Aprendiendo a Amar Cap. 33

-Estuve distante todos estos días – afirmo con su cabeza – Necesitaba pensar cómo recuperar a Sami -Puso su mano sobre la mía – No me expliques, sé que volviste dispuesta a recuperarla, no quiero interferir

El lunes publico el proximo capitulo, no se desesperen, este fin de semana voy a estar escribiendo. Tuve demasiado trabajo y me ha costado escribir.

Peppy te amo mucho!!!

02:52 pm 23/09/2016


Capítulo 33

Sami<<

Tami acaba de salir, no quiero volver a verla, me duele el solo tenerla cerca, no puedo perdonarla, nunca pensé que me engañaría, siento dolor en mi alma, que es mucho más fuerte que el físico. Llore todo el día, mi mamá cada vez que viene me pregunta que me pasa pero no quiero hablar, sé que si se entera no va a dejar de hablarme del tema y no tengo mente para eso, me puse una película y entre lágrimas me dormí.

El martes fue igual, las pastillas calman el dolor de mi cuerpo pero el que siento por dentro no hay nada que lo calme. En la tarde mi mamá me trajo la merienda, un café con leche y tostada, me hizo compañía en lo que lo comía. Cerca de las 7 pm llego Jenny, entro a mi cuarto con mis chocolates favoritos y se acostó a mi lado en la cama, miramos un rato de televisión, al rato me hablo

-      ¿Cómo está tu corazoncito? – apoye mi cabeza en su hombro

-      Empecé a llorar sin consuelo – Ayer vino a mi casa – acaricio mi mejilla –Le dije que se acabó, que no la quiero volver a ver

-      ¿Es lo que realmente queres? – no supe responder esa pregunta – Tomate un tiempo

-      No quiero un tiempo Jenny, quiero volver un mes atrás y evitar que pase todo esto – note los nudillos de su mano derecha morados - ¿Vos le pegaste?

-      Vi tu auto y no pude contener mi enojo – bajo su cabeza – No me siento bien por haberlo hecho

-      Siempre dijiste que golpearías a quien me dañe – ambas sonreímos - ¿Te acordas cuando te conté que me gustaba ella?

-      Como no recordarlo – pensó unos segundos – Viniste a mi casa, me llevaste casi arrastrándome a mi cuarto, trabaste la puerta y te pusiste a llorar – se rio – Me hiciste asustar como nunca ese día

-      Yo estaba asustada, me gustaba una mujer y no sabía si eso era normal – comencé a llorar nuevamente – Estábamos a finales de primer año

-      Si, ya casi lo terminábamos – seco mis lágrimas – Me miraste a los ojos y me dijiste “Sos mi mejor amiga y te amo pero a Tami la amo como algo más que amiga” – sonreí – Solo te abrace y te dije que la conquistaras

-      Siempre estás conmigo – beso mí me mejilla – En los bueno y malos momentos

-      Eso ni lo dudes – me abrazo con mucho cuidado – Tenes hermana para rato

Ya más noche mi amiga se fue, prometiendo volver al otro día. Tome mis pastillas y cuando ya no sentí dolor pude conciliar el sueño.

La semana se hizo eterna, por un lado suplicaba que Tami se apareciera por la puerta y por otro no quería ni verla, la extraño pero de tan solo recordarla besándose con alguien más me duele el corazón.

El viernes me sorprendió que viniera Tatiana, se disculpó y me confeso su amor por mi ex novia, al escucharla sentí mi alma irse de mi cuerpo, estaba vacía por dentro pero no puedo ser egoísta, si Tami le corresponde su amor deben estar juntas, ya de a poco estoy haciéndome la idea de que no era el momento de estar juntas o simplemente no estamos hechas la una para la otra. Lo que si me sorprendió fue que me diga que se había ido, que no sabe nada de ella.

Día tras día lloro y deseo que solo sea una pesadilla, de esas que son espantosas y uno ruega por despertarse pero no, cuando abro mis ojos, veo mi pierna o toco mis costillas y caigo a la realidad, estoy hace casi tres semanas en la cama, con ayuda solo me levanto para ir al baño.

Tami<<

El domingo en la noche regrese a Argentina, me di un baño y me acosté a dormir. Al día siguiente me levante, me vestí y me fui a la oficina, llegue temprano.

Cuando llegue al segundo piso estaba Beti, le dije que ya había vuelto que ya no hacía falta que me cubriera, se alegró de verme y mucho más porque como Bruno seguía de vacaciones tendría unos días libres.

Me senté frente a la Laptop y revise unos correos que eran para el Licenciado, tome algunos apuntes y respondí algunos que eran para programar reuniones. Antes de las 9 am Torres salió del ascensor y se alegró de verme

-      Hey – me levante de mi silla y fui hacia él – Ya volviste – me abrazo – Me da mucho gusto

-      Gracias Licenciado – sonreí – Ya programe algunas reuniones y respondí unos correos, otros tengo que revisarlos con vos para dar respuestas

-      Sí, me parece genial – caminamos los dos hasta su oficina – Te hizo bien descansar unos días, se notaba en tu cara que la estabas pasando muy mal

-      Si, a veces necesitamos alejarnos para ver las cosas con claridad – me encogí de hombros

-      Me señalo con el dedo y asintió – Eso es muy cierto – dejo en la mesa el vaso desechable en el que traía su café – No sé dónde ni que hayas hecho pero se te ve mucho mejor

-      Gracias Torres – se sentó - ¿Puedo hacer algo por usted?

-      Si, necesito que me ayudes con los gastos del viaje a Brasil, tu laptop está conectada con la mía, hay una carpeta sobre ese viaje, necesito que hagas unos gráficos con los gastos declarados por la Dra. Peretti y llama a su secretaria para solicitar una reunión

-      Muy bien, ya me pongo en eso – me retire

No tengo la más mínima idea de cómo hacer los gráficos, me senté y marque el interno del quinto piso, le pedí a Sandra que programe una reunión para el día de hoy y luego le estuve preguntando sobre cómo realizar los gráficos, me enseñó a grandes rasgos como hacerlo.

Cerca de las 6 pm fui a mostrarle a mi jefe los gráficos, se sorprendió de ver que estaban bien y me felicito. Un poco más animada agarre mi bolso y baje al estacionamiento, camine hasta mi auto y vi a Tatiana parada a un lado, suspire y camine hasta ella, nos saludamos de palabra, me pregunto dónde había estado, me dio un cheque que era una parte de mi bono por el acuerdo, lo guarde y justo antes de irme soltó las frase que menos quería escuchar en ese momento “TE EXTRAÑE”, sentí como mi corazón se ablando pero no quise demostrárselo así que puse el auto en marcha y me fui.

Llegue a casa, limpie un poco ya que en dos semanas no había estado y a casa estaba bastante desacomodada, lave ropa y ya en la noche me senté a comer la comida que me estaba acompañando esta última semana, una ensalada.

Antes de dormirme me bañe y medite un poco como me había enseñado la chica del Spa.

Me levante temprano, me vestí y me fui a la oficina, Torres no estaba ya que todo el día iba a tener reuniones, aproveche para hacer unos llamados que me dejo encargados y tenía que ir al quinto piso a llevarle a Tatiana una copia de la contabilidad del mes.

Me subí al ascensor, toque el botón con el brillante número cinco y en segundos ya estaba saliendo, Sandra me recibió con una sonrisa

-      Hola Tami, que gusto verte – me dio un beso en la mejilla - ¿En qué te puedo ayudar?

-      A mi también me da gusto verte – le mostré la carpeta – Se lo tengo que entregar a la Doctora

-      Sí, claro, dejame anunciarte con la Doc – abrió la puerta – Tami esta acá y tiene que entregarle una carpeta

-      Hacela pasar – me hizo pasar – Hola – me miro y sonrió – Sentate

-      Es rápido – camine hasta su escritorio – Torres me pidió que te entregue esto

-      Lo tomo de mi mano – Por favor, sentate un minuto – accedí – Estas muy flaca, ¿No estas comiendo bien?

-      Estoy bien – negó con su cabeza – De verdad

-      Bueno – cerro su laptop – Te quiero pedir perdón

-      No te preocupes, paso lo que tenía que pasar – me puse de pie – Tengo que seguir trabajando

-      ¿Podemos ir a cenar o a tomar algo para conversar? – ella también se levantó y vino hacia mi

-      Dame un tiempo, aún tengo muchas cosas por aclarar en mi cabeza – me iba a ir pero me detuvo, me miro a los ojos y me abrazo – Pronto vamos a hablar – correspondí su abrazo

-      Se separó de mí y vi lágrimas en sus ojos – Voy a respetar tus tiempos

-      Seque la lagrima que iba cayendo lentamente – No llores – bese su mejilla – Tengo que seguir trabajando

-      Si, está bien – salí de su oficina

Volví a mi área, trabaje unas horas más y luego me fui al banco a retirar el dinero del cheque. Por suerte me atendieron rápido, guarde el dinero en mi bolso y me fui a comer algo a un restaurant.

Ya eran las 7.30 pm, me subí a mi auto y maneje hasta la casa de Jennifer, estacione, me baje, toque el timbre, un momento después se abrió la puerta y vi a Sofí

-      Tami – me abrazo con fuerza y yo correspondí su abrazo - ¿Cómo estás?

-      No sé cómo responder esa pregunta, solo sé que tengo un poco más clara mi mente – sonrió - ¿Esta Jennifer?

-      Si, acá estoy – apareció detrás de Sofía

-      Solo vine a traerte esto – le entregue un sobre – Es el dinero de los muebles que compraste con tu tarjeta

-      Ah sí, gracias – ambas hicimos silencio

-      Las dejo tranquilas – puedo ver el enojo aun en los ojos de Jenny

-      Camine hacia el auto y sentí que alguien tomo mi mano, voltee y era Sofí – Te extrañe – me volvió a abrazar y vi que su novia estaba en la puerta viéndonos – Come bien, estas muy flaca

-      Sonreí – Te veo pronto – asintió

Maneje hasta mi casa, me sentía muy cansada mentalmente. Al llegar medite y me acosté a dormir.

Ya estamos a mitad de semana, el trabajo estuvo bastante pesado así que me mantiene la mente ocupada. Cuando salí de la empresa me fui a casa, me quede mirando un rato televisión y cuando me iba a levantar a cocinar sonó el timbre de mi casa, abrí la puerta y me sorprendí al ver quien era

-      Sofí – me sonrió y mostro una bolsa – ¿Qué haces acá?

-      Traje comida – beso mi mejilla y la hice pasar – ¿Cómo estás?

-      No sé – caminamos ambas a la cocina a buscar cubiertos para la pasta que había traído – Me sirvió mucho el viaje, quiero volver con ella

-      Le alcance unos tenedores y vasos - ¿Vas a ir a hablar con ella?

-      Sí, pero necesito pensar bien que decirle – asintió y fuimos a sentarnos a los sillones – No esperaba que vinieras

-      Tami, yo no estoy de acuerdo con la infidelidad – baje mi mirada – Pero entiendo que te equivocaste y lo bueno es que queres reparar tu error – tomo mi mano – Soy tan amiga tuya como de ella y no voy a juzgarte

-      Gracias Sofí – sonrió

Estuvimos cenando y conversando sobre la universidad, la siguiente semana ambas empezamos a cursar y estamos muy entusiasmada. A las 11 pm nos despedimos, ella se fue a su casa y yo a dormir.

El jueves fue mucho más intenso, pero me relaje y saque todo el trabajo que había.

El viernes antes de salir del trabajo Torres me llamo a su oficina

-      Futura abogada – sonreí – La semana que viene comenzas a cursar la universidad ¿Cierto? – asentí - ¿En qué horario?

-      A la mañana, son dos horas diarias, entraría a las 7 am y saldría 9 am, así que estaría llegando a las 10 de la mañana más tardar – me senté frente a él

-      Muy bien, no es problema – se puso de pie – Bruno ya volvió de sus vacaciones y está muy contento porque alcanzamos la meta anual en tan solo seis meses – me levante de mi silla y le entregue su saco – Gracias – me sonrió – Mañana en la noche va a hacer una fiesta, en el salón DePetros

-      Lo conozco – ambos salimos de la oficina

-      Tenes que ir, va a ir toda la empresa – dude un poco – Vamos, tenes que divertirte

-      De acuerdo jefe – me dio una palmadita en la espalda

-      Anda a tu casa, aprovecha para descansar ya que mañana Bruno nos dio el día libre a todos y por favor come algo, bajaste muchísimo de peso

-      Todos me dicen lo mismo – me reí – Estoy bien

Bajamos al estacionamiento, cuando llegamos a mi auto nos despedimos, me subí y empecé a manejar, estaba decidida, quiero volver a hablar con Sami, pase por el lugar del accidente y sentí un dolor en el pecho, sacudí mi cabeza y me mentalice en lo que iba a hacer, no puedo estar débil en este momento.

Al llegar, deje mi auto en la puerta de su casa, me baje, atravesé el caminito hasta su puerta y toque el timbre

-      Tami ¿Dónde estuviste? – Nelly me dejo pasar – Hace tres semanas que no sabíamos nada de vos

-      Perdón, tenía que aclarar mi mente – mire hacia arriba – ¿Esta despierta?

-      Recién termino de merendar – tomo mi mano - ¿Qué paso?

-      Dejame hablar con ella y te prometo que después te cuento todo lo que necesites saber – asintió – Gracias – subí la escalera

Me sentía firme, tenía que recuperarla, sé que va a ser difícil pero la amo y necesito volver con ella

-      Golpee la puerta y asome mi cabeza – Hola – me miro - ¿Puedo pasar?

-      Si, pasa – entre

-      Me acerque y bese su mejilla – ¿Cómo estás?

-      Me duele mucho, pero dice el doctor que en una semana ya puedo dejar la cama – mire su pierna enyesada – Estas muy delgada

-      Sonreí al recordar que en esta semana lo escuche muchas veces – Si, es mi nueva dieta – me miro sorprendida - ¿Podemos hablar?

-      Creo que no hay mucho más que hablar sobre lo que paso – respondió muy firme

-      Te amo – clavo su mirada en la mía – Por más que pienses que no es cierto - me arrodille a su lado – Me equivoque, pasar tanto tiempo con ella me llevo a sentir algo mas pero no es amor

-      Podrías haberlo hablado conmigo – froto sus ojos para evitar llorar – Podríamos haberlo superado juntas, pero no, preferiste aclarar tu confusión besándola – su voz mostraba enojo

-      Estamos a tiempo, dame una oportunidad – no pude controlarlo y comencé a llorar – Por favor, volve conmigo

-      Sentate – golpeo la cama y me senté a su lado – No puedo, cada vez que cierro los ojos recuerdo el beso que se dieron, escucho música o veo alguna serie o cualquier cosa que sea de amor y todo me recuerda a vos, me paso los días llorando desconsoladamente – agarro mi mano y la puso en su pecho – Acá me duele mucho

-      Por lo menos perdoname, con eso me conformo – me abrace a ella – No soporto la idea de estar separada de vos

-      Te tenes que acostumbrar – acaricie su mejilla – Por favor, no lo hagas más difícil

-      ¿Es el final? – no respondió – Vos tampoco queres separarte de mi

-      No, pero me duele muchísimo tenerte cerca – acerque mis labios a los de ella – No lo hagas

-      Si queres que lo haga – no opuso resistencia y acepto mi beso, fue con mucha tristeza, dolor y angustia, pero no me quito, sentí mis lágrimas encontrarse con las suyas al borde de nuestros labios

-      Me separo - ¿Por qué lo arruinaste? – me dio un cachetazo y luego seco sus lágrimas con su mano – Andate y no vengas más – sentí todo su sentimiento en el golpe

-      ¿Es lo que queres? – asintió y bese su mejilla – Esta bien

No dijo más nada, ni siquiera me miro, salí y baje rápido la escalera, pensé que su mama no me vería pero antes de poder abrir la puerta me hablo

-      Vos y yo tenemos que hablar – me di vuelta – Dijiste que hablarías con ella y luego conmigo

-      Sí, es verdad – me acerque a ella – Se terminó todo entre Sami y yo

-      ¿Cómo? – me miraba sin comprender - ¿Por qué?

-      El día del accidente tuvimos una discusión, ella se fue y a las pocas cuadras choco – se acercó más a mí – Sé que fue mi culpa

-      Pensó unos segundos – Jenny ese día apareció con la mano lastimada y vos el lunes llegaste con un golpe que no tenías el día del accidente – asentí y me dio un cachetazo en el mismo lugar donde me lo había dado su hija – Andate de mi casa y no vuelvas nunca mas

-      Me agarre la mejilla que golpeo – Eso ya me lo había dicho Sami – abrí la puerta y me fui

Ya todo se acabó, el único consuelo que tengo es que pude besar por última vez sus labios, me senté en mi auto y llore, sentía como se me desgarraba algo por dentro, no quería irme a mi casa, quería tomar, quería beber hasta perder la conciencia, puse en marcha y conduje hasta encontrar un bar, estacione, me baje y entre, me senté en la barra y pedí una cerveza, la última vez que había bebido algo con alcohol había sido hace dos semanas, cuando el barman dejo la botella de cerveza frente a mí la iba a tomar pero una mano me detuvo, era una mujer, volteé a ver quién era y me sorprendí de ver a Tatiana

-      No lo hagas – la recorrió un poco sobre la barra - ¿Fuiste a verla?

-      Asentí – Ya se acabó – la abrace – La perdí – seco mis lágrimas con su mano – Su mamá ya sabe la verdad – me miro sorprendida – Menos que me bese con vos pero sí que fue mi culpa el accidente

-      No fue tu culpa – me observo seria – No provocaste el accidente, nadie lo hizo

-      Necesito tomar algo – trate nuevamente de agarrar la cerveza y no me dejo

-      Dame una Coca-Cola – el muchacho asintió – No ganas nada bebiendo – dejo la lata frente a ella, la tomo y me la dio – Un poco de azúcar te viene bien, en serio quiero que comas bien

-      Tome un buen trago - ¿Por qué estas acá?

-      Iba pasando y te vi entrar – bebió de la cerveza que era para mí – Entraste como una loca – se rio y me hizo reír a mi – Así te ves mejor

-      Estuve distante todos estos días – afirmo con su cabeza – Necesitaba pensar cómo recuperar a Sami

-      Puso su mano sobre la mía – No me expliques, sé que volviste dispuesta a recuperarla, no quiero interferir

-      Si, volví dispuesta a eso pero de nada sirvió, ella está muy decidida – acaricio mi espalda – Gracias por venir y detener lo que sería una de mis más grandes borracheras

-      Para eso estamos las amigas – sonrió – No me alejes, dejame seguir teniendo tu amistad

-      ¿Crees que es posible después de que nos hayamos besado? – pregunte dudosa

-      Si nos lo proponemos yo creo que si – puso su bolso Luis Vuitton en su hombro – Me voy, estoy muy cansada

-      Dejame pagar y salimos juntas – le di el dinero al joven y salimos del bar

-      ¿Vas a ir mañana a la fiesta de la empresa? – asentí – Genial, te veo allá entonces

-      Si – me abrazo fuerte – Que pases bonita noche Tati

-      Igualmente Tami – beso mi mejilla y subió a su auto

Yo hice lo mismo, puse en marcha mi coche y volví a casa pensando que ya nada tiene sentido en mi vida.

Jenny<<

Sofí y yo estamos un poco distantes desde que golpee a Tamara, hablamos lo justo y necesario y casi siempre es por trabajo. Sami está mejorando con respecto a las fracturas pero cada día la veo peor sentimentalmente, no sé cómo ayudarla. Mica la está ayudando a presentar los trabajos en la escuela ya que no puede ir y por suerte ya tiene todo aprobado, solo resta que le entreguen el título.

Una de las tantas veces que fui a su casa nos pusimos a hablar sobre la universidad

-      Puedo ir a anotarte donde estudie yo – negó - ¿No vas a estudiar?

-      Si  tonta – sonreí – Solo que cambie de parecer y quiero estudiar arquitectura

-      ¿Y eso? – me acosté a su lado – Querías ser contadora y cambias drásticamente

-      Estuve viendo un programa y me llamo la atención la arquitectura – me empecé a reír – No te rías tarada – seguí riéndome y ella no aguanto más la risa

-      ¿Dónde queres estudiar? – recosté mi cabeza en su pierna sana y ella empezó a jugar con mi cabello como tanto me gusta

-      Estuve viendo y la UP es buena – asentí - ¿Me podes ir a inscribir?

-      No me preguntes eso, por vos hago lo que sea – me levante y bese su frente – Me tengo que ir – me puse mi abrigo – Volvió Tamara – no dijo nada – Antes de venir para acá fue a mi casa a llevarme el dinero que le preste para sus muebles

-      No quiero hablar de ella – agarre mi bolso Dior negro – Mañana mi mamá pasa a buscar el título y cuando puedas pasar te doy los papeles que necesites

-      Si, está bien – bese su mejilla – Cuidate mucho y llamame cualquier cosa

Me fui a mi casa y al llegar Sofía y Santiago estaban cenando, me senté a la mesa y me serví un plato de comida, estábamos en silencio y decidí romperlo

-      ¿Por qué tan unida a Tamara? – me miro fastidiada - Mucho abrazo y cariño

-      Estamos cenando – deje los cubiertos en la mesa – No voy a hablar de eso en este momento

-      Yo si lo quiero hablar – levante mi voz y el niño se asusto

-      Jennifer calmate, esta mi hermano en la mesa – se puso de pie

-      Santiago andate a tu cuarto – señale hacia la escalera y el nene corrió

-      ¿Qué te pasa? – camino hacia mí – Jamás vuelvas a hablarme así y mucho menos a mi hermano

-      Se iba a ir pero la tome del brazo - Sami está sufriendo

-      Soltame – lo hice – Tami también sufre – subió la escalera y la seguí con la mirada

Sentía mucho enojo, fui a la sala y empecé a revolear los cojines de los sillones e insultaba a los gritos, no entiendo la postura de Sofía y me frustra ver que defiende a Tamara.

Cerca de las 3 am me fui a dormir, entre a mi cuarto y vi que Sofía no estaba, supuse que estaría durmiendo con su hermano y me acosté.

Al otro día me levante, me bañe y me vestí para el trabajo, fui al cuarto de Santi y no estaban, baje a tomar un café y tampoco estaban desayunando. Un rato más tarde fui a la empresa y al llegar Sofía estaba sentada en su escritorio

-      Veni a mi oficina – seguí caminando y deje la puerta abierta pensando que venía detrás mío y no fue así, me regrese y la mire – Que vengas – levante mi voz

-      No me grites – entro y cerró la puerta - ¿Qué necesitas?

-      ¿Por qué te fuiste sin mí? – deje mi bolso sobre mi escritorio

-      Sos mi novia, no mi madre – camine hacia ella – No tengo porque darte explicaciones

-      Sí, me las tenes que dar – negó – Si te hicieran lo mismo que a Sami entenderías mi postura

-      Entiendo tu postura, lo que no acepto son los golpes y que ni siquiera estés arrepentida – sonreí con sarcasmo – Es tu actitud la que me molesta

Salió de mi oficina y no volvimos a hablar. Todo el día estuve a full con el final de mes.

A la hora de salida fui hacia el ascensor y mi novia seguía con unos papeles

-      Ya es hora de irnos – dejo los papeles - ¿Te vas a ir en Uber?

-      ¿Qué es lo que queres? – puso los ojos en blanco – Hace lo que quieras, somos pareja pero personas independientes

-      ¿Personas independientes? – asintió – Vivís conmigo

-      No voy a ir a dormir a tu casa – agarro su bolso y al abrirse las puertas del ascensor se subió y yo detrás de ella

-      No seas chiquilina, comportante como una adulta – llegamos a planta baja y salimos – Sos una inmadura

-      Lo que digas Jennifer – paro un taxi y se fue

No le di importancia, me fui a la casa de Sami a buscar los papeles y luego fui a la UP a inscribirla, me puso un poco de malhumor cuando empezaron a decirme que tenía que venir la interesada, resople, trate de calmarme y les mostré los certificados médicos y con unos billetes de mas no hubo problema con que la inscriban.

Volví a la casa de Sami y estaba contenta de que ya estaba inscripta en la universidad, le hice compañía un rato mientras cenaba y luego fui a mi casa. Al llegar note todo oscuro, fui a los cuartos y no estaba ninguno de los dos, agarre las llaves de mi auto y maneje hasta la casa de su abuela, la cual después de tocar el timbre abrió la puerta

-      Hola Rosy – me sonrió muy amablemente - ¿Están Sofí y Santi?

-      Hola querida – me hizo entrar a su casa – Santi duerme y Sofí no ha venido

-      ¿No sabe dónde puede estar? – negó con su cabeza – Bueno, insistiré llamándola

-      ¿Paso algo? – baje la mirada – Sofí es muy firme cuando se enoja, mañana seguro hablaran

-      Me dijo que no iría a dormir a casa – sonrió – Dígale que vine

-      Se lo diré – beso mi mejilla

Me senté en el auto, la llame varias veces y no respondía las primeras dos llamadas y luego me dio apagado. Pense un rato donde podría estar y se me ocurrió que podía estar en lo de Tamara, maneje hasta allá pero al llegar vi todo oscuro, mire la hora y eran casi las 12 de la noche, espere un rato y todo siguió igual. Decidí ir a mi casa, tal vez estaría allá. Guarde el auto en la cochera, entre a la casa y todo seguía igual que antes, fui a mi cama y me acosté a dormir.

Me levante muy temprano y ni bien estaba bañado y cambiada me fui a la empresa. Salí del ascensor ilusionada con verla pero no estaba, espere un rato pero fue en vano, no se presentó al trabajo. Me puse a llorar, nunca habíamos peleado de esta manera, llame a Sami y le conté, ella me decía que me calmara y que fuera a su casa. Colgué la llamada e hice lo que me dijo mi amiga, maneje hasta su casa, me atendió la muchacha que ayuda a Sami cuando no está su mamá y subí, al abrir la puerta me puse a llorar

-      La cague, me comporte como una estúpida – Sami me miraba sonriendo – No sé ni dónde buscarla

-      Se abrió la puerta del baño del cuarto de mi amiga y salieron Sofí y Santi – ¿Por qué tanto drama?

-      El niño se subió con cuidado a la cama y yo fui a abrazar a mi novia – Perdón, no debí tratarte mal

-      No, no debiste – respondió seria – Ni a mí ni a mi hermano

-      Sentí que tocaron mi espalda y voltee – Nunca más le hables mal a mi hermana, porque si no voy a ir a hablar a con Claudia

-      Abrace a ese hermoso niño que me hablaba con mucha seriedad – Perdoname Santi, ya no lo voy a volver a hacer

-      Chicas, lo que pasa entre Tami y yo es problema nuestro, no tiene por qué afectar a ustedes – asentí, cargue a mi cuñadito y abrace a Sofí – Se ven tan lindos juntos

-      Prometeme que no te vas a volver a comportar así Jenny – mire sus ojos verdes

-      Te lo prometo mi vida – le di un beso – Si me arrepiento de haber golpeado a Tami, me enfurecí pero no debí hacerlo

-      Me da gusto que lo digas pero no es a mí a quien se lo debes decir – voltee a ver a Sami que estaba mirándonos junto con Santi y ambos asintieron con su cabeza

-      Iré a hablar con ella – note la sonrisa de mi novia y de mi amiga – Todo el mundo se pone en mi contra ¿No?

-      Un poco nada mas – dijo Santiago mientras jugaba con su autito y las tres soltamos la risa

El viernes estuve más tranquila de que Sofí y yo estábamos mejor, pero había demasiado trabajo, no solo con la contabilidad si no que a todo el mundo se le ocurrió querer reuniones. Salí muy tarde de la oficina y me fui a casa. Sofí y Santi me esperaron con la cena hecha y comimos los tres juntos.

El sábado mientras tomaba un café en el trabajo me llamo Sami y me conto que Tami había ido y que ya todo se había acabado, que ya había tomado la decisión de no seguir más juntas, Pense en ir a visitar a mi amiga pero antes tenía que hacer una parada. Me subí a mi auto, maneje muy calmada hasta la casa de Tami, toque el timbre y al verme note su cara de miedo y se cubrió el rostro

-      Tranquila – tome sus manos – Vengo a hablar….