Aprendi Cap. 74
-No sabía que tenías todo eso guardado se encogió de hombros - ¿Por qué lo guardaste? -Porque en el fondo te necesitaba conmigo me abrazo Cuando quería sentirte cerca abría esta caja y me ponía a recordar las veces que jugábamos
Perdon la demora, estuve enferma, pero ya volvi!!!
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Capítulo 74
Tati<<
Unos minutos después de que Tami se fue sonó el teléfono, no quería responder, no quería hablar con nadie pero parecía ser algo importante al escuchar que sonaba nuevamente así que respondí
- ¿Hola? – respondí mientras me dejaba caer en el sillón
- ¿Tati? Soy Sofí – suspire - ¿Esta Tami?
- No, regreso a su casa – contuve las lágrimas – Llámala al celular
- Perdón, no sabía que ya habían hablado – se escuchaba apenada
- Si, hablamos anoche y decidimos terminar la relación – hable haciéndome la fuerte – Ella creyó conveniente mudarse nuevamente a su casa
- Entiendo – hizo silencio unos segundos - ¿Cómo te sentís?
- Claramente no estoy bien pero voy a salir adelante como en otras ocasiones – no aguantaba más mis lágrimas – Voy a salir un rato, te veo mañana en la empresa
- Si, está bien, hasta mañana Tati – colgué la llamada
Comencé a llorar sin control, sé que jamás la tuve por completo, sé que me merecía mucho más y que no la podía atar a estar conmigo si quien realmente estaba en su corazón era Sami pero jamás ame de esta manera, claramente estando a su lado aprendí a amar, en el tiempo que duro nuestra relación aprendí a ser paciente, aprendí a comprender, aprendí a confiar, ella me enseño mucho pero soy consciente de que tarde o temprano sucedería esto. Me levante del sillón, agarre las llaves de mi auto y maneje hasta el restaurant. Al entrar salude a las camareras y fui directo a la cocina
- Hola Agus – ella soltó la cuchilla y me miro con una sonrisa - ¿Tenes un ratito para tu mejor amiga? – su rostro se puso serio, se lavó las manos y caminamos hasta su oficina – Te necesito
- ¿Qué paso Tati? – se separó y me miro a los ojos – Me estas preocupando
- Me separe de Tami – la volví a abrazar – Va a luchar por Sami, quiere recuperarla – resoplo – Es gracioso por que la deje de ver hace una hora y ya la extraño pero sé que esta vez no se soluciona con ir a buscarla y decirle que la amo, por respeto a mí no puedo hacer eso
- No, claro, primero estas vos – fue hasta el dispensador y me sirvió un vaso de agua – Toma un poco
- Gracias Agus – de un trago me lo tome – No quiero irme a casa porque no quiero estar sola
- Podes quedarte o me voy a quedar con vos a tu casa – me tomo de la mano – Pao debe estar por llegar, salió un rato con Marcelo así que yo tengo la noche libre
- Esperemos a que llegue y después vayamos a casa, me siento muy cansada – asintió y regresamos a la cocina - ¿Me podes hacer un churrasco de esos tan rico que preparas?
- Lo que diga mi consentida – sonrió y fue hacia el enorme refrigerador, regreso con un gran trozo de carne al cual le puso sal y unos condimentos, al notar que yo la observaba me hablo – Es una receta secreta, no puedo decírtela – me reí y ella se me quedo mirando – Así estas más bonita
- Ya voy a descubrir que es lo que le pones – ella me entrego un delantal - ¿Qué queres que haga?
- Que me ayudes a cocinar – la mire asustada – Creo que esta noche libre la voy a dedicar a enseñarte algunas cositas de la cocina
- Vamos a perder a todos los clientes – negó muy segura – Bueno, dígame Chef
Me fue enseñando a como cortar la carne para cada plato que había en el menú, las cocinamos juntas y armamos los platos que iban pidiendo los comensales. Pao ni bien llego se puso a preparar postres y también fui a ayudarla un poco. Todo esto me hizo muy bien, toda mi tristeza la había olvidado, estaba concentrada en lo que estaba aprendiendo con las chicas, sabía que esto era lo que necesitaba. A las 12 de la noche cerramos las puertas del restaurant, las chicas junto con el personal limpiaron la cocina mientras yo ayudaba a cerrar la caja, golpearon la puerta y las chicas abrieron ya que era Marcelo
- Hola Jefa – me saludo sonriendo
- Hola chino – este muchacho nunca deja de sonreír – Acá podes decirme Tati
- Gracias – miro hacia la puerta de la cocina - ¿Pao sigue cocinando?
- No, ya estaban limpiando, deben estar por terminar – se sentó en un banco frente a la barra del restaurant
- Qué bueno, quiero mostrarle algo importante – le brillaban los ojos – Hice un plano para construir nuestra casa
- Qué bonito – ambos sonreímos y las chicas salieron – Bueno, ya me voy a mi casa, mañana trabajo y es tarde ya – salude a mis amigas y a Marce
- ¿Queres que vaya a quedarme con vos? – negué – Mañana tengo la mañana libre, mi prima me la dio
- Sabes, mejor si – Agus sonrió – No quiero estar sola en casa
- Entonces vámonos – se despidió de Pao y su novio
Subimos a mi auto y conduje hasta casa. Al llegar hablamos un rato sobre cómo fue la conversación con Tami y después de unas cuantas lagrimas nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente hice un poco de ejercicio, me di una ducha y me puse un bonito traje negro con una camisa blanca, al ir a la cocina a prepararme mi café me lleve con la sorpresa de que Agus había preparado un riquísimo desayuno, con huevos revueltos, café, jugo de naranja recién exprimido y tostadas. Después de comernos todo eso la lleve hasta su casa y luego fui a la empresa. Salude a mamá Carmen que estaba tan alegre como siempre, subí las escaleras, salude a las recepcionistas y cuando iba hacia mi oficina vi que la puerta de la oficina de Tami estaba abierta, iba a entrar pero escuche que estaba hablando con Sofía, le contaba que se había besado con Sami, suspire, preferí no seguir escuchando y entre a mi despacho.
La mañana estuvo muy pesada, revise algunos números con Jenny, a cada rato me preguntaba si estaba bien, a lo que yo le respondía siempre que si hasta que su insistencia se hizo más grande
- En serio Tati, se te nota demasiado que estas mal – deje los papeles sobre mi escritorio – No tendrías que estar acá, tomate unos días, anda a despejarte a algún lado
- No Jenny, hay demasiado trabajo como para que me tome unas vacaciones – iba a agarrar de nuevo las hojas pero puso su mano sobre ellas
- Yo no dije vacaciones, solo andate esta semana a algún lado – me negué – No es una sugerencia, te lo estoy exigiendo – la mire seria – No estás del todo metida acá, te repetí varias veces lo mismo y nunca me diste una respuesta
- Tenes razón, necesito un descanso – me puse de pie – Gracias Jenny
- No me agradezcas – nos dimos un abrazo – En este tiempo que llevamos trabajando llegue a conocerte bastante y sé que no estas atravesando un buen momento – asentí – Sé que en una semana no vas a recuperarte ni te va a dejar de doler pero no va a ser un dolor tan fuerte como el que sentís ahora
- Más que nada la extraño – comencé a llorar – No sabes cómo me estoy conteniendo de ir a su oficina y pedirle que regrese conmigo
- Me imagino lo que sentís – puso su mano derecha sobre mi hombro izquierdo – Sé que vas a superarla, no va a ser sencillo porque vivieron muchas cosas lindas en el tiempo que pasaron juntas – seque mis lágrimas – Pero unos días en la playa te van a venir bien
- Sí, es lo mejor – suspire – Creo que ya sé quién puede acompañarme
- Con compañía es mucho mejor – ambas sonreímos – Si necesitas una noche de sexo no dudes en tenerla – me reí mientras negaba – Dicen que el sexo es sanador
- Lo voy a pensar – me guiño el ojo – Voy a agarrar mi bolso y me voy – le di un beso en la mejilla – Hasta el lunes Jenny
Tome mis cosas y baje la escalera, en ese momento Sami salía del baño, me miro y sonrió en forma de saludo, comencé a caminar pero me detuve a los poco pasos
- Sami ¿Podemos hablar? – ella se dio vuelta y asintió – Tomemos un café
- Al entrar a la cocina ella sirvió dos café, me entrego uno y nos sentamos - ¿Qué paso?
- No seas tonta, todos sabemos que vos y Tami se aman – puso los ojos en blanco – No te cierres, no te digo que aceptes regresar con ella pero dale la oportunidad de que te demuestre que quiere volver con vos
- Tati, se acordó dos años tarde de recuperarme – me hablaba enojada – Justo el dia después de que Juanjo me pida matrimonio ella se aparece a decirme que no me olvido y que me ama ¿No es irónico?
- Tal vez pero yo te aseguro que no fue por eso – sonrió – A lo mejor saber que te perdía definitivamente la hizo reaccionar
- Es en vano todo lo que haga – termino su café y tiro el vaso desechable – No voy a regresar con ella
- Ayer se besaron – me miro sorprendida – Si aceptaste que lo hiciera no es en vano lo que hace
- Me voy a trabajar – abrió la puerta y me miro antes de salir – Lamento mucho que hayan terminado por esto
- No te preocupes, voy a estar bien – no dijo más y se fue
Tire mi vaso, colgué mi bolso de mi hombro y me fui hasta la casa de Agus. Baje del auto, toque el timbre y ella abrió
- Tati – me miro sorprendida - ¿Qué haces acá?
- ¿Todavía tenes ganas de conocer Hawái? – me miro sin entender – Me dieron unos días de descanso y sería interesante ir a alguna playa y que mejor que cumplir el viaje que tenemos pendientes desde adolescentes
- ¿Cómo hago con el restaurant? – pregunto aun no entendiendo
- Se pueden encargar por una semana los muchachos y Pao – aún seguía dudando – Te mereces unas vacaciones
- Está bien – sonreí al escucharlo – A parte vos sos la jefa, tengo que hacerte caso – nos reímos
- Llama a Pao, hace tu valija y busca tu pasaporte, paso en 2 hs. a buscarte – le di un beso en la mejilla y me fui en mi auto con destino a mi casa.
Tami<<
Me levante muy animada, me puse ropa deportiva y salir a correr, al regresar hice unas abdominales y luego me fui a bañar. Me vestí, me perfumé y me fui a la empresa. Ni bien llegue jale a Sofí hasta mi oficina, le conté muy entusiasmada que Sami y yo nos habíamos besado, ella me decía que iba bien pero que no fuera tan rápido, que la iba a agobiar y terminaría enojándose.
Estuve trabajando en unos contratos y hasta que llegue a uno que era cliente mío y de Sami, sonreí y baje la escalera, golpee la puerta de arquitectos y justamente me abrió Sami
- Necesito que subas a mi oficina para ayudarme con un cliente – me miro molesta
- ¿No puede ir Bella? – volteo a ver a mi cuñada
- No, yo más trabajo del que tengo no puedo hacer – Sami la miro rogándole – No amiga, disculpame pero recién me preguntabas en que me podías ayudar, prefiero que la ayudes a Tami – la chica de ojos color miel resoplo
- Bueno, está bien – ambas salimos y subimos en silencio, al entrar me senté en mi silla y ella enfrente mío - ¿Qué necesitas?
- Dame un minuto que termino con su contrato – se veía su fastidio en su cara – Es un cliente tuyo – asintió apoyando su cabeza en su mano – ¿López va con S o con Z?
- ¿Me estas tomando el pelo? – levanto su voz
- Tranquila, solo era una pregunta – respondí riéndome internamente
- Con Z – se levantó – Dejame ayudarte, así terminas más rápido – se paró a mi lado y no pude evitar mirar sus escote ya que los botones de su camisa se habían desprendido – Mira la laptop
- Si, está bien – regrese la vista a la pantalla y seguí escribiendo
- Ella comenzó a explicarme unos números que le había comentado al cliente y volví a perder mi vista en sus pechos y ella me pego un golpe en la cabeza – No se puede trabajar así – se sentó en el sillón - ¿Por qué haces todo esto?
- Porque te amo, quiero que lo entiendas – me puse de pie y fui hasta donde ella estaba, apoye mis manos en los apoyabrazos dejándola encerrada entre ellos, sentí sus nervios y supe que iba bien - ¿Por qué te cerras?
- No me cierro, tengo una relación y me estoy por casar – asentí - ¿Entonces porque insistís?
- Ya te dije por qué – me acerque un poco más a su rostro – En una semana me voy a España
- Lo sé – jugo con su anillo de compromiso
- Ni eso conocía él de vos – le reclame y ella bajo la vista mirándolo - ¿Te vas a casar con alguien que no conoce todos tus gustos?
- ¿Por qué se lo dijiste? – me encogí de hombros – Si vos no hubieras abierto tu hermosa boquita no me estaría por casar aun
- ¿Hermosa boquita? – deje mis labios a escasos centímetros de los suyos
- No lo hagas – me miro a los ojos
- No hay nada que me lo impida – hice nula la distancia, la volví a besar y ella lo volvió a corresponder, nuevamente su lengua me hizo perder la noción del tiempo así que no sé cuánto paso hasta que me alejo con sus manos – Me encanta tu boca – bajo su vista a mi camisa que estaba igual de desabotonada que la de ella, lentamente la abotono hasta el último botón – ¿No podes mantener la vista en mis ojos?
- Basta Tami – se movió buscando que la deje levantarse – Me voy a casar, no voy a regresar con vos
- Está bien – la deje levantarse, cuando lo hizo regrese a ella y la puse contra la pared – Decime una cosa y no vuelvo a molestarte
- ¿Qué? – pregunto sin apartar sus ojos de mi boca
- Decime que lo amas más que a mí y que estas completamente segura de casarte con él – espere que responda pero al pasar varios segundos y no escuchar respuesta sonreí – Volvamos a trabajar
- No, espera – me senté y mire mi laptop – Te quiero responder
- No, ya paso el tiempo – agarre las hojas – Sentate para que sigamos trabajando
Estuvimos por una hora trabajando juntas, yo no dejaba de tirarle indirectas o le decía a cada rato lo hermosa que se veía y ella varias veces se hacia la enojada y otras tantas solo hacia silencio y se sonrojaba.
En la tarde Jenny vino a mi oficina, me entrego una lista de clientes, tenía que citarlos y cerrar los tratos, lo revisamos juntas. Jenny me explicaba más o menos lo que querían cada uno ya que ella ya había tenido una primera entrevista con ellos
- Esta semana la vas a tener cargada de trabajo – asentí – Le di unos días a Tati así que sos la encargada de esta área
- No sabía que se había ido – no respondió nada – Me imagino que no debe estar nada bien – sentí angustia por el estado de mi ex novia – No la vi hoy
- Y no la vas a ver, se fue en la mañana, se iba a ir a relajar a una playa – asentí – Y el viernes y sábado vos y Malik se van a hacer cargo de la empresa
- Me parece genial pero ¿Por qué? – pregunte curiosa
- Me voy a tomar unos días de descanso con Sofí – sonreí y le guiñe el ojo – Si, necesitamos un poco de intimidad, nos vamos a México, Playas del Carmen
- Tengo ganas de conocer esas playas, dicen que son un sueño – asintió – No te preocupes por la empresa, el árabe y yo vamos a llevarla bien
- Muchas gracias Tami – se puso de pie – Por cierto ¿Cómo vas con Sami?
- Estoy tranquila, voy avanzando bien – levanto su pulgar – Se hace la difícil
- Solo recorda que la siguiente semana no vas a poder hacer mucho ya que vas a estar en España y después te quedan un poquito más de dos meses para hacer que frene la boda – asentí nerviosa – Espero que logres convencerla
- Yo también lo espero y lo deseo – sonrió y se fue
Al horario de salida me subí a mi auto y maneje hasta la casa de Naty, toque el timbre y mi hermana abrió la puerta, al verme sonrió y me abrazo, entramos a la casa, le indique que se sentara, fui a la cocina, serví agua para ella y un vaso de jugo para mí, regrese y me senté a su lado
- ¿Cómo te sentís? – espere a que terminara de beber agua y apoye su vaso en la mesa de centro
- Bien, todavía me siento muy cansada – asentí - ¿Vos? ¿Cómo te fue en el trabajo?
- Tranquilo, bueno no tanto ahora se me viene mucho trabajo ya que Tati se tomó unos días de descanso y Jenny el viernes me deja a cargo de la empresa – sonrió por la noticia – Si, está bueno pero va a ser estresante
- ¿Con Sami como estas? – solo la mire y ella entendió que algo había pasado - ¿Tuvieron sexo?
- No – me reí – Ganas no me faltan pero ayer y hoy nos besamos
- Muy negadita la chica eh – asentí riéndome – Entonces quiere volver con vos
- Dice que no pero su actitud me dice que si – deje mi vaso al lado del de mi hermana – No voy a obligarla pero no voy a dejar de buscarla
- Está muy bien – hicimos silencio y me miro - ¿Qué es lo que me queres preguntar?
- ¿Cómo sabes? – se encogió de hombros - ¿Te separaste de Mariano porque te acostaste con Sami?
- Si pero no – levante una ceja y ella se dio cuenta que no entendí – Fue porque me acosté con alguien más, sin importar que haya sido ella
- Entiendo – me quede un poco pensativa - ¿Cómo fue que accediste a acostarte con una mujer y luego te enamoraste de otra? Creí que eras heterosexual
- Yo también creía que lo era, hasta antes de enamorarme de Bella lo creía – la detuve
- Pero te acostaste antes con Sami – asintió - ¿Entonces?
- Con Sami fue solo calentura – se notaba su incomodidad al hablar del tema pero deje que continuara – Estábamos borrachas y demasiado calientes, entro a casa y yo no me contuve y me lance sobre ella
- No necesito más detalles – bajo su mirada – Ya paso pero no es necesario que expliques más – tome su mano - ¿Con Bella?
- Nos hicimos muy amigas, primero salíamos con Sami y luego empezamos a salir solas – sonrió recordando – Le conté sobre mi vida, sobre lo que paso con mamá y papá – me miro a los ojos – Ella hablo mucho sobre eso conmigo, me ayudo a borrar mi orgullo y me insistió para que hable con vos – me limite solo a sonreír – Yo me daba cuenta que ella siempre buscaba algún contacto conmigo, eso me gustaba y de a poco comenzaron a surgir sentimientos y cuando en la clínica me lo dijo no dude en aceptar intentar tener una relación
- Me da gusto, hacen bonita pareja – recostó su cabeza en mi hombro – Me pone contenta poder tener una buena relación con vos Naty
- A mí también – se levantó de golpe y me miro – Tengo muchas cosas de mamá y papá pero hay una que te va a encantar
Ambas nos levantamos y fuimos hasta un cuarto en el que había varias bolsas y cajas, ella quiso comenzar a buscar y le dije que me indicara, que no hiciera esfuerzo, pensó unos segundo y señalo una caja que estaba hasta la esquina. Tratando de evitar pisar las cosas llegue hasta la caja indicada, la cargue y regresamos a la sala, cuando la apoye en el sillón note que tenía escrito “Tami y Mamá”, la abrió y lo primero que vi fue el peine con el que desde chiquita jugaba a ser la peluquera de mi madre, lo tome y aún tenían unos cabellos rojizos de ella, mire a mi hermana que sonreía mirándome, con sus ojos señalo la caja para que siguiera mirando lo que había, encontré mis maquillajes, recuerdo que casi todas las tardes sentaba a Naty y a mamá y las maquillaba, se me hizo un nudo en la garganta, lo último que había era una caja pequeña, la abrí y encontré el frasco de perfume Edén, era el que siempre le regalaba para el dia de la madre, mis lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, puse todo en la caja nuevamente y abrace a mi hermana, ella también lloraba, nos quedamos varios minutos sin hablar, solamente abrazadas. Cuando nos separamos al mismo tiempo nos reímos
- No sabía que tenías todo eso guardado – se encogió de hombros - ¿Por qué lo guardaste?
- Porque en el fondo te necesitaba conmigo – me abrazo – Cuando quería sentirte cerca abría esta caja y me ponía a recordar las veces que jugábamos
- Ahora ya no necesitas abrir esta caja para sentirme – seque el rastro de lágrimas de sus mejillas – Solo marca mi número y en minutos me tenes acá
- Gracias Tami – bese su mejilla - ¿Qué hora es?
- Mire mi reloj de pulsera – Las 8 pm
- Tengo que tomar mis pastillas – me levante y la mire – Están en mi buró
En pocos minutos regrese con las pastillas, se las entregue y se las tomo. Bella llego bastante tarde, eran cerca de las 9 pm, se sorprendió al verme cocinar, consintió un poco a su novia y luego me vino a ayudar.
Entre las tres cenamos, luego conversamos un poco sobre lo que había pasado con Sami en mi oficina y ya cerca de las 12 de la noche me despedí y me fui a mi casa.
Los días se me pasaban rapidísimo, todos los días le llevaba una taza de café a Sami, iba a buscarla para trabajar juntas o simplemente le decía algo bonito.
El viernes al llegar me reuní con Malik, estuvimos trabajando con los contratos y números de varios clientes. Nos reunimos con otros tantos y organizamos una reunión con los arquitectos para que avanzaran con más rapidez en los planos ya que se nos estaban encimando varios proyectos.
Después de esa larga reunión ya era casi el horario de salida, me acerque a Sami que estaba hablando con su prometido
- Perdón la interrupción – Juanjo sonrió y note la mala cara de Sami – Tengo que ir a comprarle un regalo a Naty, ya que el lunes es su cumpleaños pero como me voy a España quiero entregárselo el domingo
- Que bien – Sami se volteo y Juanjo la miro haciéndole gestos así que ella volvió a mirarme - ¿Qué necesitas?
- Ya que sos su amiga ¿Me ayudas a elegir su regalo? – pregunte sonriendo
- No, tengo cosas muy importantes que hacer – asentí un poco decepcionada
- Entiendo – salude a Juanjo con un beso en la mejilla – Mañana no venís así que te veo el lunes en el aeropuerto
- Si, a las 6 am nos encontramos en la puerta – sonrió
- Hasta mañana Sami – no respondió mi saludo
Camine hacia el estacionamiento, su respuesta me dejo mal, no estaba buscando una excusa para pasar tiempo con ella, es su mejor amiga y creí que ella realmente me podía ayudar. Desactive la alarma de mi auto y abrí la puerta del conductor, me subí y encendí el coche, mi celular sonó, era un WhatsApp de Sofí, lo abrí, me envió una foto de la hermosa playa, estaba respondiéndole cuando escucho que golpean la ventana de mi lado, me asuste pero al ver quien era baje el vidrio
- ¿Dónde pensas ir a comprarle el regalo? – Sami me miraba
- No sé, aunque es mi hermana prácticamente no la conozco – rodeo el auto, se subió y nos miramos – De verdad te agradezco que me ayudes, prometo comportarme
- Se rio muy fuerte y me quede como boba mirándola – Con esa mirada no te estas comportando – sonreí y mire al frente – A veces yo no quiero que te comportes
Nos miramos y preferí no decir nada, arranque el auto en dirección a algún centro comercial, sabía que el resto de la tarde y el inicio de la noche podía resultar muy bueno.