Apollo

En ese momento algo me invadió…curiosidad…morbo…no sé…solo recuerdo que me acerque a su miembro y lo toque, al principio solo con dos dedos.

Apollo

Mi nombre es Ili, tengo 25 años, soy instructora de spinning, por lo cual tengo unas piernas bien formadas y un culo redondo, parado y firme, soy de piel clara, pelo y ojos negros y tengo unos senos pequeños de talla 34-b.

Esta historia me sucedió hace un año y medio, cuando tenía un novio, del cual no mencionare nombre porque no importa. Lo importante era su perro Apollo, un boxer negro, grande y hermoso, con el cual viví un momento bastante extraño pero placentero.

Todo ocurrió un día que fui a casa de mi novio cuando el tenia clases, iba a arreglar un poco porque sus padres irían de visita unos días. Al llegar Apollo me recibió con la alegría diaria, daba brincos, me lengueteaba, lo normal hasta ese momento. Yo llevaba una falda de mezclilla que me daba a la mitad de mis torneados muslos.

Después de acariciar un rato a Apollo entre al cuarto y vi todo un desastre, entonces comencé queriendo sacar la ropa que estaba bajo la cama, me agache y de pronto sentí como Apollo intentaba montarme, al sentirlo di un brinco y me puse de píe, algo espantada, lo reprendí y lo saque de la habitación, al volver a hacerlo paso lo mismo, yo me senté en la cama asustada, entonces vi como Apollo intentaba meter su nariz entre mis piernas, lo avente y al hacerlo me di cuenta de un bulto rojizo que sobresalía, de un tamaño considerable que jamás vi en un perro, ya que yo había tenido solo perros chicos.

En ese momento algo me invadió…curiosidad…morbo…no sé…solo recuerdo que me acerque a su miembro y lo toque, al principio solo con dos dedos y la retire con asco o miedo, después la tome con mi mano y comencé a acariciarla mientras con la otra mano acariciaba su lomo.

Sentí como mi tanga se humedecía y de un impulso subí como pude al animal a la cama y recostándolo me puse su verga en la boca…tenía un sabor raro…un poco ácido…pero el morbo fue mas fuerte y comencé a mamarle la verga a … un perro!!!

Cuando note la fuerte erección que había logrado con mi boca, recordé cuando quiso montarme y me desnude... aun tenia una hora completa antes de que llegara mi novio…una hora a solas con Apollo!!!

Totalmente desnuda me puse de rodillas en un tapete, Apollo inmediatamente quiso montarme, sus intentos eran bruscos y no atinaba, además me estaba rasguñando con sus patas delanteras, opte por ponerme una camisa sucia de mi novio y me volví a arrodillar, cuando me monto, rápidamente dirigí su verga a mi hoyo y sentí como ferozmente me penetro… era algo nuevo… intenso… lleno de excitación.

Los movimientos de Apollo eran veloces, freneticos, yo estaba como drogada de placer, gemía como una puta mientras sentía el orgasmo más intenso de mi vida, mi coño escurría y de pronto sentí como su bulto creía dentro de mi, sentí una abultación en mi vagína que me hizo irme de cara al suelo, gimiendo y apretando mi pezón derecho duro con fuerza, de pronto Apollo terminó mientras la combinación de su bulto y mi presión sobre el pezón me daba un orgasmo de cuento, sentí como Apollo saco su verga de mi coño y chorreo semen… el mismo semen que me inundo chorreaba todo el tapete, fue increíble, me sentía caliente… quería mas verga dentro de mí, pero Apollo no estaba, había ido a su rincón a lamerse su miembro, entonces no aguante y me abalance hacia su pene y lo volví a chupar, con fuerza… con agradecimiento, lamía la punta y me metía por completo su miembro… al darme cuenta estaba totalmente erecto y yo tenia dos dedos dentro de mi vagina, que metía y sacaba con rapidez.

De pronto me corrí por última vez… con la verga del perro en mi boca tuve mi tercer orgasmo, caí rendida junto a Apollo, el cual se acerco a olerme el sexo y comenzó a lamerlo, su lengua era de textura raposa, lo cual me provocaba gran sensibilidad, entonces me levante por la sensación, voltee a ver el reloj, aun me quedaba media hora para ducharme y arreglar un poco antes de que llegara mi novio.

Esa fue mi primer experiencia zoofílica, más no la última, porque Apollo me hizo pasar otros grandes momentos, pero ninguno como ese, cuando su verga dura, roja y llena de venas se hincho dentro de mi hoyo empapado.