Aprendiendo a Amar Cap. 34

En Brasil me empecé a confundir, es hermosa no lo podes negar y primero creí que era atracción física pero después me di cuenta que me gustaba toda ella

Hola... Ya volvi con el caitulo 34... lei en la caja de comentarios del capitulo anterior que Amanda Jose me preguntaba si cuando termine la primera temporada voy a empezar a subir enseguida los nuevos capitulos... Voy a dejar de subir por una semana en la que no voy a descansar, voy a estar escribiendo... No va a ser mas de una semana pero tengo que adelantar varios capitulos...

Gracias por todos los comentarios, por la ansiedad que provca mi relato... de verdad si puediera subiria todos los dias pero el trabajo me atrasa un poco para escribir...

saludos...

09:59 26/09/2016 (HORA MEXICO)

Capítulo 34

Tami<<

Abrí la puerta y vi a Jenny, sentí miedo de que me golpee y cubrí mi rostro

-      Tranquila – agarro mis manos y empecé a llorar – Vengo a hablar – su mirada mostraba calma – Perdoname Tami – note que ella también estaba triste – Nunca debí pegarte

-      Suspire – Abrazame – lo hizo y mis lágrimas perdieron el control y salían sin parar de mis ojos – Ya no hay vuelta atrás

-      Cerro la puerta, me llevo al sillón y se sentó a mi lado – Es una de las pocas veces que veo tan segura a Sami

-      Me equivoque, lo sé – asintió – Fue el peor error de mi vida pero la amo y me duele muchísimo perderla

-      Tenes que estar fuerte y seguir insistiendo si realmente la amas – baje la mirada

-      No Jenny, la amo con locura pero no puedo insistir, yo también necesito sanar y seguir siendo rechazada no me va a ayudar – seque mis lágrimas – Seguro ya sabes lo que paso ayer

-      Me llamo hace un rato y me conto – se cruzó de piernas – Iba a ir a visitarla pero necesitaba venir a pedirte perdón por lo que hice

-      Está bien Jenny, entiendo a la perfección tu reacción – toque mi pómulo recordando el golpe – Me lo habías advertido – sonreí – Sos más fuerte de lo que pareces

-      Que no vaya al gimnasio como vos no quiere decir que no me ejercite – guiño el ojo – El sexo cuenta como actividad física

-      Ya veo – nos reímos – Me da gusto que estemos bien

-      A mi también – acaricio mi espalda – Me trajo varios problemas estar mal con vos, tenes una pequeña gran amiga

-      ¿Sofí? – asintió – El miércoles estuvo acá

-      Lo sé, discutimos muy feo – la mire sorprendida – Ni siquiera durmió en casa

-      No me conto nada – sonrió - ¿Están bien?

-      Si, por suerte lo solucionamos – se puso de pie – Me tengo que ir

-      Está bien – nos abrazamos – Gracias por venir Jenny, no te das una idea lo sola que me siento

-      Ya no más – beso mi mejilla – Acá tenes una amiga

-      Fuimos hasta la puerta – Anda con cuidado

-      No te preocupes, te aviso cuando llego – volvió a abrazarme – De verdad estas muy delgada, come

-      Sos la quinta persona que me lo dice en la semana – me miro seria – Esta bien, voy a dejar de lado mis ensaladas

-      Así me gusta – sonrió y se fue

Sentí mucha tranquilidad de haber hablado con Jenny y que las cosas estén bien, es una gran persona y no me sentía a gusto de estar distanciada de ella.

Mire la hora, ya eran las 4 pm y todavía ni siquiera sabía que ponerme, busque en mi closet y nada me convencía, agarre mi teléfono y llame a la única persona que podía ayudarme

-      Me tenes que ayudar – dije frustrada

-      Hola – su voz suave me calmo - ¿Qué pasa Tami?

-      No sé qué ponerme para la fiesta – me senté en la cama - ¿Qué te vas a poner?

-      El vestido que me ayudaste a comprar en Brasil – respondió Tati muy segura – En una hora estoy en tu casa

-      Gracias – colgué y me fui a bañar

Al terminar de bañarme, me puse crema en todo el cuerpo, un conjunto de ropa interior negra con encaje, un short y una remera manga larga que uso para dormir, desenrede mi cabello y cuando iba a ir a cepillar mis dientes sonó el timbre, fui hacia la puerta y abrí, Tati estaba parada con una enorme sonrisa

-      Me gusto que me hayas llamado – me abrazo y entramos a mi casa – Vayamos a ver que te podes poner

-      Gracias por venir – fuimos hasta mi cuarto en el que había ropa por todos lados – Perdón por el desorden

-      Veo que te estresaste – se rio – Es una fiesta informal – volvió a reírse al ver mi cara de fastidio – ¿Pensaste que había que ir elegante? – asentí – Veamos que tenes – empezó a revisar y agarro un vestido negro corto y sin tirantes que no uso hace mucho tiempo – Ahora que lo pienso, jamás te vi con vestido

-      Y no me veras – lo agarre de sus manos – Detesto los vestidos

-      Por lo menos ponetelo para ver cómo te queda – me hizo pucheritos – Por favor

-      Está bien – fui hacia el baño, me saque la ropa y el sostén, me lo puse, note que es cierto que estoy más delgada ya que no me quedaba tan apretadito como la última vez que lo use, salí del baño, Tati estaba de espaldas buscando más ropa – Listo

-      Se dio vuelta y sonrió al verme – Te queda precioso – camino hacia mí y lo acomodo un poco – Deberías ir vestida así

-      ¿Crees? – asintió - ¿Con que zapatos?

-      Miro dentro de mi closet, tengo muy poco zapatos de taco, saco dos pares, ambos color negro y pensó unos segundos – Estos – me los dio y puse cara de pánico al ver el tamaño del tacón – Ponetelos, no tengas miedo – me los puse y ella me ayudo a ponerme de pie – Definitivamente así debes ir

-      Me voy a matar de un golpe – se rio – No se caminar con esto – señale mis pies

-      Solo mira hacia adelante y trata de no pensar en que vas con zapatos – puse mis ojos en blanco – Así aprendí yo

Estuve un rato practicando, siguiendo su técnica y de a poco agarre confianza. Me pidió que la deje bañarse y arreglarse en mi casa y así nos iríamos juntas.

Cuando salió de bañarse, se fue al cuarto a cambiar en lo que yo miraba un rato de televisión. Media hora más tarde salió ya vestida, con sus zapatos Gucci negros y peinada

-      Me gusta mucho como te queda ese vestido – sonrió – Que buen gusto que tengo – dije con poca modestia y ambas reímos

-      Ahora sentate que te voy a maquillar – negué – Claro que si

-      Me aproveche de que me había sacado los zapatos y corrí hacia mi cuarto – No me gusta maquillarme – grite y escuche como venía lentamente hacia donde yo estaba – Por favor

-      Un poquito – me hizo sentar en la cama – Vas a ver que casi ni lo vas a notar

Cerré mis ojos y deje que me maquille, tardo unos diez minutos, me dijo que abra los ojos y me fui a mirar al espejo

-      ¿Qué me hiciste? – voltee a verla y ella me miro asustada - ¿Dónde está el maquillaje?

-      Sonrió – No vuelvas a asustarme así – me dio un golpe en el brazo – Entonces ¿Te gusta? – asentí viéndome al espejo – Viste tonta

Se acercó al espejo y empezó a maquillarse, se delineo los ojos, se puso rímel, un poquito de polvo en los pómulos y se puso un brillito en los labios, era lo mismo que me hizo a mí pero se veía totalmente diferente.

Ya cerca de las 9 pm subimos a su auto y fuimos a la fiesta, mientras manejaba le empecé a hablar

-      ¿Seguís en el mismo hotel? – asintió - ¿No te vas a comprar una casa?

-      Si, ya lo hice – la mire sorprendida – Ayer cuando te vi entrando al bar volvía de firmar las escrituras, mañana me mudo

-      No lo sabía – me volteo a ver unos segundos y volvió su vista adelante – Perdón, soy una egoísta

-      No te preocupes Tami – me sonrió – Tenemos mucho tiempo para ponernos al día

-      Sí, es verdad – mire por la ventana – ¿Alguna otra noticia bomba como la de tu casa nueva?

-      Si, Ramiro firmo los papeles del divorcio – note su felicidad – Soy una mujer divorciada

-      Qué bueno – apreté con suavidad la mano con la que pasaba los cambios – Sabes, me gusta mucho verte manejar

-      Freno por un semáforo en rojo y me miro riendo - ¿Y eso?

-      Vas muy segura y concentrada pero no dejas de escucharme – cambio a verde y siguió andando

-      Mis padres me regalaron un coche cuando cumplí los 16 años, no quise fiesta pero les pedí un auto – llegamos al salón y estaciono – Desde ese entonces nunca más deje de manejar – nos quitamos el cinturón de seguridad y bajamos

Perdí un poco el equilibrio por la zapatos y Tati me ayudo, cuando me sentí firme caminamos hasta el interior del salón, ya había bastante gente. Saludamos de a poco a todos y cuando estaba yendo a saludar a Bruno sentí que unas manos me agarraron de la cintura y me abrazaron

-      Te extrañe – sonreí y voltee – No te vuelvas a ir tanto tiempo

-      Pablo – lo abrace fuerte – Ya no quiero que volvamos a pelear de esta manera

-      Estas preciosa – me hizo dar una vuelta sujetándome de la mano – Por fin te veo de vestido

-      Me obligaron – mire hacia la chica que me ayudo a vestirme y él siguió mi mirada

-      ¿Estas saliendo con ella? – negué – Si es así estas en todo tu derecho, no voy a juzgarte

-      No estoy con ella – baje la mirada – Ayer se terminó todo definitivamente con Sami

-      Levanto mi mirada y beso mi mejilla – No vamos a hablar de eso ahora – me agarro de la mano y me llevo hasta donde estaba Caro – Mira a quien me encontré

-      Tami – me abrazo fuerte – Tu sobrino te extrañaba

-      ¿Sobrino? ¿Es nene? – asintieron los dos y los abrace – Los felicito – me agache un poco hasta que mi cara quedo frente a su panza – Hola chiquitín, soy tu tía Tami y estoy ansiosa de que salgas – me incorpore- ¿Cuánto falta?

-      Cuatro meses – dijo Pablo acariciando la panza – Vamos a buscar algo para tomar

Asentí y fuimos hasta la barra en la que había todo tipos de bebidas pero caímos al mismo vicio de siempre, estaba ansiosa de probar una cerveza ya que desde hace mucho no lo hacía.

Tati<<

Sé que me propuse ser su amiga pero ¿Cómo no volverme loca viéndola vestida así? Se ve realmente preciosa, trato de contenerme yendo a conversar con los otros abogados de la empresa y unos minutos más tarde se nos unió el Licenciado Torres.

De reojo no paraba de ver a Tami, primero estuvo un rato con Pablo y Caro, luego fue con el grupo de las secretarias y cuando fue con Bruno él me miro y me hizo señas para que vaya, me disculpe y camine hacia ellos

-      Me llamaba Bruno – asintió y nos miró a ambas - ¿Qué paso?

-      Tatiana, creo que deberías darle de vuelta el puesto de secretaria tuya a Tami – ambas nos miramos sorprendidas – La siguiente semana empieza a cursar y sos la mejor abogada que conozco, puede aprender muchísimo de vos

-      Le agradezco sus palabras – me sonrió – Yo no tengo ningún problema de que vuelva a trabajar conmigo, ya aclaramos nuestro malentendido y no hay nada más que nos cause problemas – dirigí mi mirada a Tami

-      Habría que preguntarle a Torres – los tres volteamos a verlo

-      No creo que haya problema por él – comento Bruno – Pero el lunes me encargo de hablar con el Licenciado – me miro y luego a Tami – Si vuelve a ocurrir un problema no me vengan con cambios de nuevo – baje mi mirada apenada – Conversen, son adultas

-      Quédese tranquilo – volteamos mi jefe y yo a verla – Ya está todo claro – clavo sus ojos en los míos y sentí temblar mis piernas - ¿O no Tati?

-      Si, por supuesto – sonreí – Con permiso, voy a buscar algo de beber

Camine directo a la barra y pedí un whisky, me lo tome de un trago y pedí otro más, ¿Por qué no puedo contenerme? No quiero volver a arruinar la amistad pero ni yo me creo eso, no quiero su amistad. Después de pedir el tercer vaso sentí su aroma, voltee y ella estaba parada a mi lado

-      ¿No estas tomando mucho? – se sentó en el banco de al lado – Voy contando y es el tercero que te tomas – el muchacho dejo el vaso frente a mí - ¿Qué pasa?

-      Nada – me acabe el whisky – Siempre me ponen nerviosa estas fiestas

-      Sonrió incrédula – Esa es la mentira que le dirías a alguien que no te conoce – me miro seria – A mi decime la verdad

-      Realmente te ves preciosa – no respondió nada pero note su incomodidad – Perdón, necesitaba decírtelo

-      No te preocupes – me sonrió – Vos también estas muy hermosa

-      Tami – me levante – Voy a seguir disfrutando la fiesta

-      Sí, claro – aparto la vista de mí y me fui

Me fui un rato a hablar con Anita, la conozco desde que entre a trabajar en Díaz Enterprises, me conto sobre su hija que necesita tratamiento médico por un problema en sus riñones pero que le estaba costando mucho, le dije que el lunes fuera a mi oficina a hablar que yo podría ayudarla, se alegró demasiado y fue a llamar a su marido para contarle. Sentí mucha felicidad de poder ayudarla. Me senté en una de las mesas y observe que Pablo me estaba mirando, me puse de pie y camine hacia él, cuando estuvimos frente a frente le hable

-      ¿Cómo estás? – mire a Caro, la salude con mi mano y ella respondió de la misma manera – Note que me estas mirando

-      Me quiero disculpar – abrí mis ojos sorprendida – El día de la fiesta de Jenny estaba muy molesto con vos porque creía que estabas interfiriendo entre Tami y Sami pero ahora entiendo que no fue así – puso su mano en mi hombro – Si lo de ellas no funciono fue por ellas, nada tuviste que ver

-      Qué bueno que te hayas dado cuenta – sonreí – Yo quiero lo mejor para Tami

-      ¿Estas enamorada de ella? – solo lo mire y no conteste – No voy a decirte nada, sos grande y Tami también, yo quiero lo mismo que vos, que sea feliz y si vos le podes dar eso voy a apoyarte

-      Suspire – Le dije que tratemos ser amigas pero realmente no quiero eso

-      Tenes con que, enamorala – nos miramos a los ojos – Si paso algo fue porque algún sentimiento tiene hacia vos – me encogí de hombros - Solo no la atosigues

-      No voy a hacer nada, si se da que se dé pero no quiero que lo haga porque yo la lleve a que pase – sonrió – Los dejo tranquilos

-      Te veo al rato – asentí y camine hacia la mesa donde me había sentado

Note que bruno subió a un pequeño escenario, agarro el micrófono y comenzó a hablar

-      Buenas noches trabajadores de Díaz Enterprises – todos nos fuimos acercando y lo mirábamos atentos – Estoy muy contento de que estén todos aquí – mire hacia todos lados buscando a Tami pero no la veía – Quise hacer esta fiesta por dos motivos – escuchaba lo que mi jefe decía pero realmente estaba concentrada buscando a esa hermosa mujer que tanto me gusta – Alcanzamos la meta anual en tan solo seis meses – todos aplaudimos contentos – Y el segundo motivo es que voy a sortear un auto – todos murmuraban felices – No un auto cualquiera, es un Chevrolet Malibu del año

-      Sentí unos brazos rodear mi cintura – Hola perdida – escuche la voz de Tami y me puse tensa – Te estuve buscando – me soltó – Un auto, se la tenía guardado el jefe esa sorpresa

-      Sí, no sabía nada de esto – volví mi vista a Bruno

-      Pablo le acerco una bolsa transparente – En esta bolsa están los nombres de todos – metió la mano y empezó a mezclarlos – A ver quién se ganara este hermoso auto – saco un papel y lo leyó para él – Hay una afortunada – Tami me miro y sonrió – Sandra López – voltee a ver a mi secretaria – Subí al escenario para recibir tu premio

-      Todos aplaudíamos y Sandra comenzó a agradecer – Me voy a la mesa, no me dan más los pies – Tami empezó a caminar y fui detrás de ella – Ya me quiero ir a mi casa

-      ¿Te llevo? – me senté a su lado

-      No, quedate a seguir disfrutando la fiesta, yo ya no estoy de ánimo – vi tristeza en sus ojos – Nos vemos el lunes – beso mi mejilla y salió del salón

Me quede sentada pensando en que voy a hacer ahora que la voy a volver a tener cerca todos los días.

Tami<<

El domingo me levante a las 9 am, me puse ropa deportiva y me fui a correr, quiero tratar de sacar esta tristeza que siento de alguna manera. Cerca de las 10.30 de la mañana regrese y me fui a bañar, al terminar me vestí con ropa cómoda y escuche que sonó el timbre de mi casa, abrí la puerta

-      Pablo – lo abrace – Pasa

-      Vengo a buscarte para que vengas a casa a almorzar con nosotros – miro mi ropa – Anda a cambiarte

-      Si, dame unos minutos – fui a mi cuarto, me puse un jean azul claro una remera negra que tiene la lengua de los Rolling Stones, mis Converse blancos, una campera y volví a donde estaba mi amigo – Vamos

Subimos a su camioneta Lobo y enseguida me hablo

-      ¿Qué paso? – lo mire y luego baje mi mirada – Tami, si me enoje con vos fue porque te lo advertí de que estabas pasando mucho tiempo con Tatiana y era obvio que algo iban a empezar a sentir, por lo menos vos – asentí - ¿Te enamoraste?

-      No – dije rotundamente – En Brasil me empecé a confundir, es hermosa no lo podes negar y primero creí que era atracción física pero después me di cuenta que me gustaba toda ella

-      Sabes, la conocí cuando empezó a trabajar en la empresa de papá y me cautivo – sonrió - Estaba casada pero buscaba cualquier pretexto para poder conversar con ella – lo mire sorprendida - Es preciosa, siempre cuido mucho su cuerpo, tiene una personalidad fuerte pero es muy buena persona, siempre trata de ayudar – rasco su cabeza – Yo quería estar con ella, tener sexo nada más así que empecé a buscar que eso pasara, salimos varias veces y cuando la quise besar ella me detuvo y me dijo que estaba casada pero que le gustaba y que si yo estaba dispuesto a estar con ella se separaba

-      ¿Me estas jodiendo? – negó - ¿Qué le respondiste?

-      Que solo me la quería coger – estaba apenado – Fui muy duro, pero era la realidad – estaciono en la puerta de su casa – Lo que quiero decirte es que si te gusta de verdad que no dejes pasar el tiempo, sé que acabas de terminar tu relación con Sami pero te mereces ser feliz, si no funciono con ella fue porque no estaban hechas una para la otra

-      No quiero nada con nadie Pablo, me despierto en las noches y lloro desconsoladamente – una lagrima rodo por mi mejilla – El día que volví del viaje acomode la casa y en mi closet encontré ropa de ella y no quise lavarla para poder sentir su olor cada vez que la extraño con desesperación – cerré mis ojos – La amo demasiado y sé que no hay vuelta atrás pero por eso mismo necesito estar sola un tiempo, si algún día se da algo con Tati o con alguien mas no voy a luchar contra eso pero ahora no quiero nada

-      Te entiendo – me abrazo – Solo quiero que estés bien y que sepas que cualquier decisión que tomes que sea para tu bien la voy a apoyar

-      Gracias Pablo – bajamos del auto y entramos a su casa – Hola Caro – se asomó por la puerta de la cocina – Que rico huele

-      Hola chicos – vino hacia mí y me abrazo – Hice pastas, como te gustan

-      Por suerte tengo amigos que me consienten – ambos rieron - ¿En qué te ayudo?

-      Pongan la mesa, ya comemos – fuimos a la cocina

Ella termino de cocinar, pusimos la mesa como nos pidió y unos minutos después estábamos los tres comiendo y hablando sobre mí viaje.

El domingo lo pase junto a mi amigos, necesitaba esto, calma y compañía de gente que me hace bien.

El lunes la alarma de mi celular sonó a las 5 am, me bañe, me vestí, metí una libreta en mi bolso y maneje hasta la universidad, empecé cursando Derecho Internacional II, me toco un profesor que había tenido en unos de los primeros semestres que curse, él me reconoció y se puso contento de que este cursando nuevamente.

A las 9 am termino la clase y fui a mi trabajo, llegue al segundo piso, Torres estaba en su oficina y fui a saludarlo

-      Buenos días Licenciado – me sonrió – Ya llegue

-      Qué bueno que ya viniste – se puso de pie – Pero tenes que subir a el quinto piso, Bruno vino y me dijo que vas a volver a trabajar con la Doctora y que Sandra vuelve conmigo – recordé la conversación del sábado – Me gustó mucho haber trabajado con vos, en el poco tiempo que estuviste acá aprendiste mucho y me he dado cuenta que sos una persona muy capaz

-      Muchas gracias Torres – me acompaño hacia el ascensor – Le digo a Sandra que baje en cuanto me de todos los pendientes

-      Te lo agradecería – sonrió y nos abrazamos – Mucha suerte y nos vamos a seguir viendo – me guiño el ojo

-      Hasta luego – subí dos pisos y al bajarme del ascensor Sandra se puso de pie – Hola

-      Hola Tami – fui hacia ella – La Doc está en una reunión así que te voy a pasar las indicaciones que me dio – me entrego la agenda – Hay que llamar a los clientes que apunte – asentí – Después de esta reunión tiene tres más las cuales están también apuntadas

-      Cerré la agenda – Quedate tranquila, se cómo manejar esto – suspiro – Anda con Torres, está ansioso de que bajes

-      Sonrió – Mucha suerte – me saludo y se fue

Empecé a hacer los llamados, programe citas con cada uno para distintos días de la semana en los que vi que mi jefa tenía ratos libres y cuando termine salió la persona con la que estaba reunida Tatiana

-      Sandra, necesito que vengas – grito desde su escritorio y sonreí

-      Me levante de mi silla y me pare en su puerta – ¿Qué necesita Doctora? – me miro y sonrió – Ya Sandra se fue con Torres

-      Tami – vino hacia mí – Que gusto que ya estés de nuevo acá – entramos a la oficina – Necesito tres copias de este contrato y que todas las lleves a la escribanía para que les pongan el sello, cuando te las entreguen tenes que archivarlas junto con el resto de los contratos

-      Si, está bien – me puse de pie – Tati – clavo sus ojos en mi – Curso en la mañana, entro a las 7 am y salgo a las 9 am de lunes a viernes – asintió – Voy a llegar a las 10 am más tardar

-      No te preocupes, me da gusto que termines la carrera – sonrió y me fui a hacer los pendientes que me dio

Me sentía contenta de volver a trabajar con Tati, sinceramente no quiero estar lejos de ella, voy a acceder a la amistad que me ofrece.