Aprender desde cero y aceleradamente

Mi iniciación de forma acelerada y en casi todas las modalidades.

APRENDER DESDE CERO Y ACELERADAMENTE.

Siempre fui un niño muy callado, para muchos tímido. En realidad muy reservado aunque yo no me calificaría como tímido. En reuniones familiares o con compañeros siempre solía escuchar y no intervenir casi nunca. Me encontraba muy cómodo en mi habitación con mis auriculares, mi tablet, etc. Tal era así que un primo mío, dos años mayor que yo y que me apreciaba sinceramente se refería a mi "como mi primo el mudo" o como "mi primo el charlatán", frases dichas siempre con cariño.

El colegio al que asistía organizaba todos los años una estancia en un campamento con bungalows en plena montaña. Aquel año no llegué a tiempo para asistir con los de mi edad y después de pensarlo mucho me decidí por apuntarme al turno de los "mayores" todos unos tres o cuatro años mayores que yo, lo que a esas edades es mucha diferencia. En mi vida he tenido una idea más funesta y que lamenté durante muchos meses.

Aparte de ser tímido como ya he dicho era ligeramente gordito sin llegar a gordo, el culo en pompa y tetillas más desarrolladas de lo normal en un niño de mi edad. Aspecto más joven del que me correspondía y prácticamente lampiño si exceptuamos los pelitos del pubis. En las piernas no tenía ni rastro de vello y algo, casi nada, en los sobacos.

El viaje en el autobús no fue malo, lo habitual canciones, chistes groseros, gritos por las ventanillas cuando nos cruzábamos con alguna o varias niñas e incluso mujeres mayores. Lo de siempre.

El reparto de las habitaciones por parejas me fue bien, pues al no tener amigo que elegir ni ser elegido me tocó una habitación para mí solo. La felicidad total.

El día siguiente nos llamaron para el desayuno y una vez terminado cada uno volvió a su habitación a arreglarla. Después estábamos libres para pasear por la montaña o quedarse tumbados en la zona de la piscina. Yo me quede en mi habitación conectado, vía WiFi, al chat. Ahí al ser anónimo no era tan tímido.

Cuando me canse de chatear me puse el bañador y bajé al recinto de la piscina. La gente estaba relajada, algunos aburridos y la mayoría con su cerveza fresca en la mano y dando sorbos. Más de uno parecía que llevaba mucha cerveza en el cuerpo.

Todos menos uno, el de menos estatura y el más delgado que se veía muy entero. En el colegio tenía fama (secreta claro) de ser homosexual.

Aquel día en la piscina era el más revoltoso, no paraba ni un momento. Siempre haciendo chistes eróticos y tontos, simulando tocamientos y posturas femeninas. Al resto les caía muy bien y disfrutaban con sus payasadas. En realidad, aunque yo no lo sabía "estaba calentando el ambiente". Muchos seguían bebiendo cerveza o dormitaban al sol. Entonces me acordé haber oído que entre sus compañeros le llamaban "la puta", cosa que el agradecía y procuraba merecer a todas horas.

En sus payasadas fue subiendo el tono y en un momento dado, sacó de su mochila lo que me pareció un bikini y se lo puso, después de rellenar las copas del sujetador con calcetines. El éxito expresado con gritos groseros fue sensacional. Entonces me di cuenta que iba depilado totalmente, cosa que no se preocupó de esconder; porque la braga o mejor dicho el mini tanga rosado no permitía esconder demasiado. . Pidió paciencia al "respetable público" y sacó una cajita de la mochila y con mi sorpresa empezó a maquillarse. Se puso unas pestañas larguísimas, se pintó los ojos y se coloreó los labios con un rojo chillón. Las uñas de manos y pies no necesitaron retoques, las llevaba ya pintadas. Con eso y una peluca rubia de melena corta que se encasquetó (hay que reconocer que bien) la tia/o parecía preparada. Y así fue.

"Empieza la fiesta ¿Quién quiere ser el primero?". Se oyeron fuertes risas pero nadie se ofreció. Yo no sabía de qué iba la fiesta ni si quedarme o largarme. Pronto salí de dudas, el muy putón dio dos o tres vueltas sobre sí mismo y paró de repente, entonces señaló al que le quedo enfrente y le dijo "te ha tocado". Este al parecer de muy buen grado se bajó el bañador y la "puta" empezó a masajearle el paquete. Cuando empezó la erección se lo metió en la boca y empezó una mamada mientras con la mano le acariciaba los huevos. El que quedaba más cerca le metió mano, le sacó la polla de dentro del tanga, para lo que no necesitó mucho esfuerzo y empezó a masajearla. La "audiencia" se lo estaba pasando en grande, yo asistía atónito a mi primera experiencia sexual. Una cosa es que entre compañeros lo comentáramos en voz baja y otra, muy distinta, ser testigo presencial.

Que el agraciado con la mamada explotara lanzando un chorro de semen en la cara de la puta no tardó mucho en ocurrir. Yo sin esperarlo estaba recibiendo un curso acelerado de sexo en grupo. No podía dejar de mirar mientras deseaba que la tierra me tragase. Lo que más me extrañó es que lo que estaba viendo no solo me gustaba sino que excitaba una parte de mí que hasta entonces solo había usado para mear. La sangre iba directa a aquella parte de mi cuerpo. Sensación que nunca había sentido con tal intensidad. Disimuladamente me toque sobre el bañador para confirmar lo que era evidente, larga, dura, temblando y era la mía.

"A mi" Ahora a mi" oí que berreaban muchos ya puestos en situación con la cerveza ingerida y los cálidos rayos de sol, además del espectáculo gratis que les estaban ofreciendo.

Ahí me levante para irme, cosa que nunca debí hacer porque al levantarme llamé la atención de varios, entre ellos el de "la puta". "Eh que se va la nueva y sin que la probemos", evidentemente eso solo lo podía decir la puta.

"Quédate donde estás" era una orden terminante y venia del "jefe de la manada", un chico alto, muy bien parecido para las mujeres y con dotes de líder. Evidentemente me quede clavado en el mismo lugar, sin saber que hacer, ni si sentarme o quedarme de pie.

La puta era una caja de sorpresas, o mejor dicho iba más que preparada. Sacó un vestidito de mujer y me lo puso. Unos tirantes que dejaban al descubierto mis tetillas y por supuesto muy corta, más que mi bañador que asomaba por debajo. "Doña Puta" metió las manos por debajo de la falda y me quitó el bañador, note el desnudo bajo la ropa de mujer, lo que me daba apuro pero sin dejar de ser morboso. Una sensación agridulce y por supuesto para mi, novísima. El rubor de mi cara lo notaba por el calor que me subía por el cuello. ¡¡Que cabrona!, pensé, ¡para mí ni tanga!.

"¿No queréis ver un coño nuevo?" volvió a desafiar la puta verbenera. La masa rugió un sí que se debió oír en toda la provincia. El putón que estaba delante de mí y esperando el sí, me rodeó con sus brazos y me levantó el vestido por detrás para exhibir mi culito respingón y sin vello. Ahí no quedó la cosa, me presionó en los hombros para doblarme y con ambas manos me abrió los cachetes, con lo que supongo que el "coñito" que era mi agujerito quedó a la vista de todo el que quiso verlo. Ahí decidí oponerme y trate de enderezarme, nunca lo debí intentar, el rodillazo que me regaló el putón me marcó para una semana.

"¿Queréis ver más?"’,Otra vez rugió la masa, esta vez se oyó de todo menos un SI; ya era hora, date prisa, que la enseñe, y otras expresiones menos agradables, al menos para mí: venga so puta enséñanos lo que tienes debajo de la falda, a ver el otro coño putilla, etc., etc., No hizo falta nada más, el putón verbenero se arrodilló, con cara de conejo, me levantó un poco la ropa y asomó su cara por debajo de la falda, miró hacía el grupo y rebmuznó, "no veo nada" "traedme una lupa" "aquí falta algo".

Las risotadas eran para ahogarse; entonces y como una estrella que se debe a su público, saludó y me levantó la falda hasta taparme la cara con todo el cuerpo a la vista, un cuerpo aunque de niño lleno de curvas. Muchos aplaudieron.

"Si no la podéis ver ahora os ayudo, a ver si le crece". Me hizo mantener la ropa bien en alto con las dos manos y se arrodilló delante de mí. Note que su boca me abrazaba la polla; chupaba arriba y abajo hasta metérsela entera. Mi cuerpo empezó a vibrar y la polla a alargarse; "¿ya la veis ahora?" dijo sacándosela de la boca. Desde luego era más grande, ya no estaba arrugada. Con la falta de experiencia no pude contenerme, me vacié completamente y algunas gotas alcanzaron al putón en la cara, lo que me resultó de los más cómico y agradecí en el fondo de mi alma. "so guarra" gritó el muy putón, "mira quien fue a hablar" gritó alguien del grupo; las risas dejaron ligeramente cortada a la interesada, aunque no tardó en recuperar el dominio de si mismo, o de si misma porque ya no sabía cómo calificarla..

En realidad esto solo fue mi bautizo de fuego. Después vendría mucho más; oí que el "jefe de la manada" decía "ya la tenemos enseñada que era lo que queríamos". Y dirigiéndose a mí añadió "ahora te toca a ti hacer de puta nuestra". Se colocó detrás de mí y me metió un dedo por el culo después de lubricarlo con saliva; luego probó con dos y no debió de ser de su agrado porque se dirigió a un compañero muy alto y muy delgado y le dijo "dilátala y de paso me la calientas". Este se levantó se sacó una polla larga y delgada y empezó a masturbarse. Se le puso la trompa más larga que yo podía imaginar, aunque no era gorda. Por lo visto era el "dilatador" del grupo.

La puta me dobló por la cintura y colocó su polla en mi boca, "venga empieza". Mi experiencia era nula pero hice lo que supe según acababa de aprender; mientras note que algo forzaba mi culo, evidentemente era la polla del "dilatador", esta entró después de varios empujones. La sensación de sentirse poseído era rarísima pero no era casi dolorosa, yo tenía entendido que la primera vez suele doler mucho. Y tanto que podía doler; cuando este se vació dentro de mí y sacó una polla larga y arrugada se colocó el jefe, me refregó por el culo su aparato mientras se masturbaba. Yo notaba que algo crecía sobre mi culo pero no podía saber cuánto ni como era; seguía chupando al putón verbenero que ni se le ponía dura ni nada, cosa que no le importaba, parece ser que mientras era el centro de atención de la concurrencia se sentía feliz.

De un empujón el muy bestia me metió todo su aparato en mi culo; el dolor fue tan intenso que grité lo más fuerte que pude, lo que excitó mas al animal que tenia detrás y al grupo de mirones. La risa de "la puta" era de campeonato "así aprenderás, ya verás cuando te acostumbres, te lo digo por experiencia", muy gracioso el lameculos del grupo. El mete-saca se me hizo eterno mientras el grupo aullaba de placer y el macho detrás de mí se divertía y trataba de alargar su placer. De repente noté un vacio, el tío había sacado su polla de golpe y se dirigió a "la puta", "venga como tú sabes que quiero correrme ya"; esta se metió el pollón en su boca y empezó a chupar con toda su fuerza, hasta que este se corrió dentro.

Entonces vino la segunda parte. "Y nosotros qué?; "vamos que ya os toca". Con la lección bien aprendida se colocaron en fila, parecía que lo habían ensayado y se bajaron los bañadores, unos se acariciaban la polla y otros se la tocaban al vecino o le acariciaban el culo, como hacen los futbolistas cuando alguien mete un gol. Allí nadie estaba ocioso y si se metían goles no era con una pelota. Era con dos y compañía.

No tenía ni idea de lo que querían pero "la puta" me sacó de dudas inmediatamente; "colócate al otro extremo" mientras ella se colocaba al principio de la fila y empezó una mamada. Supuse que tenía que hacer lo mismo empezando por el otro extremo; me metí una polla en la boca sin saber a quién pertenecía y empecé a chupar mientras que con una mano acariciaba los huevos. La otra mano era para mí. Por el rabillo del ojo vi que la puta lo estaba pasando en grande; mamaba, acariciaba, se la sacaba de la boca, se la volvía a meter, dejaba que se corrieran dentro de su boca o en su cara. Mi inexperiencia no me permitía averiguar cuando se iba a correr la polla que tenia dentro de mi boca, por lo que me trague varios chorros de semen que en aquellos tiempos me resultaron desagradables sobre todo al ser seguidos. En una de esas me saque la polla que estaba mamando de la boca y el tío se corrió en el aire: La bofetada que me soltó resonó en mi cerebro. Lección aprendida, los que quedaban en mi parte se corrieron alegremente en mi boca. Pensé que no volvía a tomar sopa en muchos meses.

Cuando se corrieron los dos últimos, los que estaban en el centro cuando la puta y yo coincidimos creí que todo había terminado…. "ahora ya tenemos dos y las dos entrenadas, van a ser unas vacaciones de corrida continua, como nunca" ese fue el comentario "del jefe de la manada"

¡Fue mi primera experiencia! ¡Y las vacaciones acababan de empezar!