquísimo
- Sabía que te iba a gustar – él comenzó a comer – Buen provecho
- Igualmente – pensé que era momento de indagar en su vida y le pregunté – Aparte del trabajo ¿Qué otra actividad haces?
- Me gusta mucho ir al gimnasio, vivo con mi mejor amigo, los días que no voy al gimnasio voy con mis amigos a jugar futbol y los fines de semana los utilizo para descansar y visitar a mis padres – entendí que no tiene vida amorosa por el momento y me alegré – Ah, se me olvidaba lo más importante, me gusta salir a pasear con mi hermosa y bella princesa – creo que fue muy notoria mi cara de decepción y él se rio – Mi perrita Husky Frida
- ¿Por qué ese nombre? – me extrañó el nombre
- La cara es blanca y tiene una manchita negra horizontal encima de sus ojos – nos reímos
- ¿Qué edad tiene? – se me hizo tierno que tuviera una mascota, lo hacía ver tan varonil
- Cinco meses y tres días – cató el vino y le dio un trago - ¿Y usted señorita a qué se dedica en sus tiempos libres?
- Cuido al hermanito de Sofí, salgo con las chicas de la secundaria y de la uni – comí otro bocado
- ¿No tiene príncipe la hermosa doncella? – tragué en seco y bajé mi mirada – Si te resultó incómodo no respondas
- Hace tres meses terminé una relación – él tomó mi mano derecha por encima de la mesa y sonreí levemente
- ¿Estás bien? – me miró preocupado
- Fue duro pero ya pasó – con mi pulgar acaricié su mano, sonreí al sentirme en confianza con él
- Vamos a ver una película que se acaba de estrenar ayer por la tarde, se llama ‘Mentes Maestras’, es cómica – asentí
Cuando terminamos nos dirigimos al centro comercial y compramos los boletos, palomitas, de bebidas escogí Té Negro y él Sprite, nos la pasamos muy bien, al verlo a mi lado decidí abrirme a la oportunidad de tener algo con él.
Después de la película salimos conversando las escenas más divertidas, me llevó a mi casa y quedamos de hablar para volver a vernos. Al despedirse me beso la mejilla dulcemente y no se retiró hasta que crucé la puerta. Llegué y mis padres se me quedaron viendo con una sonrisa en sus labios, me senté en medio de ellos y mi padre me hacía gestos con su mano como pidiéndome detalles pero lo ignoré y le di un empujoncito con mi hombro para que siga viendo la película. Un rato después sonó mi celular, era Jenny, al ver la hora respondí rápidamente, la escuché triste y le dije que venga a mi casa, les dije a mis papás que vendría mi mejor amiga y ellos no tuvieron ningún problema.
Una vez que llego Jenny nos fuimos a la cocina y mi padres tuvieron una bonita conversación con ella, ya más tranquila nos fuimos a mi cuarto, se quitó sus zapatos y se acostó, yo me empecé a sacar mi ropa y note que ella se me había quedado mirando, no le di importancia, me puse mi pijama y busque algo para que ella se ponga, se lo di y ella se cambió de ropa, nos acostamos
- ¿Cómo te fue? – recostó su cabeza sobre mi hombro
- Bien, tenías razón cuando me dijiste que me iba a gustar – sonreí al recordar lo bien que lo pase – Te ves muy cansada, vamos a dormir y mañana te cuento todo, hasta el mínimo detalle – bese su frente – Descansa
Agarre la manta junto con la sabana y nos cubrí, apague la luz de la lámpara de la mesita que esta de mi lado y Jenny me abrazo, acaricie su cabello, sé que eso la ayudaría a dormir, cerré mis ojos y enseguida sentí que su mano acariciaba mi abdomen debajo de mi pijama, mi piel se erizo y la deje que siga sin darle importancia, sus caricias iban aumentando, tanto así que subía su mano hasta justo debajo de mis pechos, mi respiración se agito, era raro pero no la quite, beso mi cuello y suspire, ella se puso sobre mí, su remera se había levantado un poco con el movimiento y la piel de su abdomen rozo la mía, el calor de mi cuerpo subió considerablemente, ella lo noto y acerco lentamente sus labios a los míos, puse mis manos en su espalda y ella hizo el beso más intenso haciendo que nuestras lenguas se rocen, unos segundos después reaccione de lo que estábamos haciendo y la detuve
- ¿Qué estás haciendo Jenny? – intento besarme nuevamente – Jenny, para – prendí la lámpara
- Me miro a los ojos - ¿Me vas a negar que no te gusto? – seguía sobre mi
- No, no te lo voy a negar pero no se hacen las cosas así, estas con Sofí – se bajó y se sentó – No te enojes – no respondió y yo tome su mano – Si yo accediera ¿Qué harías con Sofí?
- No accediste – bajo su mirada y se acostó – Hasta mañana
- Vamos Jenny, no sos así – siguió mirando hacia el otro lado – Mañana hablamos – bese su cabeza y me acomode en la cama
- Después de unos minutos ella se dio vuelta - ¿Te puedo abrazar? – asentí y ella lo hizo – Nunca te vayas de mi vida Sami
- Sabes que nunca lo haría – se aferró más a mí, puso su cabeza entre mi hombro y mi cuello – Te adoro – cerré mis ojos y un rato después me dormí
Al otro día me desperté y mi amiga seguía en la misma posición, mire su carita la cual tenía el maquillaje corrido por haber llorado, trate de levantarme sin despertarla pero fue en vano ya que al primer movimiento abrió sus ojos un poco asustada, la tranquilice y se volvió a acomodar en la cama para dormirse nuevamente, fui al baño, puse pasta de dientes y me quede mirándome al espejo, recordé unos segundos ¿Qué hubiera pasada anoche si no me detenía? Sacudí mi cabeza y comencé a cepillarme los dientes, no quise darle más importancia de la que tenía pero si quería hablarlo con mi amiga. Baje y mis padres estaban desayunando, mi papá me sonrió y note que tenía su ropa de golf, se despidió y se fue. Desayune junto a mi mamá, le conté un poco de Juanjo y se veía más contenta que yo, Jenny en ese momento entro a la cocina, le serví café y termine de contarles a ambas sobre la cita.
Las tres nos pusimos a preparar la comida y más tarde almorzamos, subimos a mi cuarto y le di una toalla para que se fuera a bañar en mi baño mientras yo me bañaba en el de mis padres, ya vestida regrese a mi cuarto y Jenny estaba sentada en la cama con su ropa puesta
- ¿Podes ir a mi casa a buscarme ropa? – me senté a su lado – No quiero ver a Sofía
- Jenny, puedo acompañarte si queres pero tenes que pararte frente a ella y ser clara, que sepa que te vas a quedar acá unos días o si no queres seguir con ella o lo que estés sintiendo – bajo su mirada – No sé lo que haya pasado entre ustedes pero merece una explicación
- Acompáñame pero no quiero hablar con ella, no tengo ganas de escucharla y no siento que deba explicarle nada – negué con mi cabeza – Por favor Sami
- Vayamos – agarre las llaves de mi auto que estaban en el escritorio que está en mi cuarto
Nos despedimos de mi madre, nos subimos a mi BMW y fuimos hasta su casa. En el camino no dejaba de decirme lo hermoso que es mi auto. Estacione en la puerta y ella abrió con su llave el portón, atravesamos el jardín delantero y entramos a la casa, Sofí estaba sentada con Santi en el sillón, lo ayudaba con sus deberes, se puso de pie y observo a mi amiga mientras subía las escaleras, camino hacia mi
- Hola Sofí – bese su mejilla y Santi corrió hacia mí, lo cargue y le di un beso - ¿Cómo están?
- No sabía que se había quedado con vos – miro hacia arriba - ¿Se va a volver a ir? – en ese momento bajo Jenny con un bolso colgado de su hombro, Sofí la miraba sin entender y se veía la tristeza en su mirada - ¿Te vas a ir? – Jenny no le contesto y me miro esperando que nos fuéramos – Santi no dejo de preguntar por vos
- El pequeño se bajó de mis brazos y abrazo a Jenny – No te vayas
- Tengo que irme unos días pero si me necesitas le decís a tu hermana que me llame para que me hables – vi su carita ponerse triste – Van a ser unos días enano
- Se bajó y corrió a abrazar la pierna de su hermana y tapo su cara, Jenny se fue a mi auto - ¿Se va a quedar en tu casa? – sus ojos se llenaron de lagrimas
- Si, necesita un poco de tiempo – Santi corrió por las escaleras – Así como vos lo necesitaste cuando fue el problema con los padres del amigo de tu hermano
- Asintió mirando el piso – Tomate estos días para estar con ella, mi abuela se puede encargar de Santiago
- Van a estar bien – negó y me miro a los ojos
- Cree que la engaño con su primo o realmente no sé qué es lo que piensa – la mire sorprendida - ¿No te dijo nada?
- No, no quiso hablar, solo sé que está mal con vos y sus padres – la abrace – Te aviso cualquier cosa
- Si, está bien – bese su mejilla y me fui al auto
Cuando llegue Jenny termino la llamada en la que estaba, puse e marcha el auto y me conto que Saúl la había llamado mientras me detuve en un semáforo
- Me dijo que fue alguien interno del banco – la mire y rápidamente volví mi vista al frente – Tengo que hablar con Tatiana
- Mañana después de la uni podemos ir – la luz cambio y avance mientras seguimos en silencio, hasta que me tope nuevamente con un semáforo en rojo, dudaba de preguntarle pero lo hice - ¿Qué buscabas anoche Jenny? – la mire a fijamente a los ojos
- Amor – bajo su mirada y sentí mucha ternura al escucharla, tome su mano y al ver que la luz se puso en verde seguí conduciendo hasta mi casa
Tami<<
El fin de semana estuvo tranquilo, el sábado en la noche fui a cenar con Tati, luego nos fuimos a dormir a mi casa y el domingo estuvimos todo el día trabajando en mi tesis, se hizo tarde así que le dije que se quedara nuevamente a dormir. Antes de acostarnos me di cuenta que ambas estábamos demasiado cansadas, no tenía ni ganas de que empiece la semana y menos porque tenía los tres exámenes finales en la universidad.
Durante la noche tuve demasiado calor así que me levante a sacarme la ropa y dormir solo con mi ropa interior. A las 5 am sonó mi alarma, la apague sin ni siquiera abrir los ojos, realmente estaba muy cansada. Me fui a bañar y Tati se levantó a hacer el desayuno, cuando termine me cambie y me cepille los dientes, luego fui a la cocina en lo que desenredaba mi cabello
- Buenos días Tati – bese sus labios – No se vos pero yo tengo muchísimo sueño
- Puso las dos tazas de café en la mesa – Igual yo pero vale la pena y solo te queda esta semana de clases, la siguiente solo vas a recoger las notas y hasta diciembre tenes para presentar la tesis y tener tu ansiado título – me sonrió, se veía más emocionada que yo – Así que señorita desayune y váyase a la universidad y disfrute sus últimos días
Le di un beso y tome rápido mi café, termine de arreglarme y me despedí de ella dándole un apasionado beso.
Llegue a la universidad y corrí al aula, pasaban de las 7 am por unos minutos y era el examen, cuando entre el profesor me sonrió y me entrego la hoja con las preguntas, me senté donde siempre y leí atentamente todas las preguntas, sonreí al recordar que Tati me había explicado la mayoría de los temas y me había ayudado a estudiar, enseguida agarre el bolígrafo que me regalo mi chica, respondí una a una las preguntas, lo hice muy tranquila y sin detenerme, me levante una hora más tarde y note que era la primera en entregar, todo me miraban asustados y el profesor me sonrió
- Muy bien Martínez – estrechamos las manos – El lunes que viene le doy su nota final y estoy seguro que será una muy buena nota – sonreí – He notado como ha prestado atención a las clases y ha participado mucho, estoy muy contento y sé que será una gran abogada
- Muchas gracias Profesor Segoviano, aprendí mucho de usted – me dio una palmadita en la espalda – Tengo que retirarme
- Mucha suerte en todo lo que se proponga alumna – volvimos a estrechar las manos y me fui
Muy contenta me fui a mi auto, al subir me puse a festejar y a gritar de la emoción, sabía que tendría una muy buena nota en este examen, puse en marcha el auto y fui hasta la empresa. Cuando llegue al quinto piso revise la agenda, ya que no recordaba si Tati tenía alguna reunión y vi que solo tenía una reunión a las 3 pm con el Ingeniero Hernández, golpee su puerta y luego entre
- Ya llegue – me miraba esperando que le diga cómo me fue, con un poco de modestia le conté – Estuvo bien – entrecerró sus ojos y yo me reí – Fui la primera en entregar, sé que me fue genial y es gracias a tu apoyo
- Vino hacia mí y me abrazo – Lo sabía – me dio un beso – Ya solo faltan dos más y listo
- Antes de que se me olvide y salga el ogro de mi jefa, tenes una reunión a las 3 pm con Hernández pero es acá en tu oficina – me sonrió – Me voy a trabajar, si necesitas algo me avisas
Estuve trabajando bastante tanto que había adelantado trabajo para mañana, escuche que la puerta del ascensor se abrió pero estaba leyendo un correo y no preste atención, alguien se paró frente a mi escritorio y enseguida reconocí su perfume, quite mi vista de la laptop y la mire a los ojos
- Sami – me puse de pie - ¿Paso algo?
- Hola Tami, todo bien – me sonrió – Me adelante, Jenny fue a comprar algo
- Se abrió la puerta del ascensor y salió Jenny, camino hacia donde estábamos y abrazo por detrás a Sami, apoyo su mentón en su hombro – Hola Tami
- Hola – las mire extrañada – ¿Cómo están?
- Mejor – beso la mejilla de Sami y ella le sonrió - ¿Esta Tatiana ocupada?
- En una hora tiene una reunión pero le voy a decir que están acá – fui hasta la puerta y la abrí – Tati, están Jenny y Sami, quieren verte
- Hacelas pasar – se puso de pie
- Jenny camino hacia mí – Entra vos también, así escuchas las buenas noticias
- Mire a Tati – Si no tenes nada que hacer entra – las tres ingresamos a la oficina, las chicas se sentaron en el pequeño sillón que hay dentro de la oficina y Jenny entrecruzo los dedos de su mano izquierda con la mano derecha de Sami - ¿Qué paso? – pregunto mi jefa
- Tengo una muy buena noticia – Jenny nos miraba contenta – Un conocido me contacto con un Hacker, estuvo investigando un poco a base de la información que le di – Tati se sentó frente a ellas, miraba muy atenta a su cliente mientras yo seguía de pie cerca de la puerta – Descubrió que fue algo interno, un empleado del banco lo hizo y está investigando más para descubrir quien fue
- Mire a Tati, se veía muy seria – Jenny, ¿Por qué no me consultaste antes de hacer algo así? – Jenny se quedó en silencio – Lo que averiguo te sirve para tu tranquilidad pero no para la investigación, si se enteran que contrataste a una persona para infiltrarte en el sistema del banco hasta podes ir presa
- No sabía – bajo su mirada
- Pero vamos a utilizarlo, el viernes vamos a volver al banco, seguramente ya tengan una resolución y si no la tienen podemos utilizar un poquito de esta información para apretarlos – Jenny miro a Sami y ambas se sonrieron – Solo no hagas más nada sin consultarme, soy tu abogada, me contrataste para representarte
- Tenes razón – se pusieron de pie, Jenny se acercó a Tati y la abrazo – Muchas gracias, en serio
- Descuida – mi jefa sonrió amablemente – Adiós Sami – se saludaron con un beso en la mejilla
- Adiós Tatiana – sonrió y camino detrás de su amiga, abrí la puerta y salieron – Gracias
- Ya nos vamos – Jenny me abrazo y beso mi mejilla
- Cuidate – Sami se detuvo frente a mi – Adiós
- Beso mi mejilla – Que sigas bien
Se subieron al ascensor y se fueron, Tati salió de su oficina, tomo mi mano
- ¿Estás bien? – asentí - ¿Qué es lo que pensas?
- Estaban demasiado cariñosas – la voltee a ver y no dijo nada – Algo traen
- Las vi igual que siempre – soltó mi mano – Mas tarde seguimos hablando, tengo que preparar los papeles para el Ingeniero
Regreso a su oficina y yo me senté en mi escritorio a seguir trabajando, pero no podía concentrarme, realmente se me hizo rara la manera en que se comportaron, agarre mi celular y llame varias veces a Sofí pero me daba el buzón de voz directo, le escribí un WhatsApp
-Te estuve llamando ¿Todo bien? ¿Y Jenny?
No recibí respuesta así que me enfoque en mi trabajo, cerca de mi horario de salida sonó mi celular, era un mensaje de Sofí
-No estoy bien… Esta con Sami
Abrí mis ojos sorprendidas, todo me cerraba a la perfección, están saliendo, me puse de pie y entre a la oficina de Tati y le mostré el mensaje, ella se quedó igual de asombrada que yo
- Te dije que se veían raras – me senté frente a ella – No puedo creer que le hagan esto a Sofí
- Tami, te recuerdo que nosotras estuvimos en la misma situación hace un tiempo – la mire y negué – Si ellas quieren estar juntas Sofí tendrá que sobrellevar la situación, sos su amiga y podes ayudarla a estar bien
- No es lo mismo – releí el mensaje – Pobre Sofí, no le pueden hacer esto
- En ese caso pobre Sami, no pudimos hacerle eso – la mire fastidiada – Tami, no podes hacer nada, vos pasaste la misma situación y estas acá conmigo y no con Samanta – mire hacia un costado – Si son felices estando juntas no podes hacer nada
- Me levante de la silla – Ya es hora de irnos
- Agarro su bolso - ¿Venís a casa a dormir?
- No, hoy no – salí agarre mi bolso y bajamos hasta el estacionamiento – Nos vemos mañana
- Hasta mañana Tami – beso mis labios y me fui a mi casa
Cuando llegue me puse a pensar en la conversación de hace un rato, insistí llamando a Sofí y seguía dándome el buzón. Tenía razón Tatiana con lo que me decía, solo que no me gusto que me diera una cucharada de mi propia medicina. Me puse de pie y fui a buscar a mi cuarto una mochila en la cual puse ropa adentro, agarre mi almohada y maneje hasta la casa de mi chica, me baje y toque el timbre, segundos más tarde se abrió a puerta
- ¿Estoy a tiempo de cambiar mi decisión sobre dormir con vos esta noche? – mostré mi almohada
- Sonrió y tomo con sus manos el cuello de mi camisa, me llevo hacia ella – Claro que si – me beso y luego cerró la puerta