Aprendiendo a Amar Cap. 42

-Hola, ¿Sos Sami verdad? – asentí – Veo que sos muy buena en Matemáticas y quería saber si me podes ayudar para el examen -Sí, no hay problema – la mire y recordé que no sabía su nombre - ¿Cómo te llamas?

Buenos dias... aca estoy siguiendo con la segunda temporada... Gracias por el apoyo y los buenos comentario que he estado recibiendo!!!

Agreguenme a Facebook: https://www.facebook.com/tami.denise.56

Siganme en Twitter: https://twitter.com/AaAmarTR

Envienme correos: tami.denise.22@hotmail.com

Saludos!!! ;)

Capítulo 42

Jenny<<

Baje por la escalera, cuando me faltaban unos escalones para llegar escuche la voz de mi padre hablándole a Sofí

-          En dos horas va a legar el nuevo contador, necesito que lo ayudes en todo lo que necesite – camine hasta el escritorio de mi novia y me pare al lado de mi papá bajo la mirada de Sofí – Voy a necesitar que estés muy pendiente de todo – él volteo a verme – Quiero que saques tus cosas a la de ya – me dijo levantando la voz y luego se retiro

-          Fui a la que era mi oficina y empecé a guardar lo que era mío en una caja – Amor, ¿Qué paso?

-          Nada, que me quede sin dinero y sin trabajo – me  contuve para no llorar – No tengo más nada

-          No digas eso – tomo mis manos – Estamos juntas y te voy a ayudar a salir de esta horrible situación

-          Sofí, no lo tomes a mal pero no tengo un peso, no sé ni cómo vamos a mantener semejante casa – no aguante y comencé a llorar – Hasta vamos a tener que despedir a Lolita

-          Eso es lo de menos – me abrazo - ¿Por qué te despidió tu papá?

-          Porque me robaron el dinero siendo contadora y porque seguramente los inversionistas se enteren y quieran dejar de trabajar con nosotros

-          No puedo creerlo – apoye la caja en el escritorio, agarre mi bolso y luego cargue nuevamente la caja - ¿Qué vas a hacer?

-          Ir a la tienda de disfraces a ver si tienen cámaras de seguridad y me tengo que conseguir a un abogado – camine hacia el ascensor – Te veo en casa – ella me dio un corto beso y me fui

Abrí la cajuela de mi auto y guarde la caja, me subí y maneje hasta la tienda, al llegar vi un cartel que había colgado que decía que abrían a las 4 pm, mire la hora en mi reloj y recién eran las 3 pm, me acerque al enorme ventanal y busque con mi mirada alguna cámara y no se veía nada, sentí un poco de desilusión, pensé en esperar la hora que faltaba para que abrieran pero quería resolver esto lo más rápido posible así que volví al auto y pensé a quien podía acudir, rápidamente vino a mi mente la mejor abogada que conozco, puse en macha el coche y conduje hasta Díaz Enterprises.

Tami<<

Me desperté temprano, corrí un rato y luego me prepare para ir a la universidad, en quince días empezaban los exámenes finales y eso me puso bastante nerviosa aunque todas estas semanas me estuve preparando precisamente para dichos exámenes.

Pasadas las 10 am llegue a la empresa, deje mi bolso en mi escritorio y entre a la oficina de Tati que al verme sonrió, me acerque y ella se puso de pie

-          Buenos días – dudosa bese su mejilla – Es raro, no sé cómo saludarte

-          Sonrió y beso mis labios – Buenos días – volvió a su silla – Programe una reunión para mañana, vi que no tenía nada en la mañana

-          Abrí la agenda y revise – Sí, es cierto – me senté – Tengo demasiada hambre, no desayune ¿Queres que te traiga algo?

-          No, estoy bien – guardo unas hojas dentro de una carpeta y me la entrego – Cuando termines necesito por favor que redactes lo más pronto posible este contrato – poso su vista en la laptop

-          ¿Estamos bien? – asintió sin mirarme – Tati

-          Si Tami, solo tengo demasiado trabajo – no dije nada y me fui

Sé que esta diferente a como estuvimos ayer, no es por el trabajo, preferí sentarme a redactar el contracto que tanto necesitaba. Una hora más tarde ya lo tenía terminado, se lo lleve y ella solo me agradeció, volví a mi escritorio, recordé que no había revisado los correos y se me vino a la mente la reunión que tenía Tati, revise la agenda y me puse nerviosa al ver que no era en la empresa y que en diez minutos tenía que estar del otro lado de la ciudad, me levante rápidamente, abrí la puerta y entre

-          Tengo que decirte dos cosas – levanto la vista y se quitó los lentes – Tenes una reunión con los inversionistas del hotel en Brasil en diez minutos – se puso de pie – Es en la empresa del Ingeniero Hernández

-          Su cara de enojo era notoria – No voy a llegar en tan poco tiempo – me hablo levantando un poco el tono de voz - ¿Cómo se te pudo olvidar? – se quedó parada frente a mi esperando una respuesta – Es tu trabajo y no pudiste hacerlo bien

-          Se me paso, es la primera vez que me pasa esto, me entretuve con el contrato – me altere – Puedo llamar y aplazarlo para una hora más tarde

-          Te dije bien claro que hicieras el contrato cuando tuvieras tiempo libre – estaba en un papel muy prepotente y eso me ponía de nervios, levante mis manos y me di vuelta – Voy a llamarlos

-          No Tamara, no tendrías que haberte olvidado – cerré la puerta y no quise escuchar mas

Agarre el teléfono, marque el número de la empresa de Hernández y Tatiana colgó la llamada, estaba demasiado molesta y se notaba en su mirada

-          Me voy a encargar yo de esto – la mire a los ojos – Anda a comer

-          Dejame hacer mi trabajo – se rio con sarcasmo - ¿Qué te pasa?

-          No fuiste capaz de hacer tu trabajo cuando debías – uno de los abogados salió de su oficina al escuchar los gritos de ella – No quieras ahora solucionar algo que no debiste dejar que haya pasado

-          Sonó el teléfono de mi escritorio, vi las intenciones de ella de responder y me apure en hacerlo yo – Recepción – Tati se quedó mirándome

-          Buenas tardes, soy el Ingeniero Hernández – voltee a ver a Tati – Había programado una reunión con la Doctora Peretti, pero tuve que salir de la ciudad con urgencia – suspire – Me podría agendar para el día de la siguiente semana que la Doctora pueda

-          Tati empezó a hacerme señas y la ignore, agarre mi agenda y vi que el lunes en la tarde tenía un margen de tres horas libres – Lo voy a agendar para el lunes

-          Por favor llama a mi secretaria para ponerse de acuerdo – hice a un lado mi agenda – Te agradezco la compresión y disculpame con la Doctora

-          Gracias a usted por llamar – colgué lentamente el teléfono y ahora era yo quien tenía la sartén por el mango, la mire con seriedad – Era el Ingeniero Hernández

-          Me di cuenta – respondió y se cruzó de brazos – ¿Ahora qué voy a hacer Tamara?

-          Observe al abogado que estaba en la puerta de su oficina mirándonos, me miro apenado y se metió y yo me metí en la oficina de mi jefa la cual vino detrás mío y cerró la puerta – Bájale a tu enojo Tatiana – puso sus manos en su cintura – En primera no te voy a permitir que me levantes de nuevo la voz, que me maltrates y menosprecies y en segunda el Ingeniero nos canceló así que ya no tenes excusa para estar enojada

-          Si lo tengo porque no pudiste avisarme de la reunión a tiempo -  estábamos paradas frente a frente y golpearon la puerta, la abrió y Jenny estaba parada mirándonos fijamente

-          Perdón, ¿Interrumpo? – Tatiana me miro fusilándome con la mirada – Puedo irme

-          ¿Esto también se te paso? – Jenny me miro nerviosa

-          No había programado una cita – Jenny levanto sus manos en señal de calma - ¿Están bien?

-          Me voy a comer – Tatiana me hablo pero no quise escucharla y cerré la puerta

Entre a la cocina, me acorde que no había nada para comer ahí así que tendría que ir a comprarme algo, salí hacia el ascensor y el Abogado Ernesto me alcanzo, ambos bajamos en silencio y cuando salimos me hablo

-          Hay un restaurant cerca que tiene unas milanesas riquísimas – sonrió - ¿Vamos? – asentí y fuimos caminando – Nunca había visto a la Doctora tan molesta y sacada de sus casillas

-          Ni yo – recode y sentí demasiada impotencia por su maltrato y lo peor es que fue después de que diéramos un paso hacia adelante sentimentalmente -  Se va a tener que calmar

-          Seguramente cuando vuelvas ya va a estar con mucha más tranquilidad – froto mi espalda

Seguimos el camino y almorzamos en un restaurant familiar, me di cuenta que en el tiempo que estaba ahí no había tenido una conversación con él y se me hizo muy buena onda.

Tati<<

Me levante feliz, iba a volver a Tami así que me arregle y me fui a la empresa, cuando atravesé la puerta de entrada y estaba Bruno hablando con Anita

-          Precisamente con vos quería hablar – sonreí y él me miro serio – Después de dejar tus cosas anda a mi oficina

-          Está bien Bruno – le sonreí a Anita la cual me devolvió la sonrisa

Me preocupe por el tono en el que me hablo mi jefe, llegue a mi oficina, deje mi bolso y fui a la cocina a servirme una taza de café, rápidamente me la tome y baje al tercer piso, Betiana me anuncio y entre a la oficina

-          Te escucho Bruno – me senté cruzando mis piernas

-          ¿Por qué hay tantos acuerdos sin cerrar Peretti? – deje que siga hablando – Hay demasiado trabajo y dinero atorado

-          Tengo muchísimos casos, no puedo encargarme de todo a la vez – respondí tranquila

-          Vos fuiste la que me pediste estar encargada del área, hay tres abogados más – levanto su voz – Si no podes delega porque estas atrasando todo el proceso de todos los departamentos

-          Me entretuve con los dos casos que me pediste que solucione a la brevedad y llegue a un acuerdo favorable para la empresa – sentí mi cuerpo tensarse

-          Te felicito por eso pero ¿Y lo demás? – me observo esperando respuesta y yo no sé la supe dar por primera vez en todos estos años – Me pediste que te ponga a una secretaria que esté estudiando derecho o recién recibida y te la di – me mostro una pila de carpetas – Todo esto está pendiente Tatiana, son veintiún contratos pendientes, no es cualquier pendejada – me grito – No puedo darme estos lujos de tener trabajo atorado, parte del prestigio de mi compañía es la puntualidad y la pronta resolución de todos y cada uno de los acuerdos – sin bajar su tono de voz - ¿Queres seguir a cargo? – lo mire y es ese mismo instante me sentí pequeña, que todo mi esfuerzo y trabajo no estaba siendo valorado – Tenes hoy y mañana para cerrar todos los contratos – me entrego las carpetas – Subí a trabajar – dio dos golpes en el escritorio con la palma de su mano derecha – Hoy no te vas hasta que termines por lo menos la mitad – con su brazo extendí señalo la puerta – Retirate

Me levante sin decir nada, agarre las carpetas y subí a mi oficina, deje todo en mi escritorio, escuche que sonó el teléfono de recepción, fui rápidamente a responder y era un posible cliente que quería una reunión, abrí la agenda y lo programe para mañana en la mañana. Estuve trabajando arduamente hasta que llego Tami, nos saludamos pero rápidamente volví a lo que estaba haciendo, como había cerrado uno de los acuerdos por teléfono le di el contrato a Tami para que lo redacte.

Una hora más tarde me lo entrego, lo guarde dentro del cajón ya que mi escritorio estaba lleno de papeles y no quería empezar a mezclarlos. Un rato más tarde Tami me aviso de una reunión importante con los inversionistas de la obra en Brasil pero el detalle es que me aviso faltando pocos minutos y era fuera de la empresa.

Discutimos muy fuerte, el Ingeniero llamo para cancelar la reunión lo cual me alivio pero era tanto el estrés que tenia que no pude calmarme y seguí peleándola hasta que Jenny llego y Tami me dijo que se iría a comer, cuando la vi irse le pedí que se quede pero cerró la puerta, Jenny me observaba fijamente y fue en ese momento que me di cuenta de lo mal que la había tratado

-          Parece que ambas tenemos un mal día – tomamos asiento – El sábado estaban bien, ¿Qué fue tan terrible para que discutan de esa manera y en la oficina?

-          Si no cierro para mañana veintiún contratos antes de irme de la empresa, sea la hora que sea en la que me vaya, lo más seguro es que me quede sin empleo – vi su cara de sorpresa y bajé la mirada – No debí sacar mi frustración con Tami

-          Ella entenderá si se lo explicas, seguramente te ayude a sacar todo el trabajo y se quedé con vos el tiempo que sea necesario – puso la palma de su mano izquierda encima del escritorio

-          Gracias por escucharme – suspiré ya más calmada – Me imagino que debe ser importante para que vengas a éstas horas a mi oficina

-          Me vaciaron la cuenta bancaria – la mire atentamente – No tengo nada en el banco

-          Los del banco seguramente abrieron una investigación – asintió – ¿Necesitas que te preste dinero?

-          No, tengo un ahorrado en casa – note su nerviosismo – Necesito que seas mi abogada

-          Sabes que contas conmigo – le sonreí – Pero necesito que hablemos afuera de la oficina ¿Puedo ir a tu casa cuando termine y hablamos?

-          Si, sea la hora que sea te espero – suspiro – Dejame ayudarte para que termines más pronto

-          ¿En serio? – asintió – No quiero aprovecharme de tu generosidad

-          Tati, yo voy a hacerlo más tarde con la tuya – se puso de pie – Dame la lista de tus clientes y que es lo que hay que tratar y déjamelo a mi

-          Tami abrió la puerta de mi oficina – Ya regrese de mi hora de comida ¿Necesitas algo?

-          Vuelvo en unos minutos – Jenny camino hacia la puerta – Voy al baño

-          Le sonreí y se retiró – Tami – camine hacia ella – Tengo demasiado trabajo, Jenny me va a apoyar y necesito que vos también lo hagas

-          Es mi trabajo – dijo un poco molesta aun - ¿Qué tengo que hacer?

-          Voy a darles unas listas de clientes con los que hay que cerrar unos acuerdos, para hoy hay que cerrar los tratos para mañana redactarlos y enviárselo para que los firmen – resople y mire la hora – Son las 4.30 pm, se tienen que dar prisa – otra vez mis nervios no me dejaban pensar con claridad

-          Tranquila, decime quienes son y Jenny y yo nos encargamos – Jenny regreso y les di una lista de tres clientes a cada una – Los separe por zona, están dentro de lo que cabe cerca unos de los otros – asintió, vi a Jenny salir y cuando Tami iba a cruzar la puerta tome su mano – Necesito explicarte lo que paso hoy, Después del trabajo me voy a ocupar con Jenny pero realmente quiero que hablemos

-          Voy a estar en casa, pasa después si queres – beso mi mejilla y se fue

Me senté en mi escritorio y comencé a llamar a algunos clientes para negociar, por suerte cerré todos de forma favorable y luego me dedique a enviar correos a otros clientes.

Cerca de las 9 pm regresaron las chicas, estaba súper alterada porque todavía faltaba muchísimo trabajo por hacer, Jenny consiguió acuerdos favorables con todos los clientes y Tami solo tuvo problemas con uno que mañana en la mañana nos daría respuesta. Trate de relajarme y les dije que nos fuéramos, le pedí a Tami por primera y única vez que faltara a la universidad ya que la iba a necesitar desde muy temprano, ella dijo que no había problemas. Las tres bajamos hasta el estacionamiento, Jenny se despidió de Tami, me dijo que me esperaba en su casa y se fue, me acerque a mi hermosa chica y antes de que se suba al coche la abrace

-          De verdad gracias por ayudarme hoy – asintió – ¿Puedo ir a tu casa por más que sea tarde?

-          Si Tati, te voy a estar esperando – ambas nos quedamos unos segundos en silencio – Me voy

-          Si, está bien – dudamos ambas pero me acerque y bese sus labios – Te veo luego

-          Maneja con cuidado – me sonrió, se subió al auto y se fue

Fui hasta la casa de Jenny, ni bien toque el timbre salió a abrirme la puerta Sofí

-          Creí que estabas en la uni – nos saludamos con un beso en la mejilla  -¿Cómo estás?

-          Preocupada – me hizo pasar – Preferí venir a casa temprano

-          Me imagino – Jenny estaba en el sillón con el bonito hermano de Sofí – Hola Santi

-          Él se puso de pie, camino hacia mí, me agache un poco y beso mi mejilla – Hola Tati

-          Santi, vamos arriba para bañarte – Sofí estiro el brazo y el pequeño tomo la mano – Bajo en un rato

-          Me senté al lado de Jenny - ¿Sospechas de alguien?

-          Un supuesto cliente que está desaparecido de la faz de la Tierra – realmente se veía muy preocupada – Pedí las cintas de seguridad de la empresa

-          Muy bien – saque mi laptop – El miércoles temprano vamos a ir al banco, voy a pedir que me entreguen todos los datos de las transferencias que hubo en tu cuenta en los últimos 6 meses

-          El gerente me pidió que compruebe que el día y el horario en que se hizo la transferencia estaba ocupada – me reí irónicamente - ¿Qué?

-          Vos no debes comprobar nada, ellos son los que tienen que investigar qué es lo que paso – le mostré un expediente de hace unos años de un caso similar – El dueño de la cuenta no tiene que hacer nada más que esperar una resolución de parte de ellos, si el banco no resuelve nada ahí vamos a entrar a lo legal y le sacamos hasta el calzoncillo al Presidente de la sucursal

-          ¿Crees que si lo resuelvan? – pregunto asustada

-          El miércoles les voy a meter un buen susto para que apresuren los tiempos, Mientras ellos investigan tienen que reponer tu dinero por que no fue responsabilidad tuya –suspiro -  Para el viernes a más tardar nos van a dar una respuesta aunque la investigación lleve un poco más de tiempo

-          ¿Sabes que es lo que más me angustia? – negué – Que por este problema me quede sin trabajo, sé que mi papá fue muy duro conmigo pero entiendo que tiene razón, soy contadora no me puede pasar esto

-          No te castigues, lo bueno es que no te quedas quieta y buscas una pronta solución – puse mi mano en su pierna – Vas a ver que los voy a hacer sudar

-          Muchas gracias Tati – le sonreí – Debes estar muy cansada

-          Demasiado pero en un rato voy a ver a Tami – me puse de pie – Mañana te hablo para ponernos de acuerdo para el miércoles – ella se levantó – Cuidate y trata de descansar

-          Voy a intentarlo – ambas fuimos hasta la salida – Anda con cuidado

-          Saluda a Sofí de mi parte – me subí al auto y me fui

Sentía mucho cansancio pero realmente quería hablar con Tami, necesitaba disculparme por lo que paso hoy. Unos minutos más tarde estacione frente a su cochera, mire mi celular y eran las 11.30 pm, baje del auto y toque el timbre supuse que se había dormida y me di vuelta para volverme a mi coche y se abrió la puerta, voltee y estaba con carita de dormida y en su pijama.

Sami<<

El lunes me desperté y me fui a la universidad, empiezan los exámenes finales y sé que estoy bien preparada. La ultima clase fue la de Matemáticas, al terminar empecé a caminar por el pasillo hacia la salida y alguien me detuvo, mire hacia atrás y era la chica que tanto se parece a Tami

-          Hola, ¿Sos Sami verdad? – asentí – Veo que sos muy buena en Matemáticas y quería saber si me podes ayudar para el examen

-          Sí, no hay problema – la mire y recordé que no sabía su nombre - ¿Cómo te llamas?

-          Natalia – estiro su mano y yo la tome - ¿Podes hoy en la tarde?

-          Hasta las 7 pm estoy ocupada pero podemos vernos a las 8.30 pm ¿Te parece?

-          Si, genial – agarro una de sus libretas y anoto algo, luego arranco la hoja y me la entrego – Es la dirección de mi casa y mi celular

-          Te veo en la noche entonces – beso mi mejilla y siguió caminando

Guarde la hoja dentro de mi bolso, pedí un Uber y me fui a buscar al pequeño rubiecito, cuando salió de la escuela vino contento hacia mí a contarme que le habían puesto una buena nota en su cuaderno por buen comportamiento, subimos al auto y en unos pocos minutos llegamos a su casa, abrí la puerta y Pupo corrió hacia nosotros, movía su colita muy contento y buscaba que jugáramos con él, entramos los tres y nos fuimos un rato al jardín trasero a jugar. Cuando dieron las 2 pm hice rápido unas hamburguesas y ambos almorzamos.

En la tarde él se durmió y me puse a estudiar un poco, para que no me quede nada pendiente para el día del examen. Faltaban pocos minutos para que dieran las 6 pm, Sofí me llamo por teléfono y me dijo que ella vendría para la casa al salir del trabajo y que Jenny estaba solucionando un problema. Santi se despertó y le hice una leche chocolatada para que merendara y unos rato después su hermana llego

-          Ñeña – salto sobre ella - ¿Y Jenny?

-          Está haciendo unas cosas, va a venir más tarde – beso mi mejilla – Santi termina tu leche

-          ¿Por qué esa carita? – se dejó caer en el sillón - ¿Tuvieron una discusión?

-          No, a Jenny le vaciaron la cuenta bancaria y su papá la despidió de la empresa – me senté a su lado sin creer lo que escuchaba – Esta desesperada, fue a hablar con Tatiana para que la apoye legalmente

-          ¿La cuenta de la empresa? – negó - ¿Y por qué la despidió?

-          Porque es la contadora y que van a decir los inversionistas – suspiro – Los del banco se hacen los estúpidos y solo le dicen que tiene que esperar a la investigación – me miro y vi su preocupación en los ojos – Sé que puede encontrar otro trabajo pero ni hablar pudimos, no sé ni cómo este anímicamente

-          Sé que esto es un golpe duro para Jenny por como la conozco le toco mucho el orgullo – me preocupé por mi amiga y sé que me necesita en éstos momentos – La voy a llamar

Le marqué tres veces pero en ninguna contestó, seguro está ocupada o manejando

-          Sofí tengo que irme, quedé con una compañera de la uni para estudiar de un examen – ella asintió con la cabeza – En cuanto llegue a casa vuelvo a insistir con las llamadas

-          Cuídate mucho Sami  - nos saludamos con un beso, me quiso dar el dinero del taxi pero no lo tomé

Llegando a mi casa mi padre me esperaba en la sala, estaba leyendo el diario, lo dejó en la mesa de centro, se puso de pie y se paró frente a mí

-          Samanta Ayelen te estoy esperando desde la semana pasada – se cruzó de brazos

-          Perdón papá, se me pasó – lo abracé – ¿Qué es lo que tanto te urge?

-          ¿Podes acompañarme a un lugar? – vio mi cara dudosa – Es a la cochera Samanta – dijo un poco fastidiado, me encanta ver molesto a mi papá

-          Está bien José – negó y fuimos hasta el garaje, cuando entramos prendió las luces y había un hermoso BMW I8 color negro mate – Esta precioso papá, era hora de que cambies esa chatarra que manejas hace cuatro años

-          Puso los ojos en blanco – Es tuyo hija – lo mire asombrada – Y mi auto no es ninguna chatarra

-          Me colgué de su cuello – Sos el mejor – bese su mejilla – Me encanta

-          Nada de peleítas antes de subirte por favor – le di un empujoncito – Este corre mucho, ni se te ocurra pisarle

-          No me hubieras comprado un coche de ese estilo – me miro enojado – Es broma – me dio las llaves – Hoy voy a salir, lo quiero estrenar

-          Es tuyo – hizo el ademan con su mano para que vaya a verlo, lo estuvimos revisando juntos, mi papá me enseñaba varias cosas del auto pero a mí me empezó a dar un poco de miedo el manejar nuevamente - ¿Qué pasa?

-          No sé si estoy preparada para manejar de nuevo – puso su mano en mi hombro

-          Hija, vos sabes manejar muy bien, lo haces desde que me compre el primer Audi cuando tenías 14 años – solo lo mire sin decir nada – Lo que te paso no fue por mal manejo, estabas distraída, con la mente en otro lado – asentí – Solo te voy a decir, como siempre te dije, los problemas dejalos afuera del auto, concéntrate en el auto y nada mas

-          Tenes razón Papá – lo abrace – Te amo mucho

-          Y yo a vos mi pequeña – beso mi frente y rápidamente me fui a mi cuarto

Me bañe y me vestí, me puse un poquito de maquillaje, perfume y luego subí a mi auto nuevo, puse la dirección en el GPS que estaba a un costado del tablero y muy contenta fui hasta la casa de Naty. Una vez en la puerta me baje y toque el timbre, un muchacho abrió

-          Hola ¿Se encuentra Natalia? – se veía muy bonito, era alto, cabello castaño, ojos azules y muy musculoso

-          ¿Sos Samanta? – asentí – Esta adentro, te está esperando – entre y el me acompaño hasta la sala donde estaba mi compañera – Naty, ya llego tu amiga

-          Gracias amor – me sonroje al recordar como lo mire al llegar – Hola Sami – se puso de pie – Gracias por venir

-          Me da gusto que me hayas invitado, necesito aires frescos – sonreímos – Traje mis apuntes y el examen anterior

-          Está bien – fue hacia la cocina pero rápidamente se volvió - ¿Cerveza?

-          Una no estaría mal – sonrió y volvió a irse para volver unos segundos después y me entrego una botellita – Gracias

Nos pusimos a revisar varios ejercicios, luego entre las dos resolvimos unos otros, por suerte ella me entendía rápidamente lo cual nos ayudaba a avanzar bastante. Dos horas más tarde ya la cabeza me pedía que no le mostrara un número más, nos tomamos un descanso en el cual ella le dijo a su novio que preparara algo de cenar, él se fue a la cocina y nos quedamos conversando

-          Contame un poco de vos – me miro con una sonrisa - ¿Qué haces aparte de estudiar?

-          Cuido al hermanito de la novia de mi mejor amiga – note su cara de sorpresa - ¿Te incomode?

-          No, me sorprendió – sonrió - ¿A vos también te gustan las mujeres?

-          Negué – Solo una – suspire – Pero lo lindo que tuvimos ya se acabo

-          Lo siento – me observo apenada – ¿Hace mucho?

-          Haces tres meses – baje la mirada y me quede pensando unas segundos hasta que ella me interrumpió

-          ¿Por qué terminaron? ¿Se amaban? ¿Hace cuánto salían? – sonrió – Perdón, soy muy curiosa

-          No te preocupes – apoye mi codo en el respaldo del sillón y mi cabeza en la mano – Terminamos por que la vi besándose con su jefa – abrió los ojos y no pudo darle el trago que le iba a dar a su cerveza – No supimos arreglar las cosas, ella no se arrepintió de besarla y yo me cerré completamente, no quise escucharla

-          Debes haber sufrido mucho – tomo mi mano - ¿Cómo estas ahora?

-          El sábado la vi con su jefa, se ve que empezaron una relación – vi que no sabía ni que decir – Ya fue, voy a seguir con mi vida

-          Así se habla – chocamos nuestras botellas y tomamos un trago – Yo en un mes me caso

-          Te felicito – sonrió – Debes estar súper nerviosa

-          Me distrae bastante la uni – se quedó pensativamente – ¿Puedo preguntarte algo? – asentí – Hace muchos años me pelee con mi hermana, me fui a vivir a otra ciudad y no le he vuelto a ver, me gustaría verla e invitarla a mi boda ¿Crees que acepte?

-          No sé porque se hayan peleado pero tenes todo este mes para convencerla si es lo que realmente queres – su novio se asomo

-          Ya está la comida chicas – nos levantamos – En un rato siguen con su conversación, comamos que muero de hambre

Sonreímos y nos sentamos a la mesa, mientras comíamos conversamos entre los tres, una vez que terminamos os fuimos de nuevo  la sala y ni bien me senté me llego un WhatsApp, lo abrí sin ni siquiera ver quien era y me lleve la sorpresa de que era Tami

-Solo quería agradecerte por el regalo, me encanto el CD de Fifth Harmony… De verdad Gracias

Deje el celular, no le respondí, no creí que fuera necesario y seguí hablando con los chicos. Ya eran las 12 de la noche y les dije que me iba, al otro día había clases, salimos a la puerta y se sorprendió Naty de ver el auto que me había regalado mi padre

-          Está increíble tu auto, es un sueño – le sonreí, miró a su novio y el asintió

-          Si queres el fin de semana vamos de compras y por unas cervezas – le guiñé el ojo

-          Claro que sí, me lo tenes que presumir – reímos

Me despedí de beso y muy tranquila comencé a manejar, no iba a más de 80km, todavía me daba un poco de miedo la máquina en la que estaba dentro. Llegué, abrí el garaje electrónico y metí el auto, al salir lo miré, sonreí al ver lo elegante que es, de chica siempre me gustó la adrenalina, besé la punta de los dedos de mi mano derecha y toqué el auto con los mismos, apagué la luz y me dirigí a la sala.

Ya estando dentro busqué mi celular e intenté nuevamente hablar con Jenny, me atendió en seguida y yo ni siquiera esperé a escuchar su voz

-          Amiga, Sofí me contó lo que pasó ¿Queres que nos veamos? – Me tenía preocupada el que no me haya regresado la llamada

-          Sami – Se escuchaba su voz entrecortada, supe que estaba llorando – Lo perdí todo hermana, fui una estúpida

-          No digas eso, no fue tu culpa, voy ahora mismo para tu casa y hablamos – Colgué la llamada y nuevamente agarré las llaves, antes de que me suba al auto Jenny me llamó

-          No vengas Sami, es muy tarde y mañana tenes clases – me quedé parada frente al auto – Nos vemos mañana cuando traigas a Santi

-          ¿Estas segura? – otra vez apagué la luz y subí la escalera hasta mi habitación

-          Si Sami – suspiré – Gracias, buenas noches

-          Te quiero mucho, hasta mañana

Colgué, me descalcé, me fui a lavar los dientes me fui a acostar, me quedé pensando de qué manera podía ayudar a mi mejor amiga y cuando menos lo esperé el sueño me ganó.