¿Apostamos?
Es un microrelato. Espero que os guste.
¿Apostamos?
-Vamos a ver si lo he entendido...-replicó mi mejor amiga, con cara de indignación.-¿Eres lesbiana desde que te conozco, o sea desde los dos años...¡Y no me lo habías contado!-gritó decepcionada.
-Pero a ver, no te pongas así, jamás me lo habías preguntado hasta ahora, además que lo soy, pero no lo voy chillando a los cuatro vientos.
-¡¿Acaso yo te he pedido que me lo grites?! No, es lo mínimo después de catorce años de amistad que me contarás, digo yo... no sé.-dijo mirándome con furia.
-No grites...-dije con tranquilidad.
-Bueno pues ahora me vas a contar...por todos esto años.-dijo con sorna.-¿Con cuántas chicas has estado?
-Unas cuantas, pero no me va lo de las relaciones, ya lo sabes.
-¿Se te da bien ligar...? Eh... pillina...-me codeó, ya sabía yo que se le pasaría el escándalo.
-Soy normal, Dani.-negué con la cabeza, riendo.
-Ya, ya...-dijo riendo.-¿Apostamos?
La miré achinando los ojos.
-Sorpréndeme, aún que sino me convence te diré que no, te aviso.-dije sonriendo, con intriga al ver que me diría esa rubia, que cada día se subía encima mía para ir al instituto, como ahora hacia.
-Bueno, primero bájame.-paré y la bajé.-Tienes que conseguir ligarte a la chica que yo te diga.
-Valep, total me va a mandar a la mierda.-dije sonriendo.
-A ver...-el sol me daba en la cabeza, descubierta gracias a que Irina me había quitado mi gorra.-¿Qué te parece esa?-me preguntó, siguiendo con la mirada a una chica rubia, alta, con un short que dejaba ver sus cuidadas piernas, y una camisa con el hombro descubierto, con un bolso cruzado, rondaría los 18 o 19 años, me mandaría a paseo rápido, ¿por qué no intentarlo?.
-Valep.
Empecé a caminar hacia la chica quitándole la gorra a Daniela que se reía.
-Hey! Disculpa.-dije alto, para que la chica se girará, cosa que no pasó.-Perdona.-me adelanté a ella y seguí andando hacia atrás.
-¿Necesitas algo?-me preguntó confundida.
-Estaba haciendo una encuesta, y quería saber si estarías dispuesta a participar.-le dije sonriendo, parando al ver que ella también lo hacia.
-¿De qué trata?-preguntó amablemente.
-La primera pregunta es: ¿Has apostado alguna vez algo con un amigo, o amiga?
-¿Qué clase de preguntas son estas?-preguntó riendo.
-Las de mi encuesta personal.-sonreí, guiñándole un ojo.
-Ah...Encuesta personal.-sonrió divertida.
-Sip.-asentí.-¿Y cuál es tu respuesta?
-Pero creo que no es justo, esto es más un tercer grado de la policía, tendría que poder preguntar yo también, ¿no?.
-Lo veo justo.-no puede ser que al final lo consiga...
-¿Cómo te llamas?-me preguntó mientras empezaba a andar, dirigiéndose a una cafetería que había cerca.
-Sam. ¿Y tú?
-Irina.
-¿Por qué no me has mandado a... bueno ya sabes...lejos?-pregunté haciéndola reír.
-Me ha gustado tu forma de ligar, sobretodo con una apuesta de por medio.-me reconoció riendo.
-Tanto se nota.-pregunté.
-La rubia de la cera de enfrente no para de mirarnos con los ojos muy abierto, así que creo que vas ganando la apuesta.-me guiñó el ojo.- Aunque tengo una pregunta.
-Las que quieras.-dije levantando una ceja con voz sexy, robándole otra carcajada.
-¿Eres siempre así para gustar a las chicas?- menuda pregunta...
-Depende de la chica, cuando creo que tengo oportunidad con ella voy con pies de plomo, pero si veo que es demasiado para mí, ¿por qué no arriesgarlo todo a una sola carta?
-Entonces, ¿crees que eres poco para mí?-preguntó echando la cabeza hacia delante.
-Ujum.-asentí, levantando la mano para llamar a la camarera.-Una coca-cola para mí, y ¿señorita, qué desea comer o beber?-pregunté otra vez con mi voz sexy.
Rió y con dos dedos dejó claro que quería también una coca-cola.
-¿No tenías que hacerme una encuesta...personal?-preguntó con voz matadora, o al menos a mi me lo pareció.
-¿Crees que conseguiré ganar la apuesta?-pregunté sonriendo.
-Creo que incluso te quedarás con la chica...