Aprendiendo a Amar Cap. 19

-En un mes tengo que irme a Brasil – cruzo sus piernas y yo no sé porque las mire – El tema es el siguiente – aparte mi vista de sus largas y ejercitadas piernas y la mire a los ojos – Necesito que vengas conmigo

CAPITULO 19

Jenny<<

Mi cara y la de mi padre era la misma, sabía que mi madre reaccionaria mal pero no me imagine que de esta manera

-      Soy lo suficientemente adulta para decidir con quién tengo una relación – me pare frente a ella

-      Si pero no es la vida que quiero para vos – me reí sarcásticamente

-      Ah ¿No? – me senté – Contame cual es la infeliz vida que tengo que llevar para que vos seas feliz

-      No le hables así a tu madre – mire a mi papá enojada – Claudia, por favor, no te pongas en este plan

-      Yo te quiero al lado de un hombre, que me des nietos – gritaba y lloraba

-      Por dios mamá, escuchate – fui hacia ella – Puedo tener hijos – negué con la cabeza – A parte ni siquiera pienso en eso

-      Yo no quiero una hija lesbiana – su mirada era de asco

-      Y yo no quiero una madre a la que no le importa el bienestar de su hija – me fui a mi cuarto

Mis padres se quedaron hablando, se escuchaban aun los gritos de mi mamá pero me puse mis audífonos con la música lo más alto que pude y comencé a llorar. Creí que hablando iba a entenderlo, que me iba a aceptar, que me iba a entender pero me equivoque, ella planeo un futuro para mí que está muy alejado del que yo quiero.

Los días fueron pasando, no le conté a Sofí la reacción de mi madre, solo le dije que no lo había tomado muy bien.

Necesitaba hablar con Sami, ella es quien siempre está conmigo en mis malos y buenos momentos, ahora es cuando más quiero estar con ella, agarre mi teléfono y le hable, me dijo que fuera a su casa que ella no había ido a clases, le avise a Sofí que cancele todo lo que tuviera y maneje hasta la casa de mi mejor amiga

-      Sami – la vi y me puse a llorar

-      Me abrazo fuerte – Acá estoy chiquita

-      Vayamos a tomar una cerveza – asintió con su cabeza y fuimos a un bar cerca de su casa

-      ¿No se arreglaron las cosas con tu mamá? – negué - ¿Qué te dice?

-      En pocas palabras que con mi elección la hago infeliz – otras vez las lagrimas

-      Dale tiempo, nadie esperaba que tomaras este curso en tu vida pero cuando entienda que es lo que te hace feliz va a aceptarte – llego la camarera – Traeme dos cervezas – la chica, anoto en su libreta y se retiró – Sabes que podes venirte un tiempo a casa

-      Lo sé – volvió la joven camarera con las dos cervezas, las destapo y volvió a irse – Pero si me voy se va a empeorar todo

-      ¿Qué pensas hacer? – ambas bebimos

-      No sé cuánto más aguante ahí adentro – sonó mi celular, era Sofí pero no respondí

-      ¿Es tu mama? – negué – ¿Sofía? – asentí - ¿Por qué no la atendes?

-      No sabe nada ella de todo esto – el celular volvió a sonar y lo puse en silencio – Se va a sentir culpable y lo que menos quiero es eso

-      ¿Y tu papá? – puse mis ojos en blanco – ¿Qué?

-      Me apoya pero cuando peleo con mi madre me exige respeto – reí irónicamente

-      ¿Queres adelantar el viaje a Paris? – puso su mano sobre la mía

-      Pense unos segundos, era buena idea pero no bueno el momento – No, con la obra no puedo

-      Pedime lo que sea amiga, estoy para apoyarte – le sonreí

Estuvimos unas cuantas horas y bebimos unas cuantas cervezas, la lleve a su casa y luego me fui a la mía. Al entrar estaba mi madre sentada en el sofá, pase por su lado y ni siquiera la salude, empecé a subir las escaleras

-      Se huele hasta acá el olor a cerveza – voltee y la mire con mucha bronca – Hasta en eso te mal influye esa chica

-      Me fui hacia ella hecha una furia – No hables así de mi novia – me encendió mas su cara de asco – Para tu información no estuve con ella – sonrió – Pero eso no quiere decir que ahora no me vaya con ella – se le borro su sonrisa

Salí de nuevo, me subí al auto, no quise escuchar una palabra más de esta mujer, maneje hasta la casa de Sofí, toque el timbre y se abrió la puerta

-      Hola – Santi me miraba – Mi Ñeña fue a comprar la comida

-      No deberías abrir la puerta si estas solo – lo cargue y cerré la puerta - ¿Cómo estás?

-      Bien, estaba jugando – señalo el muñeco que le había regalado - ¿Queres jugar?

-      Claro, solo si me prestas tu muñeco de Batman – fue corriendo a traérmelo y me lo dio – Gracias – me senté en el suelo con el – Ahora prepárate para una lucha mortal entre tu Iron Man y mi Batman – sonrió y empezamos a jugar

Unos diez minutos después llego Sofí, se sorprendió al verme, me levante y la ayude con las bolsas

-      Hola – le sonreí – Me abrió Santi – lo iba a regañar – Ya le explique que no tiene que abrir la puerta cuando esta solo

-      ¿Cómo estás? – me encogí de hombros - ¿Me vas a contar que pasa?

-      Mi mamá me odia – me miro sin entender – Desde que le conté lo nuestro no paramos de pelear – me abrazo – Recién discutimos porque salí con Sami a tomar unas cervezas, necesitaba hablar – sonrió - Cuando regrese me dijo que estaba con vos y que por tu culpa tenia olor a alcohol

-      Hagamos algo, date una ducha y cuando salís ya tengo la comida preparada – agarro mi mano y sentí mucha calma – En mi cuarto hay toalla y agarra algo de ropa

Le hice caso, agarre una toalla y me entre a bañar, tarde bastante en salir, amo estar con Sofí y no voy a dejar que mi madre arruine mi relación con ella, me puse algo de su ropa y salí hacia donde estaban los hermanitos, Sofí estaba sirviéndole comida a Santi

-      Jenny – mire al pequeño que me estaba hablando – Mi Ñeña cocina muy rico

-      Me senté frente a él – Se ve muy rico, tengo que probarlo – Sofí me sonrió y empezó a servirme – Gracias – corte un pedazo de la carne que me sirvió y la probé – Es cierto, esta riquísimo

-      Si esta tan rico se van a comer todo – Santi y yo nos miramos – Hasta van a repetir – se rio y nosotros también

Comimos mientras Santi nos contaba que la maestra le estaba enseñando a hacer sumas y me pidió que lo ayudara con la tarea. Al terminar de comer ayude a levantar los platos, Sofí lavo y yo hice la tarea con mi pequeño cuñadito. Es muy inteligente, aprende muy rápido, hicimos todos los deberes y lo lleve a su cama para que ya se durmiera, lo arrope, le di un beso en la frente y cuando salía vi que Sofí entraba a su cuarto, fui atrás de ella

-      La abrace – Hola mi amor – nos miramos a los ojos y luego la bese – Gracias por dejarme quedar esta noche acá

-      No me agradezcas – acaricio mi mejilla – Quiero ayudarte en lo que sea que necesites – la volví a besar

Sus besos me reconfortaban, me daban mucha tranquilidad, no quería separarme de ella pero se abrió la puerta, ella se alejó de mí y me puse nerviosa

-      ¿Son novias? – decía Santi como si nada

-      Sofí lo cargo – Primero te dije muchas veces que golpees la puerta antes de entrar – lo decía muy calmada – Segundo – me volteo a ver – Si, Jenny es mi novia

-      No sabía ni que decir mucho menos que hacer – A mí me gusta que sea tu novia porque es muy buena – lo mire y sonreí – ¿Se van a casar?

-      Sofí y yo reímos – No, somos novias hace poquito para eso falta mucho tiempo

-      ¿Jenny va a vivir con nosotros? – el niño me miro – Quiero que vivas con nosotros

-      Mire a Sofí y luego a Santi – Ahora no puedo pero te prometo que más adelante si tu hermana me deja vamos a vivir los tres juntos

-      Ñeña, dejala vivir con nosotros – le hacía pucheritos

-      Mi amor, falta todavía para eso – beso su pequeña nariz – Cuando llegue el momento claro que me encantaría que viva con nosotros – me miro con mucha ternura – ¿Por qué viniste?

-      Es que quería que me des mis buenas noches – Sofí se fue con él a su cuarto y 5 minutos después volvió – Me sorprendió mi hermano

-      A mí también – suspiramos – Te amo Sofía

-      Te amo Jenny

Nos acostamos y nos hicimos mimos un rato hasta que puso su cabeza sobre mi pecho y ambas nos quedamos dormidas.

Sami<<

Ya paso un mes desde la fiesta con los chicos de la primaria y preferí no volver a salir con Javi, ya no quería problemas con Tami, volvimos a ser las de antes, está muy cariñosa, salimos mucho y me consiente cada vez que le pido algo. Ya falta poquito para que terminen las clases como las empecé a cursar a mitad de año hace dos años las terminare a mitad de año, solo restan dos meses a los cuales no hace falta que asista ya que solo nos pidieron que hagamos un trabajo sobre todo el año en cada materia para poder cerrar la nota definitiva. Casi todos los días viene Mica para que hagamos los trabajos, queremos adelantar lo máximo posible así no tenemos que estar preocupándonos.

Tami me llamo que necesita hablar conmigo, estoy en la puerta de casa esperándola. La vi llegar en el Nissan Sentra azul que le dio la empresa, me subí y me dijo que fuéramos a un bar para hablar tranquilas, estoy muy ansiosa, no se me ocurre que quiera hablar pero debe ser algo importante. Fuimos a un bar, nos sentamos en una mesita, Tami pidió unas cervezas y no hablamos nada hasta que el camarero dejo nuestras botellas y se fue

-      ¿Qué pasa Tami? – jugaba con su botella – Habla

-      Tengo que decirte algo – hice silencio y la miraba expectante – Hoy Tati me pidio que vaya a su oficina – cada uno de los bellos de mi cuerpo se erizaron – Hablamos un rato – tome cerveza – Y me termino diciendo algo que sé que no te va a gustar

-      ¿Qué te dijo? – pregunte seria tratando de disimular mi preocupación

-      En un mes empiezan las obras en Brasil – asentí – Tengo que irme quince días para allá con ella – iba a alegar – Es trabajo amor

-      Trabajo o no te vas quince días con ella a otro país – mi corazón latía fuerte, sentía que iba a salirse de mi pecho

-      No te enojes – quiso agarrar mi mano pero no la deje – No puedo negarme – dijo seria

-      ¿No podes o no queres? – sentía mucho enojo

-      No puedo, es una gran oportunidad para mí, si todo sale bien voy a recibir un bono y un aumento – bebió de su botella

-      No me vengas con eso – saque dinero de mi bolso y lo deje en la mesa – Que te vaya bien en Brasil

Me hablo antes de irme pero no quise escucharla, espere que pase un taxi y nada, hasta que se paró Tami delante mío con su coche

-      ¿Te llevo? – negué – No seas chiquilina, no pasan muchos autos por acá – abrió la puerta del acompañante y yo la cerré – ¿Te vas a quedar acá? – se bajó del auto y se acercó a mí – Amor, no te enojes – no respondí – No me voy a ir, no te voy a dejar sola

-      Te vas a ir quince días – me abrazo – Soltame y ándate – ella no se alejó ni un centímetro y yo no luche por que me suelte – Ahí viene un taxi – se separó de mi – Adiós

Subí al taxi, le indique la dirección de mi casa y me fui, me puse a llorar, no me enoja que se vaya, no me gusta la idea de que se vaya con ella.

Llame a Jenny y le dije que viniera a mi casa, me dijo que llegaba en una hora, me acosté en mi cama a llorar.

Se abrió la puerta de mi cuarto, era mi amiga, se sentó en mi cama al lado mío

-      ¿Qué pasa Sami? – acariciaba mi cabello

-      Se va con Tatiana a Brasil – la abrace – En un mes

-      Se va por trabajo – la mire molesta – ¿Qué es lo que no te gusta? ¿Qué se vaya o que se vaya con ella?

-      Que se vaya con ella – llore nuevamente – Sé que es su jefa pero mi intuición me dice que Tatiana tiene algún sentimiento más que amistad con Tami ¿Qué hago Je?

-      Nada, tratar de calmarte y estar bien con ella – seco mis lágrimas - ¿O preferís que se vaya a Brasil estando mal con vos? – negué – Mañana habla con ella – se quitó sus zapatos y se acostó a mi lado – Si es así como pensas no le des pie a que pueda acercarse más a Tami, Te ama Sami, metete eso en la cabeza – me acomode en la cama y la abrace – Si no no te hubiera planteado de esta manera la situación

-      Quedate hasta que me duerma – la mire y sonrió – Gracias

Jenny jugo con mi cabello hasta que me dormí.

Tami<<

Con lo del nuevo hotel hay más trabajo, casi ni tiempo para comer tenemos, salimos todos los días un poco más tarde. Tati me dijo que fuera a su oficina, que necesitaba hablar conmigo, termine con unos papeles y luego fui con ella

-      ¿Qué necesitas Tati? – me senté frente a ella

-      Quiero hablar con vos – agarro los papeles con los que estaba trabajando y me los entrego – Necesito que lo redactes y luego me lo traigas – me levante pero me detuvo – Podes hacerlo mañana – me volví a sentar

-      ¿De qué queres hablar? – metí los papeles dentro de mi agenda

-      En un mes tengo que irme a Brasil, se inicia la obra y tengo que viajar para las contrataciones y solucionar lo del hospedaje del personal – cruzo sus piernas y yo no sé porque las mire – El tema es el siguiente – aparte mi vista de sus largas y ejercitadas piernas y la mire a los ojos – Necesito que vengas conmigo

-      Me tomo por sorpresa – No tengo pasaporte – trate de excusarme, por algún motivo me da nervios estar sola con ella y más lejos de casa

-      Mañana tomate la mañana y anda a tramitarlo – dijo sin ningún problema

-      ¿Cuantos días son? – sabía que esto iba a ser un importante tema de discusión con Sami

-      Quince días a lo máximo – me miro seria - ¿Hay algún problema?

-      No – me levante y ella camino hacia mí – Mañana voy a tramitar el pasaporte – me di vuelta para salir de la oficina pero ella tomo mi mano - ¿Algo más?

-      Me miraba a los ojos, era una mirada penetrante pero unos segundos después la quito – Nada mas – soltó mi mano y me fui

Tengo que hablar con Sami, quiero contárselo lo más pronto posible, la llame y quede en pasar a buscarla después del trabajo. Empecé a redactar el escrito pero no estaba muy concentrada, decidí mejor hacerlo mañana cuando llegue a la empresa.

Se hizo la hora de salida y maneje hasta la casa de mi novia, iba hablando conmigo misma, tratando de tranquilizarme. Al llegar ella se subió al auto, me beso y maneje en silencio, ella tampoco hablaba, sé que debe estar pensando de que le quiero hablar pero ni por cerca se debe imaginar lo que es.

Estacione el auto, bajamos y entramos al bar, nos sentamos en una mesa que está al lado de la ventana, pedimos y cuando dejaron las cervezas le conté sobre el viaje. Como era de esperar se enojó, dejo dinero sobre la mesa y se fue. Llame al muchacho que atendió, le pague y me fui. Me subí al auto y sentí mucha tristeza, sabía que iba a pasar algo así pero no creí que pasara de esta manera, puse en marcha el auto, salí del estacionamiento y estaba Sami parada esperando un taxi, me ofrecí a llevarla pero se negó y quiso seguir peleando hasta que vino un taxi, se subió y se fue. Me molesto mucho esta actitud, no estoy haciendo nada mal, solo voy a trabajar.

Me fui a mi casa, comí algo y me acosté a dormir.

Me levante temprano para ir a tramitar el pasaporte, estuve una hora esperando que me atendieran, cuando lo hicieron me pidieron ciertos papeles, me tomaron una foto y me dijeron que me lo enviarían a mi domicilio.

Me fui al trabajo, salude a Tati y luego me puse nuevamente con los papeles que me había dado ayer. Mientras lo hacía me puse a pensar en el viaje y la verdad que me empecé a entusiasmar, hace mucho tiempo quiero viajar y sobre todo a Brasil.

Sami me llamo varias veces durante el día pero no la atendí, seguramente haya recapacitado o haya hablado con Jenny y entendido pero me dolió mucho que se haya ido de la manera que lo hizo.

Pasaron unos días y no tuve contacto con mi novia pero hoy le dije que pase por mi casa para que hablemos. Trabaje todo el bendito día, estuve redactando los contratos que me pidió Tati. A la hora de salida nos fuimos al gimnasio y luego fui a mi casa a tener una seria conversación con Sami

Me bañe, me puse mi ropa de dormir y cuando estaba por sentarme a ver televisión sonó el timbre, fui hacia la puerta, abrí y Sami me miraba con una media sonrisa en sus labios

-      Hola – me hice a un costado para que pase y ella entro - ¿Cómo estás?

-      Bien – puse un mechón de mi cabello detrás de mi oreja - ¿Recién te bañaste?

-      Si, volví tarde del gimnasio – di un paso hacia ella – Te amo – suspiro – Sé que no te gusta la idea de que me vaya pero es trabajo

-      No es eso – me abrazo – No quiero que te vayas con ella

-      Es mi jefa y mi amiga – hice que me vea – Solo pienso en besar tus labios, en tocar tu cuerpo, en hacer el amor con vos – di otro paso hacia ella y quedamos con nuestros cuerpos separados por milímetros – Cada vez que peleamos y no nos vemos por unos días me desespero por tenerte – la bese

-      Perdón mi amor – acaricio mi rostro – Si me alegra mucho saber que esto va a ser un gran paso para vos solo me desagrada… - la calle de un beso

Baje el cierre de su chamarra y se la quite, saque su remera y su sostén y empecé a jugar con sus pezones, a uno atacaba mi mano y al otro mi lengua, ella agarro mi cara e hizo que volviera a besarla, entre besos caminamos hacia mi cuarto, al llegar se acostó, yo al pie de la cama me saque mi ropa quedando completamente desnuda y ella quito las pocas prendas que le quedaban, me acosté a su lado y volví a besar sus labios mientras el dedo índice de mi mano derecha tocaba su clítoris, ella gemía en mis labios y empezó a hacerme lo mismo que yo le estaba haciendo, nuestros cuerpos se retorcían de placer, el cosquilleo estaba creciendo cada vez más dentro de mi sexo, le pedí que acelerara su movimiento y tuvimos un orgasmo cada una con pocos segundo de diferencia, nos quedamos besándonos y acariciando nuestros cuerpos hasta que nuestros ojos se vencieron y nos dormimos.

Jenny<<

Cada día está peor la situación en mi casa, sé que mis padres también discuten mucho entre ellos y eso me hace sentir muy mal. Me he quedado varios días en casa de Sofí, ya que cuando voy a mi casa mi madre me ataca de alguna manera.

Ayer me quede a dormir con mi novia pero hoy voy a tener que ir a mi casa, ya que la abuela los invito a una obra de teatro y volverían tarde.

Llegue a mi casa, mi mamá y mi papá estaban discutiendo, al verme mi madre empezó a atacarme

-      Por tu culpa – me señalaba – Todo es un caos por vos y tu relación con esa chica

-      Claudia, ella no tiene nada que ver – mire a mi padre – A mí me cae bien esa chica y acepto a mi hija como es

-      José, no me vengas con eso – jamás había visto tan molesta a mi madre – Deberías echarla, sos el dueño

-      Pero yo soy su jefa y no voy a permitirlo – me pare frente a mi mamá

-      Jenny, no te involucres – me dijo mi papá – Claudia, me cae bien y no pienso hacer eso, hasta la estoy ayudando para que estudie una carrera

-      La cara de la mujer que estaba frente a nosotros denotaba odio - ¿Qué estás haciendo qué? – se acercó a mi padre y le dio un cachetazo – Esto es inaceptable

-      Me pare frente a mi madre – Estas mal de la cabeza – me di vuelta y subí rápido las escaleras

Agarre mi valija, puse toda la ropa que pude, agarre documentación mía y baje

-      ¿Tanto te molesta verme feliz? – ambos me miraron sorprendidos – Me voy de esta casa

-      Jenny, no te vayas – mi padre se acercó y me abrazo – Se va a arreglar todo, quédate

-      No papá, esta mujer – señale a mi madre - Solo piensa en ella – le di un beso – Te veo mañana en la oficina

Subí mi valija al auto y me fui de la casa de mis padres, a diez cuadras me frene, no sabía dónde ir. Pensé un rato y supe cuál era el único lugar donde no iba a haber problemas de que me quedara, volví a manejar hasta llegar a mi destino, saque la valija de la cajuela y fui hasta la puerta, mire la hora y era tarde, pero sabía que no habría problema, toque el timbre y nadie apareció así que volví a tocar hasta que por fin se abrió la puerta

-      Perdón por la hora – se froto los ojos

-      No hay fiesta hoy – se rio pero yo seguía seria - ¿Qué paso?

-      Tami, necesito que me dejes quedarme un tiempo con vos – miro mi valija

-      Si, pasa, no hay problema – escuche la puerta del cuarto

-      ¿Esta Sami? – asintió y justo apareció mi mejor amiga y la fui a abrazar – No soporte más, tuve que irme de la casa de mis padres…