Aprendiendo a Amar Cap. 41 (2°Temporada)
Lo que vi me partió en mil pedazos el corazón, Tami se besaba con Tatiana, sentí mis piernas aflojarse pero saque fuerzas de no sé dónde y corrí hacia la salida
Bueno, habia prometido que lo haria el lunes pero realmente me apiade y les dejo un regalo!!!! Agradezco los comentarios y la buena onda por el final de temporada y la paciencia que tuvieron esta semana que paso....
Saludos para @MaiaraqueOnly, @floruizambrano, @Orella_mariela, @yessi_lis...
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Capítulo 41 (Segunda Temporada)
Sami<<
Estaba bailando con Jenny y Sofí, realmente me estaba divirtiendo, note que Sofí miraba hacia un costado y apretó el brazo de Jenny la cual volteo hacia el mismo lado, mire y lo que vi me partió en mil pedazos el corazón, Tami se besaba con Tatiana, sentí mis piernas aflojarse pero saque fuerzas de no sé dónde y corrí hacia la salida, antes de poder cruzar la puerta me tomaron la mano, Jenny me miraba sin decirme nada y me abrazo fuerte
- Necesito irme – me quise separar pero no me dejo – Por favor
- Dejame llevarte – se separó y me acaricio la mejilla – No quiero que te vayas sola
- Es el cumpleaños de Sofí, no podes irte – le di un beso – Te llamo más tarde
Al salir me quede parada en la puerta, no pasaba ni un auto, si o si debía caminar por lo menos hasta la avenida, mire mi vestimenta y supe que era peligroso que lo haga pero tenía que hacerlo si no no me iría de este lugar, ni bien di unos pasos otra vez alguien me detuvo, creí que era Jenny pero me sorprendí al ver a Pablo
- No podes irte vestida así Sami – se sacó su campera y la puso en mi espalda – Vamos, mi camioneta esta por allá – señalo hacia la derecha, me abrazo poniendo su mano en mi hombro y caminamos, al llegar abrió la puerta del acompañante – Subí – me ayudo dándome la mano – Cuidado – cerro la puerta
- Se subió del otro lado – Gracias Pablo – me sonrió, me quede mirando mis manos que estaban entrecruzadas sobre mis piernas
- Hey – lo mire – Sé que deben pasarte mil cosas por la cabeza pero es mejor que descanses un rato – negué – Quedate en mi casa, mañana hablamos – asentí – Vayamos que mi panzona dijo que me esperaría despierta
Manejo hasta su casa, fuimos en silencio pero mi mente no dejaba de recordar una y otra vez ese beso, las lágrimas caían incontrolablemente, en un semáforo Pablo poso su mano sobre la mía y rápidamente al cambiar a verde la luz volvió a ponerla en la palanca de cambios. Cuando llegamos me ayudo a bajar de la camioneta y entramos
- Sami – Caro que estaba sentada en el sillón se puso de pie con un poco de dificultad y corrí a abrazarme a ella - ¿Qué paso pequeña?
- Pablo beso la frente de Caro y se quedó parado a nuestro lado – Creo que Sami necesita descansar y mañana hablamos – nos separamos – Y vos también amor
El me acompaño hacia el primer piso y entramos a uno de los cuartos, me dio un poco de ropa de Caro, una almohada y me deseo las buenas noches. Rápidamente me quite la ropa y me puse la que me había dado, me senté a los pies de la cama y abrace la almohada, nuevamente empecé a llorar sin consuelo, creí que ya no iba a sufrir más pero es imposible ya que aún mi corazón está en sus manos aunque ella no lo sepa. Me acurruque en la cama, trataba de no pensar pero era imposible, quería odiarla para sacarla definitivamente de mi cabeza pero no puedo, la amo aún más que antes. Respire profundamente, mire mi celular y eran las 6 am, fui al baño, vi que tenía todo el maquillaje corrido, lave mi cara y volví a la cama, cerré mis ojos y sin desearlo me quede dormida abrazando la almohada.
Abrí mis ojos, eran las 12 pm, me pare de la cama y en una silla que estaba enfrente había ropa que me había dejado alguno de los chicos, me vestí, peine mi rubio cabello y baje
- ¿Pudiste dormir? – Caro salía de la cocina y se acercó a mí – Te quedo bien la ropa
- Sonreí, bese su mejilla y acaricie su panza – Si, pude dormir un poco – sonreí levemente – Esta enorme esta panza
- Ya quiero que nazca, no sabe cómo patea en las noches – acomodo su cabello – Casi no puedo dormir
- Por lo menos es por algo lindo – baje mi mirada y comenzaron a salir mis lágrimas – Ya no puedo más Caro – me abrazo
- Hola Sami – Pablo venia de la calle – Traje comida Italiana – nos mostró la bolsa y luego nos dio un beso a cada una – Tenía pensado que hablemos después de comer pero creo que lo necesitas ahora – Tomo mi mano y me llevo a la sala, tomamos asiento y mi miro a los ojos – Sami, yo no voy a defender a Tami ni a vos, ambas cometieron errores en la relación y su orgullo no las dejo darse la oportunidad de solucionar las cosas – asentí y lo mire dándole la razón – Sé que te dolió y muchísimo lo que viste ayer pero ella dio vuelta la página, hacelo vos también – tomo mi mano – Sos una mujer hermosa y muy buena, mereces ser feliz
- ¿Crees que podamos volver a estar juntas? – pregunte con miedo de escuchar una respuesta negativa
- Eso el tiempo lo dirá pero no podes quedarte esperándola mientras ella sigue adelante con su vida – seco una de mis lágrimas – Hoy llorala todo lo que quieras y necesites pero mañana quiero verte con una hermosa sonrisa, esas que siempre te caracterizaron – sonreí – Este tiempo maduraste muchísimo, el estudio y estar cuidando a Santi te ha cambiado mucho y para bien – puso su dedo índice en mi pecho – Ahora es este de acá el que tiene que sanar y madurar
- Ya no quiero llorar más, sé que necesito llorarla para sanar y eso hare, una vez que seque mis lágrimas seguiré adelante y voy a buscar la manera de ser feliz – mire a Caro que estaba parada detrás de su prometido – Gracias chicos – ambos sonrieron – A pesar de que me dolió mucho verlas creo que era lo que necesitaba para poder salir adelante
El apretó un poquito mi mano y Caro me regalo una hermosa sonrisa, después de hablar fuimos a comer la comida que había traído Pablo y me contaron algunos de los preparativos de la boda.
Ya en la tarde me llevaron a mi casa, me propuse enfocarme en lo que realmente me sirva y una de esas cosas es la universidad, agarre uno de mis libros y me puse a estudiar ya que se acercaban los finales.
Tami<<
Me desperté y mire la hora, las 11 am, voltee hacia mi derecha y estaba a mi lado, durmiendo y se veía realmente preciosa, estaba boca abajo con la carita hacia mi lado, me levante de la cama, me puse una remera holgada y me fui a la cocina a preparar café, mientras escuchaba como el agua se estaba calentando me quede pensando en la fiesta, en nuestro beso y antes de que pueda seguir recordando sentí detrás a ella, sus brazos rodearon mi cintura, beso mi mejilla y poso su mentón en mi hombro izquierdo
- Buenos días – sonreí - ¿Por qué no me despertaste?
- Te veías hermosa durmiendo – me di vuelta y vi sus mejillas sonrojadas – Gracias por quedarte
- Me dio un tierno beso en los labios – Tenía muchas ganas de quedarme – el silbido del agua hirviendo la hizo quitar sus penetrantes ojos de mi – Ya está el agua
- Agarre las tazas, puse unas cucharaditas de café y luego el agua caliente – Café como a la señorita le gusta – le entregue una de las tazas
- Que rico – se sentó en una silla – Realmente sos la única persona que logra hacer el café exactamente como me gusta
- Ahora era yo quien se sonrojaba – Gracias – me senté frente a ella - ¿Dormiste bien?
- Demasiado bien – agarro una tostada y la mordió – Tengo que llamar a Pao para que me traiga algo de ropa
Asentí, se levantó y fue hacia el cuarto donde estaba su celular, volvió ya hablando con nuestra amiga
- Basta Pao – me miro y sonrió – No voy a decirte eso y mucho menos por teléfono – se escuchaba que seguía insistiendo – Voy a poner el altavoz – miro su celular y luego toco a pantalla – Listo, preguntale a ella, esta acá conmigo
- Tami, ¿Tuvieron relaciones? – mire a Tati que se reía como loca – No te quedes callada, me están matando de la intriga
- ¿Dónde te gustaría que te enterremos? – me reí – De mi boca no va a salir una sola palabra
- Ves, te dije que ella te diría menos que yo – me guiño el ojo – Solo te voy a decir que estuvimos en la misma cama – tomo un sorbo de café – Por favor, ahora que ya aclare tus dudas traeme ropa
- Te llevo ropa interior porque seguramente Tami al sacártela la rompió – se rio y colgó la llamada
- No tiene límites – se sentó de nuevo donde estaba antes
- Me levante y fui hacia ella, tome su mano y la hice poner de pie – Si te vas a ir en un rato entonces vayamos un rato más a la cama – sonrió
Fuimos tomadas de la mano, entramos a mi cuarto, nos acostamos, nos quedamos besándonos y acariciándonos hasta que el timbre nos interrumpió, me puse un short y fui a abrir, Pao y Agus estaban paradas mirándome con cara de perversas, Pao entre y respiro profundamente
- Acá huele a sexo – puse mis ojos en blanco y sonreí – No me lo podes negar
- Que insistente que sos – les di un beso a cada una – Tati está en el cuarto
Las tres fuimos hasta allá, cuando entramos Tatiana suspiro sabiendo las cosas que dirían sus amigas
- Por Dios, te ves radiante – Pao se lanzó sobre ella – Le haces muy bien – me miro y sonreí – Esta más hermosa que antes
- Prima, ya no te pongas tan pesada – Agus la miro un poco seria – No creo que sea momento ni lugar para que la interrogues
- La mire extrañada - ¿Por qué decís eso?
- Seguramente hablen de lo que paso pero no delante tuyo – asentí y mire a mi hermosa jefa que me miraba sonriendo – Aunque por esas miradas no hace falta que cuenten mucho
- Denme mi ropa y salgan para dejarme cambiar – Agus le dio una mochila – Gracias
Tardo un rato en salir, rato en el que tuve que escuchar las locas ideas sexuales que se les ocurría a mis amigas. Una vez que Tati estaba frente a nosotras hablamos sobre la fiesta y lo divertida que estuvo. No nos quedamos mucho tiempo, las chicas tenían que ir a trabajar al restaurant ya que ayer por la fiesta se encargaron los muchachos, las acompañe hasta el auto, las chicas se despidieron y se subieron, Agus del lado del acompañante y Pao atrás, Tati abrió su puerta
- Mañana nos vemos en la oficina – asentí, tome una de sus manos y la bese
- Hasta mañana hermosa – ella beso con suavidad mis labios
Nos sonreímos una vez más antes de que se suba, ponga en marcha el auto y se fueran.
Tati<<
Las tres íbamos en silencio, creo que estaban analizando las preguntas con las que empezarían su interrogatorio, hasta que voltee a verla ya que se estaban haciendo señas
- Ya dejen de hacer muecas y digan lo que tengan que decir – ambas sonrieron
- Bienvenida a la bisexualidad – Agus abrió los brazos y yo negué - ¿Qué?
- Si entro con besos y caricias entonces si – las dos abrieron la boca asombradas
- Frena el auto – frene de golpe y mire asustada a Pao - ¿Qué hicieron qué? – levanto un poco el tono de su voz
- No vuelvas a hacer eso mientras manejo – la mire seria pero siguió con su misma cara de intriga – Cuando entramos estuvimos hablando – puse en marcha el auto - Ambas coincidimos que queremos que sea especial ese momento así que nos acostamos y solo nos besamos y acariciamos
- Fingiendo toser Agustina hablo – Lentas – las dos se rieron, yo no pude evitarlo y también me reí – Hablando en serio – llegamos a casa y estacione frente a la cochera – Eso te demuestra que va en serio
- Yo creo que debes dejar tu miedo a un lado – mire a Pao por el espejo retrovisor – No te va a lastimar
- Baje mi mirada al volante y asentí – Voy a seguir en la misma postura, no voy a apurar nada – mire a ambas – No me quiero volver loca por unos besos aunque fueron lo mejor que me paso en mucho tiempo
Bajé del auto y Agus se pasó al asiento del conductor, me despedí con la mano antes de que se fueran y me metí a mi casa, me cambié de ropa y me fui al pequeño gimnasio que armé en mi casa, estaba haciendo piernas cuando se me vino a la mente su hermoso y pálido cuerpo en ropa interior, una sonrisa se me dibujó en mis labios, amo estar a su lado, su simpleza y gran sentido del humor hacen que cada vez me enamore más de ella. Después de una hora terminé mi rutina y colgué una toalla blanca en mi cuello, tomé un trago de Powerade y me fui a bañar, pedí comida japonesa y me puse a ver la película de “Diario de una Pasión”.
No muy tarde me fui a la cama deseando que amanezca para volver a sentir sus labios rosados.
Jenny<<
Vi que Sami se iba del boliche y me quedé muy preocupada, iba a ir a decirle a Sofí que nos fuéramos con ella pero Pablo me detuvo y me dijo que me quedara tranquila, que él se encargaba de que no se fuera sola, eso me alivio un poco y nos quedamos un rato más festejando.
Un rato más tarde cuando se fueron Tami con las chicas, nosotras hicimos lo mismo, subimos a mi auto y cuando llegamos fuimos directo al cuarto. Me senté en la cama, sentía mis piernas cansadas, me puse a pensar que me estaba desacostumbrando a las fiestas y sonreí al recordar el porqué, voltee a ver a el amor de mi vida, se estaba quitando el hermoso disfraz que tenía y ni bien vi su cuerpo desnudo un fuego se encendió en mí, me puse de pie y camine hasta quedar detrás ella
- Capture a Peter Pan – puse mis manos en su cintura y ella sonrió – Ahora puedo hacer con vos lo que yo quiera
- Me encantaría que hagas conmigo lo que quieras Capitán Garfio – se dio vuelta y enrollo sus dedos en el bigote ficticio – Es usted un pirata muy sexy – asentí con poca modestia y ella comenzó a desabotonar el saco rojo, lo hacía lento y eso me encendía cada vez más y ayude en su trabajo de desvestirme – Que desesperación – miro mi cuerpo ya desnudo – Haceme el amor Jenny
- No sabes como quería escuchar eso – la abrace, la traje más hacia mí y la bese
Nuestros pechos se rozaban y eso hacía que nuestros pezones se pusieran duritos, baje a su cuello entre besos y note como su piel se erizo, subí hasta el lóbulo de su oreja y lo mordí suavemente, ella soltó un gemido, la lleve contra la pared y nuevamente fui bajando recorriendo cada parte de su cuerpo hasta llegar al lugar que más deseaba, cuando mi rostro quedo frente a su sexo levante su pierna haciendo que apoye su pie en el pequeño sillón que esta al pie de la cama, tenía mejor vista de su preciosa vagina la cual ya estaba muy mojadita, agarre sus manos y las lleve detrás de ella quedando justo a la altura de su redondita cola
- Quedate quieta ahí porque si no me detengo – me miro queriendo hacer un berrinche y la mire seria – Quieta dije – volví mi vista a su humedecido sexo y lentamente me acerque, con la punta de mi lengua lo recorrí tomando un poco de sus fluidos, levante mi mirada y ella me miraba con cara de lujuria – Que rico
Sonreí y seguí lamiendo ahora solo su clítoris, ella se retorcía y sus manos seguían en el lugar donde las había dejado lo que me hizo excitarme aún más, metí el pequeño botoncito en mi boca y con mis labios lo apreté un poco a lo que sus piernas se aflojaron y tuve que detenerla para que no cayera de rodillas delante mío, me puse de pie, la cargue haciendo que sus piernas rodearan mi cintura y entre besos llegamos a la cama, la acosté y acaricie todo su cuerpo, cuando estaba en sus piernas las abrí y me acosté sobre ella quedando mi sexo sobre el suyo, nuestras respiraciones estaban muy agitadas, la mire y recordé lo que había en el cajón de nuestra mesa de noche
- ¿Qué te parece si estrenamos nuestro juguete? – ella sonrió y asintió, me levante, abrí el cajón, saque el arnés y el pene de látex, me lo puse y luego le puse lubricante, me arrodille frente a ella - ¿Lista?
- Demasiado lista – abrió más sus piernas
Lentamente la penetre, ella hizo un pequeño gesto de dolor pero rápidamente escuche sus gemidos, empecé a moverme cada vez más rápido, ella agarro mis brazos que estaban recargados en la cama, bese sus labios mientras ella me pedía que lo hiciera más rápido, hice lo que me pidió y no tardo en tener un rico orgasmo, no satisfechas retire de su interior el juguete y me acosté boca arriba, ella se subió sobre mí y empezó a cabalgarme, puso sus manos en mis pechos y se movía al ritmo que ella necesitaba el cual era bastante acelerado, el roce del juguete en mi clítoris me hacía gemir los cuales se unían a los gemidos de ella y retumbaban en todo el cuarto, levante mi espalda de la cama y comencé a chupar sus pezones mientras ella no paraba de moverse, ambas estábamos disfrutando como nunca, nuestros cuerpos estaban demasiado calientes y sudados, ella retiro el cabello de mi cara y me beso muy apasionadamente lo que nos hizo llegar a un intenso y gran orgasmo, me deje caer en la cama, ella se bajó de encima mío y se acostó a mi lado, con uno de sus dedos jugaba en mi abdomen, no podía ni hablar, solo voltee y le di un pequeño beso, me quite el juguete dejándolo caer sobre la alfombra, recostó su cabeza en mi pecho, Sofí nos tapó con la sabana y ya demasiado cansadas nos quedamos dormidas.
Me desperté y seguíamos en la misma postura, voltee hacia el piso y sonreí al ver el juguete y recordar como termino nuestra noche, acaricie el suave cabello de Sofí y ella se despertó
- Buenos días mi amor – bese su cabeza
- Sin abrir los ojos beso mi abdomen – Buenos días mi vida – volvió a su posición – Quedémonos un rato más en la cama, por favor
- Claro que si princesa – puse mi mano derecha detrás de mi cabeza, suspire y sonreí de lo bien que va mi vida y me dormí junto con Sofí
Dos horas más tarde mi chica me despertó con cosquillas, nos mimamos un rato y luego fuimos a darnos una ducha. Ya cambiadas y después de desayunar fuimos a la casa de su abuela a recoger a Santi, el cual al vernos corrió a abrazarnos, almorzamos junto a Rosy y luego nos fuimos a pasear a un centro comercial los tres juntos.
Fuimos al cine y cuando entregue mi tarjeta de débito para pagar, el muchacho de la boletería la pasó dos veces pero le marcaba un error
- Disculpe, pero me está marcando un error – resople y mientras buscaba efectivo él siguió hablando – No sé si será por un problema en el sistema
- Le entregue dos billetes de $100 – No te preocupes – me devolvió la tarjeta y la guarde
- $20 de cambio – tome el billete – Que disfruten la película
Fuimos a comprar las palomitas y entramos a la sala a ver “Cigüeñas”. La película estuvo muy entretenida, salimos y ya era de noche así que nos fuimos a un restaurant, que era buffet.
Nos sentamos en la mesa que nos indicaron, agarramos los platos y nos servimos distintos tipos de comidas, regresamos a la mesa y Santi no dejaba de preguntarnos cosas sobre como nacían los bebes a la cual tratábamos de explicarle aunque siguiendo la idea de la película.
Una vez que no dábamos mas de tanto comer fui a la caja a pagar, entregue nuevamente la tarjeta y hubo el mismo error, sentí un poco de fastidio y nuevamente pague en efectivo. Regrese con mis hermosos rubios y nos fuimos al auto para ya volver a casa. Iba conduciendo un poco preocupada, se me hacía raro que distinto lugares hayan tenido el mismo problema con mi tarjeta
- ¿Qué pasa amor que tenes esa cara? – la mire y ella me miraba atenta
- Me puso un poco nerviosa que me reboten la tarjeta en el cine y en el restaurant – ella acaricio mi mano – O sea, no está rota y la banda no está rayada ni nada
- Mañana anda al banco, no vaya a ser que sea un problema de ellos – asentí – No te preocupes amor
Justo frene en un semáforo y ella me dio un beso, mire por el espejo retrovisor a Santi, iba muy calladito y vi que estaba dormido, señale con mi cabeza y ambas sonreímos. Ya dentro de la cochera ella se encargó de cerrar el coche y yo de llevar al pequeño a la cama. Vi la hora y ya eran casi las 12 am así que nos fuimos a acostar.
Empezó la semana, me levante muy animada, ya que hoy podía cerrar el trato con Echeverría, Sofí se fue a llevar a Santi y yo fui directo a la empresa, ni bien me senté en mi escritorio marque el interno del arquitecto
- Juanjo, ¿Qué respuesta me tenes de los plano que te entregue? – me cruce de piernas
- Estuve llamando a tu cliente y no responde el teléfono, tengo algunas dudas pero tengo una cotización aproximada – Sofí entro a mi oficina y me sonrió – Te lo envió por correo
- Yo intento comunicarme con él – colgué el teléfono – Hola hermosa – le hice señas con mi mano para que venga, cuando estaba a mi lado la senté sobre mis piernas – Necesito que te encargues de un asunto – bese sus labios – Llama a Echeverría para decirle que ya tenemos su cotización y programa la cita para el primer día que veas disponible
- Muy bien jefa – se levantó y antes de irse me dio un besito – Te amo
- Te amo mi vida
Revise el correo que me envió Juanjo y se lo reenvié a Sofí, me levante, agarre mi bolso y salí de mi oficina, me pare frente a mi novia
- Amor, me voy al banco – camine hacia el ascensor y ella vino hacia mi
- No responde el cliente, ya lo llame varias veces – resople – Ya leí el correo
- Por favor, seguí insistiendo y hace una presentación en Power Point para presentársela – asintió, le di un beso tierno en la mejilla y me subí al ascensor – Vengo en un rato – le lance un beso y se cerraron las puertas
Maneje hasta el banco, me baje y entre muy tranquila, al verme el gerente se me acerco
- Señorita Fernández – estrechamos las manos - ¿Qué puedo hacer por usted?
- Estoy teniendo problemas con mi tarjeta de débito – asintió y caminamos hasta uno de los cubículos
- El Señor Soto se va a encargar de solucionar su problema – recorrió la silla y tome asiento
- Buenos días Señorita – nos dimos la mano – Cuénteme su problema
- Como le explicaba a Domínguez, tengo problemas en mi tarjeta de débito – la busque dentro de mi tarjetero y se la entregue – No está dañada y me la rebotaron en distintos lugares - empezó a teclear en su computadora y unos minutos después me miro un poco asustado - ¿Qué pasa?
- Su cuenta esta en ceros – sentí un dolor en la boca del estómago – No tiene fondos
- No, no puede ser posible – me puse de pie – Revise nuevamente
- Volvió a teclear y me miro – Efectivamente esta en ceros – volteo la pantalla y pude ver el signo negativo que indicaba una transferencia del monto total que tenía en la cuenta - ¿No realizo ninguna trasferencia?
- ¿Me estas jodiendo? – me agarre la cabeza – Yo no toque nada – él se sorprendió al escuchar mi tono de voz elevado – Tenia casi $4,000,000 y no hay ni un centavo – golpee el escritorio
- El hombre miro a nuestro alrededor – Cálmese Señorita
- Me reí sarcásticamente - ¿Cómo queres que me calme? Me robaron todo el puto dinero – le grite
- El gerente se acercó – Si gusta puedo seguir atendiéndola – agarre mi bolso y lo seguí – Tome asiento
- No quiero – avente mi bolso a la silla – Quiero que me solucionen esto
- Dejeme revisar que es lo que sucedió – tecleo unos cuantos minutos, mis nervios cada vez estaban más alterados – La transferencia por un total de $3,978,634.47 se realizó el jueves pasado a las 7.32 pm
- Ese día y en ese horario fui a comprar un estúpido disfraz – agarre mi bolso y busque a ver si tenía el ticket y por suerte lo encontré – Mire, acá esta
- Lo desdoblo, lo leyó y asintió – Efectivamente ese día y en ese horario compro en esta tienda – saco una copia y mientras esperaba que saliera me miro – ¿El negocio tiene cámaras de seguridad? Necesitamos esas grabaciones para corroborar que usted estaba ahí
- No sé pero ahora mismo voy y averiguo – me entrego el ticket y lo guarde – ¿Mientras que hacemos? – él se volvió a sentar, su calma volvió a alterarme – Quiero mi dinero, hasta el último centavo – nuevamente levante la voz
- Permítame su identificación – se la entregue – ¿Alguien más tiene acceso a su cuenta?
- ¿Me ves cara de estúpida? – negó – No voy diciéndole los datos de mis cuentas a las personas
- Es una pregunta que debo hacerle Señorita – me entrego la identificación - Por lo pronto iniciaremos una investigación la cual tendrá un tiempo límite de quince días hábiles y después de eso nosotros como entidad tenemos tres días hábiles también, para darle una respuesta
- Pero mi dinero estaba asegurado con ustedes – el asintió - ¿No lo cubre?
- Tenemos que investigar lo sucedido señorita – me apoye en el escritorio con ambas manos – Se nota que no es tuyo el dinero – iba a hablar pero no lo deje – Voy a joderte la vida todos estos putos días hasta que me des una puta respuesta y me devuelvan mi dinero – agarre mi bolso y salí hecha una furia
Me subí al auto y me quede unos minutos respirando profundamente, no podía entender como pudo sucederme esto ¿Quién me pudo estafar? ¿En que momento me descuide? Puse en marcha el auto y volví a la empresa, cuando llegue al segundo piso le pedí a Sofí que fuera rápido a mi oficina, ella entro detrás mío
- Me robaron todo el dinero – me deje caer en la silla – No tengo un solo peso
- Se sentó frente a mí - ¿Cómo es posible? – mire su cara de preocupación y no dije nada - ¿Qué te dijeron?
- Van a investigar – golpee mi escritorio – Eso es todo lo que me respondía el pendejo del gerente – me agarre la cabeza – Llama a mi papá y que me atienda lo más pronto posible
- Si mi amor – se fue y unos minutos después regreso – Dijo que subas ahora, toda la tarde va a estar ocupado
Subí a su oficina, golpee y luego entre, mi padre estaba hablando por teléfono y al verme se despidió
- Hola mi cielo – beso mi frente - ¿Qué pasa? ¿Qué es tan urgente?
- Me robaron papá – me agarro de los brazos y empezó a mirar mi cuerpo – No físicamente, me sacaron todo el dinero del banco
- ¿Cómo pudo pasar? – pregunto un poco alterado - ¿No hiciste ningún movimiento con tu cuenta?
- Negué – Yo no la use desde que compre el auto de Sofí – me quede pensando unos segundos – Vino un cliente la semana pasada y le di los datos de mi cuenta para que hiciera la transferencia
- Anda a buscar el contrato – se sentó y al ver que baje la mirada se volvió a parar – Jennifer ¿No tenes contrato?
- No – lo mire y vi su enojo que aumentaba – Hoy lo firmaríamos
- ¿Cuánto dinero era? – pregunto tratando de calmarse
- Casi cuatro – baje la mirada nuevamente
- ¿Casi cuatro qué? – su tono era bastante duro
- Casi $4,000,000 – golpeo el escritorio con las palmas de sus manos
- ¿Estas tonta o qué? – vino hacia mí – Quiero que te vayas de la empresa hasta que soluciones esto
- Me puse de pie – Es dinero mío, no de la empresa
- Me importa un carajo Jennifer – empezó a gritarme – Sos la maldita contadora y te pasan estas cosas, sabes todas las cosas que van a estar diciendo los empleado y peor si se enteran los inversionistas – se agarró la cabeza como tantas veces lo hice yo en la mañana
- No me podes sacar de la empresa papá – ni siquiera me miro
- Dedica tu tiempo a arreglar esto – clavo su mirada en mi – Cuando tengas solucionado este problema vemos tu situación en la empresa – quise replicarle pero no me dejo – Ahora por favor retírate que tengo mucho trabajo
Salí de su oficina, me sentí peor que nuca, sin dinero y sin trabajo, no sé qué voy a hacer para salir adelante.